Capítulo 1
La Academia Real. Era la ruta más corta
a la Universidad Real, la mejor institución en el reino, haciéndola toda una
entrada elite para el éxito. Esos que lograban graduarse cerca de la cima de su
clase alcanzaban un camino al centro de gobierno e incrementaban masivamente
las oportunidades de ganar renombre. Incluso los rangos de los Hechiceros de la
Corte, menos de 20 de ellos que se apuntaban cada año, fueron dominados por los
graduados.
Claro, nadie podía poner mucho esfuerzo
en eso— algunas personas podían graduarse como segundos de sus clases de ambas
escuelas y aun no significar mucho. Dudaba que alguno de mis compañeros
estuviese trabajando como tutores privados. No es que me estuviera quejando.
Aunque, tengo que preguntar; ¿por qué?
Por qué debo…
Confronté mi reflejo en el espejo de
cuerpo entero, me había jurado unca vestirme así otra vez solo un día antes.
¿Por qué estaba tan obsesionada con jugármela?
Además de mí, una delgada mujer de
cabello castaño— la ama de llaves de los Leisters Ana— tarareaba mientras hacía
su inspección final. [¿Le pasa algo, Allen-san?] Me preguntó con una sonrisa.
[Oh, estaba meditando en lo
inaprensible de la vida. Por cierto, ¿para qué es esa grabadora orbe?]
Respondí.
[¡Simplemente debo mostrárselo a
Tina-sama!]
Consideré lo que acaba de decir por un
momento antes d responder. [Ya veo.] Luego de todas esas fotografías que
tomó, aún quiere más.
Lydia me la había puesto difícil esta
mañana también. Sabía que tenía que adelantarse al Palacio Real antes que yo,
pero aún permanecía en la puerta, quejándose de que también quería asistir a la
ceremonia de entrada. Era una joven noble ordinariamente genial, tranquila y
digna a la vista sin alguna imperfección— dejando de lado su personalidad. Pero
cuando estaba involucrado, se volvía mucho más caprichosa.
Había perdido mucho en la negociación.
¿No se daba cuenta cuánto sobresaldríamos al caminar por la Capital Real
juntos?
Quizás debió haber usado ese vestido. ¿Significaría
que la hija más grande de uno de los Cuatro Grandes Ducados asistirá a la
prestigiosa investidura de Hechicero de la Corte con su ropa de diario, y
armada con una espada? El Duque Leinster tenía una apariencia intranquila, quien
había llegado del sur para asistir.
[Ahora para la gran inauguración. Las
jóvenes deben estar cansándose de esperar. ¡Oh! ¡Apenas quiero esperar!] Anna
cotorreó mientras salía del cuarto.
Le di otra vista al espejo y suspiré.
Un momento después, una encantadora joven tan alta como Tina entró al cuarto.
Estaba usando un vestido rojo y tenía un ornamento en su cabello rojo, el cual
estaba levemente curveado y más largo que el que Lydia había tenido cuando nos
conocimos por primera vez. Aunque había una gran similitud.
[Discúlpame, Oniichan. Perdón por
hacerte—]
Se congeló, sus ojos se abrieron. No
era una reacción muy buena.
[Lynne, puedes al menos sonreír.] Dije
luego de una pausa.
[¡N-Nunca! L-Luces fabuloso.]
La chica que amablemente calmó mis
heridos sentimientos era Lynne Leinster, la segunda hija de la Casa Ducal de
Leinster y la hermanita de Lydia. Esto significaba que era un tipo de “Su
Alteza” también, y por lo tanto no era alguien que un plebeyo como yo pudiera
dirigirse a ella tan casualmente. El título la enojaría tanto como lo hacía con
su hermana, sin embargo, así que me dirigía a ella por el hombre para evitar
provocarla.
Lynne había aprendido tanto magia como
esgrima de su hermana mayor. De no haber tomado mi actual trabajo como el tutor
privado de Tina y Ellie, también pude haber contribuido con su educación. Era
una de las razones por la que no podía hacerle frente o a Lydia en este
momento.
Seguido de Lynne estaban mis adorables
estudiantes; una chica en un vestido azul cuyo cabello estaba decorado con un
ornamento y un listo blanco como la nieve, y una chica usando el uniforme de la
Academia Real.
[E-Espéranos. No conocemos el camino de
esta casa y—]
[T-Tina-sama, no debe correr. Su
cabello se—]
Ambas chicas se congelaron al instante que
me echaron ojo, exactamente como Lynne lo hizo.
La chica en el vestido era Su Alteza,
Tina Howard-sama, la segunda hija de la Casa Ducal de Howard, uno de los Cuatro
Grandes Ducados y guardianes del norte. Resguardaba lo que parecía ser el Gran
Hechizo Frigid Crane— la razón más grande de que sea su tutor privado. Sus
mejillas estaban levemente sonrojadas, debió haber estado en un apuro.
La chica en el uniforme era Ellie
Walker, la heredera de la Familia Walker, quienes habían apoyado a los Howards
por generaciones. También era la maid personal de Tina y amiga de la infancia.
El uniforme de la Academia Real era tan estilizado como lo recordaba; otras
escuelas vestían a sus estudiantes con chaquetas en estos días, pero tanto como
estaba al tanto, solo la Academia Real tenía capas.
Están reaccionando de la misma manera
que Lynne. Es desalentador.
[Tina, Ellie. Esto no me va en nada, ¿cierto?]
Pregunté. [Creo que me quedaré fuera de la ceremonia de entrada. Asistir en
lugar del Duque Howard siempre fue demasiado para mí. Los miembros de los
Clanes Howard y Leinster seguramente grabarán todo también, así que—]
[¡No!] Las tres voces vociferaron en
perfecto unísono. Me eché atrás cuando las chicas se me acercaron.
[¡No te preocupes, oniichan!] Lynne me
tranquilizo. [¡Te ves increíblemente maravilloso!]
[¡Eso es!] Tina se entrometió.
[Desearía poder haber escogido tu ropa yo misma.]
[Allen-san... Te ves muy, um, guapo…]
Ellie añadió con dudas.
[Lynne, Tina, Ellie…]
Toda esta atención de chicas más
jóvenes que mi hermanita me estaba haciendo sollozar. ¡Si solo Lydia tuviera la
mitad— un cuarto— de esta consideración!
