Capítulo 2
El Aterrador Indicador de Capacidad de Maná
Las clases electivas en la Academia
Serendia generalmente incluían una mezcla de estudiantes de los tres grados.
Sin embargo, los estudiantes de tercer año decidían sus electivos al inicio del
semestre, ya que tenían cerca de medio mes más en clase que los estudiantes de
primer y segundo año. El tour de observación estaba dirigido a darle a los
estudiantes más jóvenes una oportunidad para moverse y observar las clases de
los de tercero.
Con honestidad, Monica quería ir junto
a Lana, pero al parecer ya había tomado una clase.
[Hey Monica, ¿qué clases estás
tomando?] Lana preguntó.
[U-Um… iba a decidirlo luego de ver un
rato…] Respondió con una vaga sonrisa.
Tan pronto la clase terminó, Monica
salió del salón. Felix le había dicho que la recogería en clase hoy, pero si
eso pasaba, una vez más sobresaldría de mala manera.
Luego de dejar la clase y caminar un
rato, miró a Felix mientras rondaba la esquina del pasillo. Él la saludó con un
simple “hey” y una sonrisa, sus hermosos flequillos se meneaban. [Dije que
vendría por ti. Estás muy entusiasta con esto, ¿huh?]
No podía decirle que salió corriendo de
la clase para evitar la negativa atención. Sus ojos se voltearon, incapaz de
verlo. [Um, bueno, sí, yo, er… Estoy entusiasmada y… bueno, gracias por hacer
de guía.] Monica inclinó su cabeza y empezó a caminar, quedándose unos pasos
atrás de Felix.
Solo tengo que ver la clase de
hechicería… Mientras me decida con algo más al final, no habría ningún
problema. Sí… Ella
pensó.
De pronto, se le ocurrió. ¿Qué clases
Felix había tomado? Si le había recomendado hechicería a Monica, ¿significaba
que lo estaba estudiando también? Había oído que muchos miembros de la familia
real Ridill eran especialmente buenos en hechicería. El actual rey era
magnífico en magia de tierra, aunque rara vez mostraba sus talentos.
[U-Um…] Balbuceó. [¿T-También vas, um,
a tomar la clase de hechicería?]
[No, no tengo tal talento.] Dijo
casualmente con un movimiento de cabeza. No se veía particularmente frustrado
por ello.
Eso sorprendió a Monica un poco. El
mundo entero consideraba a Felix Arc Ridill un príncipe perfecto, capaz de
todo. Y era muy talentoso. Sus habilidades incluían no solo esgrima o
equitación, sino aprendizaje. Y su entrenamiento en danza y otras artes refinadas
era perfecto. Había oído que ya tenía un registro de logros en diplomacia. Era
completamente diferente a Monica, quien era mala en casi todo.
Pero no puede usar hechicería… Huh.
Talento innato, al igual de con cuánto
maná una persona nace, jugaba un papel importante en hechicería, así que no era
algo de lo que pudiera hacer mucho. Aunque ya que había mencionado lo mucho que
tenía en común con matemáticas, había asumido que era bastante versátil en el
tema.
Mientras estaba dejando pasar sus
pensamientos, oyó a una persona gritar delante de ellos. Su mirada naturalmente
la llevo a la fuente— un noven con cabello rubio corriendo hacia ellos.
[Oh.] Monica dijo, llegando a un alto.
Feliz siguió, mirándola como si le preguntara si era alguien que conocía.
Mientras luchaba por responder, el
ruidoso joven se detuvo frente a Monica. [¡Eres tú! ¡Lo sabía! ¡Holi!] Dijo
animadamente con una enorme sonrisa en su rostro.
Era el joven mago con el que se había
encontrado en Craeme hace dos días. ¡¿Es un estudiante de aquí…?! Pensó.
Había estado usando ropa simple cuando
se reunió con él en Craeme y hablaba con el acento de un plebeyo. Ni siquiera
había considerado la posibilidad que pudiera estar asistiendo a la Academia
Serendia.
Mientras, otro miembro del consejo
estudiantil— Neil— llego corriendo del salón desde la misma dirección. [¡Glenn,
sin correr en los pasillos!] Entonces se detuvo, sus ojos se abrieron en
sorpresa. [¿Huh…? ¿El presidente y Lady Norton? ¿Conocen a Glenn?]
Monica no estaba segura cómo responder.
Pero cuando dudaba, el chico llamado Glenn felizmente retomó. [Me topé a la
pequeña hace dos días en la ciudad de Craeme.] Le dijo a Neil.
Levemente aplastada por la palabra
“pequeña”, Monica miró al joven. Era alto— probablemente cerca de la altura de
Felix. Pero si estaba en la misma clase que Neil, debía ser un estudiante de
segundo año como ella.
