Capítulo 7 - El Relámpago

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Capítulo 7

El Relámpago

 

Oscuridad cubrió al mundo, y ondas de choque golpeaban los muros del salón del trono en todas direcciones, exponiéndolo a la fuerte ventisca.

 

La cima del Castillo Dachnesia era el lugar más cercano a los cielos. Y allí, un rey estaba parándose, gobernando el lugar. Aunque el cuerpo aún era de Endea, el ser dentro era alguien diferente. Aplaudieron y abrieron sus manos, revisando su cuerpo. Entonces, luego de un rato, miraron a Sid con una sonrisa.

 

[Ha sido un tiempo, Sir Sid.] Dijeron.

 

[Arthur…] Sid respondió con una seria expresión.

 

[¿Huh? ¿Arthur? ¿Mi ancestro?] Alvin pestañeó en sorpresa.

 

[En efecto. Se siente raro reencarnarse en una chica, pero soy Arthur, tu ancestro. Ha pasado tiempo desde que estuve vivo. Cerca de miel años, creo… Mucho tiempo ha pasado desde el día que me traicionaste, Sir Sid…] La persona ahora en el cuerpo de Endea se llamó Arthur mientras le hablaba a Sid. Entonces miró a Flora, quien fue superada por la emoción de estar a su par, y gentilmente dijo. [Me liberaste de ese sello, ¿cierto, Florence? Gracias.]

 

[Lord Arthur… ¡Mi querido maestro… he esperado impacientemente que este día llegara!] Flora exclamó y lo abrazó.

 

El autoproclamado Arthur aceptó su abrazó con una sonrisa.

 

[¿Huh? ¿Huh…? ¿Qué está pasando…?] Alvin le dio una mirada de súplica a Sid, pero no respondió. En cambio…

 

“Tu juramento como caballero puede ser importante, pero considerando la situación, no hay necesidad de esconder la verdad.” Éclair se materializó a su par.

 

[¿A-A qué te refieres, Éclair…?]

 

“Dicho simple, el que es temido como el Rey Demonio en la era legendaria era nadie más que el mismo Arthur.”

 

Alvin se quedó sin palabras, abrió sus ojos al descubrir la verdad.

 

“Claro, que no siempre fue el caso. Al principio, él era un honesto rey que lucho por las personas. Por desgracia, antes que pudiéramos notarlo, había sido corrompido por la oscuridad. Nadie pudo hacer nada contra su oscuridad y el invierno que creo, y el mundo sufrió. Sin embargo, hubo una persona que se resistió, un solo caballero—”

 

[Es una historia del pasado.] Sid intervino. Calmada, pero determinadamente, camino hacia Arthur mientras sacaba y alistaba su espada de acero obsidiana en su mano derecha y la espada mágica de luz en la izquierda. [Pero hay algo que puedo decirte. La razón por la que hice un contrato con Éclair y fui resucitado en esta era es para derrotar al Rey Demonio Arthur.]

 

Alvin jadeó.

 

[Y ahora, finalmente, la hora ha llegado para cumplir mi promesa contigo, Arthur.]

 

Sin embargo, el que respondió no fue Arthur.

 

[Cierto... A pesar de que casi todo iba como quería, siempre superas mis expectativas, Sid Blitze.] Flora, quien había estado divirtiéndose hasta ahora, miró a Sid con un leve disgusto, entonces movió su mirada a su par. [Le impusiste un horrible deber a un solo caballero, Éclair.]

 

Éclair no respondió.

 

Alvin se preguntó cuál era su relación mientras se miraban entre sí. Luego de unos segundos, Éclair se transformó en motas de luz y regresó a la espada mágica de luz en la mano de Sid. Viendo esto, Flora también se transformó en motas de oscuridad y fue absorbida en la espada mágica de oscuridad de Arthur.

 

El Rey Demonio y un caballero se enfrentaron.

 

Alvin tembló, pensando en la fiera batalla que estaba al borde de iniciar.

 

[Lo siento, Alvin.] Sid de pronto dijo, de espaldas. [Hemos terminado involucrando a las personas de esta era con los problemas del pasado. Pero quiero que sepas que no deseaba esto. Es solo que… todos eran un poco débiles, y tenían las brechas en sus corazones llenas con oscuridad. Es algo que todos tienen y nadie puede borrar. Es por eso que el viejo código del caballero fue creado… Así las personas se dedicarían a sí mismas y se volverían un poco más fuertes.]

 

[Y es por eso que eres tan anormal, Sir Sid.] Arthur comentó con una oscura sonrisa. [A pesar de que todos tienen oscuridad en sus corazones, tú no. Tu corazón… estaba vacío. Es por eso que Florence no pudo encantarte.]

 

[No puedo negar esto. Es por eso que soy el Bárbaro. Y es por exactamente por eso que fui escogido por este papel. Mi vida pudo haber sido un sinsentido… pero no estaba mal. Sea el pasado o en lo actual.] Sid declaró y tomó otra postura.

 

La atmósfera se contrajo por la presencia que exudaba.

 

[Su última orden, ¿mi señor?] Sid calmadamente le preguntó a Alvin.

 

Alvin de inmediato se dio cuenta a lo que se refería, y su expresión se envolvió en lamento. Ella miró a la casi desaparecida cresta en su mano, y un terrorífico presentimiento le impactó. Lo más seguro, en esta batalla, Sid iba a…

 

[No es algo de lo que deberías preocuparte.] Sid gentilmente dijo. [Esta es la razón por la que recibí una segunda vida y por la que estoy aquí. Así que no te preocupes. Realiza tu deber como un rey. Solo necesitas mantener tu corazón y darles oído a tus sentimientos. Ahora, su última orden, mi señor.]

 

Alvin limpió sus ojos y declaró. [Mi amado caballero, Sir Sid. ¡Asesina al Rey Demonio quien amenaza nuestro país y al mundo! ¡Salva a la Princesa Elma, mi querida hermana! ¡Esas son mis últimas órdenes!]

 

[Sí, mi señor.] Sid respondió, con una nueva resolución. Sin embargo, mientras iba a tomar un paso al frente.

 

[Además, te prohíbo morir sin mi permiso.] Alvin continuó. [Debes regresar a mi lado luego de derrotar al Rey Demonio.]

 

[Alvin, eso es…] Sid se quedó sin palabras al escuchar la orden añadida.

 

[“Un caballero solo dice la verdad.” Me dijiste que siempre estarías conmigo. ¿Pretendes romper tu promesa y el código de caballeros?]

 

Sid sonrió. [Entiendo… Realmente me alegra a ver conocido en esta vida.] Entonces, con una expresión refrescante, Sid camino hacia Arthur.

 

Todo mientras, Alvin continuaba observando su espalda.

 

---

 

Mientras el invierno engullendo el mundo se intensificaba, un caballero y el Rey Demonio chocaban.

 

El primer en hacer un movimiento fue el caballero. Sus espadas gemelas estaban llenas con fieros relámpagos que alejaron la ventisca y la oscuridad alrededor de él. La espada en su mano derecha estaba sostenida verticalmente en la posición Tach, y aquella en su izquierda horizontalmente, formando una cruz hecha de luz, se encargaba de la oscuridad.

 

El Rey Demonio, por otro lado, tenía su espada envuelta en frío y oscuridad tan densa que casi abrumaba a los deslumbrantes relámpagos. Movió su espada diagonalmente, desde la baja izquierda a la superior derecha, y bloqueó el ataque cruzado, cubriendo las espadas gemelas en oscuridad.

