Capítulo 4
Nueva Resolución
[Vaya, eres increíble, Príncipe Wolf.]
El Duque Ortol dijo.
Ella, como también el Duque Durande,
Duque Anthalo, y Wolf, todos estaban rodeando una mesa de roble y bebiendo
vino. Estaban en un lujoso cuarto de la villa del Duque Anthalo, situada en la
capital del área residencial de los grandes nobles.
[En efecto, tu estratagema y la forma
que lo realizaste fue en verdad brillante. El Reino de Calvania es
prácticamente suyo.]
Los tres duques solo seguían alabando a
Wolf, quien estaba bebiendo su vino mientras se sentaba en su sofá con sus
piernas cruzadas.
[Hmph.] Él suspiró, sin responderles,
mientras terminaba su copa y se servía una nueva.
[¡Al fin! ¡Por fin logramos hacer que
la desagradable familia real cayera! ¡Desde ahora en adelante, seremos capaces
de saborear el deleite de la guerra bajo su comando, Príncipe Wolf! ¡Gahaha!
¡No puedo esperarlo!] El Duque Duran se regocijó, como, más que incrementar el
territorio del país, solo quería invadir otras naciones por el gusto de la
guerra.
[Estamos entrando a una era turbulenta.
Con un débil rey como Alvin, este país y sus personas no sobrevivirían. Solo un
verdadero rey fuerte como usted, Príncipe Wolf, es digno de gobernarlo todo.]
Al Duque Ortol no le preocupaba su gente mientras ella estuviera bien. Mientras
pudiera vivir extravagantemente, no le podría importar menos en lo que el país
se convertiría. Es por eso que estaba alegre que había abandonado el bardo
hundiéndose y entrar al lado ganador.
[Aunque estoy profundamente
impresionado por su previsión, Su Alteza. Es un verdadero honor que yo, LeMay
de Anthalo, sea parte de su supremacía.] En realidad, había sido el primero en
hacer contacto con Wolf. Era el típico ejemplo de unirse al enemigo cuando no
podía derrotarlos. Era un narcisista que pensaba que tenía grandes habilidades
porque había logrado conseguir un buen pedazo de territorio dentro del imperio.
Los tres habían traicionado fácilmente
a Alvin. Le juraron alianza a Wolf al instante que les prometió que lograrían
gobernar las tierras del reino luego que fueran absorbidas por el imperio.
[¡Además, tengo que decir que los
engranajes espirituales del imperio son increíbles!] El Duque Durande dijo
mientras miraba a la espada mecánica colgando en su cintura— un engranaje
espiritual.
[En efecto, no me imaginaba que tales
espadas existieran en este mundo.]
[Hacen lucir a las espadas mágicas
rango Atzilt como basura. Son las espadas de la nueva era. Ahora que hemos
probado su poder, no podemos volver a las tradicionales y viejas espadas
mágicas.]
El Duque Ortol y Duque Anthalo
acordaron mientras acariciaban sus propios engranajes espirituales. Todos
habían recibido uno como una prueba de su alianza con Wolf. Estaban encantados
con su abrumador poder y ya no les importaban sus espadas mágicas, los
compañeros con quienes habían compartido su destino hasta ahora. Habían vendido
todas sus almas al imperio.
El Duque Durande asintió. [¡Con ellas,
no tenemos que temerle a ese Bárbaro!]
[Tristemente, Sir Sid ha estado
esparciendo esa antigua técnica— la Voluntad, le llaman— entre los escuderos y
está ganando su respeto… Sin embargo, ahora seremos capaces de hacerles entrar
en sí.] El Duque Anthalo dijo.
El Duque Ortol aceptó. [Podemos
conseguir poderosas espadas solo obedeciendo al imperio. Es claro como el día
que la Voluntad no será necesitada en la era entrante.]
[En efecto. Deberíamos empezar al
seleccionar a los caballeros en los que podamos confiar y distribuir los
engranajes espirituales lentamente. Entonces…]
Los tres duques continuaron discutiendo
sin más, llenos de emoción.
Hmph. Solo son una panda de basura que
vendieron su país.
Wolf los maldijo, asombrado por lo sinvergüenza que eran.
La verdad era que él en realidad no
confiaba en ellos. Si podían traicionar una vez, entonces serían capaces de
hacerlo otra vez. Sin embargo, tan fuerte como era la Orden Imperial de
Caballeros, no podía tomar a la ligera las órdenes de caballeros mágicos de las
tres casas ducales. Si luchaba contra ellos, el imperio sufriría algunas
pérdidas, lo cual sería una perdida, considerando cómo el reino demoniaco del
norte seguía amasando fuerza. Quería evitarlo, y es por eso que los trajo de su
lado. Mientras fuera cuidadoso con el número de engranajes espirituales que les
diera, fácilmente podía lidiar con esos idiotas.
En ese sentido, estaban aprovechándose
de sí mismos. Y ¿cómo podría llamarse un gobernador supremo si no era capaz de
domar a unos cuantos aliados maliciosos? Además…
Si puedo hacer Alvin… no, la Princesa Alma,
mía, no me importa traer a esa basura a mi lado. Wolf sonrió antes de tragarse su
vino.
