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Capítulo 4

 

[Eso debería ser suficiente.] Dije, mirándome por el largo espejo. Luego de regresar al escondite en el Callejón del Gato, había tomado una breve siesta antes de desayunar y vestirme para el día. Niche había un mensaje de urgencia, la matutina conferencia con el Diputado Nieto Niche.

 

El eclipse solar tomaría lugar al mediodía en el Día de la Oscuridad— hoy. Necesitábamos rescatar a Niccolo y Tuna para entonces.

 

Solo estaba tocando el reloj de Lydia, el cual había dejado en una mesa, cuando la noble de cabello escarlata asomó su cabeza por la puerta abierta. Ya había terminado de cambiarse en su atuendo de batalla y la Cresset Fox colgaba de su cinturón.

 

[Hmm…] Me revisó, camino directo y fue por mi pecho. [El cuello se torció. Tenemos una reunión con el diputado del dux, ¿recuerdas? Al menos trata de lucir presentable.]

 

[¿Segura?] Pregunté. El cuello no se veía torcido para mí, pero tratar de detener a Lydia en momentos así nunca saldría bien. Alegre le daría ayuda si hacerlo mejoraba su humor, aunque sea un poco.

 

Aún estaba forzándome a sonreírle a Su Alteza cuando su compañera de cabello plateado nos miró, usando una túnica blanca de hechicero y llevando una varita colgada en su espalda.

 

[Allen, ¿ataría este listón en mi varita para—?] La cara sonrojada de Tina se oscureció de pronto. [Lydia, ¿te importaría explicarte? Pensé que volviste adentro porque “olvidaste algo.”] NT: PTM, que castrosa es esta tipa

 

[Sí.] Lydia respondió, tomando mi brazo izquierdo.

 

[¡¿Qué?!] Tina jadeó por un momento, luego empezó a temblar mientras su cabello plateado se levantaba. [Muy bien. Si así lo quieres, no me contendré tampo—]

 

[Nii-sama, me gustaría pedirte un favor— Ah.]

 

Una tercera noble entró al cuarto. Su ropa de espadachina se asemejaba a la de Lydia. Una espada de una mano y la Daga de Fieras Serpientes colgaba en su cintura.

 

[¿Lynne? ¿No tú también?] La chica de cabello plateado demandó, mirando mientras sus emociones provocaban un estallido de flores de hielo.

 

[¿A-A qué te refieres?] El recién llegado respondió. [Yo… no soñaría en pedirle a Nii-sama algo más de coraje.]

 

[¡Solo te quemaste!]

 

Tina y Lynne empezaron su usual pelea. Lydia normalmente tomaría bando, pero solo sonrió y dijo. [Nunca aprenden.] La frase “mi único compañero” parecía haber hecho su trabajo para su estabilidad mental.

 

Mientras observábamos a Tina y Lynne seguir, mi hermana y la maid recién llegada, junto con Saki, quien estaba llevando a Atra y Cindy, quien peino su cabello blanco a un costado.

 

[Suzu está aquí, Allen.] Caren dijo. Tenía su gorra floral y su duplicado conjunto de purpura de Lily— clamaba que sería la mejor protección que su uniforme de la Academia Real. Que perdida de esfuerzo debió pasar para hacerlo.

 

[¡Vamos!] Añadió la ofendida maid. [¡La Posada del Dragón de Agua espera!]

 

[Vamos.] Respondí. Entonces, vigilando la tregua entre las nobles, dije. [Pero primero, me gustaría revisarlo una última vez. Vamos contra poderosos enemigos: la Luna Creciente, la Flor Negra, Edith y Fossi Folonto, quien resultó ser un apóstol también. Hay inquisidores de la iglesia, soldados hechizados e incluso tropas del principado. Necesitamos pasar a todos y recuperar a Niccolo y Tuna para el mediodía. Y ya que no esperamos refuerzos de la capital sur, la retirada parece una opción atractiva. No me importa correr el riesgo, pero no deberían sentirse presionadas a—]

 

[¡Está perdiendo su tiempo!]

 

[¡Tina tiene razón, Nii-sama!]

 

[¿En serio, Allen?] Lily añadió su opinión al firme rechazo de las chcias.

 

Mi hermana casualmente tomó mis manos. [Allen, no dudes. Solo queremos oír una cosa de ti.] Parándose de puntillas con lágrimas saliendo de sus ojos, dijo. [¡Quiero que te unas a mi lucha! Estamos cansadas de ser dejadas atrás.]

 

[Caren, yo…]

 

A mi par, Lydia murmuró un exasperado. [Increíble.]

 

El animado grito de una niña llegó a mis oídos. [¡Atra también!]

 

Necesito seguir creciendo si espero pagarles su confianza. Pensé, inclinado hasta el suelo. [Por favor. Apreciaría su ayuda.]

 

[¡Sería un placer!] El coro de respuestas llegó. El “¿Tienes que preguntar?” de Lydia sonaba la única nota discordante.

 

Nuestra pequeña flota de góndolas avanzó por los canales. Tina se unió a Atra en la vista de los edificios, flores y enormes peces pasando alrededor de nosotros. Había hecho mucho para ganar su asiento a la par del mío y no podía evitar pensar del paisaje que pude haberle mostrado en momentos más felices.

 

Nuestro destino pronto se veía: la Posada del Dragón de Agua, uno de los hoteles más lujosos que la ciudad podía ofrecer. El Diputado Nitti al parecer lo había escogido como nuestro lugar de reunión. Sin duda había evitado su mansión en la isla central por miedo de un ataque.

 

[Suzu, hemos llegado.] Dije.

 

[B-Bien.] La chica del clan nutria respondió y su góndola llegó a un alto en el agua. Me miró como si le hubiera gustado decir más.

 

Lydia saltó a tierra firme antes que cualquier otro. [Saki, Cindy, protejan a Suzu y sus compañeros en su regreso al Callejón del Gato.] Ella ordenó. [Comuníquense con aves desde ahora. Nos llevaremos a Lily.]

 

[¡Lady Lydia! ¡Mr Allen! ¡Señoritas! ¡Por favor, cuídense!] Las maids respondieron juntas. Las escuché mientras le confiaba Atra a Tina y enviaba a ambas chicas frente a mí para unirse a Lydia.

 

[Gracias.] Le dije a Suzu una vez estuvimos solos. [Dale mis saludos a Zig. En cuanto a—]

 

[Los tengo. Todo está listo.] Ella respondió y golpeó su pecho. No puedo agradecerle suficiente a la nutria.

 

Las otras góndolas estaban cambiando de posición en su viaje de retorno. Hice mi desembarque también cuando…

 

[¡P-Perdón, Allen!]

 

El grito de Suzu me atrapó.

 

[Tengo un mensaje de Zig, quien habla por los hombres bestias de la ciudad.] Continuó, levantando sus orejas y cola, presionando su mano izquierda sobre su corazón. [Nuestros ancestros llegaron tarde a la Batalla del Río de Sangre. Dejaron que la Estrella Fugaz, el salvador de nuestra ciudad, fuera a su muerte. Por doscientos años, los hombres bestias de la ciudad del agua han pasado este legado de arrepentimiento— una vergüenza secreta que no podemos quitarnos.]

 

Mis ojos se abrieron. Nunca había oído de tal tradición.

 

Suzu exhaló y concluyó. [Y así, deseamos tomar esta oportunidad para poner nuestras vistas en defensa de la nueva Estrella Fugaz. ¡Allen, por favor cuídese! Y déjeme darle un tour de la ciudad, ¿bien?]

 

Asombrado, sentí que mi pecho apretaba y mi visión de borró con lágrimas. Ya no podía reírme de Lydia— Yo era un bebe llorón también.

 

Sequé mis ojos con mi manga y dije. [Gracias. Tienes mi palabra.]

 

✽✽✽✽✽

 

Tina y Lynne gritaron en sorpresa mientras miraban el canal de agua en la Posada del Dragón de Agua. Aunque el daño del ataque estropeó su fachada, el hotel se mantenía como uno de los edificios más impactantes en la ciudad.

 

[Cálmense, ustedes dos.] La vicepresidenta calmó sus compañeras. [Los Nittis al parecer son amigables, pero no bajen su guardia. Si tratan de hacer un movimiento con Allen—]

 

[¡Los atraparemos!] Ambas chicas respondieron en conjunto.

 

[Exacto.]

 

Con un suspiro, golpeé a la incitadora en su boina. [Deja ya, Caren. Recuerda, no estamos buscando pelea.] En un tono más bajo, añadí. [Lydia, Lily.]

 

[Lo sé.]

 

[¡Lo tengo!]

 

Sus respuestas confirmaron que estábamos en la misma página.

 

Sentí múltiples fuentes de maná moviéndose dentro— más que las tropas Nitti que podía contar. Ante la arruinada entrada, podía ver a Niche Nitti jugando con sus lentes mientras Paolo esperaba nuestra llegada.

 

Lo consideré brevemente, entonces dije. [Caren.]

 

[¡Toma!] Mi hermana de inmediato extendió su mano.

 

Así que lo vio venir.

Sonreí mientras tomaba su mano y establecía un profundo enlace de maná.

 

Caren agitó sus orejas y cola, luego tocó la vaina de su daga. [No te preocupes, Allen. ¡Yo te protegeré!]

 

[Yo igual.] Tina presionó con calma. No estaba pidiendo enlazar maná por capricho— la fuerza del enemigo ameritaba preocupación.

 

[Tina, eres nuestra arma secreta final.] Dije, agachándose a su altura. [Te llamaré cuando las cosas se vean peligrosas.]

 

[¿Yo, su arma secreta?] La chica repitió. Sus ojos se alumbraron y alzó su pecho. [¡Entiendo! ¡Puede contar conmigo!]

 

Sentí un jalón en mi manga derecha.

 

[Nii-sama.] Una sollozante cabeza roja. [¿Me va a dejar fuera otra vez?]

 

Toqué la vaina de su daga y agité mi cabeza. [¡Claro que no! Sé que serás de ayuda.]

 

[¡C-Cuenta conmigo!] La noble de cabello rojo tocó el lugar donde mi mano había acariciado su vaina y sonrió.

 

Mirando a Lydia, lo sentí. [Bueno, ¿por qué debería importarme? Yo soy tú única compañera al fin del día.] Ese era el problema de enlazar el maná demasiado— las emociones se hacían muy fácil de leer. Necesitaría cuidarme.

 

[No es sorpresa que digan que “tienes la skin legendaria con las lolis.”] Oí a Lily gruñir. [Soy la más grande aquí y completamente me ignoras—]

 

Dejé caer una gota de agua en la nuca de la maid y su chillido alertó a Niche.

 

[¡Tarde!] Respondí. [¡De prisa!]

Ondeé mi mano derecha y miré a Lydia, Caren y Lily. El albatros y mi hermana tomaron el liderato. Tina y Lynne caminaron al centro. La maid se fue a la retaguardia. Yo, desplegué varios hechizos, preparándome para todo.

 

[Allen.] Atra estiró su pequeña mano.

 

[¿Hm? ¿Ocurre algo?] Pregunté, agachándome otra vez.

 

La chica tocó mi mejilla y por un momento, se veía como una pequeña. [Recuerda, estoy aquí también.] Dijo con una hermosa sonrisa.

 

No podía evitar sonreírle. Nunca dejaría que la iglesia le pusiera sus manos.

 

[¿Qué estás esperando?] Lydia dijo.

 

[En marcha.] Tina añadió.

 

[Está bien.] Le respondí a la noble antes de guiñarle a Niche, quien se veía listo para explotar en cualquier momento.

 

El interior del hotel estaba en mejor forma de lo que imaginaba. Sin dudas que tenía que agradecerle a Paolo por eso. Aunque, mi corazón dolía al ver los daños que permanecían en las escaleras, muros y pisos.

 

Había pasado un rato mientras subíamos la hermosa escalera hacia la terraza del techo, donde íbamos a tener nuestra entrevista. Mantuve a Atra flotando con un hechizo de levitación. Parecía estar disfrutando estar en los hombros de Tina.

 

[¿Y quién está aquí?] Lydia le preguntó a Niche y Paolo, quienes estaban guiando el camino. [Y danos las más nuevas noticias.]

 

[El Dux Pirro Pisani y mi padre, Nieto.] Niche respondió. [Una orden de evacuación salió a nombre del dux, ordenándole a los residentes de la isla central y sus alrededores a retirarse al Islote del Héroe.]

 

[Hemos perdido contacto con todos los representantes del marqués del sur excepto por Donna Rondoiro.] Paolo añadió.

 

Significando que la ciudad ha caído a unos cuantos marqueses o algo así.

 

Llegamos al final de las escaleras y emergió un largo pasillo. Estábamos caminando hacia las enormes puertas cuando si advertencia, Niche detuvo sus pasos y libero un gruñido. Entonces, sin importarle su seguridad, nos dio su amargo rostro y gritó. [¡Cuidado! ¡Es una emboscada!]

 

Las grandes puertas se abrieron y un bombardeo de Divine Water Arrows salieron hacia nosotros.

 

Lydia fue al frente sin aparente preocupación. Un rápido corte con su mano atravesó los misiles y no mostró piedad, tomando represalias con una oleada de fuego. Varias docenas de barreras resistentes al fuego se partieron como papel y un coro de gritos salió. Todo el edificio se agitó.

 

Caren sacó su daga y se revistió en rayos. Tina y Lynne se veían tensas mientras preparaban su varita y espada para el combate. Lily ya había hecho una barrera de flores de fuego y ahora sacaba su gran espada del delgado aire.

 

[También vienen desde atrás, Allen.] Advirtió mientras oía pisadas desde arriba de las escaleras.

 

[Lydia, Caren, sometan al enemigo.] Dije. [Solo tienen una brigada de tropas de la alianza— cerca de cien en total.]

 

[¡Recibido!] La Dama de la Espada y la loba en rayos gritaron, hombro a hombro, despegaron rápido. Choques, gritos, lloros y chillidos resonaron por el pasaje mientras más se alejaban de nosotros.

 

Materialicé la Silver Bloom y le di a la varita encantada un giro. [¿Puedo asumir que esta es la voluntad de la alianza?] Le pregunté a Niche, quien estaba ocupado creando hechizos de agua en su varita para retener a los soldados.

 

[¡No sé!] Respondió. [¡Pero deben estar molestos para venir a por ti en esta situación!]

 

[Ya veo. Eso aclara las cosas.] Respondí. [¡Tina! ¡Lynne!]

 

[¡Bien!]

 

[¡No le defraudaremos!]

 

Tina bajó su varita, lanzando varios Divine Ice Mirrors tan grandes que ocultaron el techo. Por completo había sellado el pasaje. Apenas podía oír a los soldados gritar— seguido por un trueno. Los enormes ataques de Lynne aplastaron las escaleras y techo.

 

[¡Excelente trabajo!] Dije. [Lily, ¿si guastas?]

 

[¡Ya voy!] La maid ondeó su mano izquierda, poniendo trampas de flores de fuego por el camino.

 

Eso debe retrasar lo suficiente la persecución.

 

Estaba por prepararme, cuando…

 

[¡Oh, no, no lo haga!] Tina gritó.