 

Un chillido metálico resonó, y chispas estallaron como fuegos artificiales. El mundo se agitó por la presión creada por el impacto.

 

Entonces, como tornados, ambos rotaron sus cuerpos. El caballero a la derecha, y el Rey Demonio a la izquierda. Rotaron tan rápido que creo torbellinos, y usaron el impulso para su siguiente movimiento.

 

Intercambiaron golpes, rápida, pero ferozmente se cortaron en una agitada danza de espadas. Estaba repitiendo los mismos movimientos como su primera batalla de hace tiempo.

 

La gran batalla entre el caballero y el Rey Demonio había empezado. En un solo instante, intercambiaron incontables terroríficos golpes mientras la luz y la oscuridad chocaban.

 

[Eres tan cruel, Sir Sid.] Arthur dijo mientras luchaban cuerpo a cuerpo. [¿Aún intentas traicionarme? ¿Cómo en ese entonces?]

 

[Sí… Soy el Bárbaro.] Sid respondió con una confiada sonrisa mientras movía sus espadas.

 

Se movían como las tempestades, sus hojas chocando docenas o cientos de veces entre cada palabra que decían.

 

[¿Por qué? Si me convierto en rey, puedo crear un mundo ideal.]

 

[¿Tu mundo ideal es uno de muerte y tranquilidad? ¿Muertos congelados merodeando alrededor del mundo por la eternidad es lo que crees que debería pasar?]

 

[Sí…] Arthur río. [La muerte es igual al todo. Da serenidad y es eterna. La paz y harmonía por la que trabajamos tan duro en establecer no colapsarán, y nadie necesitará temer a la guerra y el hambre. Nadie tendrá que sufrir nunca.]

 

Sid se quedó en silencio.

 

[En tal mundo, la caballería será eterna. Deberías entenderlo, ¿no? En un mundo pacifico, los caballeros no serían necesarios. Perderíamos nuestra razón de ser.]

 

Sid escuchó en silencio.

 

[Sin embargo, en un mundo donde reino como el Rey Demonio, sería diferente. Los caballeros no perderían su razón de ser y serían capaces de luchar por siempre. Y, no importa lo mucho que luches, nadie estaría triste, así que no tendrías que restringirte. Si ese no es el mundo ideal, ¿qué lo es?]

 

Sid movió sus espadas con todas sus fuerzas, contrarrestando el ataque de Arthur. El inmenso impactó los envió a volar, pero de inmediato cerraron la distancia otra vez y continuaron el intercambio de golpes.

 

[¿Realmente es el mundo que querías mostrarme?] Sid preguntó, haciendo a Arthur jadear. [No es así, ¿cierto? No hay forma que estaría feliz con eso. El mundo ideal que deseabas era más cálido, noble y más deslumbrante que eso. Tanto que incluso yo, el Bárbaro, lo admiraba. Realmente quería ver tu sueño hacerse realidad.]

 

Las espadas chocaron, y sonidos metálicos resonaban continuamente. Sid ferozmente movió sus espadas gemelas sin cesar hacia Arthur.

 

[¿Es por eso que me estás traicionando? ¿Como aquel entonces?]

 

[No te estoy traicionando. Te estoy corrigiendo.] Sid declaró mientras lanzaba un contraataque. [Las personas cometen errores. Los reyes son personas, así que también pueden cometer errores. En ese caso, es el deber de un caballero corregir a su rey.] Sid bajó la espada de Arthur, acercándose, entonces lo cortó. [Aún más considerando que lo que eres ahora es Arthur y no a la vez.]

 

Arthur bloqueó de prisa el golpe.

 

[Es lo que le pasó a Tenko, eres la oscuridad dentro del corazón de Arthur, amplificada y controlada por Florence. Lo mismo para Rifis, Logass, Luke, y los otros caballeros quienes te sirvieron… Todos quienes vivieron esa era dieron lo mejor, pero con el tiempo, se cansaron. Así es como la oscuridad en sus corazones se explotó.]

 

Arthur movió su espada, cortando a Sid incontables veces en un instante. [Claro que todos se cansarían cuando luchas tanto tiempo por algo a lo que no puedes verle el fin.]

 

Con la rapidez, Sid los bloqueó todos con sus espadas gemelas. [Lo sé. Yo era el raro que no se cansaba. Como dijiste, estaba vacío. Pero es por eso que te acabaré. Porque es algo que solo yo, el Bárbaro, puede hacer. Purificaré tu oscuridad justo como lo hice antes.]

La forma en la que hablaban casualmente casi hacia que te olvidaras que estaban luchando a tal velocidad para quedar casi invisibles a una persona normal. En efecto, Alvin, quien estaba observándolos, no pudo percibir lo que estaban haciendo. Su batalla a un alto nivel que el pensamiento de tratar de ayudar a Sid no se le ocurrió.

 

De pronto, una voz dijo. “Para que lo sepas, Sir Sid, el método que usaste antes no funcionará ya.” Una Flora semitransparente apareció detrás de Arthur, lo abrazó. “Dejarte golpear por la espada de Arthur para poder purificarlo con la Sangre de la Santa que obtuviste de tu contrato Éclair es inútil.”

 

“Está diciendo la verdad.” Esta vez, Éclair apareció detrás de Sid. “Como precaución por sorpresivo movimiento que habías usado, puso una protección mágica realmente fuerte en Arthur esta vez.”

 

[Bueno, sí, claro que lo haría.]

 

“Para derrotar a Arthur, necesitarás implantarme en su cuerpo para que pueda inyectar mi sangre directamente en él.”

 

Sid miró a la espada mágica de luz en su mano izquierda. Actualmente estaba absorbiendo su sangre y convirtiéndola en deslumbrante maná de luz.

 

“Sin embargo, al hacer eso…” Éclair se detuvo.

 

[Endea, quien estaba actuando como su recipiente, morirá también.] Sid dedujo, haciendo que Alvin pusiera mala cara. Continuó moviendo su espada hacia Arthur y no le prestó atención. [Muy bien, ¿qué hago? No sé por qué, pero nunca he sido capaz de ganar contra Arthur… Es por eso que tuve que usar la sangre trucada como la última vez. Oh bueno, que sea lo que sea.]

 

[No. ¿Sabes cuánto tiempo te queda?] Arthur bajó su espada en un negro flash.

 

Sid al instante cruzó sus espadas sobre su cabeza y bloqueó el ataque. Empujó a Arthur y saltó hacia atrás, pero Arthur de inmediato lo persiguió como una tormenta.

 

[El Invierno Crepuscular es la magia del fin. Está arrinconando al mundo, llevándolo a la muerte y la tranquilidad poco a poco. Eso significa que incluso ahora, cada segundo, tu espada mágica de luz está dirigiéndose hacia la muerte y perder su poder.]

 

Sid frunció el ceño, bloqueando otro golpe.

 

[Es decir, mientras estés atado a este mundo por tu contrato con Éclair, también te diriges hacia tu muerte en cada segundo. Por otro lado, lo más que el mortal invierno se esparce, más fuerte la espada mágica de la oscuridad se convierte. ¡Y así, esta espada gobierna la muerte!] Arthur lanzó el ataque más fuerte y filoso que cualquier otro desde el inicio de su batalla.

