Capítulo 10
La Fórmula Perfecta
Con Cyril en su hombro, Nero corrió por
el oscuro bosque. Incluso en forma humana, había mejorado su visión nocturna.
Además, era mucho más fuerte que un humano promedio y fácilmente podía mantener
toda su velocidad a pesar de llevar a Cyril.
Ahora que lo pienso, ¿cómo este
friolento chico salió del dormitorio?
Pensó.
Los dormitorios de chicos y chicas
estaban rodeados por altos muros. Los guardias manejan las puertas, manteniendo
la guardia durante la noche. Debió haber sido bastante difícil entrar o salir.
Si podías usar magia de vuelo para subir
o saltar por el aire, sería una historia diferente, pero la magia de vuelo no
era tan fácil como sonaba. Requería un alto nivel en el control de precisión de
maná y desarrolladas habilidades físicas— era una técnica usada por grandes
magos. Es por eso que Monica, con su coordinación física promedio, no podía
usarla.
En mi opinión de experto, este
friolento chico tiene una sobresaliente magia de hielo, pero no parece ser
particularmente habilidoso en algo más.
La afinidad elemental de una persona
era determinada al nacer, y la mayoría de magos promedios eran capaces de
manipular un solo elemento. La habilidad de Monica fácilmente maneja magia
avanzada sin importar que el elemento fuera era muy inusual. Aunque Nero
encontraba fácil olvidarlo en momentos así, ella era una de los Siete Sabios—
los magos más grandes en el reino— sí.
El friolento chico no puede usar
hechizos de viento. Aunque es bastante increíble que pueda usar magia de hielo
tan bien a su edad. ¿Cómo Cyril, quien no podía usar magia de vuelo, se salió
del dormitorio de chicos?
La respuesta le llegó al momento que
llegó a la entrada trasera del dormitorio- había una gran grieta en una parte
del muro rodeando el edificio. Cyril debió pasar por ahí.
[Para una academia elite, sí que hay un
trabajo de manteniendo descuidado.] Nero murmuró.
[Al parecer, generaciones de
estudiantes han usado esa grieta para salirse del dormitorio y tomarse un
respiro.] Una voz vino desde atrás de Nero.
Se giró, con Cyril aún sobre su hombro,
y vio a un conocido estudiante parado detrás de él. Con un alto y delgado
cuerpo; una cara apuesta; y un dorado cabello que brillaba suavemente a la luz
de la luna— era el segundo príncipe del Reino Ridill, Felix Arc Ridill. Estaba
usando su uniforme escolar y sosteniendo un largo tablero.
Mientras Nero miraba el tablero, Felix
se paró contra el muro para cubrir la grieta. [Lo escondemos normalmente con el
tablero así, pero parecía que Cyril no fue capaz de hacerlo a tiempo.]
Ah, Nero pensó. Así que el príncipe
también es un cliente regular. Asintiendo, Nero bajó a Cyril de su hombro.
[Soy un viajero que pasaba por aquí.
Este friolento chico se salió de control con el envenenamiento de maná y
colapsó en medio del bosque, así que te lo traje de vuelta. ¿Qué piensas? Soy
amable, ¿cierto? Date prisa y agradéceme.]
[Sí. Muchas gracias por tus esfuerzos.]
[Lo que sea que diga que vio, dile que
fue toda una alucinación debido al envenenamiento de maná. ¿Entendido? Todo lo
que vio fue una alucinación.]
[¿Hm?] Felix miró a Cyril, de inmediato
regresó su mirada a Nero. Su expresión era calmada y gentil— pero sus ojos
azules eran cautelosos mientras observaban los movimientos de Nero.
[¿Te importaría darme tu nombre, amable
viajero?]
[Oh, no soy tan importante. Pero ya que
soy tan bueno, te lo diré igual. Mi nombre es Bartholomew Alexander.]
De cara a la fanfarronería de Nero,
Felix puso una mano en su boca y se río.
[Ese es el mismo nombre del personaje
principal en una novela de aventura.]
