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 Capítulo 4

 

[Buenos días, Carlotta.] Yo, Carlyle Carnien, saludé a mi esposa. Su rostro se veía tan joven, descansando en su lujosa cama.

 

Abrí las blancas cortinas, dejando que la leve luz del amanecer pasara por las grandes ventanas. Afuera, rozas azules florecían entre las varias flores que coloreaban el jardín de mi esposa. Lo habíamos planeado y construido juntos, algunas veces peleando, a menudo riendo. Un fuerte dolor perforó mi pecho mientras recordaba esos días que debo recuperar a cualquier costo.

 

Miré fuera de mi casa, la ciudad del agua. Con incontables góndolas y barcazas pasando sus canales, difícilmente se veía como una ciudad en guerra. Aunque quería una villa en la isla central, mi esposa había favorecido a los terrenos altos en las afueras de la ciudad, donde las aves fácilmente podían visitar más su jardín. Me sentía alegre de ceder.

 

Regresando a la cama, me tiré a una silla y le sonreí a Carlotta. [Lo sé.] Dije. [Pasemos algo de tiempo en el jardín luego.]

 

Ella no respondió.

 

[El Comité de los Trece pospuso su voto en la propuesta de paz.] Continué, tomando la mano de Carlotta— haciéndose más delgada que la de un niño— y acaricié su cabello azul. [Para nosotros, ganar estos días es una muestra para la victoria. Hemos llegado un paso más cerca de nuestro objetivo.]

 

Recordando la amarga mirada de Niche Nitte me llenaba el corazón. Le había regresado lo que pasó en la Posada del Dragón de Agua. Otra vez, había planeado demandar tiempo para prepararme no importa los argumentos que diera.

 

[Solo un poco más.] Le dije a mi esposa, tomando sus manos como si se fueran a caer. Una enfermedad desconocida la había mantenido durmiendo por el pasado año. [Por favor, solo espera un poco más, y juro que te despertaré. He visto los milagros que la Santa de la iglesia realiza con mis propios ojos. Una vez nuestro trabajo esté completo—]

 

Un curioso toque me cortó. Lo respondí como el Marqués Carnien.

 

[Entre.]

 

[Con su permiso.] En el cargo del antiguo mayordomo de la Casa Carnien, su cabello completamente blanco luego de varios años de servicio. Desde su retiro, había planeado dejar esta villa a su cargo.

 

[Mi lord, el Marqués Folonto ha llegado. ¿Debería entrarlo?]

 

[Hazlo.] Respondí, medio exasperado que mi viejo amigo no hubiera dejado que la hora lo desanimara.

 

Mi aliado jurado Fossi Folonto entró— un enorme cuerpo bronceado vestido en un traje formal con una larga espada colgando de su cinturón. [Siento molestarte así.] Dijo.

 

[Ni lo menciones. Planeaba llamarte luego.] Respondí, mirando fuera de la ventana. Lejos en la distancia, vi un imponente faro el cual me esposa le tenía cariño.

 

[El hechicero tenía razón.] Fossi me informó. [El asaltó de anoche con los Nittis fue una falla táctica. Mis soldados retiraron a Toni Solevino, pero tiene un pie en la tumba, y Lagat fue el único inquisidor en regresar. Aunque, quemamos el archivo secreto. Hemos perdido una fuerte de nueva información.]

 

El arma secreta de la Iglesia del Espíritu Santo, Alicia la “Luna Creciente” Coalfield, no estaba en la ciudad. Fue a eliminar a los cuatro ancianos marqueses sureños quienes favorecían la paz— y cuya fuerza había sido vista por las Guerras Sureñas. Así que incluso con Edith, rango siete de los apóstoles, nos encontrábamos en una desventaja contra la Dama de la Espada y su “Cerebro”, quien había probado ser más capaz de lo que el rumor decía.

 

Pero la Santa previo todo y nos envió un formidable refuerzo en nombre del apóstol de más alto rango. Tomar toda la ciudad en la interferencia mágica había superado mis más salvajes expectativas.

 

[Y logramos sacar a Niccolo Nitti.] Fossi continuó. [Por principio, ganamos. Habríamos tenido un rato difícil capturándolo en una madriguera como la Ciudad Vieja. Y una vez la Luna Creciente regrese de “atacar cabos” en el sur, la Dama de la Espada y su “Cerebro” dejarán de ser un problema.]

 

[Edith expresó la misma opinión.] Dije. [Pero los Leinsters están listo para atacar. Su objetivo es—]

 

[El Fuerte de las Siete Torres, asumo. Si eso falla, caerá la capital de Atlas. Y sus griffins serán capaces de llegar a esta ciudad y regresar en un solo viaje— justo lo que necesitan para llevar tropas. No creía que se tomarían el riesgo de atacar el fuerte, pero subestimé al Cielo Escarlata. Supongo que un general de su renombre internacional no pierde el tiempo.]

 

El monstruoso poder de la Luna Creciente desafiaba los rangos, y el hechicero espiritual estaba entro los más finos del continente. El otro apóstol e inquisidores eran igual luchadores de elite. Aunque los Leinster probablemente podrían abrumarlos con números— más aun si las otras casas ducales dedicaban fuerzas para la lucha.

 

Solo necesitábamos contenerlos unos días más hasta el siguiente Día de la Oscuridad. Pero necesitábamos contenerlos.

 

Fossi frunció el ceño. [¿Reforzaremos Atlas?]

 

[Contra los Leinsters, estaríamos sacrificando cualquier fuerza ordinaria que enviáramos.] Respondí. [El Viejo Rondoiro entiende eso.]

 

Recordé mis argumentos con la veterana marquesa en la reunión del comité antes de la guerra. Me habría gustado tener la oportunidad de hablar con ella en privado.

 

[No tenemos elección.] Decidí. [Será un golpe a mis fuerzas, pero enviaré a mi elite—]

 

[No será necesario.]

 

Me decidí a proteger a mi esposa y Fossi sacó su larga espada mientras un vil viento llevaba pétalos negros por el cuarto. El jardín lleno de florecientes flores empezó a agitarse y un pequeño hechicero espiritual emergió de un círculo con la forma de una flor negra. Su cabello era pálido y hermoso, sus extremidades delgadas y ojos dorados. Tenía una túnica blanco puro y un sombrero de bruja del mismo color, adornada con una flor de ocho pétalos negros. Su mano derecha agarraba un báculo de metal que nunca había visto antes. Io la “Flor Negra” Lockfield era el segundo apóstol de la Santa— y el otro as.

 

Mierda. Incluso en alerta máxima, aún podía sentirlo.

 

[Mi buen apóstol.] Dije, incluso bajándome de hombros. [¿Le importaría aclarar ese comentario?]

 

[Es lo que dije.] Respondió. [Muy bien. Así que esta es tu pobre esposa.] Se desvaneció— y antes de saberlo, estaba sentado en la cama, mirando a Carlotta.

 

[¿Has considerado que te tomas muchas libertades?] Pregunté lentamente, haciéndome a la idea de contener toda mi ira.

 

[¿Hm? Oh, perdóname. No quería insultarte, Carlyle Carnien. Considero tu forma de vida algo lastimosa y con algo de respeto.]

 

Un momento de silencio pasó. Entonces dije. [Fossi.]

 

[C-Claro.] Oí a mi amigo envainar su espada.

 

El apóstol flotaba en el aire y dijo. [Yo detendré a los problemáticos Leinsters. La niña maldita y la llave defectuosa son la presa de la Luna Creciente— Tengo prohibido hacerles algo. Pero las profecías de la Santa no tienen fallas. Cuentan todo. En cuanto a ti, prepara al príncipe para el sacrificio al Cornerstone para el Día de la Oscuridad. Haz eso, y…] Otro siniestro vendaval lanzó los pétalos negros en el adorable cabello de Carlotta. Mi furia surgió, pero el apóstol no le prestó atención. [Tu esposa será salvada. Presenta resultados antes que regrese a la ciudad.]

 

Otro círculo floral negro apareció, y el apóstol se desvaneció. Arreglé el cabello de Carlotta, peinándolo con mis dedos mientras buscaba calma.

 

Resultados, ¿no?

 

[Regresaré a casa y revisaré mis planes de movilización.] Fossi dije, dándose la vuelta para irse.

 

[Por favor, hazlo.] Respondí. [Pondré a Bazel en acción.]

Aquí había un hombre del que podía depender. En verdad lo creía.

 

En la puerta, Fossi se detuvo y murmuró. [No corras hacia tu muerte, Carlyle. Tu esposa nunca desearía eso.]

 

[Lo sé. Morir no está en mis planes.]

 

La puerta se abrió y Fossi dejó el cuarto sin decir palabra.

 

[No, no moriré.] Susurré, rosando la cálida mejilla de mi querida esposa. [No hasta que te despierte. Para eso…]

 

Sacrificaría lo que sea— la Casa de Carnien, mi jurado amigo, la Alianza de Principados, la ciudad del agua, y naturalmente, mi propia vida.

 

Una repentina briza azotó las ventanas como si me condenaran.

 

✽✽✽✽✽

 

[¡¿Qué?!] Grité. [¡¿Descubriste lo que está pasando en la ciudad del agua, Emma?!]

 

[Sí, Lady Stella. Al menos algo.] La maid morena de cabello negro confirmó. Oí que provenía de los islotes sureños.

 

Empecé a recibir el tan esperado reporte— entonces me senté en mi silla.

 

En el cielo se colgaba la luna menguante y la estela de un cometa. Caren y yo estábamos solas en el cuarto, relajándonos en nuestra ropa de noche luego de un baño. Las chicas habían ido al archivo en búsqueda de libros, mientras Felicia y Sally habían ido a buscar un detallado mapa del Fuerte de las Siete Torres que habíamos decomisado. Lily estaba en la cocina, cantando “por favor, que sepa bien” desafinada mientras preparaba el té.

 

Caren se sentó en su cama, sus orejas se levantaron para escuchar cada palabra dicha.

Miré a Emma, apresurándola a continuar.

 

[Recibimos un cilindro conteniendo un mensaje urgente de Lady Sasha, quien permanece en el frente para vigilar las comunicaciones enemigas.] La maid dijo. [Las transmisiones mágicas en la ciudad del agua han continuado parcialmente. El Conde Sykes añade que “la interferencia ya no es trabajo de un solo hechicero, sino de varios.”]

