Capítulo 5
La Bruja Silenciosa Habla Fervientemente de las Proporciones Doradas
Cuando Monica tenía cinco, le había
pedido y pedido a su padre un cierto objeto. El objeto que quería tanto era una
cinta métrica.
Monica había aprendido los números y
aritmética básica más rápido que cualquier otro niño de su edad; a los cinco,
ya sabía de su padre— un estudioso— cómo medir el área y volumen.
Y así, había pedido una cinta métrica
porque quería encontrar el área y volumen de las cosas alrededor de ella.
El amigo de su padre, quien de
casualidad estaba allí esa vez, se sorprendió mucho cuando escuchó su petición.
Pero cuando el padre de Monica escuchó su razonamiento, había sonreído
gentilmente y le dio una cintra métrica como regalo, justo como había pedido.
Habiendo adquirido el objeto que
deseaba, Monica se perdió en la medición de todos los muebles en la casa,
también como las medidas de sus propias extremidades y las de su padre.
[El mundo está lleno de números.] El
padre de Monica a menudo le decía. [Los humanos son iguales— nuestros cuerpos
están hechos de vastas cantidades de números.]
Cada vez que usaba su cinta métrica
para encontrar el área o volumen de un objeto cercano, sintió en su corazón que
su padre tenía razón. Para la joven Monica, esto había sido una irreversible
fuente de dicha y felicidad.
✽✽✽✽✽
Caminaba por ahí con esa cinta métrica
hasta que las marcas divisoras se desgastaron más allá de lo reconocible,
¿creo?
Mientras su medio despierto cerebro se
apegaba a un sueño de su juventud, Monica se dio vueltas en la cama al punto
donde la luz solar de la mañana que entraba por la ventana hacia que su rostro
se arrugaba. Lentamente, se levantó. El ático no tenía cortinas, dándole rienda
suelta al sol matutino.
Una vez Monica había salido de la cama,
la primera cosa que hizo— antes de siquiera ocuparse de su apariencia— fue
sacar su tetera de su cajón. Entonces usó un hechizo sin recitar para crear
agua y llenar la tetera con ello.
Se decía que el agua fabricada con
magia no era buena para beberse, debido al maná que contenía.
Un cuerpo humano solo podía retener
algo de magia, así que consumir una gran cantidad de agua rica en magia
llevaría al envenenamiento mágico. Era por eso que normalmente Monica sacaba su
agua de una fuente.
Pero un poco no dolería. Como uno de
los Siete Sabios, Monica podía almacenar una cantidad de maná más grande que
las personas normales. No era fácil para ella caer por envenenamiento mágico.
Llenó la tetera con agua que había
creado, aplastó unos granos de café, y los metió en la tetera. Entonces sacó un
pequeño trébedes de metal, lo colocó sobre la tetera, y usó otro hechizo sin
recitar para crear fuego. Ya que un lanzador necesitaba mantener la intensidad
del fuego también como su posición, incluso una pequeña llama como esa requería
un complicado hechizo y un buen control.
Nero, quien estaba yaciendo en la cama
en su forma de gato, la miró con exasperación. [¿Usas tus habilidades para
hacer una taza de café? ¿No es un desperdicio?]
[B-Bueno… No puedo usar la cocina sin
preguntar, así que…] Monica dijo en protesta, vertiendo el café de la tetera a
la taza.
Nero saltó al escritorio de Monica y la
miró con sus dorados ojos. [Monica, quiero probar algo.]
[¿En serio? ¿Por qué?]
[Lo leí en una novela hace poco.
Bartholomew, el protagonista, bebe café en silencio— es muy genial y refinado.]
Monica pensó por unos momentos,
entonces llevó un poco de café de su copa a una cuchara y la coloco frente a
Nero. El café probablemente no era lo mejor para darle a un gato, pero Nero no
era un gato normal, así que estará bien. Probablemente.
[¿Seguro?] Ella le advirtió. [Está muy
amargo.]
[Cuando una criatura pierde su sentido
de aventura, se atrofia.]
[¿También estaba en el libro?]
[Claro. Dustin Gunther es el mejor.]
Luego de nombrar a uno de los novelas
más en tendencia de la capital, Nero le metió una rápida lamida a la cuchara.
De inmediato, todo su pelaje de puso de puntas para arriba.
[¡Hogyah-rah-pha!] Gritó— una peculiar
exclamación para un humano o felino— y empezó a rodar sobre el escritorio.
Como esperaba, no parecía ser de su
gusto. Nero libero un grito de guerra, como un guerrero regresando del borde de
la muerte, entonces miró a Monica.