[Espera. ¿Sabes de Dustin Gunther?]
Nero preguntó, emoción está en su voz.
Sintió su apego con el príncipe
incrementarse. Era su creencia que cualquiera que le gustara Dustin Gunther
tenía que ser una buena persona.
Felix de hundió de hombros. [He
participado en la mayoría de atracciones que este país tiene que ofrecer—
novelas, juegos, teatro.] Dijo, sonriendo— aunque su sonrisa parecía algo
vacía.
Nero inconscientemente se rio. Este
chico me da nauseas.
A pesar de haber nacido en la realeza y
bendecido con todo lo que pudiera desear, el príncipe tenía ojos vacíos—como
los de alguien que no tiene nada.
Felix fácilmente miró a Cyril, luego se
giró a Nero como si hubiera recordado algo.
[Por cierto, viajero. Esos bosques son
propiedad de la academia, así que solo el personal y estudiantes tienen
permitido entrar.]
[Oh. ¿Es cierto?]
Nero odiaba que le dijeran las reglas
humanas. No soy un humano igual. Las reglas de la humanidad no eran de su
preocupación. Le señaló a Cyril con su mandíbula.
[Ya que salvé al friolento chico por
ti, solo pretende que no me viste.]
[Sí, claro. No estoy para interrogarte
luego que salvaras a Cyril.]
[¿Oh?] Nero frunció sus cejas en
sospecha y metió sus manos en su túnica. Luego de hurgar en la ropa, parecía entender
algo. [O quizás no necesitabas interrogarme porque ibas a usar a tu pequeño
espía para vigilarme.] Él dijo, sacando su mano de su túnica.
Atrapado entre sus dedos estaba la cola
de un lagarto blanco, su cuerpo estaba meneándose de aquí y allá. Nero levantó
al lagarto a la altura de su cara.
[¡Se ve delicioso!] Él amenazó. El
lagarto azotaba sus pequeñas patas.
Nero mostró sus filosos dientes en una
villanesca sonrisa.
[Un espíritu de agua, por lo que
parece. Probablemente planeabas esconderlo en mi ropa y mantenerme rastreado.
Bueno, qué mal por ti. Soy bastante sensible al maná.]
Los espíritus eran grandes masas de
maná. Mientras más alto sea su nivel, más difícil era para Nero perderlo. Este
lagarto blanco era un espíritu de agua grande, contratado por el príncipe.
Incluso presentado con el lagarto blanco, Felix mantuvo su calmada sonrisa— y
eso lo puso más de pelos.
Nero había estado esperando una
reacción más grande, como “¡¿Q-Qué?!” o “¿Quién diablos eres?” Por desgracia,
el príncipe no mostraba señales de agitación.
Aburrido, Nero lanzó al suelo al
lagarto y le dio la espalda a Felix.
[Nos vemos.]
Antes de irse, Nero volteó su cabeza un
poco y lo miró desde atrás una ultima vez. Felix no dijo nada— solo se quedó
allí parado, observándolo irse.
Mira, tú brillante príncipe, dijo. No me importa cuán aburrido
seas. Aleja tus manos de mi chica, ¿entiendes?
No quería revelar su identidad al
continuar la plática, así que mantuvo su boca cerrada— pero apretó sus dientes
en una villanesca sonrisa.
Si te metes con Monica, te haré trizas
y devoraré.
Luego de ser lanzado al suelo, Wildianu
se movió a Felix y presionó su pequeña cabeza en el suelo en disculpa. [Siento
terriblemente mi falta de fuerza, señor. Empezaré la persecución de él
enseguida y—]
[No, no te preocupes. No queremos que
te devoren.]
Aunque Felix habló de una manera cálida
y jovial, Wildianu parecía estar muy avergonzado de su incompetencia.
Como sea, Felix ya se había rendido en
perseguir al hombre de cabello negro. No sabía quién era, pero sentía
instintivamente que solo perseguir al hombre no sería suficiente.
