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Capítulo 3

El Toro sin Cola, la Animada Noble, y el Gato que Usa una Falda

 

Una vez el tour de observación se terminó, Monica se dirigió a la sala del consejo. Estaba arrastrando sus pies— digamos, se salió en el medio de la hechicería fundamental y no había regresado ates que el tour terminara. Feliz podría decirle algo.

 

Pero esa clase de ajedrez estuvo divertida…

 

El ajedrez era entretenido para ella en una forma diferente a las ecuaciones y fórmulas mágicas. Mientras pensaba en todos los diferentes movimientos que pudo haber hecho— si hubiera usado al caballero en lugar del peón, o si su oponente hubiera atacado como— abrió la puerta al salón de consejo estudiantil.

 

Solo Cyril y Elliott estaban dentro. Ambos estaban viendo una pieza de papel, perdidos en la conversación. Preguntándose si algún problema había salido, Monica escuchó lo que estaban diciendo.

 

[Cyril… lo voy a preguntar otra vez. ¿Qué es esto?]

 

[Todo lo que puedo ver es un toro y una rueda.]

 

[¡Todo lo que puedo ver es un conejo y una rodaja de naranja podrida!]

 

Basado en lo poco que podía ir, no tenía idea de lo que estaban hablando. Pero antes que pudiera pensar en qué decir, Elliott la notó y levantó la mirada del papel— antes de hacer una cara de amargura y alejar su mirada.

 

¡¿D-Dije algo mal durante la clase de ajedrez hoy… y lo hice enojarse…?! Ella pensó, agitada.

 

Cyril también notó a Monica y dijo su hombre. [Oh. Contadora Norton.]

 

Contadora Norton— cuando dijo su título, sintió su espalda ponerse recta. Ya no más encorvada y haciéndose más alta, miró a Cyril. [H-Hola… Um, ¿de qué estaban, uh, hablando?] Preguntó.

 

Cyril bajó su mirada al pedazo de papel. [Las preparaciones para el festival escolar serán movidas iniciando el siguiente mes, y tendremos a muchos contratistas entrando y saliendo. Estábamos verificando los sellos de los contratistas por adelantado.]

 

Monica recordó ver los sellos de los contratistas en los documentos que ella y Neil habían estado organizando el día anterior. Pensó en los emblemas inscritos a la par de los nombres de las compañías.

 

Elliott continuó la explicación de Cyril. [Estoy a cargo de manejar la Compañía Abbott, la cual Cyril estuvo a cargo el año pasado. Cuando le pregunté cómo se veía su sello, me dijo que era un toro con una rueda. Pero ambos son bastante comunes, ¿verdad? Sé de al menos tres o cuatro compañías con un logo de toro y rueda.]

 

[Es por eso que lo dibuje por ti.] Cyril dijo con una amarga expresión en su rostro mientras le entregaba el papel en la mano de Elliott.

 

Cuando Monica lo miró, se encontró sin palabras. Si tuviera que expresar lo que vio verbalmente, podía decir… era un objeto circular distorsionado partido en doce secciones detrás de un cuadrúpedo o algo como eso.

 

Elliott se veía exasperado mientras apuntaba a la cabeza de ese algo. [Justo aquí, saliendo verticalmente— esas son orejas de conejo, ¿verdad?]

 

[Son cuernos de toro.] Cyril dijo con seguridad. Elliott le dio una mirada de lástima al chico.

 

Monica no quería ser descortés con Cyril, pero estaba de acuerdo con Elliott. Las cortas piernas en la silueta redonda se veían más como un conejo que un toro. Estaba mirando a la gran cosa de ojos redondos cuando Elliott la metió a la conversación. [Hey, Lady Norton. ¿Se ve como un toro para ti?]

 

[¡¿Huh?! Uh, ummmm…] Le dio una mirada a Cyril, quien estaba viéndola con su usual mirada perforante. Pero en esos penetrantes ojos, tuvo en presentimiento— aunque quizás era solo su imaginación— que vio una pizca de algo como… anticipación…

Cuando Monica empezó a jugar con sus dedos y vagar su mirada, Elliott se bajó de hombros. [¿Ves, Cyril? Enfrenta la realidad.]

 

[¡Bueno, esto es todo lo que el príncipe necesitaba pensar!]

 

[Sí, probablemente porque sabe que estabas manejando a Abbott el año pasado.] Elliott dijo, exasperado.

 

Cyril se molestó. [¡¿Dudas de las palabras de Su Alteza Real?!]

 

[¡De lo que dudo es de tu sentido artístico! ¡¿Cómo pensaste que esto transmitiría tu visión?! Ugh. ¡Esto es lo que pasa cuando alguien no tiene refinamiento!]