[Sí, ciertamente excitó mi sentido de
aventura. Debes tener unas papilas gustativas en muy mal estado para ser capaz
de beber y disfrutar esto.]
[…]
Monica lo ignoró y se bebió su cabeza.
Caliente y amargo mientras bajaba por su lengua, el líquido despertó su nublada
mente.
De pronto, las palabras de su padre
entraron a su mente. [Primero, eliminar lo innecesario. Una vez lo hayas hecho,
los números restantes serán simples.]
Pero ¿qué es innecesario…? Ella pensó. Por ejemplo, café matutino
ciertamente no era innecesario para ella. Era importante. Pero para eso que
odiaban el café, tal costumbre podía parecer inútil. Si fuera una fórmula. Entonces
podría resolverla de inmediato. Qué tan difícil era descubrir lo innecesario en
la mente de una persona.
Aunque bebiendo su cabeza, Monica miró
el listón y bayas en el escritorio. Nunca se había preocupado por su cabello
antes. Anteayer, habría dicho por seguro que los listones eran innecesarios.
Las bayas también. Moinca no estaba muy
apegada a comerlas, de no ser por las bayas, probablemente se habría bajado de
hombros e ido sin almuerzo. Recogió una y la metió en su boca. Normalmente ni
siquiera saborea la comida que come, pero por alguna razón, esta vez, quería
comerlas con cuidado y atención. Así que se aseguraba de prestar atención al
sabor antes de tragárselas.
[Hey, Nero… ¿Hay algo que crees que es
“necesario”?]
[¿Hm? ¿Qué pasa? ¿Filosófica desde tan
temprano? Sí, conozco la palabra filosofía. ¿Y soy inteligente y genial o qué?]
[Sí… eres increíble.] Monica dijo.
Nero le apuntó con su pata derecha.
[¡Eso es!] Él dijo. [Para mí, tus palabras de alago son necesarias. ¡Así que
dame más! ¡Alábame más! ¡Escríbeme una balada! ¡O una novela! ¡O una pintura de
retrato— dejar algo para las futuras generaciones para que conozcan de mi
grandeza!]
Esa última parte estaba pidiendo
demasiado, pero le dio a Monica un poco de la dicha saber que sus palabras de
alabo eran necesarias.
[Además, es bueno disfrutar las cosas
que no son necesarias.] Nero continuó. [La vida humana está llena de lo
innecesario, ¿y por qué no disfrutarlo? Es otra cita de las novelas de Dustin
Gunther.]
Para Monica, quien tenía que darlo todo
para vivir, disfrutar lo innecesario parecía como una prueba monumental. Sin
embargo…
[Lo… probaré.] Monica dijo, recogiendo
el listón del escritorio. Mientras lo hacía, recordó algo más que su padre le
había dicho, su gentil voz reproduciéndose en su mente.
Los desafíos más difíciles son los que
más se disfrutan, Monica.
✽✽✽✽✽
Lana Colette estaba sentándose en su
asiento, su barbilla en su mano, hojeando un libro. Una vez Monica la encontró,
logró caminar, piernas temblando, a su lado.
[Yo… soy, um…]
[¿Qué quieres?] Lana tenía su cara
pegada al libro, moviendo solo sus ojos para ver a Monica— y cuando la vieron,
se abrieron. [¡¿Qué le pasó a tu cabello?!]
El peinado de Monica no era el que Lana
le había hecho el día anterior, ni eran sus usuales trenzas. En cambio, el
cabello arriba de su cabeza se encrespaba irracionalmente, con dos trenzas
puestas alrededor. Era algo vanguardista.
[Yo, bueno, quería, um, hacerlo como tú
lo hiciste…]
[¡Tus básicas trenzas habrían sido
mejor!]
Monica tartamudeó mientras Lana le
gritaba. La miró y metió sus manos en sus bolsillos. Entonces sacó el listón
que le había prestado ayer y con nervios se lo entregó a Lana.
[Toma… Um, y… muchas… gracias por lo de
ayer…]
Recordando su práctica con Nero anoche,
Monica le dio sus gracias. Aún sonaba como que estaba por morir, pero había
sido capaz de decirlo apropiadamente.
Sin embargo, cuando Lana vio el listón
en sus manos, dio un desdeñoso resoplido y se dio la vuelta. [No necesito eso.
Ya no es de mi estilo.] Ella dijo bruscamente, como si dijera que la
conversación se acabó ahora.
Normalmente, Monica se habría retirado
de inmediato, con lágrimas en sus ojos. Pero en lugar, se quedó firmemente en
el lugar y desesperadamente se equivoco con sus siguientes palabras. [¿Tú… me…
m-mostrarías… cómo hacerlo… si gustas, p-por favor?]
