Capítulo 3
[¡Lady
Lydia, Lady Lynne, bienvenidas a casa!]
Cuando
mi querida hermana, Anna y yo llegamos a la residencia Leinster en la capital
sur, encontradas a cada maid y sirviente en la casa esperando en la puerta para
recibirnos. Habían formado precisas filas en ambos lados de la alfombra
escarlata que pasaba hasta las escaleras principales, y se inclinaron mientras
entrabamos. Tomé a las chicas a la fila más al fondo con las maids en
entrenamiento, basados en sus mejillas sonrojadas y nervioso comportamiento.
Esta
celebración— si podías llamarlo así— siempre marcaba el regreso de mi hermana a
la capital real, y ahora lo hacían para mí. Ahora que estaba del lado recibido,
se sentía más bien vergonzoso.
[Romy,
sé que siempre te digo que no necesitas hacer menudo lio.] Mi hermana remarcó a
la primea maid en línea, quien estaba liderando a sus colegas. La alta mujer de
piel morena había sido promovida a segunda al mando de la Corporación Maids de
Leinster hace un año aproximadamente, y su recortado cabello negro y anteojos
le merecía un halago.
[¡Mi
Lady, es nuestro placer recibirla en casa!] Romy respondió.
[Oh.
Bien por ustedes entonces. Gracias a todas. Estaré a su cuidado durante mi
tiempo libre.]
[¡C-Claro,
mi lady!] Los sirvientes respondieron juntos. La expresión de gratitud de mi
querida hermana me no dejo a nadie inmune. Algunos de los sirvientes más
antiguos incluso tenían lágrimas en sus ojos.
En
los viejos tiempos, Nee-sama se habría ido directo a su cuarto sin decir
palabra— o alguna señal de aparición. ¡La influencia de Nii-sama era una fuerza
a tener en cuenta!
Mientras
estaba asintiendo sola con mis brazos cruzados, Anna y Romy sacaron a una
pequeña joven cuyo cabello café cubría sus orejas. Estaba vestida informalmente
con una falda larga marrón y una camisa de manga larga blanca, y cargaba a un
bebé en sus brazos-
[¡Maya!]
Exclamé.
[¡Lady
Lynne! Cómo ha crecido. Y Lady Lydia; es un honor verla otra vez. Oh, yo… yo…]
La mujer presionó una mano contra su boca y se puso a llorar.
Ella
era Maya Mato, la antigua miembro número tres de la Corporación de Maids de
Leinster y maid personal mía y de Nee-sama varios años antes. Seguido de su
promoción, había servido a mis abuelos, el antiguo Duque y Duquesa Leinster, y
junto a Romy mantienen el orden en los antiguos principados de Etna y Zana.
Nuestro ducado había anexado ambos territorios con el amar de las tres Guerras
del Sur. Allí, Maya había conocido y casado con su marido, y había oído que
había sido reasignada a su puesto. ¡Ciertamente nunca hubiera esperado la
oportunidad de verla aquí!
[Ve
que aún eres una llorona.] Nee-sama dijo amablemente. [Estoy feliz de ver que
estás bien.]
[Sí,
gracias.] Maya sollozó, sus lágrimas fluían con aún más libertad. Su tendencia
a llorar a la más mínima provocación no era nada nuevo, y me traía buenos recuerdos.
[Maya.]
Dije. [¿Cuál es el nombre de tu bebé?]
La
nueva madre sofocó otro sollozo. [Es niña, y su nombre de Lynia.]
[Lynia.]
Nee-sama repitió. [¡Qué adorable nombre!]
[Muchas
gracias. Lady Lydia, si no le importa… ¿la sostendría por favor?]
La
petición de Maya inspiró una mirada de inusual inquietud en Nee-sama. [¿Yo?]
Ella preguntó, su mirada se fijo en la durmiente Lynia. [Pero ¿qué si la dejo
caer?]
[¡No
tema, mi lady!] Anna intervino. [¡Me tiene a su lado!]
[Y
a mí también.] Romy añadió.
[Bien.
Lo haré.] Nee-sama tomó a Lynia dudosamente en sus brazos y presionó la mejilla
del calmado infante con un delgado dedo. Con una sonrisa feliz y gentil, dijo.
[¿Así que tú eres Lynia? Mi nombre es Lydia. Soy una amiga de Maya.]
La
reunión de maids tembló como si hubieran recibido un choque eléctrico, entonces
juntados sus manos y se arrodillaron como si oraran. Oí los gritos de “Lady
Lydia con un bebé… Q-Que celestial vista.” “B-Belleza.” Y “¡Estoy segura que
Lady Lydia tendrá uno propio en unos años más!”
En
resumen, seguro caos. Las maids en
entrenamiento no eran mejores. Una extraño chica con unas coletas marrones y
estrellas en sus ojos incluso exclamó. “O Gran Luna, gracias por permitirme
atestiguar tal maravilloso momento.”
¿Gran
Luna?
La
misma Maya sucumbió por la emoción y dijo. [Oh, Lady Lydia, se ha convertido en
una mujer tan hermosa. Nunca habías sido tan feliz.]
[Vamos;
no llores.] Nee-sama dijo, regresando con cuidado a Lynia. [Ahora eres una
madre, ¿recuerdas? ¿No quieres que tu pequeña se ría de ti?]
[No.
Yo lo…] Maya libero otro sollozo. [lo siento tanto.]
[Oh,
no tienes remedio.] Nee-sama sacó un pañuelo nuevo y limpió las lágrimas de
Maya. Se arrodillo y acarició la pequeña cabeza de Lynia mientras continuaba.
[Si tienes ganas de ser una maid otra vez, eres más que bienvenida. Los
Leinsters siempre tendremos un lugar para Maya Mato. Pero mantén tus
prioridades. Mi honorable madre dijo que quiere que “le des todo el amor que
puedas al pequeño”, así que pon a Lynia primero por ahora. Pero cuando vuelvas
con nosotros… ¿qué te parece ser la ama de llaves?]
Este
último comentario incito un desconcertado “¡¿Qué?!” de Maya y una sonrisa de
“¿Mi Lady?” de Anna, mientras la actual segunda en mano anunció. [¡Yo, Romy,
estoy determinada a ser la siguiente ama de llaves!] Una pizca de tensión
permaneció en el aire.
[Pero
te gustan las travesuras, Anna. Y Romy, oí que te alocaste en Etna y Zana.]
Nee-sama dijo, luciendo perversa. [Me da que promover a Maya sería la mejor
forma de asegurar mi futura paz mental.]
[L-Lady
Lydia.] Maya balbuceó. [No soy digna.]
[¡Mis
travesuras son fútiles!] Anna protestó. [¡Y todo debido leal amor por usted, mi
lady! ¡Me devoción va a lo profundo— lo más profundo de las más profundas
profundidades del Océano del Dragón de Agua! Y pensar que ha perdido mi afecto.
Oh, eso me pone sentimental.]
[¡Mi
lady!] Romy se unió. [Admito un poco la locura, pero con buena razón. ¿Y a qué
se refiere con su futuro? ¡Oh! S-Se está refiriendo a su vida matrimonial con
All—]
[Cierra
el pico, Romy.] Nee-sama dijo, rápidamente poniendo su mano sobre la boca de la
maid.
Entonces,
las cuatro mujeres se vieron entre sí y empezaron a reírse. Sentí un poco de
dicha, como si hubiera regresado a mi niñez. En ese entonces, Nee-sama solo ser
abría a un puñado de personas, incluyendo a Maya y Anna. ¡Nii-sama ha cambiado
todo eso!
Mientras
estaba perdida en mis pensamientos, la expresión de Anna se serenó levemente.
Liberó la mano de Nee-sama, regresó a nosotros, y dijo, [Tengo un asunto que
reportar. La esperada posición vacante del número tres en nuestra corporación
recientemente ha sido tomada.]
[Eso
oí.] Nee-sama respondió. [Pero ¿de verdad está a la altura del trabajo?]
[Su
habilidad está más allá de lo reprochable.] Anna dijo. [Tomando en cuenta todo,
la considero la más hábil maid de la corporación.]
[Pero
se deja llevar.] Romy añadió. [Solo si habla en cierto sentido de ella, mi
lady.]
[Acerca
de su tendencia a recurrir a irrazonables medidas en persecución de su dese—
objetivos.] Maya aclaró. [Por favor.]
¿Qué
podría llevar a las tres maids más buenas al servicio de mi casa a hacer una
petición como esa? No puedo imaginar los precipitados excesos que ha estado
cometiendo en los antiguos principados.
Nee-sama
se puso seria. [No. No quiero verla.]
[Por
favor, mi lady. ¿No lo considerará?]
[¡N-O!]
A
pesar del firme rechazado de Nee-sama, ella estaba en malos términos con la
nueva número tres. En efecto, ellas se conocían de sobra. La chica en cuestión
había sido una confiable hermana mayor para nosotras, siempre dispuesta a
hablar abiertamente incluso con Nee-sama. No es que yo lo diga— iba directo al
grano. Nee-sama solo la estaba evitando debido a complicaciones que habían
salido durante la visita de Nii-sama en las anteriores vacaciones de verano.
Anna
liberó un suspiro. [Supongo que no tenemos elección. Vamos, Romy.]
Nee-sama
frunció sus ojos. [Anna, Romy, ¿qué están tramando?]
[Eso,
mi lady, es un secreto.] Anna intervino.
[Ruego
su perdón, pero no puedo decirlo.] Fue la respuesta de Romy.
[Oh,
¿en serio?] Nee-sama dijo luego de una breve pausa. Ascuas de fuego empezaron a
llenar el lugar en respuesta a su ira. Pero entonces, para nuestro asombro—
Nee-sama incluida— desaparecieron.
[Lydia,
no hagas un jaleo tan pronto como vuelves a casa.] Una voz dijo desde arriba.
[¿No liberaste toda tu violencia en el este?]
[Esta
casa no tolerará tu temperamento.] Otra añadió.
Al
mismo tiempo, recibí un sonido desconocido que tomé por pisadas. ¿No había oído
algo similar en la capital este?
[Madre,
padre.] Nee-sama dijo. Vi su recibimiento con gran entusiasmo.
Nuestros
padres, Lisa y Liam Leinster, lentamente descendieron por las escaleras. ¡Nuestro
querido padre, un caballero con crespo cabello rojo, usaba su usual atuendo,
pero nuestra madre estaba vestida en un kimono escarlata, a juego con calzado
distintivo del este! No pude suprimir un grito de admiración.
Anna
debió haber seleccionado el atuendo para ella durante nuestra estadía en la capital
este. Eso explicaba su conversación con la madre de Allen en la Estación
Central.