 

Sid lo bloqueó, pero se hizo atrás y se deslizó en el suelo. Arthur de inmediato lo persiguió, tan rápido como la luz.

 

[Eso parece…] Sid admitió, con su fuerte aliento mientras rechazaba los ataques de Arthur uno tras otro. Su complexión era pálida, y claramente estaba en una muy mala condición.

 

[Ya no hay nada que puedas hacer. Solo observa obedientemente mientras el mundo es engullido por el invierno. Observa como mi verdadero reinado maneja el mundo.]

 

[No. Como un caballero que te ha servido, no puedo dejar que la cagues.] Sid usó la Voluntad para formar una gran cantidad de maná. [No me importa si las personas me odian como el Bárbaro para la eternidad… ¡Sin embargo, nunca permitiré que el nombre del Santo Rey Arthur sea manchado no importa qué!] Llenó sus espadas gemelas con maná y, con un grito, se dirigió hacia Arthur a la velocidad de la luz. Sin embargo…

 

[Te falta odio…] Arthur dijo, fácilmente rechazando el fuerte ataque de Sid al mover sus espadas al costado. Sid aterrizó a unos metros de distancia, y la batalla abruptamente se detuvo. [Si tuvieras la fuerza de la era legendaria, sería cosa fácil, pero no puedes hacer nada contra mí en tu estado actual.] Arthur lentamente camino hacia Sid, su espada aún señalaba hacia abajo.

 

Era claro como el día quién estaba ganando. Por otro lado, Sid estaba completamente cansado y jadeando un poco por la lucha. Por otro lado, Arthur estaba relajado y no sudo nada.

 

[Entiendes, ¿no? No puedes ganar contra mí.]

Sid no respondió.

 

[Sea nuestra primera batalla cuando nos conocimos o la segunda luego que me convirtiera en el Rey Demonio. Gané y tú perdiste.]

 

Sid se quedó en silencio.

 

[La segunda vez, perdí solo debido a la Sangre de la Santa. Yo estaba ganando la batalla. Y será lo mismo para la tercera batalla. Aún más considerando en el estado que estás.]

 

[¿En serio?] Sid finalmente habló, sonriendo mientras bajaba sus espadas gemelas. [Cierto, eres fuerte, Arthur. Siempre tenías una fuerza que yo no tenía, y es por eso que te admiraba. Sin embargo, realmente no me entiendo, pero siento que al reencarnar en este era, gané la misma fuerza que tú.] Le dio una mirada a Alvin. [En la era legendaria, estaba vacío. Pero ahora, siento que muchas cosas preciadas están llenando el vacío en mí. supongo que es porque hice algo poco típico de mí al convertirme en un instructor en la Academia Mágica de Caballeros Reales de Calvania. Gracias a eso, incluso tan vacío y débil como soy, extrañamente, no me sentía perdido. Así que no subestimes, Arthur. El hombre tambaleándose ante ti puede ser el más débil Bárbaro, pero también es el Caballero Relámpago más fuerte.] Declaró firmemente y tomó una postura con sus espadas, reuniendo maná con la Voluntad.

 

Viendo Sid recuperarse de su cansancio y salir con nueva energía, Arthur abrió levemente sus ojos. [¿Aún tienes esa fuerza…? No, eso es…] Él miró a Alvin a unos metros atrás de Sid. Estaba tomando su mano derecha, donde la cresta estaba, y haciendo la técnica de la respiración de la Voluntad.

 

[¡Sir Sid…!] Dijo como si rezara.

 

[Ya veo… Reúne el maná y te lo envía por la cresta. Realmente no le importa el frío y está enviándote todo sin protegerse. Así es cómo aún puedes luchar a pesar de que estás tan cansado.] Observó los pies de Alvin, los cuales estaban congelándose poco a poco y asintió con una sonrisa de entendimiento. [No… No es por el maná, ¿cierto?]

 

Sid no respondió.

 

[Tus estudiantes y tus compañeros quienes están luchando abajo… Son los nuevos lazos que hiciste en esta era… Son lo que te están apoyando, ¿cierto?]

[¿Quién sabe?]

 

[Hahaha… Ser llamado el Bárbaro es una broma. Eres un caballero por naturaleza, y a pecho. Pero ahora, sé que abrumarte con solo fuerza no es suficiente. Al fin de cuentas, los caballeros son personas que puede exhibir el poder más allá de la razón cuando tienen que proteger algo… Ambos sabes eso de sobra, ¿no concuerdas?]

 

[Sí. Después de todo, la era legendaria estaba llena de ellos.]

 

[Cierto. Muy bien… Supongo que debería empezar por allí para romperte.] Arthur blandió su espada mágica de la oscuridad y recitó. [Junto con la luz, gobierna sobre la creación y el origen. Tú eres el oscuro crepúsculo gobernando la muerte de todas las existencias.]

 

Al momento siguiente, la oscuridad y ondas fríos se esparcieron por el mundo. La feroz ventisca se volvió más fiera, y la temperatura, la cual ya era bastante frío, bajó incluso más, quitándole el calor a todo. No, era mejor decir que estaba deteniendo todo mientras se dirigía al cero absoluto.

 

[E-Esto es… el Rey Arthur… no. ¡¿El Gran Encantamiento del Rey Demonio…?!] Alvin exclamó.

 

[Atrás, Alvin.] Sid le advirtió. Ni el podía detener a Arthur, mientras era rodeado por el infernal frío. Solo acercarse sería suficiente para detener el maná fluyendo dentro de su cuerpo y congelar a Sid.

 

[Tú odios este mundo, y odias esta asquerosa luz. Tú, para mostrarte mi amor, te concederé tu deseo.] El Rey Demonio continuó recitando su orden imperial al mundo, el cual respondió al incrementar la dureza del frío.

 

Todos entendieron por instinto que una vez el encantamiento terminara, el mundo caería. La cuenta regresiva hacia el fin del mundo había empezado, y Sid y Alvin solo podían observar en silencio, incapaces de hacer algo.

 

[¡Acabaré con la intocable primavera y traeré un eterno invierno de silencio y tranquilidad al universo!]

 

Al instante que el Rey Demonio terminó su Gran Encantamiento, incluso oscuridad más intensa y frío estalló de su espada en todas direcciones, esparciendo ondas de choque y terremotos por todo el mundo.

 

Con Arthur como su centro, tremendas ondas de fría oscuridad se esparcieron. La abrumadora oscuridad congeló todo, cubriendo el mundo por completo. Negó todas las vidas, como si vivir fuera un crimen. Era un gran cataclismo.

 

El Gran Encantamiento estaba en efecto, y el mundo estaba transformándose. Era la llegada de la era invernal— un infierno congelado.

 

[¡¿S-Sir Sid?!]

 

[¡Alvin!]

 

Sid quemó toda su Voluntad y la protegió mientras todo se congelaba. La nieve que había estado apilándose en el suelo se cristalizó y se transformó en gigantes bloques de hielo.

 

Mientras el invierno se profundizaba, el mundo cambió a un infierno congelante.

 

[¡Hahahahahahaha!]

 

Gracias a la fuerte risa de Arthur, Alvin volvió a sus sentidos. Al parecer, la agitación le hizo perder su consciencia por unos segundos. Agitó su cabeza para despertarse de su mente medio consciente y miró alrededor. Lo que vio fue…

 

[¡¿Q-Qué es esto…?!] Ella gritó.