Una explosión de risas interrumpió mis
pensamientos. [Eso te pega bien. No es sorpresa que Lydia se tiré un berrinche.
Quizás deberías usar algo que escoja yo para la próxima.]
[Por favor no me la juegues.] Pedí un
momento de silencio.
[Oh, pero solo estoy diciendo la
verdad. Esto tiene su encantado. Bien hecho, Anna.] Llegó la respuesta.
[Tu elogio es más de lo que merezco, mi
señora.]
La mujer a la que Anna atendió era la
esposa del Duque Leinster y la madre de Lydia, la Duquesa Lisa Leinster. Ella
asistía a su esposo para gobernar el ducado— co-gobernadores— y sus días
estaban realmente ocupados. Dicho eso, la designación de Lydia como un Hechicero
de la Corte y la entrada de Lynne como segunda en su clase en la Academia Real
eran eventos extraordinarios. El duque y la duquesa habían llegado del sur esa
mañana, ansiosos por celebrar el éxito de sus hijas. Lisa había tomado la
responsabilidad por su hija más joven y dejando a Lydia a su esposo, es la
costumbre para los Cuatro Grandes Ducados y los Ocho Grandes Marqueses asistir
a la investidura de los nuevos Hechiceros de la Corte y Caballeros de la
Guardia Real.
La duquesa parecía estar a finales de
sus veinte gracias a su figura y su inmutable belleza. Su hermoso cabello largo
escarlata se parecía mucho al de Lydia, y era un poco más bajita que yo; parece
que la recordé regocijándose cuando la había superado. En un grupo con Lydia y
Lynee, Lisa se veía más como su hermana mayor que su progenitor, pero la forma
en que ella las veía era indudablemente maternal. Junto con su magnífico
vestido escarlata, cada pulgada de ella era de la Duquesa Leinster.
Supongo que no dolerá el preguntar…
[Duquesa Lisa.] Empecé.
[¿Hm? ¿Allen?] Ella respondió. [No pude
escucharte bien; debe ser mi edad. ¿Lo repetirías?]
Luego de una larga pausa, lo intenté
otra vez. [Lisa, entiendo que la ceremonia de entrada de la Academia Real es
importante, pero solo sería espacio muerto, así que…]
[No. Hazlo apropiadamente.
Prácticamente eres mi hijo, y una madre tiene el deber de hacer que sus hijos
se ven increíbles. Estabas pensando que tu bata de mago sería suficiente,
¿verdad?]
No había nada que pudiera decir a eso.
[¿Estoy en lo cierto?] Ella prosiguió.
[Lydia sí que es irremediable cuando se trata de estas cosas. Necesita educarte
apropiadamente. Solo porque no te ha visto en tres meses y quiera adularte
tanto—]
[Ahem. Mi señora.] Anna interrumpió.
[Oh, ¿técnicamente era un secreto?]
Lisa sonrió y entonces me habló. [Ella se esfuerza mucho cuando se trata de ti,
¿sabes? ¡Por eso la molesté un poquito en la mañanita con dejar la capital un
poco antes de ti y ella me disparó una Firebird! Debí haber hecho algo mal durante
su educación.]
[He estado pensando la misma cosa.]
Confesé.
Sí, ahora estaba vestido en ropa formal
de muy alta calidad— ropa que normalmente no usaría jamás o incluso tendría la
oportunidad de. Mi cabello también fue arreglado con crema de cabello. Para ser
francos, pensé que lucía como un falso mayordomo.
Estaba más allá de mi primera vez
siendo forzado a usar ropa como esta desde mi regreso a la capital real, y el
estilo funcionaba mejor que el día anterior, pero aún me era incómodo. Eso fue
porque había visto al genuino en la Mansión Howard en forma del Señor Walker.
En serio, ¿cómo termine en este
predicamento…?
Quizás porque no atesoraba mucho a mis
padres; aún no les escrito de mi situación. ¿O era mi castigo por no volver a
casa con mi hermana esa primavera?
[Ahora, démonos marcha.] Lisa dijo. Era
difícil no notar cuán parecida su voz era a la del albatros. [Pero primero—
Allen.]
[¿Sí?] Respondí luego de una pausa.
[¿Qué haces cuando ves señoritas, de
cualquier edad, vestidas?]
Deje que la pregunta pasara por un
momento antes de responder. [Se los diré luego.]
[No lo harás. ¿Doy por sentado que coinciden
las tres?]
[¡Queremos que nos los digas!] Las tres
voces afirmaron.
[Vivir a las expectativas es el deber
de un chico. Da lo mejor.]
[Está bien…] Concedí un silencio más.
No era rival para Lisa. Me había tratado amablemente desde nuestra primera
reunión, fácilmente era más demandante que Lydia. Había una forma de salir de
esto. Al mismo tiempo, complementando a las cuatro mientras Ana estaba feliz de
la vida parada con un orbe de vídeo que esencialmente era un suicidio; no había
duda que el albatros sacaría su espada y me lanzaría un Firebird cuando me
viera. Quería llorar.
Buenos, primero lo primero.
[Se los diré en el carruaje.] Propuse.
[En cambio, estaré a la altura de mi traje y actuaré como su mayordomo hasta el
final de la ceremonia de entrada.]
[Oh, ¿lo harás? Entonces debes subirte
a mi carruaje de camino hacia allá.] Lisa declaró.
[¡N-No!] Tina objeto. [¡No soltaré a mi
tutor, n-ni siquiera a usted, Duquesa Lisa!]
[¡C-Creo que los deseos de Allen deben
tener prioridad! A-Allen…] Ellie suplicó.
[¡Q-Querida madre! ¡E-Eso no es justo!]
Lynne exclamó. [Onii-chan…]
[Escucha, Allen. Tiene buena demanda.
Ahora, decide con quién te vas a ir.] Lisa guiñó y le sonrió. Así que había
anticipado todo esto… Estaba destrozado entre ser impresionado por su habilidad
y avergonzado de mí propia inexperiencia.
Cerré mis ojos y dije. [Seré el
mayordomo de las tres. Confió que no tengan ninguna objeción, ¿señoritas?]