No era humano. Probablemente tampoco un
espíritu, pero era algo más. Pero independientemente de su identidad, si no
quería hacerle ningún daño a Felix, entonces Felix estaba más que feliz de
dejar el asunto por ahora.
[Wil, regresa a mi bolsillo. Sería un
inconveniente si Cyril te viera.]
[Entendido.] Wildianu subió por la
pierna de Felix y se metió en el bolsillo del príncipe. Una vez que terminó,
Felix ajustó la posición de Cyril en su espalda y empezó a caminar.
Él oyó a Cyril balbucear. Al parecer,
lo tenía retenido. [Ugh… Yo, yo…] Murmuró, con la voz agitada.
Felix le habló en su usual tono. [Hey.
¿Estás despierto?]
[¿Príncipe…?] Cyril pestañó varias
veces, entonces miró a Felix con ojos nublados. [Tuviste un caso de
envenenamiento de maná y colapsó en el bosque. Un amable viajero te trajo
aquí.]
[Le he causado problemas.]
[Oh, no importa.]
Normalmente, Cyril habría supuesto que
podría caminar por su cuenta. El hecho que no hubiera protestado probaba lo
cansado que estaba.
Una vez que Felix lo había dejado en su
cuarto, Cyril se recostó en la cama y miró a Felix.
[El viajero que me rescató. ¿Era una
persona baja usando una capucha?]
Felix agitó su cabeza. [No, era un
hombre alto con cabello negro.]
[Ya veo…] Cyril murmuró, cerrando sus
ojos como si buscara algo.
De pronto, curioso, Felix preguntó.
[¿Qué tipo de alucinaciones estabas teniendo en el bosque?]
Por un tiempo, Cyril estaba en
silencio, sin saber qué decir. Probablemente estaba procesando las ilusiones
que había visto a través de sus pestañas.
Eventualmente, lentamente empezó a
hablar, con ojos cerrados.
[Vi un monstruo… Un poderoso monstruo
bastante aterrador… Dudo que olvidaré lo que vi mientras viva.]
✽✽✽✽✽
Luego de confiarle Cyril a Nero, Monica
salió del bosque, pasando el dormitorio de chicas, y se dirigió hacia el
edificio escolar de la Academia Serendia. Ryn observó con calma, inclinó su
cabeza tanto para un lado que parecía como una muñeca con el cuello roto. Al
parecer era su forma de indicar confusión.
[¿No vas a regresar al dormitorio?]
[Hay… um, algo que quería, er,
revisar.]
[¿Revisar?] Ryn repitió.
Monica circuló por la parte trasera de
la academia, luego se detuvo frente a la puerta trasera.
[El broche de Lord Ashley fracasó, um,
porque desborda con poderoso maná.]
Como resultado, el broche mágico,
carecía de una fórmula de protección, había funcionado mal. Lo cual tenía una
pregunta: ¿Cuál era la fuente del poderoso maná a la cual Cyril había sido
expuesto? Era lógico asumir que había estado bajo algún tipo de ataque mágico.
[Lord Ashley estaba, um, fuera de sí
antes.] Explicó. [Más que envenenamiento de maná… sus síntomas eran más
cercanos a… los efectos secundarios de interferencia mental mágica.]
Interferencia mental mágica era un tipo
magia peligrosa que estaba prohibida en la mayoría de casos. Era posible usarlo
para realizar un simple lavado de cerebro o intervenir con los recuerdos de una
persona para hacerles olvidar convenientes verdades, pero sus efectos
secundarios incluían desestabilización mental e intensos cambios de humor.
Ryn finalmente había entendido el punto
de Monica.
[Es decir, el chico de ahora había sido
atacado por alguien usando interferencia mental mágica, y eso causó que su
broche funcionara mal.]
[Sí.]
Y si ese fuera el caso, entonces Monica
tenía una buena idea de lo que había estado pasando en la academia.
Selma Karsh había tirado el florero
como venganza contra la condena de Aaron. Pero la verdad acerca de Aaron había
sido escondida de los estudiantes. Solo se les había dicho que voluntariamente
había dejado la escuela para recuperarse de una enfermedad.