Ella había tartamudeado sus últimas
palabras. Se puso se roja hasta las orejas, y ya que estaba viendo al suelo, no
podía ver los rincones de la boca de Lana retorcerse mientras daba todo para contener
su risa.
[¡Bueno, supongo que no me dejas
opción! Siéntate allí, ¿bien?] Lana dijo, haciéndole señas con su mentón hacia
un lugar a su par.
Monica llevó su silla como se le
instruyó y se sentó.
Lana rápidamente desató el cabello de
Monica. [¡En serio, ¿cómo diablos lograste crear algo tan raro?! ¡Es increíble!
Hey, ¿tienes un peine?]
[N-No…] Monica respondió débilmente.
Lana le jaló el cabello. [Me sorprende
que tuvieras las agallas para pedirme que te enseñara cuando no has traído un
peine.]
[¡L-L-L-Lo… siento!]
Lana suspiró en exasperación, entonces
sacó su propio peine. Estaba hecho de plata, con complicados ornamentos en el
mango. En una cercana inspección, pequeñas joyas estaban incrustadas en él con
imágenes de pequeñas flores.
[No hace mucho, peines dorados con
imágenes de aves están de moda.] Ella remarcó. [Pero los que son así están más
de moda ahora. El número es más pequeño y el tamaño de las joyas lo hace muy
lindo. Los artesanos son particularmente habilidosos, así que si quieres el
mejor, tienes que conseguir uno de Anmel…]
Entonces, por alguna razón, Lana se
detuvo y empezó a peinar el cabello de Monica en silencio.
¿Por qué de pronto dejo de hablar? Monica se preguntó, pensativa.
Entonces Lana susurró algo que solo ella
podía escuchar. [Es aburrido, ¿no? Me refiero de lo que estoy hablando.]
Los ojos de Monica se abrieron. Sonaba
como que Lana estaba molesta. Monica se volteó a verla.
Los labios de Lana se fruncieron, y se
veía dolida. [Mi familia compró su título. Sé que estás pensando que las cosas
que digo son vulgares y no valen la pena ser escuchadas.]
[U-Um… bueno…] Agitando sus brazos sin
sentido, Monica frenéticamente movió su boca. [Yo— me dicen mucho que soy
aburrida también… Bueno, porque yo, um, habló de números todo el tiempo…]
Solo podía hablar de todo lo
relacionado a ecuaciones matemáticas y fórmulas mágicas. Pero había olvidado
prestar atención a las reacciones del oyente y seguía hablando. Louis Miller la
había regañado más de miles de veces. El apuesto mago algunas veces retorcía
sus orejas sin misericordia, sonreía y preguntaba. [¿Has regresado al mundo, mi
compa Sabio?] Recordarlo hacía que empezara a tenblar.
Lana sonrió levemente. [Eres rara.]
[¿Yo— lo soy…?]
[Sí. Al frente.]
Con prácticos movimientos, Lana ató el
cabello de Monica en trenzas. Una vez tenía dos, las unto con el cabello
restante y las ató con el listón.
[Vamos, terminé. No es tan difícil.]
[W-Wow… Eso fue rápido… ¿Entonces las
posiciones y ángulos de las trenzas son la clave? No, espera, también debería considerar
las proporciones de los diferentes mechones de cabello—]
[¡No es sobre números! Aprendes con tus
manos. Ahora, deshazlo e inténtalo tú misma.]
Los ojos de Monica se abrieron por las
palabras de Lana, y ella exclamó. [¡¿Qué?! Pero es tan lindo… ¿D-De verdad
tengo que desatarlo…?]
Cuando Lana oyó las palabras “pero es
tan lindo”, su boca se retorció— el alago parecía haberla puesto de buen humor—
y entonces aclaró su garganta, haciéndole de la hermana mayor. [No podrás
aprender si no lo haces sola. Si lo arruinas y te quedas sin tiempo, yo lo
reharé, así que inténtalo.]
[Ugh… Es como acabar con una buena
ecuación y reescribirla otra vez con números al azar…]
[¿Qué tipo de analogía es esa…?]
Justo cuando Lana sonrió, medio
exasperada y contenta, una conmoción se levantó en la clase.
Aunque era demasiado temprano para que
el profesor llegar. Preguntándose que pasaba, Monica miró a la fuente del
ruido. Allí, encontró a un estudiante que reconoció— el joven de ojos caídos y
cabello castaño.
E-Es él…
Elliott Howard, el miembro del consejo
estudiantil quien había acusado a Monica de ser un intruso en los viejos
jardines el día anterior. Le dio una mirada a la clase y cuando sus ojos
encontraron los de ella, sonrió.