 

[Nii-sama, considera tu posición.] Lynne añadió.

 

Incluso Niche intervino. [Camina a la retaguardia.]

 

Apenas podía llamar a eso bueno.

 

[Permítame liderar.] Paolo dijo, siempre cortes bajo estas circunstancias.

 

[Y yo.] Lily dijo, uniéndose a él a la cabeza del grupo. Antes que pudiera protestar, salieron con una mirada a la gran puerta que salió volando.

 

Lydia y Caren casi habían terminado de someter a nuestros atacantes. Que mal que hubieran destruido tantas mesas y sillas en el proceso.

 

La docena restantes o más de guardias se habían retirado a la barandilla con vistas al Gran Canal, junto con el hombre de mediana edad que derrotaron y un tipo aristócrata portando una espada. El anciano y su guardia todos usaban túnicas azules y sostenían desgastados pentagramas.

 

Niche se congeló. [Imposible.] Murmuró. [¡¿Por qué mi padre y el Marqués Atlas llegarían a esto?!]

 

El rostro de Paolo se retorció en un silencioso lamento.

 

[No creo que hayamos conocido.] El anciano lo dijo más calmado de lo que la situación parecía ameritarlo. [Soy el Diputado Nieto Nitti de la Alianza de Principados.]

 

Siendo contactos diplomáticos, respondimos.

 

[Allen del clan lobo, a su servicio.]

 

[Lydia Leinster.]

 

Podía sentir que Nieto no quería dañar a nadie, aunque el hombre que tomaba por el Marqués Atlas se veía dispuesto a disparar un hechizo en cualquier momento.

 

[No veo al Dux Pirro Pisani.] Dije, parafraseándolo como una pregunta a pesar que podía suponer la respuesta. [Llegamos a intercambiar unas palabras contigo, no golpes.]

 

[El dux no vendrá.] Nieto respondió. [Nos hemos separado. Cualquiera aquí está del lado de la Iglesia del Espíritu Santo.]

 

[¡¿Qué?!] Tina y Lynne jadearon en sorpresa.

 

Caren gruñó.

 

El futuro frío Marqués Nitti mostró una perdida de compostura. [¡¿Padre?! ¡¿Por qué abandonarías a Niccolo y Tuna?! ¡¿A toda la ciudad del agua?!]

 

[¡Don Niche, no!] El anciano gerente gritó, luchando en restringir a su joven maestro.

 

El diputado levantó su báculo y sus guardias levantaron las suyas.

 

[Niche.] Dijo. [El momento para las palabras ha pasado. Le apostaste al Cerebro de la Dama de la Espada y yo, por la iglesia. ¿Qué más decir? ¡Todo lo que hago, lo hago por la alianza, y por la ciudad!]

 

[¡Padre!]

 

Masivas cantidades de maná convergieron en la punta del báculo del diputado. El flujo de magia azul circulaba mientras tomaba forma. Alivio se esparció por el rostro del Marqués Atlas, y con ello, desprecio.

 

¿Por qué el padre de Niche y Niccolo traicionaría a su viejo amigo y aliado, el Dux Pisani? ¿A dónde se había ido el dux? Y lo más importante, vio profundo lamento en los ojos de Paolo.

 

Lydia y Caren estaban listas para atacar. Las retuve con mi mano izquierda y le agité mi cabeza a Nieto.

 

[¿Es esa la conclusión a la que llegaron? ¿Ambos?] Pregunté. [Su corazón no está allí.]

 

El rostro del hechicero se dividió en una sonrisa mientras su maná continuaba estabilizándose. [Ya veo que eres tan listo como la joven Carlotta.] Dijo. [Mi hijo renació luego de conocerte. Tienes mi gratitud. ¡En aprecio a ello, al menos déjame mostrarte el pináculo de la hechicería Nitti!]

 

El azul más claro. Una cabeza como de reptil, sus largos colmillos se alineaban con innumerables dientes. Cuatro aletas pequeñas y una cola.

 

Con gran tristeza, murmuré. [El hechizo supremo de agua.]

 

[¡Water-Fang Whale, el orgullo de los Nittis!] Nieto gritó. [¡Considéralo un regalo de partida!]

 

[¡Caren! ¡Lily!] Grité.

 

[¡Bien!]

 

[¡Claro!]

 

Mi hermana y la maid se unieron a Lydia, quien ya había visto que el hechizo estaba encriptado y sacó su espada encantada para detenerlo. Me moví— pero entonces una sonriente Atra frente a mí y me dio un beso en la frente.

 

El anciano hechicero bajó su varita, despreocupado de los gritos del antiguo marqués. La gigante ballena azul abrió su amplio hocico y se vino a nosotros. ¡Entonces un hechizo en forma de flor cubrió todo el techo y un cegador flash siguió!

 

✽✽✽✽✽

 

Cuando la luz se calmó, estábamos parados en un jardín destruido a medias.

 

¡¿Un hechizo de uso único de teletransportación en masa?!

 

Ignorando mi disconforme físico, revisé mis alrededores. [¿No es esto…?]

 

[La villa del Marqués Carnien.]

 

Todos asumimos posturas de combate. Preparé un hechizo para activarlo— y se detuvo. Paolo no era nuestro enemigo.

[El Cielo Floral y la Marquesa Carlotta Carnien se conocían, ¿verdad?] Le pregunté al anciano gerente de hotel, de espaldas a la desierta mansión. [Eso explica la insignia de flor en Vidas del Príncipe. ¿Dejaron el hechizo de teletransportación como regalo de partida?]

 

[Don Nieto lo llamó el “pago” que la Casa de Nitti le cargó al Cielo Floral para el uso de su archivo.] Respondió. [Creo que el destino refleja una promesa hacia la Marquesa Carnien.]

 

Salí al jardín, apretando mis orejas, las cuales aún seguían luchando por ajustarse y miré por la ciudad. La ciudad del agua, la Capital Milenaria, estaba ardiendo. Y una armada de dragones esqueléticos miniatura volaban por el cielo y oscuro humo salía de cada rincón.

 

Suspiré y me giré a Paolo, a quien Niche había tomado por el cuello.

 

[¿El Dux Pisani y su gente está en el Islote del Héroe? Asumo que el Diputado Nitti les dio instrucciones.]

 

[Eso creo, señor.] El anciano gerente respondió.

 

Los ojos de Niche se abrieron. [E-Entonces, mi padre—]

 

[Espera… ¡Espera un minuto!] Tina gritó, jadeando. Ya no podía contenerse. Las otras chicas también concentraron sus miradas en mí y detecté un leve sonrojo en sus mejillas.

 

La noble de cabello plateado aclaró su garganta. [Lynne, ¿si gustas?]

 

[Claro, Tina.] Su compañera respondió.

 

El par asintió entre sí, luego se pusieron a mi lado. Deje vagar mis ojos, pero no veía a donde correr.

 

[Allen…]

 

[Nii-sama…]

Entonces, en conjunto. [¡Le salieron orejas y cola de furro!]

 

Toqué mis peludas orejas y dije con algo de duda. [Qué loco, ¿no?]

 

¿Cuándo pasó esto? Sabía la razón. Podía oírla cantar. Atra estaba dentro de mí. Y una marca apareció en mi mano derecha y el anillo de Linaria deslumbro una vez más.

 

Atra era el Thunder Fox, uno de los grandes elementales. Y ya que el Frigid Crane y Blazing Qilin ya estaban cohabitando, como debería, con Tina y Lydia, esto realmente no debió haberme sorprendido. Claro, no había anticipado el cambio en apariencia.

 

Tina y Lynne saltaban de la emoción.

 

[¡Se ve adorable!]

 

[¡Nii-sama, quedas bien de furro!]

 

Lydia, mientras, parecía mantenerse calmada. Pero podía verla robarme miradas— y sonrojándose cada vez.

 

La reacción más dramática vino de Caren. Ondeó su cola con deliberada lentitud, usando una vacía emoción que rara vez había visto en ella.

 

En cuanto a Lily, había dejado su gran espada en el suelo y felizmente empezó a grabar en un orbe de vídeo. Una vez el ajetreo terminara, necesitaría confiscarlo a cualquier costo. NT: Ojalá sea sexo.

 

Calmándome, levanté mi varita y regresé al tema. [Niche, el Dux Pisani y el Diputado Nitti dividieron sus apuestas. “Cuando encuentres a una maligna flor de dragón, no mantengas tus bienes en un lugar.” Si ganamos y tú y Niccolo sobreviven, mucho mejor. Pero incluso si perdemos, uno de ellos mantendrá la ciudad a salvo. No tomen el riesgo.]

 

[Padre.] Niche murmuró, quitándose sus lentes y colocando una mano sobre sus ojos.

 

El Silver Bloom alumbró. La luz pasó por el aire, entonces se esparció. Una brillante lluvia empezó a caer en la ciudad, el maná cubría toda la metrópolis. Este increíble poder le pertenecía a Atra.

 

Con un movimiento de mi varita, conjuré un mapa de la ciudad en el aire. Incontables puntos rojos lo cruzaban.

 

[El hechizo de detección avanzada Light-Field War Chart.] Niche gruñó, agitando su cabeza. [¿A esta escala? ¡¿No tienes sentido común?!]

 

No sé qué decirle, así que estudié el mapa y le pregunté a Lydia. [¿Qué crees? Tenemos hasta la— ¿Hm?]

 

[¿Qué?] Ella demandó. [Por qué me miras en momentos— Ah.]

 

Tina y Lynne nos dieron miradas cuestionadoras.

 

[¿Allen?]

 

[¿Nee-sama?]

 

Caren se mantuvo en silencio, mientras Lily liberaba un sospechoso. [¿Hmmmm?]

 

Había abierto el reloj de bolsillo de Lydia y, por primera vez, noté los números grabados en el interior de su tapa: la fecha de nuestro examen de entrada de la Academia Real, la fecha en la que había lanzado su primer hechizo y mi cumpleaños. Agitado, miré a la joven de cabello escarlata, quien evitó mi mirada.

 

[Er…]

 

[¿Qué?] Demandó, sonando tan avergonzada como yo me sentía. Ninguno de los dos sabía qué hacer.

 

¿Qué haré con su regalo de cumpleaños? Aún no he decidido nada.

[¡Ah! ¡¿Q-Qué crees que estás haciendo?!] Lydia de pronto protestó. Mientras nos rehusábamos por enfrentar la realidad, Tina, Lynne y Caren había sacado su reloj y puesto en mi mano.

 

Ciertamente han mejorado. ¿Esto requiere un reconocimiento?

 

[¡Con lo demás de lado!] Dije, juntando mis manos para regresar al tema. [Tenemos hasta la tarde para llegar al Antiguo Templo en la isla central y recuperar a Niccolo y Tuna. Debemos estorbarle a la iglesia. ¿No es cierto, Lydia?]

 

[Claro.] La Dama de la Espada alejó el cabello de su rostro y deslumbró una sonrisa. [Los aniquilaremos. No nos derrotarán. ¿Verdad, Caren?]

 

[Claro que no.] Caren dijo, sus ojos se pusieron violeta mientras arreglaba su boina. [Nada me asusta mientras tenga a Allen. ¿Cierto, Tina? ¿Lynne?]

 

[¡No puedo estar más de acuerdo!] La noble de cabello plateado levantó su pecho.

 

[¡También puedo luchar, Nii-sama!] Su compañera de cabello plateado añadió, palmeando su daga envainada.

 

Si solo Stella y Ellie estuvieran aquí. Habrían mantenido las cosas más en paz.

 

[Allen.] Una animada voz intervino. [Creo es a lo que llaman un “sueño volador.”]

 

[No leas mi mente, Li— ¡Lily!]

 

[¡En ello!] La maid intervino, lanzando un Firebird en un pequeño dragón que de pronto venía a nosotros.

 

Sus jinetes de túnicas grises— inquisidores de la iglesia— saltaron momentos antes del impacto. Las cadenas que los hombres conjuraron les dieron escalones en el aire. Luego la ardiente ave de mal agüero golpeó al dragón de frente e incontables voces gritaron.

 

[Trata de mantenerte, Caren.] Lydia dijo.

 

[¡Preocúpate por ti!] La loba en rayos respondió mientras ella y la Dama de la Espada cruzaban sus caminos en el aire.

 

Con ambas alas ocupadas, la grotesca monstruosidad cayó en la tierra. Lily corrió por el aire tan rápido que apenas podía creer que estaba llevando una gran espada y le dio con un horrible grito. La cabeza del esqueleto salió volando de su cuerpo.

 

[¡Activen barreras!] Un hombre gritó con una daga desvainada— el comandante enemigo, Lagat.

 

Un coro de “síes” siguieron mientras los otros hombres desplegaban pergaminos, al instante invocando poderosas barreras grado militar antes de caer al suelo.

 

Qué desagradable fórmula. Usa parte del hechizo cegador que lastimó a Atra.

 

Antes que Niche pudiera ondear su mano, Tina y Lynne gritaron. [¡Oh, no, no lo haga!] Y desplomó un bombardeo de lanzas de hielo y fuego en los inquisidores de Lagat. Cantidad le gano a calidad, y un hombre tras otro recibió golpes. Pero su fórmula de hechizo parpadeó, curando cada herida en cuestión de nada para que aterrizaran de pie.

 

Así que usan horribles réplicas de Resurrection.

 

Le señalé a las chicas detener su ataque y caminé al frente solo. Tina y Lynne dejaron de hechizar a pesar de su aparente confusión.

 

[¿Allen?]

 

[¿Nii-sama?]

 

Lydia y Caren confirmaron mis sentimientos, pero sin decir nada. Niche aún se veía terco.

 

[Voy a hacerte unas preguntas.] Dije. [¿La Flor Negra te dijo dónde encontrarnos?]

[¿Qué bien hará que lo sepas?] Lagat dijo. [¡Estás a punto de morir!]

 

[¡Alabado sea Su Santidad y el Espíritu Santo!] Los inquisidores gritaron, todos moviéndose a atacar a la vez. Entonces…

[¡¿Qué—?!]

 

Una serie de gruñidos apagados se abrieron mientras el último hechizo se destruía. Trataron como podían, nada se activaría.

 

[Creo que ya te lo dije una vez.] Expliqué. [He visto todos los restos de Resurrection y Radiant Shield de los que puedo procesas. Esa magia también podía ser una maldición, por la forma que se devora a las personas. Cualquiera podría suponer lo que pasaría si se lo regreso al lanzador. Segunda pregunta: ¿El apóstol Edith invocó estos dragones?]

 

Lagat sonrió. [¡¿Y qué si lo hizo?! ¡Mira!] Gritó, lanzando su daga al cielo. Al menos una docena de criaturas pasaron las nubes a la vista. Edith debió haber tomado la paliza que Lydia y yo le dimos en el Islote del Héroe personal.

 

Tina y Lynne apretaron su agarre en sus armas. Caren y Lily se abrazaron para interceptar. Solo Lydia se mantuvo quieta.

 

[Tercera pregunta.] Dije. [¿La Luna Creciente, la Flor Negra y la espadachina Viola están en el Antiguo Templo?]