 

Hasta ahora, había atestiguado el malévolo, pero milagroso fenómeno traído por los Grandes Encantamientos de sus diferentes enemigos en el tiempo, y así… esta vez, estaba en otro nivel. Era difícil creer que esto también era parte de la categoría de Gran Encantamiento.

 

El mismo mundo había sido cambiado.

 

El infierno se extendió ante ella. No importa cuánto tratará de ver, todo lo que entraba a su vista era un mundo muerto llenó con fuertes bloques de hielo. Sean los edificios debajo o las montañas en la lejanía, todo había sido sumergido en un océano de hielo. El Castillo Dachnesia no era la excepción. Solo el salón del trono no estaba afectado, y más de la mitad del castillo había sido encerrado en hielo. Eso significaba que todos los que estaban en la entrada del salón…

 

[Estoy seguro que está muerto ahora.] Arthur dijo orgullosamente, agravando la intranquilidad de Alvin. [Con esto, tus compañeros se convirtieron en mis vasallos— muertos congelados.]

 

Alvin jadeó del terror.

 

[Y no solo ellos. Todo el mundo ha sido encerrado en el invierno. Todas las vidas en este mundo han sido aprisionadas en la nieve y el hielo. Se subyugaron y juraron lealtad a mí. Este mundo… está muerto.]

 

[N-No, eso es…]

 

[Como prueba…] Arthur apuntó sus ojos hacia Sid, quien estaba protegiendo a Alvin. La espada mágica de luz en su mano derecha estaba llena de grietas.

 

[Ah…]

 

[Éclair es la encarnación de este mundo. Si muere, también ella muere. Claro, también es el caso para la espada mágica.]

 

Alvin estaba sin palabras.

 

[Y Sir Sid, ¿aún puedes escuchar su voz?] Arthur preguntó.

 

Sid no respondió, pero a eso, en sí mismo, era la respuesta. Incluso ahora, la espada continuaba sucumbiendo, con fragmentos de sí cayendo al suelo.

 

[Sin esta espada, no puedes derrotarme. Y, esta vez, la Sangre de la Santa no funcionará conmigo. Mi victoria fue decidida desde el inicio. La muerte de Éclair significa que…] Arthur miró a Sid una vez más.

 

Motas de maná empezaron a salir del cuerpo de Sid. La cuenta regresiva hacia su desaparición había empezado.

 

[Aaah… Sir Sid… ¡Sir Sid!] Alvin gritó, su expresión llena de desesperación.

 

[¿Y quieres continuar?]

 

Sid no le respondió a Arthur.

 

[¿Cuándo te darás por vencido? No tienes nada de tiempo o poder de sobra, y su espada es inútil. Tu caballería termina aquí.]

 

Silencio.

 

[¿No es suficiente? Hiciste un buen trabajo. Sea en la era legendaria o ahora. En ese entonces, diste lo mejor para ayudarme a crear mi mundo ideal. Pero sabes, tal mundo colapsaría tan fácil como una casa construida en la arena. ¿Y cuál es el punto de arriesgar tu vida y llorar por ello cuando todo será por nada?]

 

Sid se quedó en silencio.

 

[Por otro lado, al aprisionar al mundo en el invierno, fácilmente podemos llegar a la paz eterna que tanto deseábamos.]

 

Sid se quedó en silencio.

 

[Ven conmigo, Sir Sid. Exaltemos nuestra gran gloria como caballeros en el nuevo mundo—el paraíso eterno donde todo es igual a lo congelado— que nosotros, las personas de la era legendaria, creamos.]

 

A la invitación de Arthur, Sid lentamente enfundó la espada mágica de luz y…

 

[No.] Declaró firmemente. [El hecho que fácilmente puedas decir tales cosas prueba que ya no eres el Santo Rey Arthur. Eres el Rey Demonio, el enemigo que debo derrotar como caballero.]

 

[¿Sir Sid?] Arthur cuestionó.

 

[Cierto, el mundo de invierno que quieres crear tendría a todos como iguales. Nadie moriría de hambre o se afligiría, mientras la muerte trae la paz eterna a todos por igual. Sin embargo… No habría luz, ni calidez, o esperanza, Arthur.]

 

El Rey Demonio jadeó.

 

[En ese entonces, cuando te seguí, pude imaginarme un mundo donde todos sonreían pacíficamente. Estaba lleno de calidez, como la primavera. Esa era la luz que el vacío Bárbaro vio. El primer sueño que vi. Amaba cómo perseguías esa luz y ese sueño, hablando de ellos como un niño. Porque intentaste hacer algo que yo nunca pude hacer, decidí convertirme en tu caballero y espada. Por ti, estaba listo para dar mi vida. Incluso si eso significaba que perdería mi honor como caballero y arruinaría mi reputación en el futuro, no me importaba. ¡Sí, no me importaba nada!]

 

Sid tomó una postura, sosteniendo su espada obsidiana de hierro en un agarre reverso en su mano derecha, luego continuó. [Así que si niegas mi esperanza y luz, entonces no puedes ser Arthur. Solo eres el Rey Demonio. Soy un caballero, así que nunca le serviré al Rey Demonio. Seré la única espada del recto rey que muestra esa luz.]

 

Silencio descendió en el cuarto unos segundos. Entonces. [¡Alvin!] Sid dijo sin darse la vuelta mientras Alvin se sorprendía. [¡¿Cuál es el que apuntas ser?!]

 

Alvin jadeó.

 

[¡¿Cuál es tu realeza?! ¡¿Quieres crear un mundo de eterno invierno donde la muerte y la tranquilidad gobierne?! ¡¿O un efímero mundo de invierno de primavera donde hay sufrimiento y dolor sin eternidad?! ¡¿Una primavera como una casa construida en la arena donde todos caminan hacia adelante, soportando el dolor y derramando lágrimas mientras lo protegen?! ¡¿Cuál?!]

Naturalmente, la respuesta de Alvin ya estaba decidida. [¡Primavera!] Ella gritó con lágrimas. [¡Cierto, este mundo está lleno de sufrimiento y dolor! ¡Pero no quiero huir hacia una eternidad tan fácil! ¡Soportaré el dolor y el lamento mientras vivimos! ¡Guiaré y protegeré a las personas! ¡Y entonces, tendremos éxito con las nuevas vidas que nacerán… la siguiente generación! ¡Ese es el tipo de eternidad que quiero! ¡Esa realeza!]

 

[¡Bien dicho! ¡Entonces observa mi última batalla! ¡Mi espada y alma siempre estará contigo, El Santo Rey Alvin!] Sid declaró mientras usaba la Voluntad… no, mientras convertía su propia existencia en maná. Su espada obsidiana estaba llena de luz que brillaba en la oscuridad.

 

[Tú sí que eres…] Arthur murmuró, mirando a Sid como si mirara a algo deslumbrante. [Hahaha, parece que el yo pasado era alguien increíble que era capaz de ganarse la lealtad y la espada de un hombre como tú.]

 

[Sigamos la pelea, Arthur… En esta batalla, lo usaré todo. Seré la culminación de la caballería de Sid Blitze.] Sid anunció y se dirigió hacia Arthur a la velocidad de la luz, su cuerpo desbordaba relámpagos.

 

[Vamos…] Arthur respondió y corrió hacia Sid.

 

Al siguiente instante, sus espadas chocaron, el impacto resonó en todo el mundo.

 

[¡Oooooooooooooooh!]

 

[¡Aaaaaaaaaaaaaaaah!]