 

[“La interferencia ya no es trabajo de”… ¿Dices que una sola persona ha estado haciéndolo todo este tiempo? Eso… es difícil de creer.] Murmuré, presionando la pluma de griffin en mi pecho.

 

[¿Qué hay de mi hermano y Lydia?] La chica del clan lobo preguntó.

 

[Me temo que sin noticias.] Emma respondió. [Las facciones pro y anti guerra dentro de la ciudad reportan un choque, dañando un famoso hotel y plaza, y han quedado en un punto muerto desde entonces. Y debido a la inestabilidad política, el dux ha pospuesto su plan de visitar la capital sur y negociar en persona.]

 

[Ya… veo.]

 

[Caren.] Me moví por instinto al costado de mi mejor amiga y la abracé. Entonces, apretando sus manos, di lo mejor para animarla. [¡No te preocupes! Estamos hablando de la Dama de la Espada y su “Cerebro,” ¿recuerdas? Justo ahora, probablemente están—]

 

No, Stella. No lo imagines.

 

En mi mente, Lydia usaba un vestido blanco y tenía un paraguas mientras caminaba avergonzada por la hermosa ciudad del agua, mano a mano con Allen. Un incontrolable remolino de celos me dejo sin palabras.

 

[Vamos.] Mi mejor amiga dijo y me di un golpe en la frente.

 

Grité, levantando mis manos para cubrir la dolorosa herida.

 

[Si quieres animarme, al menos podrías terminar tu oración.] Caren guiñó. [Pero gracias. Tienes razón. Es Allen y Lydia de los que estamos hablando. Y Atra está con ellos.]

 

[Sí.] Concordaba, sonrojada mientras bajaba mis manos. ¿Cómo podría haber olvidado a la adorable gran elemental y dejar correr mi imaginación?

 

Caren pellizco mi mejilla cuando las puertas se abrieron.

 

[¡Estamos de vuelta!]

 

[P-Perdón.]

 

[Oh, en serio.]

 

Tina, Ellie y Lynne habían regresado con todo un bullicio. Las tres tenían túnicas sobre sus vestidos de noche.

 

Tan pronto las chicas llegaron que Emma dio una respetuosa reverencia con un “Si me disculpan” y se fue. Debió ir a buscar a Felicia.

 

[¿Hm?] Lily asomó su cabeza y declaró. [¡Parece que necesitaremos extra té!] Antes de regresar a su trabajo.

 

[Bienvenidas.] Saludé a las chicas.

 

[Ya veo que han tomado otro libro grande.] Caren añadió.

 

[¡Sí!] Un mechón del cabello de Tina ondeaba mientras levantaba la cubierta. El libro compilaba anécdotas acerca del océano en y cerca de la capital de Atlas. [Hablar contigo me pone curiosa. No puedo esperar a leerlo.]

 

[Yo, um, l-le daré una mano a Lily.] Ellie dijo y se fue a la cocina.

[La Señorita Primer Lugar es una lunática.] Lynne añadió, sirviendo un vaso de agua fría. [Pensé que nos quedaríamos hasta la media noche.]

 

Mi hermana dejo el libro en la mesa y prácticamente se fue al costado de la pelirroja. Ver lo cercanas que eran calentaba mi corazón. Tina hizo una buena amiga.

 

[Siempre exagerando, Señorita Segundo— Espera, ¿Felicia aún está en el baño?]

 

[Se fue con Sally a recoger ese mapa.] Dije. [Deberían estar de vuelta en—]

 

[¡L-Lady Lynne!]

 

La puerta se abrió sin un toque, y Sida entró. La maid en entrenamiento tenía en su lustroso cabello castaño coletas y el emblema de su deidad, la Gran Luna, colgando de su cuello.

 

Lynne pestañó, entonces levantó su taza. [¿Por qué te asustas, Sida?] Preguntó. [Cálmate. Toma. Ten algo de agua.]

 

[M-Muchas gracias.] Sida se tomó el agua y soltó un jadeo. [¡Delicioso!] Entonces tomando su emblema, respondió. [¡Ms Celebrim Ceynoth ha regresado de la ciudad del agua! Mr Allen envía—]

 

[Por favor, perdonen mi intromisión.] Dijo una maid alta con fina piel morena y un clip plateado en su largo cabello escarlata pálido, haciendo su gran entrada.

 

[¡Celebrim! ¡¿Te encuentras bien?!] Lynne gritó, saltando y corriendo a abrazarla.

 

[Vaya, Lady Lynne. Estoy a salvo. Acabo de regresar.] Celebrim nos asintió, mirando a la joven noble de cabello rojo.

 

Tina y Caren empezaron mientras cubrían su boca.

 

¿Ha regresado de la ciudad del agua? Eso significa…

Ellie y Lily salieron de la cocina con charolas en mano. La maid de cabello escarlata pestañearon en sorpresa y dijo. [¿Huh? ¿Cuándo volviste, Celebrim?]

 

La nerviosa atmósfera se relajó y no me sentía mal con ello.

 

[Partí de la ciudad del agua en un wyvern Nitti esta mañana— a una velocidad récord.] La alta mujer respondió, sacando varias cartas de su bolsillo.

 

Nos quedamos sin palabras. Todos excepto Lily, quien gritó. [¡Ooh! ¡Mi madre debería estar alegre de oírlo!]

 

Si lo recordaba bien, los Nitti se anteponían entre las casas más prominentes de la Alianza de Principados y su actual líder servía como el diputado del Dux. Así que Celebrim había volado desde la ciudad del agua a la capital sur en tiempo récord en un wyvern extranjero. Parecía difícilmente posible.

 

Aun teníamos que superar nuestro shock cuando la maid dijo. [Mis ladies, esto es para ustedes.] Y empezó a pasar las cartas. Mi corazón saltó en el momento que recibí el mío.

 

[¿Qué son?] Pregunté dudosa.

 

[Mensajes de Mr Allen.] Celebrim respondió.

 

Tina, Ellie, Caren y yo jadeamos.

 

Un asalto de alegría me pasó. No pude suprimir una sonrisa mientras abría la carta, con cuidado de no romperla, y leí su contenido.

 

Está preocupado por mi salud. Y esto es… ¿el mismo plan para tomar el fuerte que se me ocurrió?

 

Lynne aclaró su garganta. [Celebrim.] Dijo. [¿Cuándo esta “arma secreta” de Nii-san llegará?]

 

El resto intercambiamos sorprendidas miradas. ¿Qué arma secreta?

 

[Mañana temprano en la mañana, creo.] Celebrim respondió. [Recientemente confirmé que ha dejado la capital real.]

 

[O-Oh. Eso es bueno.] Lynne murmuró mientras su rostro se iluminaba. [¿Q-Qué pasa, Tina? ¿Ellie?]

 

[Una sonrisa así de grande no es decente, Lynne.] Mi hermana dijo.

 

[Oh, estoy tan celosa.] Ellie intervino, y otra pelea empezó.

 

[¿Yo no recibo nada?] La maid de cabello escarlata preguntó casual mientras servía el té.

 

[No.] Celebrim respondió. [Solo una nota.]

 

[Solo una nota, ¿huh?] Lily gruñó mientras tomaba el papel. Entonces su expresión se iluminó y saltó en el lugar. [¡Bueno, bueno, bueno!] Emocionada, riñendo.

 

[¿Qué escribió Allen, Lily?] Pregunté, tratando de controlar mi voz.

 

Mantén la calma, Stella. Recuerda, también recibiste una carta.

 

Lily llegó a un abrupto alto, junto sus manos, y dijo. [Dice que el brazalete se le hizo útil. Gracias a Dios. Y envió una nueva fórmula de hechizo.]

 

Nos silenciamos, asombradas por el despliegue de la firme confianza que Lily y Mr Allen compartían.

 

[¿U-Um…? O Gran Luna, ¿q-qué debería hacer en momentos así?] Sida balbuceó, asombrada por el cambio de humor.

 

No es justo. Puedo hacer lo— No. Deja eso, Stella. Tienes responsabilidades ahora.

Le di un pequeño jalón a mis mejillas, poniendo firme mi espalda, y dije. [Celebrim, ¿Mr Allen dijo algo más acerca de lo que escribió?]

 

[Si alguien tiene una mejor idea, dejen que Stella tome la decisión final. Pero por favor, dile que se quede en la capital sur si aún no se está sintiendo bien.] La maid recitó. [Parecía tenerte una gran fe.]

 

Logre un “G-Gracias,” pero pronto se convirtió en una risa. Incapaz de restringirme, abracé la carta y mi pluma de griffin.

 

Mr Allen confía en mí. era todo lo que necesitaba para pararme y luchar, incluso si todo el mundo se ha puesto contra mí. Qué mujer más simp era.

 

Caren terminó de leer su carta y se giró a Celebrim, sus orejas y cola giraban. [Me alivia que estén a salvo.] Dijo. [Pero ¿te importaría explicarme esto?]

 

 

Las copas sonaron mientras mi mejor amiga azotaba un papel sin destinatario en la mesa. Nos asombramos, Sida tembló y Lily se congeló con un “¿Hm?”

 

Celebrim se sirvió té en una taza de sobra y lo levantó. [Lady Lydia y Mr Allen ambos están disfrutando de su tiempo con la adorable Miss Atra en la ciudad del agua a tope.] Respondió. [Involucrados en algunos problemas algo tormentosos. En cuanto al contenido de ese papel, no puedo decirlo.]

 

[¿Es así?] Vino un murmuro de la chica del clan lobo con mira glacial. Ella brillaba con rayos violetas, haciendo que sus orejas y cola se pararan.

 

Todos nos juntamos alrededor para observar sobre su hombro.

 

[¿Qué pasa?]

 

[¿Ms Caren?]

 

[¿Caren?]

[¿Podemos ver?]

 

En la mesa yace un pedazo de papel fino roto, evidentemente un corte de un libro de huéspedes de hotel. Tenía dos nombres escritos.

 

Allen Alvern.

Lydia Alvern.

 

Un sombrío silencio nos llegó. Incluso Lily hizo un disgustoso. [Hmm.] Mientras Sida dudaba. [E-Er, um…]

 

¿Q-Qué carajos está—? Alto. Calma. En calma, Stella. No significa que Allen y Lydia en realidad estén… sabes. Debieron tener una buena razón. Oh, Allen, ¿cómo pudo?

 

Frenéticas pisadas sonaban del corredor y Felicia corrió con su cabello en desastre. Luego de unos jadeos por aire, dijo. [Yo… oí que Celebrim está de vuelta de la ciudad—]

 

Libero un chillido y se tropezó mientras su aliento salía. Emma y Sally la atraparon, gritando. [¡¿Miss Fosse?!]

