Capítulo 16
El Bosque de las Bestias
Si una persona deja la capital real y
camina al norte por una hora, llegaría a un área conocida como el Bosque de las
Bestias. Aunque te arriesgas de toparte con las varias especies de monstruo que
lo llaman su hogar, también era una locación primaria para recoger todo tipo de
plantas y frutas para obtener un precio atractivo en el mercado. Los
aventureros novatos a menudo entraban a este bosque para completar las
comisiones.
Sin embargo, a pesar de su amenazante
nombre, el nivel de peligrosidad del Bosque de las Bestias— determinado por el
Gremio de Aventureros— era bastante bajo. El nombre al parecer era una medida
de seguridad ideada para prevenir a intrusos de vagar dentro y ponerse en
riesgo. Aunque, claro, eso no detendría nadie quien no fuera consciente del
nombre del bosque en primer lugar.
[Y este es el Bosque de las Bestias,
¿huh?] Me pregunté. [Los árboles son grandes… y son diferentes a los del bosque
que usualmente voy, al sur de la ciudad. Son enormes.]
[Sí. Es un ecosistema levemente diferente.]
Este bosque era famoso por ser un
habitad de goblin que colindaba con la capital real. Se decía que los goblins
no eran monstruos particularmente peligrosos si los manejas de la manera
apropiada, aunque no significaba que pudieras bajar tu guardia con ellos. Al
fin que, era perfectamente capaces de atacar y comer humanos. Veían a las
personas como comida para ser devorada, y, al encontrarlos, atacarían
inmediatamente.
Aunque los goblins eran omnívoros y
podían comer frutas, nueces y bayas, estaban bastante encariñados con la carne.
Qué salvajes. De lo que había oído, no era poco común para aventureros
principiantes perderse en el Bosque de las Bestias, solo para ser descubiertos
luego en nada más que una pila de huesos.
Si los pasas por alto, los goblins
rápidamente incrementarían su número. Y ya que habitaban usualmente el bosque y
cazaban pequeños animales dentro, si su población se hacía más grande, falta de
fuente de comida causaría que atacaran asentamientos humanos.
Como tal, el Reino apoyaba los
regulares sacrificios de goblins para reducir sus números, proveyendo
remuneraciones a través del Gremio de Aventureros para cualquiera que
participara en el esfuerzo.
Dicho eso, la capital real era llamada
la Santa Tierra de Aventureros por una razón— no podrías mover a un gato sin
llamar a un poderoso aventurero. Ya que los goblins poseían una amenaza para
tales individuos, no tomaría mucho tiempo para que una matanza selectiva se
volviera una exterminación completa.
Eso, también, era evidentemente desventajoso.
Aunque los goblins eran un especie de monstruo, tenían su propio papel a jugar
dentro de su habitad— y si lo que había dicho fuera verdad, el ecosistema de un
bosque era mucho más abundante cuando era habitado por goblins comparado a
cuando no lo estaba.
Ya que esos ecosistemas eran el hogar
para valiosas hierbas medicinales con útiles propiedades, entre otras cosas, el
Reino se aseguraba para regular las matanzas de goblin para asegurarse que sus
números no bajaran mucho. También tenían policías en el lugar para proteger los
ambientes en los cuales vivían, asegurándose que tales áreas se mantuvieran lo
más resguardadas posibles.
Como resultado, el complejo ecosistema
del Bosque de las Bestias había sido preservado— con monstruos y todo— haciendo
un hogar para la flora y fauna rara vez visto en otros bosques. También hacía
al área el campo de entrenamiento perfecto y fuente de ingresos para los
aventureros principiantes.
Y eso resumí la lección que Lynne me
había dado en la camina hacia aquí. Como resultado, en adición de su gran
arsenal de habilidades, su conocimiento era bastante extenso también. Ser tan
capaz a su edad era algo nada más que asombroso, pero sobre todo, ella incluso
era aventurero de Rango Plateado. No tenía dudas que crecería para volverse en
una persona increíble un día.
[Parece que el guildmaster tenía razón.]
Lynne dijo, revisando los alrededores por monstruos. [No parece que haya
goblins por el área. Supongo que sus números ya son bajos en este momento.]
Probablemente estaba usando
<Detección de Presencia> o algo para revisar signos de vida.
[¡Oh! Olvídalo; ya tengo la respuesta.]
Dijo, indicándome una dirección. [Se… siente como un monstruo. Está un poco
lejos, pero no debería tomarnos mucho tiempo. ¿Verdad?]
Estaba sombrado por darme cuenta que en
realidad era útil tenerla cerca. Incapaz de hacer una sola contribución por mi
cuenta, la seguí obedientemente mientras nos adentrábamos más y más en el
bosque.