 

Intercambiaron golpes con una exquisita técnica a una increíble velocidad. Cada uno era más fiero que el último, y cuando sus espadas se encontraron, ondas de rayos y fría oscuridad explotaron, devastando sus alrededores.

 

[¡Aaaaaaaaaaaaaaaah!]

 

[¡Haaaaaaaaaaaaaaaa!]

 

El caballero y el Rey Demonio cruzaron espadas, tratando de dar lo mejor para matar al otro. Era una verdadera reproducción de la era legendaria. La encarnación de un mito.

 

[¡Sir Sid! ¡Sir Sid…!] Alvin seguía diciendo su nombre. Solo podía observar, ya que no era una lucha en la que tuviera el poder para intervenir.

 

En el lugar más alto del lugar, rayos y oscuridad luchaban entre sí. No había ideales o creencias en esta batalla. Solo terquedad. Cada uno tenía algo que no podía perder, así que movían sus espadas.

 

¿Una era de invierno, donde la muerte y tranquilidad reinaría, seguía lo siguiente?

 

¿O sería una era de primavera, donde esperanza resistía el sufrimiento y dolor?

 

El resultado pronto sería decidido.

 

Por desgracia, la terquedad tenía sus límites. Había una barrera que no podía ser superada físicamente.

 

[¡Tu hora ha llegado!] Arthur gritó.

 

Sid gritó mientras la espada del Rey Demonio empezaba a golpearlo, gradualmente congelando su cuerpo.

 

[¡Estás llegando a tu límite! ¡Tu existencia está a punto de colapsar y desaparecer! ¡El resultado ha sido decidido! ¡Esta tercera batalla terminará con mi victoria una vez más!]

 

[¡Aún no! ¡Sigo aquí! ¡Mi corazón y alma siguen vivas! ¡Y aún puedo mover mi espada!] Sid proclamó.

 

[Pero… ¡¿hasta cuándo?!] En un instante, Arthur lo golpeó mil veces con su espada.

 

Cortes cubrían el cuerpo de Sid, acelerando el colapso de su existencia.

[¡Sir Sid!] Alvin rezó con todo su corazón mientras usaba su Voluntad, enviando maná a Sid por su cresta.

 

Sin embargo, estaba lejos de ser suficiente. El maná que Sid perdió por el colapso de su existencia era abrumadoramente superior a lo que Alvin le envió. A ese paso, su desaparición era cuestión de tiempo.

 

[¡Estás al borde de la muerte, Sid Sid!] Arthur gritó, cortando a Sid más rápido.

 

Sid estaba totalmente a la defensiva. Cada vez que era cortado, el maná salía de él y su existencia se debilitaba. Era claro para los ojos de cualquiera— la victoria ya estaba decidida.

 

“¡Gané!” Flora se regocijo, apareciendo detrás de Arthur. “¡Finalmente te gané, Éclair, mi querida hermana!” Ella exclamó, moviéndose.

 

Entonces Éclair apareció detrás de Sid y gritó. “¡Opus! ¡¿Realmente me odias tanto?!”

 

“¡Te odio!” Flora… No, Opus, quien siempre tuvo una sonrisa calmada hasta ahora, finalmente externó su enojo. “Somos los primeros dos espíritus de este mundo— ¡Sus dioses! ¡Sin embargo, se te dio todo lo relacionado a la luz, y yo, todo lo relacionado a la oscuridad! ¡Tú y todos los que seres que reciben tu bendición siempre están desbordando con una luz cálida, y eres amada por ellos! ¡Y yo, por el contrario, se me arrojo a la oscura, sombría, fría y solitaria oscuridad, evitada, temida y odiada por todos! ¡¿Por qué somos tan diferentes?! ¡Envidió tu luz, tu amor, y calidez! ¡Estoy celosa de todo! ¡Y es por eso que te odio! ¡Siempre te odié!”

 

Éclair jadeó.

 

“¡Así que me transformé en humano y actué detrás de escenas! ¡Nunca te perdonaré por ser la que se le da la luz y calidez! ¡Esparciré el sufrimiento y dolor por todo el mundo! ¡Convertiré a todos en mí! ¡Luego tomaré el mundo de ti, Éclair, y lo gobernaré! ¡Convertiré a todos como yo! ¡De esa manera, nadie tendrá envidia o celos! ¡Porque todos serán iguales!”

 

“¡Opus, tú eres…!”

 

“¡¿Y qué se siente tener al rey que amaste y le diste tu bendición serte arrebatado?! ¡¿Y cómo se siente tener a tu talentoso caballero siendo derrotado por mí? ¡Para que lo sepas, la desesperación por la que pase en las profundidades de la fría oscuridad no es nada a la par de esto!”

 

Éclair estaba sin palabras.

 

“¡Pero eso es! ¡Todo se acabó! ¡Yo y mi amado Rey Demonio Arthur conquistaremos el mundo y le pondremos un fin a todo! ¡Este será el inicio de una nueva era, de mi mundo ideal!” Opus declaró.

 

Éclair no sabía qué decir. Al fin que, lo que Opus había dicho estaba por cumplirse. Sid aún estaba luchando contra Arthur, pero estaba perdiendo. Se veía como que podría desaparecer en cualquier momento. Incluso Alvin, quien estaba enviándole su maná, estaba llegando a sus límites, ya que no mantenía ninguna protección en ella y gradualmente estaba siendo congelada, su parta baja ya estaba parcialmente encerrada en hielo.

 

“¿No hay esperanza…? ¿El mundo va a ser engullido por la oscuridad…? ¿Un desesperado mundo gobernado por la tranquilidad de la muerte es la forma en la que debería ser…?” Éclair murmuró y desapareció, bajando su cabeza.

 

Viendo a su hermana así, Opus rio con gusto. Extrañamente, su risa claramente resonaba en el medio de la fuerte ventisca. Y entonces, finalmente… un sonido metálico que trajo aún más desesperación resonó.

 

Sid jadeó mientras el fiero ataque de Arthur rompió su obsidiana espada de hierro.

 

[¡Sir Sid!] Alvin gritó.

 

Sid abrió sus ojos, sorprendido por el repentino desarrollo, y chasqueó su lengua.

 

[¡No es nuestra primera pelea!] Arthur gritó. Entonces, usando el impulso de la rota espada de Sid, elegantemente giró y acertó el golpe final.

 

Naturalmente, habiendo perdido sus espadas, Sid no tenía forma de bloquearlo.

 

[¡Sir Siiiiiiid!] Alvin gritó.

“Ahahahahahaha.” Opus rio.

 

Y…

 

[¡Eso es, Sir Sid!] Arthur declaró, vertiendo todo su maná y frío en su espada mientras fieramente cortaba a Sid.

 

El mundo fue teñido de oscuridad.

 

La gruesa y abrumadora oscuridad surgió del golpe y al instante cubrió el mundo.

 

Silencio. Oscuridad. Tranquilidad.

 

El mundo había terminado.

 

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O al menos, debería haberlo.

 

Una leve, pero confiable luz existió en el mundo que fue engullido por la oscuridad y silencio.

 

De pronto estalló, esparciéndose y quitando toda la oscuridad de una vez.

 

[¡¿Q-Qué?!] Arthur exclamó y Opus jadeó, sus ojos se abrieron. Habían estado tan seguros de su victoria, y aun así…

 

Sid, usando su mano derecha como una espada, había tenido la espada de Arthur. La leve, pero fuerte luz de maná brilló alrededor de su mano.