✽✽✽✽✽
[Permíteme reiterarlo, onii-chan: ese
traje te queda divino.] Lynne sonrió desde su asiento frente a mí en el lujoso carruaje.
Sabía que debía estar acostumbrada a usar ropa como esa, pero su solicitud
significaba mucho para mí. Era una mujer buena y amable— nunca supondrías que
es la hermana de Lydia.
Tina, Ellie, ¿por qué fruncen el ceño?
Venga. Sonrían.
Las chicas se habían estado peleando
con quien esta a mi par, pero una palabra de Lisa le dio un fin a eso. Las tres
ahora estaban sentándose juntas, mientras me sentaba frente a ellas.
Lisa y Ann estaban en un carruaje
distinto. Estaba seguro que llevaban una discusión confidencial de algún— nunca
habrían dejado la oportunidad de burlarse o grabarme. Supongo que tenía suerte
que el mayordomo principal de los Howard, el Señor Walker, se nos hubiera
adelantado.
Realmente debo ser cuidadoso.
Preferiría verme involucrado en algo serio.
[Muchas gracias.] Respondí. [Se ve
particularmente radiante, Lady Lynne. Y por favor, señoritas, llámenme “Allen”.
Al fin que soy su humilde mayordomo.]
Lynne suspiro a mis palabras, mientras
Tina se veía molesta.
[Yo, um… ¡C-Concuerdo con Lady Lynne,
Allen!] Ellie intervino.
[Tampoco necesitas ser formal, Miss
Ellie. Ah ya veo que usa el uniforme perfectamente. Pero ¿qué pasa? Parece que
el listón en su collar está un poco desaliñado. Si me permite… Así está mejor.]
[¡S-Sí, señor! M-Mushas grashias…]
Tanto Lynne y Ellie estaban
inquietándose en sus asientos, sus rostros se enrojecieron. Tina estaba metida
entre ellas, luciendo molesta. [Parece que le gusta recibir cumplidos de Lynne
y Ellie, se— Allen.] Ella remarcó por un momento.
[Sí. Estoy a gusto. No recibo muchos
cumplidos.] Respondí.
[¿Estarías encantado si te elogiara?]
[Desde luego.]
[Y-Ya veo.] Tina se silenció por un
momento. [Um, parece que te—]
[Allen, por favor cuéntenos en qué
deberíamos ser cuidados en la Academia Real.]
Tina, quien se estaban a la par de
Lynne, estaba asombrada. Lentamente giró su rostro a Lynne y sonrió, sus ojos abiertos
del enojo. Las dos chicas al parecer habían estado hasta el cuello de sí desde
que se reunieron durante los exámenes de entrada, y preguntarle a cualquiera
explicar por qué solo atraería amargura. Había esperado que Ellie intervendría,
pero se mantuvo en silencio y se veía algo complicada.
Honestamente, ¿qué pasó entre las dos?
Debo preguntarle al director; debió haber tenido que ver con eso.
[Dudo que tengan que preocuparse,
señoritas… pero si debo responder, les sugeriría no ser orgullosas.] Dije.
[¿Orgullo?]
[Sí. Son talentosas, señoritas. Estoy
seguro que sus compañeros aspirarán estar a iguales.]
Las tres chicas eran muy bendecidas.
Tina había tomado el primer lugar en los exámenes de entrada y estaría dando un
discurso en la ceremonia de entrada como un representante de la nueva clase. Estaba
en competición con el albatros por la nota más alta en el examen escrito; había
repasado sus respuestas con ella y no había podido encontrar algún error. En
cuanto a su habilidad mágica, había logrado amaestrar el hechizo supremo
Blizzard Wolf, por tanto imperfecto. Ya sea otros aplicantes o profesores que
la hubieran enfrentado en la práctica debieron haberla pasado mal. Uno nunca
adivinaría que había sido incapaz de lanzar hechizos solo hace poco.
Lynne había tomado el segundo lugar,
pero no fuera por Tina, había estado en la cima de su clase por gran margen.
Tanto como pude ver, no había diferencia entre las dos chicas. Lynne había sido
entrenada por una entusiasta Lydia, y era seguro decir que su crecimiento
supero mis expectativas. Incluso debió haber sido una mejor contrincante para
mí en términos de esgrima. También había aprendido el hechizo supremo Firebird,
aunque su poder palidecía en comparación a su hermana mayor.
Ellie ya había estado en lo alto, pero
pudo haber ido por más si se hubiera dado el tiempo. Ya que ella se había
quedado atrás a las otras dos en el examen escrito, fue capaz de lanzar hechizos
de rango más grande. Su estilo de lanzamiento de hechizos era similar al mío,
el cual era más fácil de enseñarle.
[Las personas con poder tienden a
confiarse de más, creen que son más que impresionantes que otras personas.]
Explique mientras miraba al trio. [No hay nada de malo con esa idea— la
confianza es necesaria. Sin embargo…]
[A menudo también lleva a un sentido
inflado de superioridad.] Lynne intervino luego después de una breve pausa.
[Exacto. Y, hablando personalmente,
espero que las personas talentosas como ustedes recuerden tratar a los otros
con amabilidad y calidez. Por favor, señoritas, usen su poder cuando se
protejan, a esos que les importa, y sus creencias. No tengo duda que lo harán;
sé que son damas jóvenes sensibles de carácter firme. Gracias por su excelente
pregunta, Lady Lynne.]
Alcancé y acaricié gentilmente su
cabeza. Ella le estaba dando vueltas a su rizado cabello ya que parecía estar
dando lo mejor para emular el cabello de Lydia, pero personalmente pienso que
estuvo bien de la forma que fue.
Una feliz sonrisa se cruzo por el
rostro de la chica de cabello rojizo… cuando un soplón de frío nos golpeó. [Ya
veo que piensas muy en alto de Lynne, Allen.] Tina remarcó sin más.
[Oh, ¿estás celosa?] Lynne le
respondió. [Pareces muy insegura para ser la líder de la clase.]
[No estoy para eso, pero si gustas
pelear, estoy para cuando quieras.]
[Me encantaría tomar esa oferta… pero
me abstendré. Yo, por algo, no querría que Allen me llegara a tener cierto
disgusto. Supongo que no te importa, ¿verdad?]