 

El resto nos miramos entre sí e intercambiamos asistencias. Esto podría esperar.

 

Observé mientras Felicia bebía agua y entonces leí la carta de Allen, haciendo pucheros y luciendo avergonzada al mismo tiempo. Una vez terminó, empecé. [Allen y sus compañeros ahora están estacionados en la ciudad del agua. Y parece que están cortos de tiempo.]

 

[Allen sospecha que la Iglesia del Espíritu Santo planea hacer algo en la ciudad en el siguiente Día de la Oscuridad.] Caren añadió. [Lo que sea busquen, puedes apostar que no será nada bueno.]

 

[Necesitamos capturar al Fuerte de las Siete Torres y asegurar una ruta de vuelo a la ciudad lo más pronto posible.] Felicia dijo desde el asiento donde dos maids la había dejado. [Pero a como están las cosas, la tendremos difícil llevando a la armada más al territorio enemigo. No podemos dejar que las personas se mueran de hambre en el territorio que hemos ocupado, así que arreglar nuestras líneas de suplemento tomará tiempo.]

Las armadas del Ducado de Leinster y las casas sureñas eran lo mejor de lo mejor, pero ningún número de victorias significaría algo si no podían mantener sus tropas suplementadas.

 

Ellie dudosamente levantó sus manos. [Pero ¿no está bien defendido el fuerte?]

 

[Ciertamente.] Dije. Sacrificar muchas tropas quedaría justo en el plan de la iglesia. Le di otra palmadita en la cabeza a mi hermanita. [Pero podemos pasar si todos trabajamos juntos. Lo sé. Después de todo, lo aprendimos del Cerebro de la Dama de la Espada.]

 

[S-Stella-neesama.] Ellie dudó. [Tienes razón. Daré lo mejor.]

 

Ha crecido más de lo que podría creerlo de nuestro tiempo en el norte.

 

[Tina, ¿qué hay de la pregunta que discutimos? ¿Lo has descubierto?] Le pregunté a mi hermana, quien estaba pasando las hojas de su libro.

 

[¡Es como lo pensamos!] Respondió. [La marea solo llega a su punto máximo dos o tres veces en un año, y el siguiente será el Día de la Luz en la tarde— ¡Mañana!]

 

El reloj estaba pasando. Ya había enviado un borrador de mi plan de batalla al Duque Leen, también al Duque Liam y el Viceduque Lucas en el alto mando, pero ¿realmente podríamos hacerlo a tiempo?

 

Mis mejores amigas me sintieron dudar y hablaron.

 

[Stella.]

 

[¡Lo tienes!]

 

Tienes razón. No es momento para dudar.

 

Los ojos de Tina, Ellie y Lynne brillaron con determinación. Lily estaba abrazando a su prima desde atrás.

Puse la carta de Allen en la mesa donde todos podrían leerla.

 

“Opiniones personales para tomar el Fuerte de las Siete Torres”

 

Los mechones de cabello de Tina y Lynne se levantaron. Ellie y Caren parecían compartir su entusiasmo.

 

[Permítanme explicar el plan de ataque que Allen ideo para nosotras, junto con mis ideas.] Dije. [Díganme sus francas opiniones. ¡El tiempo es oro, así que dejaré las dudas!]

 

✽✽✽✽✽

 

[Gracias por reunirse aquí ante tan corta antelación. Soy Lucas Leinster.]

 

La profunda voz de mi tío resonaba en el aire matutino de los cuarteles en los cuales estaba al mando de atacar la capital de Atlas.

 

Mi mano por instinto entró en un bolsillo de mi nuevo uniforme escarlata y blanco. Los oficiales también se tensaron, al igual que Tina, Ellie y Caren, con quienes había viajado desde la capital sur durante la noche.

 

Y aunque Lily, parándose detrás de mí, tenía las agallas de susurrar. [Lady Lynne, ¿puedo esperar afuera?]

 

[Claro que no.] Respondí. Mi prima fracasó en apreciar la gravedad de la situación. Tina y Ellie estaban agarrando las mangas de sus uniformes— militar y de maid, respectivamente— e incluso Caren jugando con sus dedos dentro de su larga falda que había puesto a juego con Lily.

 

[Los he llamado aquí por una razón.] El Tío Lucas anunció. [Hoy, acabaremos con el Fuerte de las Siete Torres.]

 

Un estruendo llenó el vasto pabellón.

 

[¡Una audaz ambición, Su Alteza!] Tobias gritó, azotando su pie envuelto en armadura escarlata. [Pero recuerdo que el Cielo Escarlata y el Duque Leinster ya ha rechazado una propuesto para atacar.]

 

[Tobias dice la verdad. ¿Ha pasado algo para entrar en acción?] Preguntó el Marqués Thorgeir Hugues, un fuerte hombre en armadura pesada cuyas duras extremidades resentían a su corta estatura.

 

[Su preocupación es válida.] Mi tío respondió. [¡Pero una crisis amenaza la ciudad del agua! Y mi sobrina Lydia y Allen del clan lobo están atrapados en el centro. Celebrim.]

 

La hermosa maid se inclinó con la mayor cortesía y reportó sus más recientes descubrimientos a la asamblea.

 

[La ciudad del agua se tambalea en la cuerda floja de la guerra civil, dividida entre sus halcones y palomas. La Iglesia del Espíritu Santo está operando detrás de escenas y probablemente hará su movimiento para el siguiente Día de la Oscuridad. De acuerdo a Mr Allen—] Se detuvo. [Sus maquinaciones bien pueden amenazar a todo el oeste del continente. En mi humilde opinión, el fuerte debe caer.]

 

Otro estruendo pasó por el cuartel. Todos los presentes conocían a Nii-sama, al menos por su reputación, así que nadie cuestionaría su análisis.

 

Al final, el Conde Nolan Bor— acompañado por Sir Ryan de la guardia real como su asistente temporal— acabaron el silencio. [Perderemos a muchos en el ataque frontal. No hablo por la cobardía. Ordene que lideremos el ataque. ¡Deja que nuestra sangre hierva!]

 

[Espera un momento, si gustas.] Tobias intervino. [Mi Orden Escarlata naturalmente será la primera en entrar.]

 

[La infantería pesada servirá como el escudo de toda la armada.] El Marqués Hugues. [El resto de ustedes seguirá a buen paso.]

 

Más comandantes se unieron a los tres nobles en gritar su derecho por liderar el ataque. Tina, Ellie y Lilu escucharon con calma, aunque Caren lucía confusa. Cuando se trata de la moral, mi casa y los Howards desafían el sentido común.

 

Mi tío levantó su mano izquierda y un silencio cayó. [Soy Caren, hija de Nathan y Ellyn del clan lobo. Permítanme explicar nuestra estrategia en nombre de Su Alteza Lady Stella Howard, cuya enfermedad previene que deje la capital sur.]

 

Los ojos de los oficiales se abrieron, y murmullos estallaron.

 

[Conozco ese nombre.]

 

[¡El héroe que voló solo al oeste!]

 

[He oído los reportes, pero…]

 

Caren parecía haber ganado una buena reputación.

 

A pesar de su visible avergonzamiento, paso al frente y levantó un mapa en relieve con un señalador. [Primero, no atacaremos los muros. Como todos hemos sido advertidos, nuestras perdidas serían muy grandes.] Miró a Lily y a mí. [Hace unos días, Lady Lynne Leinster, su maid Lily, y yo conducimos un reconocimiento de fuerza alrededor del fuerte. Tiene tres muros exteriores. Una barrera resistente al fuego de capas de escudos en la puerta principal, y ni siquiera un Firebird puede atravesarlas. Las siete agujas también poseen una formidable barrera estratégica, y los defensores estaban bien armados con pistolas encantadas. Creemos que incluso un ataque aéreo resultaría en fuertes bajas.]

 

[Entonces como día—]

 

[Nolan.] Mi tío silencio al Conde Bor con una mirada.

 

[Ataques de los muros claramente impedirán cualquier intento de cruzar el foso norte.] Caren continuo. [El fuerte merece su reputación de ser impenetrable.]

 

Tres paredes anidadas, una poderosa puerta, una barrera estratégica, un océano, un río o una fosa en todas partes. Con armamento hechizado de amplio rango para protegerlo, el fuerte sería casi intocable.

 

Caren se detuvo, entonces dio su conclusión. [Por ello, debemos dispertar las defensas enemigas con nuestro primer ataque.]

 

Tina se paró de su asiento a mi par y dio una elegante cortesía. Actuaba como una consumada hija de duque en momentos como este… aunque un mechón de su cabello estaba agitándose de la emoción.

 

[La segunda hija del Duque Howard, Tina, a su servicio.] Dijo. [Permítanme suplementar esta explicación. Ellie.]

 

[S-Sí.] Ellie cerró su mano derecha y una serie de fechas y números aparecieron en el aire. El repentino despliegue asombro a los maduros oficiales y se enfocaron en las palabras de Tina.

 

[Estos representan mareas altas cerca del fuerte.] Dije. [En esta fecha, creo que el agua llegará casi a su muro oeste. Y el agua de mar será llevada al poso norte.]

 

Los comandantes dijeron, asombrados.

 

[¿Una marea de primavera?]

 

[¿Cómo es que pudo calcular tal cosa?]

 

[Espera. Si Lady Tina es tan brillante como el rumor la hace ver, entonces quizás deberíamos escucharla.]

 

Caren golpeó su mano con el puntero. El sonido llamó la atención de todos.

 

[De acuerdo a esta previsión, el nivel del agua llegará a su pico esta tarde. Y así…] Caren dibujó un círculo en el lado opuesto del pozo, justo frente a la puerta principal. [Primero, Lady Tina usará el hechizo supremo Blizzard Wolf— mejorado por mi hermano, Allen— para congelar el pozo… y crear un “camino” para nuestro ataque. Lady Lynne Leinster y Miss Ellie Walker ayudarán con su control mágico.]

 

Este extravagante plan creó jadeos y gritos de aprobación del grupo.

Lady Stella se veía como una santa en el campo de batalla cuando desvelaba este plan la noche anterior. [Mi padre creó un camino de hielo en el frente norte.] Dijo. [No veo por qué no podamos hacer lo mismo en el sur.]