 

Mientras los dos empezaban a discutir en serio, Monica reunió el coraje y balbuceo. [¡Um, um, umm…!]

 

Ambos se giraron a ella— lo cual solo causó que sus piernas cedieran. Sin embargo, se fue por un bolígrafo de pluma y se concentró, garabateando algo en una hoja de papel cercana. Luego de un minuto, Monica había terminado.

 

[E-Este es el, um, emblema de la Compañía Abbott…]

 

Un toro de lado izquierdo contra una rueda con doce picas. Lo había dibujado de memoria. Los ojos de Cyril y Elliott se pegaron al papel.

 

[Así es exactamente cómo lo recuerdo.]

 

[Lady Norton, ¿estás relacionada de alguna manera con la Compañía Abbott?]

 

Monica agitó su cabeza, entonces regresó al bolígrafo en su stand. [Lo vi en la lista de ayer. Um, yo… soy buena recordando diagramas y dibujándolos de memoria, así que…]

 

 

Ciertos hechizos de imbución, los cuales imbuían materia con maná, creaban una fórmula mágica en un patrón o diseño especial. Monica amaba esos patrones— estaban calculados bellamente— y siempre que tenía un tiempo libre en Minerva, solía copiarlos en un papel hasta que sus manos estuvieran negras por la tinta.

 

[¿Cómo dibujas círculos perfectos y líneas rectas sin usar ninguna herramienta…?] Elliott preguntó.

 

Cyril miraba entre su dibujo y el de Monica, entonces puso un puño en su palma como si se hubiera dado cuenta de algo. [Ya veo. A mi toro le hace falta la cola.]

 

[Lo que hacía falta era la habilidad artística. ¿Cómo alguien tan avergonzado por su cántico siendo escuchado puede mostrarle a otros algo como esto?]

 

Cuando la hostilidad empezó a volver al cuarto, la puerta se abrió. Era la hermosa secretaria del consejo, Bridget Greyham.

 

Les dio una mirada a los dos chicos, aun mirándose entre sí, y declaró. [La seguridad nos contactó diciendo que una carta de la Compañía Abbott está en la puerta frontal. Quién sea que lo esté manejando, por favor vaya a revisarlo.]

 

Esa era la compañía con el emblema del toro y rueda de la que habían estado hablando. Elliott, el responsable, frunció el ceño. [¿Y envío de suplementos?] Preguntó. [Es bastante más antes de lo esperado. Negociaron los fuegos artificiales y explosivos, los cuales se dañarían si los traen demasiado pronto… Bien. Iré ahora.]

 

Mientras Elliott se movía para salir del cuarto, Cyril le dijo que esperara. [Las reglas dicen que cuando contratistas exteriores están haciendo trabajos en terreno académico, deben ser recibidos por un miembro de la facultad o dos oficiales del consejo. Iré contigo.]

 

[Tienes una reunión con los presidentes de clubes luego de esto, ¿verdad?] Elliott dijo. [Y Lady Bridget está ocupada escribiendo invitaciones para el festival.] Miró a Monica, la única aquí sin tareas. [Lady Norton, ven conmigo.]

 

[¿Y-Yo?]

 

[Nunca antes has supervisado a los contratistas exteriores, ¿verdad? Esta es una buena oportunidad para que aprendas el proceso.]

 

La sugerencia de Elliott tenía sentido. Pero cuando Monica pensó en ella y Elliott trabajando juntos— considerando su constante hostilidad abierta hacia ella— sus piernas empezaron a temblar. Además, lo había enojado durante las clases de ajedrez.

 

Quizás me está llevando para regañarme…

 

Pero no podía huir de él para siempre. Las cosas solo iban a ponerse más ocupadas desde ahora mientras preparaban el festival escolar. Ella tomó un profundo respiro, luego se giró a mirar a Elliott.

 

[Yo— entiendo. Iré, um, contigo.]

 

[Genial. Gracias, Lady Norton.]

 

Mientras Elliott la miraba, su expresión no era simple disgusto, sino una complicada mezcla de emociones.

 

Los ojos de Cyril inconscientemente siguieron los de Elliott y Monica mientras dejaban el salón del consejo. ¿Estarán bien…? Se preguntó.

 

Elliott odiaba a las personas que consideraba “arribistas” y podía ser bastante agresivo con ellos. El mismo Cyril no era la excepción, habiendo sido originalmente un plebeyo antes de su adopción por el Marqués Highown. Elliott le tiraba mierda, pero su hostilidad había sido más evidente cuando Cyril se inscribió en la academia.

 

[No te la creas, plebeyo.] Dijo. [Odio a las personas como tú— personas que no conocen su lugar— a muerte.]