[¡Soy Glenn Dudley! Me acabo de
transferir este otoño. Mi compañero es Neil.]
¿Vino a esta escuela en otoño? Eso significaba que se había
transferido aquí al mismo tiempo que Monica. Un poco sorprendida de conocer a
otro estudiante transferido, se presentó.
[Um, yo soy… M-Monica Norton…]
[¡Gusto de conocerte!] Glenn dijo,
agitando la mano de Monica antes de girarse a Felix a su par. [¡Y gusto de
conocerte también! ¿Estás en tercer año?]
Los ojos de Monica y Neil se abrieron. ¿Cómo
alguien en esta escuela podría no saber cómo luce Felix? Monica pensó,
palideciendo… Escogió ignorar sus pasadas experiencias por el momento.
Feliz no se veía particularmente
ofendido. Le dio a Glenn una de sus calmadas sonrisas. [Gusto de conocerte,
Dudley… He oído mucho de ti. Soy Felix Arc Ridill, presidente del consejo
estudiantil.]
[¡¿Presidente del consejo?! ¡Espera,
espera, ¿eres el príncipe entonces?! ¡Esa es otra onda!]
[¡Glenn! ¡Glenn, eso es descortés!]
Neil, pálido de cara, jaló el brazo de
Glenn, pero Felix sonrió amablemente y dijo. [No te preocupes por eso.] Era muy
generoso— lo cual era de esperarse, considerando que toleraba la falta de
cortesía de Monica cada día.
Felix le sonrió a Glenn y dijo. [Oh,
sí.] Como si hubiera recordado algo. [Craeme, ¿dices? Un dragón de tierra
apareció allí hace dos días. Oí que un mago pasando trabajo con la guarida de
la ciudad para derrotarlo… Los dos no se vieron envueltos en eso, ¿verdad?]
Monica no era la única que se asombro
por la pregunta. Glenn claramente alejó su mirada, entonces declaró en un tono
ruidoso. [¡Oh, nah, estuve lejos de todo eso!]
¿Huh…? Monica pensó, confundida por su
actitud. Monica había usado su hechicería junto a Glenn ese día para matar al
dragón de tierra— pretendía que todos pensaran que Glenn había sido el que lo
derrotó. Se imaginaba que iría por ahí sacándolo a la luz.
Pero parecía estar tratando de
mantenerlo en secreto. Claramente, había algo pasando que Monica no estaba al
tanto. Ella lo miró.
Glenn debió haberla notado, porque giró
a su mirada. [¡Oh, cierto! Monica, ¿qué electivas estás tomando?]
[Um… yo, er… Bueno…]
[Voy a llevar a Lady Norton a la clase
de hechicería fundamental.] Respondió Felix en su lugar.
La expresión de Glen de pronto se
encendió. [¡Hey, Neil y yo nos dirigimos allí también!]
[Qué coincidencia. ¿Deberíamos ir
juntos?]
[¡Claro!] Glenn dijo, energéticamente
tomando la invitación de Felix. Debió haber sido maleducado de él, pero tenía
un aura relajante que era difícil irse en su contra.
Monica suspiró en alivio ahora que
sabía que irían con Glenn y Neil. No era buena con grandes grupos, pero era
mucho más fácil que caminar con alguien tan llamativo como Felix.
Cuando casualmente se movió atrás del
grupo, Glenn la siguió, poniendo distancia entre ellos y los otros antes de
molestarla. Parecía querer hablar de algo en privado.
Cuando Monica lo miró, Glenn se agachó
y susurró en su oído. [Hey, tengo un favor que pedirte, Monica.]
[¿S-Sí…?] Ella respondió, estirándose.
Con cara seria, Glenn continuó. [Quiero
que mantengas en secreto que usé magia en la ciudad.]
La magia que había usado en la ciudad—
¿se refería al hechizo de vuelo? Ser capaz de usar magia en absoluto te daba un
cierto estatus, y era considerado un pasatiempo bastante intelectual entre los
nobles. Monica estaba encubierta y escondiendo su identidad, así que tenía
sentido mantener su talento en secreto, pero no podía pensar en alguna razón
para que Glenn quisiera esconder el suyo. Era tan extraño.
Rascó su cabello rubio. [Solo soy un
aprendiz. Mi maestro me dijo que no usara magia sin supervisión.]
[¿Huh? ¿E-Eres un aprendiz…?]
Si Glenn era un aprendiz, entonces ni
siquiera tendría una certificación de mago principiante. Pero nunca escucho de
un aprendiz que pudiera usar magia de vuelo.
A la sorprendida expresión de Monica,
el rostro de Glenn se puso serio. [Si mi maestro descubre que use magia sin
permiso… me va a envolver en un tapete y me colgara de una viga. O incluso me
lanzara a un río…]
[É-Él suena de miedo.]