¿Entonces por qué Selma sabe la verdad
del castigo de Aaron? Lógicamente, alguien debió haberle dicho.
Y el verdadero criminal había usado
magia de interferencia mental para poner loca a Selma— todo con el fin de
ponerla como el cómplice de Aaron.
Ahora que lo pienso, el comportamiento
de O’Brien también se parece a los efectos secundarios de interferencia mental.
Había clamado tener un cómplice— pero
también que no podía recordar su nombre. Selma había clamado que era la
culpable de todo— pero sus palabras y acciones habían sido incongruentes. Y
ahora Cyril había entrado en caos y su maná se salió de control.
¿Qué tal si los tres habían sido
afectados por un hechizo de alteración mental? ¿Quién tenía los medios y el
motivo?
[Señorita Ryn, por favor escóndase un
momento.]
[Claro.]
Ryn aterrizó en una rama de un árbol
cercano, la falda de su uniforme de maid bailaba.
Mientras Monica estaba admirando el
sentimiento único de ligereza que poseída por ser un espíritu de viento, vio
una figura a la par del edificio escolar. Hizo atrás su capucha y se acercó.
La figura, habiendo dejado el edificio
escolar, miró a Monica y la observó con sospecha.
[Tú eres… Monica Norton, la nueva estudiante,
¿cierto?] Dijo, ajustando sus lentes. [¿Y qué estás haciendo afuera tan tarde?]
Era el profesor de Monica y el
consejero del Consejo Estudiantil— Victor Thornlee. En sus brazos, apretaba un
grueso racimo de papeles como algo muy importante. Monica miró a los papeles, y
Thornlee-sensei frunció el ceño.
[Estoy seguro que el toque fue hace un
tiempo. Salir tan tarde sin permiso puede tener suspensión—]
[Esos, ¿de dónde… tomo esos?] Monica
dijo, interrumpiéndolo, señalando a los papeles que Thornlee-sensei sostenía.
Por un momento, Thornlee-sensei parecía
avergonzado y perdido de palabras. Detrás de sus lentes, cambio la mirada
levemente.
[No sirve de nada cambiarlos con algo
más. He memorizado todos los números en cada documento que he visto.]
[¿Cambiarlos…? ¿De qué estás hablando?]
Thornlee-sensei preguntó, sus mejillas se palidecieron y su voz poco natural
subió de tono.
Hasta ahora, el joven rostro de Monica
siempre había temblado de miedo— pero ahora, eso se cayó. Era justo como cuando
había estado metida con los números en el salón del Consejo Estudiantil. Una
luz brillo, en lo profundo de sus ojos verdes, mientras miraba a los documentos
en las manos de Thornlee-sensei.
[Los registros contables del Consejo Estudiantil
han sido un desastre por un tiempo ya.] Ella le dijo.
Cada año, los ingresos y egresos se
habían descuadrado. Últimamente, habían sido manipulados solo para hacer que
los números cuadren. Había sido un tipo de tradición para alguien a cargo de lo
contable, el tesorero o quien sea que los falsificara.
Pero Monica había notado algo durante
su revisión.
[Hace cinco años, la forma en que los
números fueron falsificados se volvió más sofisticado. Y lo que es más, las
cantidades de dinero empezaron a ser más y más grandes.] Ella dijo.
Luego que Aaron O’Brien se hubiera
convertido en el tesorero el año pasado, la cantidad de dinero solo había
incrementado.
[Hace cinco años… fue cuando se le
asignó como consejero del Consejo Estudiantil.]
[¿Qué tiene eso que—?]
[El cómplice de Aaron O’Brien en las
falsificaciones era usted, Thornlee-sensei.]
Ruido, ruido. Los papeles se deslizaron
uno contra otro mientras se caían de las manos de Thornlee-sensei.