 

El puntero de Caren dibujo una línea recta desde flanco del pozo hacia la puerta. [Segundo, yo atacaré la puerta principal mientras un rayo llega. Al mismo tiempo, Ms Celebrim y Lily destruirá el espiral del islote norte, debilitando la barrera. Una vez entremos por la puerta, los llamaremos para que se lleven la gloria. Oh, y mi hermano también creo el hechizo que usaremos para atravesar la puerta.]

 

[Esta operación cuadra con la recomendación escrita por Allen, con la cual Celebrim regresó ayer, casi a detalle.] El tío Lucas añadió. [También sugería atacar varios espirales al simultáneo, pero eso requeriría de más de nuestros mejores luchadores de los que podemos permitirnos. Nueva actividad en Bazel demanda de la atención de mi madre y hermano.]

 

Los Bazelianos al final no habían hecho más que esconderse detrás de sus muros, sin dudas respondiendo a políticas en la ciudad del agua. Aunque, mi abuela y padre debieron haber estado mordiéndose las uñas en frustración.

 

[Entiendo la propuesta.] Tobias dijo, escogiendo sus palabras con cuidado. [Dicho eso…]

 

[¿Eso es factible?] Nolan preguntó.

 

El Marqués Hugues dejo de acariciar su cabeza y descansó sus manos en la mesa. [Tenemos el deber de refugiar a los niños.] Dijo con convicción. [Estoy reacio a ponerlos en un campo de batalla. Y dada las preocupaciones tácticas, le ruego a Su Alteza: ordénennos atacar los muros.]

 

Mi abuelo dudo, luciendo pensativos. [Si insistes, Thorgeir, entonces quizás—]

 

[Espera—]

 

[No le veo problema.] Una digna voz intervino desde atrás de mí antes que pudiera terminar mi objeción.

 

Las trenzas de mi encantadora prima fluían mientras corría a pararse a la par de Caren. Tenía la cara de Lily Leinster, muy diferente de su típica expresión.

 

[Sin problema.] Continuó. [Lady Tina Howard tiene más que probada su habilidad en la capital este. El coraje y las proezas marciales de Caren se han ganado el respeto de Lady Lydia, y un examen esta mañana demostró que su fuerza excede nuestras mediciones de las defensas de la puerta. Más importante…] Su expresión brillaba con confianza— una señal de absoluta confianza. En un rincón de mi vista, vi a mi tío y Tobias fruncir sus cejas. [Allen dice que es posible. ¿Y por qué dudar? Escribió, “Si la armada objeta, no veo objeción en adoptar un plan diferente. Sin unidad de propósito, la victoria probará ser imposible” ¿Es un no, Su Alteza?]

 

Este ruego directo de su hija puso un ceño en el rostro de mi tío. Renuentemente, dijo. [Claro.]

 

[Si fracasamos en capturar el fuerte y una calamidad cae en la ciudad del agua.] Lily continuó, yendo al grano. [Pondremos toda la responsabilidad en Allen y Lady Lydia otra vez, al igual que hicimos con el monstruoso Océano Apestoso. ¿Eso no iría en los anales del Viceducado de los Leinster y toda la nobleza sur como una desgracia sin precedente?]

 

Silencio llenó el vasto pabellón.

 

Entonces un fuerte comandante azotó su mano armada en la mesa y gritó. [¡Concuerdo! ¡Mi Orden Escarlata está lista para todo!]

 

Los otros lideres cambiaron su afiliación con la misma rapidez. No esperaría menos de los vasallos de mi casa.

 

[¡Su Alteza, dele a la Casa de Bor la oportunidad para la gloria! ¡Por favor! ¡Se lo ruego!]

 

[Ábranles paso a los adultos, jovencitas. Les mostraré un verdadero ataque Hugues.]

 

Mi tío apretó sus puños. [Dependo de todos.] Dijo. [Ahora, declaro que este consejo—]

 

[Perdón por mi intromisión.]

 

Nuestra hermosa maid de lentes con piel morena y cabello negro segunda al mando de nuestra corporación entró por la entrada del pabellón. Tenía una grande y delgada caja negra.

 

[¡¿Romy?!] Exclamé, mientras Lily gritaba. [¡¿S-Señora?!]

 

¿No debería estar en la capital—? No me digas…

 

Romy asintió, subiendo la moral mostrando su gélido comportamiento. [Romy, segunda al mando de la Corporación de Maids de Leinster, ha regresado. Lady Lynne, esto es para usted.] Inclinándose, presentó la caja.

 

Un “arma secreta” de la capital real…

 

Me paré y acepté el regalo. Entonces lo abrí.

 

Tina y Ellie temblaron mientras fuerte maná explotaba. Caren murmuró. “¿Eso no es…?” Todos los demás parecían igual de sorprendidos.

 

La caja tenía una daga carmesí. Ni siquiera los numerosos sellos impresos en su vaina podrían contener su arcano poder.

 

[La daga de fieras serpientes el cual el antiguo príncipe Gerard blandió previo a la rebelión.] Romy anunció, viéndome desde atrás de sus lentes. [El profesor asumió la custodia de ella seguido de ese incidente, pero la he traído aquí por la ferviente petición de Mr Allen. Evidentemente envió una carta para ese efecto antes que dejara la capital real.]

 

[¿Nii-sama quiere que tenga esto?] Pregunté. Primero vino la dicha, entonces la confusión y miedo. La presión puesta sobre mí, llevándome al pánico.

 

[Entiendo su plan de ataque.] Romy continuó, extendiendo su falda en cortesía. [Por favor, ordéneme unirme a Ms Celebrim y Lily en el ataque de los espirales. Prometo que reduciré a polvo las renombradas torres de epopeyas.]

 

✽✽✽✽✽

Con el consejo de guerra detrás de mí, dejé el pabellón, parada en el lado norte hacia el fuerte, y suspiré. Fiel a las predicciones de Tina, la marea estaba subiendo cerca de los muros. No podía ver a defensores en la torre ante mí; debieron haber asumido que no podíamos atacarlos.

 

Todos los demás estaban en marcha para hacer las preparaciones finales. Yo, aunque…

 

[Nii-sama.] Murmuré, poniendo mi mirada en la daga carmesí en mi cintura. [Yo… no puedo…]

 

Me había dado cuenta tan pronto había puesto mis manos en ella que esta vil espada encantada estaba más allá de mí. No podía imaginarme blandiéndola.

 

[¿Qué estás pensando, suspirando antes de la batalla?] Una voz demandó. [¿Estás tratando de maldecirnos?]

 

Tina camino con el listón azul de Lady Stella en su cabello y su varita en mano. Me sobrepasó y dijo con su espalda volteada. [Solo déjalo atrás si no crees que puedes manejarlo.]

 

[E-Es fácil para ti decirlo. No tienes que—]

 

Tina se giró. Incapaz de soportar su dura mirada, bajé mi cabeza y dije. [Tienes razón. No creo que pueda hacerlo. Digo, soy Lynne Leinster, no la Dama de la Espada. No sé qué hacer con tal sorprendente regalo.]

 

[Oh, ¿en serio? ¿Dices que no puedes confiar en nuestro instructor?]

 

[¡Yo… no dije tal cosa!] Grité, sorprendida. [¡Nii-sama vio quién soy! ¡No “Lynne Leinster”, solo “Lynne”! Así que—]

 

Entonces me di cuenta.

 

Claro. Nii-sama ha visto la real yo desde aquel día de verano que nos conocimos. Sonriendo siempre y susurrando a mi oído. “Lydia nos hace pasar un mal rato, ¿verdad?” Y cedió esta daga no a mi hermana, sino a mí.

[¿Supongo que tienes tu respuesta?] La chica de cabello plateado preguntó, sonriendo. [Me siento igual. No creo en mí más de lo que tú lo haces.] Levantó su temblante mano izquierda. [Recuerda, Lynne: Tina Howard no podía lanzar un hechizo hasta hace unos meses. Pero nuestro tutor— Allen— me dio el papel más fundamental en esta operación. ¡Tenía completa fe en que había estado practicando mi control de hechizo cada día! ¡Nunca habría enviado una fórmula para el Blizzard Wolf que usa algo de la nieve plateaad que me dio en la capital este de otra manera!]

 

[Tina.]

 

Ella llegó a la Academia Real como líder de nuestra clase y provo ser excepcional, pero está moviéndose al frente. Mientras que yo…

 

Toqué la vaina de la vaina y sentí un poderoso pulso de maná.

 

[Allen y Stella creen y se preocupan por mí más que yo.] Mi mejor amiga continuó, apretando su agarre en su varita. [¡Así que tengo que intentarlo! Lynne, soy seria acerca de querer caminar lado a lado con Allen. ¡No dejaré que Lydia o Stella me venzan! ¿Verdad?]

 

[Yo… quiero que Nii-sama tanto como— ¡Oh, dios! ¡Tina!]

 

Ella rio. [¡Me sentiría como si estuviera rechazando mi tarea si no caso tu adorable lado cada vez que puedo!]

 

[¡El que sea que fuera el deber que crees que tienes, abandónalo en este instante!] Respondí.

 

Mientras reíamos juntos, mis dudas se fueron. Levantamos nuestros puños y los juntamos.

 

[Tina.]

 

[Lynne.]

 

En conjunto. [¡No dejaré que me venzan!]

 

Nii-sama, yo… me siento igual que Tina. Así que—

 

[¡Lady Tina! ¡Lady Lynne!] Ellie gritó, llevando sus brazos alrededor de nosotras sin avisar.

 

[¿A-A qué viene esto?] Pregunté, mientras Tina libera un chillido. Ellie solo sonrió y nos abrazó más fuerte. Algo suave se presionó contra mi rostro.

 

¡Sé que las he visto en el baño, pero me rehúso a aceptar esto! ¡Si me preguntas, Lily, Felicia y Stella son igual de pechugonas!

 

Pronto, nuestra senpai evito ese particular pecado caminando. [Las tres se ven relajadas.] Dijo. [Lynne, ven aquí.]

 

[¿Caren?] Respondí.

 

Cuando me acerqué a la chica del clan lobo a pesar de mi confusión, desenvainó su daga y demandó. [Saca la Daga de las Fieras Serpientes y mantén firme tu agarre.]

 

[¿Qué?] Jadeé, sorprendida.

 

[Las órdenes de Allen. Dice que “probablemente” podremos ejecutarlas. Ahora de prisa.]

 

[¡B-Bien!] Me dispuse a retirar mi nueva arma de su vaina. Tan pronto se libero que la fórmula en la hoja se activo para restringir su maná.

