Capítulo 6
Las Gemelas Destinadas
Lejos de
la tumultuosa entrada, en el silencioso salón del trono en la cima del Castillo
Dachnesia, Endea estaba sentándose tranquilamente en su trono, con su mandibula
apoyada en su mano, mirando a la nada.
Podía
sentir la batalla acercándose más y sabía que se decidiría todo, pero estaba
metida en sus pensamientos.
¿Por qué…?
¿Por qué las cosas terminaron así…? Ella suspiro y cerró sus ojos, recordando el
pasado.
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“Ya es
hora de irnos…” Alma dijo tristemente, cerrando el libro en sus
manos.
“¡Gracias,
Alma! ¡Siempre es tan divertido oír las historias de Sir Sid!” Aunque
estaba renuente de separarme de ella, sonreí con ganas.
Siempre
pasábamos tiempo juntas en este cuarto secreto.
Porque no
entendía el concepto de la infelicidad, no sentía que mi situación fuera mala.
Pude haber estado confinada en esta jaula, pero el tiempo que pasaba con Alma
era pura felicidad.
Sin
embargo, algunas veces oía una voz.
[Eres
infeliz, Lady Elma.]
[Al estar
aprisionada aquí toda tu vida, ni siquiera aprenderás acerca de la verdadera
felicidad o amor.]
[Aah, eres
tan lamentable. Tan, tan lamentable…]
Era la voz
de la espada dentro de mí. Era terriblemente desagradable, y…
“¿Ocurre
algo, Elma?”
Jadeé,
oyendo la voz de Alma. Ella me estaba mirando. “¡N-No, no es nada!”
“¿En
serio…? Te ves pálida, y tu expresión estaba oscura…”
“¡Estoy
bien! ¡No te preocupes! ¡No hay problema!” Dudosamente lo negué,
agitando mi cabeza.
No quería
que Alma supiera de la voz de la espada. Estaba asustada que la molestaría y
dejaría de venir a verme.
Iba a
pasar toda mi vida aquí igual, así también podría esconderlo hasta que muriera.
“Tengo que
volver, Elma.” Alma dijo.
Me asusté
un poco, que se salieran mis pensamientos. “Ah, umm… ¡T-Te veo luego, Alma!”
“Tengo que
salir con papá mañana, así que lo siento, pero no seré capaz de venir por un
tiempo…”
Oyendo
eso, sentí soledad y… una espina de celos apretó mi corazón, envidia hacia Alma
por ser capaz de caminar afuera libremente. Rápidamente me quité esos feos
sentimiento y sonreí.
“¡Estoy
bien! ¡Da lo mejor!”
“Sí… Dime,
Elma… ¿No te sientes sola? ¿No es difícil para ti?” Ella de pronto preguntó.
“¡Nope!
¡Estoy totalmente bien! ¡Bueno, te tengo a ti!” Respondí, sonriendo como es usual.
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Unos días
después habían pasado desde la última visita de Alma.
Era
invierno, y podía ver la nieve cayendo afuera de mi ventana. La ventisca y el
crujido del fuego en la hoguera eran los únicos sonidos que podía oír mientras
estaba sola en mi cama, pensando.
Estaba
bien con vivir toda mi vida en este cuarto solitario. Mientras Alma pudiera
usar algo de tiempo para estar conmigo, estaría feliz. Sin embargo,
recientemente, el número de veces que me visitaba habían estado bajando poco a
poco.
Primero,
estaba bien con ello. Estaba preparándose para convertirse en rey, así que
claro, estaría ocupada. Pero, gradualmente, un cierto miedo empezó a tomar mi
corazón. Eso, quizás, un día, ella dejaría de venir a verme y me olvidaría.
[Claro que lo haré.]
[La única razón por la que viene a
verte es para sentirse superior.]
[Al ver lo miserable que eres, puede
sentir lo bendecida que está.]
[Ese es el tipo de existencia que es.]
Cállate.
[Si no existiera, tú estarías en su
lugar.]
[Al igual que ella, estarías caminando
libremente afuera.]
[Te convertirías en el rey, y el país
sería tuyo.]
[No estarías sola, sino rodeada y amada
por todos.]
Cállate…
[Aah, eres tan lamentable. Tan, tan
lame—]
“¡Cállate!