Toda
la corporación de maids recuperaba su atención mientras mi madre llegaba a los
pies de la escalera. Las maids en entrenamiento estaban en su límite.
[Regresen
a su trabajo.] Mi madre les ordenó con un movimiento de su mano izquierda.
¡Cuánta dignidad! Apenas era una observadora imparcial, pero ella era tan
genial.
[Lydia,
Lynne, bienvenidas a casa.] Ella siguió. [Oí que trabajaron muy duro. Hice que
Allen me lo informara con reportes detallados.]
[¿Lo
hiciste?] Nee-sama dijo lentamente mientras todas la demás, menos las maids
ranqueadas y Maya, iba por al salón reiniciando sus tareas.
¿Cuándo
es que encontró el tiempo?
[Él
es un hombre impresionante.] Padre se unió. [Su reporte nos llegó aquí cinco
días después de su batalla con Gerard. Debió haberlo enviado en secreto por
Griffin en la cuarta noche.]
[¿La
cuarta noche? Él estuvo inconsciente en su cuarto de hospital hasta la noche
antes de eso.] Nee-sama lentamente cambió su mirada a la ama de llaves.
[¿Anna?]
[Solo
cumplí con la petición de Allen.] Anna respondió, dejando atrás al grupo.
[También envió documentos similares a la Casa Ducal de Howard.]
La
confesión de la ama de llaves provoco otro “Oh, ¿en serio?” de Nee-sama.
Compartía su indignación. Esa batalla había dejado a Nii-sama inconsciente;
¡¿Cómo puedo haber escrito reportes para ambas casas ducales al solo
despertar?! Debió haber tenido unos momentos para sí, dada la constante
afluencia de personas entrando y saliendo de su cuarto. Mis mejillas se
hincharon con indignación.
Nii-sama,
¿cómo pudiste?
[Se
presiona demasiado. Tendré que regañarlo la próxima vez que nos veamos.] Mi
madre dijo, liberando un suspiro. [He estado pensativa en cómo puedo
enmendárselo a Ellyn.]
[Literalmente
salvó al reino esta vez.] Mi padre añadió, frunciendo el ceño. [Ordinariamente,
su logro sería imposible de negar. Pero dadas las circunstancias, no podemos
hacer públicos los hechos.]
El
antiguo Segundo Príncipe Gerard Wainwright había tramado una rebelión con la
ayuda del William Marshal— el llamado “Caballero Oscuro”— y otros antiguos
caballeros del reino. Y habían lanzado su ataque en la capital este, justo
debajo de los ojos de la Casa Ducal de Algren. Ese era un incidente mayor, en
cualquier caso.
Había
sido incapaz de unirme a la batalla, y aunque Nii-sama no fue abierto, reportó
que los rebeldes habían estado bien armados. Era natural asumir que tenían
poderosos apoyos.
Y
Nee-sama ahora almacenaba al gran hechizo Blazing Qilin, mientras su compañera,
Frigid Crane, vivía dentro de Tina. Históricamente, los grandes hechizos eran
conocidos por haber sepultado ciudades con un solo golpe. No podía permitir que
tal destructiva magia habite en ellas sin revisión.
[Incluso
el profesor y sus amigos escribieron que esta noticia debía ser “suprimida al
grado más posible”. Y que “los grandes hechizos no son problema por ahora”.] Mi
padre siguió. [Comparto su opinión. Nuestro mejor curso de acción es mantener
una cercana coordinación con Walter, el profesor, y Lord Rodde. Walter y yo ya
le hemos escrito a Su Majestad, y hablaremos con él y nuestros colegas duques
pronto.]
La
discusión se había tornado seria.
[¿Suprimir
la información significa que Allen no recibirá el crédito?] Nee-sama preguntó,
obviamente molesta.
[Sí,
así es. Al igual que sus pasados logros.]
[Él
secundó la petición y pidió que cualquier crédito público sea para ti.] Mi
madre retomó el hilo de la conversación. [Pero los reconocimientos pueden esperar.
No tenemos más opción que aceptar la sugerencia de Allen hasta que todo esté
sepultado.]
Nee-sama
empezó a molestarse y murmuró. [Increíble. Simplemente increíble. Esa nutria
idiota.] No me sentía nada mejor que ella.
[Sin
embargo, ahora este es un asunto para que nosotros los adultos manejemos.]
Nuestra madre continuó.
[Por
recomendación de Allen, condujimos una apresurada autoría de los almacenes
militares en posesión de la Casa Ducal de Algren, sus vasallos, y sus fuerzas
conduciendo maniobras cerca de la capital real.] Nuestro padre añadió. [Pero
ninguno fue provisionado con más de tres meses de poca actividad— no suficiente
para montar una campaña mayor. La siguiente “batalla” será un asunto político,
luchar en la oscuridad del palacio.]
[Ambas
lo hicieron bien. Descansen durante su estadía aquí.]
¡¿Nii-sama
sospechaba de la Casa Ducal de Algren?! Sus miedos debieron haber sido
infundados esa vez; tres meses de pocos suministros era simplemente demasiado
poco para realizar acciones militares reales. Mi casa al menos se habría
suplido de un año de dignos materiales, y estaba segura que los Howards habrían
hecho lo mismo.
Sea
como fuese, no podía creer que en lo que había estado durante su estadía
hospitalaria. Me sentía un poco apachada. A mi par, Nee-sama estaba a no más
poder con el disgusto.
[Lydia.]
Nuestra madre dijo. [De casualidad, ¿no estabas pensando en tratar de hacer que
Allen tome la responsabilidad por este asunto con los grandes hechizos?]
Los
ojos de Nee-sama se abrieron. [No.] Finalmente respondió.
[¿De
verdad?]
[C-Claro.]
[Oh.
Sabes, él lo ofreció en su carta.]
Esta
última revelación sumergió a Nee-sama a las profundidades de la confusión.
[¿Huh? ¿Qué? ¡¿Quuué?!] Ella gritó, todo rastro de su usual orgulloso
comportamiento se desvaneció mientras se retorcía como cualquier otra
adolescente.
Nuestra
madre le dio una fuerte mirada antes de decir. [Pero son si no quieres,
entonces supongo que no será necesario. No te importará si le envió un rechazo
de tu—]
[¡No!]
Nee-sama gritó. Un momento después, se puso roja como tomate desde el cuello,
libero un exasperado rugido, y se acobardo en el lugar, escondiendo su rostro
en sus manos. Entonces empezó a agitar su cabeza en negación.
¡Qué
reacción más genuinamente encantadora! Aunque solo soy una observadora.
Una
noticia de Nii-sama la dejo en la nada. Dudaba que pudiera haber sido cerca de
lo adorable que había sido en sus zapatos.
Espera.
[Pero
conociendo a Nii-sama, ¿no le habría escrito lo mismo a Tina?] Pregunté.
Nee-sama
se congeló.
Nuestra
madre me dio una oscura sonrisa y ondeó su mano derecha.
[Lynne,
existe algo en el que el primer en llegar se lo lleva. Anna, ¿lograste grabar
eso?]
[¡Sí,
señora!] La ama de llaves dijo, sosteniendo un orbe de vídeo. [¡Pude capturar
hasta el último detalle!]
Solo
podía sacar una sonrisa vacía, mientras mi madre se mantenía apartado.
[Madreeee.]
Ella gritó.
[¿Te
dolió?] Nuestra madre respondió, sonriendo. [Perdóname por ponerte en
evidencia, Anna. Bien hecho.]
[Es
el deber de una Maid.] Anna respondió con una elegante reverencia de su cabeza.
[Romy,
leí tu evaluación de las aprendices. Puedes proceder. Estoy segura que será una
buena experiencia para Lynne también. Liam, ¿confió no tengas alguna objeción?]
“¡Sí,
señora!” Romy dijo, opacándose con un “Naturalmente” de mi padre.
¿Una
experiencia para mí?
Mientras
me lo preguntaba, mi madre se acerco a la antigua número tres. [Bienvenida de
vuelta, Maya. Esa debe ser la pequeño Lynia. Es simplemente preciosa.]
[S-Señora,
no soy digna de su preocupación.] Maya dijo. [Y gracias por darme su bendición
con la elección del nombre.]
[Ni
lo menciones. Pero ¿segura que fue buena idea nombrarla en honor a Lydia y
Lynne? Espero que no crezca para convertirse en una pequeña rufiana.]
[¡¿Qué?!
¡M-Madre!] Nee-sama protestó. No puedo evitar seguir con un grito de
[¡¿Q-Querida madre?! ¡¿P-Por qué estoy incluida?!]
¡Menuda
desfachatez! ¡A diferencia de Nee-sama, no iba cortando y quemando todo a la
vista sin reparo! Las dos nos unimos con miradas indignadas centradas en
nuestra madre… pero ella ni se inmuto.
¡Q-Qué
mortificante!
[Por
cierto, Anna.] Mi madre dijo, ignorándonos. [¿Asumo que sacaste el tema de
nuestra número tres?]
[Sí,
señora.] La ama de llaves respondió. [Lady Lydia se rehúso, como se esperaba.]
[Ya
veo. Romy, ¿le irá bien a Etna y Zana sin ella?]
[¡Sí,
señora!] La segunda al mando respondió. [Maya estabilizó Etna durante su tiempo
allí, y se valor hasta el resto del Ducado Leinster en lo social y lo
económico. Zana aún se retrasa en términos de comercio, pero finalmente hemos
establecido el orden público.]
[Entonces
procederemos como lo planeado, Liam.]
[Ya
he hablado con las partes involucradas.] Mi padre dijo. [Debemos emplear
personal donde más se necesite.]
Mis
padres intercambiaron miradas. Entonces mi madre regresó a nosotras.
[Transferiremos a la número tres de la corporación, Lily, a la capital real al
final del verano. Ustedes también, Anna, Romy. Necesitaremos a más personas en
la capital real desde ahora en adelante si queremos mantenernos con las otras
cosas. Seleccionen al resto de su personal lo más pronto posible.]
[¡Sí,
señora!] Las oficiales de más alto rango de la Corporación de Maids de Leinster
respondieron emocionadas en conjunto.
¡Reasignar
a Anna y Romy era una sorpresa suficiente, pero… ¿Lily en la capital real?! Me
sentía intranquila. Después de todo, ella se llevaba de maravilla con Nii-sama.
[Señora.]
Maya intervino luego de mirarnos. [Sé que ya no me corresponde, pero ¿me
permitiría hablar?]
[Maya,
entregaste muchos años de servicio a nuestra casa.] Mi madre dijo. [Me gustaría
pensar que no soy demasiado engreída como para no valorar tus palabras. Habla
con libertad.]
[¡Sí,
señora! Lamento no nunca tuve la oportunidad de conocer a Allen en persona.
