Capítulo 1
[Buenos días, Nii-sama. Por favor tome
asiento justo aquí. Tenemos algo que discutir.] La chica pelirroja me informó
tan pronto como entre al cuarto. Estaba vestida en un atuendo rojo en lugar de
su usual uniforme escolar y no se veía nada alegre— sentimiento que se hacía
ver en un mechón de su cabello.
Cumplí, me senté en uno de los lujosos
sofás en la mansión Leinster. [Buenos días, Lynne.] Dije. [Ne asombre cuando
Anna se apareció en mis aposentos y anuncio que querías verme. Hoy es el Dia de
la Luz, así que nuestras lecciones no inician sino hasta la tarde. ¿Dónde están
Tina y Ellie? Tampoco veo a Stella, Caren o Felicia, y supongo que Lydia aún
está en el palacio.]
[Tina y Ellie llegaran en la tarde.
Lady Stella y Caren dijeron que, con los examines de fin de semestres llegando
en dos días, tendrán que ayudar a preparar el lugar para lo práctico. Emma y
las otras maids se llevaron a Felicia a alguna parte a primera hora de la
mañana. Nee-sama no ha estado en años en casa. Ahora, Nii-sama, ¿no estás
olvidando algo importante?]
[Te regrese tu libreta la semana
pasada, ¿verdad?] Pregunte, confuso.
[Oh, si, lo hizo. ¡Esos cachorritos de
lobo que ha estado dibujando últimamente en los márgenes son simplemente
adorables! Como es que logra— ¡No, eso no es a lo que me refiero!]
[Las preguntas previstas del examen que
te asigne?]
[Oh no, las resolví. No tengo nada que
temerle a la Señorita Primer Lugar con sus predicciones de mi lugar— ¡Sin miedo
al éxito! Tomaré el primer lugar esta vez y— ¡No, tampoco es eso! ¡J-Jesús!]
Lynne se enfadó, agitando sus piernas y brazos. Me preguntaba si había agarrado
esa reacción de Tina y esperaba que la ama de llaves de los Leinster, Anna, le
quitara esas mañas.
No es su libreta o los problemas del
examen. Lo que me deja…
[Hm… Qué más puede ser— ¡Oh! N-No es lo
que piensas, Lynne. No ando de favoritismos. Hice esa colección de garabatos de
lobos cachorros para variar. Fue pura coincidencia que se lo haya dado a Ellie
luego— ¿Hm?]
La chica pelirroja estaba viéndome con
dagas en los ojos, cruzo sus brazos y sus millas se hincharon por el disgusto.
[Se ha colocado bajo una grave sospecha.] Ella dijo. [Tina, Lady Stella y
posiblemente Caren se unirán a mí en el interrogatorio luego. ¡Siempre tan
suave con Ellie!]
[Acabas de sonar como—]
[No me parezco en nada a Tina! ¡O
Caren, si es el caso!]
[Al menos puedes regalarme una
sonrisa?] Dije.
[No me engañaras. ¡Tus trucos pueden
funcionar con Tina, Ellie y Nee-sama, pero yo soy inmune!]
[Pero tienes la sonrisa más femenina
entre todas ellas.] Argumente con toda la sinceridad que podía.
Los ojos de la chica se abrieron. [D-De
verdad?! Espera… ¡Nii-samaaaaa!] Ella hizo la cara más graciosa cuando se dio cuenta
que me estaba riendo.
[Lo siento.] Dije con un leve
movimiento de mi mano. [Aunque tu sonrisa es adorable.]
[Dios! Nii-sama, yo… ¡Yo ya no quiero
saber nada de ti!] La chica me alejo su rostro, aunque eso no la detuvo de
estar dando vueltas y desplomarse en el sofá justo a mi costado mientras
hablaba.
Su nombre era Lynne Leinster, y como la
segunda hija del Duque Leinster, quien tenía uno de los Cuatro Grandes Ducados
y gobernaba el sur, le fue conferido el título de “Su Alteza”. Su hermana mayor
era el albatros en mis costillas, y ambas eran las jóvenes más prominentes en
el reino. Lynne ahora estaba inscrita en la Academia Real, la cual estaba entre
los más prestigiosos centros de aprendizaje del reino, y también era mi
estudiante.
El reino que llamaba hogar tiene cuatro
casas ducales, cada una de las cuales precede un vasto territorio en cada una
de las cuatro direcciones cardinales. Sus contribuciones en la construcción del
reino y lazos sanguíneos con la Casa Real de Wainwright le habían hecho
acreedores a los cuatro duques e hijos el título de “Alteza”.
Lynne usualmente es una chica
razonable. Pensé mientras tocaba su mejilla y me asombraba por lo suave que
era.
Ella dijo. [Nii-sama?]
[Solo no puedo recordarlo. ¿Me lo
dirías?] Dije.
[Me hiciste una promesa.] Ella dijo,
aun molesta. [Dijiste que me harías cualquier favor antes de acceder a ser el
tutor de Lady Stella.]
[Ah.] Me lancé a pensar por un momento,
luego admití mi culpa. [Lo hice. Lo siento. Debí haberlo recordado.]
Ahora estaba comprometido como un tutor
privado para cuatro chicas, incluyendo a Lynne. Había empezado con Lady Tina
Howard, la segunda hija del Duque Howard al norte. Ellie Walker, la maid
personal de Tina y la nieta de los Walkers, apoyos clave de la Casa de Howard, también
se había unido a nuestras lecciones. Y luego estaba Lady Stella Howard, la
hermana mayor de Tina y la presidenta del consejo estudiantil de la Academia
Real, quien es mi más reciente estudiante hace unos cuantos días.
Lynne estaba refiriéndose a una promesa
que le había hecho como una condición de temporalmente darle toda mi atención a
Stella. [Nii-sama, han pasado dos semanas enteras desde entonces.] Ella dijo,
mirándome.
[Como lo siento!] Repetí con una
profunda reverencia. ¡Se me había ido por completo de la mente en aras a las
preparaciones para los exámenes de fin de semestre! ¿Cómo podría vivir conmigo
mismo luego de semejante torpeza?
Una risa me interrumpió de mi propio
azote personal.
¿Qué pasa?
Levante la mirada y vi a Lynne sonriendo
con ánimos. [Solo bromeo! ¿Lo entiendes?] Ella dijo.
[Te lo ruego, Lynne, no tomes el
ejemplo de Lydia.]
[Oh, creo que depende de ti, Nii-sama.]
Ella se jacto, haciendo guiño y su dedo índice presionado contra sus sonrientes
labios. Era una Leinster a hecha y derecha. [Dicho eso, no estaría… r-reacia a
darte un abrazo.]
[Está bien. Pero no me pidas huir
contigo a la ciudad del agua o la Republica Lalannoy, ¿bien?]
[Y-Yo no lo haría.]
[Y no digas cosas como, “Vamos de
compras, y llevaras las bolsas. Si dejas caer algo… Tee hee hee”.]
[¡¿P-Perdona?! ¡¿A qué te ha
acostumbrado Nee-sama a hacer?!]
[No es lo que tienes en mente?]
[Claro que no! ¡D-Dios! Como desearía
que no te salieras por las ramas en la conversación.]
La chica pelirroja se endureció en su
asiento, asumiendo una apariencia de compostura, y palmeo su regazo.
[Que?] La mire desde su perfil, y sus
mejillas y oídos empezaron a ponerse rojas. Ella palmeo su regazo otra vez.
[Lynne?]
[¿Sí?] Respondió. [Adelante.]
[Segura que es lo que quieres?]
[Desde luego.]
[Pero, Bueno…]
[Mm…] La mirada de Lynne se mezclaba
con inquietud y expectación. Me rasque mi mejilla, entonces revise la puerta.
Tenemos compañía. Anna y las otras
maids Debian estar paradas con orbes de video al otro lado de la puerta.
Alce mi dedo índice, lanzando múltiples
capaz de hechizos de bloqueo de percepción y hechizos de bloqueo de sonido en
el cuarto. Las risas saliendo del corredor debieron haber sido un fragmento de
mi imaginación.
[Mm!] Lynne me apresuro otra vez, al
parecer cansada de esperar.
[Oh, está bien.] Cedi. [Que sea lo que
Dios quiera.] Y con eso, mi recosté de costado en el sofá y descansé mi cabeza
en el regazo de la joven noble de la chica pelirroja.
Oh vaya. Siento que realmente no debería estar
haciendo esto.
Una pequeña mano llego para posarse en
mi cabello y lentamente lo acaricio.
[¿L-Lynne?] Pregunto.
[Tu cabello es tan suave, Nii-sama.]
Ella sonaba alegremente.
Sentí cosquillas cada vez que sus dedos
peinaban mi cabeza. [Lynne, no crees que ha pasado—]
[No.]
[Pero veras—]
[No.] Lynne declaro otra vez, viendo mi
rostro con una sonrisa que era como la de su hermana.
Richard va a pasarla mal cuando herede
el ducado.
[¿A qué viene esto tan de pronto,
Lynne?]
[Nee-sama hizo esto contigo antes,
recuerdas?] Respondió. [Estaba celosa.]
[¿Es todo? No creo que sea
particularmente disfrutable.]
[¡Lo es para mí!] Sonrió.
[Ya veo.]
Ella tenía el espíritu por las nubes.
Los pensamientos de las chicas estaban simplemente fuera de mi conocimiento.
[Oh cierto.] Dijo. [Casi olvido
mencionar algo importante. Nii-sama, si tomo el primer lugar en el examen,
v-vendrías al sur a pasar las vacaciones de verano con—]
Los sonidos de energéticos pasos en el
corredor interrumpieron a Lynne y le pusieron una mirada de consternación a su
rostro. Mi cabeza golpeo el sofá mientras la puerta se abría de par en par.
[¡Buenos días! ¡Tuve un mal
presentimiento de esto, así que vine temprano! Anna y las otras maids estaban
azotando sus puños en el suelo y sollozando que— Lynne? ¿Por qué estás sentada
al borde del sofá así?]
Entro una chica con un clip y listón
blanco en su plateado cabello teñido levemente de azul. Estaba vestida con una
falda y una camiseta de mangas cortas típicas de verano. Ella era Su Alteza,
Lady Tina Howard— una de mis estudiantes, y la portadora de una entidad que
parecía ser al gran hechizo Frigid Crane. Había sido incapaz de lanzar hechizos
hacie unos meses, pero eso no había detenido a esta jovencita genio de ganar un
remarcable primer lugar en el examen de entrada de la Academia Real.
Lynne, habiendo dejándome, estaba
ocupada estudiando una libre que yacía en la mesa. [¿No es algo temprano para
andar haciendo rabietas, Señorita Primer Lugar?] Ella le pregunto a Tina. [Y
que conmigo? No diría que estoy hacienda algo fuera de lo normal.]
Tina frunció sus ojos y apunto su
cuaderno.
[¿En qué estás metida?] Su pelirroja
amiga le pregunto con sospecha.
[Nii-sama me te dio una libreta como—]
[¿Por qué siempre lo tienes mal?] Tina
presiono. [¿Tienes el hábito de leer patas para arriba, Señorita Segundo
Lugar?]
[B-Bueno…] Lynne balbuceo. [Leer de esa
forma es bueno para tu cerebro. ¿No lo sabías?]
[Oh, ¿en serio? Y yo aquí pensando que
nos habías dicho que viniéramos en la tarde para que pudieras quedarte con
nuestro tutor para ti sola— quizás con tu cabeza recostada en su regazo.]
[N-No seas absurda. Yo n-nunca sería
tan impropia, así como… ¡Apuesto que eso es lo que tú quieres hacer!]
[¡Hmph! Nunca…] Tina me miro sonrojada.