 

[¡Cierto!] Lagat dijo. [Pero no necesitas preocuparte—]

 

Los valientes rostros de los inquisidores se contorsionaron en terror. Se retiraron primero un paso, luego dos.

 

[Eso servirá.] Declaré, blandiendo la Silver Bloom. [Pero por tu información…]

 

La canción de Atra se hizo audible mientras el cielo y la tierra se agitaban con un débil trueno que no parecía de este mundo.

 

[¡I-Imposible!] Lagat gritó, mientras la parvada de dragones miniatura salían en una retirada. [¡No creen en el Espíritu Santo! E-Esos como tú nunca podrán usar maná—]

 

[¡No tengo la madurez para dejarte lucir con tus hechizos frente a Atra y salirte con la tuya!]

 

Rayos blancos cruzaron toda la ciudad, concentrándose en mi varita. Lagat y sus inquisidores se resolvieron y desplegaron una fórmula para un ataque suicida. Entonces rugieron y atacaron, gritando, “Por Su Santidad.”

 

[Lightning Flash.] Respondió.

 

Un apagado rugido y cegadora luz dominó el espacio. La onda de choque y sus ráfagas acompañantes esparcieron las camas de flores en pleno florecimiento. Tina y Lynne se agitaron mientras se aferraban a mí, mientras Lily protegía a Lydia y Caren.

 

Pronto, tanto luz y viento se calmaron. Podía sentir el maná desvanecerse de mi cuerpo. Mirando a mi mano derecha, vi que la marca estaba desvaneciéndose con ella. Atra, parecía, haberse quedado dormida.

 

[Está bien, Tina, Lynne.] Dije.

 

[B-Bien. ¡¿A-Allen?!]

 

[¡Nii-sama, ¿a dónde se han ido sus adorables orejas y cola?!]

 

Ambas chicas sonrieron, entonces se veían decaídas.

 

Lydia enfundó su encantada espada. [Debiste desear haberlas tocado mientras tuviste la oportunidad.] Ella se burló de Caren, aunque ella se veía más desgastada.

 

[¡¿Qué?!] Mi hermana exclamó. [N-No. Me estás… dando falsos cargos. Sí, todos falsos.]

 

[¡Allen!] Lily intervino. [¿Puedo acariciarlos la próxima vez?]

[No.] Respondí tajante. [Como sea, eso les pone una reducción a sus números.]

 

Ese enjambre que había dominado los cielos de la ciudad se había desvanecido sin rastros. Si no es por la ayuda de Atra, habría tenido que drenar el maná de Caren y Lydia para lidiar con ellos.

 

[Increíble.] Niche murmuró, impresionado o asombrado— no podía decir cuál.

 

Asumí que invocar a los dragones en masa hizo uso del hechizo tabú táctico Reverie of Restless Revenants. Ahora que habíamos eliminado a las criaturas, nuestros enemigos encontrarían difícil conjurarlos otra vez de prisa. Al fin que, los Cielos Gemelos había creado ese hechizo.

 

¡Es hora de atacar ahora!

 

Habiendo llegado a esa conclusión, pasé mi mirada el joven de cabello azul.

 

[¿Qué?] Preguntó, luciendo molesto. [Estás por decir algo intrigante, ¿no?]

 

[Me gustaría pedirte un favor.] Dije. [Será pan comido para ti.]

 

Penosas pruebas eran mejor impuestas y Niche Nitti estaba entre los residentes más hábiles de la ciudad.

 

✽✽✽✽✽

 

[Así que solo las tropas de Atlas en la ciudad y fuerzas varias que se aliaron con la iglesia están tomando acción. Folonto mantiene a su armada en la isla central, pero ni un caballero o soldado hechizado a la vista.] Dije, atravesando los techos con una combinación de fuerza fortalecida y el Heavenly Wind Bound.

 

Pequeñas luchas estallaban por todas partes, levantando humo negro. Entre los resultados de rápido hechizo de detección y reportes de las aves de reconocimiento de Saki, podía hacerme una idea completa de las fuerzas enemigas. Solo esperaba ayudaría a Niche llegar al Islote del Héroe en una pieza— nos habíamos separado en la villa.

Cruzando un canal a un solo destino, aterricé en un techo azul, entonces me giré a dar instrucciones. [Nosotros— ¿Qué se les metió a todos? Has estado de mal humor por un rato.]

 

Lydia y Caren habían igualado mi paso con facilidad. Lynne se retrasó un poco detrás de ellas, pero logró mantenerse a su paso. Y Tina se fue a la retaguardia, acunada en los brazos de Lily. Todas me dieron frías miradas.

 

[Estaba pensando que debes confiar mucho en Niche.] Tina gruñó.

 

[¡Finalmente decidió buscar nuestra ayuda, por primera vez desde que luchamos en la capital este! O eso pensé.] Lynne dijo.

 

[Nunca cambias.] Caren dijo. [Te apoyaste en Richard y Sui mucho también.] NT: Así empiezan. Lo suponía, te habías tardado. Ya era hora. Se te notaba.

 

Al parecer, mi confianza en Niche con un trabajo difícil había ofendido su sensibilidad. Ya sin ideas, me giré a nuestros compañeros mayores.

 

[Lydia, Lily, ¿ustedes—?]

 

[Ríndete.] La noble de cabello escarlata interrumpió. [Cavaste tu propia tumba.]

 

[¡Una vez la lucha termine, tu juicio será en serio!] Lily añadió.

 

Sin opciones, bajé mis hombros con un gruñido. Aunque, me sentí agradecido que fuéramos lo suficientemente cercanos para bromear antes de una dura batalla.

 

Avanzamos al norte por la caótica metrópolis, repeliendo ocasionales ataques enemigos en el camino. Mientras íbamos recto hacia el Antiguo Templo…

 

[¡Alto!] Lydia y yo gritamos juntos, deteniendo a nuestras asombradas compañeras en el Puente del Gato Viajero, el cual abarcaba la brecha a una isla cerca de nuestro destino.

 

Una flor negra floreció en los cielos.

 

[Así que derrotaron a los esqueletos en un parpadeo. Nada mal. Disfruté observar la sonrisa de pena de nuestro engreído comandante mientras pedía por perdón. Permítanme alagarlos.]

 

Sombrero de bruja blanco y túnica, siniestro báculo en mano y alas negras— el segundo al mando de los apóstoles, Io la “Flor Negra” Lockfield. A la cabeza de nuestro grupo, Lydia y yo tomamos nuestra espada y varita con fuerza.

 

¡Debió haber venido a detenernos!

 

El apóstol movió su báculo a un lado. [Pero esto es lo más que pueden llegar.] Continuó mientras otra flor negra florecía. [No puedo dejar que interfieran y no me importaría arrebatarle la presa a esa tonta vampiresa. Así que muere.]

 

Con un rugido, un colosal descendió en el puente. Un casco escondía su cabeza, pero tenía armadura solo en el lado izquierdo de su cuerpo. Una retorcida masa de plantas negras cubría el derecho.

 

[Toni Solevino.] Lydia murmuró, sonriendo.

 

 El viejo mayordomo había traicionado a los Nitti por la fúrica venganza contra el “Cazador,” Celebrim Ceynoth. Ahora le había costado incluso su forma humana. Los ojos brillando dentro de su casco no conocían nada más que odio.

 

[No podía permitirme perder tiempo cuando lo operé.] El malévolo hechicero se burló desde el aire. [No vivirá mucho. Pero por otra parte…]

 

El monstruo movió su brazo derecho y para nuestro asombro, la onda de choque resultante creo un hoyo en la superficie del puente.

 

¡Debes estar jodiendo!

 

[Es bastante fuerte. Te deje ir anoche, pero este es un día para celebrar. Te aplastaré.]

El maná del apóstol se desbordaba a un nivel explosivo, llegando sobre nosotros. No podíamos permitirnos dejar que las apariencias nos engañaran— los espirituales produjeron a los más poderosos hechiceros de nuestra era.

 

[Allen.] Lydia dijo, levantando su espada.

 

[Lo sé.]

 

No es un enemigo que pudiéramos derrotar. Me dije.

 

[Lynne, Caren, Lily.] Dije, moviendo mi varita y lanzando varias veces Divine Ice Vines alrededor de Io y Toni. Mientras los hechizos elementales crearon un huyo en sus defensas mágicas, me eché a correr con Lydia, gritando. [¡Es todo tuyo! ¡Lily, ¿vas?!]

 

[¡Puedes contar con nosotras!] Lynne y Caren respondieron de inmediato, aunque sonaban sorprendidas. Lanzas de fuego y luz le llovieron a Io para cubrir nuestro escape.

 

[¡Claro!] Lily respondió, optimista como siempre, y lanzó a una gritona Tina. La atrapé en mi espada con una combinación de hechizos de levitación y viento corriendo por el puente en el despertar de Lydia tan rápido como mis piernas podían llevarme.

 

[¡Ha!] Io se burló, haciendo a un lado ambas vides y lanzas. [Creíste que te dejaría ir con esa—]

 

Recolecté los hechizos dispertados llevados en la briza y los reactivé.

 

[¡Pagarás por esto!] Io gritó mientras cadenas de hielo, fuego y rayos le amarraban las manos y pies.

 

[Creo que te pusiste algo engreído.] Dije.

 

[¡Ahora fuera de nuestro camino!] Lydia añadió mientras pasábamos al irritado apóstol y le apuntábamos al brazo derecho de Toni. Una luz brilló y transmitió dolor, habíamos acertado al apéndice y llegado al final del puente sin parar.

 

Mirando atrás, pude ver el brazo de Toni crecer otra vez incluso mientras el fuego y rayo golpearon de lleno. Ninguna magia ordinaria había hecho tal cosa. Pero las voces de Lynne, Caren y Lily cubrían el estruendo de sus ataques mágicos, asegurando mis miedos.

 

[¡Nii-sama y Nee-sama!]

 

[¡Sigan!]

 

[¡Tomaré mi recompensa como una cita romántica, claro!]

 

Sentí a Tina apretar sus puños en mi espalda mientras murmuraba sus nombres. Encontré la mirada de Lydia y ambos asentimos.

 

¡Hacia el Antiguo Templo!

 

✽✽✽✽✽

 

[¿Te importaría explicarte, Lily?] Pregunté. Ahora que Nii-sama y Nee-sama estaban fuera de vista, dejé de conjurar por un momento y fruncí mis ojos para hacer hablar a mi prima. “Cita” no era una palabra que pudiera solo ignorar.

 

Nubes de rocas destruidas bloquearon nuestra vista del enemigo, pero dudaba que hubiéramos hecho un verdadero daño.

 

[Vamos por el objetivo equivocado, Lynne. Dime, ¿quién aquí tiene un enlace de maná con Allen?] Lily respondió sin más y sacó una segunda gran espada del aire.

 

[Soy la única hermana que tiene.] Caren dijo, blandiendo una lanza de cruz mientras su cabeza y ojos se ponían de un color púrpura más oscuro.

 

Los desechos caían sobre los canales debajo mientras la visibilidad mejoraba. ¿Estaba viendo cosas o este puente fue construido de madera?

 


 


[Eso lo arregla.] Dije, creando un Firebird en la punta de mi espada. [¡Le pediré enlazar maná conmigo como recompensa de esta batalla!]

 

Lily movió sin esfuerzo sus espadas, enviando a volar un vendaval hacia la nube arriba de nosotras. Io y la monstruosidad no se había movido.

 

[Qué insultante.] El apóstol murmuró, apuntándonos su báculo con disgusto en sus ojos dorados. [Espero que se den cuenta que luchar conmigo significa la muerte. La llave defectuosa tiene un lado cruel. Aunque, sus tácticas son ingenuas. Sacrificar a unos cuantos peones para retrasarme no es un mal trato.]

 

Las tres intercambiamos miradas, pero nos echamos a reír. No tenía idea de lo que hablaba.

 

[¿Qué es tan gracioso?] Io demandó. [¿Han perdido el juicio?]

 

[Para nada.] Respondía.

 

[Te pusiste tan raro que no pudimos evitarlo.] Caren dijo.

 

[¡Lideraré el ataque!] Lily gritó, lanzándose al frente a toda velocidad que no lo creerías por sus espadas. Seguimos de cerca sus pasos. Toni movió su brazo derecho para interceptarnos con una repulsiva masa de ramas podridas, pero flores de fuego quemaron cada rama, ardiendo mucho más de lo usual. Nuestro ataque cambió.

 

[¡Malditos!] El apóstol gritó desde su posición en el aire, apunto de liberar un hechizo. ¡Pero antes que tuviera la oportunidad, Caren y yo saltamos, apuntándole nuestra lanza de rayos y daga de fuego! Nuestras espadas mágicas al instante se extendieron en un ardor de violeta y escarlata, cortando las fuertes defensas de Io.

 

[¡¿Mi barrera?! ¡¿Cómo—?!]

 

[¡No te olvides de mí!] Lily gritó mientras sus espadas gemelas lanzaban al asombrado apóstol hacia el borde del puente.

 

Mientras, Caren y yo usamos magia de viento para saltar al aire. Toni trató de interceptarnos con ramas más poderosas, pero le lancé un Firebird y aterricé en un riel. Sentí el calor de las llamas en mi espalda mientras esperaba al flotante apóstol y respondía. [¡Nii-sama nunca pensaría en sacrificarnos!]

 

[Allen nos confió el encargarnos de ti.] Caren añadió. Nuestras combinadas emociones llenaron el aire con un remolino de ardientes y fuertes chispas.

 

[Cuando luchan por alguien a quien aman, las chicas están a la altura.] Lily respondió, luciendo hermosa de perfil mientras sostenía sus grandes espadas. [Espero que recuerdes eso, Mr Apóstol— lo único que tienen a su favor son cerebros.]

 

El pequeño cuerpo de Io se agitó con odio. Le dio unos furiosos golpes a su báculo antes de gritar. [¡No hablen como mi maestro! ¡Me pone los pelos de punta! ¡Toni!]

 

La monstruosidad libero un enorme grito. Emergió de las llamas, creciendo las partes de su cuerpo dañado— solo para salirse de balance por las aves negras.

 

¡¿Criaturas mágicas?!

 

Una maid con largo cabello blanco que había llegado a un costado saltó de un wyvern militar arriba, soltando un grito de batalla mientras su par de cuchillos negros se clavaban en el brazo derecho de Toni.

 

Oí el murmullo de un hombre. [Oh, hermano, ¿en qué te has convertido?] El hechizo avanzado Ocean Orb cayó de lleno en Toni, llevándolo hacia atrás.

 

[¡Saki! ¡Cindy!] Grité en asombro.

 

[¡Te recuerdo!] Caren explicó, con los ojos bien abiertos.

 

Las dos maids aterrizaron en el camino de piedra sin hacer mucho ruido. Y con ellas venía un hombre de mediana edad, llevando una larga espada. Los tres se presentaron.

 

[Número Seis de la Corporación de Maids Leinster, Saki, a su servicio por el mando de Allen.]

[¡Con su compañera número seis, Saki!]

 

[Paolo Solevino. Don Niche Nitti me ha permitido unirme a la pelea.]