Los tres duques eran ignorantes acerca
de los pensamientos de Wolf mientras continuaban bebiendo el vino y hablaban.
[¡Aunque, pensar que el Príncipe Alvin
era mujer! ¡Ese maldito Rey Auld nos engañó! ¡Ese ingrato dios idiota!]
[¡Claro! Pero eso explica por qué,
desde la anterior generación, las Damas del Lago han estado tratando lentamente
de cambiar la legislación para hacer posible tener a una mujer de rey… una
reina…]
[Sin embargo, la ley que prohíbe a una
mujer ser un rey aún está aquí e implantada en la mente de las personas. Así
que ahora, el Príncipe Alvin no puede ser rey.]
[¡Si el príncipe en verdad hubiera sido
un hombre, la facción pudo haber tratado de revirar la situación, pero ahora,
es imposible! ¡Ganamos! ¡Esta es la victoria del Príncipe Wolf!]
[¡Un brindis por la supremacía del
Príncipe Wolf!]
[¡Juramos eterna alianza a Su Alteza
Wolf!]
Chocaron sus vasos, teniendo horrendas sonrisas
ya que no dudaban de su victoria y gloria por ningún minuto.
Sintiéndose enfermo de su nauseabunda
vulgaridad, Wolf se paró y fue.
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[Alma… Realmente estoy impresionado que
tu delicado cuerpo se las arreglara para soportar proteger tu país de esta
basura.] Wolf murmuró mientras caminaba por el corredor de la villa. [Estuvo
bien que viniera. Una frágil mujer como tú no puede ser rey, un pilar
soportando todo. No necesitas caminar por tal infeliz camino. Tienes que ser
más feliz que nadie. Te salvaré y haré feliz. Te daré todo lo que quieras.] Él
declaró.
Mientras caminaba, una cierta escena de
su infancia vino a su mente.
[Estoy seguro que no lo recuerdas, pero
yo…]
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Los padres de Alvin y Wolf— el anterior
Rey Auld y el actual Emperador Richard Noll Dragnir— eran viejos amigos quienes
a menudo visitaban el país del otro, lo cual profundizó sus relaciones
diplomáticas.
Cerca de hace diez años, Richard visitó
el Reino de Calvania, acompañado por Wolf. En ese entonces, Wolf ya era un niño
bastante malicioso y, aburrido por la plática de su padre y Rey Auld,
secretamente se metió para explorar el gran Castillo Calvania.
Mientras vagaba, perdió su camino y de
alguna forma llegó a una dimensión diferente dentro del castillo. Y allí… él se
reunió con Alvin— Alma.
Era una completa coincidencia.
En ese entonces, ya había decidido que
tenía que vivir como un chico— como Alvin— y fue forzada a actuar como uno.
Pero pensarlo era demasiado cruel para un chico, Auld le permitió volver a ser
una chica— ser Alma— en ciertos días y solo en una de las dimensiones secretas
en el castillo.
Los niños tienen cierta afinidad con
las hadas, permitiéndoles sentir su presencia fácilmente. De igual forma, era
fácil para los niños perder su camino y caer al mundo de las hadas, la cual era
parte de una dimensión diferente.
Por ello, para Wolf y Alma encontrarse
ese día, en ese tiempo, en tal lugar, era toda una coincidencia. Solo podía ser
llamado un milagro, o destino. Después de todo, una reunión sí no debió haber
sido posible que pasara.
[¡Aahaha! ¡Hey, ¿quién eres?! ¡¿De
dónde viniste?!]
La dimensión diferente estaba bañada en
luz solar, y una joven chica parada a la par de una calmada fuente. Usaba un
adorable vestido, tenía un hermoso cabello rubio brillante, grandes ojos
redondos que parecían zafiro, y desplegaba una liberal sonrisa. Era tan pura e
inocente, tan inmaculada y imperturbable, era como si no conociera que la
malicia existiera en el mundo. Se sentía tan divina. Incluso dudó en
acercársele.
La inocencia de Alma perforó el alma de
Wolf mientras agitación pasaba por su cuerpo. En ese instante, su todo se
volvió para ella.
En ese entonces, Alma era demasiado
joven para entender cuán grave sería para el mundo saber que ella era una
chica. Sin embargo, Wolf era diferente. Ya era bastante listo para darse cuenta
que absolutamente tenía que esconder el hecho que se había reunido con Alma en
este lugar secreto. Como tal, mintió y se presentó con un nombre falso.
Naturalmente, la inocente Alma no dudo
nada de lo que decía. Sonrió y tomó su mano. [¡Tenko no está aquí hoy, juguemos
juntos!]
Luego de eso, jugaron juntos por todo
el día en la orilla del manantial. Corrieron alrededor, se lanzaron agua,
sostuvieron sus manos, rieron mientras rodaban en el césped, y así.
El tiempo paso cuando te diviertes, y
Wolf, quien absolutamente tenía que ocultar el hecho que se había reunido con
Alma, sin ganas le dijo adiós.
[Algún día… juguemos otra vez juntos.]