[A-Allen, ¿qué diría si yo le pidiese hacer eso por mí?]
¡No puedo bajar la guardia! [Tina,
¿estás tan cansada de estudiar en tus exámenes?] Dije con una mirada de
remordimiento. [Supongo que te he presionado demasiado.]
Tina dijo. [Se supone que diga, “¿Me
dejarías?”] Ella grito, juntando sus brazos, aunque aún sentada en el sofá
entre Lynne y yo. Las chicas nunca habían tenido amigas de su propia edad
antes, y se preocupaban mucho por la otra.
[Tina, ¿dónde está Ellie?] Dije.
[Si la está buscando, ella esta— Oh,
está aquí.]
Un rápido golpeteo de pisadas cayendo
anuncio la entrada de otra chica, rubia y usando un uniforme de maid. Era Ellie
Walker, la maid personal de Tina y la nieta de una familia prominente del norte.
Al momento que puso sus ojos en Tina, empezó a acechar para protestar con una
adorable expresión en su rostro.
[¡L-Lady Tina, p-por favor adviértame
antes de echarse a correr así! ¡Ah!] Digna de ella, se tropezó y cerca de caer
antes que audazmente la atrapara.
[Buenos días, Ellie.] Salude a la maid
en mis brazos.
[A-Allen-sensei. Buenos días.] Ella rio
con una angelical sonrisa que me quito mi fatiga. Ya estaba listo para
enfrentar el día.
[Ellie…] Tina empezó.
[¿Por qué no solo te lanzas un hechizo
de levitación en ti?] Lynne añadió, terminando la despiadada critica de la
chica.
[U-Um, bueno…] Ellie tartamudeo. [N-No
puedo lanzar uno de la nada.]
[¿Así es eso?] El par respondió.
Ellie empezó a asustarse. [T-Tampoco es
fácil para ustedes, Lady Tina, Lady Lynne. ¡A-Así que esto es, um,
perfectamente!] Ella me miro. [¿No es verdad, Allen-sensei?]
[Eso es. Pero trata de cuidar tus
pisadas.] Dije.
[¡S-Sí, sensei!] Ellie rio felizmente
otra vez.
[Allen…] Tina dijo, acompañado con un
[Nii-sama…] de Lynne. Cristales de hielo y chispas de fuego empezaron a llenar
el lugar, por lo que abandone a la maid.
[Toma asiento, Ellie.] Dije. [Ya que
todas están aquí, hay algo que me gustaría decirles.]
[S-Sí.]
Tina y Lynne automáticamente se
apartaron para hacer espacio para Ellie entre ellas. Una vez se sentaron, mis
estudiantes me prestaron atención.
[Los exámenes finales de la Academia
Real inician la siguiente semana.] Dije. [Como se va el tiempo. Y una vez estén
acabados…]
[Vacaciones de verano!] El trio exclamo
con entusiasmo.
La Academia Real dividía su año escolar
en dos semestres, cada uno seguido de unas largas vacaciones. El Sistema al
parecer era una tradición de los días cuando la academia había estado abierta
solo para hijos de nobles de al menos el rango conde.
[Le he preguntado a ambos duques y al
señor Walker cuantas lecciones más tendrán conmigo durante sus dos meses de
vacaciones.] Seguí con una reverencia. [Los tres respondieron que dejaran eso a
su y mi discreción. Me gustaría llegar a una decisión hoy.]
Tina pestaño en sorpresa. [Que? ¿No
tendremos lecciones todos los días?]
[Tina, se razonable. El sentido común
dicta que— ¿Ellie?] Respondí lentamente.
La maid presiono sus manos y sonrió
como un ángel. [Yo estaba pensando cuanto me gustaría verlo todos los días,
Sensei.]
[¿Lynne?] Pregunte.
La chica pelirroja se sonrojo levemente
a pesar de su apariencia de calma.
[Nii-sama, tengamos nuestras lecciones
en el estado de los Leinster durante las vacaciones de verano. Y… P-Preferiría
mucho más que fuera al sur que al nor—]
[¡No!] La líder de la clase proclamo.
[¡Pasaremos todo el Descanso en las tierras de los Howards! ¡Desde el primer
día! ¡¿No sería esa la forma perfecta de evitar el calor del verano?!]
[Tina, interrumpiste porque sabias lo
que iba a decir, ¿verdad?] Lynne respondió sin más.
[También estás invitada, Lynne.] Tina
se corono triunfante.
[No te durara mucho tiempo el actuar
condescendientemente. ¡Voy a tomar el primer lugar en esos exámenes!]
[¡N-No lo harás! ¡Defenderé mi título
hasta mi último respire!]
[Oh?] Lynne saco la insignia de la
estrella fugaz plateada en su pecho. Era la prueba que se había colocado como
segunda en los exámenes de la Academia Real, y parecía que lo usaba como un
colgante en sus días libres.
El pequeño cuerpo de Tina se tambaleo.
[H-Hace juego con el de Allen. Quiero uno también, pero entonces perderé el
primer lugar si… Oh, ¿q-qué debería hacer?]
Dar lo mejor en tus exámenes, claro. No
veo por qué tanta cosa por eso.
Y las tres querían sesiones diarias.
Incliné mi cabeza y dije: [No seré capaz de enseñarles durante el inicio de las
vacaciones de verano. Y dudo que poder encontrar tiempo para visitar ambas
casas ducales.]
Las tres chicas se congelaron de la
impresión. Los flequillos de Tina y Lynne se cayeron, mientras Ellie parecía
decaída.
Me incline para ver a mis estudiantes a
los ojos. [Se que es un asunto personal, pero pretender hacer un viaje a casa
con Caren. Tengo que decirles a mis padres que no lo logre para hechicero de la
corte. No seré capaz de enseñarles mientras este lejos, y no planeo tener
sesiones todos los días aun con eso— ambos duques me pidieron asegurarme que
verán a sus hijas al menos una vez este verano.]
[¡¿Quéee?!] Las tres chicas gritaron en
conjunto.
[¡Allen!] Tina dijo, apretando mi
manga. [¡Quiero lecciones diarias una vez regrese!]
[S-Sensei…] Ellie la siguió, apretando
mi otra manga.
Lynne, en contraste, se mantuvo
sentada. [Muy bien, Nii-sama.] Ella asintió. [Pero aun puedo verte en los días
que no tengamos lecciones? M-Me gustaría visitar tu hogar para r-relajarme y
quizás… quedarme a dormir.]
[Siempre eres bienvenida.] Respondí.
[Aunque necesitaras el permiso del Duque y Lisa para quedarte la noche.]
[En serio?!] Lynne se me lanzo al
instante, ese mechón se ondeaba levemente de lado a lado. [Nii-sama!]
[Sensei…]
[Allen…]
[Tina y Ellie también.] Añadí. [Pero no
estoy seguro que encontraran mi casa como un lugar divertido para visitar.]
[¡Claro que sí!] El trio dijo en
deleite. No sabía qué hacer con esa reacción.
[Necesitare discutir la fecha exacta
con Caren.] Dije, viendo a mis estudiantes. [Pero espero irme tan pronto las
vacaciones de verano inicien. Hare mi estadía corta— al menos dos semanas. No
quiero dejar esperando a mis adorables estudiantes.]
Ese último comentario provoco un
“¿Adorable? Oh, sensei.” De Tina y un agitado “Allen… sensei…” de Ellie.
[Nii-sama, ¿puedo hacer otra pregunta?]
La chica pelirroja intervino, levantando su mano con una pensativa expresión.
[Claro, Lynne.]
Lucia seria, pero reconocía la mirada
engatusadora en sus ojos— la había visto muy a menudo en los de una cierta ama
de llaves. [Si quedo primera en los exámenes, ¿me haría otro favor?] Ella dijo.
[Está bien.] Respondí con cautela.
[Pero algo como pasar todo mi tiempo en la mansión de los estados de los
Leinster puede probar ser difícil.]
[Muchas gracias.]
[¡L-Lynne!] Tina protestó, junto con un
gran gruñido y un [L-Lady Lynne…] de Ellie.
Su pelirroja compañera las mencionó
para silenciarla con su mano izquierda y retirarse a un rincón del cuarto.
[Venga conmigo aquí, las dos.]
[¿Para qué?] Tina preguntó de mala
gana.
[¿Lady Lynne?] Ellie añadió, igualmente
confundida.
Una vez el par se le unió, y se
metieron a una conversación susurrada. Solo podía escuchar pedazos de su
secreta reunión, tales como “de esa manera, no importa cuál de nosotras gané,
seremos capaces de visitar…” “¡Lynne, eres un genio!” y “Q-Qué idea…” pero las
palabras que capté me llenaron con ansiedad.
Una vez su discusión concluyó, el trio
me acorraló.
[¡Allen!] Tina declaró con sus puños
apretados. [¡Solo hacer esa promesa con Lynne es injusto! ¡No es equitativo!]
[S-Sensei…] Ellie añadió. [A Lady Tina
y a mí también nos gustaría una oportunidad. Oh, um…]
Lynne salió en apoyó del par.
[Concuerdo, Nii-sama. La competencia sería buena para mí.]
Bueno, tienen un punto.
Asentí. [Por favor, sean razonables.]
[¡Yay!] Las tres chicas unieron sus
manos y empezaron a saltar en ese lugar. No podía evitar preguntarme si su
unión era digna, pero levantó mi espíritu, el cual había estado un poco bajo
debido a mi obstaculizado viaje a casa.
[Ahora, al menos decidamos cuántos días
en la semana tendremos lecciones durante el resto de las vacaciones de verano.]
Sugerí. [También le preguntaremos a Stella y Caren una vez lleguen aquí esta
tarde. En cuanto a Felicia, dudo que la veremos antes del atardecer.]
✽✽✽✽✽
[Yo… no lo creo.]
[¿C-Cómo puede ser mucho mejor?]
[Yo… ni siquiera lance un hechizo.]
[E-Es demasiado fuerte. Y mucho mejor
solo siendo el compañero de la Dama de la Espada.]
Era el Día del Fuego, el inicio de una
nueva semana, y estaba parándome en el terreno de prácticas para el examen de
fin de semestre de la Academia Real.
[Es suficiente.] Dije, viendo a los a
los estudiantes— todos los de primero— quienes estaban arrodillándose y
recuperando el aliento. [Por favor dejen la arena una vez terminen. ¿Alguien
lastimado?]
Se veían tan jóvenes en sus nuevos
uniformes de verano mientras partían, bajando sus cabezas. El director, quien
me había informado temprano esa mañana que le estaría haciendo de examinador
para el examen práctico ya sea me gustara o no, al parecer me había asignado a
los primerizos más avanzados. Desearía que los hubiera supervisado él mismo.
Los estudiantes quienes ya habían
terminado sus exámenes estaban observando desde los asientos de espectadores
que rodeaba el campo de pruebas. Vi a los de segundo y tercer año, e incluso
los profesores estaban allí. Los orbes de vídeo al parecer fueron prohibidos,
así que estaban sacando notas y discutiendo entre ellos.
Vi alrededor del campo de pruebas, el
cual estaba apartado, encerrado por masivos muros de piedra y barreras grado
militar de cada elemento. Había sido separado del principal campo de pruebas
para el uso de estudiantes que demostraran “una gran diferencia en habilidad”.
Ese semestre, tenía ocho estudiantes—
tres de primero, dos de segundo, y tres de tercer año. Los de segundo año al
parecer eran miembros del consejo estudiantil. Como una examinación práctica de
estudiantes, fue irregular. Espectadores también fueron prohibidos.
Sentí leves rastros de maná, y las
barreras ocasionalmente crujían bajo la presión. Las chicas debían haber estado
en medio de su examen con el director.