 

¡El maná del profesor y el director!

 

La desenvainada espada se sentía pesada en mi mano. Su único filo brillaba, pero no más.

 

Caren desplegó Lightning Apotheosis entre una lluvia de chispas. Sin ceremonias, bajo su daga a la mía y el metal colisionó con un choque que nunca antes había oído.

 


 


Flores de rayos y fuego llenaban el aire. Tina, Ellie y yo empezamos mientras mi daga se tornaba carmesí y pulsaba con fuego como si tuviera vida propia. Su maná había crecido— y a niveles inalcanzables.

 

Caren envainó su daga con habilidad que no podía mas que admirar. [Al parecer, esa daga empezó como una parte del par que el Gemelo Celestial le dio a Allen la Estrella Fugaz.] Explicó y le dio a su vaina una palmada. [La otra está justo aquí.]

 

[¿Un regalo de una bruja?] Tina murmuró.

 

[Increíble.] Ellie añadió.

 

Ambos se aferraron a mis hombros, sin más que decir.

 

Nii-sama, ¿cómo podría enviarme tal tesoro?

 

Mi senpai del clan lobo enderezó su boina floral. [No hay armas pecaminosas, Lynne. Solo usuarios pecaminosos. ¿Puedes ver lo que estoy tratando de decir?]

 

El anterior usuario de esta daga, Gerard Wainwright, había sido consumido por el poder. ¡Pero Nii-sama creía que Lynne Leinster podía dominarlo!

 

[Sí.] Dije, presionando una mano en mi corazón y sintiendo mis mejillas rojas. [¡Sí!]

 

[Bien. En ese caso—]

 

Grandes sombras cayeron sobre nosotras mientras tres griffins sobrevolaban arriba. A horcajas de ellos se sentaba Celebrim con su gran guadaña, Romy con su masivo martillo… y Lily, quien dudo y gritó. [¡Lady Lynneeeee!] Mientras se bajaba de la monta.

 

[Cambio de planes.] Dijo la vicepresidenta del consejo, levantando su dedo índice. [¡Lynne, únete al ataque en las torres! Es idea de Stella, no de Allen. ¿No estás ansiosa por abrir tus alas y volar sola?]

 

Pensé por un momento, entonces grité. [¡Sí! ¡Claro!]

 

[Lynne…] Tina murmuró.

 

[Oh, Lady Lynne.] Ellie repitió.

 

Le dio a mi nerviosa amiga una sonrisa valiente. [Estaré bien— a menos que falles en tu primer ataque, Tina. ¡Así que no te contengas!]

 

[¡Yo… no necesito que me lo digas!]

 

[¡S-Sí!]

 

[Muy bien.] Caren dijo, levantando su puño izquierdo.

 

Levanté el mío también.

 

[¡Acabemos con esto y en marcha— a la ciudad del agua! ¡La Dama de la Espada puede actuar como que está en su luna de miel, pero tomaremos de vuelta a Allen y acabaremos con los planes de la iglesia mientras estamos en ello!]

 

En conjunto, Tina, Ellie y yo respondimos. [¡Sí, claro!]

 

✽✽✽✽✽

 

[Agárrate fuerte, Lady Lynne.] Lily dijo mientras su griffin despegaba del campamento aliado.

 

[Yo… no necesito que me lo recuerdes.] Respondí, aferrándome a la cintura de mi prima. Magia de levitación me rodeó.

 

Debajo de nosotros, el imponente fuerte se mantenía en silencio. Ni siquiera vi muchos soldados en los muros.

[Lynne, infórmame cuando llegues a la altitud designada.] Caren ordenó por mi orbe de comunicación. [Una vez atravesemos los muros, iremos a ver quién entra a su cuartel primero.]

 

[Entiendo.] Respondí. [¡No caeré tan fácil!]

 

Risa resonó.

 

Eso me recuerda…

 

[Lily, mi tio sabe que me uniré en el asalto a los espirales, ¿verdad?]

 

[¡Lady Stella explicó las cosas con tiempo!] Mi prima respondió. [Le pidió “respetar tu decisión.”]

 

[¿Lo hizo?]

 

Mi presidenta del consejo había escogido mantenerse en la capital sur, pero necesitaría agradecerle una vez todo se calme.

 

Las otras maids nos esperaban en el cielo.

 

[¡Celebrim, Romy!] Dije, levantando una mano. [¡Es un placer unirme a ustedes!]

 

[Lady Lynne, cuánto ha crecido.] La anterior segunda al mando respondió vía orbe, limpiando sus ojos y dándole a su guadaña una vuelta.

 

[No le fallaré.] Su sucesor añadió, ajustando sus lentes antes de blandir su martillo. [Ni a ti, Lady Lily.]

 

[¡Soy una maid!] Lily se molestó.

 

Sonreí, entonces llamé a mi vicepresidenta. [¡Caren, hemos alcanzado la altitud!]

[Entiendo.]

 

Esa corta respuesta terminó nuestro contacto.

 

Retiré un pequeño telescopio de mi bolsillo y confirmé nuestro objetivo: siete imponentes espirales y, en su centro, la antigua iglesia abandonada que albergaba el cuartel enemigo. Frente al amplio pozo, la masiva puerta principal brillaba con un metálico brillo. Y ahora que le di una buena mirada, tenía una buena distancia desde la orilla. Una vez Tina congeló el pozo, necesitaríamos atacar las torres para alejar los ataques de Caren.

 

Dentro de los muros, los caballeros rodearon a un robusto hombre que asumí es su comandante, quien estaba señalando con su bastón. No me atacaron.

 

Aire frío peino mi mejilla.

 

[¿Tina lo hizo?] Pregunté, bajando mis gafas de espía para encontrar un remolino de gélidas flores llenando el aire sobre todo el fuerte.

 

La voz de mi mejor amiga resonó de mi orbe de comunicación.

 

[¡Empiecen!]

 

De prisa giré mi telescopio a la orilla opuesta del fuerte. Listones blanco y azul adornaban la varita de Tina mientras lo levantaba, lista para lanzar su hechizo. Ellie se paró detrás de ella, sus manos se levantaron para ayudar a controlarlo. El cristal de Tina empezó a irradiar clara luz fría mientras un tremendo flujo de maná fluía al frente.

 

El campamento aliado soltó una ovación tan fuerte que podía oírla en el cielo. Entonces se alzaron más barreras resistentes el hielo de las que podía contar.

 

Un lobo helado se formó entre los vendavales de nieve, tomando un oscuro, oscuro matiz—

 

Tina libero un grito silencioso y dio un paso atrás. Oí su gruñido por mi orbe.

 

[¡No te apresures, Lady Tina! ¡Lento, pero estable!] Ellie dijo, presionando la espalda de Tina mientras luchaba por ganar terreno.

 

Estaban tratando de controlar un nuevo Blizzard Wolf, imbuido con algo de la nieve plateada de la bruja. Me habían mostrado la fórmula, así que conocía la dificultad que el hechizo había tenido. El magistral control de Ellie supuestamente lo compensaba, pero ¿sería suficiente?

 

 

El hielo ya estaba empezando a cubrir el agua cerca de la orilla mientras una fiera ventisca crecía— una negra ventisca, como el color de la noche.

 

[¡Tina!] Grité por mi orbe sin dudar. [¡La oscuridad es demasiado fuerte! ¡Reacciona!]

 

Tina gruñó con esfuerzo, y Ellie gritó su nombre mientras luchaban por controlar el hechizo. Pero a pesar de sus desesperados esfuerzos para manifestarlo por completo, su control se venía difícil.

 

Entonces llego un chillido. [¡Ve por esas flores por mí, Lynne!]

 

[¡¿L-Lily?!] Grité. Pero antes que pudiera tratar de detener a mi prima, se fue.

 

¡¿Teletransportación de corto alcance?! ¡¿Ese era el Black Cat Promenade?!

 

Luché por tomar las riendas del griffin y mantuve la altitud mientras los gritos confusos de Tina y Ellie sonaban desde mi orbe.

 

[¡¿Lily?!]

 

[¡¿N-No te fuiste para atacar los espirales?!]

 

Innumerables flores de fuego empujaban la oscura ventisca. El cabello escarlata de mi prima se detuvo detrás de ella mientras aterrizaba y colocaba su mano izquierda en la varita de Tina.

[Cálmate y trabaja con cuidado.] Aconsejo en una voz que irradiaba un noble tono. [Conozco lo desafiante que la fórmula de Allen puede ser…] La fiera ventisca negra gradualmente se calmó y las flores de fuego se juntaron alrededor de Tina y Ellie. [Pero son amables y gentiles también. No se alocarán a menos que las asustes. Creo.]

 

Sin advertencia, el maná de Tina llegó a nuevos niveles. Incluso las imperturbables Celebrim y Romy murmuraron en asombro.

 

[¿Podría ser?]

 

[Santo Dios.]

 

[¡Ya lo sé!] Gritó. [¡Ellie!]

 

[¡Sí, Lady Tina!] La maid respondió rápido y de dispuso a domar los fieros estallidos de poder. Parecía estar reescribiendo parte de la fórmula ahora, al igual que Nii-sama lo hacía.

 

Temblé ante el crecimiento de mi amiga, pero también me hice con el coraje. ¡No me quedaría atrás!

 

Toda la fuerza del maná de Tina se concentró en un solo punto, formando una pequeña esfera. Por un momento, todo sonido desapareció. Entonces mi compañera de cabello plateado bajó su varita, gritando:

 

[¡Alcanzaré a mi tutor—! ¡A Allen!]

 

¡Una ventisca azul pasó sobre el pozo… y un colosal lobo de hielo se materializo, aullando a la vez!

 

La unión de tropas aliadas, gritando y golpeando sus armaduras eran valientes. En los fuertes del muro, defensores entraron en acción. Debieron haberse dado cuenta en lo que estábamos.

 

El lobo de hielo golpeó el suelo varias veces, entonces despegó como un disparo. Congeló el gran pozo en un instante y seguía, creando un masivo glacial.


¿Cuánto poderoso es? ¿El Frigid Crane le dio una mano a Tina?

 

Mientras, una gran campana sonaba desde el fuerte. Las siete torres brillaban y empezaban a construir su barrera.

 

Las maids me llamaron.

 

[Lady Lynne.]

 

[Esa es nuestra señal. Debo hablar con Lily luego.]

 

[Entiendo.] Respondí, abandonando cualquier especulación.

 

El Blizzard Wolf ya estaba presionando la barrera, atrayendo el fuego de los defensores mientras se abría paso.