Hasta el último momento, la sonrisa de
Alma continuó tomando el corazón de Wolf. Luego de eso, mucho pasó, y Wolf no
fue capaz de volver al reino otra vez, haciéndolo su último encuentro. Esto es,
hasta ahora…
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[Alma. Vine aquí para salvarte.] Wolf
murmuró mientras observaba las calles de la capital desde la terraza de la
villa, y el viento nocturno estaba agitando su cabello. [Eres una mujer. No
tienes que ser rey. Solo deberías sonreír inocentemente a mi par. No pienses,
solo obedéceme. Hice muchas cosas crueles por ti, pero eso fue por tu propio
bien que—]
[Príncipe Wolf.] De pronto, una mujer
apareció de la oscuridad, interrumpiendo a Wolf.
Era una mujer de anteojos usando un
manto blanco con una capucha escondiendo su rostro. Por su voz, Wolf podía adivinar
estaba cerca de la edad de él, pero exudaba una extraña presencia.
[Oh, eres tú.] La enfrentó sin estar
alerta por su repentina aparición.
Era natural. Después de todo, ella era
una de sus más confiables retenedores y la más distinguida de sus servicios.
Era quien había creado los engranajes espirituales, produjo en masa, y los
esparció a la armada del imperio. También era quien le había presentado al
caballero blanco y su increíble fuerza. También era quien había envenenado
cobardemente al moderado emperador y lo hizo ver como una enfermedad. Y fue
ella quien hizo las primeras negociaciones con los tres duques. Ayudó en la
supremacía de Wolf en otras muchas formas y se había vuelto en una persona
indispensable en la campaña de Wolf.
[¿Cómo va la cosa en el oeste?] Él
preguntó.
[Todo va bien. No importa cómo el reino
se mueva, la vastedad de planes que he puesto debería parar a su armada. Las
preparaciones son perfectas. Su victoria ahora es segura, Su Alteza.]
[Ya veo. Entonces…]
[Sí, todo lo que queda es conceder su
deseo: hacer al Príncipe Alvin… no, la Princesa Alma… suya. Al hacer al
descendiente del Santo Rey su emperatriz, el Reino de Calvania, el segundo país
más fuerte en el continente, será suyo. Usando esta oportunidad, tomará el trono
del imperio, y desde entonces, los músicos empezarán a cantar la épica historia
de cómo se convirtió en el más grande rey supremo en la historia— al punto que
los viejos poemas de la era legendaria desaparecerán por completo.]
[Ya veo. Tienes razón… Hahaha…
Ahahaha…] La fuerte risa de Wolf resonó en la calmada noche.
Wolf no dudó de su victoria ni por un
instante, y la mujer de blanco lo miró, desde la brecha de su capucha y sonrió.
Era una fascinante, misteriosa, deleitada y temerosa sonrisa que hizo que dos
líneas de bermellón brillaran en la oscuridad.
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Las personas siempre hablarán.
No tomó mucho para que el rumor del
Príncipe Alvin siendo una mujer fueran por el castillo y la capital. Era el
tema más de moda en el reino.
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[Así es como era…]
Dentro de la Clase Blitze, Tenko reveló
la verdad acerca de Alvin a sus compañeros, quienes solo podían asistir con
calma.
[Pensar que Alvin llevaba menuda
carga…] Christopher gruñó mientras apretaba su puño.
[Puedo adivinar lo que está pasando por
la mente de Alvin ahora mismo… No, eso sería pretencioso de mí.] Elaine
suspiro.
[Sniff… El siempre optimista y
determinado Príncipe Alvin nunca mostró señales de dolor… todo por nuestro
bien…] Lynette lloró.
[Alvin siempre dijo que era el destino
el nacer en la familia real. Arrojó su felicidad como mujer para volverse rey
de este país… Tenía una gran resolución y dio lo mejor… y aun así… aun así…]
Tenko apretó sus dientes, su rostro rojo de la ira y su mano en el mango de su
katana. Sus ojos estaban bien cerrados, y lágrimas salían de sus rincones.
[¡Nunca perdonaré a ese hombre! ¡Lo mataré!]
Todos vieron en silencio a Tenko, quien
estaba hablando con indignación, hasta que…
[Bueno, ahora entiendo mejor las
cosas.] Theodore dijo. Entonces siguió, algo frío. [Hablemos de verdad. ¿Qué
harán todos ustedes?]
[¿A-A qué te refieres?] Christopher
preguntó, pestañando de la sorpresa.
[No llegamos a una conclusión la otra
vez, y ahora la situación ha cambiado más… Así que sí, es tiempo de tomar una
decisión.]
[¡No hay necesidad de preguntar!
¡Siempre estaré del lado de Alvin!]
[¡En efecto! ¡El príncipe salvó mi
vida! ¡Ser hombre o mujer no importa!]
Tenko y Yuno de pronto respondieron,
molestas.
[No lo entiende, idiotas.] Theodore
suspiro. [Miren, sé que quieren apoyar a Alvin, pero una mujer no puede ser rey
en este país. Es la ley.]
Tenko y Yuno se vieron.
[¿Recuerdan por qué fue posible crear
la Clase Blitze a pesar que rompería las tradiciones de la Academia Real Mágica
de Caballeros de Calvania? Porque Alvin era, no del todo, el heredero al trono.