Pero dada su decisión de asignar a la ama de llaves, su segunda al mano, e
incluso a Lady Lily a la capital real, ¿puedo asumir que ha decidido colocar el
futuro de su casa en sus manos?]
Un
tenso silencio llenó el aire. Nee-sama sacó un reloj de bolsillo— un regalo de
Nii-sama— y paso sus dedos sobre su superficie. Un leve sonrojo coloreo sus
mejillas. Naturalmente, cuando Maya se refirió a “el futuro de nuestra casa”,
se refería a Nee-sama. ¡Pero yo era igual de Leinster como ella lo era!
[Maya,
estás yéndote bajo una suposición equivocada.] Lisa Leinster, la antigua Dama
de la Espada, respondió, meneando sus escarlatas trenzas a un lado con una
mano. Se agacho y gentilmente acarició la pequeña cabeza de la durmiente Lynia
mientras le daba a Nee-sama y a mí una mirada que parecía decir: [Lo entienden
chicas, ¿verdad?]
Entonces
mi madre se paró con calmada a su original altura y declaró. [Los Leinsters no
escogerán a ese chico. Esa decisión queda en él— en Allen. Está destinado a la
grandeza, y ninguna chica ordinaria será capaz de tener un lugar a su lado. Si
nos quedamos sobre laureles, la hija de alguna otra casa de seguro que nos lo
quita.]
✽✽✽✽✽
El
Día de la Luz llegó antes de saberlo. Los primeros cuatro días desde nuestro
regreso a la capital sur habían sido la tranquilidad misma. Pero luego de pasar
algunos meses en casi diario contacto con Tina, Ellie y mi amado Nii-sama,
encontré mis vacaciones algo aburridas— con la sola excepción del matutino
deber que mi madre me había asignado.
[¡Puedo
hacerlo!] Lo dije. Entonces de inhalar y exhalar profundamente, golpeé la
puerta del cuarto de Nee-sama deliberadamente.
Otra
vez, mi golpe se quedo sin respuesta. Traté de abrir la puerta, pero no cedía.
[¿Cerrada?
Y esos hechizos son impertinentes, no importa cuán quiera dormir.] Gruñí,
pensando en una contramedida.
¿Debería
entrar a la fuerza usando magia? No, eso no funcionaría. Sus defensas parecían
lo suficientemente resilientes para incluso repeler un Firebird. Mi espada,
¿entonces? Aún menos funcional. Puede que incluso quiebre la hoja en el
intento.
Risas
cortaron mis preocupaciones en corto. [Buenos días, Lady Lynne.] Una animada
voz llegó, seguido de un nervioso. [B-Buenos días.]
[Anna,
Sida.] Respondí lentamente mientras la ama de llaves pasaba por el corredor a
mí. Acompañándola estaba una chica con relucientes coletas cafés— Sida Stinton,
una maid en entrenamiento quien estaría atendiéndome todo el verano “para su
formación”.
Oí
que Sida tenía 14 años, la misma edad de Ellie— y su pecho parecía igual de
grande. Entró a servicio en nuestra residencia en la capital sur brevemente
luego de mi partida a la Academia Real, así que nunca tuvimos la oportunidad de
reunirnos. Pero luego de tres días juntos, había llegado a la conclusión que
ella era una buena chica, aunque algo raro.
Anna
era la misma, mientras Sida estaba preocupada. Desearía que se apresurara y se
ajustara a su nueva posición.
[Anna,
Nee-sama parece estar durmiendo en esta mañana.] Dije. [Holgazaneará cerca de
la tarde otra vez si se lo permitimos. ¿No crees que la renombrada Dama de la
Espada debe ser más disciplinada? La ausencia de Nii-sama puede excusarlo.]
[¡Déjamelo
a mí!] La ama de llaves respondió con una musical risa. Era momento de ver lo
que podía hacer.
Detrás
de ella, Sida se asustó, tomando su cuello y murmurando. [O Gran Luna, Gran
Luna, ¿q-qué debería hacer ahora?] Tendría que hablar con ella.
[¡Lady
Lydia, es hora del desayuno!] Anna llamó, dándole un golpe firme a la puerta.
Ni
un pip de adentro. ¿Cuál era su plan?
El
día anterior, Anna finalmente había logrado a traer a Nee-sama fuera de su
habitación usando el aroma de los panqueques caseros de Nii-sama, a los cuales
les tenía un gran cariño. La ama de llaves al parecer había aprendido la receta
porque había “pensado que algo como esto podría pasar”. Aun así, Nee-sama no
había salido no hasta pasado el mediodía, e incluso seguía medio dormida.
Dos
días antes, el truco había sido la sopa de vegetales casera de temporada de
Nii-sama. Tarde en ese día, claro. Y antes que hubiera otro platillo de
Nii-sama, su casero—
[¡Oh
vaya!] Anna exclamó. [¡Santo Dios! ¿Intentas pasar otro día recluida en tu
cuarto? Muy bien Lady Lynne, supongo que seremos las primeras en leer esta
carta de Allen.]
Las
manos de Anna estaban vacías, pero oí un ruido desde adentro del cuarto.
Pronto, la puerta se desbloqueó y se abrió con un click.
Sida
y yo nos congelamos.
[¿Una carta de
Allen? ¿Una nueva?] Nee-sama murmuró, obviamente aún sin ganas, ya que sacó su
cabeza. Se veía un poco infantil e inestable. Solo decir “Allen” trajo una
dichosa sonrisa en su rostro.
P-Pero…
¡E-Eso es demasiado injusto! ¡Digo, Nee-sama— la Dama de la Espada, la más
poderosa espadachina y hechicera en el reino— está usando un pijama escarlata
con orejas de animal en la capucha! ¡Yo… no tengo oportunidad contra su
abrumadora y despareja lindura! C-Cómo puede Nee-sama usar tal—
Mi
excelente cerebro produjo una repuesta.
[¿Nii-sama
te dio eso?]
[Mm-hmm.
Él ama los pijamas.] Nee-sama murmuró en un tono cantadito. Tenía una sonrisa
de dicha sin ninguna pizca de malicia.
Me
sentía tan derrotada que mis rodillas amenazaban con caer, pero me paré firme.
Un murmullo “O Gran Luna, no creí que hacerme perderme por completo mi
feminidad fuera algo bueno quehacer” me dijo que el shock había sido mucho para
Sida.
[Buenos días,
Lady Lydia.] Anna dijo. [Bien, es hora del desayuno.]
[¿Qué hay de
la carta?] Nee-sama preguntó lentamente.
[Aún no ha
llegado. Quizás luego hoy.]
[Entonces no
necesito desayuno hoy. Y tráeme el almuerzo a mi cuarto.]
Tan rápido
regreso a su forma haragana.
Anna
me guiñó. Seguí la corriente y dije. [Estoy pensando en escribirle a Nii-sama.
Le diré, “Día tras día, Nee-sama reposa en cama hasta la tarde. ¡Y nunca se
cambia de pijama!”]
[¡¿L-Lynne?!]
Ella gritó, abriendo sus ojos. [Admitiré q-que lo he estado, um, un poco sin
ganas, pero estoy de vacaciones. Y-Y él no está, así que quiero pasar todo el
tiempo que pueda en la pajama que me dio, así que… ¡Oh, bien! ¡Yo… me pondré
algo más! ¡Solo quieren que me vista y vaya a desayunar, ¿cierto?!]
[Me
alegra verte entrar en razón.] Dije.
[¡En
efecto! ¡Ahora, alístese para iniciar el día!] Anna dijo mientras empujaba a
Nee-sama en su cuarto y cerró la puerta detrás de ellas.
¡Ganamos!
Pero ¿ha sido una victoria tan vacía?
Si
Nee-sama fuera seria, entonces todas las pajamas que había usado en los pasados
días eran regalos que Nii-sama había escogido para ella. Cómo se atreve a tener
favoritismos.
La
maid en entrenamiento tenía sus manos plantadas en el suelo mientras gruñí. [O
Gran Luna, eres tremenda maldad.]
[Vamos,
Sida.] Dije, tomando una de sus manos. [Párate. ¡Una deliciosa comida te hará
sentir mucho mejor! ¡Aún tenemos toda una vida por delante! ¡Lo mejor está por
llegar!]
✽✽✽✽✽
Temprano
en la tarde me encontraba sentada en una silla de madera en el jardín interior,
leyendo una carta del norte que había llegado en el más rápido Griffin rojo. Me
preguntaba si mi carta le había llegado a Tina y Ellie. Por desgracia, aún
tenía que recibir una carta de Nii-sama. El Correo Griffin rara vez se retrasa,
pero aún eran criaturas vivientes; era posible que estuvieran sufriendo por el
mal clima.
Aunque
estaba fuera del jardín, tenía un techo sobre mi cabeza, y las piedras mágicas
de hielo y agua trabajaban dentro me mantenían fresca. Pero aún me quemaría si
dejo mi piel expuesta al sol, así que usaba una camisa blanca ligera de mangas
largas y una falda blanca que había comprado en la capital real con Tina y
Ellie. También estaba usando bloqueador solar. Los rayos del sol no eran tan
fuertes en las capitales del este y la real, pero lo era en el sur. ¡No podía
ser demasiado cuidadosa!
Prácticamente
podía oír una risa de Tina diciendo. “¡Por qué, Lynne, lo hiciste bien!” Ellie
no dudaría en seguir con “T-Te ves bastante, um, encantadora…” y Nii-sama con
“ya veo que te pusiste morena”.
¡Nunca,
nunca dejaré que eso pase!
Renové
mi resolución mientras leía la carta. La libreta que Nii-sama me había dado en
la estación en la capital se reposaba en la elegante mesilla frente a mí. ¡Solo
estaba en el primero, así que necesitaría practicar luego!
Tina
y Ellie parecían estar disfrutando su llegada a casa tanto como yo. Me
preguntaba, como estaba la capital norte. Aunque era verano, escribieron que
las “Montañas del Dragón Azul están cubiertas de nieve este año también”. No
podía imaginarlo. No nieva aquí nada.
Me
sentía un poco celosa del viaje de compras en que las dos habían ido con Lady
Stella. Estas vacaciones me habían enseñado que Nee-sama se transformaba en una
hogareña en la ausencia de Nii-sama.
Justo
entonces, una voz nerviosa interrumpió mis sombrías reflexiones.
[L-Lady Lynne,
he t-traído s-su t— ¡Eek!]
[¡E-Espera!]
Grité, moviéndome. Apenas logre sostener a la maid en training de perder el
equilibro con su bandera plateada, la cual tenía una tetera de vidrio con té
negro y una pequeña canasta de golosinas.