[¿Soy solo yo, o se está poniendo más
oscuro…?] Pregunté.
[En efecto, he oído que los viejos
árboles en áreas como esta bloquean la luz solar. Creo que los goblins tienden
a usar estos lugares.] Lynne respondió.
Estaba bastante seguro que el sol
estaba en lo alto del cielo, pero nuestros alrededores eran oscuros y sombríos.
Ya que los goblins eran nocturnos, no les gustaban las áreas bien iluminadas y
preferían vivir en lo profundo del bosque en lugares como este, a menudo
retirándose a oscuros cuevas durante el día para dormir. Buscar estas cuevas y
emboscan a los goblins mientras duermen era un método eficiente de caza, eran
difíciles de encontrar para esos que carecían del conocimiento.
Como tal, la mayoría de cacerías
terminaban apuntando goblins muertos de hambre vagando durante el día en
búsqueda de una presa. Brutalidad.
Si lo que se me había dicho fuera
verdad, los goblins no eran muy inteligentes. A diferencia de los humanos, rara
vez se juntaban, aunque había algunas excepciones: no era poco común ver grupos
de goblins en lugares que tenían abundancia en frutas y otras comidas. Estas
juntas tenían un rango de peligro más alto asociado a ellas, así que era
considerado desafortunado encontrarte con una.
Esperaba que nada como eso nos pasara—
aunque sabía que Lynne estando aquí lo hacía muy poco probable. Aunque,
mientras lentamente se acercaban a la presencia del monstruo que había
detectado, no podía evitar ponerse un poco nerviosa.
[¿Hm?] De pronto, Lynne detuvo sus
pasos e inclinó su cabeza en confusión.
[¿Ocurre algo, Lynne?]
[N-No, es solo… Sí que detecté un
monstruo en esta área. Pero…]
[¿Pero?]
Se pausó. [Se desvaneció.]
[¿Desvaneció?] Repetí.
[Sí. Es posible que alguien más lo
asesinara, claro, pero… estaba segura que nadie más estaba cerca. ¿Cómo lo…?] Inclinó
su cabeza a un lado, con una mirada insegura en su rostro.
[Los monstruos son criaturas
vivientes.] Dije. [Quizás murió de vejez o enfermedad.]
[Es cierto.] Respondió. [Es toda una
posibilidad. En todo caso, deberíamos ser capaces de encontrar su cuerpo si
vamos a donde su presencia se desvaneció. Si solo murió, deberíamos ser capaces
de recoger su oreja para una recompensa.]
[Buena idea; no tiene sentido irse con
las manos vacías luego de venir tan lejos. Vamos.]
Cualquiera que sea la razón, parecía
que hoy no era un buen día para cazar goblin. Estaba un poco decepcionado, pero
estaba fuera de mi control. Decidí que felizmente me conformaría por solo ver a
un goblin en carne y hueso— algo que nunca había hecho antes. Me imaginé que sería
más que suficiente para mi primera aventura. No tenía sentido estar codicioso.
[Aunque es bastante extraño...] Lynne
dijo. [El bosque está muy calmado hoy. Seguramente debería sentirse más vivo
que esto…]
Tenía razón; no siquiera habían
escuchado a alguna ave cantar, mucho menos sentido la presencia de otros
animales. Me imaginaba que quizás era ese tipo de bosque, pero al parecer no.
Ahora que lo pienso, Lynne había dicho que el ecosistema aquí era abundante;
por derecho, debería haber estado rebosando de vida. A pesar de eso, no nos
habíamos encontrado nada hoy. Quizás no habíamos estado de suerte.
Mientras pensaba en eso, llegamos a
nuestro destino.
[Debería estar justo por aquí…] Lynne
empezó, su cabeza se giró mientras examinaba nuestros alrededores.
Tanto como podía decir, el lugar estaba
vacío.
[O no…] Terminó. [No hay nada aquí.]
[Sí.] Dije. [Parece que— no, espera.]
A primera vista, no había señales de
vida a nuestro alrededor… pero algo en mi campo de visión me estaba llegando
con un fuerte sentido de incomodidad.
[¿Qué… es eso…?] Mientras apretaba mis
ojos en búsqueda de la fuente de lo que me estaba molestando, vi algo en el
aire arriba de nosotros. Un par de pequeñas piernas verdes, flotando en el
espacio vacío— aunque, viéndole de cerca, se veían translucidas.
Mientras miraba las piernas, se
levantaron a lo alto del cielo por una fuerza desconocida— y de pronto se
fueron, como si algo se las hubiera tragado. Gotas de lo que parecía volaban
desde donde se habían desvanecido, salpicando en la cara de Lynne y mía.