¡Solo cállate!” Grité, violentamente golpeando mi almohada. Por
gracia, eso fue suficiente para detener la voz de la espada por hoy, pero eso
no me calmó.
“Haa… haa…
Alma.” Dije el nombre de mi hermana, sollozando y gritando.
He estado odiándome
mucho. Mis sentimientos lentamente empezaban a volverse como la voz de la
espada. ¿Los verdaderos sentimientos de Alma era como la espada decía? Si no
estuviera aquí, ¿sería libre y feliz?
Miedo y
feos sentimientos creían dentro de mí día a día, y no podía detenerlos.
Estoy
feliz. Soy feliz. Soy feliz.
Me seguía diciendo que era feliz cuando
de pronto, oí rápidas pisadas entrar a mi cuarto.
“¿Esa es… Alma? ¿Vino a verme…?”
Pero entonces, me di cuenta de algo
extraño. Las pisadas de Alma no eran tan ruidosas, y del usual sonido, había
más de una persona.
Mientras pestañeaba, me preguntaba lo
que estaba pasando, la puerta se abrió violentamente con una mujer de expresión
maliciosa.
“¡Eek!” Grité del miedo. Esa persona
era… “¿L-Lady…Eva…? Y Alma también…”
Eva, la líder sacerdotisa de las Damas
del Lago, entró a mi cuarto junto con Alma. Me miró con una mirada de enojo, y,
por alguna razón, Alma me miró con tristeza.
“U-Um… ¿Pasó algo? H-He sido una niña
buena.” Dije, asombrada por lo diferente que estaban actuando.
Y entonces…
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El sonido de la vieja madera siendo
pisada resonaba en el salón del trono, regresando a Endea del pasado al
presente.
La inmensa puerta de la entrada estaba
siendo empujada desde el exterior. Cuando terminó de abrirse, dos personas se
paraban del otro lado: Alvin y Sid.
[Finalmente estás aquí, Alma…] Endea
murmuró.
Alvin caminó hacia ella y no respondió.
Sid estaba al lado de Alvin, acompañándola como un caballero debería.
Viéndoles así, Endea, aún sentándose en
su trono con su mandíbula en su mano, no pudo evitar sonreír irónicamente. [Es
justo como aquel entonces.]
Alvin inclinó su cabeza, sin entender.
[En ese entonces también, era una noche
de invierno con una salvaje ventisca afuera…]
[¿De qué estás hablando?]
[¿No es obvio? Del día que me
traicionaste, Alma.] Ella dijo, enviándole una mirada de odio a su hermana.
Entonces tocó los bordes de su vestido e hizo un saludo elegante. [Bienvenidos
al castillo del Rey Demonio quien destruirá el mundo, el sucesor del Santo Rey,
el bondadoso Rey Alvin, y su primer caballero, Sir Sid el Caballero Relámpago.]
[He venido como prometí, Endea…] Sid
dijo, moviéndose. Él estaba inestable, aún en una mala condición.
Finalmente, por primera vez, sacó la
espada en su cintura— Daybreak, la espada mágica de luz. Extrañamente, tenía el
mismo nombre que la espada mágica de Alvin. Su luz divina apartó la oscuridad
en el cuarto.
Endea lo miró en silencio. Estaba
frustrada y triste que el caballero que siempre admiró estaba apuntándole su
espada. Pero al final, se recuperó y dijo. [Sabía que se llegaría a esto. Pero
está bien. Soy el Rey Demonio.]
Endea levantó su mano hacia una piscina
de oscuridad a su lado y tomó una espada de allí. Era la hoja que había
obtenido un nuevo poder y la apariencia cuando despertó como el Rey Demonio— la
espada mágica más fuerte. Su mera existencia era suficiente para aplastarlo
todo alrededor de sí con su abrumador maná.
[¡Ven! ¡Traeré un eterno invierno
mortal para este mundo y gobernarlo para siempre! ¡Si te metes en mi camino,
seas Sir Sid o tú, Alma, los cortaré!] Endea declaró, alistando su espada.
Como se esperaba del Rey Demonio, su
cuerpo estaba lleno con maná.
Sid en silencio tomó una postura con
sus espadas, pero…
[Por favor, espera, Sir Sid.] Alvin lo
detuvo. [Quiero hablar con Endea… no, con Elma.]