 

¡¿Eso significa que Nii-sama y Niche Nitti predijeron que Io usaría a Toni?!

 

Mientras luchaba por superar mi asombro, Saki y Cindy prepararon su látigo y daga y nos lanzaron una mirada. Asentí. Le dejamos a Toni a los recién llegados, Caren, Lily y yo nos enfrentamos al apóstol.

 

[Insectos.] Nos amenazó, emitiendo tanto maná que el mismo aire tembló. [Trataría de no hacerme enojar si fuera ustedes. ¡¿O están ansiosos por una dura muerte?!]

 

[Qué molestia.] Crucé mi espada y daga, y luego las separé, echándole fuego a las hojas. Al igual que Nee-sama lo haría, declaré sin más. [¡Te hemos atrapado aquí, no hay vuelta atrás! ¡Ni te acercarás al Antiguo Templo bajo nuestra guardia!]

 

✽✽✽✽✽

 

Mientras el grupo de Lynne mantenía a raya a Io, llegamos al arruinado Antiguo Templo en el corazón de la isla central de la ciudad. Aunque varias banderas salían de los terrenos de la gran municipalidad blanca a su par, cuyos catorce pilares sobresalían por la ciudad del agua y los principados originales…

 

[¿Dónde están las tropas de Folonto?] Me pregunté, lanzando un hechizo de detección. Pero rebotó en el edificio, diciéndome que no había nada dentro. No sentí nada de las flechas cercanas al edificio.

 

Tina asomó su cabeza sobre mi hombre y miró alrededor. [¿P-Pueden estar ocultándose aquí?] Preguntó.

 

Lydia estaba actuando como la vanguardia. [No los siento.] Respondió, plantando su pie en el pavimento y nos miró. [¡Ya bájate! ¡¿Dónde está tu decencia?!] NT: Tina puta.

 

[Oh, bien.] La noble de cabello plateado sin ganas se bajó de mi espalda, aceptando una reprimenda a la que no pude evitar sentir que no había sido menos que imparcial. Luego tomó su varita colgada en su espalda y su expresión se puso seria.

 

Es lo que me gusta ver.

 

[Una trampa, ¿lo crees?] Le pregunté a nuestra disgustada compañera de cabello escarlata.

 

[Quizás. Pero ¿importa?] Lydia me vio y añadió. [¡Si alguien interfiere, los cortaremos, los haremos carbón, luego cortarlos más! ¿Me equivoco?]

 

Mi compañera, la Dama de la Espada, nunca duda.

 

[No soy rival para ti.] Murmuré.

 

[Claro que no. Y no lo olvides.]

 

Esa temible vampiresa nos esperaba dentro del Antiguo Templo. Sin embargo, cruzamos espadas y varitas.

 

[Sí, vamos.]

 

[¡Sí!]

 

Abrimos un par de enormes puertas de piedra con una espada y escudo en relieve y pusimos un pie en el Antiguo Templo. Aunque el sol estaba en el cielo, las lámparas de maná destellaron en columnas grabadas con delicadas rosas. Una leve pendiente continuaba dentro de su estructura, la cual comprimía una docena de niveles, en los más bajos los rayos del sol iluminaban una gran plataforma central. Oradores una vez debieron haber dado discursos desde allí. Un agujero abierto en el centro de la plataforma y la destrucción de un monumento de piedra yacía en ambos lados. Recordé lo que un bibliotecario en la Gran Biblioteca me había dicho: todos los libros raros y peligrosos fueron puestos debajo del Antiguo Templo.

 

Una sola silla de madera estaba en la cima de las escaleras.

[Vaya, ¿ya están aquí? Me la hicieron pasar mal.] Dijo la belleza en vestido y sombrero negro quien había estado leyendo un viejo libro a la sombra de un paraguas negro. Sus adorables trenzas se movían mientras se ponía en pie lentamente. Una chica en túnica gris se paraba detrás de ella.

 

Alicia la “Luna Creciente” Coalfield, una leyenda de la Guerra del Señor Oscuro, ahora descendía de un vampiro.

 

Cerró su libro y giró su paraguas, con cabeza inclinada del asombro. [El Pequeño Io lo intenta, pero se descuida al final. Necesita hacerlo mejor si quiere quitarme el puesto. Aunque, eso le añade a tu carisma. Viola, querida, ¿qué cress?]

 

[No tengo comentarios.] La espadachina respondió.

 

[Qué frío eres. Oh, muy bien. Les contaré una vieja historia para recompensarlos por llegar tan lejos.]

 

La belleza vestid de negro soltó una risita, aunque no sentí nada más que miedo. Mi mano apretó el agarre en mi varita.

 

La vampiresa dejó su asiento y avisté el título del viejo libro: La Historia Secreta de la Guerra del Señor Oscuro, Volumen Dos. Así que, había tomado la segunda parte durante su parada en la Gran Biblioteca.

 

[Hace tiempo, un príncipe unificó la marquesa de la alianza y habitó la ciudad del agua.] Alicia empezó con toda la elocuencia de una actriz, paseando por el escenario. [El primero fue famoso por todo el continente, o eso se me dijo. Y por siglos, el linaje del príncipe gobernó sabiamente.]

 

Le señalé a Lydia y Tina, entonces empezó a crear hechizos. Los caballeros del Marqués Folonto y hombres armados habían estado abajo, junto con los soldados hechizados. Levemente pude sentir el maná de muchas personas, pero desde el subterráneo.

 

[Pero entonces—] Alicia cambió su actuación, añadiendo una nota triste— [El título pasó a un príncipe cuyo talento mágico rivalizaba con el primero y cuya avaricia no conocía límites. ¡Creía que podía hacer cualquier cosa! En sí, creo que estarás de acuerdo. Y ¿qué es lo que el hombre de la historia que llegaría a conocerse como el último príncipe codiciaría más?]

[¿”Vida Eterna”?] Tina repitió, mientras Lydia observaba el escenario con una mirada tan filosa como su espada.

 

[Esta ciudad tenía la bendición del agua y las flores de dragón en esos días.] Alicia continuó, escondiendo su rostro con su paraguas. [Y lo que es más, un vástago del Árbol del Mundo había echado raíces aquí— a lo que llamarías un “Gran Árbol.” El hombre intentó aprovechar su poder. Todo para que pudiera vivir por siempre con el Cocodrilo Marino, un solitario elemental.] Sonrió. [Como si cualquier humano pudiera.]

 

¡¿El gran elemental Cocodrilo Marino?! E-Entonces, el “Cornerstone” del Antiguo Templo debía ser…

 

[La ambición más allá de todo nunca termina bien.] La vampiresa respondió, solo dejando ver su boca a la vista. [El vástago del Árbol del Mundo cayó bajo una maldición y consumió a toda la ciudad en su frenesí. El príncipe rogó por ayuda a un monstruo que se decía haber partido los océanos y derrotado a un héroe de cabello blanco. Juntos, derribaron al árbol.] Alicia bajó su paraguas, obscureciendo su expresión una vez más.

 

[Pero el desastre continuó.] Dijo en una voz más fría. [Las personas presionaron al príncipe para pedir el poder del Cocodrilo Marino. Al final, rechazó sus peticiones, atrapó la maldición dentro de sí, y se lanzó a la puerta negra en las profundidades más internas de la ciudad. Las personas que había dejado atrás lamentaron su pecado, pero muy tarde. Ya habían maldecido su memoria, sabes.]

 

Mi cerebro no podía seguirle a esta desconocida y no escrita historia. El último príncipe había sellado a un lunático hijo del Gran árbol dentro suyo, entonces se lanzó a una “puerta negra” para proteger al Cocodrilo Marino. Entonces, ¿estábamos parados sobre una de las misteriosas puertas que había encontrado en el Océano de los Cuatro Héroes?

 

[Luego de eso, las personas rogaban por la ayuda del dragón para levantar una barrera y terminó sellándolo— junto con el Cocodrilo Marino, el cual las personas de esta tierra reverenciaron como un dios. Debieron haberle llamado a este lugar el “Antiguo Templo” por la culpa.]

 

Alicia se detuvo y miró al destruido monumento de piedra. [Parece que romper esto será todo un desafío. La Pequeña Edith estaba llorando. Dicen que una desconocida hechicera Tijerina lo dejo aquí. La barrera del dragón sin mencionar y que los Gemelos Celestiales se quedara con el cadáver del dragón de agua provo ser problemático. Que apática mujer debió ser. Digo, ¿consagrar un dragón muerto aquí para reforzar las barreras? Fácilmente pudo haberla hecho una tierra sagrada.]

Los cabos estaban casando y formando líneas. ¿Carlotta Carnien fue eliminada por inmiscuirse en la historia, entonces hizo una “trampa” para controlar a Carlyle? Al mismo tiempo, si no habían pasado todas las barreras aún, entonces todavía teníamos una oportunidad para detenerlos.

 

Pero ¿”debieron haber”? Alicia debió haberse encontrado con Linaria en ese islote en el Océano de los Cuatro Héroes.

 

[¿Dónde están Niccolo Nitti y Tuna Solevino?] Le pregunté a la vampiresa. Sentí a Lydia y Tina tensarse.

 

La belleza de negro llevó un dedo a sus labios y deslumbró sus filosos caninos. [No han recibido un destino como el que imaginas. A ella y yo no nos va bien los cadáveres de niños— nos recuerdan a uno de hace mucho tiempo. Solo tomamos un poco de sangre.] Alicia puso sus ojos sobre nosotros por primera vez ese día. [Para abrir la puerta negra al fondo de este lugar, necesitamos la sangre de un príncipe— uno amado por los elementales. Encontrar un vástago de los guardianes del árbol con él sería un golpe de suerte.]

 

No estaba mintiendo. Pero si no, ¿por qué no puedo sentir el maná del par?

 

Dejando mis dudas, Lydia le apuntó su espada encantada a Alicia. [¿Terminaste de hablar?] Demandó. [Una vez te dejos atrás y bajemos, veremos la verdad—]

 

[¿U-Un terremoto?] Tina murmuró, nerviosamente apretando su varita mientras todo el templo de pronto empezó a agitarse.

 

Me estremecí. Un terrible escalofrío pasó por mi espalda y lancé varios del hechizo elemental Divine Ice Wall. [¡Lydia! ¡Tina!] Grité: [¡Pongan todo lo que tienen en las defensas!]

 

[En ello.]

 

[¡S-Sí!]

 

 

 

Grietas se esparcieron en las escaleras frente a la plataforma e incontables flashes de luz carmesí ardían entre ellas. La erupción derrumbó no solo el suelo, sino al menos la mitad de los pisos superiores e incluso perforó el techo. Estaba desmoronando el edificio alrededor de nosotros. Mirando abajo mientras me preparaba por el impacto, podía ver un círculo mágico en el suelo debajo de nosotros.

 

Lydia, Tina y yo jadeamos mientras una titánica masa lentamente ascendía hacia nosotros. Vacíos enchufes se abrieron donde siete ojos una vez habían estado— tres en cada costado de uno central. Filosos colmillos se alineaban en una gran boca y en estrechas filas como espadas. Grandes alas colgaban. Piel no cubría el cuerpo, el cual se había convertido en un horrendo tono carmesí y un orbe lleno con agua negra se centraba en su corazón.

 

Levemente— tan leve— sentí el maná de Niccolo y Tuna. ¡¿Habían usado al par como un núcleo para imitar y controlar el cadáver del dragón de agua?!

 

[¿U-Un dragón?] Tina murmuró, mirando hacia arriba.

 

[No.] Dije. [Los dragones no están ni cerca… ni cerca de ser tan horrendos.]

 

Los dragones eran las criaturas vivientes más hermosas en existencia. Ya que superaban con creces el entendimiento mortal y algunas veces traían desastres, ese hecho se mantenía sin refutar.

 

Mientras los flashes se calmaban, la luz de teletransportación brilló entre los débiles rayos del sol. Un apóstol en túnica blanca con toques carmesíes apareció u se arrodillo ante Alicia.

 

[Edith, querida, desearía que hubieras esperado un momento más.] La vampiresa se le acercó.

 

[Perdóneme.] El apóstol respondió. [Mi control perdió. Y las barreras del dragón siguen en su lugar. Permítame disculparme por eso.] Por un instante, nuestros ojos se encontraron, y vio rencor. Mientras, inquietante maná continuaba retorciéndose desde abajo. [Pero con la ayuda de los huesos de dragón, el sacrificio de un príncipe maldito, un descendiente de los guardianes del árbol y un centenar de mártires, he logrado levantar el cadáver de dragón formado con los restos del dragón de agua. Es un tipo de espécimen viviente, pero creo que probaría ser suficiente.]

 

[Eso supongo. Dejando eso de lado…] La belleza vestida de negro asintió y saltó al pináculo de los escombros. Viola siguió, y juntos, nos miraron.

 

¿”Mártires”? ¡¿Sacrificaron a las tropas de Folonto?!

 

Nocivo miasma llenó el temó mientras el suelo se agitaba otra vez y sentía algo retorcerse desde abajo.

 

Lydia chasqueó su lengua y lanzó ondas de fuego en rápida sucesión.

 

[¡Allen!] Tina tembló, vertiendo aún más poder en sus defensas mágicas. [¡Hay algo debajo!]

 

Con un resonante choque, fétidas ramas negras de árboles salían de las paredes y suelo.

 

[¿Ramas del Gran Árbol maldito?] Jadeé, mis ojos se abrieron mientras el infierno consumía el Antiguo Templo. [¡E-Entonces…!]

 

[Veo que se ha dispuesto a dispersar la barrera del dragón en serio.] La vampiresa remarcó casualmente desde arriba de los escombros, haciéndose sombra con su paraguas mientras Viola y el cadáver del dragón esperaba su orden.

 

E innumerables nuevas ramas continuaron contaminando el espacio. [El príncipe pasó siglos purificándolos, claro. Pero con el cadáver del dragón, incluso esos restos debería ser suficiente para acabar con la ciudad— quizás dos veces. ¿No crees?]

 

[¡¿Cómo puedes pensar en tal cosa?!] Demandé.

 

[No en nuestra guardia.] Lydia dijo, al igual Tina gritó. [¡Te detendremos!]

 

No puedo dejar seres como estos fuera en la ciudad. ¡Debemos detenerlos aquí!

 

Otro círculo de teletransportación apareció en el aire y otro apóstol, Fossi Folonto, emergió. [Lady Alicia, todo está preparado para la activación.] Reportó.

[Gracias, Ifur.] La vampiresa respondió. [Tú y Edith pueden irse.]

 

[Muchas gracias.]

 

[Sí.]

 

Los apóstoles usaron talismanes de teletransportación y desaparecieron. Alicia los observó partir.

 

[Muy bien.] Dijo, cerrando su paraguas y le dio un ligero golpe a la pila de escombros. Para nuestro asombro, siete pilares sangrientos se alzaron al cielo… luego se desvanecieron.

 

Mientras dudábamos, una sombra cruzó el cuarto.

 

[¡M-Mire!] Tina gritó, apuntando al cielo a través de un hoyo en el techo.

 

Poco a poco, el sol estaba menguando.