 

Cyril prefería juzgar a las personas en sus méritos, pero Elliott tenia la clase social sobre todo lo demás. Claro, alguien tan metido en la clase no pensaría bien de Monica, quien claramente había sido criado como una plebeya.

 

Mientras Cyril miraba hacia el pasillo, Bridget, quien aún estaba escribiendo invitaciones, dejo su trabajo y solo comentó. [Eres tan sobreprotector.]

 

La miró, sus labios se fruncieron. [La Contadora Norton podría avergonzarnos frente a los exteriores, eso podría afectar la reputación de la Academia Serendia. Es natural que esté preocupado.]

 

[Solo déjalo así, ¿no?] Respondió la hermosa chica— una de las tres más hermosas en la academia— sin sonreír nada.

 

Luego, miró al papel en las manos de Cyril. Encima estaba su dibujo del emblema de la Compañía Abbott— el que Elliott había criticado. Bridget lo miró con sospecha. [Por cierto, ¿qué ese infantil garabato? ¿Algún tipo de código?] Dijo.

 

[Olvídalo…]

 

✽✽✽✽✽

 

Elliott alejó su mirada de Monica y la fijo al frente con una amarga expresión en su rostro. Estaba caminando a grandes pasos. Ella siguió mirándolo, obviamente asustada. Pensó que iba a decir algo poco amable.

 

Ah, por el amar de… Pensó. Logré sacarla, pero ¿qué se supone que diga?

 

Antes, en la clase de ajedrez, jugó contra Monica y ganó— pero solo por usar enroque, un movimiento que no le había enseñado. Esta chica campesina que no sabía del juego lo había abrumado y no lo lograba superar.

 

Lo que había hecho no fue justo. Fue un comportamiento penoso para un noble que se supone guíe a otros. Aunque, el pensamiento de una simple disculpa le molestaba. Irritado e incapaz de pensar qué decir, abría su boca y la cerraba, luego la abría y la cerraba.

 

Mientras, los dos salieron del edificio escolar y avistaron el carro. Se detuvo frente al almacén oeste, donde se estaría descargando. Significaba que sus documentos ya habrían sido revisados en la puerta frontal.

 

Elliott tenía la llave al almacén, así que todo lo que quedaba era revisar los materiales y descargarlos. Una vez empezaron a trabajar, Elliott perdería su oportunidad de hablar con Monica. Dándose cuenta de esto, se hizo a la idea.

 

[Oh, Lady Norton, acerca de la partida de ajedrez de antes…] Dijo, mirándola.

 

Monica detuvo sus pasos y parecía estar mirando a algo. Toda expresión dejo su rostro.

 

[Es diferente…] Dijo.

 

[¿Qué?]

 

Monica señaló al emblema al costado del carro y dijo. [Ese sello no es el mismo que recuerdo.]

 

Elliott frunció el ceño y observó el emblema del carro. Una gran rueda y un toro. Lucía exactamente igual al de la imagen que Monica había dibujado antes. [¿Qué es diferente?]

 

[La rueda debería tener doce espicas. Pero la rueda en el emblema del carro tiene diez.]

 

[¿Segura que no lo estás recordando mal?] Preguntó dudoso.

 

Entonces Monica— su tono inusualmente firme— dijo con certera. [Sí, estoy segura. Una vez veo un diseño, nunca lo olvido.]

 

Ya sea que estuviera revisando libros contables o jugando ajedrez… cuando se metía en algo, Monica Norton tomaba una expresión casi temerosamente impasible. Era como si hubiera dejado todo lo demás fuera de su objeto de interés. El resto del mundo era invisible para ella. Ahora ni siquiera estaba prestándole atención— simplemente estaba viendo el emblema.

 

Elliott se detuvo, luego le dio una mirada más cercana al carro de la Compañía Abbott.

 

Era su usual vagón cubierto, llevado por dos caballos. Una persona sentada atrás de los caballos y otra parada a su par. Ambos hombres de mediana edad, vestidos como típicos técnicos listos para atender grandes clientes. Elliott no veía nada sospechoso en ellos.

 

Monica debió haberse equivocado, pensó. Aunque… Esta entrega está una semana más antes del calendario.

 

Mientras trataba de decidir qué hacer, Monica le susurró. [Hay una cosa más.]

 

[¿La hay?]

 

[El toro— se ve similar, pero… olvidaron dibujarle la cola.]

 

Con eso, Elliott tomó su decisión. [Sí, es extraño. Un contratista de primera vendiéndole a la Academia Serendia nunca cometería tal error como Cyril.]