[¡¿Hay algo de lo que hablar?!] Endea
gritó. [¡Soy el Rey Demonio, quien quiere destruir el mundo! ¡Y eres el caballero
y su rey, quienes quieren protegerlo! ¡En ese caso, la única cosa por hacer es
matarnos entre sí!]
[¿Está bien contigo si hablamos, Sir
Sid?] Alvin preguntó, ignorando a su hermana.
[Claro, no soy quien lo decide.] Sid
rio. [Si quieres hacer eso, entonces solo puedo obedecer.]
[Gracias.] Alvin se giró a Endea. El
las destinadas gemelas se enfrentaron. [Yo… te recuerdo ahora, Elma.]
[Bien por ti.] Endea dijo, sin
inmutarse.
[Sé que solo poniendo excusas, pero… se
me ha hechizado para alterar mis recuerdos. Lady Eva selló todos mis recuerdos
de ti.]
[¿Y…?]
[La razón por la que fuiste aprisionada
en ese cuarto secreto fue debido a eso, ¿cierto? La tradición oral de la
familia real…]
La familia real pasó un cierto
proverbio, solo dicho a los descendientes directos del Santo Rey Arthur y los
herederos al trono, también a la líder sacerdotisa de las Damas del Lago. Era
una profecía de la ruina y la maldición de la familia real.
Un día,
dos gemelas nacieron.
Una de
ellas recibirá la bendición de Éclair y se convertirá en el nuevo noble Santo
Rey, y la otra recibirá la maldición de Opus y se convertirá en el nuevo Rey
Demonio.
Como tal,
la última debe ser asesinada.
El nuevo
Rey Demonio debe ser asesinado.
De otra
manera, un eterno invierno de muerte y tranquilidad una vez más caerá en el
mundo.
[Exactamente. Es por eso que estaba
aprisionada.] Quizás a Endea al final le dieron ganas de hablar mientras
continuaba bufando. [Incluso si nuestro ancestro, el Santo Rey Arthur, dijo que
pasara a sus descendientes y las Damas del Lago, eso estaba en el pasado.
Mientras el tiempo pasaba, dejaron de hablarlo con seriedad, preguntándose por
qué el Rey Demonio nacería en la familia del Santo Rey. Después de todo, ¿Cómo
el Santo Rey y el Rey Demonio, dos existencias opuestas, estar relacionadas de
sangre?]
[Pensarías que sería imposible, sí.]
Alvin asintió.
[Exactamente. Todos tomaron a la ligera
la profecía… hasta nuestro nacimiento.] Endea sacó su espada. [La negra espada
mágica, Crepúsculo… Bueno, ahora es la espada mágica de la oscuridad, pero como
sea… La cosa es, nací con ella, la misma espada del Rey Demonio.]
Alvin jadeó.
[De inmediato todos se dieron cuenta
que la vieja profecía era cierta. Considerando que la historia del reino prueba
que todas las otras profecías son ciertos, es estúpido pensar que estas gemelas
serían una excepción. Así que todos decidieron matarme. En particular, Eva, la
líder sacerdotisa de las Damas del Lago, realmente me temía y me quería muerta.
Sin embargo, una persona objeto. Nuestro padre, el Rey Auld.]
[Padre…] Alvin murmuró.
Se recordó de su difunto padre. Él era
un talentoso político y guerrero. A pesar de que la era actual era una difícil
para la familia real, había gobernado brillantemente el reino y era amado por
las personas, ganándose el título del Sabio Rey. Aunque, al final, más que
actuar como un rey, había actuado como un padre.
[Papá no podía permitirse matarme, a su
hija recién nacida, así que le imploró a Eva dejarme vivir.]
[Padre…]
[Incluso la obstinada Eva no pudo
resistir el ruego de mi padre y cedió. La condición era que sería aprisionada
en un cuarto especial, sellada en el interior por toda mi vida. El cuarto
secreto era el pequeño mundo donde podíamos vivir juntas. Era mi todo.] Endea
dijo con una mirada distante, probablemente recordando el pasado. Se veía algo
nostálgica.
Las dos hermanas se quedaron en
silencio por un rato, mirándose entre sí. El único sonido era la fuerte
ventisca del exterior.