 

[¡Imposible!] Exclamé. [El mediodía no es para otro— E-Esta fórmula de hechizo. Entonces, tenía razón. No pudimos encontrar a ningún soldado hechizado o fuerza de Fossi porque… ¡¿Los sacrificaste para activar otro hechizo junto al cadáver del dragón?!]

 

Alicia tocó su sombrero. [Lanzaste la Despiadada Espada del Demonio de Fuego en Avasiek, creo.] Dijo, mirando a través de las llamas de Lydia. [Debiste haberte preguntado: “Si los hechizos tabúes existían, seguramente tenían una contraparte.” Bueno…] El matiz del cabello de Alicia y ojos empezó a cambiar. [Lancé el hechizo tabú Everlasting Scarlet Dream. Saca a las estrellas de su curso para manifestar una luz lunar carmesí nocturna que no conoce el amanecer.]

 

La luz lunar fluía en el Antiguo Templo, tiñendo todo el edificio de rojo. Las negras ramas seguían ganando impulso.

 

¡¿Rompieron las barreras del dragón?!

 

[A-Allen.] Tina lloro. [¡Veo una luna… una luna creciente roja en el cielo!]

 

Le lancé una mirada a Lydia, resistiendo las ganas de gritar. Alicia, Viola, el cadáver del dragón, el salvaje vástago del Gran Árbol… Luchar contra todos ellos en estos estrechos edificios nos pone en desventaja.

 

[Los Gemelos Celestiales era una lunática por excelencia. Ni los seres transcendentales podían igualarla.] La vampiresa contó. [Pero incluso su excepcional calidad la pasaría mal de cara a la abrumadora cantidad. Así que llegó a una conclusión. Si su enemigo la rodeaba con números, simplemente reescribiría el mundo para que pudiera sacar lo mejor de su poder— el poder de la bruja. No solo los vampiros ganan fuerza en las noches de luna carmesí; ciertos linajes de brujas tienen la misma peculiaridad. ¿No es interesante? Claro…] El cabello de Alicia tomo un color rojo plateado y sus ojos se pusieron carmesíes. [Están por enfrentar horribles muertes, así que nada de lo que aprendieron les servirá ahora.]

 

Los tres nos asustamos. Su maná había llegado a un nivel diferente. “Increíble” era la palabra para ello. ¡Esto iba más allá de lo que había mostrado en nuestra pelea en la Plaza de los Siete Dragones!

 

[Ahora, sin más charlas.] Alicia dijo, bajando su paraguas negro como una espada. [La única y especial teniente de la Estrella Fugaz, Alicia Coalfield, hará trizas a la Nueva Estrella Fugaz.] Una risa salió de sus labios. [Simplemente emocionante. Haz honor a tu nombre, ¿bien? No es que ayudará.]

 

✽✽✽✽✽

 

[Así, te doy mi autoridad, Niche Nitti. Tomaré toda la responsabilidad, ordene como guste. Nieto aprobó esta idea también… antes de sacrificarse por la alianza.]

 

[Claro. Si me disculpan.] Dije con una reverencia a el Dux Pirro Pisani, quien ya no podía ocultar su cansancio y dejó el pabellón que servía como un centro de mando de emergencia. Muchos soldados y civiles evacuados estaban levantando sus tiendas.

 

Las tropas Pisani y Nitti resguardaban el Islote del Héroe aquí en el norte de la ciudad y las fuerzas de Carnien y Rondoiro estaban uniéndose a ellos. Había esperado que evacuar a cientos de miles de residentes sería un desafío, pero gracias que a los hombres bestias juntaron útiles botes por adelantado, parecía que se logró sin ningún incidente mayor. No había visto al viejo Zig del clan nutria hace tiempo.


[Las órdenes de Allen.] Dijo. [Mejor muestra gratitud, Chico Niche.]

 

Gratitud, ¿Zig? Hace casi imposible pagarle un favor.

 

Quitándome estos insignificantes pensamientos, saqué mi orbe de comunicación para consultar con Roa, quien estaba cuidando la evacuación en el muelle de la isla. Sin interferencias. Suponía que los hechiceros enemigos debían tener sus manos llenas luchando. Pero antes que pudiera hablar, una gélida voz llegó a mis oídos.

 

[Oí que se te ha dado carta blanca. ¿Todo está bien, Don Niche Nitti?]

 

[Carlyle.]

 

[Pero no creo que necesites usar ese poder, ¿verdad?] El Marqués Carnien siguió. La traición de Fossi Folonto le había pegado duro. [El terrible rayo que había impactado en todos esos extraños dragones esqueléticos debió haber sido trabajo del “Cerebro.” Mientras fortalezcas esta isla, entonces—]

 

Ambos levantamos la mirada, asombrados por un cambio en el cielo.

 

Aunque aún no era mediodía, el eclipse solar empezó. Una luna creciente apareció, tiñendo el islote en oscuros rayos carmesíes.

 

Fuertes disturbios llegaron a los soldados y civiles.

 

[¡Yo… no lo creo!]

 

[Es… Es el fin del mundo.]

 

[Récenle al dragón de agua y dragón de flores.]

 

[¡Mi mamá y papá se quedaron atrás en la ciudad!]

 

[¿Q-Qué carajos está pasando?]

 

Entre el disturbio, la voz de Roa sonó en mi orbe.

 

[¡Niche! ¡Carlyle! ¡Ramas negras de un árbol están atacando toda la ciudad! ¡Otros distritos sufrirán bajas a menos que actuemos!]

 

Más del trabajo de la iglesia, no tenía dudas. Pero ¿qué debería hacer? ¿Qué haría Allen del clan lobo?

 

Cerré mis ojos y respondí. [Entendido. Donna Rondoiro, encargarte aquí junto a Zig del clan nutria. Tomaré algunos botes y regresaré a la ciudad para traer más residentes—]

 

[Ni te molestes.] El Marqués Carnien interrumpió. [Estarías perdiendo tu tiempo.]

 

[¡¿Carlyle?! ¡¿Te das cuenta de lo que estás diciendo?!] Roa respondió.

 

El marqués se bajó de hombros. [El enemigo cambió el día a noche, y ahora están tratando de hundir toda la ciudad.] Dijo. [Deja que esos monstruos luchen contra esa leyenda y báñenlo en honores y riqueza si sobrevive. Debemos concentrarnos en poner a todos aquí a salvo antes de preocuparnos por más. No soy un héroe. La seguridad de mi esposa y seguidores es primero.]

 

Tenía un punto. Volver podía simplemente crear más víctimas. Sin embargo…

 

Con calma caminé hacia Carlyle y golpeé al marqués con toda mi fuerza.

 

[¡¿Q-Qué fue eso?!] La voz de Rosa demandó mientras caía con un gran estruendo. [¡Hey! ¡Dime qué está pasando!]

 

La multitud cercana que había estado observando con nervios el cielo se congelaron también, como estatuas. Liberé un fuerte respiro, entonces le grité al asombrado noble.

 

[¡Tú… insufrible idiota!]

Todos en el islote o llevando un orbe de comunicación suspiraron en conjunto. Los ignoré, tomando del cuelo a Carlyle y lo puse de pie.

 

[¡No me rendiré!] Grité. [¡No tengo permitido rendirme! ¡No le daré la espalda a una sola persona en esta ciudad! ¡Puedo ser muy soso, pero ese idiota de buen corazón, Allen del clan lobo, puso su fe en mí, Niche Nitti! Y mientras hablamos…] El mismo islote empezó a temblar mientras siniestro maná continuaba creciendo. Miré a Carlyle. [Él está usándose como escudo para comprarnos tiempo. ¡A pesar que podría escapar cuando quisiera!] Toqué el pecho de Carlyle, poniendo distancia entre nosotros. [¿Honores? ¿Riquezas? ¡Ha!] Dije. [¡Guárdate tus mentiras! ¡¿Sabes lo simple que las cosas serían si les diera interés a esas cosas?! Actúa por la pura convicción que está haciendo lo correcto. Hemos sido bendecidos por los cielos como nobles de la alianza, descendientes del príncipe, hombres de sabiduría.]

 

Recordé sus palabras en la villa Carnien: “Cuento contigo para manejar la evacuación. Ya le di la noticia a Zig. El resto está en tus manos.”

 

Apreté mis dientes y grité. [¡Pero un huérfano del clan lobo probó ser más noble, puro y valiente que cualquiera de nosotros! ¡Es la simple verdad! ¿Entiendes lo que significa, Carlyle? ¡Ahora— ahora— es nuestra oportunidad de probar nuestro valor con nuestra voluntad y acciones, no por la sangre azul en nuestras venas! ¡Y si no la tomamos, entonces… entonces…!]

 

La furia me ganó. Nunca había sido este tipo de hombre. Heredero de la renombrada Casa de Nitti. La esperanza de la siguiente generación de la alianza. Un hechicero rebosando en talento. Si hubiera mantenido ese curso, pude haber muerto sin despertar de mi letargo. Pero en la Academia Real, lo encontré: uno que caminaba por delante de la Dama de la Espada y la Dama de la Luz, leyendas en crecimiento: quien me recordó a la Estrella Fugaz, el ídolo de mi juventud.

 

Lo dije todo y terminé.

 

[¡¿Cómo es que daremos el primer paso?!]

 

Esos acostumbrados con mi usual yo observaron con incredulidad.

 

Bajé mi mirada. [No tengo talento. No puedo ni empezar a imaginar lo que él puede ver. Sin embargo…] Tomé al asombrado Carlyle por los hombros. [¡Yo sé que los destinos de esos que juramos proteger— las personas de la ciudad del agua, nuestra tierra— descansan en nuestros hombros! ¡Lo entiendo bien! Así que lo diré una vez más.]

La multitud había dejado de hablar, aunque no podía decir cuándo. Lámparas de maná se alumbraron una tras otra mientras los soldados formaban líneas.

 

[¡Si vive, Allen del clan lobo cambiará el destino de todo nuestro continente! Y puso su confianza en mí, entonces sonrió mientras salía a una batalla de las que tenía poca esperanza de ganar.]

 

La Dama de la Espada y su Cerebro eran formidables. Pero se enfrentaban a oponentes igual de excepcionales. Solo podía rezarles a los dragones que ganaran.

 

[¡Yo— nosotros— debes vivir a la altura de esa confianza!] Declaré, clavando la varita en mi cintura. [Debemos, incluso si nos matan. De lo contrario, incluso si sobrevivimos, ¿qué le diremos a nuestros ancestros? ¿A mis padres y hermano? ¿A tu esposa? ¡Puedo no tener mucho cerebro, pero me gustaría pensar que no he perdido mis agallas!]

 

Carlyle bajó la mirada. Sus hombros pesaban. Recordé a Paolo, quien había regresado al campo de batalla para derrotar a su propio hermano. Algunas veces, una persona tenía que hacerlo, incluso cuando su fuerza se queda corta.

 

[Sí, lo sé. Oh, lo sé. No somos leyendas. ¡Pero aun así!] Apreté mi agarré y grité. [¡Tenemos un deber! ¡Uno que se nos confió! ¡Está luchando ahora mismo, incluso mientras hablamos! ¡Luchemos con fe que no fracasaremos en nuestra misión! ¡A pesar que nunca ofrecí ayuda cuando otros lo humillaban en la capital real!]

 

La Academia Real había vivido a la altura de su reputación como una institución elite de aprendizaje. Pero la aborrecible discriminación contra los hombres bestias había persistido con fuerza aún más en la ciudad del agua. Y yo, Niche Nitti, había pretendido no verlo. Nunca había intentado ayudar a Allen.

 

Debo redimirme.

 

[Eres un marques y yo soy el hijo de uno. No se nos permite perder la fe mientras otros luchan. Incluso si no podemos aspirar al heroísmo, podemos resolvernos para seguir haciendo lo correcto. ¡Aprendí eso en la capital real!]

 

Le dio un golpe al noble. [¿Y bien, Marqués Carnien?] Demandé con burla, limpiando mi ropa. [¿Tu Señorío empezó a recordar quién eres?]

[Sí.] El marqués respondió lentamente, tocando el vaina de su florida espada. [¡Sí! Tienes razón. ¡Mucha razón! Soy el Marqués Carnien, esposo de Carlotta Carnien, la mujer más amable viviente. No me importa mi reputación, pero nunca podría manchar la suya.]

 

[Humph.] Alzamos nuestros puños, los presionamos en el corazón del otro y asentimos. [Suficiente. Ahora, ve a tu deber. Si lo peor sucede, al menos saquemos a las mujeres y niños al mar.]

 

Cada soldado Nitti y Carnien listo para la inmediata acción se había formado frente a nosotros. Vi determinación en cada ojo. La ciudad del agua es nuestra capital.

 

[Claro, nos quedamos para resguardar su escape.] Asentí. [Dejemos que Donna Rondoiro se encargue de todo el desastre posterior.]

 

[Concuerdo.] Carlyle respondió. [Roa, contamos contigo. ¿Te gustaría en escrito?]

 

[¡E-Esperen! ¡¿Niche?! ¡Carlyyyle!]

 

El frenético grito de Roa a través de mi orbe provocó una sonrisa de las tropas cercanas que rompieron toda la formación.

 

Abruptamente, un viejo sirviente Carnien en la fila frontal golpeó su pechera y gritó. [¡Todos los presentes, saluden a Don Niche Nitti y el Marqués Carlyle Carnien!]

 

Oí un sonido metálico no solo de las tropas reunidas, sino de mi orbe también.

 

[¡Estamos con ustedes!] Gritaron juntos. [¡La ciudad del agua es nuestra ciudad!]

 

Peligro me agitó. Un error de mi parte podría asesinar a estas personas.

 

[Idiotas, todos.] Maldije en una voz temblante. Mirando al cielo, vi dos magníficos griffins en vuelo. Un repentino rayo de esperanza trajo una rara sonrisa a mi rostro. [Pero gracias.]

 

✽✽✽✽✽

Debajo de una misteriosa luna creciente sangrienta, nuestra lucha mortal contra Io Lockfield en el Puente del Gato Viajero continuaba. Ramas de árbol estaban atravesando todos los edificios alrededor de nosotros. No teníamos tiempo que perder.

 

De cara a este temible maestro de magia tabú, habíamos adoptado una clara y simple estrategia: combate cercano a toda costa.

 

[¡Qué agotador!] El volador Io chasqueó su lengua, esparciendo espadas de viento negro en un esfuerzo por ganar distancia. [¿Te das cuenta de lo qué—?]

 

[¡No puede importarme menos!] Lily lo atravesó con el hechizo tri-elemental para aumentar su usual acompañamiento de flores de fuego. [¡Lynne!] Ella dijo mientras sus grandes espadas para atravesar las defensas del hechicero.

 

[¡Bien!] Un rápido golpe de mi Fire Dragon Dagger envió una espada de fuego a toda prisa hacia el cayente Io. Pero el apóstol recuperó su balance y bloqueó el corte.

 

[¡Juego de niños!] Respondió.

 

Caren disparó desde el puente— el cual no mostraba señales de romperse— para flanquearlo. ¡Su rayo tomó la forma de la cabeza de un lobo con su mandíbula a punto de morder a Io! Aunque solo rebotó en su maestral barrera.