Monica jadeó asustada y se escondió
detrás de Lana. Sin embargo, era demasiado tarde. Sus zapatos de cuero sonaron
en el suelo, Elliott se dirigió directo a su asiento. Monica de inmediato saltó
de Lana y se escondió a una cortina cercana.
Elliott se burló del extraño
comportamiento. [No puedo creer que realmente fueras una estudiante. De hecho,
no estoy del todo convencido. ¿Huyes tan pronto como ves el rostro de alguien?
Ninguna dama decente haría eso. Ya veo— realmente eres una ardillita tímida.]
Temblando, Monica miró a Elliot entre
las cortinas. [S-Soy una h-humana…]
[Si eres humana, entonces al menos sal
de allí.]
[…]
Dudando, Monica salió de las cortinas,
y Elliott sonrió. Al final, su boca formó una sonrisa— sus ojos caídos eran
fríos.
[Vine aquí porque necesitaba algo de
ti.] Él dijo. [¿Vendrías conmigo?]
[Yo— tengo, um, clases…]
[Es la clase del profesor Thornlee,
¿cierto? Hablaré con él al respecto. Y es solo el segundo día del nuevo
semestre igual. No cubrirán nada importante.] Elliott se alejó varios pasos,
entonces giró su cuelo para verla. [Soy un miembro del consejo estudiantil. Si
quieres llevarla bien en esta academia, deberías hacer lo que digo, novata.]
Si Monica gritaba no, estallaba en
lágrimas y huía, no sería diferente de lo que era ayer. En cambio, tomó una
profunda respiración, y asintió. [E-Está bien.]
Elliott Howard ni estaba tratando de
esconder su desdén, y sus palabras se ataban con espinas. Aunque, probablemente
era mejor que un cierto Sabio que conocía, quien lanzaría magia ofensiva a
ella, sonriendo todo el tiempo. A ese paso, eso fue lo que se dijo mientras
incitaba a sus temblantes piernas a empezar a moverse.
✽✽✽✽✽
Elliott se detuvo frente a una gran
puerta en el cuarto piso. Toda la Academia Serendia era bastante extravagante
para rivalizar con los edificios de los grandes nobles, pero esta puerta era
especialmente esplendida.
Elliott dio un ligero toque, entonces
se abrió la puerta sin esperar una respuesta.
[Entre.]
[Bienvenido.] Una leve voz vino desde
adentro— una voz que Monica había oído antes.
Elliott sostuvo la puerta abierta y
apresuró a Monica a entrar con sus ojos. Apretando sus puños frente a su pecho,
procedió.
[D-Disculpen.]
El interior era espacioso, con una
alfombra escarlata puesta en el suelo. Cada cuarto en esta academia tenía una
extravagante hechura que era incomparable a cualquier otra escuela, pero esta
era particularmente lujosa. El detallado en las mesas, sillas y pilares eran
increíblemente fascinante. La oficina del director había estado decorada con
filas de pinturas y esculturas, pero este lugar evocaba una elegancia
diferente.
Cerca de la parte trasera del cuarto,
un estudiante se sentaba en un escritorio de apariencia profesional. Su cabello
era rubio miel y brillaba por la luz de la ventana, y sus ojos eran hermosos—
azules con un toque de verde.
[Me disculpo por llamarte aquí muy de
pronto, Lady Monica Norton.] Él dijo.
[E-Eres, um, el de ayer…] Era el joven
que había recogido las batas de Monica y protegido del florero en el viejo
jardín. Y tenía la misma sonrisa gentil ahora que antes.
[¿Fuiste capaz de comer tu almuerzo
después de eso, pequeña ardilla?]
[Um, gracias… er, m-muchas gracias por
lo de ayer.]
¡Lo dije! Pude decirlo apropiadamente. El objetivo de Monica para hoy había
sido agradecerle a Lana y al joven de ayer. Tranquilamente saboreó su dicha al
haber cumplido ambas rápidamente.
El joven levemente inclinó su cabeza a
un lado. [¿Lo siento? ¿Hice algo que mereciera las gracias?]
[Um, recogiste mis bayas y… y me
llevaste a la enfermería…] Monica dijo, entrelazando sus manos.
La cara del hombre se alumbro en
entendimiento. [No tienes que agradecerme por eso. Es el deber del presidente
del consejo estudiantil salvaguardar a los estudiantes.]
Qué amable persona, Monica pensó en
admiración— antes de proceder a lo que había dijo. Si no estaba mal, dijo algo
importante. Muy lentamente, miró atrás y repitió. [¿Presidente… del consejo
estudiantil?]