Mientras Monica era distraída por eso, Thornlee-sensei
de inmediato cerró la distancia entre ellos y la tomó de la muñeca para
mantenerla en el lugar. Él miró a Monica con ojos de odio y dijo.
[Para una estudiante pendeja, eres
bastante perspicaz.]
[¡Por favor… suélteme…!]
Monica trató de quitárselo, pero entre
más se resistía, más enojado Thornlee-sensei se ponía. Sus ojos mientras la
miraban ardían con un denso y concentrado odio.
[La investigación mágica requiere mucho
dinero, sabes. Y mi investigación es tan excelente… Bueno, una chica mediocre
como tú nunca sería capaz de entenderlo, incluso si lo intentaras en toda tu
vida.]
Thornlee-sensei tomó con fuerza la
muñeca de Monica, casi la rompía, entonces usó su otra mano para cubrir el
rostro de Monica. Sintió un leve cántico. La fórmula era…
¡Interferencia mental!
Una vez Thornlee-sensei terminó de
recitar, una luz blanca salía de su mano.
[¡Graba esto en tus ojos— mi fórmula
perfecta!]
Cada una de las partículas de luz fue
formada por pequeños símbolos mágicos. El flujo de luz era una sola fórmula
mágica. Monica miró directo a ello sin apartar su mirada.
[No viste nada. Y olvidarás los números
en los registros contables… ¿Entiendes?]
La sugerencia de Thornlee-sensei era
como un peso golpeando en la mente de una persona. Tratar de ir contra esa
sugerencia conllevaba un intenso dolor— como tratar de quitarse el peso.
Pero antes que pudiera ser grabado en
la mente de Monica, el peso se disipó.
[¿Qué…?]
La fórmula mágica de Thornlee-sensei colapsó
y las partículas de luz perdieron su brillo. Monica lo miró tranquila; sus ojos
estaban abiertos. En esa joven con una inocente cara era una expresión de clara
aversión.
Monica rara vez se enojaba por algo. No
importa lo mucho que los otros se burlaran de ella, no importa cuántas veces la
llamara tonta o estúpida o incapaz de hacer las cosas que las personas normales
pueden hacer, solo podía bajar su cabeza, porque tenían razón.
Pero ¿números y magia…? Eso era
diferente.
El acto de mancillar perfectas y
hermosas ecuaciones, perfectas fórmulas mágicas era una cosa que no podía
permitirse tolerar.
La fórmula mágica de Thornlee-sensei era
justo como los libros contables alterados. Estaba fuera de las perfectas
fórmulas mágicas que Monica tanto amaba.
[Esto no… es perfecto… en lo más
mínimo.]
Thornlee-sensei miró a Monica, con ojos
sangrientos.
Ella continuó. [Hechizos de
interferencia mental requiere un delicado control de maná y un complicado
entendimiento de fórmulas mágicas. El suyo está lleno de vacíos— lejos de… lo
perfecto.]
[¡Estupideces! ¡Es perfecta…!]
[¿Aunque alguien como yo fue capaz de
bloquearlo?]
[¡Silencio!]
Thornlee-sensei una vez más empezó a
recitar. Su fórmula era para sellar un poco de la memoria de alguien, pero este
cántico era más malévolo. Destruiría la mente de la persona.
Él levanto su blanca palma. [¡Una
idiota como tú que no puede comprender mi excelencia está mejor como una muñeca
muda!]
Al momento que su mano derecha toco la
cabeza de Monica, usó su propio maná para interferir con su fórmula mágica. Tal
movimiento era poco convencional y solo posible si el usuario tenía un alto
nivel de habilidad. Monica lo manejó con facilidad.
Primero, descifró la fórmula que Thornlee-sensei
había creado, luego la desmanteló, la deshizo como un nudo de cuerdas. Eso fue
lo mismo que cuando había anulado su primer hechizo. La luz blanca estalló y se
disipó, luego las brillantes partículas se esparcieron alrededor de ellos.
Pero esta vez, luego de desmantelarlas,
mantuvo el hechizo activo y lo recreo en algo suyo— algo más complejo, más
preciso, y más hermoso. Algo perfecto.