Sin embargo… ese ya no es el caso.]
[Ah…] Ellas empezaron a darse cuenta lo
que decía.
[Es decir, la Clase Blitze es una causa
perdida. Y no solo la clase. Ni siquiera sabes que será del reino. Si seguimos
a Alvin, nunca nos volveremos caballeros. Es por eso que les estoy preguntando
qué piensan de su futuro.]
[E-Eso es…]
[Por gracia, hemos sido entrenados por
Sir Sid, y toda la escuela conoce nuestra fuerza. Si lo intentamos, seremos
capaces de unirnos a una de las facciones de los duques.] Theodore dijo con una
sonrisa maliciosa.
[¡¿Tú…?!] Christopher tomo su cuello y
lo miró. [¡¿Estás diciendo que traicionas a Alvin?!]
[¡No estoy hablando de traición ni
nada! ¡Estoy tratado de hacerles ver la realidad!] Theodore vio de vuelta, calmado.
[¡Claro, me siento mal por Alvin! ¡Pero es algo que no podemos evitar! ¡No
podemos huir! ¡Tenemos que enfrentarlo y pensar! ¡No puedes actuar solo por un
impulso! ¡Te arrepentirás! ¡¿Entiendes eso?!]
Todos jadearon.
[Tenko, Yuno. Aun después de lo que
dije, aún van a estar del lado de Alvin, ¿cierto?] Theodore las miró.
[¡Claro! ¡No importa lo que pase, soy
el caballero de Alvin! ¡Seguiré a Alvina donde sea, incluso a las profundidades
del infierno!]
[¡Lo mismo! ¡Mi vida es del Príncipe!]
[Allí tienen.] Theodore se bajo de
hombros, entonces pasó su atención a Christopher. [Si están tan resuelto como
ellas, entonces está bien. Pero ¿sí? ¿Puedes decir que tienes la misma
determinación que ellas? ¿No te arrepentirás? Quieres ser un caballero,
¿cierto? Tienes una razón para querer ser uno, ¿cierto?]
Christopher gruñó y se silenció. Todos
los otros estudiantes se mantuvieron en silencio también.
[Y-Yo…] Christopher quería ser un caballero.
Era su sueño de la infancia, y no volverse uno sería lo mismo que morir.
[Yo…] Elaine tenía que ser un
caballero. Habiendo sido desheredada debido a su incompetencia, tenía que
volverse uno para hacerse de un nombre.
[Sniff… Yo… Yo…] Lynette, también,
tenía que ser un caballero. Necesitaba el dinero para apoyar a su familia, la
cual cayó a la ruina.
Naturalmente, era lo mismo para los
Escuderos Primerizos. Todos pasaron dificultades para inscribirse en la
Academia Real Mágica de Caballeros de Calvania porque querían o necesitaban ser
caballeros.
No podían dejar pasar el problema. El
tiempo había llegado para que ellos pensaran en su futuro realistamente.
Solemne silencio tomó la clase. El
tiempo pasó lentamente mientras nadie decía nada hasta ahora, finalmente,
alguien rompió el silencio.
[Y… ¿qué vas a hacer, Theodore?]
Christopher preguntó en una apagada voz, bajando su cabeza. [Eres el más listo
entre nosotros… ¿Qué harás?]
[¿Yo?] Theodore ajustó sus gafas,
actuando como si no hubiera necesidad de preguntar. [La respuesta es obvia.
Vine a esta escuela para levantar al mundo, así que…]
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[¡Lady Isabella! ¡¿Qué es el
significado de esto?!]
El salón de conferencias de la facción
real ahora era un caos, ya que los ministros a cargo de las políticas
nacionales y los caballeros a cargo de la defensa nacional seguían lanzándole
preguntas a Isabella.
[¡Nunca supimos que el Príncipe Alvin
fuera una mujer!]
[¡Nos engañaste!]
[No, esa no era mi intención.] Ella
explicó. [Fue la decisión del anterior Rey Auld, quien estaba preocupado por el
futuro del país. Tenía que hacerlo para estabilizar el gobierno, ya que no
había heredero al trono en ese entonces. Sin embargo, es cierto que yo apoyé.
Por eso, tienen mis más sinceras disculpas.]
[¡Nos importan poco sus disculpas!
¡¿Cómo va a tomar la responsabilidad?!]
[¡Una mujer no puede ser rey!]
[¡¿Entiende lo grave que es la
situación?! ¡El país va a ser capturado por esos insolentes duques y ese odioso
imperio!]
[¡No es momento para eso, Sir Aizess!
¡Debemos imponer rápido una orden para esconder la verdad del género del
príncipe!]
[¡Es demasiado tarde! ¡Todos en la
capital ya lo saben!]
[¡Más importante, denos más
explicaciones acerca del príncipe!]
[¡No, incluso más importante que eso,
debemos discutir lo que vamos a hacer desde ahora en adelante!]
[¡No, antes que eso, debemos hablar a
quién culpar por ponernos en esta situación!]
[¡¿No escucharon nada?! ¡Lady Isabella
dijo que fue la decisión del anterior rey! ¡Debemos respetarla!]