[¡E-Escucha!] Él me llamó a través de
un hechizo de viento inaudible a los estudiantes. [¡V-Ven a ayudarme de una
vez! Comparado a cuando ellos se inscribieron, estas tres se han vuelto—] El
mensaje se detuvo abruptamente, pero no tenía nada que preocuparme; el director
era fuerte.
El último grupo de estudiantes que
estaría examinando apareció— cuatro de primer año, reconocí a todos. El chico
con cara de bebé con cabello castaño era Fred Harclay, un vástago de una
renombrada casa noble del este. Luz deslumbro sus lentes tan pronto como puso
sus ojos sobre mí.
[¡Allen! ¡Le pido que se arme antes de
que empecemos!] Él grito, incitando una conmoción en la audiencia.
Fue seguido por Patricia Lockhart, una
chica de apariencia arrogante cuya familia era famosa por proezas mágicas en el
este del reino. Sus implacables rizos rubios se movían en la mágica briza que
no podía controlar.
[¡Eso es!] Ella declaró, con el mismo
tono que su compañero. [¡Sería demasiado riesgoso enfrentarnos a mano limpia!]
Estaba algo alegre de ver a ambos
llenos de confianza.
[¡Ahora, Allen!] Fred golpeó el suelo
con la parte trasera de su alabarda. [¡Escoja su arma! Espada, lanza, báculo—
¡Nos da lo mismo!]
[¡No nos haga esperar!] Patricia tomó
el látigo en su costado. [¡No podremos empezar el examen hasta que haga su
elección!]
[Pero he realizado el examen desarmado
hasta ahora.] Dije, dejando que mis ojos vagaran del molesto par a la
encantadora chica elfa apretando un báculo y un chico enano con un hacha de
doble mano parándose detrás de ellos. [Me di cuenta que están en el grupo
final, pero no sería justo si cambio eso ahora.]
[¡Eso no es cierto!] Fred exclamó.
[Digo— sí, sería justo.]
[¡Eso es!] Patricia añadió.
[¡Excluyendo al Trio de Señoritas, nosotros somos el mejor grupo de nuestro
año!]
[¿Y quiénes son ellas?] Pregunté,
hablándole en particular al chico enano, Nori. Era el más bajo de los cuatro,
pero también es más sabio.
[Es un apodo para Howard, Leinster y
Walker.] Él respondió, jugando con su rizado cabello castaño rojizo. [Las
personas las llaman el “Trío de Señoritas” del hielo, fuego y viento. Aunque no
es algo formal.]
[Oho.] Respondí.
[¿De qué estás hablando, Nori?] Fred intervino.
[Esos apodos fueron tu idea,
¿recuerdas?] Patricia añadió.
Nori se sonrojó. [Bien, empecemos.]
Dijo, ondeando su hacha de agarre sobre su hombre y se preparó para atacar.
[¿Y qué te gustaría hacer, Nanoa?] Le
pregunté a la chica elfa, cuyo largo cabello verde brillaba por la luz. La
pregunta, parecía haberla tomado por sorpresa.
[Oh, b-bueno.] Ella murmuró. [Me…
gustaría lo que los demás quieran.]
[Allen.] Nori dijo, parándose frente a
Nanoa para protegerla. [Trate de no molestarla mucho.] Los dos al parecer se
conocían de hace tiempo, y pensé que detecté la dulce amargura del amor
juvenil. Dicho eso, el chico enano no era tan alto como para esconder a su
amiga.
[Allen.]
[¿Le importaría empezar con el examen
por favor?] El chico humano y la chica en la vanguardia me apresuraron.
[Oh, mis disculpas.] Dije. [Pero no
traje un arma conmigo, y no creo que dejar que me presten una sea lo adecuado.]
[¡No podremos luchar si estamos armados
y usted no!] Fred protestó. [¡Por mi nombre y el renombre de la Casa de
Harclay!]
[Estoy de acuerdo con Fred.] Patricia
añadió. [¡Por mi nombre y el honor de la Casa Lockhart!]
Estaba alegre de ver cuánto mis
estudiantes habían crecido, incluso si solo les había enseñado por poco tiempo.
[Deben ser buenos amigos.] Dije— un comentario que me hico acreedor de miradas
de asombro de ambos chicos.
[Allen. No puedo estar menos de acuerdo. ¿Qué fue lo que le hizo pensar que
estoy en buenos términos con una rufiana como ella? ¡Que ese pensamiento se
queme!] Fred respondió.
[¿A-A quién le estás llamando un
rufián?] Patricia respondió. [¡Y-Yo no tengo nada que ver con un lamebotas de
mente cerrada como tú!]
[¿C-Cómo me llamaste?]
[Lo escuchaste perfectamente bien.]
El par empezó pelear con la vista de la
audiencia y sin importarles que yo estuviera.
[Por favor, solo acabe con eso.] Nori
me lo pidió desde atrás. [Se lo estoy pidiendo.] Nanoa estaba viéndolo
felizmente.
Antes de saberlo, el maná en la arena a
la par se había detenido.
[¿Cómo están las cosas de su lado?] Le
pregunté al director usando un hechizo de viento.
Su respuesta tomó tiempo en llegar.
[Estoy acabado.] Al menos eso dijo. [Espero que te des cuenta que puedo morir.]
[Estará bien. ¿Qué es lo que tiene que
temer el grande Archimago con más de trescientos años bajo sus espaldas?]
[Bueno… Puedes acusarme de darme de
aires, pero en realidad no soy tan viejo como—]
[¿Qué hay de las chicas?]
[¡Sensei!] Una animada voz gritó antes
de que el director tuviera oportunidad de responder. Tina estaba sentada en la
fila frontal de los espectadores, ondeando su mano derecha en mi dirección
enérgicamente— la izquierda estaba sosteniendo su varita. Ese emotivo mechón de
cabello suyo estaba saltando de la dicha. Lo estudiantes cercanos vieron a la
chica y luego a mí como algo que pareció encajar para ellos, aunque no podía
suponer qué.
Lynne llego luego de ello, su mechón
estaba expresando el mismo deleite.
[¿No tienes modales, Señorita Primer
Lugar?] Ella dijo con un suspiro.
[¡Hmph! ¡Estuviste corriendo tanto como
yo!]
[Yo no estaba corriendo.]
[¡Tú también lo estabas!]
El cabello de ambas chicas estaba
parándose— su maná y poder eran más grande del usual.
[Ambas, recuerde que hay un lugar y
momento para esas cosas.] Les advertí, desvaneciendo su magia con el chasquido
de un dedo.
[¡Pero ella inició!] Dos respuestas
llegaron simultáneamente.
[¿Dónde está Ellie?] Pregunté.
[Oh, acerca de ella…]
[Ella está en el otro campo de pruebas,
cuidando a Felicia.]
[¿Felicia?] Respondí. Ese sería el
último examen de la tímida chica con lentes en la Academia Real, y había estado
emocionado de ver a Caren, Stella, y las chiquillas toman los suyos. [No me
digas que las dos se excedieron.]
[¡N-Ni en lo más mínimo!] Protestó.
[S-Somos las mismas de siempre.] Lynne
dijo.
[Entonces quien—]
Una chica de cabello rubio llego a mi
mente.
No es Ellie, claro. ¿Cómo podía
sospechar de ella? Deber haber algo mal conmigo. Quizás debo estar al límite
con mi viaje a casa tan cerca.
[Bueno, no es importante.] Concedí. [Me
aseguraré de tener la historia completa también.]
[¡Ooh! ¡Siempre tan blando con Ellie!]
[Desearía que fuera así de blando
conmigo, Nii-sama.]
[¿Disfrutaron su examen?] Le pregunté a
las chicas.
[¡Sí! ¡Dimos todo de nosotras!] Ellas
dijeron juntas. Sus radiantes sonrisas transmitían su sentimiento de logro. Una
oleada de hielo, luz y rayos viniendo de la arena a la par me decía que Stella
y Caren compartían su entusiasmo.
¡Muy bien, será mejor que tampoco holgazanee!
[Miss Lockhart, Master Harclay.] Llamé
a los peleoneros de primer año.
[¡¿Qué pasa?!] Salieron dos respuestas.
[Entiendo su posición con las armas, y
los enfrentaré con sus términos.]
Los ojos del par se abrieron.
[Tina, Lynne.]
[¿Allen?]
[¿Nii-sama?]
Los ojos de ambas chicas estaban
rebosando de felicidad.
[¿Me prestarían su varita y espada?]
Les pregunté.
[¡Claro!] Fue su asombrada respuesta.
Tina y Lynne arrojaron su amada varita
y espada desde los asientos de los espectadores sin dudar. atrapé la varita con
mi mano derecha y entonces me di vuelta en círculo mientras atraía la espada
con la izquierda y lanzaba de vuelta la vaina a la chica pelirroja en la
audiencia.
Lynne atrapó la vaina con su mano
izquierda y la abrazó. [N-Nii-sama, e-eso fue espectacular.] Ella murmuro
aturdida. Tina saltaba de arriba abajo con ganas, mientras la agitación pasaba
por la multitud.
Preparé mis armas prestadas y les
sonreía a los cuatro de primer año, quienes se veían tensos. [Ahora, por favor
muéstrenme de lo que son capaces.]
✽✽✽✽✽
Luego del examen, entré a la oficina
del director para encontrar al viejo elfo estirándose en el sofá. Un trapo
blanco cubría la mitad de su rostro, y estaba respirando con pesadez.
Luz, rápidas pisadas en el suelo
presagiaban la llegada del magnífico familiar gato blanco, el cual saltó a mis
brazos. [Whoa, Anko.] Dije. [Ahora, ¿no hay algo que pueda hacer, profesor?]
[Desafortunadamente no.] Mi anterior
profesor respondió, reposando en la silla del director como si fuera su propia
oficina. [En serio, desearía que cierto viejo elfo podrido fuera más
considerado. Le dijimos que lo llamaríamos luego de los exámenes.] Levantó su
copa, recibí el olor de la fragancia de té negro. [Dicho eso, Allen.] Él
añadió. [Lo tomo a que te exigiste de más otra vez.]
[¿A qué te refieres con “otra vez”? Son
negocios como siempre.]
[Oh, ¿en serio? Bueno, supongo que es
típico para sus estándares.]
Vertí agua caliente en mi copa,
acariciando a Anko mientras tanto.
[¿Y? ¿Qué dejo a Lord Rodde, el famoso
Archimago y el director de la Academia Real, en este terrible estado?]
Pregunté.
[No me preguntes. Él estaba así cuando
llegué aquí, y nada de lo que diga tendrá una respuesta de— ¡Ah! ¿C-Cómo puede
ser? ¿Por fin ha dado su último respiro?]
[No te ilusiones, Joven.] El viejo
elfo— cuyos tres autoproclamados siglos al parecer eran nada— vino a la vida,
quejándose. [Fuiste el que me puso ese trapo sobre mi cabeza.]
[¿Oh? ¿Tienes alguna prueba de eso?] El
profesor respondió.
[¡P-Prueba! P-Por qué, claro yo… no
tengo. Sin embargo—]
[¿Escuchaste eso, Allen?] Mi viejo
profesor dijo. [Tan rápido para culpar a otros. Qué desperdicio de longevidad.
Tengo amigos elfos, sabes. Estoy consciente que no escupen falas acusaciones o
desafían a los estudiantes en combates, pregonándose que les enseñará a sus
oponentes una lección.]
El director solo gruñó en respuesta. Se
había cansado más en el transcurso del día.
Vacié mi copa, lo llené con la tetera,
y, luego de un momento de consideración, añadí azúcar. [Él peleó tres combates
rondas consecutivas con las estudiantes más brillantes de la academia.] Dije.
