Full width home advertisement

Post Page Advertisement [Top]

Prólogo: Renacimiento

 

La Era Mítica

 

Hubo un hombre una vez quien destruyó la nación humana, incendió el bosque de los espíritus, e incluso asesino a los dioses. Un nombre temido como el Rey Demonio.

 

De acuerdo a la historia, este hombre llevaba la tiranía a sus extremos. Cualquier razón era válida para él.

 

[¿Bueno? ¿Qué dijiste?]

 

Pasado en su trono con sus brazos cruzados, el Rey Demonio Anos habló. Sus palabras llevaban un gran poder que podía dejar a un humano promedio temblando del miedo, pero no era de preocuparse por las personas que ahora estaban delante de él.

 

El elegido de la Santa Espada que pudo acabar con el destino, el Héroe Kanon.

 

La madre de todos los espíritus, el Gran Espíritu Reno.

 

Y el creador de este mundo, la Diosa de la Creación Militia.

 

Cuatro grandes figuras que pudieron desafiar el destino del mundo, cuyos nombres pasarían en las generaciones vinientes, se habían reunido en el Palacio Demoniaco, Delsgade.

 

[Oigo su propuesta.] El Héroe Kanon reconoció. [Esas condiciones no son terribles. Pero ¿quieres llegar a la paz ahora, en este preciso momento?]

 

[Eso es.]

 

[Rey Demonio Ano, ¿a cuántos humanos ha matado hasta ahora?]

Anos lo miró con frialdad. [Puedo preguntarte lo mismo, Héroe Kanon. ¿A cuántos demonios has matado?] Él respondió.

 

Humano o demonio, ¿quién lanzó la primera piedra? No había forma de saberlo por cuánto tiempo había pasado. Independiente, ese conocimiento no alteraría lo que había pasado.

 

Quizás el inicio había sido trivial. Un lado mató a alguien del otro lado. Entonces, el otro lado juro venganza. El resto era meramente repetitivo. Un clico de matanza, venganza, resciliación, y muerte. El odio se había acumulado entre las razas, acelerándose sin fin la cadena de tragedia. Los humanos y demonios eran similares en que detestaban a esos que eran diferentes de sí mismos.

 

[¿Realmente esperadas que crea en tales palabras luego de todas tus atrocidades?] Kanon preguntó para conseguir una respuesta.

 

[¿Qué más pude haber hecho? Si no fuera por el miedo al Rey Demonio, ustedes humanos habrían eliminado a la raza demoniaca hace mucho. Usando su pretexto de justicia, se absuelven de la culpa, van a extremos de glorificar a sus caídos como héroes.]

 

[Solo es por las crueldades que los demonios cometen.]

 

[Fueron los humanos que nos forzaron a dar rienda.]

 

[¿Estás diciendo que los demonios no tienen culpa?]

 

[No hay certeza o equivocación en la guerra.] El Rey Demonio Anos miró al Héroe. [Kanon. Los humanos se ven convencidos que derrotarme llevará la paz a este mundo, pero ¿realmente ese será el caso?]

 

[Claro.]

 

[No, no lo será. Debes estar al tanto de eso— esa paz sería una ilusión. Incluso si el Rey Demonio fuera asesinado, ustedes humanos iniciarían un nuevo estallido. Esta guerra no terminará hasta que un lado sea completamente erradicado. No…]

Anos establa hablando, aunque su inmenso poder mágico hizo que cada palabra se fuera como si estuviera atada con una magia de convencimiento. Cualquiera con débil resistencia mágica de inmediato habría sucumbido ante él.

 

[Incluso si los demonios perecemos, los humanos buscarán a un nuevo enemigo. Eliminarán a los espíritus por sus diferencias; irán por los dioses que los crearon. Y una vez los dioses no estén, ustedes humanos irán contra ustedes mismos.]

 

[Es cierto. Los humanos tienen sus fallas, pero quiero creer en la humanidad. Quiero creer en la amabilidad de la humanidad.]

 

Anos sonrió. El valiente Héroe Kanon era de corazón tibio. Aunque no era para tanto, era despistado al lado malo de los seres humanos— tenía el coraje para confiar en ellos.

 

[Muy bien, Kanon, ¿qué tal si escoges creer también en la amabilidad del Rey Demonio?]

 

Kanon no fue capaz de responder de inmediato. Probablemente estaba cuestionando la oferte.

 

[Como dije antes, dividiré este mundo en cuatro reinos; el Reino Humano, el Reino Infernal, el Reino Espiritual, y el Reino Celestial. Esos cuatro nuevos mundos estarán separados por muros, las puertas de los cuales se mantendrán selladas por mil años.]

 

Mil años de aislamiento debería ser suficiente para acabar con la hostilidad.

 

[Si convierto mi vida en poder mágico y uno fuerzas con ustedes tres, será posible activar un hechizo de tal escala.]

 

[¿Estás dispuesto a morir por el bien de la paz? ¿Tú, el que es conocido como el Rey Demonio?]

 

[Su gente fueron los que decidieron ese nombre. Y no moriré por completo— pretendo reencarnar una vez encuentro a un buen recipiente. Aunque no es algo que pase por los siguientes dos mil años.]