 

Habíamos estado repitiendo este patrón por un tiempo, solo estábamos conteniéndonos debido a Saki, Cindy y Paolo estaban ocupados con Toni. Para ser francos, habíamos llegado a un punto muerto.

 

[Tres molestias.] Io se quejó en el aire. [No esperaba tal control del Fire Dragon Dagger. ¡Y tú! Has enlazado tu maná con la llave defectiva, ¿verdad? Te arrepentirás de ceder tu poder a otro.]

 

¿Cuánto sabe de la habilidad de Nii-sama?

 

A la par, la túnica de rayos de Caren se avivó. [¿Arrepentirme? Nunca.] Respondió, sin inmutarse. [Y como sea, Allen se rehúsa a usar siquiera una gota de mi maná.]

 

[¿Dices que solo estás recibiendo los beneficios de su control? ¡Imposible!]

 

Nee-sama y Tina habían dicho lo mismo— Nii-sama parecía detestar usar el maná de alguien más. Solo podía imaginar sus razones, pero sin duda, obtener un acceso más fácil lo alarmaba.

 

El techo explotó de un edificio cercano y una monstruosidad cubierta de plantas impactó en el puente de piedra. Numerosas heridas cubrían su cuerpo, pero se estaban curando ante mis ojos. Dos maids y un señor mayor aterrizaron luego.

 

[¡Saki! ¡Cindy!] Grité.

 

La unión del número seis me dieron una mirada de que estaban a salvo.

 

[Qué terco.] Saki suspiró con su látigo listo.

 

[Se cura mucho más rápido de cuando luchamos en el archivo.] Añadió su hermana usuaria de cuchillos-

 

Un siniestro Paolo levantó su espada larga. [Abriré un camino. Úsenlo para—]

 

Todas miramos al cielo en sorpresa. Algo colosal, una criatura inconcebible, estaba surcando la isla central.

 

Caren y yo dudamos, nuestras voces se agitaron.

 

[Eso… ¿Eso es…?]

 

[No, p-puede ser.]

 

[Un dragón.] Lily dijo, entrecerrando los ojos. [Pero no del todo.]

 

Incluso la estoica Saki y la animada Cindy se veían horrorizadas. Paolo jadeó, sin palabras.

[Mierda.] Io dijo, flotando sobre nosotras. [Edith e Ifur huyeron. ¡Pero qué pena por ustedes! La llave defectuosa y la niña maldita de los Leinster morirán.] Casi como un pensamiento, añadió. [Aunque la niña maldita de los Howard probablemente sobrevivirá.]

 

Al instante, mi ira ardió. [¡¿Qué?! Cómo te—]

 

[Lynne, mantén la calma.] Caren interrumpió, trayéndome a mis sentidos. Contra un oponente superior, una perdida de estribos garantizaba la derrota.

 

Pero ¿por qué dice que solo Tina sobrevivirá?

 

Pero antes que pudiera dispersar mis dudas, vientos oscuros empezaron a reunirse en el báculo de Io. ¡Estaba preparando un tabú!

 

[Consideren esto un agradecimiento por darme un bonito entretenimiento.] Dijo. [Terminaré con sus vidas.]

 

[¡No dejen que disparen!] Grité a todo pulmón.

 

Todas nos fuimos contra Io— pero Toni bajó su brazo derecho en un amplio arco. Incontables ramas podridas corrieron, tapando nuestro camino.

 

[¡Este puede ser un gran problema!] Cindy gritó, cortándolas con sus cuchillos. [Lady Lynne, ¿permiso para usar mi arma secreta?!]

 

[¡¿Qué arma secreta?!] Demandé.

 

[¡Cindy, no!] Saki gritó antes de que pudiera entender la pregunta, blandiendo su látigo mientras.

 

Er, ¿qué debería—?

 

[No sé quién sea ella, pero creo que tu adorable maid tiene la idea correcta.] La voz de una chica nos llegó. [Allen te daría una fuerte reprimenda, garantizada. ¡Puede parecer un caballero, pero puede ser terrible cuando pierde los estribos!]

 

¡¿Refuerzos?! ¡¿Puede ser?!

 

Un torbellino de talismanes siguió. Tan pronto que rodearon a Io fue que una tormenta de espadas lo atacó. Con la guardia baja, el apóstol detuvo su hechizo tabú.

 

[¡¿La hechicera Tijerina?!] Gritó, usando su barrera para mermar el ataque. [¡¿Quién hizo esto?!]

 

[No tengo el hábito de hablar con extraños. Eso molesta a mi compañero.] La chica respondió. Usaba un sombrero de bruja, tenía un báculo de madera y llevaba un gato negro en su hombro izquierdo. Reconocí a Teto Tijerina.

 

Me lanzó una mirada y de inmediato grité. [¡Caren! ¡Lily! ¡Cambien objetivos!]

 

[¡Bien!]

 

[¡Claro!]

 

Las tres lanzamos nuestros más fuertes hechizos a Toni. Dos Firebirds, una tempestad de flores de fuego y una enorme lanza de rayos barrió las ramas del puente. ¡El camino estaba limpio!

 

Cindy lidero el ataque, seguido en corto por Saki y luego Paolo. Sangre negra se esparció mientras dos brazos vegetales caían desde el aire. Mientras la rugiente monstruosidad trataba de recuperar sus extremidades perdidas, Caren y Lily dijeron mi nombre.

 

[¡Lo sé!] ¡Respondí, cruzando mi espada y daga… rápidamente los aparte!

 

Espadas de fuego aniquilaron lo que restaba de los brazos de Toni. Aun así, trató de regenerarse. Sin embargo…

 

La espada larga del anciano entró en su corazón y su casco cayó al suelo. Sangre fresca goteaba en las piedras del puente mientras humanidad regresaba a su grotesco rostro. Sus ojos se abrieron.

 

Entonces, a mi pesar… [¿Paolo?]

 

[Sí, estoy aquí.] El anciano respondió luego de un momento. No podía ver su rostro— no del todo. Aunque, estaba segura…

 

El viejo mayordomo de los Nitti levemente sonrió. [Perdóname por los problemas que he causado.] Murmuró. [Te dejo la Casa de Nitti y Tuna a tu—]

 

El cuerpo de Toni se desintegró a cenizas. La larga espada cayó y se insertó en el puente, resonando un solo sonido.

 

[Toni.] Paolo dijo. [Adiós, hermano. Adiós.]

 

Mientras decía sus adioses, Teto cayó lentamente en el puente. Había estado conteniendo a Io con un constante flujo de espadas de sus talismanes todo este tiempo. Sobre nosotros, el apóstol parecía tener una mala cara de disgusto-

 

La chica quien sin dudas sería mi senpai un día acarició a Anko y suspiró. [¡Qué hechicero! Allen se hace de demasiados enemigos poderosos. ¿Cómo se supone que una chica normal como yo sobreviva a todos? Por otro lado, los errores de Gil nos afectan a todos nosotros, así que necesito corregirlo pronto. Y la Princesa Cheryl debe estar furiosa.] Ella se quejó.

 

[¿Una “chica normal”?] Repetimos incrédulas.

 

¿Qué monstruos deben acechar en las clases del profesor?

 

Io llevó su mano a su frente y agitó su cabeza. Entonces miró a Caren, Lily, a mí y chasqueó su lengua. [¡No, es suficiente!] Declaró. [He perdido el interés. Y no soy tan tonto para desafiar al gato nocturno bajo una luna creciente. ¡Pero recuerden mis palabras! ¡No tendrán la misma fuerte una tercera vez!]

 

Flores negras se materializaron y el apóstol desapareció de la vista. Parecía haberse retirado.

 

[Debemos movernos de una vez.] Sugerí, escuchando que las ramas negras consumen un edificio. [Nii-sama podría usar nuestra—]

 

[Por favor, espera.] Teto interrumpió. [Dudo que llegaremos con ellos a tiempo si nos vamos ahora. Y si Allen estuviera aquí, estoy segura que diría que ayudásemos a las personas de la ciudad antes de preocuparnos por él.]

 

Tenía un punto. Las ramas misteriosas no estaban atacando este puente, pero debieron haber dejado a muchos residentes varados en la ciudad. Pero aun así…

 

[Muy bien.] Dije. [Priorizaremos rescatar a las personas de la ciudad.]

 

[Bien.]

 

[¡Entendido!]

 

Las miradas de acuerdo de Caren y Lily le quitaron peso a mi corazón. Las dos maids y el anciano se inclinaron cortésmente y añadieron.

 

[Lady Lynne, permita que Cindy y yo limpiemos el camino.]

 

[¡Puede contar con nosotras!]

 

[Conozco cada rincón de esta ciudad. Creo que puedo ser de ayuda.]

 

Asentí y calmé mi mente. Todo estaría bien. Bastante bien. Nii-sama y Nee-sama eran rivales para cualquiera. Y mi mejor amiga Tina Howard era un genuino prodigio. Pasar tanto tiempo con ella no me había dejo duda de ello.

 

[¡Teto, por favor dime!] Le pregunté a la brujita, quien ya había empezado a desplegar nuevos talismanes. [¿Quién está manejando ese par de griffins?]

✽✽✽✽✽

 

La espada de Viola rompió las gruesas puertas de piedra como mantequilla. Tina tembló mientras tomaba su mano, evadió el golpe, y se retiró del Antiguo Templo.

 

La luna se veía difícilmente real mientras brillaba, tiñendo la Plaza de la Expiación en un oscuro carmesí. Una masa de ramas negras traspasó el techo y el cadáver de un dragón revelo su siniestra forma. Lydia había estado defendiéndose se Alice, pero ahora saltó y aterrizó a nuestro lado. Al mismo tiempo, Viola fue al frente y se echó a correr, lanzando su espada delante de ella.

 

¡Qué velocidad!

 

Protegí a Tina, conjuré una espada de rayos en la punta de mi varita y evité el mortal golpe. La espadachina movió sus labios levemente, se dio la vuelta y giró, como si corriera en el aire. Su espada se dirigía hacia mí. olía la fuerte muerte en el aire.

 

[¡No me pasarás tan fácilmente!] Lydia gritó, deteniendo el golpe con su espada encantada. Sonidos de metal perforado y destellos de luz siguieron en rápida sucesión.

 

La joven intercambio un centenar de cortes en el espacio en un instante. Entonces Viola se hizo atrás, dando un gran giro, y Lydia desplomó varias docenas de bolas de fuego hacia ella. Toda la plaza ante el Antiguo Templo entró en llamas, formando una barrera contra las incursiones de las ramas.

 

[¡No solo te quedes allí parada muda, Tina! ¡Sirve de algo!] La noble de cabello escarlata le gritó a la noble de cabello plateado sin girar su cabeza.

 

[¡Yo… no necesito que me digas eso!] La chica respondió. Una vez había golpeado sus mejillas y se recuperaba, el listón azul atado a su varita brilló.

 

[Ahora, ¿Qué harás? El heredero de la Estrella Fugaz debería ser capaz de superar un problemita como este sin sudar.] Alicia se burló, haciendo a un lado las llamas con su paraguas negro mientras ella, Viola, y el cadáver del dragón entraba a nuestra zona segura.

 

No podíamos contenernos en esta pelea. Y ya que no teníamos idea de cómo dispersar la magia tabú, una batalla de desgaste funcionaría a nuestra desventaja.

 

Levanté mi mano izquierda y dije. [¡Tina!]

 

[¡Sí!] Mi estudiante de cabello plateado rápidamente la tomó y la apretó con fuerza. Sentí nuestro maná conectarse. Ella libero un leve gemido (NT: de puta) y pétalos de hielo de prono empezaron a salir alrededor de nosotros.

 

El girador paraguas de Alicia llegó a un alto. [Ah, un enlace de maná.] Dijo, frunciendo sus cejas. [Pero no—]

 

Antes de que pudiera terminar de hablar, activé los hechizos que había puesto durante mi retirada: Scarlet Burning Field e Imperial Wind Tornado. Un furioso torbellino se tragó a Alicia y sus sirvientes, convirtiendo toda el área en un infierno potente.

 

Los ojos de Tina se abrieron y el mechón de su cabello se paró. [Veinticuatro hechizos avanzados simultáneos, algunos de ellos experimentales.] Murmuró. [Increíble, casi increíble.]

 

[Aprenderás a hacerlo sola pronto.] Le aseguré. [Y como sea, no está funcionando.]

 

Cuerdas cortaron mi tornado y la siniestra vampiresa emergió sin rasguños con la espadachina a sus costillas. Incluso el herido cadáver del dragón destelló con una luz gris y empezó a regenerarse. Venía equipado con Resurrection.

 

Empecé a crear nuevos hechizos en mi varita.

 

[¿Y ahora, Lydia? Parece que son huesos duros de roer.] Dije, tratando de sonar bromista a pesar de la tensión en mi voz.

 

[Piensa solo. ¡Estoy aquí para cortar y quemar— todo lo demás es tu trabajo!] La joven noble respondió. Su adorable rostro parecía más tenso de lo usual.

[¡Allen, Lydia!] Tina gritó. [¡El dragón!]

 

El reanimado cadáver estaba abriendo su mandíbula.

 

¡¿Aliento venenoso?!

 

Viola descansó su espada larga en su hombro y atacó, destellando con un maná rojo pálido. Lydia chasqueó su lengua y entró en otro fiero choque con la espadachina.

 

[¡Oh, no por favor!] Tina gritó, lanzando un masivo trozo de hielo en la cabeza del dragón. Moví mi varita para añadir un hechizo de mi autoría… cuando Alicia cerró su paraguas y atacó, destruyendo el pavimento de piedra y se lanzó como una jabalina. Sus ojos carmesí ardían.

 

¡Así que iba tras de mí!

 

Rápidamente lancé el hechizo avanzado Swift Ice Lances, pero no hizo más que llegar a su sombra.

 

[Y ahora.] Alicia gritó. [¡Se acabó!]

 

[¡Allen!] Lydia y Tina gritaron.

 

El tiempo se veía extrañamente lento mientras el paraguas negro rasgaba las flores de fuego en su camino para cortarme y—

 

[Mm-mm. No realmente.]

 

[¡Porque la estrella siempre llega al último minuto!]

 

 

La respuesta de dos nuevos combatientes atrajo gritos de asombro de aliados y enemigos por igual. Una larga lanza rechazó el paraguas. La misma Alicia recibió una patada en el estómago y chocó contra Viola. Un corte a mano limpia destrozó la gruesa barrera y mandó a volar a la criatura desplomándose en el Antiguo Templo.

 

Un griffin militar y un griffin oceánico volaban por el cielo. En el suelo, una adorable chica de cabello rubio con una desgastada espada colgando de su cinturón y una belleza elfica con cabello verde jade y una lanza en su mano aterrizaron y nos sonrieron.

 

[Mm. Lo logramos.] Dijo el Héroe, Alice Alvern.

 

[Y en el momento perfecto. ¿No concuerdan?] Leticia Lebufera añadió, el Vendaval Esmeralda.

 

¿Esas dos de entre todos?

 

Antes que pudiera superar mi sorpresa, la pequeña chica se me acercó y expandió sus brazos.