[¡¿Q-Qué?! ¡C-Claro… que me importa!]
Tina se paró. [¡¿Tienes idea alguna de cuánto significa él para mí?!]
[Lady Tina.] Le di una palmadita en la
cabeza y el enojo se fue.
[Lo siento…] Ella se disculpó, sonando
abatida.
[Está bien. tú también, Lady Lynne. Por
favor no le copies a Lady Lydia. Lo digo sinceramente.]
[Mis disculpas. Me deje llevar un
poco.] Lynne concedió.
[Y tú, Miss Ellie. Sé que sobresales en
el control de maná, pero por favor abstente de desplegar muchos hechizos en un
espacio confinado.]
[¡S-Sí!] Ella respondió. [L-Lo lamento
tanto.]
Tina y Lynne eran capaces de lanzar
hechizos avanzados, pero su flojo control significaba que eran incapaces de
realizar la mayoría. Era natural, considerando su edad; era algo para que
refinaran en el futuro. Pero Ellie era diferente. De las tres, era la más apta
para el combate real. Era incapaz de lanzar hechizos avanzados, dejando los
supremos, ella superó significantemente a las otras dos chicas en su maestra
técnica de magia elemental e intermedia. ¡Y cuán silenciosos sus hechizos eran!
Era bastante impresionante. En ese aspecto, estaba posiblemente a la par de un
hechicero de la corte. No podía esperar a ver a qué alturas llegaría. Esperaba
que algún día se convirtiera en una de las hechiceras más conocidas del reino.
Dejando el futuro, decidí calmar a la
maid, quien estaba entrando en lágrimas en el presente. Me dio el empujón
mientras acariciaba sus mejillas. [No llores. Echarás a perder tu encantadora
apariencia.] Dije. [No estoy enojado.]
[¿Huh? Oh, um… E-Encantadora…] Ellie
tartamudeó.
[Sí, Miss Ellie. Tu sonrisa es
positivamente angelical.]
Ella jadeó. [M-Muchas gracias…]
Oh, siento el frío y calor ahora… Cuidar de chicas aún era un desafió
para mí, a pesar de mi anterior experiencia con Lydia y mi hermana.
[Eso va para las dos también, Lady
Tina, Lady Lynne.] Dije. Ambas chicas abrieron sus ojos en respuesta, y las
tres empezaron a retorcerse en sus asientos. [Ahora, llegaremos pronto. Por
favor estén listas.]
¡Por estamos aquí— la Academia Real!
✽✽✽✽✽
Un hermoso círculo mágico apareció en el
estrado, seguido por una estudiante en un flash de luz violeta.
Los estudiantes de la Academia Real
tomaban el liderado en eventos como las ceremonias de entrada y graduación. El
consejo estudiantil, como el cuerpo de representantes de estudiantes,
consecuentemente ejercían mucha autoridad y frecuentemente eran como un punto
de contacto para las relaciones dentro de la academia. Si lo recuerdo bien, el
nuevo vice-presidente había sido el maestro de ceremonia en mi ceremonia de
entrada.
Una ronda de aplausos se alzó de las
butacas, y la estudiante en el estrado se inclinó. [Muchas gracias. La
ceremonia de entrada de la Academia Real comenzara ahora.] Ella anunció. Su voz
transmitía las gracias a través de la magia de viento aplicada y orbes
instalados por la arena que—
¿Hm? R-Reconozco esa voz…
[¡¿Q-Qué está haciendo ella aquí?!]
Me estiré y fruncí mis ojos. Su gorra escolar
escondía sus orejas, pero el cabello que podía ver saliendo de los lados era
color gris, y tenía una esponjosa cola pegada detrás de ella. Esa situación—
esa chica parándose al foco del estrado y precediendo la ceremonia era mi
hermana menor Caren.
La había visto dos días antes, y su
comportamiento había sido el usual. Todo lo que me había dicho era: [Has sido
demasiado negligente con tu sola y única hermana en todo este mundo. Tomaste
ese trabajo de tutor, no visitaste a mamá, papá o a mí, has estado pasando todo
tu tiempo en la casa de Lydia o la mansión de los Howards… ¡Me voy! Esta es tu
última oportunidad para detenerme. Un poco de amabilidad puede tener de buen
humor a tu hermanita. No puedes permitirte dejar esta oportunidad.]
La había consentido, y cuando habíamos
prometido comer el almuerzo juntos luego de la ceremonia de entrada… pero no
había dicho palabra de eso. Debió querer que la sorprendiese. Ella era de buen
juicio, pero aún estaba muy apegada a mí. Claro, era tan adorable que había
perdonado todos sus errores.
No estaba relacionado por sangre a mis
padres o Caren. Mis padres habían sido jóvenes mercantes viajeros cuando
tomaron refugio de una tormenta bajo el alero de una casa abandonada. Fue allí
cuando ellos me encontraron, un infante llorón envuelto en ropajes, y me
recibieron como su hijo. Habían dejado su profesión y se asentaron.
No tenía nada que mostrar cuando
aparecí, así que mis padres me dieron mi nombre también. De acuerdo a mi madre.
[Era el nombre de un legendario héroe de nuestra gente. Pero si crees saludable
y feliz, eso será suficiente para mí.]
Lo haré, mamá. Estoy bien.
Mis padres y Caren son hombres bestias del
clan de los lobos, cuyo valor en batalla una vez había atraído la maravilla del
continente entero. En la Guerra del Señor Oscuro de hace doscientos años, el
clan de los lobos había luchado valientemente… pero obtuvo grandes pérdidas.
Como resultado, ahora eran una pequeña minoría incluso entre los hombres
bestia, quienes ya eran menos números que la población humana. Debido a que los
guerreros más audaces del clan de los lobos habían caído en batalla, la mayoría
de sus actuales miembros preferían la paz y la amabilidad a cualquiera que
hubieran reconocido como familia.
Mi hermana era una de esas pocas
excepciones— un caso extremadamente raro de atavismo. No era tan fuerte como
Lydia, pero era fuerte. Su esgrima, combate sin armas, y lanzamiento de
hechizos eran de primera clase. Nadie de su edad había sido rival para ella.