[¡Oh, es terrible! ¡Así que quiero
mantenerlo en secreto de todos! ¡Te lo ruego!] Glenn rogó, como si fuera su
último recurso.
El ruego hizo que Mominca sintiera
empatía por él. Ella, también, tenía que esconder su magia debido a su
posición. Sabía que sus circunstancias eran diferentes a las suyas, pero
sintiendo un sentimiento de cercanía, asintió y dijo. [Claro.]
[Se ven cercanos.] La voz de Felix vino
delante de ellos.
Monica y Glenn ambos se encogieron al
mismo tiempo. Mientras Monica se asustaba y luchaba por pensar en una excusa,
Glenn hizo su voz más ruidosa y dijo. [¡Sí! ¡Cuando nos reunimos en la ciudad,
estábamos en sintonía! Oh, hablando de eso—] Se giró a Monica. [Si tomas
hechicería fundamental, ¿significa que estás interesada en eso también?]
[¡N-N-N-N-No, yo, um yo…!] Ella
balbuceó. Felix la había obligado a ir a observar la clase, pero no podía
permitirse tomar nada de electivos relacionados a la hechicería.
[S-Solo pensaba que, um, iría a ver, es
todo…]
Todo lo que tengo que hacer es sentarme
hoy, entonces escoger algo cuando sea el momento, se dijo a sí misma.
Feliz se detuvo frente a una clase—
evidentemente era donde enseñaban hechicería fundamental.
[Personalmente, recomendaría mucho esta
clase.] El príncipe explicó. [El nuevo profesor es muy famoso.]
[¿L-Lo es…?]
Monica tenía un mal presentimiento en
ello. E-Está bien, estoy bien. Nadie en esta academia sabe quién soy. Mr
Louis dijo que lo revisaría de antemano… Espera, pero Felix dijo que acaba de
llegar hace nada…
Felix abrió la puerta. En el podio se
paraba un anciano bajito usando una túnica y sostenía un báculo. Sus ojos y
boca se enterraban bajo sus blancas cejas, bigote y barba. Cuando observó,
libero un gruñido de sorpresa.
Al momento que Monica lo vio, sintió
que la sangre deja su cuerpo.
¡¿M-Mr Macragan—?!
William Macragan, el Mago Agua, una vez
había sido el profesor de hechicería práctica de Monica cuando asistía a la
Institución de Entrenamiento de Magos Minerva. Monica oyó que se había
convertido en un profesor emérito cerca del tiempo que se graduó. Pero ahora
está aquí, enseñando en la Academia Serendia.
La palabra misión falló en su mente… Se…
acabo… Todo se acabó… Todillo… Ejecución… Ejecución… Ella pensó, parándose
allí como si fuera un cadáver.
Macragan los observo y luego de uno
momento, preguntó. [¿Quiénes son…?]
Felix, en frente, habló por el grupo.
[Soy Felix Arc Ridill, presidente del consejo estudiantil.]
[Ah sí, el presidente del consejo… Mm…
Gracias por guiarlos aquí… ¿Dos observadores? ¿Tres? Lo siento, pero mis ojos
no son muy buenos.]
[Tres observadores. Estoy actuando como
su guía.]
[¿Tres? Ya veo, ya veo. Siéntanse
libres de tomar asiento donde gusten.]
Su despistado tono y peculiar forma de
hablar eran como Monica lo recordaba— su pobre visión igual. Ahora que lo
pensaba, sus ojos siempre habían sido malos, desde que lo había conocido en
Minerva.
¿Podría ser que… n-no lo notó? Bien.
Aún puedo salirme de esto. Además, ella no estaba registrada en la academia
como Monica Everett, sino como Monica Norton. Mientras nadie diga su primer
nombre, no se daría cuenta que era ella…
[¡Hey, Neil! ¡Monica! ¡Por aquí! ¡Hay
asientos vacíos por aquí!]
¡Ahhhhh! Monica parecía gritar mientras
Glenn la llamaba, su voz temblaba. Sus ojos se lanzaron a Macragan.
Macragan no parecía estar pensando en
Monica. Parecía que no lo había notado. Tratando de calmar su latiente corazón,
tomó asiento a la par de Glen. Incluso Felix, quien no estaba aquí para
observar, se desparramó en el asiento a su par, con una mirada de emoción en su
rostro. Esperaba que regresara a su trabajo de mostrarle a los estudiantes los
alrededores tan pronto sea posible.
Con Monica asustándose en su asiento,
Macragan empezó su lección.
[Uhh, ahem. ¿Cómo empezar? Ah así. La
aptitud mágica, supongo. Los magos necesitan ser excelentes en tres áreas;
capacidad mágica, comprensión de fórmula mágica y control de maná.]