[Eso es.] El joven asintió con una
sonrisa. Tranquilamente se levantó y le ofreció a Monica una elegante
reverencia. [Supongo que aún no me he presentado. Soy Felix Arc Ridill, 75º
presidente del consejo estudiantil de la Academia Serendia. Es un placer
conocerte, Lady Monica Norton.]
[…]
Así que resulta que el estudiante de
ayer en realidad había sido el presidente del consejo estudiantil. Eso lo hacía
el segundo príncipe— y aquel que se suponía Monica estaría protegiendo. Una vez
había entendido todo, su primer pensamiento fue…
[U-Um…] Ella balbuceó. [¿Qué pasa? ¿Si
es un príncipe, cómo, um, se escabullo del dormitorio anoche?] Elliott, quien
había estado esperando en la puerta, intervino y miró a Felix.
[Espera, ¿escabullirte anoche? Es la
primera vez que escucho de esto.]
Felix evitó la acusadora mirada de
Elliott y le sonrió a Monica. [No estoy exactamente seguro de lo que estás
hablando.]
[Um, bueno, te vi por mi ventana
anoche. Estaba parado fuera del dormitorio de chicos…] No había duda que la
persona sospechosa que Nero había descubierto la noche anterior había sido
Felix. Pero ¿por qué estaría vagando por ahí luego del toque de queda?
Felix le respondió a la inofensiva
pregunta de Monica sin más, su sonrisa nunca cedió.
[Hubo luna nueva anoche, ¿verdad?]
Estaba implicando que habría estado muy oscuro para ver algo desde su ventana.
Cuando Monica trató de responder,
Felix, de espaldas al escritorio, junto sus dedos y descansó su mentón en sus
manos. [¿Así que viste a alguien salir del dormitorio de chicos en medio de la
noche?] Continuó. [¿Puedes decirme cómo se veía? Tendremos que fortalecer la
seguridad de la academia.]
[E-Estaba usando una capucha, y no pude
ver su cara. Solo un breve destello, um, su cabello rubio y su nuca… señor.]
[Bueno, tenemos muchos estudiantes
rubios en la academia.]
Al momento que escucho su
contraargumento, fuego se encendió dentro de ella. Fue, quizás, el impulso
peculiar de un estudioso por probar su teoría. Dirigiéndose al relajado Felix,
Monica apretó sus puños y declaró. [L-La persona encapuchada de ayer tenía el
mismo, um, físico que tú.]
[No sería extraño que alguien tenga un
físico similar al mío, ¿verdad?]
[No era similar— ¡Era la proporción
perfecta!]
[¿Perdón…?]
Una vez su corazón se había encendido,
Monica dejaba de preocuparse por sus alrededores y se perdía en los confines de
su orgullo— un mal hábito suyo. Por fortuna, dio la casualidad que había una
pizarra movible para conferencias pegada contra la pared. Monica dibujo a una
simple persona en él, entonces dibujó un rectángulo alrededor de la cabeza.
[Tengo confianza en mi habilidad de
estimar precisamente la longitud de algo que veo. La proporción entre la altura
y anchura de su cabeza es de 1 a 1.618. Ese número es muy cercano a la
proporción áurea, la cual los humanos sienten más hermosa. Para ser precisos,
la proporción áurea es de 1 a 1.61803398… y sigue, pero omitiré el resto.]
Sin prestarle atención a su asombrada
audiencia, Monica dibujó una línea horizontal por el ombligo de la figura,
esencialmente dividiéndolo en parte alta y baja. Sobre la línea escribió el 1,
y debajo escribió 1.618.
[Incluso si alguien está usando ropa,
puedes usar la longitud de sus piernas para calcular la posición de su ombligo.
Ambos, el presidente y la persona de anoche producen la misma proporción áurea
cuando su parte baja y alta del cuerpo están divididas. ¡Pero alto! Si fuéramos
a usar el 1 para la porción baja en cambio, entonces eso te daría tu altura
total, combinando las porciones bajas y altas, da 1.618. La proporción áurea
otra vez— ¡Casi como si estuviera calculada apropósito! ¡Esa propiedad es
bastante rara! Si fueras a medirte con una cinta métrica, verías que mi teoría
es… correcta…]
Fue entonces que Monica finalmente
emergió de su apasionada fantasía. Su respiración aún era una locura, pero el
trance estaba roto.
Yo… ¿qué fue lo que yo…? Aun tomando la tiza, miró atrás a
Felix y Elliott.
Elliott estaba allí parado, con ojos
abiertos.
Felix, por otro lado, estaba calculando
algo, murmurando. [La última vez que tome mis medidas, el número fue…] Unos
momentos después, su rostro se iluminó. [Wow, realmente es 1 a 1.6.]