[¿Es por eso, Elma?] Alvin rompió el
silencio. [Odias al mundo por aprisionarte, y odias a la familia real y al
reino por negar tu existencia. ¿Es por eso que quieres destruirlo todo?]
[¿Qué…?] La nostálgica expresión de Endea
cambió a una intensa rabia luego de oír las palabras de Alvin. [¿Qué estás
diciendo, Alma? ¿No me digas que de verdad lo crees?]
Alvin por reflejó se hizo atrás,
intimidado por la amenazante actitud de su hermana.
Endea continuó. [¡Estaba bien mientras
estuvieras conmigo! ¡No me importaba estar aprisionada en ese cuarto por toda
mi vida mientras estuvieras conmigo! ¡Solo estar contigo y hablar de las
historias de Sir Sid me hacía feliz! ¡Nunca pensé en destruir al reino o
incluso odiar al mundo!]
[¿Huh? ¿E-Entonces por qué…?]
[¡¿Por qué lo preguntas, maldita
traidora?! ¡¿Olvidaste lo que me hiciste?! ¿O solo recuerdas lo que te
conviene, menos eso?]
[¡Elma… ¡Lo siento, pero realmente no
entiendo lo que estás diciendo! Dices que te traicioné, pero no lo entiendo.
Cierto, no puede sacarte de ese cuarto… ¡Era inútil! Pero juro que lo haré un
día…]
[¡Suficiente de tus pendejadas!] Endea
gritó, golpeando su espada contra el suelo.
Creó una fría onda de choque mortal que
llegó a Alvin. Normalmente, eso sería suficiente para matar a alguien al
instante, pero Sid se paró en silencio y la protegió.
Viendo esto, la molesta Endea escupió
con odio. [¡Estás robando todo de mí! ¡¿Satisfecha?!]
[Yo… realmente no lo entiendo, Endea…]
[¿Aun fingiendo ignorancia? ¿Realmente
lo olvidaste? ¡Qué descorazonada! ¡Pero, bien! ¡Lo hablaré! ¡Te contaré todo y
haré que recuerdes lo que me hiciste ese día!]
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Esa noche,
mientras una tremenda ventisca estaba soplando afuera, Eva y Elma de pronto
llegaron a mi cuarto.
[U-Umm…
¿Algo ocurrió? H-He sido una niña buena.] Dije, perpleja por lo diferente que
estaban actuando de lo usual.
[¿Seguro,
Príncipe Alvin?]
[¿Ocurrió
algo, Alma? T-Te ves asustada…] Pregunté, tratando de entender lo que estaba pasando.
[¡A-Alto,
Eva! ¡¿P-Por qué estás haciendo algo tan cruel?!] De prisa me aferre al brazo
de Eva. [¡Alma! ¡Detén a Eva!]
Sin
embargo, Alma no hizo nada, y, luego de un rato, Eva encontró algo y lo sacó,
lanzándolo ante mis ojos. Era un pañuelo que había recibido de Alma. Pero, por
alguna razón, un desagradable diseño estaba dibujado encima con lo que parecía
ser sangre. Solo mirarlo me hacía sentirme enferma.
[¿Qué… es
esto? Da miedo…] Murmuré.
[No finja
ignorancia, Lady Elma.] Eva dijo. [Este es la prohibida magia oscura, el Sello
de Varja. Lo usaste para maldecir al Rey Auld con su enfermedad, ¿cierto? No me
sorprende que no pudiéramos encontrar la fuente de la maldición. ¿Quién
pensaría que estaría aquí?]
[¿Huh…?]
Pestañeé. Fue tan repentino, no podía entender nada.
[¡A pesar
de que el Rey Auld tuvo la amabilidad de dejarte vivir, le has regresado el
favor con maldad! ¡Qué malagradecida! ¡De verdad estás destinada a convertirte
en el malévolo Rey Demonio!]
[¡N-No sé
nada de ello! Qué… ¡¿Qué es este Sello de Varja?! ¡Nunca había oído de eso!]
Grité, agitando mi cabeza.
Eva
rápidamente ondeo su mano y recitó un encantamiento. Incontables espinas
salieron del suelo y se enredaron alrededor de mí, atando mis extremidades. Sus
espinas me golpeaban, haciendo que todo mi cuerpo sangrara.
[¡D-Duele!
¡Alto! ¡Por favor, alto!] Grité.