 

Si esos hombres estaban mintiendo acerca de quiénes eran, pueden estar aquí para robar algo o secuestrar a alguien… Como sea, no son nada bueno.

 

El hombre frente al carro notó a Elliott y vino a él. El conductor, sin embargo, mantenía sus manos en las riendas. Cualquier mercante con modales ataría a los caballos en algún lugar, se bajaría y saludaría con su tarjeta de negocios.

 

Y no lo está haciendo— probablemente para hacer su salida si lo necesita…

 

Manteniendo la guardia, le susurró a Monica. [Lady Norton, me quedaré comprando tiempo hablando con ellos. Ve a llamar a la seguridad.]

 

A su sugerencia, la expresión en el rostro de Monica se oscureció. Insegura, miró a Elliott, frunciendo el ceño. [Um, pero estarás en peligro… yo.]

 

Elliott se sorprendió. No era particularmente talentoso en la esgrima o combate mano a mano y no podía usar hechicería. Sin embargo, debería ser el que se quede, no Monica.

 

Después de todo…

 

[Soy un nombre, ¿recuerdas? Tenemos el deber de proteger a la gente común. A diferencia de ti, tengo obligaciones.]

 

Elliott Howard era un hombre que la tenía muy creída en las clases sociales. Creía que todos deberían llevar papeles asignados a ellos desde el nacimiento— los nobles deberían actuar como nobles, los plebeyos como plebeyos.

 

Un nombre debe servir como un modelo para las personas y contribuir a la sociedad. Deben darles asistencia a los ciudadanos sin poder y protegerlos.

 

Por esa razón, tenía que quedarse aquí mientras Monica huía— para cumplir con su deber y proteger su orgullo como noble.

 

El hombre pretendiendo estar con la Compañía Abbott ahora estaba cerca para oírlos— y la falsa sonrisa dejo su rostro. Probablemente se dio cuenta en el cambio de Elliott y las expresiones de Monica.

 

[¡Ve ahora, Lady Norton!]

 

Él la hizo a un lado mientras el hombre corría a él. Un cuchillo brilló plateado en la mano del hombre. El área alrededor del almacén estaba desierto. Si Elliott fuera atacado aquí, no tendría oportunidad.

 

Así que es eso… Pensó, chasqueando su lengua. Pero entonces, oyó el relinchido de un caballo.

 

✽✽✽✽✽

 

Al momento que uno de los hombres sacó un cuchillo, se volvieron en nada más que enemigos en la mente de Monica. Lo que sea a que los intrusos apuntarán, mientras sea posible que pudieran asesinaran al segundo príncipe, su guardaespaldas no podía permitirse hacer la vista a un lado.

 

El problema era cómo neutralizarlos. Con Elliott a su par, sus opciones eran limitadas. Si usaba un hechizo de choque leve para desarmarlos, se desmayarían de pronto, lo cual sería poco natural.

 

Tambaleándose por el empujón de Elliott, sus ojos se fijaron en los caballos atados al carro.

 

Lo siento… se disculpó. Sin recitar, envió un choque eléctrico débil a la retaguardia de los caballos. Sorprendidos por el dolor, los caballos se agitaron, levantando las patas delanteras y relincharon.

 

[¡¿Q-Qué—?!] El conductor exclamó, frenéticamente tomando las riendas— una acción que solo alimento más a los caballos.

 

De pronto, se dispararon a una increíble velocidad. El conductor perdió su balance y cayó de su asiento. Monica usó un hechizo de luz en el hombre quien había caído y lo noqueó. Eso haría como que la caída había sido lo que lo dejo inconsciente.

 

Uno menos…

 

El carro fuera de control se dirigió hacia el hombre con cuchillo. Gritó, tiró su arma y rodo por el suelo para evitar el carro.

 

Mientras rodaba, Monica uso su hechizo de luz otra vez para dejarlo inconsciente— así que parecía que fue golpeado por el carro y lo noqueó.

 

Era un método bastante discreto, aunque bastante avanzado, de luchar. Estaba manejando su hechicería para golpear exactamente donde sus objetivos estaban escondidos detrás de los cuerpos de los caballos, fuera de la línea de visión de Elliott. Todo esto fue posible por sus hechizos de rápida activación sin cántico.

 

Ahora solo tenía que calmar a los caballos— [¡Lady Norton, vuelve!]

 

[¡¿Pyaaah?!] Monica gritó, haciéndose atrás por la advertencia de Elliott. Las patas de los caballos la rozaron. Un momento después, las ruedas del carro pasaron rosando su nariz.

 

[Eep, eep…] Ella se agitó, cayendo al suelo. Espuma llenaba la boca de los caballos— completamente caídos. Debió haberles dado un choque muy intenso.