 

Arthur y Opus se asombraron que tal luz pudiera repeler la abrumadora oscuridad que estaba cubriendo al mundo.

 

[¡Imposible! ¡No debería quedarte mucho maná! ¡¿Qué pasa?!] Arthur gritó.

 

“¡Esto debería ser imposible! Tu existencia estaba al borde de la desaparición… ¡¿De dónde viene todo ese maná…?!” Opus gritó.

 

Entonces ella y Arthur lo notaron. En una corta lejanía, Alvin estaba levantando su mano derecha, donde la desaparecida cresta estaba. Y, sobre ella… estaban otras manos.

 

[¡L-Lo hicimos a tiempo!]

 

[¡¿Tenko?! ¡¿Y chicos?!]

 

Tenko, Christopher, Elaine, Lynette, Theodore, Yuno, Louise, Johan, Olivia… Los estudiantes a los que Sid les había enseñado la Voluntad estaban aquí, consumiendo su Voluntad y alistando su maná.

 

[¡Sir Sid! ¡Toma nuestro maná!]

 

[¡¿No eres el caballero más fuerte de la era legendaria?!]

 

[¡No hay forma que vayas a perder aquí, ¿cierto?! ¡Dale duro!]

 

[¡D-Dé lo mejor, instructor! ¡Lucharemos contigo también!]

 

Christopher, Elaine, Theodore y Lynette apoyaron a Sid.

 

[Chicos…] Sid sonrió gentilmente, viendo lo fuerte que sus estudiantes eran.

 

Arthur, por otra parte, estaba asombrado. [Eso es imposible… ¡¿Cómo Logass y Luke perder contra ustedes?! No me jodan…]

 

[¡Pero sí! ¡El hecho que estemos aquí lo prueba!] Tenko proclamó.

[Hmph… Bueno… realmente no estoy contenta con la forma que termino…] Louise dijo con una fría mirada, incapaz de estar feliz por su victoria. [Pero una victoria es una victoria. Y, como sea, solo seré capaz de sentir resentimientos si hay un mañana. ¡Él me dejo vivir, así que tengo que usarlo!]

 

--------------------

 

Al mismo tiempo, en la entrada del castillo, en el fondo del océano de hielo, Logass y Luke estaban sentándose espalda a espalda. Estaban hechos nada, su existencia estaba terminándose.

 

Como caballeros oscuros, la prisión de hielo creada por su maestro no tenía ningún efecto en ellos.

 

Por tanto, la razón por la que estaban pereciendo era simplemente porque habían perdido.

 

[Qué horrible, Lion.]

 

[Te digo lo mismo, Unicorn.]

 

Ambos hablaban con un tono despreciativo.

 

[¿Por qué perdiste?] Logass preguntó.

 

[Como dices, puedo preguntarte lo mismo.] Luke respondió bajando los hombros. [Parece que, en verdad, los caballeros de esta era no deben ser subestimados. Me recuerdan a nuestras versiones más jóvenes.]

 

[Sí. Aunque… La diferencia en fuerza entre nosotros era como el cielo y la tierra. Incluso considerando las afinidades, la verdad es que estábamos solos contra muchos, que luchar contra Sir Sid nos cansó, y que nos ayudaron las Damas del Lago. Y así… ¿Por qué lucimos tan mal?]

 

[Ambos sabemos por qué, ¿no?]

 

El silencio descendió entre ellos, y recordamos a los caballeros jóvenes con los que habíamos luchado hace poco. Recordaron sus íntegros y brillantes ojos mientras se enfrentaban contra la desesperación.

 

[Sí… Esos jóvenes no deberían estar aprisionados en el invierno.] Logass dijo. Su tono era calmado, como si algo que lo hubiera estado poseyendo por siempre por fin hubiera desaparecido.

 

[En efecto… Nuestra era fue hace mucho tiempo…] Luke sonrió. [Aunque, nos tomó mucho tiempo darnos cuenta…]

 

[Hahaha. Sí, es bastante irónico. Parece que incluso luego de que la oscuridad tomara nuestras almas, no pudimos soltar nuestro orgullo y dignidad como caballeros al final.]

 

[De una u otra, supongo que significa que fuimos caballeros de pies a cabeza.] Luke comentó.

 

[Parece que tuvimos una larga pesadilla…]

 

[Sí. El Santo Rey Arthur y Sir Sid… El camino que creamos, yendo al frente y guiándonos, realmente fue deslumbrante y distante. Los admirábamos y queríamos seguirlos por siempre.]

 

[Sin embargo, olvidamos que el camino al que nos dirigíamos nos llegaría al final de la era de los caballeros. Es por eso que nos aferramos al estúpido concepto de la eternidad y escuchamos a Opus.]

 

[Fuimos inmaduros e ingenuos… Estoy tan avergonzado…]

 

Mientras hablaban, ambos gradualmente estaban desapareciendo.

 

[Muy bien… Hora de morir.] Logass dijo.

 

[Sí.]

 

[Los viejos soldados eventualmente desaparecen… Es una verdad que existe no importa la época.]

 

[Sí.]

 

[Es bastante obvio, pero la nueva era debería quedar para los caballeros jóvenes.]

 

[Sí… Y así, nos tomó mucho tiempo darnos cuenta de algo tan natural… Mucho tiempo…]

 

Y así, Logass y Luke desaparecieron en silencio.

 

---------------

 

[Logass. Luke. Realmente fueron caballeros entre caballeros. Gracias.] Sid dijo como si entendiera lo que había pasado.

 

[¿Qué…? ¿A qué te refieres con eso…?] Arthur preguntó, confundido.

 

“¡No le prestes atención a sus palabras, Arthur, mi querido maestro!” Opus gritó en irritación. “¡Podría haber cientos de esos débiles caballeros reunidos, y no cambiaría el resultado! ¡Ignóralos, y rápidamente entrégale la paz a Sir Sid!”

 

[Tienes razón… Como sea, con esto…] Arthur se movió a una divina velocidad— no, era superior a eso. Era una diabólica velocidad, y cerró la distancia entre él y Sid. Entonces movió su espada. [Es la e—]

 

Sin embargo…

 

[No, es el fin, Arthur.] Sid otra vez uso su mano como una espada y detuvo la hoja de Arthur. Y, esta vez, puso más poder en él.

 

[¡¿Qué…?!] Arthur exclamó. Entonces de inmediato levantó su espada y la agitó otra vez. Cortó de abajo, arriba y todas direcciones. Cada golpe era mortal y se acompañaba de ondas frías. Y así…

[¡Ooooooooh!] Sid gritó, repeliendo todos ellos. Cada vez que lo había, retrocedía un poco, pero apenas lograba continuar esquivando todo.

 

[¿P-Por qué…? ¡¿Cómo…?!] Arthur gritó, poniéndose impaciente, ya que no podía derribar a Sid.

 

[Mis estudiantes me confiaron todo… Si no estoy a la altura de sus expectativas, sería una falla como instructor… ¡No, como caballero!] Finalmente, Sid empezó a contraatacar.

 

Arthur reflexivamente bloqueó el golpe de Sid con el borde de su espada.

 

Desde entonces en adelante, la batalla ya no era unilateral. Arthur aún estaba en el lado ganador, pero Sid empezó a contratacar más y más. Algunas veces, los precisos golpes de Sid lograron superar los alterados golpes de Arthur.