[Sida,
¿cuántas veces debo decírtelo?] Le pregunté a la abatida chica.
[¡S-Sí,
mi Lady! Ruego s-su perdón.] Ella dijo, inclinándose repetidamente.
[Ahora,
sirve el té.] Instruí, regresando a mi asiento y tomando una copa. [Eres mi
maid personal durante mi estadía.]
[L-Lady
Lynee… ¡C-Ciertamente!] Ella asintió, aunque se veía al borde de las lágrimas,
entonces recogió la tetera de cristal y sirvió té en mi copa. Sin más que
decir, sus manos se agitaban con nerviosa tensión.
Un
placido aroma me renovó. El té del norte tenía sus encantos también, aunque
solo se lo admitiría a Ellie, quien me había enviado las hojas. La Señorita
Primer Lugar se jactaría que había metido mano en su cultivación.
Doblé
la carta, cuidadosamente la metí en su sobre, y tomé la libreta de Nii-sama.
Para la chica quien ahora estaba tratando de pararse, se alivio porque había
logrado verter mi té sin percances, dije. [Vimos esto ayer. Toma asiento. El té
sabe mejor cuando lo bebes en compañía.]
[S-Sí,
mi lady.]
La
maid en entrenamiento tomó asiento frente a mí. La mirada de completo asombro
en su rostro me recordó la explicación que había recibido de Anne en el primer
día en casa: [Sida, tiene las cualidades para una buena maid, pero más bien
tiene una opinión de sí muy baja, y su confianza se viene abajo rápidamente.
¡Espero que puedas ayudarla, Lady Lynne!]
No
debería pedir lo imposible.
Coloqué
mi copa en el platillo y fui por la tetera. Sida de prisa trató de levantarse,
diciendo. [S-Si quieres unos segundos, entonces por favor permíteme—]
[¿Huh?
¿Qué? ¡¿Q-Quuué?!] La maid en entrenamiento empezó a asustarse.
[Estás
sobreactuando.] La amonesté.
[P-Pero
Lady Lynne, u-usted es la hija de la Casa Ducal de Leinster, y yo—]
[Esto
es más o menos normal. Sida.]
[¡S-Sí,
¿mi lady?!] La chica saltó.
[No
necesitabas pararte. Toma asiento.] Una vez Sida volvió a su silla, y la miré a
los ojos y dije. [Has estado en servicio en mi casa por varios meses— demasiado
para seguir caminando sobre lodo. ¿Por qué estás tan nerviosa? Si tienes una
razón, dímelo.]
[C-Cualquier
lo estaría, creo.] Sida murmuró, entonces bajo su cabeza.
Silencio
pasó entre nosotras mientras esperaba por su respuesta. Con una taza de té en
mano, abrí la libreta de Nii-sama y empecé a conjurar una de sus tareas—
formula de control para manifestar dos Firebirds a la vez— en medio del aire.
Él mismo las había ideado. La adición de una segunda ave incremento la
dificultad del hechizo en el orden de la magnitud. Puede costarme lanzarlo sin
ayuda.
Luego
de un rato, Sida levantó la mirada y dijo. [Usted es Su Alteza, Lady Lynne
Leinster. ¡No c-creo que pueda esperar que una plebeya como yo no esté nerviosa
cerca de usted! Todos lo d-dicen así.] La chica liberó un sollozo. Estaba al
borde de las lágrimas y al parecer había estado más nerviosa de lo que había
imaginado.
[Vamos;
no llores.] Dije. [¿Dónde están todos? ¿Tus compañeras aprendices?]
[E-Eso
es.] Otro sollozo.
[Ya
veo. Escucha, Sida, tiene alguna experiencia lanzando hechizos, ¿verdad? Ven
aquí.]
[¿Huh?
S-Sí, mi lady.] La maid en entrenamiento se movió detrás de mí. Entonces jadeé
mientras agrandaba parte de la formula que Nii-sama había creado y la proyecté
en el aire.
[Esta
es una fórmula de control para el Firebird.] Dije.
[F-F-Fire—
¿P-Puede lanzarlo, Lady Lynne?]
[Yo
puedo.]
Sida
tembló, sin habla. Claro, no era que quisiera que encontrar algo.
[Esta
hermosa formula fue escrita por una persona de cuna humilde, al igual que tú.]
Dije, pasando mis dedos por el diseño. [En efecto, puede clasificarse bajo de
ti en el estándar social, dado que su familia no tiene apellido. Pero es un
hechicero más que consumado que yo o incluso Nee-sama. Estoy segura que su fama
un día resonará a lo largo y ancho del continente.]
Sid
se congelo, parándose derecha. La mirada en su rostro decía que no podía creer
lo que oía. Como es usual, estaba diciendo “O Gran Luna.” Le había pedido a
Anna averiguar sobre esa frase y descubrí que la Gran Luna era una antigua
deidad alabada en una pequeña región al este de la Alianza de Principados.
Nii-sama podría encontrar el tema interesante.
Disolví
la formula y le sonreí a Sida de la misma manera que Nii-sama les sonreía a sus
estudiantes. [Este reino es más grande de lo que pensaba. Puedo ser una
Leinster, pero me quedaré atrás a menos que trabaje lo más duro que
posiblemente pueda. Así que también da lo mejor, y haremos el progreso juntas.]
La
mirada de Sida se encendió con determinación. “Sí”, ella dijo. “Gracias, Lady
Lynne.” Solo estaba pensando que estaba en el camino adecuado cuando sentí una
masiva cantidad de maná desde la casa, acompañado por el sonido de algo
rompiéndose. A pesar de sus anteriores lágrimas, la maid en entrenamiento
extendió sus brazos y me defendió. Anna tenía razón — ¡Ella tenía potencial!
[No
te preocupes, Sida.] Dijo. [A ella le gusta hacer un lio.]
[¿Huh?]
Sin
advertir, una ventana frente a nosotros se destruyó, y una joven saltó al
jardín, su largo cabello escarlata, atado con un listón negro, pasaba detrás de
ella. Estaba apretando un objeto blanco y se dirigió directo a nosotras. Sid se
hizo al frente para bloquear su camino, pero la mujer libero un grito y la
limitó. Entonces se retorció en medio del aire antes de aterrizar detrás de la
asustada maid en entrenamiento. Su amplio pecho, el cual hacia que su presencia
se sintiera con todo ese espectáculo, se veía incluso más grande de lo que
recordaba. Cierto, tenía 18 años, pero sentí necesario remarcar mi desagrado.
La
joven de cabello escarlata se sentó a mi par, tratando y fracasando en silbar.
Tenía un top escarlata con un patrón de flechas y una falda larga. Sus pies
estaban cubiertos en botas de piel, y un pequeño broche adornando sus cabellos.
Posicionó el objeto blanco en sus manos— un blanco lobo felposo— en el asiento
a su par.
¡Yo…
reconozco a este pequeño! ¡E-Es un regalo de Nii-sama en su viaje al norte!
¡¿Lo tomó del c-cuarto de Nee-sama?!
[Lily,
¿cuándo regresaste de Etna y Zana?] Demandé mientras la joven se tomaba la
libertad de servirse una taza de té. [¿Y de dónde sacaste ese animal de peluche?]
[Espera
uuuun momento; mi garganta está llena.] Ella se tragó su té y libero un suspiro
de satisfacción. [Justo en el blanco. ¡Lady Lynne, acabo de llegar!]
[Um…
Mi lady, ¿quién es ella?] Sida preguntó, pestañando sus grandes ojos. Sin duda
nunca se había reunido con la joven de cabello escarlata, quien ya estaba
comiéndose los postres, ya que la chica al parecer había estado estacionada en
Etna y Zana.
[Lily.]
Respondí, descansando mi mentón en mi mano. [Me dijeron que ella reemplazó a
Maya como la número tres. A pesar de su atuendo, es una maid— al menos
técnicamente.]
[¡Humph!
¡¿A qué se refiere con “técnicamente”?!] Lily se quejó. [¡Soy una maid, es
todo! ¡La ama de llaves y la segunda al mano finalmente, finalmente me dieron
este adorable uniforme para conmemorar mi promoción! ¡Todo lo que necesito es
una banda de cabello!]
[¿Puedes
llamar a eso un uniforme de maid?] Sida y yo dijo incrédulamente.
Lily
estaba vestida como una maid nunca antes vista, aunque podía imaginármela
atendiendo a chicas de escuela con ese traje. Conociendo a Anna y Romy, la
estaban vistiendo de acuerdo a sus preferencias. En efecto, todas las maids
veteranas podían estar en algo. Ciertamente estaban encariñadas con Lily.
Me
decidí a dejar el tema y llevar la conversación a otros lares.
[Lily,
responde mi pregunta.]
[¡Claro!]
Respondió en su usual tono juguetón. [Acabo de regresar y fui a reportarme con
la señora y el señor. ¡Las cosas andan feas últimamente allí afuera! ¡Las
Repúblicas de Atlas y Bazel han estado haciendo maldades, y ahora están
llevando sus armadas a lo largo de la frontera! ¡Los códigos que están usando
no son de ninguno de los principados tampoco!]
[Sí,
sí.] Dije. [¿Y cómo lograste descifrarlos?]
[Solo
un “sí”.] Lily dijo. [Y estamos trabajando en ello. El Conde Sykes dice que
puede ser un viejo cifrado del este, y nunca había lidiado con uno de esos
antes. Parece que incluso necesitará algo de tiempo para lograrlo.]
La
Casa de Sykes era un secreto entre la nobleza del sur. Se especializaba en
inteligencia y espionaje, presumían que incluso tratarían de engañar al Señor
Oscuro de ser necesario. También era la casa de la prometida de
Richard-oneesama, Sasha.
[Cuando
llegué a casa y fui a decirle hola a Lady Lydia, no me abrió las puertas.] Lily
continuó, sirviéndose otra taza de té. [No me dejo de otra, así que mientras
estaba ocupada siendo una simp con un pedazo de papel y abrazándolo, me
infiltré y sustraje a este pequeño. Pensé que podría convencerla de dejar su
habitación.]
La
autoproclamada maid estaba reluciente con sus manos juntas. Yo sonreí.
[En
serio, Lily…] Dije.
Entonces,
ese lio en la casa debió haber sido—
Otro
choque, seguido por un vendaval de aire caliente, cortó mi especulación. Me di
la vuelta a ver, sosteniendo mi cabello, y liberé un suspiro.
Una
sección de la casa había sido rebanada limpiamente. Y en medio de la carnicería
se encontraba Nee-sama, Lydia Leinster, con sus escarlatas trenzas flotando y
una mirada de rabia en su rostro.
¡O-Oh
no! ¡Sí que está furiosa!