[¡Eres
quien debería dejar de mentir! ¡La única que puede usar la magia oscura eres
tú, la única que nació con una espada mágica oscura!] Eva declaró, poniendo sus
manos alrededor de mi garganta para estrangularme. Su expresión era de ira, y
lágrimas bajaban de mis ojos. [¡Sin embargo, Lady Alma dijo que te vio usar tu
sangre en el Sello de Varja!]
[¿A-Alma
lo dijo…?]
[¡Y la
prueba final es el sello encontrado en tu cuarto! ¡Por desgracia, llegué
demasiado tarde! La maldición progresó mucho, y su enfermedad no puede ser
curada… el Rey Auld va a… ¡Esta es tu culpa! ¡¿Cómo pudiste hacer eso?! ¡¿Cómo
te atreves?!] Eva gritó, alocándose.
Siempre
pensé que era una a temer, pero la odiosa mirada llena de rabia que me estaba
enviando no era la de una persona cuerda. Nunca escucharía lo que diría.
¿Por qué
pasó esto?
[A-Alma…
¡A-Ayúdame…!] Imploré.
Sin
embargo, lo que vi era Alma, mirándose con una fría y dura sonrisa. Entonces lo
entendí— me habían puesto una trampa. Me había traicionado.
[Te lo dije, ¿no?]
[Para Alma, no eres más que una
molestia.]
La voz de la espada me habló en mi
cabeza.
[Alma tiene una espada mágica también,
así que notó tu verdadero poder.]
[Su espada es más débil que la tuya.]
[Así que se dio cuenta.]
[Si, de casualidad, las personas
descubrían de ti o te escogían en lugar de ella, perdería el trono.]
[Asustada por la posibilidad, decidió
ir a por ti mientras aún estuvieras débil.]
N-No me
jodas…
[Ahora deberías darte cuenta de la
verdad.]
[La razón por la que era tan amable
contigo era para ponerte de su lado.]
[Siempre te ha temido.]
¡No! ¡Alma
nunca…!
Aunque,
tanto como quería negarlo, era la única forma de explicar la situación actual.
Estaba siendo estrangulada a la muerte, y Alma solo estaba viéndome en silencio
con una fría sonrisa.
[A…Alma…]
Apenas logré murmurar, mientras los dedos de Eva seguían presionando mi
garganta.
Un mortal
sonido de crujido resonó, y, finalmente, luego de liberar mi último gruñido, mi
vista se oscureció.
Estaba
perdiendo mi consciencia, y sentí el abrazo de la muerte tratando de tomarme.
Mientras ira y lamento se desvanecían de mi mente, envié la última suplica a
Alma.
Allí, lo
vi. Sin pronunciar un solo sonido, sus labios se movieron, y murmuró. ADIOS.
Algo se
rompió en mí. Algo decisivo se rompió en mi interior junto con mi vertebra
cervical, y caí en la desesperación.
Al último
momento, busqué algo— algo— en lo que depender.
[¿Qué haremos?]
Oí la voz…
y lo acepté. Tomé la espada que siempre reprimí en mi interior y liberé su
poder.
[¡Aaaaaaaaaaaaaah!]
Mientras
internamente maldecía todo y deseaba que todo sea destruido, moví mi espada.
Eso fue…
tan fácil. Solo le tuve que poner el corazón, mi espada mágica supero el poder
del espacio que lo estaba sellando. Eso fue tan fácil. Me pregunté por qué no
lo hice.
Y
entonces— el mundo se tiñó en la oscuridad.
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[Cuando moví mi espada en
desesperación, le infligí una mortal maldición a Eva y destruí la frontera
entre el mundo material y al reino de las hadas. Entonces caí en la capa más
profunda: el mundo se congeló.] Endea lo explico.
Alvin escuchó en silencio.