Macragan escribió los tres términos en
el pizarrón, luego circuló la capacidad de maná.
[Y la más importante es esta— la
capacidad de maná. Sin una decente cantidad de maná, no podrás usar nada de
hechicería. Estos días, con el equipo correcto, fácilmente puedes medir la
capacidad de una persona. Para aprendices, necesitaríamos estar por cincuenta,
al menos. Sobre los cien, y serás bastante talentoso. Sobre los ciento
cincuenta, incluso podrías convertirte en uno de los Siete Sabios.]
Los hombros de Monica saltaron a la
mención de los Siete Sabios. ¡Es malo para mi corazón!
[Luego es la compresión de fórmula
mágica… Fórmula mágica tiene mucho en común con matemáticas, así que muchos que
son hábiles en matemáticas también son hábiles al entender la fórmula mágica.
Digamos, esencialmente son los planos y marcos de la hechicería. Lo más preciso
que las entiendas, lo más precisos que los hechizos serán.]
Macragan se detuvo allí, sus ojos se
hacían distantes, como recordando algo. [Sí, sí. Una vez tuve un estudiante que
poseía un sobresaliente alto nivel de compresión. Podía entender todo
rápidamente y eventualmente aprendió cómo lanzar hechizos sin incluso recitar…
Ella es uno de los Siete Sabios ahora. La Bruja Silenciosa, la llaman.]
¡Eeeeeep!
[Oh, incidentalmente, la Bruja
Silenciosa junto con algunas fórmulas mágicas que creó aparecerán en los
exámenes escritos, así que asegúrense de recordarlas.]
¡Por favor, no!
[Ah sí. No sería una exageración decir
que ella abrió las puertas a la teoría moderna de la hechicería— todo un
genio.]
¡Eso es exagerar! Mentalmente gritó, su rostro se movía
de “pálido” a uno “fantasmal”. Si pudiera, habría huido en ese instante.
A su par, Glenn tranquilamente
preguntaba si estaba bien. Monica fingió una sonrisa y asintió un poco— fue
todo lo que pudo hacer.
[La última de las tres es control de
maná. Se refiere a la habilidad con la cual uno crea su maná basado en la
fórmula mágica. Es algo para lo necesitan sentido. Esos que tiene el sentido
pueden manejar su maná sin dificultad, pero esos que no dejarán que su maná se
vaya sin lanzar nada. Esos que aún pueden usar algo de hechicería a pesar de la
baja comprensión de la fórmula son en su mayoría personas con excelente control
de maná. Para poner una analogía con arquitectura, esos son los tipos de
personas que pueden controlarse incluso si los planos y marcos son raros.
Aunque a sus hechizos les faltara pulirse.]
Glenn probablemente es uno de esos, pensó Monica. La hechicería que lo
había visto usar en Craeme había sido brusca— difícilmente podría llamar a su
fórmula mágica pulida. Pero porque su control de maná era excelente, era capaz
de dominar el arte avanzado de hechicería de vuelo.
[Aunque, si quieren ser un mago de
primera, idealmente necesitaran las tres. Bueno. La condición más importante es
el maná— si no tienen nada, no pueden usar hechicería. Yo estaría midiendo la
capacidad de maná de todos quienes deseen tomar esta clase.] Macragan dijo,
poniendo una bola de cristal en el centro.
El cristal estaba pegado a un pedestal
de metal y el pedestal tenía una escala que iba de 0 a 20.
[Este cristal es llamado un indicador
de capacidad de maná. Cuando ponen su mano sobre ella, mide su capacidad de
maná. Justo así, ¿lo ven?]
Macragan puso su mano en la bola de
cristal. Brilló con una luz azul y la escala se movió a 160. Una capacidad de
160… Eso estaba dentro del rango de un gran mago.
[Mi capacidad de maná es de 160, y la
luz es azul, lo que significa el elemento al que más alta afinidad tengo es el
agua… Este indicador da una forma fácil de entender su poder mágico. Increíble,
¿cierto? Ahora todos pueden tener un turno.]
¿Qué……………………?
El corazón de Monica se le fue a las
orejas.
Cuando mides la capacidad de maná, esos
que sacan de 1 a 49 no tienen talento. 50 a 99 los ponen en un nivel de
aprendiz o mago bajo. 100 a 129 significaba que eras un mago intermedio. 130 y
más significaba que eras un gran mago. Casi nadie topaba 200.
Uno de los requerimientos para unirse a
los Siete Sabios era una capacidad de maná de al menos 150, y tenía que ser
revisado una vez al año. Debido a eso, Monica sabía exactamente cuál era su
capacidad.
L-La última vez que lo medí… era… 202…
La capacidad de maná llegaba a su pico
durante los últimos años de un adolescente, así que era posible que el suyo
fuera más grande que ahora. Sin embargo, tener una capacidad de más de 200
significaba que ella no era una persona normal.