Dicho eso, la Academia Real estaba
llena de jóvenes brillantes. La competición era fiera, y solo lo mejor podía
unirse al consejo estudiantil. También era una regla no escrita que los hijos
de nobles tuvieran prioridad, y profundos prejuicios contras los hombres
bestias aún estaban en marcha. ¡Sabía que estaba trabajando duro, y tenía fe en
ella, pero sus logros me asombraron!
[Disculpen mi atrasada presentación.]
Caren le dijo a todos los reunidos. [Mi nombre es Caren. Soy la vice presidenta
del consejo estudiantil, y estaré presidiendo esta ceremonia. Como pueden ver,
soy del clan de los lobos. Por favor disfruten la ceremonia.]
La conmocionada respuesta del público
fue positiva, pero hubo unos abucheos.
Bueno. Espero que no esperen estar
mucho tiempo en la capital real luego de usar un mal lenguaje como ese con mi
hermana. No sé quiénes sean, pero los encontraré y los mataré.
Anna interrumpió mis pensamientos. [Por
qué, Allen, se ven tan terrorífico. No tiene miedo— la Casa de Leinster
manejará el asunto positivamente.]
[Siéntate, Allen.] Lisa añadió.
[Lo siento. No puede controlarme.] Dije
luego de tomar un momento para recuperar mi compostura.
No será eso. Necesito aprender a soltar
a mi hermanita tanto como necesita soltarme a mí. Lydia siempre encuentras
fallas en mí por eso.
[Bien, es hora que la nueva clase
entre. Por favor denles una cálida ronda de aplausos.] Caren siguió.
Una sección del puso de mármol empezó a
brillar, y los estudiantes llenaron de tremendos plausos de la puerta este a la
oeste. Los líderes de las procesiones debían ser los senpais. Eran seguidos por
los nuevos estudiantes en frescos uniformes. Había lucido parecidos a ellos
hace cuatro años cuando—
[Tú y Lady Lydia estaban flirteando sin
pena desde el momento que entraron a la arena.] Anna interrumpió. [Apenas podía
creerlo.]
[Estaba sorprendida cuando te llevo a
casa luego de los exámenes de entrada. Nunca antes había mostrado interés en
algo más que la esgrima.] Lisa rio. [Mi esposo se pasó la noche bebiendo por
esa noche.]
[Desearía que no pudieran leer así mi
mente.] Les dije luego de una pausa. [Aquí viene Lynne y Tina. Espera, ¿qué
tenemos aquí?]
Los dos mejores estudiantes en la nueva
clase debían haber estado dirigiéndose al estrado en lugar de tomar asiento en
piso del área con sus compañeros. A menos que mis ojos me la jugaran, sin
embargo, Tina y Lynne estaba peleando entre sí mientras caminaban. Los vestidos
que ambas usaban les hacían el foco de atención. Los estudiantes cerca del par
lucían molestos. Ellie se había colocado en alto en el examen de entrada, así
que estaba cerca, pero no tanto para intervenir.
En serio. Siempre es algo con esas
chicas.
[Sí que son un caso.] Lisa comentó.
Tanto ella como Liza se veían exasperadas. [¿Allen?]
[Haré lo que pueda.] Dije.
Lazar hechizos estaba prohibido en la
arena. Si mi intento fuera detectado y llegase a ser atacado, solo tendría que
culparme.
¿Qué hacer…? Ah, lo tengo. Están algo
lejos, pero debería ser capaz de manejarlo. Las nubes lo harán más fácil de
distinguir.
Conjure gotas de agua sobre Tina y
Lynne— preocupándome de camuflar mis hechizos, claro— y las deje caer en los
rotros de las chicas mientras caminaban. Fue suficiente para detener su
discusión, pero seguí con una leve brisa que acarició sus orejas. Se operó en
el mismo principio como los pendientes de comunicación de las maids y les
entregué un simple mensaje. [Silencio.] El hechizo solo podía llevar una
palabra, pero casi no requería maná y tenía el pequeño riesgo de poderse
escuchar. Cuando era más joven, a menudo lo usaba para sorprender a niños y
adultos.
Tina y Lynne dejaron de caminar.
Parecía que habían recibido el mensaje.
[Maravillosamente realizado.] Anna
remarcó.
[Veo que ha mejorado su sigilo otra
vez.] Lisa añadió. [Pero ¿no habría sido suficiente solo el viento?]
[Consideré cómo los estudiantes cerca
reaccionarían. Se redobló como un castigo.] Expliqué.
[Así que tienes una mala racha.] Lisa
observó. [Y si algún estudiante pudiese detectar uno de tus hechizos, los
reclutaría al momento.]
[Al menos uno lo hizo.] Anoté mientras
señalaba al estrado, donde Caren estaba viéndome. Podía no haber sido capaz de
notarnos, pero le había dicho que asistiría a la reunión, y a menudo usaba ese
hechizo para burlarme de ella cuando era más joven. Claro, lo notaría.
Pude ver sus labios moverse, pero a esa
distancia, no podía—
[¿Eres idiota, Allen? Espera una buena
bronca luego. Y gracias.]
Anna de pronto interpretó. [Vaya, que
amorosa hermana tienes.] Ella dijo.
[Estoy más impresionado por ti.] Dije
luego de una pausa.
[¡Exageras! ¡Lo soy, pero soy una maid
humilde!] Se sacó una sonrisa. Nunca podré entenderla. Claro, sabía que ella
era la mano derecha de Lisa y manejaba a todas las maids al servicio de los
Leinsters— quienes eran más de mil— así que debo estar menos impresionado por
sus impresionantes habilidades.
La música se detuvo. La mayoría de los
tres mil nuevos estudiantes por fin estaban en sus asientos. Tres mil podía
sonar a mucho, pero vi al número un poco diferente, considerando que solo cerca
de la mitad lograría graduarse en tres años. Tina y Lynne estaban sentadas en
el estrado con sillas adornadas. Los estudiantes mayores supervisando la
ceremonia empezaron a asustarse. Uno de ellos se acercó a Caren y le susurro
algo al oído.
¿Lluvia? Qué horrible momento. En
serio, supongo que debería tomarlo como la perfecta oportunidad para que él
haga su entrada. Jamás dejaría pasar esta oportunidad; ama dar un buen show.