 

Elliott chasqueó su lengua. [Mierda. Supongo que nos salvamos, pero… ¡¿Por qué los caballos de pronto se alocaron?!]

 

¡Es mi culpa! ¡Lo siento, lo siento tantooooo!

 

Ya que se sintieron fuera del peligro, los caballos siguieron la cerca en un giro, se movieron alrededor volviendo del camino que vinieron.

 

[¡Arriba del árbol! ¡Vamos!] Elliott gritó.

 

[¡B-Biiiien!]


elliott empezó a subirse hábilmente a un árbol cercano… pero Monica, quien tenía nulas habilidades motoras, dio un paso arriba antes de deslizarte del tronco. Mientras seguía intentándolo, el chasquido del carro se acercaba.

 

[¡Lady Norton, de prisa! ¡Toma!] Elliott gritó desesperadamente, estirando su mano desde el árbol.

 

[¡Oof!]

 

Cuando golpeó el suelo, lo vio— el carro fuera de control, justo ante sus ojos.

 

Si uso una barrera defensiva, será muy obvio… ¿Debería crear un vendaval? No, necesitaría más de un vientecito para detener a los caballos… ¿El hechizo de choque otra vez? Sería raro si lo hacía tan fuerte para noquearlos, y un choque más débil probablemente haría las cosas peor… Ahhh. Sus ojos estaban dando vueltas, y fue incapaz de recomponerse.

 

Justo entonces, sintió a alguien tirar de su brazo. [¡Por aquí!]

 

Una mano enguantada tomó la suya. Con una fuerza inusual para una doncella de la Academia Serendia, la chica tiró de Monica.

El pequeño cuerpo de Monica estaba envuelto en los brazos de su salvadora. [Eep..]

 

[Phew. Eso estuvo cerca.]

 

Quien la había levantado y sostenido era una estudiante alta. Su cabello castaño estaba atado desde atrás y parecía llena de energía. Juzgando por el listón en su collar, era una estudiante de segundo como Monica. Pero su rostro no era familiar, así que debía ser de otra clase.

 

[G-Gracias, gracias, gracias—]

 

[¡Puedes agradecerme luego! ¡Aléjate un minuto!] La chica alta dijo, arremangando el borde de su falda y confrontando el huyente carro que una vez más se dirigía a ellas.

 

[¡C-Cuidado! ¡Es peligroso!] Monica gritó.

 

[¡¿Qué estás haciendo?!] Elliott le gritó a la chica. [¡Sal de allí!] A pesar de sus advertencias, la chica miró directo al carro sin moverse.

 

Mientras iba a ella, lo esquivo por un pelo, tomando las agitadas riendas y saltó. Su falda blanca revoloteaba, entonces llegó a un alto en el asiento del conductor.

 

[Están bien ahora.] La chica dijo, jalando en las riendas derecha e izquierda al mismo tiempo. [¿Ven? Calma. Vamos, calma.]

 

Nunca regañó a los caballos o tiró fuerte de las riendas. Firmemente repetía. “Vamos, vamos.” Gradualmente reduciendo el pasó y calmándolos.

 

[Chicos buenos.] La chica dijo, jalando de las riendas otra vez para detener a los caballos.

 

Elliott se bajó del árbol y miró al carro con ojos abiertos. [Eso fue increíble…]

 

Nadie podría entrar a un carro perdido y calmar a ambos caballos. Pero la chica solo se limitó a acariciar sus melenas sin creerse. [Es bueno que fueran entrenados para responder a voces.] Dijo.

 

[Perdón por preguntar.] Elliott dijo. [Pero ¿podrías mantenerlos en calma? Las dos personas en el suelo son intrusos pretendiendo ser un contratista.]

 

[¡¿Intrusos?! Sí, muy bien. Entiendo.] Aunque estaba sorprendida por la instrucción, asintió sin más argumento.

 

Elliott quitó la llave hacia el almacén oeste de su bolsillo, abrió la puerta y lanzó a los dos inconscientes hombres adentro. Luego cerró la puerta otra vez y le echó llave.

 

[Bien. Eso debería mantenerlos fuera de problemas. Lady Norton, espera. Iré a llamar a la seguridad y la facultad.]

 

Dejándolos con claras instrucciones, Elliott corrió hacia la puerta frontal. Es probable que lo pensara más rápido que Monica, quien era lenta y mala explicando cosas.

 

Luego de observarlo irse, Monica miró a su salvadora, quien estaba sentándose en el asiento del conductor e inclinó su cabeza en gracias. [Um, gracias p-por, um, ayudarnos.]