[¿Realmente podemos culparlo por estar cansado?]
[No debes mimarlo, Allen.] El profesor
contraatacó. [A menudo no tomas azúcar en tu té, ¿verdad? Por cierto, tomé
golosinas para acompañar.]
[Muchas gracias.] Ignoré su comentario
acerca de la azúcar y me senté en una silla desocupada mientras masticaba una pequeña
galleta con forma de caparazón y lo remojé con un poco de té. La dulzura era
grandiosa. [Son adorables. ¿Cuándo los consiguió?]
[En un puesto de comida que me encontré
en el bazar. Desde las Islas del Sur, o eso es lo que el propietario me dijo.
La pastelería estaba basada en el Principado de Atlas, pero recolocada en la
capital real luego que los impuestos se hicieran abrumadores en los pasados
años.]
[Sé que te lo advertí.] El director me
dijo. Aún estaba acostado, y estaba sombrado de notar lágrimas en sus mejillas.
[No te exijas, “¡Te djie!”] Él dijo, parándose de su posición de sentado, [¡¿Y
cómo explicas eso?! ¡¿Bueno?!]
[Seguramente sabías que Tina y Lynne
pueden lanzar hechizos supremos.] Dije, asombrado.
[¡Para nada! ¡Tengo más que solo unos
cuantos problemas para cogerla contigo en ese sentido, pero es saco de otro
costal!] El director me miro.
Deslice el plato de galletas fuera del
alcance de Anko.
[¡¿Cómo explicas lo de la chica
Walker?!] El director gritó, continuando su berrinche. [¡Pudiste haberme
advertido!]
[¿No es increíble? Su progreso puede
ser incluso más rápido que el de Tina o Lynne.]
[¿En serio?] El profesor intervino con
evidente interés. [No tenía idea que Ellie hubiera hecho grandes progresos. Ella
solía ser tan reservada.]
Asentí, acariciando al familiar que
había bendecido mi regazo con su presencia. [Le falta experiencia de combate,
pero vendrá con el tiempo. Incluso ha aprendido hechizos avanzados.]
[¿Lo ha hecho? Allen, los Walkers
pueden pedirte casarte con su familia uno de estos días.]
[En serio, Profesor, sea realista. Es
la familia Walker de la estamos hablando. Y además, Ellie aún es una niña.]
[Dudo que alguien más comparta su
opinión.] El profesor miró al director y sonrió. Intentó capitalizar de lleno
el error de su rival.
[¡¿Q-Qué es esa mirada, Jovencito?!] El
supuesto elfo venerable demando, visiblemente agitado.
[Oh, nada.] Mi antiguo profesor
suspiro. [Regresando al tema del examen de las chicas, dame algo para
especular— hipotéticamente hablando, claro. El Archimago estuvo cauteloso de
los hechizos supremos. Lidio con el Blizzard Wolf y el Firebird. Incluso estaba
listo para atacar a Lynne en combate cercano— las palizas que Lydia le dio
debieron haberle enseñado una o dos cosas acerca de la esgrima de los
Leinster.]
La sonrisa malvada del profesor se
profundizo. Me pregunto si se daría cuenta que eso era lo que lo hacía menos
popular de lo que debía ser. El director, mientras, parecía estar escondiendo
algo.
[Pero bailaba justo en las manos de Sus
Altezas.] El profesor continuo con gozo. [Cayó justo en los hechizos avanzados
y trampas puestas por Ellie. ¡Y— pobre de mí—! El malvado elfo cabo su propia
tumba.]
[¡Estoy más que vivo!] El viejo elfo
grito, incapaz de contenerse.
[Quieto, director.] Le advertí. [Creo
que Anko está durmiendo.]
[O-Oh. Perdóname.] El director bajo su
cabeza y mordió su labio ante de continuar su protesta en una voz más
tranquila. [Escucha, joven: les han enseñado demasiado en tan corto tiempo. Si
no se saltan años, seré forzado a supervisar sus exámenes cinco veces más.]
[¿Qué crees, Allen?] El profesor
intervino. [¿Tina y sus amigas se saltarán un año? Creo que eso las haría las
primeras desde ti, Lydia, y Su Alteza Real.]
Vigor y dignidad regresaron al director
mientras esperanzaba salía en sus ojos.
Me serví una segunda taza de té y tomé
un sorbo. [No tengo intención de permitirles saltarse años.] Respondí sin más
mientras añadía un poco de leche.
Puse mi taza en su platillo y tomé una
galleta. [Quiero que disfruten la vida escolar. Se les hará más difícil hacer
amigos luego de graduarse.]
El profesor se rio. [Debe ser más
social, Allen. Sigue mi ejemplo.]
[En ese caso, Profesor, admita a
alguien más de mi edad al departamento.]
[Me temo que eso es imposible.
¿Realmente te imaginas a alguien más rivalizando contigo y Lydia?]
[Me sobreestima, pero gracias.] El
alabo me tomo por sorpresa. Su sinceridad en estas ocasiones me dejaba inseguro
de cómo responder, así que decidí cambiar de tema. [Director, ¿cómo lo hicieron
Stella y Caren?] Dije, acariciando a Anko.
[¡Ellas fueron más problemáticas!] El
viejo elfo escupió.
[¿Asumo que son el por qué me pediste
estar aquí?] El profesor me dijo. [Stella, en particular.]
[Lo son. Profesor, Director, ¿le darían
una vista a esto?] Respondí.
Ambos hombres asintieron vigorosamente,
así que proyecté un hechizo de fórmula en medio del aire. Era el nuevo hechizo
supremo de luz y hielo que había ideado para Stella— Frost-Gleam Hawks.
El rostro del profesor se congeló— una
reacción inusual de él. [Allen…] Él gruñó.
[El concepto no es adaptable para uso
general. Incluso son menos las personas que pueden lanzarlo de las que pueden
dominar los hechizos supremos existentes.] Volví al director por confirmación.
[¿Stella fue capaz de hacer uso de eso?]
[En efecto lo fue.] Lentamente
respondió. [Caren empezó el examen con su Lightning Apotheosis. Stella la
siguió con tres hechizos avanzados consecutivos. Entonces, la dos lanzaron un
ataque en conjunto.]
Pensé en la diligente jovencita noble y
en la pequeña hermana menor de la que estaba orgulloso. Ellas también estaban
luchando por mejorar.
El apuesto rostro del profesor se
retorció en una sonrisa antes de cubrirla con sus manos. [Requerirá de tiempo
para perfeccionarlo, pero… tiemblo al pensar en los exámenes del siguiente
semestre.]
El profesor, mientras, estaba extasiado.
[Un venerable hombre como tú debería considerar su edad.] Él dijo, provocando
el viejo elfo. [Incluso si tus incesantes “tres siglos” son medio imaginarios,
estarás bien por otros dos siglos más. Quizás finalmente te vueltas senil.]
[Espero que te des cuenta que tienes
esto que te espera el próximo año, Jovencito.] El director se retorció. [¿Has
leído sus planes a futuro?]
El profesor se veía asombrado. [No
puedo seguir tu— Allen.]
[Como uno de tus pupilos.] Declaré con
una cara seria. [Considero que alardear las alabanzas de mi antiguo
departamento será lo último que haga.]
Los ojos del profesor se abrieron en
sorpresa; entonces, lentamente empezó a reírse. [¡Tendrás que hacerlo mejor que
eso! ¡¿Creíste que podrías atraparme tan fácilmente?! ¡¿O tú, Jovencito?! ¡¿Te
olvidaste que tengo el derecho de rechazar a Stella y Caren de inscribirse en
mi departamento, independientemente a sus deseos?!]
[Estoy en el proceso de pedirle a los
Duques Howard y Leinster para interceder por ellas.] Le informe sin más.
Su loco abuso de poder fue anticipado,
el profesor se tambaleó. [¡N-No puede!] Él murmuró. [¡P-Pero no me has vencido
aún! A-Aún debe alguna manera para evitarlo—]
[No tengas miedo, Jovencito.] El alto
elfo se paró y colocó una mano en el hombro del profesor.
[Joven— No, Lord Rodde. ¿R-Realmente
dices que tomarías mi lugar?] Lágrimas salieron de los ojos del mi antiguo
profesor en respuesta al inesperado gesto de su némesis.
[Que sea lo que tenga que, espectaré
cada examen que les administre.]
[Me gustaría arrancarte tu cabeza.
Ningún dio me culparía, y tampoco otra persona.]
[Nos desviamos del tema.] Interrumpí,
ignorando la farsa por el bien del tema actual. [Me gustaría su sabio consejo
en lo que hacer con el Frost-Gleam Hawks, junto con el Azure Sword y Shield.]
La despreocupada atmósfera se
transformó en una tensa. El profesor se recostó en su silla, mientras el
director si transportaba a la suya.
[¿Quiénes más los han visto?] El viejo
elfo me pregunto.
[Las chicas; Gil Algren, mi mejor amigo
de la universidad; y las maids de los Howard y Leinster. Se lo he reportado al Duque
Walter. Gil me aconsejó discreción, y el duque tenía la misma opinión.]
[Sabio decisión.] El director apretó su
mano derecha, y un mapa de las regiones del oeste apareció en el aire. Ocho
luces coloreadas salieron en la lista. El rojo, azul, café, verde, violeta,
azul, y puntos negros parpadean, mientras el blanco brilla levemente.
[Hasta hace poco, solo ocho hechizos
supremos existían en todo el continente. Este número se ha mantenido constante
desde la Guerra del Señor Oscuro. Hay cuatro en el reino; dos en el Imperio
Yustinian al norte; uno en la República Lalanony al noreste del imperio; y uno
en la ciudad del agua, capital de la Asociación de Principados. De esos, siete
actualmente están en uso.]
El punto blanco en la república desapareció,
y un azul pálido apareció en el norte del reino.
[El imperio y la república se
dividieron hace un silo.] El director continuo, sus brazos se cruzaron y su voz
se agravo. [La línea de cierto marques imperial, la cual juego el papel de
liderado e la fundación del imperio, lo rechazó como resultado. Los maestros
del hechizo supremo de luz ya no están, aunque creo que la fórmula sobrevive.]
El profesor continuo su explicación,
ofreciendo su visión como uno de los hechizos más buenos del reino. [La
existencia de hechizos supremos y artes secretas permite a individuos funcionar
como fuerzas disuasorias. Muchas naciones ya creen que cuatro de ellas son más
de lo que nuestro reino puede compartir, incluso considerando que compartimos
nuestra frontera este con el reino del Señor Oscuro. Estarán mucho menos
felices con la adición de un quinto. Allen, este es un asunto serio.]
[Entiendo.] Respondí. [Me gustaría
prestarlo como el invento propio de Stella. Naturalmente, creo que el anuncio
público debería esperar luego que tenga éxito en el ducado.]
Eso provocó casi gritos simultáneos de
mis antiguos profesores.
[¡Chico!]
[¡Allen!]
[Espero que ambos reportarán el asunto
a Su Majestad y al Duque Lebufera y Algren.] Seguí. [El Duque Walter ya ha dado
su consentimiento, y le informará a los Leinster.] Gentil calma me llenó
mientras recordaba la capital real en la noche mientras la veíamos desde el
techo de la catedral. [“Un nuevo hechizo supremo y arte secreta creados por la
futura Duquesa Stella Howard”— suena bastante bien, ¿no creen?]
El director y profesor se quedaron sin
palabras, tocando sus cabezas con sus manos.
[¿Qué clase de educación le has estado
dando, Jovencito?] El viejo elfo dijo. [¡¿Te das cuenta de lo que ha creado?!
¡Un nuevo hechizo supremo y arte secreta, totalmente distinta a la magia
existente!]
