Capítulo
53: La Almohada Regazo es el Sueño de un Hombre
Volví a mis sentidos mientras sentía
una sensación en mi cabeza que nunca antes había sentido. Recuerdo que tomé un
baño con Kaede, y ella me abrazó desde atrás en la brumosa agua mientras decía
algo acerca de darme un masaje, pero no podía recordar nada luego de eso.
[¡Ah! Yuya—kun, estás despierto,
¿verdad? ¿Cómo sientes tu cuerpo?]
Fui confrontado por dos colinas frente
a mis ojos mientras el rostro de Kaede ojeaba desde allí, y su expresión era la
de una encantadora diosa. Parecía que estaba recostado en una cama en mi
cuarto. ¿Por qué el rostro de Kaede estaba justo arriba del mío? ¡¿Y este
sentir, podía ser que era la legendaria almohada regazo?!
[Me duele un poco la cabeza, pero estoy
bien ahora. Más importante, ¿qué es esta situación…?]
Estaba feliz por tener un regazo de
almohada, pero también es vergonzoso, así que trate de sentarme, pero Kaede me
previno de hacerlo así.
[No te levantes aún. Yuya-kun se había
caído en el baño. Me sorprendí cuando de pronto saltaste. Así que vas a estar
en mi regazo hasta que diga que está bien.]
[Ya veo… Lo siento por hacerte
preocupar. Lo siento, Kaede.]
Kaede me miraba mientras sostenía un
abanico de papel y respondía. “No, está bien”. Así que colapsé en el baño, huh.
¿Hm? Espera ahí. Claro, estaba desnudo cuando colapsé
en el baño. Pero ahora estoy usando mi pijama. ¿Quién me las puso? ¡No
jodas…!
[Así que… descubrí algo de Yuya-kun.
Pensé que estaba mal para mí saber de eso, pero era una emergencia, así que no
pude detenerlo…]
Kaede respondió tímidamente, sonrojada
levemente. ¿En serio? ¿Kaede me cambio de ropa? ¿Literalmente lo expuse
todo? Me siento tan patético, quiero morir.
[El cuerpo de Yuya-kun es tan hermoso…
tan firme y suave. Realmente quería tocarlo más.]
[¿Hm…? ¿Querías tocarlo? Kaede, ¿solo
viste eso?]
[Bueno, originalmente, había sido mejor
si, yo, como tu novia, pudiera haberlo hecho todo, pero como se esperaba, era
imposible para mí rescatar a Yuya-kun de la bañera, vestirlo, vestirlo y
llevarlo a mí cama sola. Tanto con el arrepentimiento y el dolor que tenerle
que pedirle ayuda a Mayamoto-san.]
Kaede apretó sus puños en frustración,
diciendo que era el error de su vida. Bueno, si me lo preguntas, una chica no
tiene la fuerza para llevar a un chico de secundaria en sus brazos. En un
sentido, era inevitable que le pediría a Miyamoto-san, el anciano mayordomo que
era un regalo de Dios, llegar por su ayuda.
[Miyamoto-san hizo todo. Solo pude
observar… Qué pena.]
[No, ninguna pena. De hecho, ¿por favor
puedes dejar de decir mentiras como una verdad? Es malo para mi corazón.]
[Al final, no pude ver apropiadamente
el cuerpo de Yuya-kun… ¡Oh, cierto…! Todavía tienes mucho calor en tu cuerpo,
¿verdad? ¿Por qué no te quitas lo de arriba? ¡No, quitémoslo! ¡Déjame verlo,
por favor!]
[¡Espera, Kaede! ¡No! ¡Detente!]
“¡Por favor no te resistas!” Kaede dijo
y me tomó por el borde de mi pijama, tratando desesperadamente de restringirme
y quitármelo al tomarme de las manos.
[Ugh… ¡Esto es lo que hago a los chicos
que se resisten!]
Kaede estaba tan frustrada conmigo que
escogió presionar sus hermosos frutos contra mi rostro. En el baño, había
sentido la suavidad y la elasticidad en mi espalda con mi HP siendo drenado.
Y cuando me di cuenta de algo. No
estaba usando nada bajo sus pijamas. Es decir, Kaede ahora estaba—
[¡Está bien! ¡Perdí! ¡Puedes hacer lo
que quieras, Kaede, aléjate de mí! ¡Por favor, te lo ruego!]
[Hm… Fu… ah… fufu. Está bien si lo
entiendes. Ahora, si me disculpas—]
Mientras jalaba el borde de mi pijama,
Kaede puso su cabeza en mi estómago con un plaf. No sé por qué estaba feliz,
pero entrecerró sus ojos de satisfacción.
[Haa~… La pancita de Yuya como almohada
es la mejor. ¿Puedo dormir así?]
[No…]
[Buh. Yuya-kun no está bien. Si me
prestas tu pancita por la noche, puedes usar la mía como almohada mañana en la
noche. ¿O estás pensando que quieres hundir tu cara en algún otro lugar además
de mi estómago?]
¡Ah! La devota diosa se transformó en
un demonio con una malévola sonrisa, haciéndome vomitar sangre en mi mente, y
tragármela.
[¡Kaede! ¡¿De qué diablos estás
hablando?!]
[¿No captaste el mensaje? No es mi
estómago, estoy hablando de mis pech—]
[¡AL—TO! ¡No te dejaré decir nada más!]
Para reiniciar a Kaede, quien había
entrado en modo locura, golpeé su cabeza levemente con mi mano sin dudarlo,
haciendo que Kaede diera un lindo. “Ah”. Lo siento.
Pero no tenía opción más que hacerlo
con el fin de traerla de vuelta a sus sentidos.
[No dejaré que mi pancita sea una
almohada, ni quiero usar la tuya como una almohada. En lugar, estoy pensando…
¿Funcionará?]
Gentilmente me acerqué a Kaede, quien
estaba sentándose y sostuve su cabeza y la abracé. Libero un feliz “Ah”, pero
no era el final. Sostuve a Kaede en mis brazos y la tendí en la cama.
[No voy a soltarte esta noche.
Prepárate, Kaede.]
[Sí, sí… Lo estoy esperando.]
Mansa como un gato prestado, sus
mejillas se tornaron rojas como una manzana lista a ser comida, Kaede enterró
su rostro en mi pecho.
Tan pronto como me metí bajo las mantas
y cerré mis ojos mientras sostenía a Kaede en mis brazos. Me quede dormido.
[Ugh… Yuya-kun es Yuya-kun incluso
cuando es mi novio. Su guardia es tan fuerte… No, si es algo, ¿se puso más
fuerte? ¿Qué debería hacer…?]
¿Qué estás pensando, Kaede? Pero no me atreví a meterme más al fondo, y dejé mi consciencia en mi sueño.
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