 

[Allen, pido un abrazo de bienvenida.] Dijo. [Vine aquí a trabajar, así que espero consideración.]

 

[A-Alice, ¿cómo—? No.] Tantas preguntas llenaron mi mente, pero las dejé de lado. Me agaché, tomé su mano izquierda y me incliné a mi salvadora. [Es un honor verte otra vez, mi Héroe, Alice Alvern.]

 

La expresión de la chica no cambió. Solo sus ojos se movieron lentamente.

 

[Eso fue cruel. Qué lamentable. El bebé llorón y mi compañera te la pusieron difícil. Tendré una buena charla con ellas luego.]

 

[Oh, ¿lo harás?] Lydia respondió, ascuas ardieron para amenazar a Alice.

 


[¡¿Y-Yo también?!] Tina exclamó, señalando a sí misma en confusión.

 

Las observé dejarse ir mientras me paraba e inclinaba lentamente a la belleza elfica. [Duquesa Letty]

 

[Esa tonta se hace llamar la “Luna Creciente.” ¡¿Cómo podría no conocerla?!]

 

La veterana leyenda apuntó su lanza a la vampiresa, quien había tirado su doblado paraguas y empezó a quitarle el polvo a su vestido negro.

 

[Aunque esto es extraño.] Continuó con lamentación y convicción. [Mi jurada amiga Alicia Coalheart pereció en el Río de Sangre con la Estrella Fugaz.]

 

El cadáver de dragón regresó al cielo, reduciendo el Antiguo Templo a escombros en su despertar. Alice lo miró y murmuró. [Blasfemia. Es imposible.] Temblé mientras su maná se alzaba a lo que solo podría describir como a un nuevo nivel.

 

La veterana elfica fijo su filosa mirada a Alicia. [Po ello, debo preguntarte, vampira.]

 

La belleza de negro se congeló. Todos contuvimos nuestro aliento.

 

La Duquesa Letty le dio un giro a su lanza, la insertó en el suelo con irritación y demandó: [¿Quién eres para hacerte llamar “Alicia Coalfield”?]

 

Lydia y Tina jadearon.

 

Así que suponía bien.

 

Habíamos identificado a la vampiresa ante nosotros como la Luna Creciente. Aunque no todas las piezas casaban. Si realmente fuera la compañera de la Duquesa Letty, ese ataque sorpresa no la habría tomado con la guardia baja.

 

[Qué terrible.] Alicia se quejó, jugando con sus aretes de luna. [Recuerdo tu rostro. ¿Ya has olvidado el mío?]

 

[Cierto.] La anterior duquesa admitió. [Eres la viva imagen de Alicia y hablas como ella.]

 

[Claro que sí. Digo, soy la misma Alicia—]

 

[¡Aunque!] La Duquesa Letty interrumpió, dándole una gran vuelta a su lanza. Fuertes vendavales nos golpearon. [¡Aunque Alicia— mi más querida amiga— nunca recurriría al vampirismo, ni siquiera si el cielo se cae!] Cada palabra resonó con la fuerza de sus sentimientos por la Estrella Fugaz y la Luna Creciente. [Y lo más impactante, es tu cabello. El suyo era el plateado más puro.] La belleza elfica declaró, apuntándole con su lanza otra vez. [¿Esperas que crea que el vampirismo lo cambió? No digas mamadas, merryjane. Alicia era una potencial Santa Pura al igual que una niña maldita. ¡Tomaría más que solo vampirismo para borrar su esencia!]

 

[¿Qué estás diciendo, Letty?] La vampiresa preguntó, flotando leventemente sobre el suelo con una incrédula expresión. Detrás de ella, Viola fue al frente y empezó a concentrar maná.

 

[¡Sabía que no podías ser Alicia!] La Duquesa Letty gritó, tomando su lanza con una mano temblante. [¡Nunca me llamó “Letty” en toda su vida! ¡Solo “Cia”! ¡No eres más que una impostora!]

 

Un largo momento pasó. Entonces Alicia rio y unas alas negras de murciélago emergieron de su espalda.

 

Maldiciendo, le lancé serias miradas a Lydia y Tina. La verdadera batalla estaba por empezar.

 

[Me rompes el corazón.] La vampiresa se quejó, acariciando sus ojos— y mostrando sus colmillos todo el rato. [No sé cuándo me sentí tan desdichada. Oír a mi mejor amiga decir tales cosas es más de lo que puedo soportar.]

 

Con la luna carmesí a su espalda, la belleza flotante bajó sus manos. Sentí el vivo odio en sus ojos. Su maná se vino sobre nosotros, pareciendo envolver toda la ciudad. Una ventisca de flores carmesí danzaba por el aire.

[Así que…] Dijo. [Creo que te mataré ahora.]

 

Una figura gris corrió por el campo, dejando una estela de polvo. Qué peculiar técnica, desvainar y atacar al mismo tiempo. No podía evitar admirar su belleza— aunque la muerte la rondara.

 

Pero la lanza de la elfa fácilmente rechazó el mortal corte de Viola. Al mismo tiempo, le lanzó el hechizo supremo Gale Dragon a Alicia— un milagroso despliegue de habilidad.

 

[La espada más filosa en las tierras del este, forjada en los días de antaño.] Ella reflexionó. [Pensar que sigue en uso.]

 

Viola movía su espada en libertad sin responder, luego saltó como un bailarín, girando mientras le lanzaba a la adorable elfa una lluvia de cortes para ganar distancia.

 

[¡Duquesa Letty!] Gritó, luchando para dar apoyo mágico— cuando la mano izquierda de una chica se me acercó.

 

[La Dama del Viento lidiará con la misteriosa espadachina.] Alice dijo con su intimidante mirada en la vampiresa, quien estaba repeliendo al dragón de viento con las manos desnudas. [Yo—]

 

Con un rugido ensordecedor, el dragón se vino hacia nosotros.

 

[¡No en mi guardia!] Tina gritó, solo para ser frenada por Alice.

 

[No te preocupes, compa. Hup.] La rubia saltó y casualmente llevó su pequeño puño cargado con rayos a la imponente mandíbula del dragón. Un enorme colmillo se rompió y se clavó en el pavimento.

 

La expresión de Tina se puso rígida mientras observaba a la chica aterrizar sobre un pilar de piedra. Tratar de juzgar al Héroe con nuestros estándares era una estupidez.

 

Luego de un momento, solo dije, “Bien,” luego miré a Lydia y Tina. A pesar de nuestros inesperados refuerzos, necesitaríamos detener a Alicia solos.

 

[No te preocupes, Allen. Puedes hacerlo.] La chica aseguró mientras el dragón llenaba la jaula de llamas con su furioso rugido.

 

De pronto, mi corazón se sintió más ligero. Y ahora que lo pienso, me sentí igual de cuando luchamos contra el dragón negro.

 

[Gracias, Alice.] Le dije al juvenil Héroe. [No sé qué haría sin ti.]

 

[Digo lo mismo.] Respondió. [Pero aceptaré un pastel casero. El bebé llorón no puede recibir nada.]

 

[¡Hey! E-Escucha, tú—]

 

Antes que Lydia pudiera terminar, Alice sin esfuerzo despegó del pillar de piedra. Acertando otro golpe en la cabeza del dragón luego de recuperarse, atravesó el fuego y siguió hacia la municipalidad. Logré ver ramas negras entrelazarse alrededor del edificio blanco antes que la barrera se cerrara.

 

Moví a un lado mi varita, escuchando el choque entre la Duquesa Letty y Viola demoliendo los edificios que quedaban dentro de los muros de llamas. Lancé al cielo el más potente Swift Ice Lances, observando los movimientos de Alicia luego de conjurara al Dragón de Vendaval. Mientras, comuniqué mi plan mentalmente a Lydia y Tina. Podía sentir que su moral estaba por los cielos.

 

En el aire, Alicia destruyó mis lanzas de hielo a mano limpio con un aire de molestia. Encontré sus ojos carmesíes y vi aborrecimiento.

 

[Encuentro esa mirada en tus ojos tan… irritante.] Dije. [Igual a la persona que vino a vernos, quien me robó a mi hermana: ojos claros mirando de frente, sin intención de rendirse o— ¿Oh? ¿Qué es lo que digo?] Alicia vaciló y se congeló, asombrada por sus propias palabras.

Mientras fragmentos de hielo y luz brillaban en el aire, grité:

 

[¡Tina!]

 

[¡Sí!] La noble de cabello plateado lanzó el hechizo avanzado múltiple Imperial Ice Blizzard.

 

Alicia dijo. [Tal miserable magia no funcionará— ¿Oh?]

 

El hielo y luz que se acababa de destruir formó espejos, rechazando las fuertes ventiscas desde varios ángulos.

 

Lydia se desvaneció y reapareció sobre la vampiresa— usando el hechizo de teletransportación Black Cat Promenade. ¡Levantando su mano izquierda al cielo, retiró la flameante espada la Verdadera Escarlata en un rápido movimiento!

 

Los ojos de Alicia se abrieron. [Esa es la Leinster—]

 

[¡A ver si te gusta esto!]

 

La barrera de Alice había estado mermando las ventiscas, pero ahora un Firebird lo traspasó, esparciendo ardientes ascuas y fuego. Lydia siguió con el hechizo supremo con un ataque aéreo, activando el secreto de su casa la Espada Escarlata con ambas y arremetió.

 

Alicia junto maná alrededor de su mano derecha y bloqueó, al parecer abrumada por el fuerte grito de guerra de Lydia. Místicas fuerzas colisionaron, los espejos de hielo se astillaron y grietas se abrieron por el suelo y los pilares.

 

[Nada mal. Aunque…] El maná de Alicia surgió y finalmente hizo retroceder a Lydia. La Dama de la Espada gruñó y oí el resonar del metal. El amuleto de papá debió haber recibido el impacto por ella.

 

[¡Aún no terminamos!] Tina gritó, sacando un asombrado “¿Oh?” de Alicia mientras, sin esperar por mi señal, aprisionó a la vampiresa con masivos carámbanos.

¡¿Nieve plateada?!

 

Queriendo que todos estemos en la misma página, revisé la situación con Lydia. [El Firebird fortalecido funciona. Al igual que el Cresset Fox y la Verdadera Escarlata cuando vas con ganas. Pero aún no le hemos mucho daño a Alicia.]

 

[Y lo peor, si nos lastima, su constante maná dificultará la curación.]

 

Tina miró al cielo al desatar su listón blanco y lo ató en su varita. [Pero aún no lo ha dado todo, ¿verdad, Allen?] Ella preguntó, sonriente.

 

Supongo que se dio cuenta.

 

Golpeé el suelo con mi varita, reforzando los rápidos carámbanos desmoronándose mientras respondía. [No, aunque espero evitar usarlo. Digo—]

 

[Necesitarás forjar un enlace más profundo con nosotras y sacar el poder de los grandes elementales. ¡Y bien, ¿qué estás esperando?! ¡Ella está igual de lista que yo!] Lydia interrumpió, acercándose a mí con la palma de su mano a plena vista. La marca del Blazing Qilin apareció, claro y listo.

 

[¡Yo igual!] Tina insistió, quedándose donde estaba, pero presionando su mano derecha a su corazón. La marca del Frigid Crane parpadeó levemente.

 

Podía sentir a Atra cantar dentro de mí.

 

Supongo que no tengo elección.

 

[Lydia, Tina.] Dije.

 

[Mm.]

 

[¿Sí?]

 

El par bajó sus ojos con una pizca de bochorno— lejos del grito de emoción de hace un momento. Presioné mis labios en las frentes de cada una, conectando nuestro maná a un nivel más profundo.

 

Un mundo de blanco se extendió ante mí. Primero noté a Atra, mientras ella me abrazaba. Luego las dos chicas cerca, una con largo cabello ardiente escarlata y la otra con dos plumas de ave entrelazadas en sus trenzas azul dorado— los grandes elementales Blazing Qilin y Frigid Crane. Las tres usaban conjuntos blancos a juego.

 

[No puedo proteger a todos por cómo soy ahora.] Dije, acariciando la cabeza de la niña. [Así que…]

 

¿Realmente era lo correcto? Había jurado proteger a estas chicas. La niña ondeó su cola en deleite.

 

Cerré mis ojos y dije. [Por favor… por favor, denme su ayuda. Para salvar a las chicas que significan mucho para mí.]

 

El Frigid Crane y Blazing Qilin se vieron entre sí por un momento, luego asintieron levemente y sonrieron. Observé a Atra abrazar a la chica de cabello escarlata mientras su compañera con los mechones azul dorado fruncía sus ojos como en sufrimiento.

 

[Ayudaremos.] Dijo. [Pero el Cocodrilo Marino ya no habita en esta tierra. Ella amaba a un amable rey humano con todo su corazón. Ahora vaga por el mundo con una inconsolable penumbra. Por favor, sálvala.]

 

[¿No está aquí?] Repitió. [Entonces—]

 

El blanco mundo sucumbió. Cuando abrí mis ojos, estaba mirando a las dos hijas de duques a la cara. Ambas tenían las mejillas sonrojadas y se veían apenadas.

 

[Um… ¿Lydia? ¿Tina? ¿Sucede algo?] Pregunté, escuchando los gritos del dragón y el sonido de la fiera batalla de la Duques Letty con Viola.

 

[¡¿S-Sí?!] Ambas respondieron, prestando atención.

 

¿Pudieron haber sentido la plática con los grandes elementales?

 

Al siguiente momento, todos los carámbanos salieron volando a la vez, y Alicia gritó con furia.

 

[¡Qué irritante! ¡No puedo soportarlo!] Se enojó. [He tenido suficiente. ¡Acabaré! ¡Con cada! ¡Uno de ustedes!]

 

Bajo la luna carmesí, el maná a una nueva escala se concentró en la mano derecha de la vampiresa. Una larga espada negra parpadeante se materializó. El anillo en mi mano derecha brilló y oí la opaca voz de Linaria. [La espada negra del Señor Oscuro: la Canción de la Luna Perdida.]

 

Luchando contra el miedo, levanté la Silver Bloom y dije. [¡Lydia, Tina, necesito tiempo!]

 

[¡Y me aseguraré que lo consigas!]

 

[¡Concéntrese en su hechizo!]

 

El Firebird y Blizzard Wolf atacaron a Alicia y chocaron contra su barrera. La vampiresa perdió su sombrero negro, pero su mano izquierda conjuró una pequeña hacha de maná. Partió los cuerpos del ave de fuego y el lobo de hielo, dispersando el fuego y la tormenta de nieve por igual mientras gritaba:

 

[¡Dejen de perder mi tiempo y mueran! ¡Nunca podrán derrotarme!]

 

Lydia y Tina percibieron todo el peso de la mirada carmesí de Alicia.

¡Ahora!

 

De una vez, nuestro enlace de maná se intensificó. Lydia al instante cerró la distancia con Black Cat Promenade, desplomando su espada encantada y espada llameante en Alicia con toda su fuerza. Impactaron contra el hacha, luego el fuego y el oscuro maná competían por la supremacía.

 

Ocho alas de blanco puro brillaron en la espalda de la joven. ¿Era la influencia del Blazing Qilin? Más llamas fluían de su corto cabello carmesí, haciéndolo lucir más largo.