[Ruego tu perdón, Ancianito, pero Allen
es uno de tus graduados también.] Mi antiguo profesor se retorció. [Es difícil
decir que la culpa recae en mí.]
[¡Él asistió a la academia por un año y
a la universidad por tres!]
[¡Ha! ¿Es todo lo que tienes que
decir?]
El director estaba en frente del
profesor en un instante, y los dos académicos se pusieron a pelear, tomándose
del cuello entre sí. Pensé que para mí mismo que el viejo elfo usaba sus
hechizos de teletransportación muy a menudo mientras me movía para meditar.
[¿Lo harás?] Pregunté.
El par intercambió miradas, entonces llegaron
a un acuerdo no dicho entre ellos y lo liberaron.
[Muy bien, Allen.] El profesor dijo. [Presentaremos
la situación con Su Majestad y los duques.]
[Dime, ¿has considerado el
ennoblecimiento en base a tus logros?] El director, quien había regresado a su
asiento mientras no lo estaba viendo, sonaba como si hubiera arrojado la tolla.
[Digo, ¿un condado de momento?]
Agité mi cabeza. [Los caciques de los
hombres bestias son los únicos iguales a los barones. Incluso el jefe del clan
del lob, quien comúnmente solo hablaban por su propia gente, solo se les tienen
como un vizconde. No lo considero apropiado superarlos.]
El director sonrió. [¿Por qué ese
problema tiene que salir de su cabeza ahora? ¿Jovencito?]
[Debo hablar con Su Majestad.] El profesor
sonrió. [Los Lebuferas también han sido más estridentes en sus llamadas para
expandir la autoridad de los hombres bestia desde ese incidente hace diez años
atrás.]
[Arreglemos este tema rápidamente.]
[Sí, eso.]
Me compadecí de los conservadores ahora
que el par estaba en coalición. Dicho eso, cualquier ganancia para la autoridad
de los hombres bestia sería más que bienvenida.
[Por cierto, ¿cómo va eso del diario?]
Dije, decidiendo revisar la petición en marcha mientras estaba allí.
[Dime, Jovencito, ¿estarás de verano
con los Howard este año otra vez?] El director le preguntó al profesor, su voz
obviamente era más alta de lo que necesitaba ser.
[P-Por qué, sí.] Mi antiguo profesor
respondió. [¿Anciano, estarás regresando al oeste?]
[Sí, aunque supongo que necesitaré
esperar hasta el descanso de la academia del verano y los enviados de los
principados y los Caballeros del Santo Espíritu hayan partido. La religiosidad
de los caballeros es tan dominante como siempre. Aunque, ¿no te parece extraño
que la Asociación de Principados otra vez están haciendo términos de paz desde
la Guerra del Sur luego de tanto tiempo? Y los enviados de ambas naciones están
oficialmente aquí para anunciar ejercicios militares junto a nuestras
fronteras.]
[Tanto Liam y el anterior Duque
Leinster son buenos hombres de negocios. Los principados del norte den estar
sufriendo económicamente. En cuanto a los caballeros, quizás los temen incitar
la ira del viejo Duque Algren al conducir semejante ejercicio sin previo aviso.]
[Hablando del viejo duque, oí que está
en pésima salud. Creo que se lo informó a Su Majestad que desea tener un
sucesor pronto. ¿Y creerías que el príncipe idiota aún no ha aprendido su
lección? El chico de los Leinster lidero una campaña de guardias al este,
aunque no conozco los detalles.]
[Los chicos Algren también son algo de
que preocuparse. ¿Cómo pudieran fallar en lidiar con tal insignificante asunto
solos? ¿Y quién heredará ese título?]
[El viejo duque espera que su cuarto
hijo, Gil, se—]
[Disculpen, ¿caballeros?] Interrumpí la
interminable conexión, pero los renombrados hechiceros aún estaban evitando
encontrar mis ojos. [¿Aún no han terminado de descifrar el diario?]
El profesor se volvió a tumbar en su
silla. [Hemos logrado todo, pero unas cuantas páginas— el obstáculo final.]
Dijo. [Para ser francos, Allen, el riesgo es demasiado. De verdad espero
encontrar un gran hechizo genuino registrado en ello.]
[¿Qué más has aprendido?] Pregunté.
[Una guerra— la Guerra Continental— estalló,
y la pareja del autor cayó en batalla. Su estado se volvió una locura luego de
eso. ella escribió lo que parece es una fórmula de hechizo—] El profesor dijo.
[Pero era indescifrable.]
[Entiendo.] Dije. [Gracias por su
continuo esfuerzo.] Esperaba que estuvieran terminando para el final de las
vacaciones de verano, pero bueno.
[¿Qué se te metió, chico?] El viejo
elfo pregunto con sospecha. [Estás más insistente de lo usual.]
[Me dijiste que el ser dentro de tina
es “el polar opuesto del mal”, Director. Eso me convenció de dejar a apresurar
las cosas. Y una vez la Academia Real entre en verano… planeo regresar a mi
hogar también.]
[Esa es una buena idea.] El profesor
asintió mientras bebía su té, se recompuso una vez más. [Tendré que informar a
todas las partes interesas en tu— Ahem. Disfruta tu viaje.]
[¿Estaba por decir algo más, Profesor?]
[Para nada. Debiste haberlo imaginado.]
Anko la lanzó al sonriente profesor una
fea mirada.
Muy sospechoso.
[Oh, eso me recuerda.] El profesor
siguió, ignorando mis dudas. [Lydia al parecer está de un humor fatal. Me han
dicho que anda toda sonrisas en el palacio.]
¿Puras sonrisas? Apesta a peligro—
peligro extremo. Debo de cerrar mis puertas y ventanas con cuidado. Aunque, no
estoy nervioso por irme sin verla.
[Además, tu petición ha sido
formalmente aprobada.] Ese comentario del profesor aligeró mi corazón
considerablemente.
[Muchas gracias.] Dije con una
inclinación.
[Está oficialmente al hombre de Su
Alteza Real. También lo estaba deseando, así que hizo el perfecto
encubrimiento. Claro, será el infierno si la verdad sale a la luz.]
[Dejemos que sea nuestro secreto.]
[Estoy de acuerdo.]
Me acerqué a mi antiguo profesor e
intercambiamos un firme apretón de manos. ¡Estábamos juntos en esto!
[Su Majestad no sabía en qué pensar.]
El director comentó, comiendo dos galletas a la vez. [Detuviste el Radiant
Shield luego que Gerard armara una locura, y ¿qué pediste? Reasignar
oficialmente a la Dama de la Espada de la corte de hechiceros a guardia
personal de la princesa. Deja la irregularidad, considerando que el puesto está
normalmente reservado para miembro de las longevas razas. El Caballero Oscuro
es el único humano que puedo recordar ser asignado a la familia real en
décadas.]
[Me gustaría pensar que será por el
bien del reino.] Respondí.
[En cuanto a mí, haríamos un bien
dándole a Lydia una mano.] El profesor intervino.
Controlar al albatros en mi cuello era
lo más cercano a lo imposible. Dudaba que el uso de sus talentos se vería en la
corte de hechiceros a menos que se volviera su líder, pero esperaba que nuestra
antigua compañera, Su Alteza Rea, la Princesa Cheryl, estaría a la altura de la
tarea.
[Veo que has olvidado algo…] El viejo
elfo murmuró. Respondí con una mirada sorprendida. [Incluso suponiendo que el
transfiero y reasignación de la Dama de la Espada sea tu recompensa por
enseñarle el Blizzar Wolf a la hija menor de Howard y por ese trabajo con
Gerard, aún queda el nuevo hechizo supremo y arte secreta por ser contarse.]
[¿No sea pelea con el príncipe lo
cancela?] Pregunté. [Las chicas y yo no tuvimos la culpa por—]
[¡Ha! No me hagas reír. ¿Tú que crees,
Jovencito?]
[Concuerdo.] El profesor respondió.
[¿Por qué no pides ir a trabajar para Lydia? Un papel de subordinado sería más
difícil de rechazar.]
[Profesor, se me ha negado entrar al
palacio.] Dije lentamente.
[Solo es un expediente temporal. Se
resolverá por sí solo.] No me gustaba la maliciosa mirada en su rostro, y el
evidente acuerdo del director era igualmente insatisfactorio. Me resolví a
nunca parecerme a ellos y no escatimar esfuerzos en convencer a mis estudiantes
de seguir el ejemplo.
[Realmente no puedo pensar en nada que
quiera para—] Empecé y entonces me detuve a media oración. [Oh, pero hay una
cosa.]
El viejo elfo asintió sabiamente. [¿Una
posición de facultad en la Academia Real? Te asignaré a la clase más brillante
de cada año, efectivo para el siguiente semestre.]
[Suficiente de incoherencias, Anciano.]
El profesor intervino.
[Allen, si deseas ocuparte de mi
departamento, solo dilo. Me embarcaré en una vida de lujos, viajando entre el
norte y sur como me—]
[Deja tus fantasías para tus sueños,
Jovencito. Deberías estar trabajando diez veces más duro de lo que estás.
Trabaja como esclavo de algodón.]
El par literalmente estaban tomados por
el cuello entre sí otra vez.
[Sí, sí.] Dije. [Es suficiente de parlotear—
Enojarán a Anko. Y entonces…]
Calmé al magnífico familiar gato negro
levantando la mirada en molestia desde mi regazo mientras les decía lo que
quería. Sería bastante costoso y por ello tendría igualar los balances. Pero
aunque consideré mi petición bastante razonable, el director y profesor
apretaron sus cabezas cuando lo escucharon.
[Chico…]
[Allen…]
[He estado tan ocupado las pasadas
semanas que no he tenido tiempo para escoger uno.] Expliqué. [Y no tengo
confianza en mis ojos en lo estético— Lydia y Caren escogen todos mis muebles.
Me gustaría el más fino para conmemorar el inicio de la nueva vida de Felicia.]
[¿No aprecias tu histórico logro?] El
director demandó. [No, no importa. ¡Tendré los más selectos especímenes del
oeste entregados por los más rápidos wyverns!]
[Me decepcionas.] El profesor atacó.
[¿Por qué ordenar del oeste cuando una selección de lo más nuevo y mejores
modelos está disponible justo aquí en la capital real? Allen, te escogeré el
más fino que el reino tenga para ofrecer.]
Mis antiguos profesores se tomaron del
cuello entre sí por tercera vez. Este era el punto en donde Tina y Lynne
habrían empezado a perder su control de maná. Fui desgarrado entre la
admiración del control de los hombros y la exasperación con su inmadurez.
Ahora que lo pienso, no he oído del
albatros recibiendo algo por detener a Gerard.
[Muy bien.] Dije, con la última mirada
conversación con el par y una última sobadita para Anko. [El asunto está en sus
manos. Por favor avísenme una vez el diario esté descifrado.]
✽✽✽✽✽
La tarde del Día del hielo marcaba el
inicio de la semana, y por ello el inicio de mis sesiones de enseñanza, pero
esta era una ocasión especial. Luego de reservar los asientos en el tren,
llegué al jardín interior de la residencia Howard para encontrar a seis chicas
listas y esperando. Todas estaban vestidas en sus uniformes escolares y metidas
en una amistosa conversación.
No había señales del albatros desde la
pequeña ave mágica que había enviado ese mañana, llevando el mensaje de “no
puedo ir” en un tono que sobrellevaba odio. Esperaba que estuviera bien; ni
siquiera se ha aprovechado de mi oferta de pasar las noches de semana en mis
aposentos para arreglar lo de mi enlace de maná con Stella, aunque recuerdo oír
algo acerca de ella transmitiendo eso a mi hermana. Pero dejando los tres meses
que había pasado en el norte enseñándole a Tina y Ellie, este era el mayor
tiempo que habíamos pasado sin vernos.