Los espectadores empezaron a murmurar,
pero Caren con calma les habló. [Silencio, por favor. Me gustaría que todos
vieran al cielo.]
Todos los ojos alzaron la mirada. Sobre
el aire flotaba un hechicero en una toga encapuchada. Levantó el báculo que
estaba sosteniendo sobre su cabeza y una barrera se extendió en todas
direcciones. Su fórmula de hechizo era delicada. Parte de mí dudaba en su
practicidad en un momento de combate, pero supongo que era gran cosa— el hombre
era un veterano luchador y había servido en la Guerra del Señor Oscuro. Una vez
la barrera se acercó a la arena, se desvaneció y reapareció en su asiento en el
estrado.
[El caballero que levantó una barrera
contra la lluvia es el director de la Academia Real; Lord Rodde, el
“Archimago”. Los saludará pronto.] Caren explicó. [Director, muchas gracias.]
El elfo hombre, quien se había quitado
su capucha, levantó una mano a las entusiastas ovaciones. Era tan teatral.
[Todos los 309 miembros de la nueva
clase ahora están sentados. Permítanme saludarlos a todos.]
Así, el nuevo vicepresidente— Caren, en
este caso— estaría dando la bienvenida. Lo mismo había pasado en mi primer año.
Casi nada de la ceremonia estaba grabado en piedra, con la excepción del
discurso y palabras director— infame como el más poderoso hechizo de sueño en
el reino— al líder de la nueva clase y representante del cuerpo de estudiantes.
[Me gustaría felicitar a la clase
nueva. Como dije antes, soy Caren, su vicepresidenta del consejo estudiantil.
Estoy segura que el líder de la nueva clase de este año, Tina Howard, y nuestro
presidente del consejo estudiantil, Stella Howard, tiene unas palabras a darte,
así que seré breve. Como seguro se han dado cuenta, los representantes de
nuestro nuevo y actual consejo son hermanas— por primera vez en la longeva
historia de la Academia Real. Por favor recuerden que todos ustedes son
afortunados de estar aquí, y pásenla bien en la academia.]
Las palabras de Caren se terminaron con
grandes aplausos— incluyéndome. Yo no era exactamente imparcial, pero pensé que
lo había hecho perfecto. Tendría que conseguir el vídeo de eso luego.
Levantó una mano, señalando el final de
los aplausos.
De esa forma. Te ves grandiosa.
[Ahora, me gustaría invitar al
representante de la nueva clase a decir unas cuantas palabras. Tina Howard.]
Tina tiro su mirada a sus pies como un
pescadillo. Espero que esté bien.
[Tina, por favor ven aquí.]
A pesar del truco de Caren, Tina se
quedó inmóvil. Solo estaba pensando que tendría que arriesgarme con otro
hechizo cuando Lisa me dijo me detuviera.
[Estará bien.] Dijo. Su delicado dedo
señaló a Lynne, quien se había puesto de pie junto Tina y ahora estaba
diciéndole algo.
[Están diciendo… “Déjame hacerlo si no
puedes; estoy más que preparada. Estoy segura que Allen me alabará por eso”.]
Anna interpretó. [“¡¿Qué?! Hazte a la idea. No tenemos tiempo para esperarte”.
Veo que Lady Tina ya empezó a caminar ahora.]
¿Realmente su visión puede ser tan
buena? Me pregunto.
Tina había empezado a caminar al podio,
toda rígida. Suponía que no había superado por completo sus nervios. Desearía
haber hacer un mejor trabajo en fortalecerla— hubo muchas cosas que pude haber
intentado. No debí haber asumido que estaría bien.
Sin previa, Lisa pico mis mejillas. Me
giré a verla en sorpresa y encontré el amor de madre en su rostro, el cual era
parecido al de Lydia. [Allen, tengo fe en tus estudiantes.] Dijo.
[L-Lo intento.]
[Allen.] Anna recupero mi atención al
estrado. Una vez Tina llego al podio, Caren le dio un golpecito en la espada y
se hizo a un lado. Los espectadores dejaron de hablar, y pronto hubo un
silencio total. Tina paso una mano contra su listón antes de regresar su brazo
a su costado. Se puso directo al frente y empezó a hablar.
✽✽✽✽✽
Mi nombre es Tina Howard. Es un honor
dar este discurso como líder de la nueva clase de este año. Sinceramente me
disculpo por arrastrarlos en mi inapropiada conducta de ahora; nunca he hablado
frente a tantas personas antes y estoy algo— no, extremadamente nerviosa. Sin
embargo, siento que esta es una oportunidad única en la vida, y es lo que me
digo a mí mismo.
Cuando descubrí que estaría hablando
hoy, fui tomada por la preocupación. ¿Realmente merezco esto? ¿Puede ser algún
error? ¿Estoy soñando?
Experimente estos sentimientos porque,
como muchos de ustedes están conscientes, las personas me han llamado “la hija
maldita de los Howard” por casi toda mi vida. Aunque nací en uno de los Cuatro
Grandes Ducados, era incapaz de usar magia. Era defectuosa. Sin valor. Una
mancha en el honor de mi familia. Una lamentable chica maldita desde el
nacimiento. Algunos preguntarían si realmente era la hija del Duque Howard.
Dijeron muchas otras cosas de mí también— tantas cosas que no las recuerdo todas.
Aunque mi padre, mi hermana, y todos
aquellos que le sirven a nuestra familia me mostraron amor, pude sentir
emociones oscuras apilándose como nieve dentro de mí. Pero aun anhelaba lanzar
hechizos. Estaba determinada a aprender, no importa cuánto tomara. Primero y
ante todo, quería cumplir un deseo personal; no negaré eso. Aunque… estaría
mintiendo si les dijera que las emociones negativas no eran parte de lo que me
afligía.
¡Quería devolverla alas personas que me
despreciaron! ¡Quería devolverles las palabras que me destrozaban! ¡Y un día,
lo haría! ¡Un día!
Pero la realidad era cruel. Para el
momento que llegue a la edad de 13, aun magia elemental aún estaba lejos de mí.