[Lo sigo diciendo, más importante,
debemos—]
Ellos siguieron repitiéndose y yendo en
círculos sin progresar la conversación. Nadie estaba en el estado mental para
dar una opinión constructiva.
[¿Quizás debamos aceptar la demanda del
Príncipe Wolf y hacer que el Príncipe Alvin— o mejor dicho, la Princesa Alma,
¿era? — entre en la familia imperial? De esa manera—]
[¡¿Quuué?! ¡Tales palabras son
imperdonables!]
[Y te haces llamar un retenedor del
reino— ¡¿Del Santo Rey?!]
Ahora, los ministros empezaron a pelear
entre sí. Isabella observó el caos como si pasara en un mundo diferente.
El Reino de Calvania está en un
predicamento. La corte real está hecha nudos. No hay sentido de unidad, y el
gobierno no puedo tomar una decisión…
La causa de Alvin siendo el legitimo
heredero del gran Rey Auld había desaparecido. Entre esos que mantenían su
alianza con la familia real, esos que rechazaban ser leales a Alvin, quien era
una mujer, yesos que aún no sabían qué hacer— también como la traición de las
tres casas ducales— la corte real estaba en caos.
El Reino de Calvania ahora era un bando
hundiéndose. Seguramente, incluso entre los reunidos aquí, algunos ya estaban
planeando contactar con los tres duques en secreto.
Sin embargo, en tal situación, el
primer pensamiento de Isabella era… Alvin… cosita… Se lamentaba de la
chica a quien el destino le jugo y la conveniencia de las personas.
Alvin no tenía la culpa. Solo había
dado lo mejor con el deber que injustamente le fue dado. Lo dio todo por este
país, sacrificando muchas cosas. Trató lo mejor para ser un gran rey. Y aun
así… este era el resultado.
En lo que Alvin había pasado la mayoría
de su vida trabajando le había sido negado en un instante y fue destruido por
completo. Era una conclusión sin piedad. Isabella odiaba a Wolf y los tres
duques tanque que incluso matarlos cien veces no sería suficiente para
calmarla.
No tengo el derecho de decirle algo a
Alvin… Incluso si
hubiera sido la única forma, no cambia el hecho que Isabella era una de las
razones que todo esto pasara. Si hubiera alguien que pudiera hablar con
ella, ese sería… Un cierto hombre se le vino a la mente.
El renombrado caballero siendo el más
fuerte de la era legendaria. También llamado el diabólico bárbaro. O el héroe
patriótico, el Caballero del Trueno.
Él era un hombre de muchos misterios.
Sin embargo, si hubiera una cosa que era segura, era que él era un caballero
entre caballeros. La única persona que podría hablar con Alvin ahora mismo era
el— Sid Blitze.
Siempre la observé desde que era una
niña. Podemos no estar atadas por sangre, pero ella es como una hija para mí.
Así que por favor, Sir Sid… Por favor, sálvala… No me importa cómo lo hagas…
Así que por favor… ¡Sálvala! Isabella rezó, sentida, arrepintiéndose de su
impotencia.
————————————————
[Como pensé, estabas aquí, Alvin.]
Ellos estaban en la orilla de un
hermoso manantial en medio de un verde bosque— una dimensión secreta, accesible
por el espejo en el cuarto de Alvin. El lugar estaba lleno con cálida luz del
sol y un rico viento. Las aves cantando acariciaban sus oídos, y las hadas
hacían presencia. Y en el centro de tal fantástico y bello escenario estaba
Alvin, sentándose, sus brazos sostienen sus rodillas mientras miraba al
manantial.
[Te buscaba. Me tomó tiempo, ¿sabes?]
Sid rascó su cabeza mientras se acercaba a Alvin.
[Estoy… tan avergonzada de reunir a
todos…] Ella murmuró.
Sid abrió sus ojos y dejo de caminar.
La apariencia de Alvin era drásticamente diferente de la usual. Generalmente,
usaría un peine mágico para acortar su cabello y usar su uniforme de escudero
de manera que la hiciera lucir como un galante hombre.
Justo ahora, estaba usando un vestido
blanco, y su rubio cabello era tan largo para tocar el suelo. Sin embargo, la
espada mágica que siempre colgaba de su cintura no podía encontrarse en ninguna
parte. Ya no estaba escondiéndolo más y dejo de tratar de mantener las
apariencias. Frente a Sid estaba Alvin como una mujer— como la Princesa Alma.
[Ahaha, te sorprendió, ¿cierto?] Alvin
sonrió burlonamente y se paró. [¿Esto me luce?]
Sid se mantuvo en silencio, escuchando
la voz femenina de Alma.
[Puede ser un poco engreído, pero creo
que me queda bastante bien. Creo que puedo verme bastante bien si me visto
apropiadamente como una chica, como lo soy ahora.] Ella dijo juguetonamente
mientras tomaba la falda de su vestido y se daba la vuelta con gracia.
Su falda gentilmente revoloteó, y su
brillante cabello rubio se movía levemente. Su belleza era de ensueño… Justo
como una princesa en un cuento de hadas.
[¿Y cómo me veo? ¿Crees que me queda,
Sir Sid? ¿Soy linda?]