[Todos pensaron que morí, pero no lo
hice. Pasé infernales años tratando de volver del mundo congelado. No tenía
ningún equipo, solo mi joven cuerpo mientras vagaba por ahí, congelada. Huía de
los maliciosos monstruos mientras sufría del hambre y el frío, pasando días tan
dolorosos y de terror que casi esperaba morir. Si no tuviera el Crepúsculo,
habría muerto. Pero no… a pesar de que habría sido mejor de esa forma. Luché al
punto de escupir sangre, enterrada en el suelo, y logré regresar al mundo
material. ¿Sabes cómo, Alma?] Endea envió una mirada llena de odia hacia su
hermana y escupió. [¡Porque no pude perdonarte! ¡¿Engañarme y matarme te
satisfago?! ¡La que amenazaba tu posición desapareció, e incluso llegaste a
monopolizar a tu caballero ideal! ¡Fuiste aceptada por todos y obtuviste al
reino! ¡¿Satisfecha?! ¡Sin embargo, yo no lo acepto! ¡Destruiré todo lo
precioso para ti, las personas que quieres proteger, y las cosas que has
obtenido! ¡Lo destruiré todo! ¡Esa es la razón por la que sobreviví y salí del
infierno!]
Alvin se quedó en silencio.
[¡Ahora, toma tu espada! ¡Soy una
molestia, ¿no?! ¡No quieres que haga del reino un desastre y de tus compañeros
que finalmente has obtenido, ¿cierto?! ¡Hmph! ¡La única cosa que queda es
matarnos!] Edea declaró, preparando su espada.
La atmósfera se tensó. El tiempo para
discusión se terminó. Y así…
[¿Qué…? ¿De qué estás hablando?] Alvin
murmuró, estupefacta.
[¿Hah…?] Endea levantó una ceja.
[¿Te traicione? ¿Te engañé con el Sello
de Varja? ¿Instigué a Lady Eva? No sé nada de lo que estás diciendo…]
[Hmm… así que sigues fingiendo
ignorancia, ¿huh? Bueno, como sea. Puedes continuar hasta tu muerte.] Endea
rio. [Aunque, supongo que considerando tu posición actual, no tienes más opción
que pretender que no sabes nada. Al final, te vendiste como un noble y digno rey.
¡No hay forma que puedas reconocer mis palabras!]
[¡Realmente no sé nada! ¡No hay forma
para que te hiciera eso!] Alvin gritó.
Endea dudo viendo la firme negación de
su hermana.
[¡Eres mi única hermana! ¡Somos
familia! ¡¿Por qué te haría algo tan cruel?! ¡Por favor, dime la verdad, Elma!
¡¿Qué pasó en tu pasado?!] Alvin preguntó.
[¡¿Cuánto más vas a burlarte de mí,
Alvin?! ¡Realmente te odio!] Endea gritó.
Ellas se miraron con odio.
[Ah… Ya veo. Lo entiendo.] Sid entró en
la conversación.
[¿Sir Sid?]
[¡Hmph! ¿Qué entiendes? No tiene nada
que ver contigo. Los exteriores no tienen palabra en ese asunto. Es nuestro
problema.]
[Cierto, no tengo entrada. Pero es por
eso que lo entiendo.] Sid se bajó de hombros. [Básicamente fuiste engañada,
Endea.]
[¿Qué?]
[Naciste como el sucesor del Rey
Demonio, pero por Alma… por Alvin, rechazaste ese papel. Estabas lista para
quedarte en esa jaula y sellaste su poder dentro de ti hasta tu muerte. Sin
embargo, eso no fue bueno para una cierta persona esperando tu despertar, así
que tuvieron que crear la situación en la que aceptarías el poder de la espada
por propia voluntad.]
[¿Q-Qué idiotez estás diciendo…?]
[Hay una gran contradicción en tu
historia.] Sid declaró.
[¿Huh?] Endea pestañó, sin entender.
[El Sello de Varja es una magia
prohibida del lado oscuro. ¿Cómo pudo Alvin, alguien de la luz, usarlo?]
[¿Huh…?] Los ojos de Endea se abrieron.
[E-Eso… ¡No lo sé! Err… ¿Quizás hizo que alguien más lo usara…?] Ella dijo
dudosa.
[Mala explicación. Debiste haberte dado
cuenta lo raro que era. Estoy 100% seguro que el Alvin que viste en ese
entonces era un impostor.]
