Capítulo
59: Traje de Baño + Hospitalidad = ¡Peligro!
Digamos que era bueno que Kaede y yo
termináramos tomando un baño juntos otra vez. Lo único que necesito es ser
cuidadoso para prevenir desmayarme como la última vez, pero tengo confianza que
estaré bien hoy.
¿Por qué es eso? Porque Kaede usaría un
traje de baño esta vez. Había usado un traje de baño para esconder su cuerpo
desnudo, el cual siempre había atraído la mirada de toda la humanidad, jóvenes
y viejos, hombres y mujeres, y mi proceso de pensamiento estaba en
cortocircuito cuando se lo quitó sin más y entró en contacto conmigo, pero no
esta vez. Ya que no era lo mismo ahora, estoy seguro que estaría bien.
Además, había una bolsa de papel que
Kaede me había entregado a mis pies mientras me estaba desvistiendo en el
cambiador. ¡Que sorpresa! Es un traje de baño para hombre de una nueva
marca.
De acuerdo a Kaede, fue Miyamoto-san
quien lo había preparado. Le dijo que si tenía un baño mixto otra vez, podía
usarlo.
Estaba lleno de gratitud por ese
inesperado regalo de partida. Ahora puedo pararme orgulloso frente a Kaede.
Tampoco tenía quejas del diseño. El tipo normal que estaba arriba de la rodilla
con un diseño simple de una imagen veraniega de palmas negras en un fondo
blanco. Creo que eran útiles tanto para tierra y agua.
Como se esperaría de Miyamoto-san. Sabe
lo que está haciendo. Sí. Son muy cómodos. Satisfecho y con el tamaño perfecto,
ni muy apretado ni muy sueltos, me paré en el campo de batalla. Sin embargo,
Kaede aún estaba cambiándose la ropa. Esperé a la llegada de Kaede mientras
ajustaba la temperatura de la bañera ya que íbamos a tener una lavadita de
espaldas.
[¡Yuya-kun! ¡Gracias por esperar!]
[No, no esperé por mucho— ¡¿Kaede?!
¡¿Qué con ese outfit?!]
Kaede asintió con su cabeza como si
dijera “¿Hay algo de mal con eso?” No, no había nada de malo. Pero el poder
destructivo era terrorífico. El apretado diseño del color azul marino monocromático
claramente enfatiza las curvas de su cuerpo, así que el sobresaliente estilo de
Kaede sobresale aún más. Su pecho en particular luce increíble. No importa cuán
elástica fuera la tela, ¿no se rompería si no fuera del tamaño correcto?
Además, el logo “Hitotsuba” brillando en su pecho creaba un sentido de
inmoralidad. Es el legendario—
[Fufu. ¿Qué crees, Yuya-kun? Este es el
traje de baño escolar que usé el año pasado… ¿Me queda bien?]
Kaede me pregunto mientras miraba
abajo, entonces levanto la mirada y retorció su cuerpo. Oh, qué linda chica.
Quiero abrazarla ahora mismo.
[¡Claro que sí! ¡Eres tan linda!]
Dentro de los tres años de secundaria,
había visto ese traje de baño cada año. No pensé mucho de eso esa vez, pero
cuando entré en preparatoria, me di cuenta cuánto lo apreciaba, especialmente,
cuando era la persona que amaba quien me lo estaba mostrando frente a mí. En mi
corazón, puse mis manos juntas.
[¡Me alegra que dijeras eso! No estaba
segura si Yuya-kun estaría feliz, pero Miyamoto-san dijo, “Yoshizumi-sama
estará totalmente alegre. Tenga confianza”. Así que me incito a hacerlo.
¡Debería agradecerle!]
¡Miyamoto-san! ¡Realmente es de lo
mejor!
[¡Muy bien, te daré un rápido masaje!
Por favor siéntate en la silla.]
Kaede rápidamente movió una silla del
borde del baño. Me senté, sintiendo un poco extraña y ligera la cabeza. Kaede
murmuro mientras encendía la regadera de agua y lentamente lo vertía en mi
cuerpo.
[¿Qué tal la temperatura del agua? ¿Muy
caliente?]
[No, está bien. Se siente bien.]