[¡Oh, Allen!] Tinna dijo cuando me
notó, saludando desde su asiento. [¡Estamos por acá!]
Sacudí mi cabeza para la joven maid de
los Howard quien me había guiado al jardín interior. [¡Buena suerte!] Ella dijo
sin más. [¡No olvide que Miss Fosse también es adorable!]
¿Me perdonas? ¿Se supone que eso sea
algún tipo de apoyo?
[¡Sensei! ¡Sensei!]
[¡A-Allen!]
[Nii-sama. Mira.]
Mientras me acercaba, las chicas más
jóvenes— Tina, Ellie, y Lynne— corrieron para reunirse conmigo. Cada una de
ellas me entregó sus resultados en cartas marcadas con el sello de la Academia
Real.
[Gracias.] Dije. [Revisemos esto con un
té.]
[¡Sí!] Respondieron en perfecta
sincronía antes de tomarme de la mano a una mesa con techo. Los hechizos de
control de temperatura lo mantenían frío en la sombra.
Dos de las tres chicas grandes se
pararon para saludarnos, mientras su amiga con lentes parecía ignorarme
deliberadamente.
¿Hm?
[¡Allen!] Una de las chicas que se
levantó me llamó, al parecer encantada de verme. Tenía un largo cabello
plateado en una trenza atada con un listón azul cielo, y en su cintura colgaba
tanto una varita y un estoque.
[Buenas tardes, Stella.] Dije. [Debiste
estar bastante entusiasta con tu examen. Me dijeron que incluso hiciste llorar
al director.]
[Y-Yo no diría eso, creo que Caren
merece más crédito.] Ella murmuró.
[Oh, ¿así es eso?]
[¡Ooh!] Ella me dio un leve golpe en mi
brazo derecho con un adorable resentimiento. [¡Q-Qué malvado, Allen!]
Ella era Stella Howard. Era la hermana
mayor de Tina, la heredera del Duque Howard, presidente del consejo estudiantil
de la Academia Real… y hace unos días, mi estudiante.
[Soy inocente, Allen.] La chica del clan
del lobo parándose detrás de ella intervino. Su tono era más natural, pero sus
orejas grises y cola estaban retorciéndose. [Tomé mi examen de una forma muy
ordinaria.] La horquilla de ala gris y báculo que brillaba en su boina escolar
la marcaba como vicepresidente del consejo estudiantil de la Academia Real.
Ella era Caren, mi única y sola hermanita.
[El director me dijo, con lágrimas en
sus ojos, que lo atacabas mientras encubrías un hechizo compuesto de tres
elementos.] Contrarreste.
[Oí que la hiciste de examinador.]
Caren respondió. [Siendo ese el caso, supervisar el examen de tu propia hermana
es lo menos que podrías— Oh, pero supongo que no puedo culparte. Eres un hombre
ocupado.]
[Pero escuché que trabajaste tan duro
como podías. Bien hecho.]
Caren jadeó mientras removía su boina y
gentilmente acariciaba su cabeza. Sus orejas se doblaron y su cola se meneaba
con gozo. Sin embargo, lucía algo sombría por alguna razón.
[E-Es suficiente.] Ella dijo, retirando
su cabeza y regresando a su asiento. [Gracias.] Entonces frunció sus ojos y
miró a las tres chicas más jóvenes, quienes estaban emocionadas retirando sus
boinas. Tina, Ellie, y Lynne también se sentaron, todas impactadas.
[Felicia.] Dije, tratando de atraer la
atención de la chica con lentes de largo cabello castaño. Se mantuvo en
silencio, pero me aparto la mirada.
Ya veo.
Tomé un asiento vacío entre el
presidente y vicepresidente.
[Stella, Caren, ¿también me mostrarían
sus tarjetas de notas?]
[Aquí está.] Ambas chicas respondieron.
[Eso fue rápido.] Remarqué, sonriendo a
sus respuestas. Mientras aceptaba sus cartas, noté otra llegada en la mesa
frente a mí. Felicia estaba dando miradas frecuentes en mi dirección desde su
asiento a la par de Caren… y simplemente no pude contener mi risa.
[¡Hey! ¡Allen!] Felicia exclamó.
[¡A-Acabas de verme y empezaste a reír, ¿verdad?!]
[No, yo nunca—]
[¡Mentira!] Ella gritó, poniéndose de
pie y ondeando sus brazos con emoción. [¡Caren, tu hermano es malvado! ¡No
juego limpio!]
[Felicia, los sirvientes de los Howard
están observando…] Dije.
[¿Huh?]
Las maids y jardineros en el trabajo
estaban observando con interés desde una corta distancia. También vi a los
uniformados sirvientes. Tan pronto como la chica con lentes los avisto fue que
libero un adorable grito y se tambaleó de vuelta a su silla, de repente perdió
la consciencia. Ellie la salvó de caer de cabeza con un rápido hechizo de
levitación— una vista que asombro a Tina, Lynne, y Caren.
La chica que se había desmayado era
Felicia Fosse, la mejor amiga y compañera de Stella y Caren. También era una
habilidosa mujer de negocios que había estado manejando la floreciente Compañía
Fosse detrás de escena a pesar de su extrema timidez— la cual era especialmente
extrema cuando se trataba de hombres. Pero ser tímida no significaba que no
fuera valiente; voluntariamente había escogido dejar la prestigiosa Academia
Real para unirse al trabajo, significa que iba a ser su último semestre.
Estaría ayudando con la unión de negocios establecida por las Casas Ducales de
Howard y Leinster— un esfuerzo con el cual también había estado involucrado
hasta hace poco. Me recordé que aún no había encontrado el tiempo para discutir
del tema con su padre, el presidente de la Compañía Fosse, Ernest Fosse.
Escurrí un poco de agua en la frente de
Felicia, y empezó a despertar con un grito. [Allen…] Ella dijo reprochando.
[Veo que estás despierta.] Respondí.
[Caren, ¿me traerías un vaso de la mesa?]
[Está bien.] Mi hermana vertió té negro
helado de un jarrón de vidrio. Añadí un poco de leche y azúcar, entonces bebí
hasta la última gota. Tenía una agraciada fragancia— quizás a rosas, pensé.
Felicia se sentó, entonces se recostó y
plantó sus manos en la mesa en una forma que enfatizaba su pecho— presuntamente
sin su conocimiento. [Allen.] Ella dijo, fijándome la mirada. [Te hago saber
que ya estoy ayudando con la estructura de negocios.]
[E-Es lo que oí. Anna y Mrs Walker lo
mencionan a menudo.]
[Por qué oh, ¿por qué no me está
mirando?] Ella demandó. [¡Debe tener la consciencia llena de culpa!]
[No.] Respondí. [Stella, ¿lo
explicarías?]
[¿Qué? ¡¿Y-Yo?!] Stella preguntó.
[Pude habérselo preguntado a las otras,
pero, bueno… Solo velas.]
Todas las chicas excepto Stella y Ellie
estaban viendo el pecho de Felicia.
La puritana presidente del consejo
estudiantil murmuro algo al oído de Felicia, lo cual causó que la chica de
lentes se sonrojara desde el cuello. [¿P-Perdona?] Felicia balbuceó. [Están
viendo m-mi pe— ¡Oh, Ellieee!] Ella lanzó sus brazos alrededor de la maid.
[T-Tú eres, um, m-muy adorable, Miss
Fosse.] Ellie respondió. Sospechaba que se había perdido, pero aún hicieron una
emotiva escena.
[Por favor continua.] Apresuré a
Felicia.
[Bueno, cuando me pase por la oficina
antes, mi escritorio y silla se habían ido. Anna estaba transfiriendo el
control a Emma, y ambas dijeron, “¡Pregúntale a Allen por un informe detallado!
¡Además, oímos que tuviste tus exámenes, así que te tomarás el día libre ya sea
que quieras o no!”]
Sonaba a como si los preciados
especímenes del director y profesor no llegarían hasta la siguiente semana.
Le sonreí a todas las chicas excepto
Felicia y dije. [Ahora, revisemos sus notas.]
[¿Allennn?] Felicia dijo, sacando mi
nombre con fuerte intensidad.
[No te preocupes. Recibirás un
maravilloso escritorio nuevo de oficina y silla la próxima semana. Pero
recuerda: no te sobre esfuerces.]
Felicia gruñó. [Un escritorio y silla
de repuesto son suficientes para mí. Y en cuanto a los descansos… ¡Ellie!
¡Allen me está molestando!]
[Um, uh, bueno…] Ella estaba queriendo
decir algo. [A-Allen, acosar está mal. P-Pero ¿la está molestando? ¿H-Hm?
¿L-Lady Tina? ¿L-Lady Lynne? ¿Ms Caren? ¿Por qué todas me están viendo así?
¡M-Me están a-asustandoooo!]
El trio me recordó a locos inquisidores
mientras rodeaban a la maid.
[Ellie…] Tina empezó.
[Acerca de los hechizos de levitación…]
Lynne añadió.
[Parece que puedes lanzarlos más
rápido.] Caren concluyó.
La respuesta de Ellie rápidamente entró
en un incoherente balbuceo. Stella, mientras, frunció el ceño— siempre tenía
sus manos llenas.
Observe a las payasadas de las chicas
mientras empezaba a retirar las tarjetas de notas de sus cartas. Mi mano libre
fue por mi vaso, y tan pronto me di cuenta que estaba vacío, un delgado brazo
de mi lado izquierdo llamó mi atención. Stella amablemente vertió fresco té,
usando su magia para añadir pequeños cubos de hielo a la bebida.
[Tome Allen.] Ella dijo. [¿También le
gustaría leche y azúcar?]
[Sí, por favor.] Respondí. [Pero
supongo que al Duque Walter no le gustaría que hiciera que su sucesora me
sirviera el té.]
[Yo te protegeré de su ira, en caso que
se dé.]
[Ese es un alivio. Estoy en tus manos.]
[No te defraudaré.]
Me siento más cercano a Stella que
antes, podría agradecérselo a nuestras lecciones privadas, pero el hecho que la
había llevado al techo de la Catedral del Santo Espíritu al este viendo la
capital— un secreto incluso para el albatros— también podría haber tenido algo
que ver.
[Allen, ¿me leerías los resultados?]
Caren preguntó, su interrogatorio con Ellie al parecer concluyó. Tina y Lynne
también se sentaron frente a mí, mientras la maid estaba al borde de las
lágrimas y aferrándose a Felicia. No podía aprobar que acosaran a un ángel.
[Muchas gracias por todo su trabajo
puesto en sus exámenes.] Les dije, levantando mi pie. [Sé que han estado
esperando con ganas anunciar los resultados, los cuales también serán posteados
en el campus la próxima semana. Empecemos con la más grande.]
[¡Estamos listos!] Caren, Stella y
Felicia respondieron, viéndome intensamente.
[¡Felicitaciones!] Dije, aplaudiendo.
[Caren, tomaste el primer lugar en los exámenes escritos y prácticos. Y Stella,
te colocaste en segundo en ambos.]
Esa revelación sacó una alegría
“Naturalmente” de Caren y un alabo de Stella.
[Felicia, también estás muy arriba en
el examen escrito.] Seguí. [Pero… ¿asumo que tuviste un examinador hombre para
el práctico?]
La chica de lentes dudo. [Me voy a
acostumbrar a ellos.] Ella murmuro. [A diferencia de ti, yo no miento.]
[Yo tampoco lo hago.]
[¡Mentira!] Felicia sacó su lengua y
entonces tomo un pedazo de pan.