¡¿Q-Q-Q-Q-Q-Qué debería hacer?!
Monica se puso a sudar en frío y sintió
su cuerpo empezar a temblar.
En cada época, existía una poderosa
frase que una persona podría usar para salir de cualquier situación: Tengo que
ir al baño.
Pero tal omnipotente palabra no era
dicha tan fácilmente por todos. Para esos con extrema ansiedad social, decir
cualquier cosa frente a otros era un considerable obstáculo.
Por eso, Monica se quedaba petrificada
en su asiento, casi logrando decir las palabras antes de cerrar su boca,
abriéndola, y cerrándola otra vez.
Esta vez lo diré. La siguiente vez lo
diré. Cuando hay un vacío en la conversación, lo diré. ¿Qué constituye un
vacío? Como sea. Solo lo diré. Esta vez, estaba vez de seguro… Mientras su mente seguía, el indicador
de capacidad de maná se acercaba más y más. Neil tenía sus manos en el cristal
ahora.
Si Monica lo tocaba, todo se acabaría.
Sabrían que no era una persona normal.
[Oficial Maywood.] Felix comentó.
[Parece que su elemento más compatible es la tierra, con una capacidad de maná
de 96. Es un buen número. Nunca has estudiado hechicería, ¿cierto?]
Felix sonaba impresionado; Neil le dio
una dulce sonrisa y dijo. [He estudiado un poco en clase. Mi parece al parecer
es bastante talentoso.]
[Ah, sí. La Casa Maywood es famoso por
sus generaciones de poderoso magos de tierra.]
Ahora. Tengo que decir “voy a ir al
baño” ahora mismo… Ah, pero pensarán que estoy interrumpiendo lo que Felix está
diciendo, ¿verdad?
Monica dudó.
[¡Voy yo!] Glenn dijo entusiasmado,
llegando al indicador.
¡Ahhhh! Luego de Glenn, seré la
siguiente… Tengo que salir de esto antes que suceda… Estaba sudando a mares. Entonces, oyó
un krrrrk a su par.
“¿Krrrk?”
El sonido venía del indicador de
capacidad de maná en la mano de Glenn. La porción de la bola de cristal que
estaba tocando estaba brillando en rojo y había una pequeña grieta.
[¡Ah!] Glenn gritó, mientras una grieta
más grande aparecía en la bola.
Rojizo, quitó su mano.
[¡Mr Macragan! ¡Está cosa está rota!]
[Bromeas. ¿Cuánto crees que esta cosa
cuesta, jovencito?]
[¡Gyah! ¡N-N-No fue mi culpa! ¡Debe
estar defectiva! ¡Sí, eso!]
Ya que el cristal brilló rojo,
significaba que el elemento más compatible de Glenn era fuego. El problema era
su capacidad de maná. El indicador se había movido hasta el final. El valor
máximo del dispositivo era 250, así que esa reacción debía significar que tenía
algo como eso… pero ¿algo así era posible?
Uno podría contar el número de personas
en el reino cuya capacidad de maná excedía los 250 con una sola mano. Solo dos
de los Siete Sabios tenían tanto.
Si la capacidad de maná de Glenn
realmente está sobre 250, sería increíble, pero… Todos aquí parecían pensar que
era porque el indicador estaba roto. Monica se inclinaba a ello.
En pánico, Glenn dejó el indicado y
gritó. [Eso no va a explotar, ¿cierto? Estaremos bien, ¿verdad?]
Los otros estudiantes empezaron a
hablar y mirar a Glenn. Era la oportunidad de Monica para escapar. Jaló el
bordillo del uniforme de Glenn y dijo. [Um, yo… voy a ir al baño.]
[¡Entiendo!] Glenn asintió, sin dudar
en lo más mínimo. Aliviada, Monica salió de la clase.
✽✽✽✽✽
W-Wow, estuvo cerca… Monica liberó un largo suspiro
mientras se recostaba contra el muro del pasillo.
Pero no podía bajar su guardia. Aún
había mucho tiempo restante en el período de observación electiva. Si no
regresaba a la clase de hechicería fundamente, Glenn y Felix podrían dudar.
Mientras caminaba por el pasillo, se
preguntaba en qué excusa podría dar. En este punto, quizás debería decirles que
me dio un dolor de estómago y me quedé en el baño por todo el período… Era una
penosa excusa. Entonces, vio otra clase electiva frente a ella.
La puerta se quedó abierto para que los
estudiantes pudieran entrar y salir fácilmente. Curiosa en lo que la clase era,
Monica miró alrededor desde atrás de la puerta para revisar.
¿Eso es… ajedrez?