 

[Ni lo menciones. ¡Cuando alguien está en problemas, tienes que ayudarle! Se encontraron con los intrusos, ¿cierto? Debió haber sido duro.] La chica observo a Monica con preocupación, sosteniendo las riendas aún. Su actitud era sin afecto y directa. No tenía la imagen de noble señorita de la Academia Serendia, pero se veía amigable.

 

[Soy Casey Grove, segundo año. ¿Cuál es tu nombre?]

 

[¡Yo, bueno, um… soy Monica Norton!] Monica se trabó, y su rostro de inmediato se puso rojo.

 

Pero Casey no mostro señales de burlarse de ella. [¡Monica Norton! Así que eres la estudiante de transferencia de la que tanto he escuchado.]

 

 

¡¿E-Ella ha oído de mí…?! Supongo que soy tema de chisme ahora… El rostro de Monica se oscureció, sabiendo que los rumores no serían nada buenos.

 

Casey invitó a Monica a subirse al asiento del conductor. [Hey, ¿quieres subirte aquí? Se siente bien.]

 

[¿Huh? E-E-E-E-Espera, no, yo, no puedo…]

 

[Es más fácil montar a un caballo así que de la forma normal. ¡Vamos!] Casey dijo, estirando su mano hacia Monica.

 

Incapaz de rehusarse, Monica nerviosa estiro su mano. Casey la tomó y le dio un fuerte jalón. Con facilidad, subió a Monica a su par. Monica se pregunta si ella era incluso más fuerte que Elliott.

 

Intranquila de sentarse al frente, Monica se asustó mientras tomaba asiento y miraba al frente.

 

[W-Wow…]

 

Para alguien pequeña como Monica, el mundo se veía nuevo cuando lo veías desde arriba. Sus ojos brillaban con fascinación.

 

Casey, acariciando las melenas de los caballos, sonrió. [Las otras chicas en mi clase me dan miradas raras cuando digo esto, pero mi lugar favorito en un carro es en asiento frontal. El viento se siente genial y es el lugar más cercano a los caballos.]

 

Ella miró a uno de los caballos mientras palmeaba su melena— su mirada era gentil. Una mirada lateral a su expresión era todo lo que Monica necesitaba para decirle lo mucho que la otra chica amaba a los caballos.

 

[¿Quieres intentar acariciar a uno? Si lo haces ahora mismo, los hará felices.]

 

[B-Bien.]

 

Como le dijo, Monica acarició la melena del caballo. El suave pelaje de Nero siempre era gustoso al toque y ya que la firme y lustrosa melena del caballo era diferente, tenía su encanto.

 

Siento lastimarte antes… Dijo desde su corazón antes de mirar a Casey en el asiento del par. [Um, Lady Grove, tú, um… sí que te gustan los caballos, ¿verdad?]

 

[No necesitas esos rígidos títulos. Solo llámame Casey. ¿Puedo llamarte Monica?] Monica asintió, y Casey le agradeció y siguió acariciando la melena del caballo. [Um… Oh, cierto. Caballos. Amo los caballos y amo montarlos. En casa, todos montan caballos, mujeres y hombres. Ayudo a transportar víveres por carruaje también. Sabes, como “Los Cerdos del Viejo Sam…”]

 

Casey se pausó, asombrada, y cubrió su boca antes de reírse en bochorno. [Espera, perdón.] Se disculpó. [Probablemente no sabes lo que es. Veras, es una canción infantil que cantamos en casa cuando movemos nuestros víveres y—]

 

[¡Conozco “Los Cerdos del Viejo Sam”!] Monica exclamó en una voz más fuerte de lo normal, apoyándose al frente. [Es una canción acerca de una hermosa y maravillosa secuencia de números…]

 

Casey pestañeó unas veces, luego sonrió con sus ojos. [Me sorprende que alguien más en la Academia Serendia conozca esa canción… Soy una noble de provincia, así que no tengo mucho de qué hablar con las chicas de aquí. No muchas nobles ayudan a mover víveres, así que…]

 

Tenía razón— era la primera vez de Monica viendo a una noble que podía montar un caballo o ayudar con víveres… Aunque conocía a una maravillosa chica que era más que feliz jugando el papel de villana.

 

Casey parecía avergonzado al respecto, pero ahora que tenía un tema compartido de interés— “Los Cerdos del Viejo Sam,”— Monica de pronto se sintió más cercana a ella. [Puedes hacerlo, um, todas esas cosas, ¿verdad, Casey?]

 

[En realidad, puedo cazar también. Con un arco.]

 

 

[Es increíble.] Monica suspiró. Era inútil cuando se trataba de habilidades motoras, así que ser capaz de montar un caballo era más que respeto. ¡Y también podía cazar! Monica pensó, olvidando a los veinte dragones que había matado en los últimos meses y miró a Casey con admiración. [Eres increíble, Casey.]