 

[Solo, su Voluntad puede ser demasiado débil, pero... ¡Pensar que al añadirlas todas juntas, serías capaz de luchar!]

 

[¡Estoy igual de sorprendido!] Sid respondió mientras evadía la espada de Arthur y lanzó un contrataque. [¡Supongo que no podemos predecir el crecimiento de los jóvenes de esta era!]

 

[¡Eso…! ¡En ese caso…!] Mientras aún luchaba contra Sid, Arthur decidió cambiar de planes. [¡Solo necesito lidiar con la fuente de tu fuerza!] Él libero el poder de su espada, pasando sus límites.

 

Oscuridad y frío salieron de ello, y la temperatura del mundo bajó aún más. La ventisca extremadamente violenta golpeó todo en el área circundante. Se sentía que solo al respirar podrías morir por pulmones congelados.

 

[¡¿Qué tal eso?! ¡No deberían ser capaces de resistir la prisión de hielo! ¡Para sobrevivir, tienen que dejar de enviar su maná a Sir Sid para protegerse, o tienen que huir!] Arthur gritó.

 

Sin embargo…

 

[¡Ni locos!] Tenko gritó. [¡Maestro! ¡No huiremos, así que concéntrese en luchar!]

 

[¡¿Qué tipo de rey abandonaría a sus amados vasallos?! ¡Sir Sid! ¡Veré tu lucha hasta el final! ¡Incluso si eso significa morir aquí!] Alvin declaró.

 

Los otros estudiantes estaban igual de determinados. Ellos asintieron, no se movieron ni una pulgada. Ignoraron sus cuerpos siendo congelados y no dejaron de usar su Voluntad y enviar maná a Sid.

 

[¡Imposible! ¿Por qué…? ¡¿Por qué quieren llegar a tales extremos?! ¡Debería de dolor y ser muy doloroso! ¡¿Por qué no se rinden?!] Arthur preguntó, atónito.

 

Cada estudiante respondió uno a uno.

 

[¡Un caballero solo dice la verdad!]

 

[¡Su valentía brilla en sus corazones!]

 

[¡Su espada defiende al indefenso!]

 

[¡Su poder sostiene la virtud!]

 

[¡Y su ira… destruye al mal!]

 

Arthur abrió sus ojos. [Eso es… Ese es el antiguo código del caballero que fue olvidado con el flujo del tiempo…]

 

[No.] Sid dijo, continuando el incesante ataque con su mano como una espada. [Las viejas tradiciones se convertirán en las nuevas tradiciones.]

 

Arthur jadeó.

 

[Las personas de eras antiguas no necesitan hacer algo para que el mundo sea eterno. Todo es transmitido y heredado de generación en generación… Esta es la eternidad. Sea el dolor, sufrimiento e ira, o la felicidad, paz y esperanza, todos deberían cargarlo juntos. Desde el inicio… no hubo nada por lo que preocuparnos.] Sid golpeó con todo lo que podía, dibujando un flash de luz, e hizo retroceder a Arthur.

 

Impaciencia pintó el rostro de Arthur, ya que el golpe de Sid claramente era más fuerte que ningún otro. Poco a poco, Sid estaba haciendo retroceder a Arthur.

 

“¡Como si pudiera aceptar algo tan ilógico!” Opus apareció de la espada de Arthur. “¡Deja de estorbarme y a mi deseo!” Ella gritó y se preparó para recitar un hechizo hacia los estudiantes, pero…

 

[¡Esa es nuestra línea!] Una voz dijo mientras incontables hojas iban hacia Opus. Sus espinas se clavaron en su cuerpo, entonces se incendiaron.

 

Opus gritó del dolor. Como una existencia del lado oscuro, estaba enterrada por la santidad de las hojas. No la mataría, pero el dolor era suficiente para hacer que dejara de actuar.

 

Y el que uso esa magia fue…

 

[Isabella.] Sid dijo.

 

[¡Sí, he llegado! ¡Por el orgullo de las Damas del Lago, juro que no dejaré que ningún estudiante sea dañado! ¡Usaré todas las técnicas secretas antiguas que aprendí para detener a Opus!] Isabella dijo, blandiendo su varita mientras preparaba un nuevo hechizo.

 

Sid sonrió, viendo lo confiable que Isabella era. [Entonces no tengo nada de que preocuparme. Acabemos con esto, Arthur.]

 

[Sir Sid…] Arthur murmuró mientras Sid sacaba la espada mágica de luz de su vaina.

 

Aunque estaba cansado, Sid utilizó lo último de su Voluntad, su existencia, también el maná que recibió de sus estudiantes, y lo puso todo en su espada.

 

“Por favor, no me prestes atención, Sir Sid.” Éclair apareció a su par. “Hazlo con todas tus fuerzas.”

 

[Sí, no me contendré.] Sid tomó una postura baja, sosteniendo la espada en un agarre inverso.

 

[Sir Sid…] Arthur también preparó su espada.

 

Ambos lo sintieron— que el siguiente intercambio sería el último.

 

[Hasta ahora, perdí contra ti dos veces.] Sid dijo.

 

Arthur no respondió.

 

[La tercera es la vencida. Hagámoslo.]

 

Y entonces…

 

[¡Aaaaaaaaaaaaah!] Sid corrió. Su cuerpo estaba lleno de relámpagos, y se dirigió a Arthur. Fue lo más rápido que pudo haber sido. Era más rápido que la velocidad de la luz, más rápido que la velocidad divina, más rápido que la velocidad diabólica — era la absoluta velocidad. [¡Ooooooooh!] Se acercó a Arthur con un espiritual gritó.

 

[¡Sir Sid… Yo…!] Arthur levantó su espada y la bajó con un gritó.

 

Abrumadoras ondas frías de oscuridad salían de allí. Era como si tratara de cubrir el mundo en la oscuridad otra vez— no, en efecto, lo hizo. Negrura y el frío cubrieron el mundo como si trataran de hundirlo en el abismo, congelándolo todo.

 

Sin embargo, un tajo de relámpago lo atravesó y avanzó. A pesar de que el maná salía de su cuerpo, su existencia se desvanecía, y su cuerpo se derrumbaba, Sid atravesó la oscuridad.

 

Él siguió avanzando, y, finalmente—

[¡Arthur!]

 

[¡Sir Sid!]

 

Ellos chocaron.

 

Una tremenda onda de choque estalló y un sonido similar al vidrio rompiéndose resonó por todo el mundo.

 

La espada mágica de luz de Sid y la espada mágica de oscuridad de Arthur colisionaron. Estuvieron parejos por un instante, pero inmediatamente después, la hoja del Rey Demonio se rompió.

 

“¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaah!” El terrorífico grito de Opus resonó por todo el mundo.

 

Y entonces…

 

---------------

 

Como si actuara conforme al grito de Opus, la violenta ventisca azotando el mundo se debilitó hasta que completamente se detuvo.

 

El silencio descendió sobre el mundo. Y, como si se le bendijera, la luz empezó a caer del cielo sobre el Castillo Dachnesia, aun encerrado en la oscuridad. Primero, solo fue una línea atravesando la gruesas y oscuras nubes. Pero gradualmente, se hizo más y más fuerte. Entonces, luego de un rato, rápidamente cubrió el mundo.

 

Con el Castillo Dachnesia en su centro, la deslumbrante luz purificó la oscuridad cubriendo el mundo.