[E-Eso es…] Ella miró al lado unos
segundos, entonces miró a Sid una vez más. [¡Eso es imposible! ¡Considerando lo
atenta que era, Eva debió haber notado si Alma era una impostora! El hecho que
le creyera significa que era el verdadero Al—]
[Tienes la idea.] Sid intervino con un
suspiro. [La Línea Entre la Mentira y la Verdad es una antigua magia que puede
manipular los recuerdos y sentimientos de las personas. En tu caso, Endea, tu
insatisfacción hacia tu situación, tus celos hacia Alvin, y las leves dudas que
tuviste fueron usados. En cuanto a Eva, ¿probablemente sus ocultos sentimientos
hacia el Rey Auld? Como sea, esos sentimientos fueron amplificados al punto que
no fuiste capaz de notar la contradicción a pesar de que normalmente lo
harías.]
[No… Eso no puede ser cierto…] A pesar
de sus palabras, Endea no pudo ocultar su agitación y asombro.
Sid la ignoró y miró hacia arriba. [La
forma en la que haces las cosas no cambia.] El usual tono calmado de Sid se
llenó de ira. [Sea en la era legendaria o ahora… ¿A cuántas personas planeas
engañar? ¿Cuán lejos necesitas llegar hasta que estés satisfecha? Respóndeme,
Flora… no, Florence.]
Una animada risa resonó. [Vaya, vaya,
vaya… Realmente no entiendo lo que estás diciendo, Sir Sid.]
La oscuridad se junto y retorció en el
aire, se transformó en una mujer que lentamente descendió frente a todos. Era
la gran bruja de la Oscura Orden de Opus, Flora.
[No te hagas la pendeja. Eres quien lo
hizo, ¿no? Usaste el Sello de Varja, tomaste la apariencia de Alvin, y enviaste
a Endea al infierno, ¿cierto?]
[Ah…] Alvin se dio cuenta de algo.
[Flora, ¿no usaste la Línea Entre la Mentira y la Verdad para infiltrarte en
nuestra clase…? ¡¿No me digas…?!]
[Sí. Ella es el tipo de mujer que ama
jugar trucos sucios con las personas.] Sid miró filosamente a Flora, quien
estaba sonriendo abiertamente. [El hecho que te muestres ahora significa que no
te importa esconder la verdad. ¿Qué tal revelar tu verdadera naturaleza? Estoy
harto de esta charada.]
Entonces, de pronto, Endea empezó a
reírse con fuerza como si lo ridiculizara.
[¡Ahahahahahahaha! ¡¿Qué estás
diciendo?! ¡¿Eres estúpido?! ¡No hay forma que Flora me engañara! ¡Incluso si
fuera a admitir que la Alma de ese entonces era una impostora, es imposible que
fuera Flora!]
Ella lo negó con confianza y abrazó a
Flora. [¡Flora no es mi desalmada hermana y padre! ¡Ella es mi única aliada!
¡Cuando estaba desesperada en el fondo del mundo de las hadas en el mundo
congelada, ella es la única que me salvo! ¡Ella me enseñó a usar mi espada! ¡Y
ella me prometió hacerme el verdadero rey del mundo y que me ayudaría a acabar
a esa odiosa Alma y todo lo que quiere! ¡Ella escuchó todos mis deseos, no
importa lo egoísta que fueran! ¡Ha sido más una hermana que lo que Alma lo fue!
¡¿Y dices que me engañó?! ¡Eso es imposible!] Ella se giró hacia Flora con una
gran sonrisa de confianza. [¡¿Cierto, Flora?!] Sin embargo…
[¿Qué? Claro que todo fue mi idea, mi
adorable maestra.] Flora lo confesó con una gentil y encantadora sonrisa.
[¿Huh…?]
Flora rio. [Bueno, mi adorable maestra
cree completamente en mí, así que fácilmente pude engañarla con una mentira,
pero estamos llegando al escenario final de mi plan, así que el tiempo ha
llegado.] Ella dijo con una sonrisa.
[E-Estás… mintiendo… ¿cierto?] Endea
preguntó, con su temblorosa voz mientras se alejaba de Flora. [¡Dime que estás
mintiendo!]
De pronto, la apariencia de Flora se
envolvió como en una ilusión, cambiando a algo más. Lo que apareció ante todos
fue…
[No es una mentira, Alma. Te engañé y a
Lady Eva. Sus corazones estaban llenos de brechas, fue realmente fácil. Lo
siento.] La joven Alma de los recuerdos de Endea dijo.
Endea se palideció, viéndola con
asombro. Flora regresó a su apariencia original y le sonrió.
[¿Por qué…?] Endea murmuró.