Sid sonrió gentilmente. [Sí, luces
grandiosa. Honestamente, no había princesa más encantadora como tú incluso en
la era legendaria.]
[¡¿En serio?! ¡Gracias a Dios! Me
alegra tanto…] Alma sonrió con dicha, llena de felicidad.
Entonces se quedaron callados por un
momento hasta que, finalmente, Alma se giró a Sid.
[Sir Sid, tomé mi decisión.]
Sid no respondió.
[Me… casaré con el Príncipe Wolf. Le
confiaré este país a él.]
[Todo acabó. El hechizo está roto. No
puedo convertirme en rey… No, en primer lugar, no es acerca de ser un hombre o
mujer… No tengo las cualidades para ser rey.]
Sid se mantuvo en silencio.
[Aunque como un miembro de la familia
real, tengo el deber de proteger a las personas de esta nación. Como una mujer,
no puedo hacer mucho, así que lo pensé mucho. Y al final… me di cuenta que
cansándome con la familia imperial Dragnir era lo mejor que podía hacer.]
Sid no dijo nada.
[De esa manera, el reino y el imperio
se volverán uno. El Príncipe Wolf trata a los países vasallos duramente, pero
si es el hogar de su esposa, puede ser un poco más considerado. Si lo soporto,
puedo proteger a todos… puedo hacer feliz a todos.]
Sid silenciosamente observó a Alma
hablar como si estuviera tratando de convencerse.
[Además, no estoy tan triste al
respecto. Después de todo, reprimir mis sentimientos y soportarlo todo por el
país y las personas es lo que siempre he hecho. La única diferencia es que ya
no será como un hombre. Seré una mujer ahora. es mi única opción. No tengo de
otra.]
Sid siguió sin decir nada.
[Sir Sid… Realmente le estoy agradecida
que jurara su espada a alguien tan insignificante como yo hasta ahora. Sin
embargo, como pensé, no soy digna para ser el maestro de un gran caballero como
usted. Y aun así, porque es demasiado amable, me sirvió sin más… Incluso si fue
temporal, me alegra mucho haber sido su señor… Así que…] Lo más que hablaba,
más lágrimas empezaban a salir de sus ojos.
De pronto, Sid, quien había estado en
silencio hasta ahora, abrió su boca. [¿Estás realmente bien con esto?]
Alma levantó su rostro, sorprendida.
Con su usual gentil expresión, Sid la miró con profundos ojos que parecían ver
a través de todo. No estaba reprimiéndola ni lamentándose de ella. Su única
intención era enfrentar a Alvin francamente como caballero.
[¿Huh…?]
[Te pregunto si realmente estás bien
con esto.] Sid suprimió una risa mientras observaba a Alma pestañar. [Bueno,
¿cómo lo digo? Es raro. No es típico de ti.]
[¿Huh…?]
[El maestro al que le di mi espada en
esta era es… bueno, un polluelo inmaduro y poco confiable, pero al menos tenía
la resolución para caminar por su cuenta y limpiar su camino con su propia
espada. Como un caballero, es lo que me atrae de ti. Es por eso que rompí el
voto que tengo con Arthur de ser mi único maestro y te escogí para servirte.]
Alma se mantuvo en silencio.
[Y, bueno, en ese caso, no es propio de
ti. ¿Es tu única opción? ¿No tienes otra opción? No, solo has sido influenciada
por tus alrededores y gradualmente forzada a tomar esta decisión. ¿Cuáles son
tus verdaderos sentimientos? No los oí para nada.]
Alma no respondió.
[No estoy insatisfecho, y no me estoy
quejando de ti escogiendo al Joven Wolf o que dejes de perseguir el ser un rey.
No, mi problema es que dijiste que “es mi única opción” en lugar de “es lo que
he decidido”. Dijiste que “no tengo de otra” en lugar de “es el camino en el
que creo”. Si fuera tu propia elección, no diría nada, te felicitaría, y continuaría
usando mi espada para ti. Sin embargo… ese no es el caso, ¿cierto?]
Alma se mantuvo en silencio.
[En primer lugar, “por el país” y “por
las personas”… ¿No es muy vago como un plan? ¿Realmente crees que un hombre
como el Joven Wolf, quién está tan centrado que cree que todo el mundo es suyo,
escucharía a una mujer solo porque es su esposa? Él es un esposo naturalmente
dominante. Estoy seguro que daría muchas excusas para hacer un lio al reino,
justo como los otros países. Lo entenderías si lo estuvieras pensando con
calma. Arthur era, y siempre será, el único rey lo suficientemente amable e
idiota para dejarse manipular por una mujer.] Sid sonrió, recordándolo con
nostalgia.
Por otro lado, Alma, quien había
hablado de su gran resolución, sintió enojo hacia Sid por primera vez desde que
se reunió con él.
[¡Eres el único que no entiende, Sir
Sid! Soy una mujer… ¡He estado escondiéndolo por años, pero ahora todos lo
saben! ¡No hay nadie que me siga ahora! ¡Sea el país o las personas!]
[Es eso lo que TÚ crees.]
[¡Y-Yo no puedo ser rey! ¡Deberías de
saber ya que la ley prohíbe a una mujer ser rey!]