[Sida.]
Respondí. [¡Toma ese peluche!]
[¿Huh?
¡S-Sí, mi lady!] Sida tomó el lobo de peluche.
[¡L-Lady
Lynne! ¡Chica nueva!] Lily gritó, visiblemente agitada. [¡¿R-Realmente van a
abandonarme?!]
Letal
maná estaba acercándose rápidamente. Me movía a tomar el peluche y se lo
devolví a Nee-sama cuando un pensamiento me llego— este animal de peluche era
un regalo de Nii-sama. Miré a Nee-sama, quien estaba acercándose, y entonces la
escuché gritar mi nombre mientras abrazaba a la criatura de peliche con fuerza.
“¡C-Como
te atreves!” Nee-sama gritó en sorpresa, mientras Lily siguió con otro intento
fallido con un cantadito “Bien hecho, Lady Lynne.” Sida balbuceaba
incoherencias.
[Nee-sama.]
Dije. [Estamos en medio del té. ¿Te importaría unírtenos?]
Luego
de una larga pausa, respondió. [Supongo que no tengo elección. Pero primero,
devuelve a Allen a—]
Silencio
cayó sobre todas nosotras.
U-Um…
yo n-no creo que quisiéramos escuchar eso último.
[¡Wow,
Lady Lydia!] Lily exclamó, juntando sus manos. [¿Nombraste a tu juguete
“Allen”? ¡Me parece que lo amas, amas, pero más que a nada en el mundo!]
¡¿E-Esa
autoproclamada maid valora su vida?!
Nee-sama
lentamente levantó su decaída cabeza, y un tremendo pulso de maná agitó el aire
mientras el hechizo supremo de fuego Firebird tomaba forma, pero triplicado.
[Uno,
dos y tres lo escucharon.] Ella dijo, contándonos con un delgado dedo.
[¡N-Nee-sama!]
Grité. [¡N-No te precipites!]
[¡O
Gran Luna, ¿q-qué hice para merecer esto?!] Sida se aferró a mi brazo derecho
en pánico.
¡Lo
sabía! ¡Su pecho es más grande que el mío!
Detener
toda la locura de Nee-sama probaba ser toda una faena. Siendo franca, pensé que
estaba desahuciada. Pero Nee-sama parecía disfrutarlo, así que al final todo
terminó bien. No es que haya perdonado a Lily, claro.
Me
decidí en tomar prestado a “Allen” en la próxima oportunidad que tuviera.
✽✽✽✽✽
Pero
antes de saberlo, era el Día del Fuego— mi octavo día de vuelta al sur y el
inicio de una nueva semana.
Estaba
en ruta a la villa Leinster al sur de la capital sur. Mis padres y hermana se
adelantaron en otro carruaje, mientras yo compartía este con Anna y Sida, quien
se sentó rígida como una estatua en el asiento a mi lado. Un tercer carruaje
detrás de nosotras tenía a más maids, incluyendo a Lily.
El
viaje fue uno calmada— mi padre mantenía los caminos del ducado bien
mantenidos— y me la pasé hablando con Anna. El carruaje casi ni se meneaba—
pero no podía decirse lo mismo de las coletas cafés de mi maid personal mientras
apretaba sus ojos con fuerza, agarrando su cruz, y murmurando rezos.
[O
Gran Luna, ¿n-no crees que es demasiado repentino? Digo, que alguien como yo
vaya a visitar la finca del anterior d-duque… M-Mi corazón no podrá soportarlo.
¡Pero Lady Lynne se ven tan encantadora en su uniforme! ¡Muchas gracias!]
Ella
es imperturbable, a su manera. Y dista de ser una maid Leinster, pensé mientras
seguía protestándole a Anna. [¡Y verás, Tina simplemente insiste en meterse en
mis cosas! Ellie es genial, pero tiene el mal hábito de lanzársele a Nii-sama
siempre que no estamos mirando. Caren se aferra a él como pegamento… aunque
parece que le disgusta que él la trate como a una niña. Y creo que Lady Stella
se ha hecho más hermosa últimamente. ¡Apreció que Nii-sama sea amable, pero
mucho de algo es demasiado! ¡Y para colmo, no he recibido una corta de él! ¿El
clima en la capital real de verdad es tan malo?]
[Respecto
al correo Griffin, que parece ser la explicación oficial.] La ama de llaves
respondió. [Estoy viendo en los privados, pero esos servicios postales guardan
sus secretos. Por favor sea paciente un poco más. Y Lady Lynne—] Ella destelló
una sonrisa. [Puede considerar ser más honestar con sus sentimientos.]
Tenía
un mal presentimiento acerca del rumbo que nuestra conversación estaba tomando.
La experiencia me había enseñado que Anna podía ser excepcionalmente malévola
en momentos como este.
[De
momento.] Ella siguió. [¿Cómo explicar su búsqueda de vestidos a juego con los
de Lady Tina?]
Mis
ojos se abrieron.
[¿O
sus órdenes para los mismos listones que Miss Walker siempre usa?]
La
alarma se encendió.
[¿O
sus amigables conversaciones con ella dos acerca de los restaurantes a los
cuales les gustaría ir con Allen?]
Entró
en pánico.
[¡Oh,
la amistad entre damas es algo maravilloso!] Anna dijo. [¡Simplemente lo
adoro!]
Gruñí.
Todos mis esfuerzos secretos, por nada.
[Su
semblante se ha debilitad considerablemente estos meses en la Academia Real, mi
lady.] La ama de llaves siguió. [Como quien la ha observado a usted y Lady
Lydia, debo agradecerle a Allen por eso— y por los cambios que ha forjado en
ella.]
Reflexioné
en ello por un momento. [No creo que Nii-sama piense que haya hecho algo por
nosotras.]
Recordé
su sonrisa, gentil y serena. El solo recuerdo era suficiente para calentar mi
corazón, lo que significaba que yo debía estar—
S-Suficiente
de eso. Agité mi
cabeza para desechar el errante pensamiento. ¡Me he decidido a desafiar a
Nee-sama, cierto, pero aun es, bueno… demasiado pronto para esto! Por fortuna—
bueno, no, no hay nada de fortuna en ello— Nii-sama no tiene título, por lo que
una pocas posibilidades de que se hable de él a corto plazo. Aún debería tener
mucho tiempo. Anna, ¿qué con esa sonrisa?
[U-Um…]
Sida, aun rígida como una tabla, hizo un sonido desde su asiento a mi par.
[¿Sí?]
Respondí— aunque Anna me siguió casi de inmediato con un energético “¡Sida,
habla con claridad cuando se te hace una pregunta!”
[¡S-Sí,
señora! ¡Owie!] Sid se puso de pie a la advertencia de Anna, impactando su
cabeza en el techo del carruaje, y se sentó otra vez con lágrimas en sus ojos.
[¿Y
qué te gustaría saber?] Dije.
[¡S-Sí,
mi lady!] Sida libero un grito mientras saltaba y golpeaba su cabeza otra vez.
[Oh,
en serio…] Dije, colocando una mano en la cabeza de la sollozante chica— quien,
me recordó, era mayor que yo.
[¿L-lady
Lynne?] Sida preguntó, empezando a asustarse mientras secaba sus ojos. [E-Esos
como yo no merecen una palmadita en la cabeza de—]
[Silencio.]
Lentamente lancé el hechizo elemental Divine Light Healing. Los ojos de Sida se
abrieron, mientras Anna liberaron una cara de apreciación. Terminé el hechizo,
retiré mi mano, y pregunté. [¿Aún te duele?]
Sida
agitó su cabeza empáticamente y balbuceó un [G-Gracias.] Mi hechizo evidentemente
había hecho su trabajo
Pensé
en las lecciones de Nii-sama. [No dejes que la afinidad y tradición familiar de
detenga de probar nuevas cosas.] Dijo. [Dominar incluso los hechizos más
básicos de curación te abrirá a un mundo de nuevas estrategias.]
Por
los pasados meses, Tina, Ellie y yo habían aprendido a usar al menos algo de
magia fuera de las especialidades heredadas de nuestras casas. ¡Necesito seguir
esforzándome!
Mientras
me motivaba, Anna aplaudía. [¡Magníficamente hecho, mi lady!]
[Gracias.]
Dije. [Sida, ¿qué ibas a decir?]
[¡Oh,
cierto! U-Um…] Sid dudo, pero entonces parecía que se decidió. [He oído muchas
historias de cuán increíble este caballero Allen es… así que me preguntaba por
qué no tiene apellido. Si ni siquiera todos sus logros son suficientes para
merecerle uno, entonces no veo por qué alguien más siquiera lo intentaría.]
No
podía evitar ver sorprendida a la maid en entrenamiento.
[Bien
dicho.] Anna la alabo. [Estoy impresionada que hayas captado eso.]
[¡G-Gracias,
señora! Yo estaba, um, pensando en ello también, pero o-oí de una de las antiguas
maids decir que “Allen no puede quedarse como está”.]
[Oh-ho.]
Una siniestra luz entró en los ojos de Anna. Aunque podía no parecerlo, nuestra
ama de llaves tomaba su trabajo extremadamente en serio. Nii-sama prácticamente
era de la familia, y ninguna maid Leinster se saldría con la suya diciendo
tales cosas—
[¡E-Ella
no estaba siendo despectiva con él!] Sida añadió dudosa, entiendo nuestro
malhumor. [Ella dijo “¡Para los hombres bestias sin hogar e inmigrantes como
yo, es la esperanza misma! ¡Simplemente él debe mover el mundo!”]
Anna
y yo compartimos una sonrisa. Nii-sama al parecer ya había ganado más apoyo del
que habíamos notado.
[Sida,
hay razones por las que Nii-sama no ha subido a un estrato más alto.] Le
respondí a la maid en entrenamiento. [Es una difícil situación.]
[Pero
seguramente cambiará.] Anna guiñó, retomando la conversación mientras abría las
cortinas de la ventana. [En efecto, diría que es simple. Y ya que el papel de
Lady Lydia en ese cambio no se tiene ni que decir, la influencia de Lady Lynne
no puede ser descartada.]
Nuestra
ama de llaves tenía razón, pero desearía que no fuera tan rápida para burlarse
de nosotras.
[Te
presentará a Nii-sama si la oportunidad se presenta. Todo tendrá sentido una
vez lo conozcas.] Le dije a Sida, quien no parecía entender del todo nuestra
primicia. Entonces volví a Anna. [Me sorprendí de verte en la capital este.
¿Asumo que tus pendientes involucraban a Nii-sama?]
[Fue
su intento.] Anna respondió. [La señora insistió en acompañarme al principio.
No la había visto tan inquieta desde que Lady Lydia y Allen lucharon contra ese
dragón oscuro.]