[…]
[Me han alagado por mi apariencia
antes, pero nunca así.] Él dijo, menos sarcástico y más como si encontrara todo
muy divertido.
Monica inconscientemente puso sus manos
en su cabeza. ¡Ahhhhh! La cagué otra vez…
Perdía el horizonte de lo que estaba
pasando a su alrededor cuando manejaba ecuaciones y fórmulas mágicas. Y cada
vez que lo hacía, Louis le jalaría sus orejas, pero… ¡No puedo creer que lo
hiciera frente a la persona que se supone que estoy protegiendo, diablos!
En todo caso, necesitaba quedarse con
la buena fe de Felix. Desesperadamente, trató de pensar en alguna excusa. Louis
una vez le había dicho lo horrible que era en esa particular tarea— así que
pensó, y pensó, y pensó. Y lo que se le ocurrió fue esto:
[¡El espiral dorado, el cual está
basado en la proporción áurea, usa la secuencia de números en la canción de los
“Cerdos del Viejo Sam” por cada proporción! En la secuencia, la proporción
entre cada par de números se acerca más y más a la proporción áurea. Es una
secuencia hermosa… Es decir, los “Cerdos del Viejo Sam” es increíble… ¡No, esperen, quería decir, sus proporciones
son increíbles! ¡Señor!]
Si Louis hubiera estado aquí, le habría
preguntado lo que su excusa quería conseguir, entonces recurría a la violencia.
Escuchando a Monica alabar a un miembro
de la familia real y la canción de cerdos en la misma oración. Elliott frunció
sus ojos y gruñó. [¿Qué carajos es “Los Cerdos del Viejo Sam”?]
Elliott no parecía recordar la popular
canción de niños, pero Felix golpeó su puño en su palma. [Oh, la canción de
cuna… Lo entiendo. Así que eso es lo que son esos números.]
Felix se veía impresionado, y Elliott
frunció sus caídos ojos para verlo.
[Entonces la ardillita ha probado que estuviste
fuera de los dormitorios en la noche con una investigación encubierta.]
[Sí, aunque no dio frutos, por
desgracia.]
[Cyril se desmayaría si lo escuchara.]
[Lo sé. Espero que lo mantengas en
secreto.]
Juzgando por su intercambio, Felix
había estado actuando como un cebo con el fin de atraer al criminal— y sin
decirle nada a nadie, claro.
C-Como su guardaespaldas, no puedo
ignorarlo… Ella pensó. Pero ¿Felix lo explicaría si una externa como ella se lo
preguntara? Ya que Monica estaba preocupándose, Felix y Elliott continuaron su
conversación.
[Vamos, Elliot, claramente es una
ardillita indefensa. No solo no hizo nada luego de verme actuar anoche, sino
que accidentalmente se le escapo aquí. No puede ser un asesino.]
[Pero ¿no puede ser todo eso un plan
para que bajemos nuestra guardia? El incidente del florero de ayer fue raro. Es
bastante posible que Lady Norton lo llevara a donde el florero caería.]
Monica libero un grito de sorpresa.
Sintió más sospechas sobre ella, y no podía soportarlo y se dejo llevar. [U-Um,
lo del florero de ayer… ¿no se cayó de casualidad?] Ella preguntó nerviosa.
Elliott miró a Felix, esperando por su
decisión. Felix le dio una sonrisa y se cruzó de piernas en su silla.
[¿Por qué no explico las cosas desde el
principio? Todo pasó dos días antes cuando descubrimos que el tesorero del
consejo, Aaron O´Brien, había estado desfalcando fondos del presupuesto del
consejo. Cuando se le presionó, cayó en un estado de confusión… Así que
decidimos confinarlo en su dormitorio hasta que su expulsión finalice.]
Aaron O´Brien era un nombre que Monica
recordaba. Era el estudiante de cabello negro quien había estado gritando en el
pasillo hace dos días mientras los otros lo restringían. Isabelle le había
dicho su nombre.
[El consejo estudiantil preferiría no
dejar que una fuente de vergüenza interna se haga pública. Esperábamos mantener
en secreto el desfalco del Tesorero O´Brien de los otros estudiantes, decirles
que de pronto se enfermó y necesitaba dejar la escuela, dejar las cosas en
calma. Por desgracia, un accidente ocurrió luego de ello.]
✽✽✽✽✽
Fue el día anterior a la ceremonia de
entrada. Felix le había dado juicio a Aaron O´Brien en la mañana, y estaba
trabajando con los otros miembros del consejo para limpiar el desastre que
Aaron había dejado.