Regresé a la evaluación del presidente
y vicepresidente del consejo estudiantil. [Stella y Caren, no tienen nada que
resaltar— excepto uno.] Ambas chicas me dieron miradas preguntonas. [No hay
nada de malo con liberar todo su poder contra el director, pero Frost-Gleam
Haws— junto con la Espada Azure y Shield— y el uso de hechizos compuestos de
tres elementos deben mantenerse en secreto por el momento. Espero que el resto
de ustedes sean prudentes también.]
[¡Claro!] Llego un coro de respuestas.
[Me muero por el día que se hagan
público. Estoy seguro que llegará.] Dije. [Ahora para Tina, Ellie, y Lynne.]
[No hay nada que tenga que
preocuparme.] Tina murmuro, un poco nerviosa. [La victoria es mía.]
[Yo no estaría tan segura.] Lynne se
retorció. Estaba poniendo una cara dura, pero su voz tenía ansiedad.
Ellien intervino con un calmado, “Y-Yo
di lo mejor…” De las tres chicas, ella era la única que sonaba normal.
[Tina…] Dije.
[¡S-Sí!]
[Lo tuyo puede esperar. Empezaremos con
Ellie.]
[¡¿Qué?! ¡A-Allen!] Un mechón del
cabello plateado de la jovencita se alzó en protesta, mientras Ellie respondía
con un alto “¡S-Sí!”.
[Miss
Ellie Walker.] Anuncié,
arrodillándome con teatralmente ante la maid. [Estoy impresionado. Te colocaste
tercera en todo de tu año.]
Ellie se veía sorprendida, y luego
incrédula. [¿D-De verdad?]
[Ciertamente lo hiciste. Bien hecho.]
Ellie suspiro, y lágrimas empezaron a
caer de sus ojos.
[Oh, por favor, no llores…] Dije.
[¡Estoy l-llorando porque estoy ya
felizzzz!] Ella dijo, lágrimas bajaban de su rostro. [¡M-Ms Caren, también
muchas graciaaaas!]
Mi hermana se quejó mientras la maid la
abrazaba y empezaba a sollozar en su pecho. [Ellie…] Ella dijo dudosa. [Tus
esfuerzos dieron sus frutos.] Estaba alegre de ver que se habían llevado tan
bien.
Ahora…
[Tina, Lynne, gracias por esperar. Se
colocaron en primero y segundo lugar.] Dije.
[¡¿S-Sí?!] El par demando esperanzadas.
[Empezaré con el examen escrito. El
primer lugar va para…]
Ambas chicas tenían sus manos juntas en
una cálida oración, mientras sus mechones lucían estaban en conflicto. Tina
estaba repitiendo “No te preocupes. No te preocupes. No te preocupes…” Mientras
Lynne decía. “Yo. Yo. Yo…”
[¡Lady Tina Howard!] Anuncié.
La chica de cabello plateado no dijo
nada, pero apretó su puño derecho. Lynne estaba apretando sus dientes.
Mientras, las cuatro chicas quienes ya les había dicho sus resultados habían
regresado a su amigable charla. La diferencia en intensidad era asombrosa.
[Siguiente, el práctico.] Dije.
[Ambas. Ambas. Ambas…]
[Lo hice. Lo hice. Lo hice…]
[¡Lady Lynne Leinster!]
La chica de cabello rojo no dijo nada,
pero apretó su puño izquierdo. Tina estaba mordiéndose el labio. Mientras, las
chicas mayores estaban ocupadas hablando de un café por el cual se habían
pasado luego de la escuela. Estaba tan alegre de ver que Stella por fin se
hubiera ido a uno.
[Y así, el primer lugar en todo es
para…] Seguí.
[¡Soy el número uno!] Ambas chicas
gritaron juntas.
[¡Lady Tina Howard!]
[¡Síii!] Tina exclamó mientras saltaba
del gozo. Lynne solo gruñó en frustración y empezó a morderse el labio.
[L-Lady
Tina, L-Lady Lynne…] Ellie
balbuceó, asustada.
[Dicho eso…] Seguí con una sonrisa. Eso
provocó asombrosas miradas de todas menos Caren, quien me dio una mirada que
decía que había supuesto (por sorpresa) lo que venía. [Ellie es el número uno
esta vez.]
[¡¿Qué?!] Tina y Lynne exclamaron,
ambas congeladas del asombro.
[U-Um… ¿A-Allen?] Ellie pregunto
dudosa.
[Fue una decisión difícil entre tú y
Stella.] Dije. [Aunque, considerando cuán lejos tus notas han llegado desde que
te inscribiste, eres la clara vencedora. Bien hecho. Me alegro por ti.]
[Oh, bueno…] Ellie sonrió. [Muchas
gracias.]
La rubia maid removió su boina y vino a
pararse frente a mí. Le lancé una mirada de pregunta a Caren, y ella señaló su
aprobación— probando cuando indulgentes éramos ambos.
Ellie siguió riendo mientras
gentilmente acariciaba su cabeza. [Voy a seguir dando lo mejor.] Ella declaró.
[Estoy seguro que sí.] Respondí. [Dicho
eso…] Deje de acariciar su cabeza y gentilmente aprete sus mejillas, provocando
un grito de confusión de la joven maid. [No te fuerces. ¿Quién frenará a Tina y
Lynne si te vuelves igual de incontrolable que ellas?]
Al final de mi última reunión con el
director, había insistido que le diera a Ellie una buena. Amaba sacar las cosas
fuera de proporciones.
[¿Incontrolable?] Tina preguntó.
[¿A quién te refieres, Nii-sama?] Lynne
dijo. Ambas chicas nobles parecían felices que estuviera castigando a Ellie.
[No lo seré.] La maid prometió. [Pero
¿no puede ponerles las riendas por sí mismo?]
Me detuve por un momento antes de
escoger ignorar ese último comentario.
[En todo caso, por favor traten de ser
considerada de Lord Dodde. ¡Eso también va para ti, Caren! ¡Y tú, Stella!]
[Que solo sea Stella.] Mi hermana
respondió.
[Caren, ¿cómo pudiste?] Stella se
quejó.
¿Qué haré con Caren y mis estudiantes?
Me pregunté. ¿Y ahora qué es, Felicia? Es toda mi culpa si realmente piensas en
eso, ¿dices? ¿Qué haré con esta futura magnate?
La maid de cabello rubio jaló mi manga
izquierda. [A-Allen.]
[¿Hm? ¿Qué pasó Ellie?] Pregunté.
[U-Um… l-lo prometió.] El ángel dijo,
inquieta.
Esto normalmente sería la señal para
que Tina y Lynne perdieran sus temperamentos, pero se mantuvieron calmadas y
siguieron bebiendo su té y comiendo chucherías en silencio.
Oh, Felicia. No deberías comer
demasiado.
[¿Prometer qué?] Stella preguntó en
alto; luego, sus ojos se abrieron en aparente entendimiento. Caren parecía ser
la calmada a primera vista, pero su cola se menaba con fuerza.
[Lo dije, ¿cierto?] Dije, sonriéndole a
Ellie. [¿Y qué te gustaría? Daré lo mejor para cumplirlo.]
[Um, bueno…] Ellie dudo. [I-Ir a
visitar a su familia. Y en cuanto a Lady Tina y Lady Lynne, también vienen.
T-Tampoco me ha hecho el favor que me prometió cuando accedió a enseñarle a
Lady Stella. Oh, um…]
[Ya veo…]
¡Así que eso era lo que las chicas
habían estado tramando! Se debieron poner de acuerdo para pedir la misma cosa,
no importa cuál de ellas se pusiera en primer lugar. Bueno, era cierto que le
había hecho la promesa a Tina y Ellie acerca de enseñarle a Stella también.
La presidente del consejo estudiantil
de la Academia Real se paró para regañar a las chicas. [Ellie.] Ella dijo. [Y
ustedes dos también, Tina y Lynne. Se dan cuenta que se juntan cuando se trata
de—]
El trio de inmediato corrió al lado de
Caren. [¡Por, Ms Caren! ¡Queremos ir con ustedes!] Ellas rogaron sus manos
juntas, y había lágrimas en sus ojos de gato.
Caren pareció sufrir por un momento,
pero eventualmente se compuso. [M-Muy bien.] Ella dijo. [Una promesa es una
promesa. Pero necesitaran el permiso de sus padres para—]
[¡Ya lo tenemos!] El trio gritó a la
vez.
[Las oíste, Allen.] Caren dijo. Ella
una tipa mala. En efecto, ella había estado siendo débil con las pequeñas desde
que la enliste para ayudarme a enseñarles.
[Mr Allen.] Dijo la sonriente
presidente del consejo estudiantil a mi izquierda. Temblé mientras un
escalofrío pasaba por mi espalda y mi piel se ponía de gallina; ella era una
santa, pero ahora me aterró.
[S-Stella.] Respondí.
¡Usé mis ojos para rogarle a Caren y
Felicia ayuda inmediata, pero parecía que no podía esperar por refuerzos! Mi
hermana estaba dándole sus instintos maternales al alabar al trio: [Trabajaron
muy duro. Estoy impresionada.] Mientras, la chica con lentes estaba murmurando:
[Yo también. Pero entonces, la compañía… Pero…]
La presidente del consejo estudiantil
adoptó una mirada seria, descanso su mano en su regazo y empezó a murmurar. [No
es justo. No me dijo nada. Desearía que me lo hubiera dicho de inmediato.]
[No c-creo que tuviera elección en este
asunto.] Respondí.
[¡No quiero excusas, Mr Allen! Yo
también me uniré—]
[La respuesta es no. Confió que sabes
por qué.]
Ella golpeó mi pecho en respuesta.
[El Duque Howard no puedo esperar a
verte.] Dije, tomándola gentilmente de sus manos. [Por favor ve a casa.]
Stella bajo la mirada por un momento de
consideración y luego murmuro. [Esto me ofende, pero lo tomaré. ¡No dudaré de
usar la fuerza la próxima vez!]
[Por favor, Stella.] Rogué. [No sigas
sus pasos.]
[No puedo prometer nada. Al fin que—]
La voz de la santa cayó a un murmullo inaudible— [Quiero llegar a ser tan cerca
a como me lo pueda permitir.]
[¿Stella?] Pregunté, confuso por su
abrupto silencio.
[¡N-Nada! Ahora, creo que es momento
para que terminemos nuestros planes.]
[Supongo.]
Chasqueé mis dedos y proyecté un mapa
del continente, pensando que podía ser de ayuda para explicaciones. Tina,
Ellie, y Lynne lo vieron, con sus ojos abiertos.
[Allen, lo hiciste muy grande.] Caren
me informó.
[¿En serio?] Pregunté. [Me gustaría
incluir el Océano Imperial Norte y las naciones isleñas del Santo Océano Sur.]
[Son innecesarios. Recórtalos a un mapa
del reino.]
[Oh, está bien.] Cedí con el dolor de
mi alma y cambié mi mapa para solo mostrar nuestra patria. Los ojos de las
chicas brillaron aún más, mientras Felicia— diligente— se puso a pensar y medio
acerca de si este truco tenía aplicación en los negocios.
Regresé mi atención al mapa y señalé su
centro. [Revisemos nuestros planes para las vacaciones de verano.] Dije.
[Felicia, tú te quedaras en la capital real.]
[Oh, sí.] Ella confirmó. [Lo haré.]
[Se me dijo que Anna regresará al sur,
mientras Mrs Walker irá a regresar al norte con Stella. Si algún problema
sale—]
[¡Iré por la ayuda de Emma y las otras
maids restantes de los Leinster y Howard!]
[Bien.] Dijo. [Tina, Ellie, Lynne.]
[¿Sí?] El trio respondió.