[Ya
veo.]
[¡¿Un
d-dragón oscuro?!] La maid en entrenamiento exclamó mientras sus ojos se abrían
más. Ella se congeló por la sorpresa y entonces empezó a asustarse. [¿Un… un
d-dragón? ¡¿Cómo los m-mensajeros de la Gran Luna?! ¡M-M-My imaginación ya no
puede soportarlo!]
Fue
como observar mi pasada reacción. Dragones, sagrados para el culto de la Gran
Luna.
[Sida,
cálmate.] Dije. [Te contaré todo de las batallas de Nii-sama y Nee-sama en
algún otro momento.]
[¡S-Sí,
mi lady!]
Anna
me había entregado un regordete sobre de mi madre para Nii-sama. Y antes de mi
partida a la Academia Real, había visto a mi madre en nuestro jardín,
examinando con ánimos correspondencia de Nii-sama y su madre, así que—
De
pronto, un pensamiento me llego.
[¿Es
seguro que mi madre y hermana estén en el mismo carruaje?] Le pregunté a la ama
de llaves. [Nee-sama ha estado en un humor de perros. Aún está esperando
escuchar de Nii-sama, su reloj de bolsillo de pronto dejo de funcionar ayer, y
constantemente ha estado tocando la palma de su mano desde esta mañana.]
Si
las dos pelean… solo Nii-sama podrá detenerlo.
[No
te preocupes.] Anna dijo, riendo regocijadamente a pesar de mis miedos. [El
maestro está con ellas.]
[¿Crees
que él las detendrá? Sería propia de mi madre meterse con ella en momentos así.]
La
ama de llaves de mi casa respondió a mi preocupada mirada con una siniestra.
Así que mi madre sabía exactamente lo que estaba haciendo, y mis miedos acerca
de la conversación en el carruaje principal estaban fundados. Me imaginé a
Nee-sama poniéndose roja mientras saba su arma y usaba un Firebird. Sacaría una
segunda espada en su cintura en adición de su arma favorita.
[No
me parece lindo de ella.] Remarqué.
[La
señora actúa con el amor de una madre.] Anna respondió. [¡Lady Lydia debe ser
más abierta con sus sentimientos! Ha conocido ha Allen por más de cuatro años
hasta ahora. En ese tiempo, ella se ha distinguido con muchas logros y hazañas
que ahora la Dama de la Espada ahora se jacta de no solo una reputación
nacional, sino una continental. Y Allen la apoyó en todo eso. Solo su estrato
público es deficiente ahora.]
[Como
dije antes, no creo que Nii-sama desee un título. Sé que Nee-sama lo ama,
pero…] Sentí una leve punzada en mi corazón. Dudaba que alguien pudiera meterse
entre ellos. Estaban hechos el uno para el otro. Y aunque, simplemente no podía
soportar admitir la derrota.
[Sin
miedo, Lady Lynne.] Anna dijo. [Nada sabe lo que el futuro depara. Pero si Lady
Lydia sigue de vaga— ahem, perdóneme— una flor tardía, entonces alguien más
seguro se llevará a Allen pronto. Es mi opinión…]
Inhale.
[¿E-En tu opinión?]
Anna
cruzó sus brazos y pronunció. [Lady Stella es no para ser subestimada. Tiene la
tenacidad de ver en cualquier cosa que se haya propuesto hasta el amargo final.
De igual manera, oí que Miss Fose se ha estado acercando a Allen desde un
ángulo diferente. Y quien es de más cuidarse es… Miss Caren.]
[Puedo
entender a Lady Stella y Felicia.] Dije, asombrada. [Pero ¿Caren?]
Nii-sama
y Lady Stella ciertamente parecían entenderse entre sí. Pero Caren era su
hermana, incluso si no es de sangre. Me chocaba ya que son cercanos, pero nada
más o menos que eso.
[Qué
ingenua es, mi lady.] Anna dijo, moviendo su dedo.
[¿C-Cómo
así?]
Ella
medio dio una mirada malévola. [Esa es información clasificada. Mi
investigación de los gustos en mueres de Allen reveló—]
[¡¿N-Nii-sama
qué?!]
¡¿Q-Quién
podría haberse imaginado que ha estado estudiantes menudas cosas?!
Suspiré.
Entonces los rostros de Tina y Ellie me pasaron en la mente.
[En
resumen—]
Levanté
mi mano para detener a la ama de llaves. [No me digas, Anna. No sería justo si
solo yo lo supiera. Y no importa si Nii-sama tiene un gusto por mujeres de
cabello largo con orejas y colas de furros… ¡Mientras yo gane al final!]
[¡Vaya!]
Anna exclamó, sorprendida. [¡Querida! ¡Simplemente esplendido, mi lady!]
[¡E-Es
tan valiente, mi lady!] Sida dijo, mirando con reverencia.
[Oh,
y él aprecia las orejas de furros] La ama de llaves añadió, confirmando mis
conjeturas basadas en las ropas que le había dado a Nee-sama. [Y lo que es
más—] Ella susurró en mi oído. [Las señoritas se transforman cuando se dan
cuenta que están enamoradas.]
Me
sentí más agitada que en todo el día.
¿E-Eso
también va para mí? A-Aunque, Nii-sama nunca vería a Caren de esa manera— ¿o
sí? Están solos en la capital este en este momento. Q-Quién sabe qué
circunstancias podrían provocar— ¡Oh!
La
ama de llaves me sonrió. A su par, la maid en entrenamiento estaba sonriendo
con sus manos presionadas en sus sonrojadas mejillas.
[Anna.
Sida.] Dije lentamente.
[¡Yo
y el resto de la Corporación de Maids de Leinster nos quedaremos a su lado y el
de Lady Lydia siempre y cuando podamos ver esas divert— ahem, deslumbrantes
sonrisas en sus rostros!] Anna declaro con una sonrisa mágica. [¿Ese tiene
sentido para ti, Sida? ¡Entonces desde este momento en adelante, eres una
orgullosa miembro de la gloriosa Sociedad para Observar a Lady Lydia y Lady
Lynne en lo Público y Privado!]
[¡S-Sí,
señora!] Sida dio un exagerado saludo.
Qué
pelotudas. Le senté
una severa mirada a las sonrientes maids, pero fue en vano.
[¡Qué
increíble expresión!] Anna exclamó, encendiendo mi enojo. [Ven aquí, Sida. Te
enseñaré como usar un orbe mágico.]
[¡S-Sí,
señora! ¡Oh, wow! ¡Nunca antes había visto uno de cerca!]
¡Dios!
Miré
fuera de la ventana, donde las granjas se extendían hasta el bosque sin que me
diera cuenta. Entonces la vista se abrió para revelar un campo de flores tan
grande hasta donde mis ojos podían ver. Abrí la ventana, saqué mi cabeza, y
vislumbré la villa— un edificio de ladrillos rojos rodeado por altos muros en
lo alto de una loma.
Querida
abuela y querido abuelo, ¿cómo han estado?
✽✽✽✽✽
Una
vez pasamos las masivas y gruesas puertas de acero, corto viaje en carruaje nos
llevo al frente de la casa principal. Los sirvientes de los abuelos se
alinearon para recibirnos, aunque realmente no necesitaban molestarse.
[Oh,
Lynne.] Una amable voz resonó tan pronto bajé del carruaje.
[¡Abuelito!]
Lancé mis brazos alrededor de Leen Leinster— un hombre delgado y alto con una
gentil sonrisa y unas manchas grises en su crespo cabello rojo— mientras se
acercaba desde atrás. Debió haber estado en el trabajo, porque estaba vestido de
granjero y tenía un sombrero de paja en su cabeza. Alguien no lo sabría al
verlo que él fue el antiguo duque.
[¿Soy
yo, o has crecido otra vez?] Mi abuelito preguntó, palmeándome mi cabeza.
[¿Cómo vas en la Academia Real? Oí que hiciste amigas. Estamos esperando otra
buena cosecha de esa miel que te gusta tanto. ¿Qué diría si hiciéramos dulces
juntos?]
[Dios
mío.] Una voz serena se unió desde atrás. [¿Cómo se supone que responda todas
esas preguntas a la vez? Es bueno verte, Lynne.]
[¡Abuelita!]
[Querida.]
Lindsey Leinster dijo mientras dejaba a mi abuelito y la abrazaba. Como él,
estaba vestida de granjera y con un sombrero de baja— ellos eran una unida
pareja. Sus escarlatas trenzas eran tan hermosas como siempre. Mi abuelita era
cerca de mi altura y juventud, aunque era imposible saber su edad exacta.
Podría hacerse pasar por mi hermana, aunque encontraba su radiante expresión
tranquilizadora.
[Veo
que estás sedienta en cariño, Lynne.] Ella sonrió. [El uniforme escolar se ve
adorable en ti.]
[¡Ni
que lo digas!] Respondí. [Pero solo contigo, abuelito… y Nii-sama.]
[¿Nii-sama?]
Ella repitió. [¡Oh, te referías al joven Allen! ¿No está contigo esta vez?]
[Se
quedó atrás en la capital este. ¡Pero me dejo mucha tarea!] Me hice atrás,
luego tomé la libreta escrita a mano de mi bolsa y se los presenté. ¡Sus
páginas estaban llenas con ejercicios que oscilaba desde lanzar en silencio un
hechizo que podría encontrar un poco desafiante hasta conjurar dos Firebird a
la vez!
[Vaya.
Eso sí que es algo.] Mi abuelito remarcó sin más.
[Muy
impresionante.] Mi abuelita añadió. [Lisa, ¿él se nos unirá?]
[Es
lo que me gustaría saber, pero esta chica sigue alargando las cosas.] Mi madre
dijo con una mirada sobre Nee-sama. Tenía un vestido carmesí y se había bajado
del carruaje delante de nosotros. Luego de agitar su cabeza, se dio la vuelta a
mis abuelitos y dijo. [Padre, madre, es bueno estar en casa.]
Detrás
de ella estaba mi padre, luciendo demacrado, y Nee-sama, vestida en su uniforme
de guardia, con sus puños apretados y sus hombros temblando.
O-Oh
vaya.
[¿Qué
tenemos aquí?] Anna dijo. [Lily.]
[Ahí
voyyyy.] La joven de cabello escarlata respondió mientras desplegaba un paraguas.
[Alístense todos.]
[¡Sí,
señora!]
A
su orden, todas las maids se dispusieron a bajar mesas y sillas de nuestros
carruajes. Mientras arreglaban los inmuebles, Lily lo circulo con poderosas
barreras resistentes al fuego con muchas gruesas capas.