El aspecto más problemático era tener
que revisar los registros contables. Aaron había alterado muchos objetos en el
proceso de desfalco de fondos. Entonces, para ocultar esas alteraciones, había
truqueado los números— y había repetido este proceso varias veces. Como
resultado, los libros contables estaban en un pésimo estado.
Los miembros del consejo estudiantil
todos estaban trabajando para revisarlos, pero tomaría un considerable tiempo
arreglar todos los números. Ese día, no terminaron progresando mucho. El
tiempo, sin embargo, seguía en marcha, y con la ceremonia de apertura llegando
al siguiente día, no podían permitirse devotar todo su tiempo para revisar los
libros contables.
Alrededor de las tres de la tarde, el
asesor del consejo estudiantil, Thornlee, apareció y dijo. [Necesitamos
preparar la apertura para mañana y la ceremonia de entrada.]
Felix tendría que encargarse de
arreglar las ceremonias y tenía que irse. Necesitaba que los otros estudiantes
masculinos lo ayudaran a mover cosas. Así que dejo la revisión de los registros
a una de las secretarias, Bridget, y el oficial de asuntos generales, Neil, y
se llevó a los otros dos, el vicepresidente Cyril y Elliott, el otro
secretario, al salón donde la ceremonia sería celebrada.
Las sillas para los nuevos estudiantes
ya habían sido colocadas en filas y un letrero colgante fue colocado en la entrada.
Con las decoraciones ya completadas, Felix y los otros solo harían las
revisiones finales. Aunque, mientras marcaban su lista, notaron pequeñeces aquí
y allá, tales como sillas faltantes, las cuales necesitaban ser recolocadas.
[Pongamos los listones de los nuevos
estudiantes en las cajas de acuerdo a sus clases. Eso hará que el día vaya más
rápido que si—]
Mientras Felix le estaba dando
instrucciones a Elliott, Thornlee miró desde arriba a Felix y de pronto se
palideció. [¡Cuidado!] Gritó.
Un momento después, Cyril gritó.
[¡Señor!] Su voz era casi como un llanto.
Escuchando a Thornlee y Cyril, Felix se
movió antes que su mente pudiera procesar lo que estaba ocurriendo.
Momentos después, algo se aplastó donde
había estado parado— el letrero que había estado colgando en la entrada.
Ese letrero había sido colocado en un
espacio anticaída en la ventana del segundo piso del salón de la ceremonia en
las brechas de metal. Es decir, alguien había llegado a la ventana y lo
desabrochó.
Miraron hacia arriba y vieron que la
ventana del segundo nivel estaba medio abierta— y en la ventana, vieron una
figura, solo por un momento, antes de rápidamente retirarse.
✽✽✽✽✽
[Y esa es la historia corta.]
Luego de escuchar la explicación de
Felix, Monica estaba lista para desmayarse. Lo había llamado un “accidente”,
pero para cualquier persona normal, literalmente era un intento de asesinato.
¡Yo— no puedo creer que un incidente
como ese pasara el mismo día en el que llegué…! Sintiendo la sangre drenarse de su
rostro y sus labios temblando, miró a Felix y a Elliott.
Felix había mantenido su serena sonrisa
durante la explicación, pero Elliott estaba gruñendo. La anterior reacción era
propia para este caso. Algo estaba mal con Felix. ¿Cómo puede sonreír tan
con calma cuando su vida estaba siendo amenazada? O-O quizás los miembros de la
familia real están acostumbrados a este tipo de cosas, Monica pensó en un
rincón de su mente.
[U-Um, ¿descubrieron quién lo hizo…?]
[Por desgracia, huyó de nosotros. ¿No
es cierto, Elliott?]
[Siento eso. No fui capaz de
atraparlo.] Elliott dijo con pesar antes de ofrecer más detalles.
Cuando el letrero había caído, tres
personas habían estado con Felix: Thornlee, Cyril y Elliott. Thornlee, siendo
el único profesor presente, le había confiado la protección de Felix a Cyril e
ido con Elliott para perseguir el culpable. Por desgracia, no habían sido
capaces de encontrar algo— incluso después de separarse para cubrir más campo.
Felix soltó un suspiro relajado y se
bajó de hombros. [Pasó unas horas antes que encontráramos culpable de Aaron
O´Brien. Es natural asumir que los dos eventos están relacionados, ¿no? Pero
cuando el letrero cayó, O´Brien fue confinado al dormitorio de chicos. Eso
significa que alguien más debió haberlo tirado.] Frunció sus ojos azules
levemente, entonces le dio a Monica una mirada tenebrosa. [O´Brien implicó que
había tenido un cómplice en el desfalco. Es altamente probable que la persona
sea la que dejo caer el letrero.]