[¿Qué? ¿Te refieres a esa ley tan vieja
que prácticamente los moldea?] Sid bostezó. [Las personas de esta era están
malentendiendo cómo funciona. Verás, fue decidido que mujeres no podrían ser el
rey en ese entonces porque la carga era considerada demasiado grande. Esa era
lo caballeresco para hacer en el pasado cuando las mujeres caballeras eran
bastante raras. Pero ¿ahora que hay tantas mujeres caballeras como hombres
caballeros? Las circunstancias son completamente diferentes. No puedes enviar a
las mujeres a luchar guerras como caballeros y no pueden convertirse en rey. Eso
no tiene sentido.]
Alma gruñó.
[Escucha, Alvin. Las leyes están aquí
para que las personas sean precavidas acerca de su debilidad, no para
restringirlos de mejorarse y ser más fuertes.]
Alma abrió sus ojos en asombro.
[Aunque bueno, supongo que hay una
fuerza legal ciega en ello, también como tipos cabeza duras y pasados de moda.
Pero Isabella hará algo con eso. Cree en ella. Ella es una mujer buena y
trabajadora.] El discurso de Sid estaba basado en una gran suposición— que
Alvin no se rendirían por convertirse en un rey desde lo profundo de su
corazón.
[Eso es… eso es…] Alma lloró,
temblando. [Eso es irrazonable… Cuán difícil sería caminar ese camino…]
[Es tarde para eso. Tratar de
convertirse en rey mientras escondías que eras una mujer ya fue bastante
imprudente.] Sid dijo, imperturbable.
[No sé si alguien como yo realmente
pueda proteger este país… Quizás más personas morirían debido a mí tratando de
ir por algo más allá de mi habilidad…]
[La presión de la caída y resurgimiento
de una nación es algo que un rey debe soportar. Es el deber de un rey. Incluso
Arthur tenía que soportarlo. Después de todo, fue una era donde las guerras
decidían el destino del país casi a diario.]
[Pero… incluso así, no es algo que a
alguien se le permitiría—]
[Escucha, Alvin. No solo eres alguien.
Eres un rey.] Sid declaró, sosteniendo los hombros de Alma y viendo directo a
sus ojos.
Ella jadeó.
[No importa si eres un hombre o una
mujer. Es solo algo que un rey debe soportar. Ya deberías tener la resolución
para volverte un rey. Lo importante que sigue no es si tienes el poder para
hacerlo posible, sino lo que quieras hacer como rey.]
[¿Incluso si todo lo que ha dicho es
cierto, no sé qué hacer!] Alma gritó, presionando su sollozante rostro contra
el pecho de Sid.
[Vamos. La respuesta es obvia.] Sid
dijo, viendo directo a sus ojos. [Ordénamelo, a tu caballero.]
Alma abrió sus ojos.
[Necesitas ser un rey que será el rayo
de esperanza de todos. Imagina un camino que hará que las personas naturalmente
te reverencien como su rey, y realízalo. Y no hagas ningún compromiso. Busca
crear el país perfecto de tus sueños. Así es cómo te conviertes en el rayo de
esperanza que guía a todos. Y es mi deber como tu caballero usar mi espada para
crear tu— del rey— camino.]
[¡Sir Sid!] Alma exclamó, al borde
estallar en lágrimas.
Sid gentilmente palmeó su cabeza, como
si tratara de consolar a su adorable nieta, luego siguió. [Es por eso que dije
que no era típico de ti. Ni siquiera diste un solo decreto real.] Él se pausó.
[¿Cuál es tu objetivo como rey? ¿Qué quieres hacer? ¿Qué quieres que yo haga?
¿Cuáles son tus verdaderos sentimientos, y… qué deberías hacer?]
Alma se mantuvo en silencio mientras
confrontaba su interno corazón. Ella pensó mucho, mucho en ello. Debería hacerlo,
no tengo elección, esa es la forma más racional, soy una mujer, no puedo
hacerlo— ella hizo a un lado todos esos ruidos y buscó por el mineral durmiendo
en las profundidades de su corazón. Y luego de un largo silencio, la respuesta
que extrajo fue…
[No puedo confiarle el reino al
Príncipe Wolf…]
Sid escuchó tranquilamente.
[Es cierto que si me casó con el
Príncipe Alvin y nos convertimos en vasallos del imperio, puedo ser capaz de
escapar de la amenaza del reino demoniaco del norte… Pero entonces, las personas no serían
felices… Solo estarían para vivir como el imperio quiere, su robada libertad,
su bienestar explotado, se mantendrán como esclavos y sufrirán. ¡No puedo
cerrar mis ojos e ignorar eso! ¡Quiero proteger a este país en el verdadero significado
de la palabra! Para eso, el Reino de Calvania necesita ser independiente… ¡Si
no protejo nuestra libertad y orgullo, la nación y las personas no tendrán un
futuro!]
[Muy bien, ¿qué harás?] Sid preguntó
una última vez.