 

[¡Lo tengo!] Caren gritó, entonces se revistió en electricidad y atacó. Se convirtió en un rayo, recorriendo el campo de hielo hacia la puerta a una increíble velocidad. Su desgarradora aura cambiaba de forma con cada paso hasta que tomó la apariencia de la cabeza de in gigante lobo gritando a todo pulmón— ¡Un verdadero “Lightning Wolf”!

 

Alabé a mi senpai con todo mi corazón mientras sacaba mi espada y daga. [¡Celebrim! ¡Romy! ¡Ese es nuestro objetivo!] Ordené, apuntando mi espada hacia el espiral del fuerte en el lado sur.

 

[¡Sí, mi lady!] Ambas maids respondieron mientras sus griffins tomaban velocidad.

 

También me dispuse ir hacia el frente. La torre se acercaba en cada momento. El Blizzard Wolf y Caren habían atravesado la barrera porque dos de sus siete capas se mantenían.

 

[Permítanme tomar el liderato.] Celebrim dijo. Se bajó de su griffin antes que Romy pudiera terminar de gritar “Señora”.

 

Un movimiento de la guadaña de la Cazadora hizo un hoyo en la barrera. Solo una capa quedaba.

 

[Oh, vaya. ¡Nunca cambias!] La segunda al mando gruñó. Ella también saltó, poniendo todo su poder detrás de su masivo martillo… e hizo pedazos la barrera.

 

Los defensores en el muro se congelaron, sus rostros parecían alarmados.

 

Pero las maids aterrizaron en el fuerte y gritaron juntas. [¡Lady Lynne!]

 

Crucé mi daga y espada, bajándome de la espalda de mi griffin, y cayendo hacia el espiral.

 

Con un duro grito, activé mi mejor Espada Escarlata y la moví horizontalmente hacia la torre. No sentí impacto alguno mientras cortaba la gruesa piedra en dos. La torrera estaba derrumbándose, sacando llamas mientras caían.

 

[¡¿Huh?!] Dije, más sorprendida que nadie más.

 

¡¿Cómo pudo ser tan fácil?!

 

Aterrice en un techo cercano, observando a Celebrim y Romy dispersando a los asombrados defensores. Entonces mi daga brilló— casi regocijado, al parecer— y una enorme serpiente de fuego apareció, lanzándose hacia la segunda torre.

 

“E-Espérame.”

 

[¡No me detendrás!] Caren gritó desde mi orbe.

 

Brillos de luz se lanzaban por el área alrededor de la puerta. Reverberaciones del mental y llamas ardiendo siguieron.

 

¡¿Logró atravesar?!

 

[¡Éxito!] Caren respondió. [¡Demolí la puerta principal!]

 

[¡Todas las fuerzas, al ataque!] Ordenó mi tío.

 

Entonces llegó la variedad de órdenes desde los otros comandantes.

 

[¡Orden Escarlata! ¡Déjennos ser el segundo ataque!]

 

[¡Váyanse! ¡Ahora!]

 

[Apoyo a la fuerza de ataque y de avance. Aseguraremos la puerta.]

 

Mientras, las maids ya habían subyugado el área alrededor del espiral.

 

[Dejen que nos hagamos camino.] Romu añadió. [Hacia la tercera torre.]

 

Miré lo segundo y vi que ya estaba colapsando a las sombras de la fiera serpiente.

 

¡Nii-sama, ¿has oído alguna vez de la moderación?!

 

[A-Aquí vamos.] Dije, mirando la daga carmesí. [¡Y una vez que hayamos desplomado cada torre, a los cuarteles enemigos!]

 

[¡Sí, mi lady!]

 

Corrimos por el muro, notando el evidente desorden de las tropas enemigas.

 

El maná de Tina estaba desapareciendo— y no es sorpresa, luego del hechizo que había liberado. ¡Necesitaríamos manejar el resto!

 

[Lynne, nos reunimos en los cuarteles enemigos.] Caren dijo a través de mi orbe, la interferencia de alguna manera distorsionaba su voz.

[Muy bien. ¡Y cuídate!] Respondí. [¿Lily?]

 

[¡Claro!] Lily se alzó. [¡Puedes contar conmigo para proteger a Miss Caren! ¡Digo, puede que seamos cuñadas algún día!]

 

[¡Yo nunca tendré una cuñada!] Caren respondió. [¡Solo hay espacio suficiente al lado de mi hermano para mí! ¡Ahora, trate de seguir el paso!]

 

En serio, esa mi prima.

 

Adelante, podía ver a Romy presionar su mano derecha en su cabeza también. Miré alrededor y vi griffins aliados circulando por el cielo ahora que la barrera se había debilitado. Debajo, algunas de las tropas enemigas dieron sus reportes.

 

[¡S-Señor! ¡Es la puerta principal y las torres!]

 

[¡L-Los griffins están llegando!]

 

[¡El enemigo está atacando con la Orden Escarlata en su vanguardia!]

 

[¡E-El contraataque desde las rampas no puede detenerlos!]

 

Mi tío y sus comandantes deben estar ocupados.

 

Mientras tanto, la fiera serpiente había pulverizado una tercera torre.

 

¿Estoy imaginando cosas, o se ve algo orgulloso de ello? ¡Pero ¿qué importa?! ¡Nunca podría volver a ver a la cara a Nii-sama si dejo que una criatura mágica con voluntad me supere!

 

Me apoyé con más magia de refuerzo y agarré velocidad.

 

¡Solo quedan cuatro torres!

✽✽✽✽✽

 

[¡Y es el última!] Grité, moviendo la Daga de las Serpientes Furiosas en el espiral oeste— la única en pie. Una enorme serpiente emergió de la brillante hoja carmesí, aplastando y enrollándose. En poco tiempo, había reducido la torre a una ruina ardiente.

 

[Espléndido trabajo, Lady Lynne.] Celebrim dijo.

 

[Por aquí, por favor.] Romy añadió. [Su mayordomo espera.]

 

Las maids veteranas habían subyugado a los caballeros enemigos y hombres armados que se habían juntado para defender la torre final y regresaron a sus griffins.

 

[Gracias.] Respondí, lentamente colocando la daga en su vaina en mi cintura. La serpiente de fuego se desvaneció, aunque no lucía tan cooperativo. Una vez conjuré a la criatura, no podía controlarla hasta que envainara su hoja.

 

¡Nii-sama, vamos a tener una buena plática de esto cuando te vea en la ciudad del agua!

 

Salté del techo en mi griffin. Mientras ascendía, tuve una vista clara de la situación del fuerte. Todas las siete torres eran ruinas y hoyos se abrieron no solo en la puerta principal, sino en varios puntos a lo largo de los fuertes muros también. El efecto del Blizzard Wolf de Tina debió haberlos debilitado. Los griffins aliados danzaban por los cielos, apoyando a nuestras fuerzas terrestres con ataques tras ataques. Ovaciones de victoria y rosas oscuras por donde sea que viera.

 

¡El plan funcionó!

 

No había oído un solo sonido de mi orbe en un tiempo, pero se lo atribuyó al fluido de los nuevos usuarios acaparando nuestras comunicaciones.

 

Una vez tomemos este fuerte, Atlas tendrá que—

 

[Nunca me canso de admirar su noble perfil, Lady Lynne.] La voz de Celebrim sonó de mi orbe. [Aunque para mi lamento, debo partir a apoyar a otras unidades. Mire allá.]

Con su guadaña, señaló al camino ante la imponente iglesia en medio del fuerte. A través del espeso humo, vi a una fuerza aliada en armadura escarlata a juego encerrada en un fiero combate con caballeros enemigos. Estaban dando lo mejor que tenían contra la Orden Escarlata, lo mejor de lo mejor que las casas sureñas tenía para ofrecer.

 

¡El comandante enemigo de la guardia de elite!

 

[Dejo las cosas en tus manos, Romy.] Celebrim añadió.

 

[No le fallaré.]

 

[¡Cuídate, Celebrim!] Dije mientras la hermosa maid me saludaba y llevaba en lo alto a su griffin. [Romy, deberíamos—]

 

Pero antes que pudiera decir “irnos”, rayos y fuego quemaron un edificio cerca del centro del fuerte. Podía ver vidrio roto caer en una brillante lluvia.

 

[Sospecho que Miss Caren y Lily atacan desde la distancia.] La segunda al mando usuaria de martillo remarcó.

 

[¡No tenemos tiempo que perder!] Grité, tomando las riendas de mi griffin y me dispuse a correr por el aire. [¡Tina! ¡Ellie! ¡Díganme qué está pasando donde están!] Dije a través de mi orbe mientras surcábamos por el fuerte tan vasto que podría ser una pequeña ciudad.

 

La respuesta de vuelta vino estática y apenas audible.

 

 

[Ly… enemigo inter…]

 

[Ten cuidado… podría ser… refuerzo…]

 

[¿Por qué el enemigo interferiría nuestras comunicaciones a este punto de la batalla?] Murmuré. [¿Cómo pudieron recibir refuerzos?]

 

[¡Lady Lynne!] Romy gritó. [¡El cielo!]

 

Alarmada, detuve mi griffin y lo giré en medio del aire. En el cielo sobre el fuerte se colgaba una inmensa flor negra.

 

[¡¿Un… hechizo de teletransportación masivo?!] Exclamé.

 

La Flor de Sabia, el jefe Chise Glenbysidhe de los espirituales, nos había teletransportado a todos desde la capital real hacia la este en un instante. Su hechizo de teletransportación, Phantasmal Falling Star Blossom, estaba grabado en mi memoria. Pero su magia no estaba ni cerca de lo siniestra de esta.

 

Cada soldado en el suelo miró al cielo, enemigos y aliados por igual. Entonces liberaron un jadeo colectivo mientras el círculo vibraba con luz oscura y varias docenas de soldados hechizados blandiendo picos cayeron dentro de los muros. También miré una pequeña figura blanca en medio de los cuarteles enemigos.

 

¡¿Son los refuerzos de los que Ellie advirtió?!

 

[¡Vienen desde abajo también!] Romy apuntó, su mirada se endureció detrás de sus lentes.

 

Una enredadera de raíces y ramas salieron del suelo sin advertencia, rápidamente engullendo los caminos, pasarelas y edificios mientras crecían. ¿Podría ser…?

 

[¡¿Hermitage de la Verdant Billows?!] Grité. [¡¿Uno de los hechizos tabú de los Gemelos Celestiales que Nii-sama mencionó?!]