 

Y, junto con la luz, un cálido viento sopló. Era como el alba o la llegada de la primavera. El cielo se aclaró, el hielo se derritió y la nieve desapareció. Dachnesia, el reino siempre encerrado en nieve y hielo, ya no lo estaba. En cambio, lo que apareció fue una vasta tierra abundante de naturaleza del pasado que nadie en el presente conocía.

 

[¿D-Dónde es esto…?]

 

[¿Qué nos pasó…?]

 

En la entrada del salón del castillo, Burns, Aigis, Caim, Gato y los otros caballeros despertaron uno tras otro.

 

[¿Yo… aún estoy vivo…?] Gato murmuró.

 

Hasta hace un momento, todos habían sido aprisionados en un mar de hielo, y así… sobrevivieron. Sin entender lo que había pasado, se vieron a la cara, confusos.

 

--------------

 

Lo siguiente que supieron, un cálido viento estaba soplando. El alba podía verse sobre el horizonte desde la cima del Castillo Dachnesia. La vista era tan maravillosa y hermosa que casi te hacía llorar.

 

Junto con la lucha entre el caballero y el Rey Demonio, la larga, larga noche terminó y el amanecer cayó.

 

[Pensando en ello…] Sid dijo. [En ese entonces era el amanecer… Y ahora, es el alba.]

 

[Sí. Y… yo perdí.] Arthur admitió.

 

[Sí, gané.] El caballero y el rey hablaron, espalda a espalda. [Aunque, eso estuvo bastante cerca. Realmente eres fuerte. Como esperaría del rey que escogí.]

 

Sid miró a la espada mágica de luz en su mano. Silenciosamente estaba desvaneciéndose y sucumbiendo.

 

No tuvimos el tiempo para palabras de despedida, pero… Gracias, compañero. Sid observaba mientras la espada enteramente desapareció.

[Con ese último ataque, corté a Opus y te separé del cuerpo de Endea.] Sid explicó.

 

[Eso parece…] Arthur dijo mientras el cuerpo de Endea colapsaba como una marioneta que había perdido sus hilos. El mismo Arthur seguía parado, su cuerpo era translucido. Era la apariencia del Santo Rey de la era legendaria. Regresó a la normalidad, y su expresión era una pacífica. [Te causé muchos problemas…]

 

[Lo mismo digo.] Sid sonrió.

 

[No, causé más. En ese entonces, luego que me despertaras de ser el Rey Demonio, mi urgencia más importante como rey fue restaurar el mundo en ruinas. Incluso mi muerte no excusaría lo que te hice. Y aun así, en esa situación, no tuve más de otra que decir que fui el que derrotó al Rey Demonio.]

 

[Cierto. Después de todo, sería una molestia si las personas del futuro supieran que yo fui el que lo hice. No podíamos dejar que la era legendaria tuviera un héroe más grande que tú.] Sid sonrió gentilmente. [Sé por qué hiciste eso. digo, soy el que le pidió a Éclair decirte que lo hicieras.]

 

[Sid…]

 

[Estoy seguro que me harías un villano y protegeríamos mi caballería.]

 

[¡Yo… yo…! ¡Te hice mucho!] Arthur bajó su cabeza, temblando.

 

[No te preocupes. Es mi culpa por dejas las cosas a medias. Traté de purificarte con la Sangre de la Santa, pero logré purificar la mitad de tu alma. La otra mitad quedó contenida en el Rey Demonio.]

 

[Y las Damas del Lago la cortaron y sellaron debajo del Castillo Calvania. Sin embargo, eso no cambio el hecho que me hubiera convertido en el Rey Demonio y que hubiera sido maldecido por Opus. Mientras ella viviera, la maldición nunca se rompería. Significando que, un día, mi sucesor como el Rey Demonio aparecería. Los gemelos comparten una sola alma dividida en dos, así que un día nacerían, uno con la más alta posibilidad de convertirse en el nuevo Rey Demonio.]

 

Sid escuchó silenciosamente.

 

[En preparación para eso, seguí la revelación de Éclair e hice un contrato para atar tu alma con mi linaje. Arbitrariamente decidí lo que te pasaría luego de tu muerte.] Arthur terminó su explicación con una mirada de disculpas.

 

[No necesitas disculparte.] Sid continuó sonriendo gentilmente. [Gracias a eso, tuve un buen sueño y conocí a grandes personas. Estoy realmente agradecido. Justo como lo prometiste, me mostraste algo maravilloso.]

 

[Sir Sid… Ah, realmente fuiste el más grande caballero…] Arthur dijo antes de derretirse en la deslumbrante luz del alba.

 

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[Muy bien…] Sid se giró luego de despedirse de su irremplazable mejor amigo. [Dios… No hagas tal cara.] Él les sonrió a sus estudiantes. [Hemos ganado. Su caballería ayudo a derrotar al Rey Demonio de la era legendaria. Debería estar alegre y orgulloso, sin hacer caras como esa.]

 

[No hicimos nada… ¡Le dejamos todo!] Alvin dijo, en lágrimas. Ella miró a su mano, y… la cresta conectándole a Sid había desaparecido completamente.

 

Y, justo como la cresta, Sid estaba desapareciendo, motas de maná lentamente salían de su cuerpo.

 

[¿Realmente debemos… despedirnos aquí?] Alvin preguntó.

 

[El contrato era hasta derrotar a Opus.] Sid respondió mientras palmeaba su cabeza. [Y ahora que Écliar y Opus ya no están aquí, tu verdadera era finalmente empezará.]

 

[Pero eso es…] Alvin se detuvo.

 

[¡Maestro… yo… aún tengo muchas que quiero que me enseñe! ¡Yo no quiero que se vaya!] Tenko apeló, sollozando y con mocos.

[Yo igual, instructor… Hay muchas cosas que quiero aprender de usted…] Christopher gimió, limpiando sus ojos.

 

[Como dicen… en verdad es irresponsable…] Las lágrimas se Elaine se salieron.

 

[Vino de pronto, y ahora se va igual de repentino… Realmente es egoísta…]

 

[¡Waaah! ¡No se vayaaaaaaa!]

 

[¡Y-Yo juré que lo derrotaría! ¡No lo perdonaré si lo deja a medias!]

 

Theodore, Lynette, Louise, y todos los otros estudiantes tenían lágrimas.

 

Sid los miró uno a uno con una gentil sonrisa.

 

[¡Sir Sid!] Alvin dijo. [No se vaya… ¡Por favor, no muera!] Ella tiró su dignidad como rey, sin importarle las apariencias, y se convirtió en una simple niña llorona. [¡Estaré muy ansiosa si no está conmigo! ¡Lo necesitamos! ¡Si no está aquí… ¿qué se supone que persigamos como caballeros?!]

 

Sid no respondió.

 

[¡Por favor, quédese con nosotros! ¡Enséñenos más! ¡Muéstrenos el camino! ¡Por favor, Sir Sid…!]

 

Sid, aún sonriendo, respondió. [No tengo nada que enseñarles. Todos están graduados.]

 

Con esas últimas palabras, se derritió en la luz del alba y se desvaneció, dejando nada, como si nadie hubiera estado allí.

 

[Ah…] Alvin miró al espacio vacío por un rato, estupefacta. Y entonces… [¡Aaaaaaaaaaah!] Gritó.

 

Sus lamentos resonaron en el deslumbrante amanecer.

 

A lo largo y amplio…

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