 

Kanon se silenció.

 

Luego de un tiempo, llego a una decisión. [Bien… confiaré.]

 

A pesar de ser el que hizo la propuesta, Anos estaba claramente sorprendido. Había colocado toda su sinceridad en su expresión. Incluso había probado que no sería un inconveniente para los humanos, espíritus, o dioses. El único problema restante era el profundo resentimiento arraigado y la enemistad que se había acumulado entre ellos.

 

Es por eso que sabía que tomaría verdadero coraje decir eso. Anos por fin entendió por qué este hombre era llamado héroe.

 

[Gracias.]

 

Kanon lucía sorprendido por esas inesperadas palabras. Sonrió levemente. [Nunca imagine que vería el día cuando sería agradecido por el Rey Demonio.]

 

[Y yo nunca pensé que llegaría el día cuando le estaría agradecido al Héroe.]

 

Los se vieron entre sí a los ojos. A pesar de sus diferencias, ambos reconocieron la fuerza e indomable impulso. Fue en ese momento que su larga batalla había dado frutos por fin.

 

[Empecemos de inmediato.]

 

El Rey Demonio se levantó lentamente de su trono y postro su mano ante él. En ese instante, incontables partículas de luz negra empezaron a levantarse por el castillo, revelando runas mágicas que alineaban los muros, techos y pisos. Todo el Palacio Demoniaco Delsgade era un gigante círculo mágico.

 

[Mi cuerpo será la llave.]

 

Anos dio un paso al frente, exponiendo su cuerpo indefenso.

 

El Gran Espíritu fue el primer en levantar su palma a él, seguido por el Dios de la Creación. Ellos encendieron una brillante onda blanca de energía— una masa cerca del infinito del poder mágico que brillo tan ciegamente, era como ver una estrella de cerca.

 

Su propósito era alimentar la energía a través del puerto con el fin de suplir al círculo, pero incluso el cuerpo del Gran Rey Demonio no podía soportar semejante poder.

 

Finalmente, el Héroe sacó su Espada Mágica.

 

[¿Qué hay con las preparaciones de tu renacimiento?]

 

[Ya han sido preparadas. Ahora, vamos.]

 

El violente torrente de magia estalló y se hizo como fuegos artificiales, estallando en sus oídos. Incapaz de soportar la activación de un hechizo que reunía prácticamente todo el poder mágico en el mundo, el Palacio Demoniaco empezó a colapsar.

 

Kanon se echó a correr, incrustando su Santa Espada. La hoja de blanco puro lleno con poder mágico perforó a través del corazón del Rey Demonio.

 

[Guh…]

 

Sangre salpicaba del pecho de Anos. Su boca se humedeció de rojo. Con eso, su objetivo sería cumplido. Se había cansado de eso— la lucha, la futilidad. Estaba harto de todo eso.

 

[Kanon, gracias una vez más. Si pasa que reencarnes en dos mil años…]

 

[Haré que seas mi amigo.]

 

Anos rio. [Adiós.]

 

Y así, el cuerpo del una vez Gran Rey Demonoi desapareció en un flash de luz.

 

✽✽✽✽✽

 

Dos mil años después.

 

Un bebé nació en una familia humana.

 

[Mira, cariño… nuestro bebé…] La mujer dijo, Izabella, quien sostenía al recién nacido. A su lado estaba su esposo, Gusta.

 

[Es adorable. Esperemos que crezca en un grandioso jovencito.] Gusta dijo, tocando la mejilla del bebé.

 

[Cariño, ¿has pensando en el nombre para él?]

 

[Sí, su nombre es—] Gusta estaba por hablar, pero cierto bulto pequeño terminó la oración por él.

 

[Anos. Mi nombre es Anos Voldigoad.]

 

Las mandíbulas de Gusta e Izabella se abrieron, sus ojos cayeron de sus cabezas de la impresión.

 

[Hm. Dos mil años han pasado en un instante.] El bebé murmuró para sí, entonces miró a la sorprendida pareja. [Oh, perdónenme. ¿Es su primer ver viendo a un recién nacido? Sé que debió haberlos sorprendido, pero soy, de hecho, su hijo en esta era. Cuiden de mí.]

 

[Él…]

 

[Él…]

 

[¿Él…?] Anos repitió.

 

[¡ÉL HABLÓ!] La pareja gritó en unísono.

Anos hizo caras. Era natural para un bebé reencarnado hablar, ¿no?

 

[En efecto, es más bien difícil enunciarte con este cuerpo. Voy a crecer un poco.]

 

Un círculo mágico apareció alrededor de la pequeña forma de Anos. De pronto creció a un acelerado paso, llegando a la edad seis o así.

 

[Eso debería ser por ahora.]

 

Con un thump, los pies de Anos cayeron al suelo.

 

[Qu… ah… oh…]

 

[Whu… Uh… ¿ah…?]

 

Observo a la estupefacta pareja que están temblando de pies a cabeza.

 

[Él… ¡ÉL CRECIÓ!]

 

Anos hizo otra mueca. Era natural para un bebé reencarnado usar Kurst para crecer unos cuantos años, ¿verdad?


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Bottom Ad [Post Page]