Las esparcidas partículas de luz
empezaron a juntarse alrededor de ella, como si cada una tuviera mente propia,
eventualmente formando formas.
¿Qué es esto? ¿Qué está pasando? Victor Thornlee pensó, jadeando de la
impresión.
Las partículas de luz, cuya forma
habían sido inexplicables, se habían transformado en brillantes mariposas
blancas. Dejaron atrás rastros brillantes mientras volaban en la oscuridad. Era
una fantástica vista— tan hermosa como para darte un escalofrío en la espalda.
Sin embargo, cualquiera con
conocimiento base de la magia estaría asombrado.
Cada una de esas mariposas… ¿es una
fórmula mágica? Y son increíblemente avanzadas…
De acuerdo a los viejos textos de
magia, las perfectas fórmulas de interferencia mental toman forma de mariposas.
Y justo ahora, danzando ante sus ojos, estaban hermosas mariposas construidas
solo de fórmulas mágicas.
Daba pena ajena, ciertamente no digna
para esta academia— aunque, no solo había visto en la malversación de Thornlee-sensei,
también había negado su magia.
Había demostrado, como un mago, qué tan
grande la brecha de habilidad era entre ellos.
[Eso no— no es posible… Solo no es…
¿Cómo puedes tú, de todas las personas… tener tal perfecta fórmula y sin
recitar—?]
Mientras hablaba, se dio cuenta.
Los humanos necesitaban recitar para
usar magia. Pero había una sola persona en este reino que había hecho lo
imposible posible.
Una chica genio quien había sido
seleccionada como uno de los Siete Sabios hace dos años a la joven edad de
quince años— como uno de los pináculos de la magia.
El genio quien había desvelado una
fórmula mágica incluso más avanzada a la que Thornlee-sensei había pasado
veinte años desarrollando, agitando el mundo mágico y haciendo trizas su
orgullo.
[Tú… no puedes ser la Bruja—]
Como si lo interrumpiera, las blancas
mariposas empezaron a pegarse al cuerpo de Thornlee-sensei, una otras otra.
Cuando trató de quitárselas, cubrieron sus dedos.
[¡Alto, no…! ¡Dente esto! ¡Por
favooooor!]
Las blancas mariposas cubrieron su
agitada boca y sus ondeantes extremidades. Finalmente, ya no hubo movimiento,
Thornlee-sensei uso su ojo derecho, solo visible por la brecha de las
mariposas, para grabar en su memoria la magina de la bruja que le había hecho
esto.
Una pequeña chica flaca con rasgos
juveniles. Sus ojos verdes, con un toque de café en ellos, lo miró sin
emociones y brillando como joyas en la luz de las blancas mariposas.
Y ese monstruo en forma de niña— la
Bruja Silenciosa— habló con calma y sin más.
[El hechizo durará veinticuatro horas.
Soñará con…]
✽✽✽✽✽
Victor Thornlee estaba parado en un
verdoso campo.
Conocía estos campos. Eran las
planicies de su hogar.
Pero ¿por qué está en este vacío campo?
Era demasiado bueno para terminar enterrado en un lugar así.
Dinero. Sin suficiente dinero. La
investigación mágica requiere dinero. Con dinero, puedo hacer una mejor
investigación. Y entonces puedo reclamar la dignidad que la Bruja Silenciosa me
robó…
Para hacerlo, había instigado al idiota
de Aaron O´Brien y llenado sus manos de la riqueza de la Academia Serendia.
Aunque, ese perspicaz príncipe había notado la malversación de Aaron.
¡Ese príncipe de papel— esa marioneta
del Duque Clockford!
Y entonces Cyril Ashley, el
vicepresidente. Se dio cuenta que yo estaba malversando el dinero. Fue una
estupidez de mí dejar de borrar sus recuerdos. Debí haberle lavado el cerebro.