En la clase, los estudiantes estaban
jugando ajedrez en silencio. Monica nunca lo había jugado y no conocía las
reglas, pero sabía que era un popular juego de mesa entre los nobles.
No sabía que el ajedrez fuera una clase
en esta escuela…
Pensó, sacando una lista de su bolsillo para revisarla. Y allí estaba, debajo
de “electivas.” Había unos cuantos estudiantes dentro, así que asumía que era
una clase popular.
Me preguntó si hay alguna regla de cómo
mover las piezas.
Mientras ausente miraba la mesa más cercana desde atrás de la puerta, alguien
le tocó el hombro.
[Bueno, mira a quién tenemos aquí. Es
la ardilla favorita del príncipe, pasando por el salón.]
Un joven con ojos caídos y cabello
castaño oscuro estaba mirándola— era Elliott Howard.
Sus ojos se fruncieron con una sonrisa
maligna, igual cuando se había burlado de ella por su falta de refinamiento
cultural.
[¿La ardillita tiene interés en la
clase? Bueno, en ese caso, te mostraré las andadas.]
[N-No, yo… Um—]
Antes que Monica pudiera girarse y
escapar, Elliott tomó su muñeca y la arrastró a la clase. Varias personas
jugando en la clase se detuvieron y miraron a Monica. De inmediato bajo la
mirada por la inquietud.
[Hey, toma asiento aquí. ¿Cuántos años
llevas jugando? ¿O ni siquiera sabes los hombres de las piezas…?]
[N-No, no las conozco.] Dijo,
asintiendo con completa seriedad a las palabras burlonas de Elliott.
Se rio tanto que sus hombros se
agitaron, luego tomó asiento frente a ella. [Empecemos con sus hombres y cómo
se mueven las piezas. Estos son los peones. Las piezas más débiles.] Dijo,
tomando una pieza negra y una blanca, explicando cómo se movían.
Monica tenía poco conocimiento de
juegos de mesa como este. No era que le faltara interés— nunca había tenido la
oportunidad de jugarlo antes. Cuando se trataba de ajedrez, lo más que había
hecho era observar desde lejos mientras nobles niños jugaban en su tiempo en
Minerva.
Una vez Elliott terminó de explicar
todas las piezas, Monica dudosa levantó una mano y preguntó. [Um… así que, este
juego… ¿Qué tienes que hacer para ganar?]
[¡Pfft-ha-ha! De verdad que no sabes
nada, ¿cierto? Es muy simple. Capturas al rey enemigo. Es todo.] Elliott dijo,
tumbando al rey blanco y sonriendo. [El ajedrez es un juego de guerra. Para los
nobles como el resto de nosotros, es un hobby importante para tener un
pensamiento estratégico.]
[Juego de guerra.] Repitió, mirando a
las piezas en el tablero. [¿Qué pieza sería el soldado mágico?]
[Probablemente los arfiles. Los monjes guerreros
solían ser parciales en el uso de hechicería.]
[Entonces los magos— er, monjes
guerreros. ¿Tienen valores establecidos para su poder mágico? Como, la magia
con la que son más compatibles, sus ataques… Oh, ¿y cuál es la fuerza estimada
de sus barreras mágicas? ¿Qué hay de las armas que los soldados pueden llevar?
¿Cuánto comida ha sido almacenada en el fuerte?]
[¿Qué?] Elliott dijo, pestañeando en
confusión.
Monica continuó parloteando. [¿Este
juego de guerra tiene una estación o clima específico? ¿Diferencias en altitud
geográfica? ¿A qué lado el viento está soplando?]
Sus preguntas eran bastante serias y
todo lo que podía hacer Elliott por momentos era dejar abierto su mandíbula.
Eventualmente, se puso a reír. [¡Aguanta! ¡El tablero no da para todo eso! Es
solo un juego, ardillita. ¡Hablas como si hubieras experimentado una guerra
real!]
[Yo nunca he, um, he estado en una
guerra…]
Monica nunca había participado en una
guerra de humanos contra otros— pero había participado en combates de práctica
reales con la Corporación Mágica junto al Mago Barrera, Louis Miller. Su colega
se había asegurado que supiera exactamente cómo leer un mapa estratégico antes
que fueran a una. Para lanzar hechizos precisos que impacten a los
ptedodragones de un golpe, necesitaban conocer la inclinación de la tierra y la
dirección del viento.
[¿Entonces la puesta de este juego de
guerra es un simple plano?] Monica preguntó para asegurarse. [No hay diferentes
de altitud y las piezas solo se moverán en predeterminadas formas. No hay
negociaciones con altos oficiales— solo matar al rey.]
[S-Sí.] Elliott dijo, asintiendo. Se
veía un poco asustado. Monica continuó mirando al tablero, entonces declaró.