Lynne, al parecer ha llegado a un tipo
de aterradora verdad, de prisa activo una de sus habilidades.
[<Descubrir>]
Y al momento que tomó efecto…
[¡¿Qué?!]
[¿Qué es eso…?]
Lo que parecía ser un tipo de velo
transparente se había quitado para revelar una repentina y extraña presencia
ante nosotros— un gigante de piel verde parándose en dos piernas. A primera
vista, se veía humanoide, pero nunca podría llamarlo humano.
Sus cafés brazos se estiraban lo
suficiente para arrastrarse por el suelo, y sus piernas eran más gruesas de lo
que cualquier árbol entre los enormes árboles alrededor de nosotros si los
ponemos juntos. Incrustado en su cabeza estaba algo que parecía como una
hermosa gema rojiza con purpura, y sus bestiales ojos estaban mirándome
directamente. Estaba haciendo movimientos de masticar con su gran boca llena de
colmillos, y de sus bordes goteaba un torrente de sangre roja.
Nunca había visto a un animal como este
antes. ¿Era…?
[¡E-Ese es… un Goblin—!] Lynne exclamó,
mirando al gigante con una mirada de sorpresa.
[Huh…] Dije. [Así que eso es un
goblin.]
No era como algo que hubiera imaginado—
era mucho, mucho más grande. Ya que todos llamaban a los goblins los monstruos
más débiles, me había convencido totalmente que era mucho más pequeños— pero
como iba el dicho, hay algunas cosas que tenías que ver con tus propios ojos.
Dicho eso, la criatura frente a mí
observaba todo lo que había oído de los goblins. Tenía piel verde, caminaba en
dos piernas como humanos, y tenía una tenaz mirada de bestia. Incluso estaba
usando herramientas— en el momento, estaba en el proceso de arrancar dos
grandes árboles, uno con cada mano. Debía haber estado pretendiendo usarlos
como escudos.
[Así que es un monstruo inteligente,
¿huh?] Murmuré. [Eso es bastante terrible…]
Oí que los goblins no eran muy
inteligentes, pero eso era solo en comparación con humanos. No significaba que
eran completos idiotas. Lejos de ello, de hecho; a menudo se decía que eran
bastante listos cuando se compara a otros monstruos.
Y, en adición a su masivo tamaño,
¿también tenían sesos? Miré al goblin— el cual había terminado de arrancar los
árboles y ahora nos estaba mirando con los árboles arriba de su cabeza— y
temblé. A penas podía creer que todos los aventureros del mundo trataran a
estos monstruos como debiluchos… pero la realidad estaba frente a mis ojos. No
importa cuánto quisiera objetar, tenía que aceptarlo. Igual, dudé, temblando.
Este goblin era más grande que la vaca que me había dado mucho problema en
derrotar.
La expresión de Lynne se había
congelado. Pensé que era entendible, dada la situación. Aunque estaba bendecida
con inteligencia y talento, dudé que tuviera experiencia en combate real.
[No hay nada que temer.] Le dije, tratando
de convencerme a mí también. [Es solo… un goblin.]
Las personas decían que los goblins
eran la primera barrera que un principiante encontraría— que cazarlos era el
primer paso que una persona tomaría para pararse como un aventurero. Pero para
mí, lo que vi frente a mí se veía como un enorme muro, imposible para que yo
escalara.
Goblins: criaturas verdes come hombres
que eran famosos por ser el tipo de monstruo más débil. Para que alguien como
yo ni siquiera podía llamarse un principiante, era un formidable enemigo que no
podía tomar a la ligera.
Aunque, si pudiera cortar al que está
frente a mí, seguramente eso calificaría como tomar el primer paso hacia mi
añorado sueño de convertirme en un aventurero.
El goblin libero un rugido que resonó
en nuestro oscuro bosque, y nos miró con sus enormes ojos. Por cómo se ven las
cosas, había decidido que íbamos a ser el almuerzo de hoy. Ese pensamiento era
casi suficiente para congelar mis pasos por el miedo.
Aunque—
[Derrotémoslo, Lynne.] Aclaré mi mente y
preparé mi oscura espada. Aún tenía miedo, pero no era el momento de pensar en
eso. Miedo, terror, pánico— no eran nada más que atajos para el después de la
vida.
Podemos derrotar a este goblin, estoy
seguro. Después de todo, Lynne estaba aquí.
[Sí, Instructor.]
Y así, nuestra fiera batalla con el más
débil de los monstruos— el goblin— empezó.
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