 

[Ah-ha-ha. Gracias. En realidad quería escoger equitación como una de mis clases electivas. ¿Qué hay de ti?]

 

[Um, no me he decidido aún…]

 

[¿Por qué no tomas equitación conmigo? Será muy divertido.]

 

Los ojos de Monica se abrieron. Nunca había soñado que alguien le recomendaría a ella, alguien tan torpe, probar montar un caballo. [Yo— no, no tengo habilidades motoras…]

 

Era precisamente porque sus habilidades físicas y sentido del balance eran abismales que no podía usar magia de vuelo— a pesar de que entendía la lógica detrás de su fórmula mágica perfectamente.

 

Pero Casey no le prestó atención, diciendo. [El profesor dijo que todos los estudiantes se les enseñará de acuerdo a su nivel de habilidad y que los principiantes están más que bienvenidos. ¡Y no es todo! ¡Si compras ahora, me tendrás a mí, Casey Grove, como un profesor extra! Bueno… solo si quieres, hahaha.] Ella se trabó la lengua mientras Monica observaba, con los ojos abiertos y jadeando. Los profesores de etiqueta probablemente regañarían a otras chicas por el comportamiento, pero era muy encantador.

 

[Ahahaha. Perdón por eso.] Dijo. [¿Fui muy insistente? Hay pocas chicas en equitación que solo pensé que sería bueno si te nos unieras. Me adelante.]

 

[U-Ummm…] Monica nunca había considerado montar un caballo. Ni siquiera lo había visto como una opción. Pero para alguien que no podía usar magia de vuelo, podría ser beneficioso aprender equitación. Y lo más importante…

 

Quiero probar nuevas cosas…

 

Cuando oyó de las reglas de ajedrez en esa clase selectiva, había pensado. Qué simple. Pero luego de jugar, se dio cuenta que no era nada— en cambio, lo encontró lleno de sorpresas y de emoción.

 

Había todo un mundo afuera que nunca conocería a menos que tomara el primer paso.

 

[¿Podría… incluso alguien como yo aprender a montar un caballo?] Monica preguntó.

 

Casey sonrió y puso una mano en su pecho. [¡Solo déjaselo a tu nuevo profesor, Miss Casey!]

 

Luego de eso, las dos tuvieron una buena conversación hasta que la seguridad y la facultad llegó a escena.

 

Monica la pasaba mal interactuando con nuevas personas, pero encontró fácil hablarle a Casey. La forma en la que habla— energética y sin una pizca de maldad— era lindo de oír. E incluso cuando Monica se trababa con sus palabras, en lugar de enojarse, solo esperaba a que terminara. Incluso se aseguraba se sacar temas que Monica encontrara fáciles de hablar.

 

[Ahora que lo pienso, dijiste algo acerca de secuencia de números más antes cuando mencione a “Los Cerdos del Viejo Sam…”]

 

[¡Sí! ¡Eso! La secuencia es famosa por cómo el ratio entre cada dos números se acerca a la proporción áurea…]

 

[Oh, nunca he oído de eso.]

 

[¡Además, es muy divertido demostrar la naturaleza cíclica de la secuencia de restantes…!]

 

[Monica, eres el tipo de persona que no puede parar una vez empieza a hablar de algo que le gusta, ¿huh?]

 

[¡Eek! ¡L-Lo siento! Lo siento mucho…]

 

[No, no estoy enojada contigo. Eres bastante lista.]

 

Su conversación no fue más que una linda charla.

 

Pero para la socialmente inepta Monica, su tiempo hablando con Casey ese día no fue solo divertido, pero precioso.

 

Esa noche, su ático en el dormitorio de chicas, Monica estaba llena de documentos para sus electivos. A los estudiantes se les permitía escoger dos. Escribió su nombre con más esmero del usual en las aplicaciones de ajedrez y equitación, luego suspiro con logro.

 

Mientras miraba a los documentos completos con satisfacción, Nero, quien había estado enrollado en su cama, preguntó. [¿Así que esos asesinos intrusos de hoy iban por el príncipe?]

 

[No, al parecer fue un intento de robo. La Academia Serendia gasta mucho dinero en sus amueblados.]

 

[Y esos ladrones tontos lograron vestirse como mercantes e infiltrarse, solo para de pronto perder el control de sus caballos sin razón aparente, antes de ser lanzados al suelo, perder la consciencia y ser arrestados por la seguridad escolar, ¿huh?] Nero rascó su cabeza con su pata, luego miró a Monica y sonrió. [Aunque tengo que decirlo— tu rostro de pánico fue algo nuevo. ¿Nunca has subido un árbol antes?]