Había trabajado tan duro como podía, frenéticamente estudiando detenidamente libros
de referencia, estudiando por mi cuenta y bajo la tutela de docenas de
profesores, a quienes hice investigar muchas cosas por mí. Y sin embargo… ni
una sola chispa. Ni una sola gota. Ni un solo grano. Ni un solo soplido. Ni el
pequeño rato. Ni la más tenue luz o oscuridad. No podía realizar un solo
elemento— ni hielo, la especialidad de los Howards.
Para ser honestos… había perdido la
esperanza. Estaba convencida que nunca lanzaría un hechizo. Que viviría mi vida
sin más en el norte. Que no tenía más opción que conocer mi lugar y dejar de
esperar más. Que no había nade— nadie en este mundo— que salvaría a un caso
perdido como yo.
Pero ahora, estoy aquí, a la cabeza de
la nueva clase de la Academia Real. Aunque era completamente incapaz de lanzar
hechizos hasta hace tres mses.
Como dije antes, no podía quitarme el
pensamiento que yo estando aquí y dando este discurso a todos ustedes… era solo
un sueño. Sospecho que lo siguiente que sea, despertaré en un cuarto donde
habría ido a llorar a solas. Al mismo tiempo, si es un sueño, es uno grandioso
del que sinceramente nunca despertaré.
Soy capaz de usar magia debido a cierta
persona que conocí. Sin él, no estaría aquí hoy; volvería a mi cuarto, a leer
libros y atender a mis plantas.
Estoy agradecida con esa persona. Nunca
podré agradecerle lo suficiente. Pero también le resiento un poco— solo un
poquito. Aprender a usar magia siempre había sido mi sueño, y el medio esa
magia— magia real. Pero al mismo tiempo, aprendí que mi sueño se haga realidad
no era la respuesta a todos mis problemas. Aprendí que Tina Howard es una chica
mala, que incluso luego de cruzarse con el milagro que aprendió a usar magia—
el milagro por el que había estado tan desesperada— es tan malvada que quiere
más.
No hay fin para el deseo humano.
Solo ser capaz de lanzar hechizo no es
suficiente para mí ahora. No puedo estar llena con eso. ¡Quiero más, más, más! Quiero
aprender todo tipo de hechizos diferentes. Quiero ser capaz de hacer algo para
pagarle. Quiero ser capaz de pasar el milagro que recibí a alguien más algún
día.
Estoy persiguiendo esos nuevos sueños
ahora. Estoy segura que hay un duro camino por delante de mí, lleno de desafíos
que no puedo ni maginar— los desafíos que harán el derecho de admisión a la
Academia Real verse como un juego de niños.
¿Debería rendirme entonces? ¿No tengo
ya suficiente?
No. No puedo hacer eso. ¡Al fin que, he
aprendido que los sueños pueden volverse realidad! Me hice a la idea de seguir
trabajando tan duro como podía para lograr mis sueños.
Hoy, me alegra que me inscribí en la
Academia Real— que tengo la oportunidad de aprender en este gran lugar, con
todas sus tradiciones. Estoy seguro que mis compañeros están intranquilos de
tenerme a la cabeza de nuestra clase, pero espero que todos sigan conmigo
adelante. Me esforzaré para defender el nombre de Howard.
Termine dejando esto para lo último,
pero estoy sinceramente agradecida a mi difunta madre, a mi padre, quien me
crio con amor; a mi hermana, a quien admiro; a nuestro mayordomo Graham y ama
de llaves Shelley; y a todas las personas quienes me han mostrado mientras le
sirven a mi familia. Los amo a todos desde el fondo de mi corazón, y espero que
continúen apoyándome.
¡Voy a sobrepasarlos un día, así que
será mejor que se alisten, porque soy la chica más terca que hay!
Muchas gracias por escuchar.
✽✽✽✽✽
Luego que Tina se inclinara y tomara
asiento, la comprensión y resolución paso por la multitud, la cual la había
estado escuchando con tan atención. Cristales de hielo estaban rondando—
prácticamente bailando— a través del aire sobre toda la arena en respuesta a su
maná. Era una fantástica vista.
Me paré y aplaudí por todo lo que
valía. Liza siguió desde su asiento a mi par, mientras Anna lo hacía desde su
lugar detrás de nosotros. Poco a poco, los cálidos aplausos se extendieron,
hasta que lleno toda la arena.
Me alegro tanto de tomar este trabajo
de tutorías. Realmente lo hago.
Lisa sonrió. [Veo que está muy
encariñada contigo, Allen. Lydia estará celosa.]
Tina era una chica sincera. Estaba
seguro que antes de haberla conocido, había sufrido más exclusión y dolor del
que me hubiera imaginado en su lucha contra su incapacidad de lanzar hechizos.
Estaba tan alegre que el clan Howard me tenían de su lado; me estremecí al
pensar que pudo haber pasado de otra manera. Desde mi perspectiva, ese era un
verdadero milagro.
Puede ser cierto que le había creado
una oportunidad, pero ella había hecho realidad su propio sueño. Todo lo que le
había dado era una mano amigo y presionarla. Pero aún estaba agradecida
conmigo.
Has hecho suficiente, pensé. Ya me has pagado.
[Toma.] Lisa se estiro y me ofreció un
pañuelo. [Seca tus lágrimas.]
Me tomó un breve momento el
recomponerme y entonces logre sacar un, [Gracias.]
[Allen.]
[¿Sí?]
[Lo has hecho bien.]
Por un momento, no supe cómo responder.
Eventualmente me saqué otro gracias mientras me limpiaba las lágrimas que
seguían bajando de mi rostro. Debí lucir patético. Recuerdo estallar en
lágrimas durante la ceremonia de entrada de Caren también, supongo que me
conmuevo fácilmente.
Anna sonrió. [¡Este será un encantador
regalo para Lady Lydia!]
[No lo haría, Anna.] Lisa le advirtió.
[Ella gruñirá y parloteará que no ha llorado.]
Anna se congeló por un momento. [¡Oh!
¡S-Supongo que es cierto!] Ella exclamó. [Algunas veces me encuentro pensando
que podría estar a salvo de Lady Lydia ahora— posiblemente gracias que usted y
Allen suprimien su Firebird— ¡Pero esto me pondría en un peligro mortal! Sería
mejor que lo archive para futuras referencias.]