[Ustedes viajarán a la capital este con
Caren y conmigo. Planeamos quedarnos 10 días, así que empaquen para eso.]
Ellas respondieron con un coro animado
de “¡Claro!”.
[Allen.] Caren intervino dudosa.
[¿Hm? ¿Sí?] Pregunté.
[Lydia irá, um…]
[No puedo saber cuáles son sus planes,
especialmente ya que ha sido oficialmente asignada para proteger a Su Alteza
Real.]
Todas las chicas saltaron en sorpresa—
todas excepto mi hermana, quien presionó una mano en su frente y murmuro,
“¿Otra vez, Allen?” No le entendía. ¿Hice mal al decirles? ¿Y qué fue lo que
Caren estaba hablando? No había hecho nada.
Junté mis manos y dije, [Alístense para
sus viajes, chicas. Y Felicia, por favor cuida de ti mientras estamos lejos.]
✽✽✽✽✽
Estaba pasando la tarde en mis
aposentos, empacando para mi viaje. La semana solo había iniciado, pero la
Academia Real pronto estaría llegando al final de su primer semestre. Grandes
cambios de ropa y algunos pesados libros que planeaba leer ya estaban en ruta
al este vía Griffin; todo lo que quedaba eran los libros que quería llevar
conmigo, algunas libretas e implementos de escritura, y regalos para mis
padres.
La pequeña ave que había enviado ese
día llevaba un mensaje para Lydia que aún no había regresado con su respuesta. Habíamos
estado intercambiando diarias comunicaciones en la mañana y la tarde, aunque me
preguntaba si era suficiente; sentía algo de soledad.
Un cálido impacto acabó mi breve
reflexión, conocidas y delicadas manos aparecieron ante mí. [Whoa. Lydia
desearía que no me sorprendieras así.] Dije.
[¡Cállate!] Ella dijo. [Necesito calma.
Estoy en medio de un reabastecimiento de emergencia.]
[¿Un reabastecimiento de qué?]
La belleza con hermosas trenzas escarlatas
quien se había agarrado de mí y ahora estaba presionando su rostro en mi
espalda era Lydia Leinster, también conocida como la Dama de la Espada. Ella
era la hija mayor del Duque Leinster, y su esgrima y hechicería estaban entre
las más grandiosas en el reino. En oposición de una gran tradición, había sido
reasignada de la corte de hechiceros a la guardia personal de la primera
princesa— una ocasión para la cual debió haber tenido el desconocido uniforme
escarlata de caballero que usaba. También era el albatros a mis costillas.
[Estoy en medio de empacar para mi
viaje a casa.] Dije. [¿Te importaría soltarme?]
[¡No!]
[Estás haciendo difícil moverme.]
[¡No!] Ella repitió. Parecía que estaba
determinada a mantener su agarre en mí.
Oh bueno.
Traté de continuar lo que estaba
haciendo sin más, pero ella se tomó del borde de su falda. [¿Sí?] Pregunté.
[Ven aquí.] Ella respondió.
¿Qué quería?
[¡Solo hazlo!]
Un grito se me escapó mientras de
pronto era tumbado a la cama. antes que tuviera la oportunidad de protestar,
Lydia estaba abrazándome. Sus ojos se fijaron en mí, pero todo lo que dijo fue,
[Mmm…]
Olvida lo que dije— su fatiga mental
estaba por las nubes. Dudaba hubiera sido así de mal desde que el Héroe la
había derrotado sin esfuerzo durante su primer encuentro. Cedí y empecé a
acariciar gentilmente su cabeza y espalda. Ella se retorció como si mi tacto
picara e incluso empezó a tararear emocionada, pero nunca relajó su agarre.
Un rato después, la joven noble en mis
brazos murmuro. [También voy a la capital del este.] Su suave voz escondía
determinación.
[No diré nada. Pero ¿qué hay de tu
deber de guardia?] Respondí.
[Ya he recibido el permiso.]
[No creo— ¡Ow!] Fui detenido mientras
Lydia me mordía a través de mi ropa, justo alrededor de mi clavícula. Era una
clara señal que estaba disgustada.
[¡Hmph! ¡¿Qué tipo de sirviente no cree
en lo que su señora le dice?!] A pesar de sus quejas, estaba moviendo su cabeza
contra mi mano en demanda de más caricias.
[Ese permiso no pudo haber sido fácil
de conseguir.] Remarqué.
[Debiste haber escuchado algo acerca de
lo que pasó.] Ella respondió sin ganas. [Ese príncipe descerebrado anda en las
suyas otra vez, y le dio a mi hermano una tunda.]
[Oí que se fue al este, pero no que
había escapado. ¿Richard falló en capturar a Gerard?]
El hermano mayor de Lydia, Richard
Leinster, era el vicecomandante de los caballeros de la Guardia Real. Aunque no
había dominado el hechizo supremo de fuego Firebird y el arte secreto Espada
Escarlata, los símbolos de su casa ducal, sigue siendo un buen peleador. Gerard
una vez había estado entre los ocho miembros más fuertes de la guardia, pero se
había lastimado su brazo derecho durante su atropello en la Academia Real— una
herida que había llevado su vida como caballero a su fin, de acuerdo a algunas
confiables fuentes. Arrestarlo debió haber sido fácil.
Consideré las cosas por un momento.
[Las fuerzas principales de la Guardia Real y los Hechiceros de la Corte no
podían irse mientras los enviados de los principados y los mensajeros de los
Caballeros del Santo Espíritu están de visita. La Dama de la Espada, por otra
parte, es una nueva transferencia y fácil de enviar. ¿Asumo que eres el
reemplazo de emergencia de emergencia?]
Lydia me gruñó infelizmente. [¿Me iré
sola?]
[Sipi. Estarás— ¡Hey! ¡Eso duele! ¡Sin
morder!]
[Dices, estúpido…] Ella gruñó. [Aquí
una más para asegurarnos.] Ella hundió sus dientes en mi clavícula una vez más.
Esta parece una perfecta oportunidad
para otra—
[Si siquiera tratas de jugarle al
tonto, iré por tu cuello.] Lydia dijo, abriendo su boca para sobar sus filosos brillantes
caninos. Tenía peso cada palabra.
[¡¿Desde cuándo eres un vampiro?!]
Exclamé, abrazándola. Luego murmuré en su oído. [Estaré contigo cuando me
necesites, como siempre.]
[Debiste haber dicho eso en primer
lugar.] Su agresivo tono contenía un poco de dulzura, y enterró su rostro en mi
pecho.
Tiempo después, parecía que se ha
recuperado y me pidió sentarme al borde de la cama. lo hice, y demandó que me
sentará más atrás. Una vez estuvo satisfecha, se sentó en mi regazo, arrastró
mis brazos alrededor de ella, y entonces me hizo abrazarla también.
[Dime.] Ella dijo.
[¿Dime qué?]
[Usaste tu recompensa para
transferirme, ¿verdad? Y no una, sino dos veces.]
¿Cómo lo había descubierto?
[B-Bueno, realmente debo regresar a
empacar para mi— Lydia.] Dije.
[¿Mmh?] Llego una respuesta.
[Por favor no me muerdas el brazo.
¿Cuántas partes mías estás tratando de marcar?]
[¿Hm? Todo tú, si me dejas. ¿Por qué?]
Tumbé al albatros en la cama y regresé
a mis preparaciones.
[¡H-Hey! ¡Regresa aquí!] Lydia me
llamó. Entonces procedió a meterse en la cama, abrazo mi almohada, y murmuro
algo en su respiración. [¿Por qué siempre consigues que tus peticiones sean
concedidas? Ni siquiera yo pude conseguir permiso para los archivos reales—
Gerhard Gardner y sus estúpidos nobles siguen objetando. Algún día los cortaré,
quemaré, y luego los cortaré otra vez.]
Oh, en serio.
Tan pronto como me había volteado a
verla fue que se levantó, señalando su dedo a mí, proclamando triunfantemente:
[¡Me estaré tomando cada tarde de esta semana, así que está listo para salir a
comprar, cenar y todo lo demás!]
Terminé de empacar, cerré mi maleta, y
me paré. [Creo que iré a comprar la cena.] Dije. [Caminaré contigo hasta que
estemos cerca del palacio.]
[Idiota…] El albatros dijo, aunque no
perdió tiempo en dejar la cama, envolviendo sus brazos alrededor de mí, y tomó
mi mano. Sentí un peso en mi hombro mientras lo preguntaba. [¿Me enviarás aves
más a menudo?]
[Sí, sí.] Respondí. [Lo haremos en la
mañana, la tarde, y la noche desde ahora.]
[¡Solo un “sí”!] Lydia respondió. [Y no
pretendas que estuviéramos pensando la misma cosa.]
Pensamos lo mismo— no es lo que
admitiera.
Luego de un momento, murmuro. [Dormiré
aquí esta noche antes que nuestro tren se vaya.]
[¿Qué harás para tu equipaje?]
[¿Necesitas preguntar? Es por eso que
vamos de compras— Solo los dos.] Ella me sacó su usual sonrisa radiante. No
quería que fuera de otra forma.
[Por cierto, Felicia tiene algunas
ideas para lo que llaman una nueva junta de compañías.] Ella añadió.
[¿Por qué te las dijo?] Pregunté,
confundido. [¿Y realmente necesita un gran nombre?]
[Emma hizo un viaje especial al palacio
para pedir mi bendición. Y se la di.]
¿Felicia estaba planeando nombra el
negocio debido a Lydia? ¿“La Dama de la Espada & Co.”, quizás? Pero ¿eso no
molestaría a los Howards? Bueno, hizo un poco de diferencia para mí si ella
hacía a la joven noble a mi par una celebridad aún más grande.
[Suena a que también tienes problemas
que compartir.] Dije.
[¿Por qué piensas más en los demás y
menos en ti, idiota?] Lydia murmuró en respuesta, aunque también lo dijo lo
suficientemente alto para que lo escuchara.
[¿Ocurre algo?]
[Nada que te incumba.] Ella respondió.
[¡Paremos por unos de esas granizadas dulces en el camino! ¡Aquellos que venden
por la fuente de la plaza!]
[Buena idea. Esos son deli— Um, ¿Su
Alteza, Lady Lydia Leinster?] El cabello escarlata del albatros brilló con un
tremendo pulso de maná.
[¿Sí?] Ella preguntó.
[¿Por qué, y dímelo, estás creando un
Firebird mientras sostienes mi mano…?]
[Nunca estuvimos allí juntos, ¿verdad?
¿Cómo sabes qué tan deliciosos son esos postres?]
[C-Claro que sí.] Respondí de prisa,
evitando la mirada. [¿Segura que no lo has olvidado?]
[Recuerdo todas las partes en las que
he estado contigo.]
Dicho sin duda alguna. Bueno, siendo
justos, también puedo recordar la mayoría.
[Está bien.] Dije, levantando mi mano
izquierda libre en rendición. [Te invitaré a todo lo que gustes.]
[También comeré los tuyos. Y yo
escogeré los sabores.]
[E-Eres inhumana.]
[¡No lo soy!] La chica dijo, sonando
como una chica. Ella no ha cambiado desde el día que nos conocimos.
Ese pensamiento debió haberme relajado,
sin querer, deje que mi cabeza colgara y la descanse contra la suya. De
inmediato, su brazo se hizo para arriba, y empezó a acariciar mi cabello
gentilmente. [No te preocupes.] Ella dijo. [No estás solo. Me tienes. Así que
todo estará bien.]
[Lo sé.] Respondí eventualmente.
[Gracias.] Estaba agradecido por su aliviadora presencia en momentos como este.
Solo estaba un poco asustado de reunirme con mi papá y mamá.
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