De hecho, ¿por qué no se lo lavo al presidente— el segundo príncipe? ¡Entonces
sería capaz de usar el dinero de la academia para lo que desee! Tendría la vida
hecha. Ah, ¿por qué no me di cuenta de algo tan simple antes? Sí— ¡Solo
necesito hacer al segundo príncipe mi marioneta! Ah… ¡Ah, sí, debo continuar mi
investigación de una vez!
Triunfantemente, Thornlee empezó a
caminar por el campo. Entonces notó algo frente a él.
Vaya, eso es…
[Oink.]
Un cerdo. ¿Qué está haciendo un cerdo
en un lugar así?
Sin pensarlo, se detuvo y sobo sus
ojos. De pronto, había dos cerdos. Mientras se preguntaba de dónde venía,
incluso más empezaron a aparecer.
Dos se volvían tres, tres en cinco,
cinco en ocho, ocho en trece…
Antes de saberlo, no podía ver nada más
que cerdos a su alrededor.
Derecha, izquierda, arriba y abajo—
cerdos, cerdos, cerdos hasta donde el ojo podría ver… Eventualmente, oyó el
sonido de las llantas de un vagón. Los cerdos empezaron a irse hacia el sonido.
Aun así, sus números nunca dejaron de incrementarse.
[Hey—¿qué es—? ¡No, alto! Alto, no,
alguien… ¡Nooooo!]
El mundo reflejado en los ojos de
Thornlee estaba enterrado ahora, todo hasta el horizonte, en cerdos.
Mientras Thornlee se agitaba, fue
enterrado por una horda de cerdos hasta que finalmente, desapareció.
✽✽✽✽✽
Monica se agachó a la par de Thornlee-sensei
y sostuvo su cabeza en sus manos. Él estaba sacando espuma por la boca, y sus
ojos se había echado para atrás.
[¿Q-Qué debería hacer ahora? Yo… me
pase…]
Cuando Thornlee-sensei había realizado
su imperfecta fórmula frente a ella, no había sido capaz de calmarse.
En el Reino de Ridill, el uso de magia
de interferencia mental era solo permitida en exámenes a esos acusados de
serios crímenes o en tiempos de emergencia nacional con el permiso del Gremio
de Magos o los Siete Sabios.
[Umm… ¿Supongo que puedo decir que Thornlee-sensei
cometió un serio crimen ya que indirectamente estaba dañando a la realeza? Y
los miembros de los Siete Sabios tienen una excepción especial, así que esto
probablemente no se considerará una violación de ley. Pero… P-Pero ¿qué si esto
es…? Sir Louis va a enojarse conmigo… ¡Espera, ¿eso significa que sería
e-e-ejecutada…?!]
Mientras murmuraba, medio llorosa, Ryn
llego detrás de ella y le tocó la espalda.
[Creo que Lord Louis diría algo como
esto.] Y entonces puso su mano en su pecho y continuó. [Todo vale
mientras nadie lo sepa.]
Monica prácticamente podía ver la
galante y maliciosa sonrisa de Louis Miller ante sus ojos. Limpió sus lágrimas
con su manga mientras Ryn fácilmente levantaba al pálido Thornlee-sensei.
[Debo entregar a este hombre a Lord
Louis. Creo que lo tortu— interrogará, entonces lo desecharemos de ser
necesario.]
[Um, sí, gracias…]
Dejando el papel de Victor Thornlee en
la malversación, usando el hechizo de interferencia mental— una técnica
prohibida— sin permiso significaba que su castigo caería en el Gremio de Magos.
Podía ser confuso para la academia la
repentina desaparición de un profesor, pero Louis haría algo al respecto.
Probablemente. Monica suspiro en alivio.
En el hombro de Ryn, Thornlee-sensei estaba
murmurando.
[Los cerdos… Los cerdos…]
Confuso, Ryn preguntó. [¿Qué tipo de
sueño está teniendo en este momento?]
[Um, bueno…] Monica jugo con sus dedos,
luego sonrió un poco y dijo.
[Está soñando con una hermosa secuencia
de números.]
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