¿Cómo podía estar imperturbable en un
momento así? Me
pregunto.
Mientras temblaba en asombro de la ama
de llaves de los Leinster, Caren regresó al podio. [Gracias. Y gracias,
“director, por darnos un maravilloso espectáculo”.] Ella dijo, disolviendo los
cristales de hielo danzando con un poco de teatralidad. El director estaba
sosteniendo su báculo, jugando hábilmente con él. [Ahora, nuestro presidente
del consejo estudiantil, Stella Howard, tiene un mensaje para todos ustedes.]
Caren se veía calmada— para ojos
inexpertos, al menos. Tina hablando sobre mí debió haberla abatido de la forma
incorrecta.
Una estudiante quien había estado
sentando en primera línea en el piso de la arena tomó el lugar de Caren en el
podio y dio una profunda reverencia. El cabello saliendo desde debajo de su
sombrero escolar era del mismo color que el de Tina— plateado con un tinte de
azul pálido. No podía ver su rostro, sino la forma que se portaba a la altura
de su educación. Hubo una ronda de aplausos de los espectadores. Una vez se
calmó, la estudiante empezó a hablar en un tono calmado.
✽✽✽✽✽
Mi nombre es Stella Howard, y soy el
presidente del consejo estudiantil de la Academia Real. Me gustaría extender
mis felicitaciones a todos los nuevos estudiantes por su admisión a nuestra
academia, y a sus padres y guardianes también. Hace dos años, me paré donde
ustedes están ahora. Aún puedo recordar cuán nerviosa me sentía.
Como saben, esta academia es la
institución más fina en nuestro reino. Sus exámenes son rigorosos, y no tengo
duda que todos ustedes están orgullosos de sí por haberlos pasado. Pero este es
solo el comienzo. Sus verdaderos estudios están por llegar.
Cerca de 300 de ustedes estarán
iniciando sus vidas en la Academia Real hoy. Si siguen avanzando sin
dificultad, se graduarán en tres años. Si avanzan sin dificultad.
as
En realidad, cerca de la mitad de
ustedes podrá graduarse en tres años desde ahora. Al estudiante promedio le
toma cuatro o cinco años para graduarse de la Academia Real. Mientras es
posible pasar años, solo tres estudiantes en la pasada década lo han hecho. Uno
de esos tres era Lady Leinster, la Dama de la Espada. Ella y otro estudiante
lograron graduarse en un solo año, pero deberías considerar eso el más
excepcional de los casos.
Me di cuenta cuán intimidante podía
sonar, pero esta academia es extremadamente demandante. Tus estudios serán
difíciles y tu entrenamiento duro. Tendrás muchas asignaciones que hacer en
findes que dudo que tendrás mucho tiempo para ti. Pero también es un lugar que
te ayudará a carecer inmensamente. Puedo ser la hija mayor de la Casa Ducal
Howard, pero cuando me inscribí aquí, mi lugar estaba más al fondo de mi clase
que su líder. Aunque les prometo que si siguen mejorando día a día, un camino
por delante se abrirá para ustedes.
Todo lo que necesitan es crecer aquí.
Nunca renunciar; sigan moviéndose. Espero encontrarlos a todos ustedes en la
academia. Al final, me gustaría hacer un comentario personal— Tina, Ellie,
felicitaciones. ¡Sus luchas están más allá, pero les deseo los mejores!
✽✽✽✽✽
Otra ronda de aplausos llenó la arena,
por tanto, más reservados que los anteriores. Ella exactamente como el Duque
Walter me había dicho. La Academia Real era demandante, pero solo si insistes
en hacer absolutamente todo lo que se te pide. Si sabías cómo arreglarte, en
realidad podrías terminar con un buen tiempo libre. El sistema probablemente
tenía sus raíces en la retorcida personalidad de su director, como los
problemas en el examen escrito, en el cual se enojaría contigo por responderlo
por completo. Realmente era una molestia— justo como cierto profesor que
conocía.
[Veo que Stella es el arquetipo de hija
mayor.] Lisa remarcó. [Lydia puede beneficiarse de un poco de su seriedad.]
[Lady Lydia ya es bastante seria, mi
señora.] Anna dijo.
Me tomé un momento para considerarlo.
[Creo que de alguna forma le sería difícil de manejar.]
Stella tomó asiento a la par de Tina,
quien empezó a platicar con ella en aparente emoción.
[Siguiente, el director dará su…] Caren
anunció.
Así que el momento llegó. Todos esos
quienes conocían el discurso del director temían al más poderoso hechizo de
sueño en existencia, dicho que pone a dormir incluso a salvajes bestias
demoniacas. Justo estaba pensando que podía tener una buena siesta cuando la
puerta se abrió y una maid entró al cuarto.
[Le ruego su perdón, señora.] La maid
le dijo a Anna antes de murmurarle algo en su oído. Anna le repitió el mensaje
a Lisa, y entonces Lisa a mí, como el juego del teléfono.
[Allen, hay un mensaje para usted del
palacio. Lydia se está alocando, detalles desconocidos. Ve y detenla— estoy
segura que será más rejuvenecedor que quedarse aquí para una siesta.]
¿Había escogido hoy, de todos los días,
el causar una conmoción? Siquiera había visto todo a lo que había venido a ver
a la ceremonia aún.
[Anna.] Le imploré a la ama de llaves.
[Te concedo que estás preocupado por
perderte las condecoraciones plateadas concedidas al primer y segundo lugar en
el examen de entrada.] Anna dijo.
[No temas.]
[Muchas gracias. Adiós, Lisa.]
[Cuídate. Le explicaré las cosas a las
chicas. Cuida de mi hija por mí.] Lisa dijo en respuesta.
[Lo haré.]
[Que la fortuna de favorezca, Allen.]
Anna añadió. [Te seguiré en breve.]
Ciertamente necesitaré tanta fortuna como pueda conseguir, pensé mientras me inclinaba levemente a ambas mujeres y deje mi asiento. En serio, Lydia era— ¿Estaba bien? esperaba que no estuviera herida. Claro, probablemente no servía que me preocupara por ella. Al fin que, la Dama de la Espada era la mejor que había o estaría.
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