Mi
madre ignoró los procedimientos y continuó su reporte a mi abuelita. [Allen ha
crecido en un estupendo joven. Dudo que la familia real, por no hablar de las
otras casas ducales, serán capaces de ignorarlo por mucho más tiempo. Los
Howards ya están moviéndose. Pero Lydia es tan inmadura para su edad— ¿Me
preguntó de quién lo sacó? —que estoy empezando a preocuparme.]
¡¿R-Realmente
es el momento para echarle leña al fuego?!
Me
desplomé en mi silla, y una copa de porcelana blanca de inmediato apareció frente
a mí. Sida se veía nerviosa mientras me servía té helado.
Nee-sama
había estado mirando el campo conforme a la explicación de nuestra madre.
Ahora, levantó su cabeza y dijo. [¡Tú! ¡No! ¡Tienes! ¡Nada! ¡Que! ¡Preocuparte!
No tengo ninguna intención de dejar que alguien lo tomé de—]
Ella
se detuvo mientras nuestra madre y abuela ponían sonrisas idénticas. Todo había
sido una trampa— una diseñada para engañarla ara vociferar sus verdaderos
sentimientos.
[Bueno,
sí dices eso.] Nuestra madre dijo.
[Lydia
simplemente adora al joven Allen.] Nuestra abuela sonrió. [No puedo esperar a
ver las caras de mis bisnietos.]
Nee-sama,
en contraste, bajo la cabeza. No dijo una palabra ni movió un músculo, aunque
innumerables ascuas de fuego empezaban a llenar el aire alrededor de ella, y su
maná agitó el suelo. Sida gritó y se aferró a mi espalda mientras grietas
empezaban a formarse en las gruesas ventanas de vidrio de la villa. Entonces
Nee-sama levantó su cabeza con excepcional resolución.
¡O-Oh
no!
[¡A-Anna!]
Grité.
[¡Sí!]
La ama de llaves intervino. [Por aquí, señores.]
[Oh
sí, ya veo.] El abuelito respondió. Mi padre le siguió con menos entusiasmo
mientras ambos se retiraban a mi posición.
[¿También
debería moverme, Anna?] Mi abuelita preguntó mientras se quitaba su sombrero de
paja y lo sostenía con ambas manos.
[Está
perfecta donde está, venerable señora.] Anna respondió. [Permítame cuidar de su
sombrero.]
[Gracias.]
Mi abuelita libero una musical risa.
Anna
tomó el sombrero de ella mientras las otras maids huían al refugio de la
barrera resistente al fuego. Sida balbuceó en asombro mientras numerosos muros
de agua y piedra sobrepuestos se alzaban alrededor de nosotros.
[Madre.]
Nee-sama dijo brillantemente. [Has dicho más de la cuenta últimamente. Allen y
yo no somos el uno para el otro. Alguna otra chica me lo quitará. No se me unió
este verano porque está harto de mí. La lista sigue. ¿No crees que has dicho
demasiado?]
[¿Será?]
Nuestra madre respondió, animada. [Allen está madurando constantemente, pero
las únicas cosas acerca de ti que han mejorado en los pasados cuatro años son
tu esgrima y lanzamiento de hechizos. Espero que te des cuenta que tomará más
que solo eso para mantener tu lugar a su lado.]
Las
ascuas de fuego tocaron la barrera y se esparcieron por todo el lugar. Observé
alrededor de mí y vi que mientras Anna y las otras maids veteranas eran las
mismas de siempre, todas las nuevas chicas y aprendices— Sida incluida— tenían
los rostros pálidos y charlando entre dientes.
[Yo…
¡ya sé eso!] Nee-sama respondió. [¡P-Pero ese no es asunto tuyo, así que
quédate fuera de esto!]
[Ciertamente
no puedo. Lydia, eres demasiado dependiente de Allen.] Nuestra madre suspiro.
[Si continuas por este camino, entonces Stella, o quizás Felicia, ellas—]
Antes
de terminar su oración, un Firebird tomó vuelo sin advertencia. Sida y sus
amigas aprendices estaban demasiado sorprendidas por esas palabras. La
siniestra ave de incineración total era el símbolo de la Casa de Leinster y el
hechizo supremo de fuego. Aunque mi madre la partió en dos con el borde de su
mano, destruyéndolo.
[¡¿Qué?!]
Unas cuantes maids exclamaron, asombradas por el espectáculo.
[Santo
Dios, qué juguetonas que son ambas…] Ese fue el comentario de mi abuelita,
quien se paró a observar.
C-Creo
que su definición de “juguetonas” es demasiado amplio.
Mi
hermana chasqueó su lengua y retiro sus dos espadas.
[¿Qué
debo hacer contigo?] Mi madre se bajó de hombros. [¡Anna!]
[¡A
sus órdenes!] La ama de llaves lanzó un paraguas blanco. ¿Por cuánto tiempo lo
había estado sosteniendo?
Con
un hermoso gesto, mi madre atrapó el paraguas y se lo apunto a mi hermana.
[Habría usado una espada si Allen estuviera aquí, pero esto servirá contigo.]
[¡Bien
por mí!] Mi hermana preparó su espada para atacar, mientras nuestra madre la
esperaba con una sonrisa complaciente.
No
pude suprimir un suspiro. [¿Por qué siempre, siempre deben hacer esto? ¿Te
unirás, Lily?] Le pregunté a la autoproclamada maid, quien estaba sentándose
frente a mí, aunque no había notado su llegada.
[¿Qué?
No jodas.] Ella respondió en su usual cantadito tono. [Luchar conta ambas sería
como pedir tu sentencia de muerte.]
[Observe
con cuidado, Lady Lynne.] Anna intervino. [Ambas están por empezar.]
Levanté
la mirada mientras Nee-sama corrió al frente a una velocidad increíble. Un
Firebird apareció sobre nuestra madre, bajando directamente a ella. Ella
desplegó su paraguas en el camino del ave del terror, el cual se desintegró en
la colisión.
Mi
hermana saltó y giró, bajando diagonalmente sus espadas al final de su
rotación. [¡Prepárate!]
[¡¿Esa
es la forma de hablarle a tu madre?!] Nuestra madre cerró su paraguas y bloqueó
ambas espadas. El peso del golpe recayó en el suelo, y el choque de onda
demolió varios muros de agua y piedra. El ataque de mi hermana continuo, pero
su asombrosa ráfaga de rápidos ataques fue detenida con facilidad.
Un
movimiento horizontal convirtió un ataque doble en un corte poco convencional.
Las dos espadas se movieron como si tuvieran vida propia. Dudaba que pudiera
haber bloqueado su primer ataque.
Aunque,
¿qué con ese paraguas?
Anna
asintió mientras lentamente servía té en mi copa y a nadie más. Lily se estiró,
quejándose que estaba “tan cansadaaaa.”
Su
pecho sí que es enorme. ¡Simplemente deplorable!
[Allen
escogió ese paraguas perfectamente ordinario en la capital real.] La ama de
llaves explicó, su mirada se postró en el pecho de Lily y su rosto carente de
emociones. [Me atrevo a decir que la habilidad de la señora para bloquearlo con
eso es un testamento de su habilidad y maná.]
Me
tomé un momento para comprenderlo. [Pero me parece que Nee-sama está bastante
seria.] Dije.
[Blandir
dos espadas es una nueva técnica de Lady Lydia.] Anna respondió. [Pero su
fuerza varia bastante dependiendo de su cercanía con Allen. Este resultado me
parece bastante natural.]
[Oh,
creo saber a lo que te refieres.] Dije. [Cuando Nii-sama está con ella,
prácticamente se declara invencible para todo aquel que escuche, pero realmente
se libera cuando él no está cerca.]
[Ella
es como una persona diferente sin Allen.] Lily asintió, reposando la parte
superior de su cuerpo en la mesa. [Y mucho más propensa a la soledad de lo que
creerías. Justo el otro día, la encontré boca abajo en su escrito sobre una
hoja de papel, gimiendo “te extraño”.]
“Wow”
Eso fue todo lo que pude decir.
M-Mi
imagen de Nee-sama está pendiendo de un hilo. Digo, todo eso es encantador,
pero vaya.
Claro,
me recordé que ella es una fuerza a tomar en cuenta cuando Nii-sama no estaba
cerca. Aunque un habilidoso oponente como nuestra madre ponía en evidencia la
diferencia que él hacía.
Nee-sama
cayó, quizás dándose cuenta que no estaba haciendo progreso. Nuestra madre una
vez más desplegó su paraguas, aparentemente contenta de esperar. Las maids, siendo
rápidas trabajadoras, tomaron la oportunidad de reforzar sus muros de piedra y
agua.
[Santo
Dios, parece que ustedes dos lo están disfrutando.] Lo dijo mi sonriente
abuelita, quien continuó observando desde las afueras. [¿Te importaría si me uno?]
Diablos.
Incluso ella está emocionada ahora. ¡Oh, Nii-sama! ¡Cuánto desearía que
estuvieras aquí!
Nee-sama
miró a nuestra abuelita, luego desplazó sus espadas a una posición defensiva y
le fijo una mirada a nuestra madre. [Tengo cosas en mente.] Ella dijo. [No me
digas qué hacer, madre.]
[¿Te
das cuenta que tenía 16 cuando atrapé a Liam? Y Richard nació solo—] Otro
Firebird interrumpió las palabras de nuestra madre, pero ella aplastó su cabeza
solo con su mano.
Sida
estaba balanceándose detrás de mí, evidentemente sorprendida como para hablar.
Las nuevas maids parecían estar a punto de desmayarse. Las veteranas, en
contraste, estaban gritando de la emoción. “¡Lady Lydia se ve tan apuesta!”,
“¡Y la señora también!”, “¡Puede que nunca consigamos otra oportunidad como
esta! ¡Graben, pero ya!”, “¡Y la señora también!”, y un coro de “¡Sí, señora!”
se escuchó; eran tan rápidas para adaptarse.
Nee-sama
se plantó, liberando un llanto de frustración, y gritó, [¡Madre! ¡¿Por qué
dices cosas como esa?! ¡Eres la Duquesa Leinster, así que actúa como tal!]
[Lo
sé; es por eso que diga esas cosas. No pretendas que no te emocionas siempre
que pasas una noche en los aposentos de Allen.] Nuestra madre respondió. [Oh,
pero para que sepas, él no hará nada. Fui bastante clara con él en ese tema.]
Nee-sama
apretó sus dientes. Muy pocas veces verías a Lydia Leinster, la Dama de la
Espada, en tal desventaja.
Y-Y
por “hará nada”, se refería… ¡E-Es demasiado pronto para eso!
[Creo
que tenía 16 cuando me fugué con Leen.] Mi abuelita intervino, levantando una
escoba cercana y girándola. [¿Tienes algo contra ese joven, Lydia?]