 

[S-Si estuviste viendo, ¿por qué no ayudaste…?]

 

[Hey, no pude haber hecho nada en esa situación. No con ese chico de ojos chinos y la chica de coleta allí.]

 

El chico de “ojos chinos” probablemente se refería a Elliott, mientras a la chica de “coleta” es probable sea Casey. Nero nunca ponía esfuerzo en recordar el nombre de las personas.

 

Normalmente, Nero tomaría caminatas en los jardines de la escuela y cruzaría sus techos en su forma de gato negro, manteniendo los alrededores de Felix cuidados. Pero como un gato, no podía entrar al edificio escolar, así que no sería capaz de ayudar en nada si algo fuera a pasar dentro.

Ondeando su cola, Nero parecía perderse en pensamientos por momentos. Eventualmente, parecía habérsele ocurrido algo y se bajo de la cama. [¡Tuve una gran idea! ¡Si no puedo ser un gato, solo debería ser una persona!]

 

[Pero ¿no siempre usas esa túnica cuando te cambias a tu forma humana?] Siempre que Nero toma la apariencia de un humano, usaría una vieja túnica. Incluso habría sobresalido en la ciudad y sería más sospechoso en la Academia Serendia.

 

Nero sonrió con confianza, el sonido de un maullido audible en su risa. [Claro. Usualmente voy por esa túnica. Pero si lo intento un poco, puedo hacer otra ropa. ¡Mira!]

 

Neblina negra salió de Nero, luego se expandió en la forma de un hombre adulto. Hasta ahora, su transformación no era muy diferente a la de antes. Esta vez, claro, la neblina se mantuvo unos segundos más. Parecía estar pasándola mal.

 

Eventualmente, la neblina empezó a aclararse, desapareciendo desde arriba de su cabeza como tinta lavada por el agua. De ello emergía un joven de cabello negro, pero en lugar de su vieja túnica, ahora usaba en su mayoría el uniforme blanco de la Academia Serendia.

 

Excepto que era el uniforme de una chica…

 

Las velludas piernas masculinas se extendían desde el borde de la falda blanca.

 

[¿Nero…?]

 

[¡Ack, ¿lo cagué?! ¡Mierda! La imagen de tu uniforme es tan fuerte en mi mente… Supongo que tendré que sacarla de un tipo cualquiera y robarle su ropa para observación.]

 

[No puedo hacerlo. Por favor, no hagas eso, ¿bien?] Monica dijo con una firmeza poco característica.

 

Nero chasqueó su lengua en molestia y frunció el ceño.

 

En segundos, claro, hizo de su mano un puño como si hubiera pensado en algo más. La miró. [Hey, Monica. Tuve una idea. Eso, uh, ese chico que te forzó a hacer este trabajo… Sabes. ¿Tu colega? ¡Er, Loui-Loui Lounpappa!]

 

[Es Mr Louis, ¿bien? Por favor, recuérdalo.]

 

[¿Por qué no pudo vestirse como una chica para infiltrarse en la academia? Digo, su cabello es largo y tiene una cara femenina. Dudo que lo atraparían—]

 

A pesar de su certeza que ni Louis o Ryn estaban presentes, Monica se puso pálida y cubrió la boca de Nero con una mano.

 

[¡¿Q-Qué estás haciendo?!]

 

[¡Shhh! ¡No puedes decir eso en voz alta nunca!]

 

El colega de Monica, el Mago Barrera Louis Miller, tenía largo cabello castaño atado y hermosos rasgos faciales femeninos. Sin embargo, odiaba cuando las personas se burlaban de él por verse como una mujer. Para más, todos decían que debería cortar su cabello y estaría bien, pero insistía en dejárselo crecer. Para Monica, el largo de su trenza parecía ser un testimonio de su terquedad.

 

[Mira, Nero, Mr Louis es consciente de su apariencia… La última persona que dijo que se veía como una mujer, bueno… ellos…]

 

No podía terminar la oración; el solo sonido que salió era el chasquido de sus dientes.

 

Incluso el rostro de Nero se puso rígido a su extraño comportamiento. [Whoa, ¿qué les pasó? Termina tu frase. ¡Tengo que saberlo!]

 

[…]

 

[¡Por favor, termina tu frase o no seré capaz de dormir esta noche!]

 

Ignorando los gritos de su familiar (quien ahora era un adulto usando una falda), Monica se metió bajo sus sábanas.

 

Los múltiples hechos de extrema maldad cometidos por el Mago Barrera Louis Miller eran demasiado duros para que Monica lo dijera en voz alta.

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