[Oh, ¿en serio? Me alegra oír eso.
¡Ahora, empezaré a restregar tu espalda!]
Sonreí y esperé por el momento,
añorando que me lavaría gentilmente. Puso algo de su habitual gel de baño en
una toalla, enjabonó y restregó por mi cuerpo con una gentil mano, de mis
hombros a mi cintura. Eh, ¿no está usando una toalla?
[Shoo… Shoo… ¿Qué ocurre?]
[No, no. No es nada. Es solo… no es
como lo que estaba esperando…]
[Fufu. Lo entiendo. Sabía que Yuya-kun
diría eso. Yuya-kun, eres tan galante como te ves.]
¿Qué? ¿A qué te refieres? Estaba sorprendido que te tomaras la
molestia de frotar el jabón en tus manos, porque pensé que ibas a lavarme con
una toalla, ¿sabes? ¿Por qué me llamadas “galante”? Hey, Kaede. Puedo verlo
en el espejo, pero ¿por qué estás poniéndote jabón? ¡Puede ser que tú—!
[Usaré… mi… cuerpo para lavar el cuerpo
de Yuya-kun…]
Puso sus brazos alrededor de mí desde
atrás y me contuvo cerca, murmuro a mi oído y mordió mi oreja dulcemente. ¡Era
el combo especial de Kaede! ¡Pero ¿qué es esto?! ¡La humedad del agua y el
masaje con los naturales frutos de Kaede me hacían sentir tan feliz y relajado,
pero hará que me desmaye!
[Shoo… Shoo… Yuya-kun… ¿se siente
bien?]
[S-Sí. Se siente tan bien.]
[Eso es… bueno. Entonces… Me aseguraré
que te sientas bien, ¿okey?]
No murmures más en una voz lasciva. El sonido de la espuma, el aliento de
Kaede, el calor corporal, y la suavidad y elasticidad de su esponja natural. Mi
cuerpo era sensible a todo eso, y estimulaba mi cerebro.
[¿Qué ocurre, Yuya-kun? Es lindo que
estés tan perdido. Continuaré lavando… el frente también, ¿cierto?]
[¿Eh…?]
Estaba tan mareado como para pensar,
así que no sabía a qué se refería. Sonrió gentilmente, recogió una toalla que
aún tenía mucha espuma encima, y empezó a lavar mi pecho con eso, presionando
su cuerpo contra mi espalda.
[¡Espera, no te preocupes por el frente,
Kaede! ¡Puedo lavarme solo!]
[No seas tímido, ¿bien? Por favor
déjamelo a mí.]
El sonido de la seductora voz de Kaede
impactó mis oídos. La toalla estaba moviéndose de forma circular, y lentamente
fui cubierto en espuma desde el pecho hasta el ombligo. El aliento de Kaede se
estaba volviendo más y más roto, habría enloquecido de seguro. Cuando termino
de lavarme hasta las rodillas, se cambió a la regadera y enjuago la espuma de
mi cuerpo. Era un bendito momento mientras toda la intoxicación en mi cuerpo,
no solo la suciedad, era lavada con burbujas. Suspiré en alivio.
[¿Qué pasa? ¿Se siente bien? ¿Me
gustaría hacerlo otra vez?]
[Oh… se sintió tan bien. Gracias,
Kaede. Me gustaría hacerlo a diario…]
[Ya veo. Si quieres, Yuya-kun, puedo hacerlo…
diario, ¿bien?]
Un leve golpe de aroma me hizo saltar
de mi silla. ¿Acabo de decir que quiero que lo hagas todos los días? Mis
acciones sin pensar dan miedo.
[Espera un minuto, Kaede. Eso no es lo
que acordamos, ¿sabes?]
Esta vez, con un “¿Eh?”, Kaede se
sorprendió. Tomé a Kaede por sus hombros y gentilmente hice que se sentará en
la silla. En mi mano, tenía la toalla de cuerpo que fue usada hace rato.
[¿N-No me digas que Yuya-kun quiere…?]
[Sí, eso es, Kaede. Ahora es mi turno
de lavar tu espalda.]
¡Ahora este es mi turno! ¡Pero siempre y cuando pueda mantenerme racional!
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