[En ese caso, se ve fácil.]
Al comentario de Monica, Elliott
frunció sus ojos y los rincones de sus labios se levantaron. Ah, qué
idiotez, pequeña desvergonzada, pensó. Sin molestarse en ocultar su ira y
molestia, se burló de ella. [¿Entiendes, Lady Norton, que te has hecho enemiga
de cada persona en esta habitación?]
Monica no respondió. Solo continuó
mirando al tablero en silencio. [Espera. Espera. No estás por mover un peón un
cuadro y decirme lo fácil que era, ¿verdad?]
Monica se mantuvo en silencio. Sin
embargo, Elliott reconoció la pasiva cara que estaba dirigiendo hacia el
tablero de juego. Era exactamente la misma que tenía cuando se le había
ordenado revisar los registros contables.
Monica Norton era una pequeña normal
sin educación noble. Aunque había encontrado al perpetrador que había dejado
caer el florero tratando de matar a Felix, perfectamente había revisado todos
los registros contables.
Elliott pensó por un momento, entonces
arregló las piezas en el tablero que Monica aún estaba viendo— para colocar las
blancas frente a ella. Su rostro lentamente se levantó del tablero para
mirarlo.
Al parecer asumió una intrépida
sonrisa. [¿Quieres probar jugar un juego para ver de qué va? Incluso quitaré mi
reina.]
[¿Quién va primero…?]
[Las blancas primero. Cuando estés
lista.] Dijo, quitando la reina negra del tablero.
Los ojos de Monica se abrieron mientras
se giraba a ver a Elliott. [¿Ve dejas ir primero?]
[Claro. Adelante.] Asintió con cara
llena de confianza, aunque sintiendo una extraña sensación de intranquilidad. A
pesar de ser un total principiante, Monica se había dado cuenta que el primer
en mover en este juego tiene la ventaja.
[Bien.] Monica dijo, moviendo de
inmediato un peón desde el medio del tablero dos espacios.
Primero, los peones parecían tener
simples reglas en cuánto se movían, pero eran complicados. Usualmente, podían
moverse un espacio a la vez. Pero cuando un peón se mantenía en su posición
inicial, se le permitía moverse dos espacios. Tenía una forma diferente de
moverse cuando tomaba las piezas enemigas— en esos casos, se movía
diagonalmente. Y si llegaba al otro extremo del tablero, podía verse como
cualquier otra pieza.
Dudo que pudiera entenderlo con solo
una explicación,
Elliott pensó. Avanzar a un peón del medio en el primer movimiento era un
movimiento común. Tenías que mover las piezas frontales antes para darles a tus
piezas traseras espacio para moverse.
Un pensamiento común para un
principiante, supongo,
pensó, mirando fríamente al tablero y moviendo su pieza. La forma en la que
Monica sostenía las piezas dejaba en claro que era una principiante. Realmente
no sabía cómo escogerlas o colocarlas de vuelta.
Aunque, mientras continuaba, nunca dudó
cuando hacía un movimiento.
Luego Elliott avanzó uno de sus
caballeros, Monica respondió de inmediato.
Estaban jugando este juego casualmente,
por disfrute. No habían decidido el tiempo límite para sus turnos y no estaba
siguiendo el rastro.
Podía jugar tan lentamente como quería,
dándole tiempo a pensar. Elliott movió otra pieza y Monica, sin perder un
momento, hizo su siguiente movimiento. Estaba jugando tan rápido que empezaba a
preguntar si no lo estaba pensando.
¿Está tratando de presionarme…? No…
Luego de pensar por un momento, Elliott
hizo su siguiente movimiento. Monica una vez más regresó el ataque.
Incapaz de resistir, Elliott dijo. [No
estamos jugando con tiempo límite. ¿Por qué no piensas en tus movimientos?]
[……] Monica no respondió— solo miró a
las piezas en el tablero.
Elliott frunció el ceño y tomó su
turno. Luego Monica tomó el suyo de inmediato.
En algún punto, las personas empezaron
a reunirse alrededor de su mesa. Pero Elliott no estaba prestándole atención a
la nueva audiencia. Su mirada estaba pegada al tablero y sus labios, ocultos
detrás de su mano, estaba retraídos en asombro.
¿Qué es esto…?
Elliott era uno de los tres jugadores
más hábiles en esta clase. Se había dejado en desventaja al quitar su reina,
pero no estaba dando resultados. Se imagino que arrinconaría a Monica incluso
con la ventaja, entonces la atormentaría antes de eventualmente ganarle.
Aunque, ahora parecía ser el
arrinconado. Era claro para todo el que viera.