 

[¡Mañana, cumpliré dieciocho, y Allen va a celebrarlo conmigo, solo los dos!] Ella gritó, poniendo una frívola sonrisa. [¡¿Crees que moriría antes de desvirgar al Allen?!] NT: no decía eso, era tipo “Crees que moriría con el mejor momento de mi vida cerca.” Me quedé con el meme.

 

El rostro de Alice se estaba deformando más mientras perdía la ventaja. Los nevados vendavales rugieron dentro de la barrera, y el más grande Blizzard Wolf que había visto se formó. ¡¿Eran seis alas en su espalda?!

 

Ocho alas aparecieron detrás de Tina también, al igual que Lydia, hilos de hielo se extendían de las puntas de su cabello.

 

[¡Allen también me pidió su ayuda!] Ella gritó. [¡Nada podrá detenerme ahora!]

 

Blanco y oscuro maná entraron en el hechizo supremo y recorrió el aire, descendiendo hacia Alicia con una tormenta de hielo.

 

[¡E-Esto no puede…!] La vampiresa vaciló mientras sus defensas caían. Luego, al final, logramos pasar. Fuego y hielo combinados cegaron a la temible criatura.

 

[¡Allen!] Mis compañeras gritaron juntas.

 

[Gracias, Lydia, Tina.] Respondí. [¡Seguiré desde aquí!]

Los orbes en mi varita encantada brillaron. Siete pilares de luz se alzaron al cielo y desaparecieron. Mientras, la espada de Alicia cortaba el fuego y hielo. Ella miró a la luz lunar nocturna— y empezó.

 

[¡¿Qué?!] Ella gritó, incrédula. [¡¿Q-Qué has hecho?!]

 

[¡E-El cielo…!] Tina jadeó igual, abrazando su varita.

 

[Ahora está mejor.] Lydia se rio, sonriendo de oreja a oreja.

 

Los vampiros no tenían debilidades. El Héroe y el Señor Oscuro eran sus enemigos naturales. Y para bien o mal, había visto hechizos pertenecientes a ambos— aunque carecía del vasto almacenaje de maná que tenían. Solo luego de forjar profundos enlaces con Lydia y Tina, recurrí al Blazing Qilin, Frigid Crane, y Atra, y al incorporar la fórmula de Linaria había logrado la activación.

 

[La Duquesa Rosa Howard sabía de lo que estaba hablando.] Le dije a las chicas mirar hacia arriba a la luna carmesí. [¿Recuerdas? “Guardar lo mejor para el final.”] En un respiro, bajé mi varita y levemente entoné el nombre del hechizo:

 

[Estrella Fugaz.]

 

Numerosas estrellas atravesaron el Everlasting Scarlet Dream y llovieron sobre el Antiguo Templo y sus alrededores.

 

[¡No creas que has ganado!] Alicia respondió, concentrando su carmesí maná en la espada en su mano derecha. [Un hechizo como este no—]

 

Una briza esmeralda oscura rodeó a la vampiresa junto a una lanza oscura— Destello de la Luna Teñida, el arma que la Duquesa Letty le había arrebatado al Señor Oscuro. Alicia lo rechazó, pero había tomado la mayoría de su atención. La apertura resultaría decisiva.

 

La lluvia de estrellas engulló a Alicia. Un cegador destello y un masivo impacto siguió.

[¡Allen!]

 

[¡Allen!]

 

Tina y Lydia me atraparon en sus brazos mientras caía indefenso con mi maná agotado. Todo su poder se fue a las defensas para soportar la explosión.

 

Oh vaya, amigable fuego. Eso supondría algo de trabajo. Pensé, pero mi cansado cerebro se rehusaba a funcionar. Me recosté en mis compañeras.

 

Se puso silencioso.

 

Perdí mis enlaces de maná con Tina, Lydia y Caren— sin duda el precio de presionarme más allá de mis límites. Jadeando, caí de rodillas y miré alrededor.

 

La misteriosa luna carmesí de hace unos momentos le dio paso al cielo azul. Apenas podía reconocer el Antiguo Templo. Sus pilares habían caído y hoyos se habían abierto en el piso. Incluso las ramas del alocado Gran Árbol estaban reduciéndose a cenizas.

 

Con un tremendo choque, el dragón cayó ante mis ojos. Soltaba un hedor a putrefacción mientras su negra esfera caía al suelo. El blanco rayo impactó, partiendo el orbe oscuro y liberó a Niccolo y Tuna— vivos. Mientras el alivio me recorría, Alice y la Duquesa Letty aterrizaron a nuestra par, sin heridas.

 

[Chico malo.] El Héroe dijo con una mano en su cintura. [Te robaste hechizos de mí, el Señor Oscuro y la bruja. Esto requiere de un pago. Únete a mi sequito ahora y—]

 

[¡Compa o no, eso es pasarse!] Tina gritó, poniendo sus manos en la boca del Héroe.

 

[Buen trabajo por primera vez, Tiny.] Lydia dijo.

 

La Duquesa Letty también sonrió, descansando su lanza en su hombro. [Veo que te robaste también mi Lanza Estelar. El Señor Oscuro se moriría de risa.]

[Me pasé. Dudo que pueda lanzarlo otra vez.] Dije con toda honestidad, poniéndome de pie con dificultad. [Y además…]

 

Un repentino vendaval mostró a Alicia y Viola paradas frente a las ruinas del Antiguo Templo. El vestido negro de la vampiresa estaba en mal estado, pero no tenía heridas visibles. La espadachina se veía igual de ilesa.

 

[Faltó para derrotar—]

 

Antes que pudiera terminar, el sonido de pies subiendo las escaleras llegó a mis oídos y la luz del sol alumbró.

 

¡Mediodía!

 

Un joven hechicero entró a la vista, vestido en una túnica blanca con capucha con un toque azul y sosteniendo un báculo de madera. Luego, una figura gris, también encapuchada y armada con una lanza larga. No más alta que Caren. La figura encapuchada final apareció usando una túnica de blanca y llevaba una tableta de piedra. Era una chica.

 

Un indescriptible shock nos superó.

 

¡¿La Santa… de la iglesia?!

 

El joven levantó su báculo y maná que rivalizaba con el de Alicia empezó a congregarse. No solo el aire, sino toda la ciudad tembló. Grietas se esparcieron y la oscuridad creció.

 

[Allen.] El Héroe lo dijo como advertencia mientras lentamente retiraba su espada.

 

La gigantesca masa de hielo negro que había materializado en el cielo era casi del tamaño de la isla central. Temblando, Tina murmuró su nombre:

 

[¿E-El gran Hechizo Estrella Fugaz?]

[Dama del Viento, Lydia.] Alice dijo.

 

[¡Ya sé!] La Duquesa Letty gritó con voz contenida mientras materializaba Destello de la Luna Teñida en su mano izquierda.

 

[¡Puedes contar conmigo!] Lydia gritó.

 

El Héroe desvainó su espada y lanzó un brillante destello. [Cien Volteos.]

 

¡Una tremenda explosión de rayos se extendió por el espacio, golpeando el hielo con una certera precisión— y partió la masa en dos!

 

La Duquesa Letty reunió sombríos vendavales detrás de ella. [¡Humildemente te presento este golpe!] Gritó, blandiendo sus secretas Lanzas Estelares en cada mano. Innumerables golpes redujeron el flanco derecho de la bola de hielo a una brillante niebla.

 

[¡Mi turno!] Lydia gritó, golpeando el suelo con todo su poder. Invocando la Espada Escarlata con sus dos espadas, las impactó contra el flanco izquierdo de la masa de hielo. Engullida en fuego, se destruyó, los restos sobrantes llovieron en una amplia extensión del Gran Canal y los alrededores de la ciudad.

 

Oí un inaudible aplauso y un mundo negro se extendió ante mí. Solo la Santa de la Iglesia compartía el espacio conmigo. Estábamos solos.

 

Los labios de la chica apretando la tabla de piedra se movieron bajo su capucha.

 

[Hola, mi Allen.]

 

[¿Conoces mi nombre?] Pregunté, asombrado.

 

[Claro.] La chica dijo. [Te conozco mejor de lo que tú te conoces. Me alegra el finalmente conocerte.] Ella rio como un niño— inocente, pura y felizmente. Y por esa misma razón, su leve sonrisa me agitó todo mi ser.

[Qué está la iglesia—no, ¿qué estás pensando?] Demandé, apuntándole mi varita. [¡Esta serie de sucesos ha puesto a cada poderío en el oeste del continente contra ti!]

 

[Como si importaran.] Los labios de la Santa se torcieron en una mueca. Serpientes de cenizas salieron al frente y pronto perdí la cuenta de las criaturas. [El reino, el imperio, la alianza… ¿Cuántos años le tomará a cualquiera de los tres poderes reprimir los problemas internos y tomar acción? Cada una de sus más brillantes mentes bailan en la palma de mi mano. Autosacrificio y el noblesse oblige son tan predecibles. Sabes, conseguí todo lo que quería de la capital este, la capital real y la ciudad del agua. Te das cuenta, ¿verdad, Allen? ¿Aun si nadie más lo hace? He ganado. Luchar conta la pobre Alicia, el estúpido Io y la adorable Edith no cambiará ese hecho. Aquí. Mira.]

 

Mientras las serpientes convergían en una sola serpiente enorme con alas, la Santa señaló a la tabla de piedra. [Estoy sosteniendo el último testamento del príncipe. Escribió la fórmula de hechizo que molestó al vástago del Árbol del Mundo y lo selló dentro de la puerta negra, solo en caso de ser necesario. Qué tipazo debió haber sido— lo suficiente para dar su propia vida en lugar del gran elemental el Cocodrilo Marino y la liberó de su letargo.]

 

Jadeé, sin palabras. Al mismo tiempo, sentí un fuerte presentimiento. Esto no encajaba con lo que Alicia había dicho. Parecía creer que el Cocodrilo Marino estaba aquí.

 

La Santa levantó su capucha y me miró. Sus ojos brillaban en carmesí.

 

[Prometió hacer un jardín de flores en el Antiguo Templo y no pudo siquiera mantener su promesa con el Cocodrilo Marino.] Continuó. [Incluso ese lado patético suyo es igual a ti. Que bueno. Tan dulce que me hace desear la muerte.]

 

Dudé. [¿Tú eres—?]

 

El mundo negro sucumbió y el paisaje y sonidos del Antiguo Templo regresaron.

 

“Nos reuniremos otra vez en alguna parte, algún día.” Creí escuchar. “Mi queridísimo Allen— mío y solo mío.”

 

[¡Allen!] Lydia y Tina gritaron, corriendo hacia mí mientras mi fuerza cedía y caía.

[Gracias.] Les dije a las chicas ansiosas con ojos llorosos. Luego sonreí. [Bastante patético, ¿huh?]

 

Tina y Lydia enterraron sus rostros en mi pecho, susurrando casi tan suave como para escucharse.

 

[Allen, idiota.]

 

[Prepárate para el regaño de tu vida, ¿oíste?]

 

¿El grupo de Caren estaba bien? Parece que se han unido a la unidad de rescate luego de alejar a Io. Bajé la mirada. El agua fluyendo estaba ganando impulso y aclarándose.

 

[A-Allen.] Tina murmuró.

 

[¿Se viene?] Lydia jadeó.

 

Ambas nobles miraron al cielo. La Duquesa Letty se arrodillo y Alice envainó su espada. Una gran masa bloqueaba la luz solar y levanté la mirada con ellas— a un solo ojo central flanqueado por tres en cada lado.

 

Un sublime dragón con cuatro alas azules descendía y aterrizó, mirándome. El dragón de agua, guardián de la ciudad de agua.

 

Tina se aferró a mi brazo derecho y cerró sus ojos. Lydia tomó mi manga izquierda con nervios.

 

[Está bien.] Les dije a ambas y di un paso al frente.

 

Mirando a los limpios ojos azules, me incliné y dije con toda honestidad. [Por profanar a un dragón muerto, ofrezco mis más sinceras disculpas. No puedo negar que los mortales tenemos la culpa de ese hecho. Espero me crea cuando juro que nos redimiremos.]


El desgastado cadáver del dragón de agua flotaba levemente sobre el suelo. Levanté la mirada e hice contacto visual. Por un momento parecía que parecía una eternidad, el dragón me observó. Entonces abrió sus grandes y hermosas alas. Gotas de agua danzaban como si tuvieran vida en un repentino vendaval que aclaro todo a nuestro alrededor.

 

[Valiente hijo de lobos.] El dragón entonó tranquilamente, aunque su retumbante voz llegaba a cada rincón de la ciudad. [No forjaré ningún pacto con los humanos que asesinaron al gentil príncipe. Mi pacto es solo contigo. Puedes redimir toda la culpa y pérdida de los grandes elementales de su yugo. El gentil caballero tenía ojos como los tuyos, niño de la llave. Tienes buenos recuerdos. Escucharé tu nombre.]

 

[Me llamo Allen.] Dije, tomando mi reloj de bolsillo. [Allen, hijo de los más compasivos del clan lobo, Nathan y Ellyn.]

 

[Allen. Un buen nombre.]

 

El dragón aleteó sus alas azules, levantando otro fuerte vendaval. La purificación procedió sin pormenores.

 

Oí canticos en los cielos y la presión que sentía empezó a disiparse. Mirando sobre mi hombro, logré sonreírle a la pasmada noble de cabello plateado.

 

[¿Te sientes bien, Tina?]

 

[S-Sí.] Respondió lentamente, luciendo tensa. ¿Y quién podría culparla? Si el dragón de agua se hubiera ofendido, difícilmente habríamos salido con vida. Alice no lucharía contra un dragón por alguna razón, así que—

 

Lydia me abrazó desde atrás.

 

[Escucha…] Murmuró.

 

[No puedes culparme— ¿Oh?]

Otra nueva fuente de maná apareció en el cielo. Una gran flor blanca floreció. De inmediato, Lydia y Tina se pusieron frente a mí.

 

¿Ahora qué?

 

Una joven en traje blanco de hechicera salió del círculo de teletransportación, báculo en mano y un lobo blanco a su lado. No podías evitar remarcar sus largas trenzas rubias. Una fuerza de once guardias siguió. Tan pronto sus pies tocaron el suelo fue que gritó. [¡Allen! ¡He venido a ayudar! ¡Solo señálame al enemigo!]

 

Lydia y yo intercambiamos miradas en silencio.

 

[U-Um…] Tina dudó.

 

La Duquesa Letty carcajeó. [¡Qué corazón más valiente tienes!]

 

[Gata ladrona.] Alice gruñó.

 

Su Alteza Real la Princesa Cheryl Wainwright, la Dama de Luz.

 

Un miembro de la familia real usando la magia de teletransportación de los Glenbysidhe para entrar en la capital de una nación enemiga. Como es usual, su imprudencia no conocía límites. Sentía un peso en mis hombros.

 

[Anko.] Murmuré, saludando a Caren, Lynne y Lily mientras ellas corrían hacia mí. “¿por qué todo en lo que me involucro resulta en problemas?”


El gato negro maulló para que lo acariciara. 

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