[¡Claro
que no!] Mi hermana gritó, ondeando sus espadas. [¡Nunca podría odiarlo! ¡Ni
siquiera si el mundo terminara! Allen es mi única y sola—] Ella se detuvo
repentinamente a media palabrería y se puso roja.
Su
inquebrantable amor sin límites por Nii-sama propició declaraciones de nuestra
madre y abuelita.
[Allí
tienes tu respuesta. Si solo tuvieras “ovarios”.]
[El
amor es todo sobre ofensiva. Nunca dejar de atacar.]
Nee-sama
gruñó, bajando su cabeza, y temblando de la vergüenza. Sin Nii-sama, esas dos
eran más que suficientes para dejarla sin argumentos. Lo que significaba que lo
que venía después sería…
[¡Anna!]
Grité. [¡Anna!]
[Anna,
a sus servicios.] La ama de llaves respondió, aún grabando con su orbe de vídeo
mientras se me acercaba.
[¡Fortalece
los muros y barreras! ¡También te ayudaré!]
[Claro.
Lily, tenemos trabajar que hacer.]
[Sí,
señora.] Dijo la joven quien había estado descansando a mi par. Se puso de pie,
y esa simple acción hizo… ¡Hizo que su pecho rebotara!
Mientras
luchaba con sentimientos de derrota, Lily se dispuso a añadir sus magníficas
barreras resistentes al fuego, inconsciente a las vengativas miradas que Anna y
la mayoría de las otras maids le dirigían a su pecho. Salí de mi melancolía y
me uní, mientras las maids fortalecían sus defensas de agua y piedra. Y casi al
mismo momento que completamos nuestras fortificaciones… Nee-sama lentamente
levantó su cabeza. Su genuina sonrisa me asustó.
Un
ingenuo movimiento de su espada llenó el aire con ardientes ascuas, las cuales
se transformaron en fieras dagas antes de hacer contacto con nuestras defensas.
Perforaron a través de docenas de muros de piedra y agua con facilidad y
cortaron la mitad de las barreras resistentes al fuego antes de disiparse.
S-Su
maná carece de fe.
Sida
finalmente llegó a su límite y se desmayó con un pequeño suspiro. Otras
inexperimentadas maids siguieron su ejemplo. Las veteranas se preocuparon por
sus jóvenes colegas sin bajar sus orbes de vídeo. Qué terrible hábito habían
adquirido.
[Madre.]
Mi hermana dijo brillantemente. [Hoy, no te mostraré piedad.]
“Oh,
¿en serio?” Nuestra madre respondió con tranquilidad, seguido de un animado
“Vaya, menudo maná” de nuestra abuelita.
[Apreció
que rechazaras muchas propuestas de cualquieras por mí.] Mi hermana continuó.
[Pero eso no tiene nada que ver conmigo, uh—] Su voz se degradó a un pequeño
susurro. [Casarme con Allen, así que, um…]
[No
puedo escucharte, Lydia.]
[No
te burles de ella, Lisa. En el fondo, ella no puede esperar a estar con su
hombrecito, y quiero suficientes niños para una pequeña orquesta.] Mi abuelita
rio. [Oh, Lydia, qué chica más traviesa eres.]
Molesta
por las palabras, mi hermana cruzó sus espadas y las levantó sobre su cabeza.
Un Firebird apareció y se zambulleron, solo para que ella absorbiera sus
llamas. Dos alas gemelas de fuego se extendieron de su espalda mientras sus dos
hojas escarlatas brillaban. ¡Ella estaba ejecutando el arte secreto de nuestra
casa, la Espada Escarlata, ¿con dos armas?!
Nuestra
madre suspiro y acarició su frente. [¿Cómo puedes usar la Espada Escarlata
contra tu propia madre?]
[Bien
bien.] Nuestra abuelita dijo, sonriendo. [Ha hecho un buen progreso.]
O-Oh
vaya. E-Ella está furiosa.
Su
rabia estaba quemando mi piel a través de al menos cien barreras resistentes al
fuego. Una palabra de Nii-sama la habría convencido de detenerse, pero…
¡Oh!
¡C-Claro! ¡Mi padre y abuelito están aquí! Dos generaciones de Duques Leinster
de seguro le pondrán un algo a— E-Espera, ¿dónde están?
[Si
está buscando a los maestros.] Anna dijo, respondiendo a mi confusa apariencia.
[Dijeron, “No hay nada que podamos hacer. Pídeles que terminen para antes de la
cena,” y “Estaremos descansando de nuestra rutina diaria.” Generaciones de
caballeros Leinster se han resignado a sentarse y ver a las damiselas de su
casa— ¡Una sabia decisión que debemos tratar de emular!]
Las
ideas de la ama de llaves eran desconcertantes como siempre.
En
ese punto, una maid con cabello azul pálido emergió de la casa y le dijo algo a
Lily, quien respondió. [¿Qué? ¿De Emma?]
[Sí,
señora. Por favor, venga de una vez.]
La
asombrada joven corrió al interior con su largo cabello escarlata ondeando
detrás de ella.
¿Había
pasado algo en la capital real? Emma, nuestra numero cuatro de la Corporación
de Madis, estaba asistiendo a Felicia allí.
Un
torrente de maná regresó mi mirada a Nee-sama, quien estaba haciéndose al
frente y sosteniendo sus espadas detrás de ella mientras sus ardientes alas
crecían en poder.
[No
tienes remedio.] Nuestra madre dijo, ostentosamente abriendo su paraguas.
[Aunque, ¿estás segura?]
[Es
demasiado tarde para rogar por tu vida.] Mi hermana respondió, viéndose
sorprendida.
[Allen
escogió este paraguas en la capital real, sabes. No podrá soportar ese golpe.
La siguiente vez que lo vea, tendré que decir que la tomaste contra él y lo
quemaste.]
Nee-sama
se tambaleaba como si estuviera mareada. [¡C-Cobarde! ¡¿Cómo te atreves a
esconderte detrás de él?!]
[No
soy yo quien saco las espadas. Ahora, estoy esperando. Si no vienes a mí…]
Nuestra madre dio un paso al frente. Al instante, estaba justo frente a
Nee-sama, quien retrocedió por el rápido ataque de su paraguas cerrado y se
hizo atrás.
[Santo
Dios, Lydia, tu concentración se está desmoronando.] Nuestra abuelita levanto
su pecho y liberó un Firebird escarlata— ¡un hechizo supremo de Lindsey
Leinster, conocido como “Cielo Escarlata” que había detenido al antiguo
Principado Etna en solo tres días!
Mi
hermana ni siquiera tuvo la oportunidad de evadirlo antes que el Firebird la
impactara de frente. Aunque era la imbatible Dama de la Espada. Sus hojas
traspasaron el hechizo, llenando el aire con remolinos de llamas que demolieron
varias de nuestras barreras. Me dispuse a reforzar el resto sistemáticamente.
Dónde
está Lily cuando—
La
joven de cabello escarlata salió de la casa y murmuro algo al oído de Anna.
Ambas lucían… ¿ansiosas?
Nee-sama
se retiró otra vez para recuperar su balance.
[¡Hiciste
ver fácil cortar eso, Lydia!] Nuestra abuelita exclamó. [Realmente has crecido.
¿Es la influencia del joven Allen, me preguntó?]
[También
es una debilidad.] Nuestra madre añadió. [Lydia, tu espalda está descubierta.]
Ella ya había rodeado a mi hermana, quien vio por sobre su hombro y trato de
interceptarlo usando sus alas de fuego. Pero nuestra madre las disperso con su
paraguas.
Fue
entonces que Anna y Lily intervinieron.
¿Qué?
[Perdone
mi impertinencia.] La ama de llaves dijo, apretando la mano de mi madre.
[¡Es
una emergencia!] Lily gritó, haciendo lo mismo con mi hermana.
La
vista de sus pálidos rostros causó que mi madre bajara su paraguas. Luego
Nee-sama dispersó sus alas y enfundó sus espadas.
[¿Qué
pasó?] Mi madre preguntó.
[¿Estás
bien, Lily?] Mi abuelita añadió con evidente preocupación. [Te ves pálida.]
Nee-sama
sacó su reloj de bolsillo, el cual había dejado de funcionar el otro día, y
empezó a abrir y cerrar su tapa.
[Por
favor.] Anna dijo. [Por favor escuchen con calma lo que estoy a punto de
decirles.]
Cuando
terminó de hablar, silencio gobernó el lugar que había estado tan avivado solo
hace unos momentos atrás. No podía dejar de temblar.
No.
N-No puede ser cierto. ¿Por qué su casa haría tal cosa en la capital real? Y… Y
eso…
Nee-sama
había estado viendo su reloj de bolsillo en toda la explicación. Pero antes que
Anna terminara, abruptamente cerró su tapa y empezó a salir de la casa.
[Lydia,
¿a dónde vas?] Nuestra madre había preguntado, tomando el delgado brazo
izquierdo de mi hermana mientras corríamos a su lado.
[¿Tienes
que preguntar?] Ella respondió, luchando por contener sus emociones. [Voy a la
capital este. Dónde está Allen. Dónde pertenezco.]
[Debes
darte cuenta que es… es demasiado tarde.] Nuestra madre argumentó, aunque sus
ojos estaban frenéticos. [Debemos concentrarnos en reunir información por
ahora.]
Mi
hermana agitó su brazo izquierdo para liberarse y murmuró. [Ya sé eso. Pero…
Pero… ¡Pero…!]
Mi
madre la tomó por las manos y la encaró de frente. [Lydia, cálmate. No te
preocupes. Todo estará bien, lo prometo. Allen es un chico fuerte— el más
fuerte. Deberías saberlo mejor que nadie.]
Una
sola lágrima bajo por la mejilla de mi hermana. Entonces, en una restringida,
pero apagada voz, dijo. [Madre, si lo pierdo— Allen… ¿cómo se supone que pueda
seguir viviendo? ¿Cómo puedo eguir caminando por un mundo oscuro sin él? Él es…
Él es… ¡Él fue el único que me salvó! Él es mi solo y único…]
Ese
fue su límite. Ese día, Nee-sama— Lydia Leinster, la Dama de la Espada,
inigualable en fuerza, nobleza, dignidad, y belleza— regreso a ser una chica
frágil y estalló en lágrimas. El reporte que causó su transformación fue la
mala noticia de:
[Rebelión
por los nobles retrógrados del Duque Algren. La Capital Real y el palacio están
en llamas. Lord Richard, sus caballeros de la guardia, y el Cerebro de la Dama
de la Espada lucharon contra los rebeldes en la capital este— paraderos
desconocidos.]
No hay comentarios:
Publicar un comentario