 

Gritos y lloros de las personas debajo de mí cortaron la mala estática. Llevé mi griffin a una altitud más alta para revisar la situación y lo que vi me quitó el aliento. Las plantas y soldados hechizados estaban atacando no solo a mis aliados, sino a los caballeros de la alianza y soldados por igual.

 

[¡¿No pueden distinguir de amigo o enemigo?!] Demandé. [¡¿Dónde está el hechicero?! ¡¿Dónde están?!]

 

[¡Lynne!]

 

[¡Lady Lynne!]

 

Me giré a los gritos y vi a una chica del clan lobo armada en rayos corriendo por los techos. Una maid de cabello escarlata corría a su par, cortando las raíces con un par de espadas.

 

[¡Caren! ¡Lily!] Grité.

 

[¡El hechicero está en los cuarteles enemigos!]

 

[¡Andando!]

 

[¡Bien!] Dije. Pero mientras iba a tomar las riendas, raíces y ramas se lanzaron hacia mí a una tremenda velocidad. Me tomaron con la guardia baja, pero una maid de cabello negro con lentes corrió en el espacio vacío.

 

[No en mi guardia, no.] Dijo, pulverizando las plantas con un movimiento de su enorme martillo antes de aterrizar en un camino de piedra, donde lentamente levantó su arma otra vez.

 

[¡Romy!] Grité.

 

[Por favor procedan, mis ladies. Yo—]

 

Un soldado hechizado saltó del suelo para atacar a la segunda al mando, más ágil que cualquier otro que hubiera encontrado antes.

 

[No me gustan las interrupciones.] Romy dijo, rechazando un pico. Un fuerte martillazo aplastó la cabeza de su atacante. El soldado hechizado escupió fluido negro— no sangre roja— y cayó.

 

¿No son… personas?

[Mantendré esta posición.] La maid repitió, ajustando sus anteojos mientras le daba un gran giro a su martillo. [No tema. Esas criaturas parecen ser un poco más rápidas que aquellas que aparecieron en Avasiek y la capital este, pero su durabilidad parece haber sufrido. Lily, realiza tu deber como maid.]

 

[¡Sí, señora!] Mi prima dijo. Entonces su expresión se tornó grave. [Cuídate, Romy.]

 

Un nuevo soldado hechizado llego. Romy lo envió a volar con un puñetazo, entonces levantó su cabeza. [Ciertamente, Lady Lily. Miss Caren, espero que cuidará de ellas.]

 

[Cuente con ello. ¡Ahora, vamos!] Caren respondió y salió corriendo.

 

Lily siguió su ejemplo con un avergonzado “¡En serio!”

 

Recé por la seguridad de Romy mientras jalaba las riendas de mi griffin y grité. [¡Vuela! ¡Vuela tan rápido como puedas!]

 

Atravesamos un enorme hoyo en la antigua iglesia que servía como el cuartel enemigo y de inmediato observe la escena de una sorprendente masacre.

 

[¿Qué pasó aquí?] Balbuceé.

 

Mis compañeras estaban sin palabras.

 

Esas personas ni siquiera tuvieran la oportunidad de resistirse. La luz de las antiguas ventanas manchadas revelo al menos una decena de caballeros caídos y oficiales. Yacían con la sorpresa en sus rostros, sillas y mesas rotas, incontables papeles, y abiertos mapas con su sangre.

 

Solo una persona quedaba parada.

 

[¿Huh? Oh, ya están aquí.] El chico dijo, girándose. [Qué molestia. Si tan solo se hubieran mantenido jugando hasta que mi trabajo estuviera hecho.]

 

Usaba una túnica blanca con un sombrero blanco— muy similar a la que Teto Tijerina, una antigua compañera de Nii-sama, usaba. Tenía cabello blanco también, creando una impactante impresión. No era más alta que Ellie, y encontraba difícil creer que sus delgadas extremidades infantiles pudieran perpetrar esta escena. Y aunque…

 

[T-Te maldigo, espiritual.] Un hombre de edad media acercándose gruñó. [Tú y tu I-Iglesia del Espíritu Santo.]

 

Más sangre fresca se derramó en el suelo. La mano izquierda del chico tomó una daga de un solo filo, enterrándose en la pechera del general enemigo, Robson Atlas.

 

Me bajé de mi griffin y tomé mi lugar a la par de Caren y Lily, con la espada lista. Ambas listas para el combate.

 

[Vaya.] Dije. [Qué… ¡¿Qué significa esto?!]

 

[Limpieza.] Respondió. [Una tarea agotadora. Pude haber divertido más en el sur. Aunque, esta responsabilidad recae en mí.]

 

[¿Limpieza? ¿Responsabilidad?] Mi voz se agitó. No podía entender lo que estaba oyendo.

 

El maná del chico parece inagotable. Y si es un espiritual, dudo que sea tan joven como parece.

 

Los ojos de Caren se fruncieron. [Te vistes igual que un apóstol de la iglesia.] Dijo mientras su lanza de rayos con punta de cruz brillaba más. [¿Asumo que tú causaste esta atrocidad?]

 

[Muy bien.] El chico casualmente arrojó al hombre al suelo, entonces usó un trapo para limpiar la sangre de su daga antes de envainarla. Noté una flor negra en su sombrero. [Eres un lobo muy inteligente. ¡Y Lightning Apotheosis! Una herencia. Me encantaría tomarte como un objeto de investigación—]

 

Un enorme Firebird impactó en el chico y creo una enrome explosión. El restante vidrio manchado se destruyó y el infierno impactó en los muros.

 

Me protegí con mi espada y dije. [Lily—]

 

[Asqueroso.] Mi prima usuaria de la gran espada dijo, su cabello escarlata se meneaba. Nunca la había visto tan furiosa.

 

[Ya veo. Dos retoños Leinster y un lobo de rayo.]

 

Para nuestro asombro, un vendaval esparció las llamas y el apóstol emergió sosteniendo un báculo de maná.

 

Mi orbe de comunicación sonaba levemente.

 

Entendido.

 

[Nada mal.] El apóstol continuó. [Construir ese hechizo de teletransportación es siete veces más agotador, pero veo que lo hice por nada. ¡Regocíjense! ¡Les daré la oportunidad para serme útiles— Io Lockfield, segundo entre los apóstoles! Regocíjense que vine desde la ciudad del agua y no esa sucia Edith. Una vez logre tomarlas, incluso puedo considerar poner a esa autoproclamada vampiresa en su lugar.]

 

[Su segundo al mando.] Caren murmuró.

 

Lily se mantuvo en silencio y mis ojos se abrieron.

 

Oí de la batalla de Lady Stella con el apóstol Edith en la tierra norte de Rostlay. El hechicero había manejado un dragón esquelético e incluso lanzado un hechizo tabú, Fantasía de los Inquietos Retornados. ¡Y este apóstol la superaba!

 

[He oído suficiente de sus quejas.] Lily declaró, apuntando su gran espada al chico. También debió haber entendido el mensaje. [¡Apóstol o no, quien seas no cambia lo que tenemos que hacer aquí! Además, si tus jefes te sacaron de la ciudad del agua y te enviaron al territorio enemigo solo, debes importarles menos que esos con los que luchamos en Avasiek. ¿Seguro que no eres un peón de sacrificio?]

 

[¿Qué?] Algo cambió en el comportamiento del chico. Los ojos debajo de su sombrero brillaron en dorado. [¿Yo, uno de los dos aprendices de la Flor Celestial, la culminación de un milenio de Glenbysidhes, un peón de sacrificio? ¿Yo, ungido con el nombre de “Io”, menos que falsos apóstoles cuyos nombres nunca me molesté en aprender?]

 

[¡No seas tonto! No puedes igualar a otros espirituales en teletransportación, y tus hechizos tabúes no te ponen a la par de una bruja.] Lily dijo en un tono cantado, creando hechizos. Estaba ganando tiempo.

 

[Y sobre todo, conoces un hechicero cuya fineza te opacara.]

 

De pronto la atmósfera se tensó y toda la iglesia tembló. Flores negras bloquearon las puertas y el hoyo por el cual habíamos entrado. La vida se desvaneció de los ojos del apóstol mientras volaba. Sentí algo retumbar por el suelo debajo de nosotras.

 

[Muy bien.] Dije. [Haré de sus muertes un martirio.]

 

[¡Lynne! ¡Caren!] Lily gritó.

 

[¡Bien!] Respondimos juntas.

 

Por un momento, el apóstol se dejo indefenso. Lo aprovechamos para atacar. Entonces liberamos rugidos mientras lo golpeaba con mi Espada Escarlata, Caren con una enorme lanza de cruz de rayos, y Lily con sus enormes espadas envuelta en flores.

 

Una asombrosa explosión siguió. Una sección del suelo de la iglesia cedió. Llamas se alzaban.

 

Sé que acertamos un golpe directo. Debió al menos sufrir algo—

 

[Ya veo. Se burlan de mí, luego dan el primer golpe con todas sus fuerzas. Nada mal.]

 

Un escalofrío me pasó mientras me giraba para encontrar al apóstol evaluando nuestro ataque desde atrás de nosotras. Alas espirituales negras se esparcían en su espalda.

 

[Lanzar un penoso Firebird a tu edad es una hazaña, y tu Lightning Apotheosis está pulido.] Continuó. [Considerando su juventud y el poder menguante de los grandes elementales en esta era de decline mágico, supongo que debo alagarlas.]

 

Algunas de sus palabras llamaron mi atención, pero no podía permitirme estancarme. Caren y Lily se veían igual de frías que yo.

 

[Sin embargo…] Tan pronto que los labios del apóstol se retorcieron que su oscuro maná se alzó. Para empeorar, incontables raíces y ramas se abrían paso por el suelo, engullendo los cadáveres. [No pueden derrotarme. Sus escasos talentos se quedan cortos ante mi maestro, el Cielo Floral y el aprendiz de mi maestro, la difunda Dama del Hielo.]

 

Nadie habló.

 

Juzgando por sus nombres, el Cielo Floral debe estar relacionado a la Flor de Sabia. Pero ¿quién es la Dama de Hielo? Una de las leyendas de la era agitada tiene ese sobrenombre en cuentos de hadas. Pero en el presente… tiene un propietario, aunque con un añadido “Pequeño”: la Señorita Primer Lugar. Y eso significa…

 

Apreté el agarre de mi espada y renové mi vacilante resolución.