[Tengo un deseo, y para que sea
concedido, necesito que te conviertas en el Rey Demonio.] Flora camino hacia
Endea, quien aún estaba temblando, levantó su barbilla, y miró en sus ojos. [¿Recuerdas
por qué destruir la capital y el Castillo Calvania era necesario para
regresarte tus poderes como Rey Demonio? Porque funcionan como un sello. De
hecho, estaban sellando el alma de un cierto poderoso y malévolo rey dentro del
mundo mágico. Al romperlo, el actual Rey Demonio, recuperara su poder.]
Endea escuchó en silencio, aún
temblando.
[Y, al mismo tiempo, el alma de esa
persona regresara a ti también. Ahora, la única cosa que queda por hacer es
cambiar el control de tu cuerpo. Entonces, por fin, mi querido maestro en
verdad será resucitado. En efecto, finalmente seré capaz de reunirme con él
otra vez.] Ella declaró con una sonrisa extremadamente excitada.
Endea sintió un intenso escalofrío por
su espalda y de inmediato alejó a Flora. [Ah… ¡Aaaah! No… ¡No!] Ella gritó y
trató de huir, sin importarle lo avergonzada que se veía.
Sin embargo, Flora chasqueó sus dedos,
y un círculo mágico apareció y cubrió toda la sala del trono. Una fuerte
oscuridad salió de ella y capturó a Endea.
[¡Aaaaaaaaaah!] Ella tembló.
[¡E-Elma!] Alvin gritó, reflexivamente
corriendo hacia su hermana.
[Alto. Si te acercas… también te
absorberá.] Sid le advirtió con una sombría expresión. Se colocó ante Alvin y
la protegió de la oscuridad al usar la Voluntad para usar todo el maná en su
cuerpo y crear un escudo.
[Te dije que estábamos llegando al
escenario final de mi plan, ¿no? Las preparaciones están hechas, mi adorable
maestro…] Flora anunció.
[¡Aaah! ¡No! ¡Algo está entrando en
mí!] Endea gritó.
La oscuridad seguía saliendo y cubrió
el cuerpo de Endea. Mientras lo hacía, sentía como su alma estaba siendo
congelada y su sentido del yo estaba colapsando.
[¡No! ¡No, no, no! ¡No uses mi cuerpo!
¡No lo robes! ¡Aaaaah!] Endea gritó.
[Estará bien. Solo necesitas aceptarlo.
Eres el recipiente que preparé para este propósito. Tomó mucho tiempo… En
verdad, tomó mucho tiempo para que las gemelas nacieran en la familia real…]
Flora se quejó.
[¡¿Por qué eres tan cruel, Flora?! ¡Te
creí! ¡Confié en ti! ¡¿Mentiste cuando dijiste que era importante para ti?!]
[No, eres preciada para mí. en verdad
eres como una hermanita para mí. Puede parecer desalmado, pero te amó desde el
fondo de mi corazón, mi adorable maestra. Por desgracia, hay alguien que amo
más…]
[Ah… ¡Aaaaaaaaaaah!] Endea gritó.
[No te preocupes. Mi adorable maestro y
yo realizaremos tu deseo en tu lugar. Odias a Alma, al reino, y al mundo,
¿cierto? Entonces destruiremos todo. Así que no se preocupe. Por favor ceda su
cuerpo a él, y entre a un eterno letargo.]
[¡No! Yo… ¡Yo realmente no quiero hacer
eso! ¡Pero no tengo nada más…! ¡Así que yo…!]
[Lo sé, mi adorable maestra. Es tan
adorable y fácil de manipular… en verdad la amo.]
[¿Debería cantarle una canción de cuna?
Por favor, duerma hasta el fin del mundo. E incluso después de ello. Por
siempre.]
[¡Noooooooooooo!] Endea gritó, llena de
alivio. Había sido traicionada y perdido todo. Y, cuando iba a perder más, lo
que ella dependió fue… [¡Alma! ¡Sir Sid!] Estiró su brazo hacia ellos con
lágrimas. A pesar de que sabía que había perdido ese derecho hacia mucho
tiempo, no podía evitar hacerlo. [Ayúdenme… ¡Por favor, ayúdenme!]
[¡Elma!] Alvin gritó, y Sid observó con
calma.
Entonces la oscuridad salió del circulo mágico y cubrió todo el mundo.
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