Monica no estaba haciendo ningún
movimiento sorpresa o raras jugadas para principiantes. Solo estaba jugando
hermosamente de forma ejemplar— extremadamente precisa y sin perderse. No solo
estaba prediciendo los movimientos de Elliott, estaba derrotándolos, reduciendo
sus números. Su caída solo era cuestión de tiempo.
Espera, Elliott pensó. Mientras miraba
al tablero, notó una sola forma de darle la vuelta. Aún tenía un rey y una
torre sin moverse— y nada entre ellos.
Puedo enrocar aquí…
Bajo específicas condiciones, se te
permitía mover al rey y la torre en un solo turno. Era una jugada llamada
enroque. Aún no le había enseñado a Monica que era enrocar. Había pensado que
fácilmente podría aplastarla sin necesitar usarlo.
Si puedo usarlo ahora, puedo ganar…
¿Debería usarlo igual?
Su orgullo lo hacía dudar. ¿Iría a la
perdición o ganaría al enrocar, un truco que no le había enseñado?
Al momento que su mano se detuvo, una
sensación pasó por la multitud. Probablemente estaban preguntándose por qué no
estaba enrocando.
Oh, cierto. No tienen idea que no se lo
enseñé.
Una vez se dio cuenta de eso, su mano
se movió. Tomó su rey y una de sus torres… y enroco su rey.
Monica, quien hasta ahora había estado
viendo el tablero, pestañeó y miró a Elliott.
Alto. No me mires.
Alejó sus ojos, tratando de escapar de
su mirada. Mientras, sus labios ya estaban dando una elocuente excusa.
[Eso se llama enrocar. Solo puedes
hacerlo si tienes un rey y una torre que no has movido aún, no hay otras piezas
en su camino, y tu rey no está en jaque—]
[Perdí.]
Pero antes que pudiera terminar su
explicación, ella anunció su derrota.
[¿Enrocar?] Dijo, probando la palabra.
[Si es una regla oficial, ya no puedo ganar.]
Elliott estaba asombrado.
¿Por qué eso no había hecho enfadar a
la ardillita? Solo la
había derrotado usando una regla que nunca le contó. Tenía el derecho a estar
enojada— no era justo.
Sin embargo, no podía mirar ni el más
mínimo enfado en su rostro mientras sus cejas caían y empezaba a jugar con sus
dedos.
[P-Perdón por llamarlo fácil… El
ajedrez es más difícil de lo que pensé… No importa lo óptimo de tus
movimientos, tu oponente es humano, así que… hay mucho impredecible
involucrado.]
El ganador de este juego era Elliott.
Pero se quedó con el amargo sabor de la
derrota— y autodesprecio.
Si Monica no lo hubiera criticado, pudo
haberse sentido un poco mejor. Habría estado bien con ella echándole la culpa,
diciendo que no era justo usar un movimiento que no le había enseñado. Pero no
parecía considerarlo mucho problema— solo alineó sus piezas de regreso, sus
pensamientos se concentraron en el enroque.
Elliott empezó a decir algo.
No sabía si estaba por disculparse o
preguntar por qué no estaba enojada con él— solo sabía que tenía que decir
algo. Pero antes que pudiera hacer un sonido, alguien más habló.
Era un hombre alto con la cabeza
rasurada y cara firme. Podía ser tomado por un veterano mercenario, pero era—
quizás increíble— el maestro de ajedrez, Mr Boyd.
[Tú, muchacha. ¿Tu nombre?]
La mirada de Monica iba de derecha a
izquierda, pero no había muchas estudiantes en la clase. Y Boyd la estaba
viendo directamente.
Bajo su perforadora mirada, empezó a
agitarse como una ardillita que se había encontrado a un animal más grande.
[M-Mo… Moni, Moni, Moni…]
Agitándose, dio lo mejor para decir su
hombre… pero solo seguía repitiendo “Moni” y sin dejar salir el resto.
Boyd, quien estaba viéndola, tenía más
que rasgos faciales duros. Todo su cuerpo estaba constituido por músculos. Se
veía como alguien quien debería estar parado en un campo de batalla con la
cabeza del general enemigo en su mano, sin jugar con pequeñas piezas de
ajedrez. Era natural que estuviera asustada.
Elliott suspiró en resignación y la
interrumpió. [Lady Monica Norton. Está en el consejo estudiantil conmigo, Mr
Boyd.]
[Entiendo.] Respondió, su resonante voz
parecía salir desde su estómago. Colocó una pieza de papel en la mano de
Monica— una aplicación electiva.
Monica, aún repitiendo una serie de
Monis, llorosa, miraba entre el profesor y la aplicación.
Boyd continuó, con voz firme y clara.
[Asegúrate de unirte.] Ella asintió, aún resonando “Moni, Moni.”
Apuesto que ni siquiera sabe lo que le
está diciendo, Elliott
pensó, suspirando y frunciendo sus ojos en exasperación.
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