Ama levantó su cabeza y lo miró de
frente. [¡Aquí está mi decreto real! ¡En el nombre de Alvin Noll Calvania,
descendiente del noble Santo Rey Arthur, te lo ordeno! ¡Sir Sid, gana el torneo
Premier Chevalier! ¡Pruébale al mundo que los caballeros del reino son mejores
que los del imperio! Protege a este país de la invasión del imperio… ¡Lucha
junto conmigo!] Alma— no, Alvin— anunció, su voz regresó a su usual tono
masculino.
Sid sonrió. Luego se arrodillo ante
ella, poniendo su mano en su pecho y declaró. [Sí, mi lord. Lo juro por mi
vida.] Entonces levantó su cabeza y miró a Alvin con una sonrisa agria. [Dios,
eres tan mimada. Solo haz eso desde el principio.]
[Sir Sid… Lo siento mucho…] Alvin dijo,
llorando.
[¿Por qué te estás disculpando?]
[Porque… soy tan egoísta…]
[Un rey debe ser caprichoso.]
[Pero eso es imprudencia… ¿Quién me
seguirá cuando tomó una estúpida elección? En el peor caso, podemos ser los
únicos dos poniéndonos al imperio, Sir Sid…]
[No te preocupes. Estoy acostumbrado.]
Él sonrió como un malicioso chico. [Incluso durante la era legendaria, solo
éramos Arthur y yo cuando levantamos la armada al principio. Comparado a lo
estúpido e imprudente que eso fue, la situación actual no es nada.]
[Hahaha… Sí que es… ¡Ahaha!] Alvin no
pudo evitar reír. [En verdad siento que puedo hacerlo todo mientras esté
conmigo, Sir Sid… Gracias. Me alegra que sea mi caballero.]
[Tus palabras no son dignas para mí.]
Él se paró y firmemente tomó los hombros de Alvin. [Sin embargo, Alvin. Dijiste
que podía ser solo nosotros dos, pero no lo creo.]
[¿Huh…?]
[Bueno, solo prepárate. Será lo que
tenga que ser.]
————————————————
Ellos regresaron al cuarto de Alvin.
Alvin se cambió a su usual uniforme de escudero, uso el peine mágico para
acortar su cabello, y tomó de vuelta su espada, colgándola en su cintura.
Entonces, mientras dejaba el cuarto con Sid…
[¡Alvin!]
Incontables personas estaban
esperándola afuera. Eran los estudiantes de la Clase Blitze con Tenko
liderándolos.
[¿P-Por qué todos están aquí…?] Alvin
pestañeó en sorpresa.
De pronto, todos se arrodillaron.
[¡¿Huh?!]
[Alvin. Todos aquí te escogieron como
su señor y juraron compartir su destino con el tuyo. Por favor, acepta nuestras
espadas.] Tenko declaró formalmente, lo cual era impropio de ella.
[Sí, voy a seguirte. Después de todo,
eres la quien decidió escogerme.] Christopher dijo, resuelto.
[Eres el único real a quien le podemos
confiar el futuro de este país. No a las tres casas ducales y el arrogante
príncipe del imperio.] Elaine sonrió sin más.
[Yo también… La única forma de proteger
a mi familia… ¡El único que puede protegerlos eres tú, Príncipe Alvin! ¡A-Así
que… estoy asustada, pero…!] Aunque nerviosa como es usual, Lynette mostró su
determinación.
[¿Es demasiado difícil entender todo lo
que está pasando, pero mi vida es tuya, Príncipe! ¡No importa si eres un hombre
o una mujer! E-En efecto, ser una mujer es más… ¡Eep!] Yuno dijo inocentemente,
tan despreocupada como siempre.
Los otros Escuderos Primerizos también
pidieron unión uno tras otra.
[Sabes, mi objetivo es escalar la
colina de este país.] Theodore dijo, parándose un poco lejos de todos.
[Francamente, escoger tu lado en tal situación es demasiado imprudente. Creo
que es mil veces mejor ir con los tres duques. Pero… No odio las apuestas
arriesgadas.] Él dijo, un poco tímido, luego se arrodillo ante Alvin. [Pensé en
ello con calma, y… Bueno, me di cuenta que no creo que alguien además de ti sea
digno de ser el rey de este país. Hmph, no me decepciones, Alvin.]
[C-Chicos…] Alvin pestañeó, sorprendida
de tener a tantas personas de su lado.
Sid golpeó su hombro firmemente. [¿Ves?
Te lo dije. Eres más digna de ser rey de lo que crees. Ten más confianza en
ti.]
[Sir Sid…]
[Como sea, supongo que por ahora, debo
ganar el torneo Premier Chevalir.] Él acomodó su cuello. [Es hora de acabar con
ese arrogante chico. Voy a mostrarle cuánta resolución y determinación nuestro
señor tiene. Podemos hablar de eso luego.]
[¡S-Sí! ¡Cuento contigo!]
————————————————
El reino era un caos, y Sid, quien
había rechazado participar hasta ahora, anunció su entrada al torneo Premier
Chevalier siguiendo el decreto real de Alvin.
[¿Y qué?]
[Nada cambiará incluso si gana.]
[Solo es una mujer tratando de actuar
con valentía.]
Tales eran las opiniones de todos,
independiente que fuera para o en contra la familia real.
El tiempo voló y finalmente, el fatidico día del Festival de la Llegada del Espíritu Santo llegó.
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