 

Puede ser la pista a la difunta madre de Lady Stella y Tina, la Duquesa Rosa Howard, que Nii-sama ha estado buscando. ¡No puedo esperar la esperanza ahora!

 

Caren y Lily dieron un paso al frente, al parecer compartiendo mi sentimiento.

 

[Se dan cuenta que no pueden ganar, pero ¿lucharán igual? Problemático, pero puedo simpatizar.] El apóstol dijo, corriendo a nosotros. Levantó su báculo y pétalos de flores negras empezaron a juntarse a una gran velocidad.

 

Juzgando por su maná… ¡¿Un hechizo tabú de viento?!

 

[¡No dejen que termine de recitar!] Grité.

 

[¡Claro!] Caren respondió.

Atravesamos la ardiente iglesia tan rápido como nuestras piernas nos llevarían. Nuestros gritos de batalla resonaron mientras, quemando plantas, atacamos por ambos lados a la vez. Aunque el chico estornudo mientras golpeábamos sus defensas mágicas.

 

[Inútil.]

 

¡Un momento después, el Firebird de Lily golpeó! El hechizo impacto, pero los pétalos negros pronto se tragaron y extinguieron su fuego.

 

Mi prima conjuro incontables flores de fuego del brazalete en su muñeca izquierda, envolviendo al apóstol. Entonces libero un fuerte grito y lanzó ambas espadas. El mejor corte de Lily impactó en la barrera con un estruendo que creo una telaraña de grietas por los muros. Pero los pétalos negros esparcieron sus flores de fuego y las extinguieron.

 

[Tedioso.] El apóstol suspiró.

 

Mi prima libero un grito, Caren y yo gritamos. [¡Lily!] Mientras sus bien fortificadas defensas la hacían atrás. Caren la atrapo.

 

Incluso mientras alivio me llegaba, moví mi espada a un lado. Cientos de lanzas de fuego rodeaban al apóstol y se dispararon en rápida sucesión— pero sin efecto. un frío viento las alejó.

 

El apóstol miró abajo desde su esfuerza de pétalos, báculo levantado mientras desplegaba un tornado negro. [Tres entremetidas.] Dijo. [Mueran ahora y séanme útiles. Aunque, también puedo tomar tus inútiles intentos como pago por su humilde esfuerzo. Déjenme mostrarles la hechicería tabú: Viento del Norte de la Muerte.]

 

Apreté mis dientes en frustración.

 

¡Nos superaba por tanto que ni siquiera podíamos acertar un golpe! Debe ser otra— Ah.

 

Mis ojos cayeron en mi temible daga, aunque en su vaina.

Pero…

 

Chispas violetas y flores de fuego volaron.

 

[¡Lynne!] Caren gritó. [¡Preocúpate luego!]

 

[¡Cree en ti, Lynne!] Lily se unió. [¡Y en Allen!]

 

Me resolví. [¡Sí! ¡Sí, tienes razón!] Mi mente se aclaró, incrusté mi espada en el suelo y tomé mi daga.

 

[¿Qué?] El apóstol se sorprendió por primera vez. [¿Puede ser ese un Etherheart—?]

 

[Lily tiene razón. ¡No importa quién seas!] Grité, apretando el mango tan fuerte como podría mientras reunía mi coraje.

 

Por favor, dame la fuerza— ¡Fuerza para salvar a todos!

 

Saqué la espada con toda mi fuerza y…

 

[Muy bien.] El apóstol murmuró, mientras Caren y Lily gritaron mi nombre.

 

La colosal serpiente de fuego emergió y danzó por el aire, quemando las plantas. Entonces la espada se incrustó otra vez. Llamas carmesís me envolvieron… y lo entendí. Conocía los poderosos sentimientos del brujo que había forjado y de la chica con el cabello corto que una vez la había llevado. Querían proteger a sus seres queridos, incluso al precio de sus propias vidas.

 

Juro que le contaré a Nii-sama de tu deseo y tus arrepentimientos.

 

Mientras la espada de fuego empezaba a formarse, me dirigí al apóstol.

[Mi nombre es Lynne Leinster. La nueva Estrella Fugaz, Allen del clan lobo, me confió esta daga. ¡Y algún día, superaré a la Dama de la Espada! No tomes este golpe a la ligera.]

 

Una Leinster siempre debe ser audaz, mi madre me lo había enseñado. Así que sonreí y levanté la daga sobre mi cabeza. Caren y Lily tocaron sus armas. Intercambiamos miradas luego gritamos juntas.

 

[¡Bloquéalo, si puedes!]

 

Vertimos todo nuestro maná en el hechizo con ese grito de guerra, entonces lo soltamos. Un momento después, la serpiente se materializó, más grande de cuando había demolido los espirales, y se lanzó al apóstol con su feroz mandíbula bien abierta. Su exterior mostró su primera grieta mientras activaba su hechizo de viento tabú.

 

La serpiente de fuego y el tornado negro colisionaron y empezó a destruir la iglesia alrededor de nosotros. Aunque mortificadas por el fuerte dolor, apretamos nuestros dientes y luchamos por el control.

 

El apóstol chasqueó en molestia, su compostura se retomó. [¿Por qué la Daga del Dragón de Fuego ayudaría a una pequeña como—?]

 

La daga que formaba el núcleo de la lanza de rayos de Caren empezó a brillar en violeta. Lo siguiente que supe, nuestra serpiente de fuego se volvió una.

 

[Esa daga es de la Estrella Fugaz— ¡No!] El apóstol gritó mientras la nueva serpiente enterraba sus colmillos en su floral esfera. Grietas corrieron por la barrera. Y entonces, se destruyó.

 

Mientras la serpiente de fuego lo devoraba, el apóstol libero un largo chillido… y lanzó una masiva onda de choque. Caren y Lily me abrazaron desde atrás mientras lanzaba lo último de mi maná para rechazarlo.

 

Al final, mi visión se aclaró, dejándome tomar aire y apenas de pie.

 

[Lynne.] Caren dijo, moviéndose para apoyarme.

 

[Oh, wow.] Lily dijo, mirándonos. [¡Sí que dimos un espectáculo!]

 

Olvida los muros de la iglesia— nuestro hechizo creado un limpio hoyo en los muros del fuerte. Y parecía que había apagado las llamas. Podía ver el mar por delante.

 

Miré mi daga.

 

Oh, Nii-sama. Aunque, ahora al menos—

 

[Lo admito, me sorprendieron. Nunca pensé que podrán sacar tanto poder.]

 

Levantamos la mirada en silencio para ver una esfera de flores negras. Los pétalos se esparcieron y cayeron, revelando al discípulo Io sosteniendo su báculo. Ni una macha en su blanco sombrero o túnica.

 

[Ahora, ¿puedo asumir que su fútil resistencia se acabó?] Pregunté, sus labios se retorcieron.

 

Liberé mi respiración y respondí calmadamente. [Sí.]

 

[Supongo.] Caren dijo.

 

[¡Sí!] Lily añadió.

 

El chico levantó el borde de su sombrero, perplejo. [¿Qué…?] Chasqueó su lengua.

 

La puerta se abrió, a todo lo que daba, y dos bellezas entraron.

 

[Quédate allí, si guastas.] Una mujer con largo cabello escarlata y una larga espada dijo.

 

[Muévete y mi lanza no mostrará piedad.] Añadió la elfa de cabello hade con lanza en mano.

 

Lisa Leinster y Leticia Lebufera hablaron con la seguridad de su fuerza.

 

¡Esos eran los refuerzos a los que Ellie se refería!

 

[¡Madre! ¡Duquesa Letty!] Grité.

 

[Lamentamos muchos hacerlas esperar, Lynne.]

 

[Caren, Lily, nos encargaremos del resto.]

 

[Y espero que no se hayan olvidado de mí.] Aunque otra vez añadió con una risa. Un animado “Claro que no, venerable señora” siguió.

 

[¡¿Abuela?!] Exclamé mientras Lindsey Leinster aterrizaba detrás de Io, vestida en túnicas escarlata de hechicera y sosteniendo un viejo báculo. Con ella llegó Celebrim Ceynoth, con guadaña lista.

 

[La Dama Ensangrentada, el Cometa, el Cielo Escarlata, y la Cazadora.] El chico apóstol dijo, sonriendo. [Cuatro molestias. Las probabilidades están contra mí, y ya he completado mi objetivo. Me retiraré.]

 

Entonces, levantando el borde de su sombrero, miró a Caren, Lily y a mí con sus ojos dorados. [No olvidaré sus rostros, y juro que las mataré la siguiente vez. Procuren sobrevivir hasta entonces. Io Lockfield, quien transformara el mundo junto a la Santa, les ordena.]

 

De pronto, una cegadora luz apareció. Levanté mi brazo para preservar mi visión, y luego…

 

¡¿Se fue?!

Cuando abrí mis ojos, el apóstol ya no estaba a la vista.

 

Caren, Lily y yo suspiramos y golpeé el suelo donde habíamos estado paradas. La tuvimos cerca. Si mi madre hubiera llegado incluso un momento más tarde—

 

[¡Lyyyyne!]

 

El grito de una chica conocida me sacó de mis pensamientos. Levanté la mirada, mi cerebro se encendió. Entonces mis ojos se abrieron.

 

[¡E-Espera!] Grité, sin advertencia. Tina se lanzó de su griffin.

 

[¡¿L-Lady Tina?!] Ellie gritó, quien tenía las riendas, pasando a lanzar un hechizo de levitación. Logró hacerlo a tiempo, y mi compañera de cabello plateado se lanzó a mis brazos. Pero el hechizo falló en amortiguar su impacto.

 

[Eso dolió.] Gruñí del repentino dolor. [¡¿Q-Qué carajos estás pensando, Tina?! Oh, dios.]

 

Acaricié la espalda de Tina mientras se aferraba a mí, llorando en silencio. Si solo fuera así de considerada siempre.

 

[¡Lady Lynne! ¡Lady Tina!] Ellie gritó, lanzándose a mi espalda y haciendo que ambas gritáramos. Debió haber abandonado el griffin en el aire y a diferencia de Tina, estaba llorando. [¡Gracias a Dios! ¡Me alegra tanto, tanto que esté bieeen!]

 

Mis ojos encontraron los de Tina. Ambas miramos el iluminado rostro de Ellie y reímos; entonces las tres intercambiamos un abrazo grupal.

 

¡Lo hice! ¡Lo logré!

 

Esa noche, el Principado de Atlas propuso una tregua independiente al resto de la alianza.

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