Felix había interrogado a Aaron, pero
para entonces, Aaron se había perdido y solo podía murmurar. [Es su culpa… Su
culpa…] Una y otra vez. No parecía estar en un estado para hablar con su
colaborador.
Mientras Elliott explicaba esto, sus
labios se retorcieron en una sarcástica sonrisa. [Así que pusimos una trampa
para atraer al colaborador— durante el almuerzo de ayer.]
[Oh, ¿así que fue por eso que estaban
en los viejos jardines…?]
[Eso es.]
Si Felix estaba solo en los jardines,
el culpable probablemente llegaría por otro intento. Su plan había sido que
Elliott se escondiera— esperarían a que el villano fuera por Felix, y entonces
Elliott lo restringiría. Por mala, Monica había llegado de pura casualidad.
[Seré honesto. Creo que estás
trabajando con el culpable, e intencionalmente llevaste al príncipe a donde el
florero caería.]
A pesar de haber llegado a esa academia
para proteger al segundo príncipe, Monica ahora estaba siendo tratada como una
asesina. Si Louis Miller fuera a escuchar esto, es probable que se reiría;
digo, ah, todo lo que haces es tan inesperado, hahaha, y luego apretaría sus
puños.
¡Yo— no puedo ser expulsada justo
después de infiltrarme! Si Louis lo descubre, estará furioso conmigo… Y si
fracaso con la misión, pueden ejecutarme…
Monica agitó su cabeza, y casi se
torció. [Yo— yo no… lo hice…]
[¿Entonces dónde estabas, y qué estabas
haciendo, como a las tres de la tarde hace dos días, donde el incidente ocurrió
en el salón de ceremonia?]
Ondeando sus dedos, Monica regresó a
sus recuerdos. A las tres de la tarde hace dos días. Había estado limpiando su
cuarto y diciéndole a Nero que ella desearía poder ser un gato.
[E-Ese día, estaba en el dormitorio de
chicas… limpiando mi cuarto…]
[¿Hay alguien que pueda respaldarte?]
[No…]
El único con ella a esa hora había sido
Nero, y no podía decir que un gato parlante es un testigo.
Mientras bajaba la mirada, Elliott la
miró como si viera a un criminal condenado. Su mirada era como un puño
apretando su corazón, su respiración se agito y descontrolaba. Estaba tan
nerviosa que el oxigeno no estaba llegando a sus pulmones. Un terrible sudor se
juntaba en sus guantes.
Una vez la tensión en el aire se puso
tan pesado como para cortarse con un cuchillo, Felix interrumpió y amonestó a
Elliott. [No puedo aprobar que molestes a los animalitos.]
[Pero tienes que admitir que esa
ardillita es sospechosa.] Elliott dijo, su voz estaba llena de espinas. Pero
entonces parecía pensar en algo, y sus labios se transformaron en una sonrisa
malévola. [Ya sé. Hagamos esto. Ardillita, encuentra al culpable que tiró el
letrero y el florero. Entonces creeré que no eres culpable.]
Los ojos de Monica se abrieron a la
propuesta de Elliott. [Um, ¿quieres… que lo haga?]
[Los dos sobresalen demasiado. Para ser
honesto, no queremos hacer esto la gran cosa. Incluso los otros miembros del
consejo no saben de nuestras investigaciones encubiertas.]
[¡¿Huh?!] Monica exclamó, sus ojos se
abrieron más mientras se giraba a Felix. Este sonrió y asintió. [En efecto.
Nuestro vicepresidente, en particular, Cyril, es un preocupado.]
Eso tiene sentido. Cuando Nero y Monica
había visto a Felix anoche, había estado tratando de atraer al posible asesino—
e incluso sin decirle a Elliott de ello.
Pero Felix no había sido perseguido esa
noche, ya se que el villano fuera muy precavido para tomar el cebo o alguna
otra razón desconocida.
Si no podían encontrar al culpable
pronto, el caso podía mantenerse sin resolver. Felix y los otros quería
evitarlo también.
[¿Y? ¿Lo harás? ¿Buscarás al culpable?]
Elliott preguntó, su oscura sonrisa lo decía todo, “Fallarás igual.”
Monica hizo sus manos un puño frente a
su pecho. No le gustaba nada. Si fuera por ella, se habría encerrado en su
dormitorio y quedado allí. Sin embargo, estaba a cargo de proteger a Felix.
[Yo— yo— yo— lo haré…] Ella respondió.
Elliott sonrió vilmente y se giró a
Felix, diciendo. [La oíste.] Felix miró a Monica con una sonrisa impenetrable y
calmada.
[¿Oh? En ese caso, es un placer
trabajar contigo, Lady Monica Norton.]
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