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Epílogo

Una Pared Blanda

 

[Heeey, Monica. ¿Despertaste?]

 

Recostándose en las ruinas de la fuente, Monica jadeaba. Sin aliento, respondió. [Yo… creo.]

 

[Vaya, que locura.] Nero continuó. [Básicamente no te quedo maná, ¿cierto?]

 

[Sí, no he usado… tanto en un buen tiempo…]

 

El estilo de combate típico de Monica involucraba usar hechizos controlados precisamente para derrotar a su enemigo, manteniendo su consumo de maná al mínimo.

 

Pero la jaula de rosa de la Bruja de las Espinas se había regenerado tan rápido. Su única opción para superarlo había sido usar un hechizo extremadamente poderoso.

 

Justo ahora, todo lo que quería era sucumbir ante su cansancio y dormir, pero aún tenía cosas que necesitaba hacer. Lentamente, se puso de pie.

 

Casey río débilmente, su rostro acabado. [Haha. Solo estaba pensando en hacerte como yo— fui engañada… Nunca te miré de verdad, la real tú. Y es por eso que perdí.]

 

[Casey…]

 

La chica con la cola de caballo sonrió. No parecía enojada ni molesta— se veía más como que se había rendido. [¿Qué es esa mirada? Soy una chica mala. Te engañé.]

 

Había sido amable con Monica para acercarse a Felix. Y había tenido éxito también. Al colocarse al lado de Monica, había descubierto cuáles eran los planes de los miembros del consejo estudiantil y realizado su propio plan para asesinar al príncipe.

 

Casey la había usado…

[Pero yo…] Monica murmuró, apretando la tela de su uniforme mientras las palabras salían de lo profundo de su pecho. [Cuando dijiste que me enseñarías a montar a caballo, yo… realmente, estuve feliz.]

 

Incluso si todo lo que Casey había dicho y hecho había sido para aprovecharse de ella, Monica no podía permitirse odiar a la otra chica.

 

No con la chica que puso su pescado frito entre las rebanadas de pan y le dio un gran mordisco.

No la chica que casualmente calmaba la situación cuando Claudia y Lana empezaban a pelear.

No la chica que había revelado ese hermoso pañuelo que había bordado con una hermosa sonrisa.

 

A Monica le agradaba.

 

[Alto, Monica…] Casey cerró sus ojos y lentamente agitó su cabeza. [Traté de matar al príncipe. Soy lo peor de lo peor… Tienes que odiarme.]

 

Por planear el asesinato de príncipe, Casey y su familia serían sentenciados a la muerte.

 

Ejecutados…

 

Un escalofrío pasó por la espalda de Monica al pensarlo. Mientras trataba de detener que su corazón se saliera de su pecho, Nero miró al cielo y chasqueó su lengua.

 

[Hey, Monica.] Dijo. [Tenemos un problema. Voy a esconderme.]

 

Su familiar rápidamente se alejó— probablemente escondido en la sombra de un árbol y regreso a su forma de gato.

 

Sabía que aparecería tarde o temprano, una vez hubiera manipulado la barrera. Sus piernas temblaban, pero logró pararse y prepararse antes de voltearse para ver el cielo.

 

En la distancia, podía ver una pequeña mota negra. Estaba dirigiéndose hacia allá a una increíble velocidad… ¿Había considerado cómo aterrizarían? Monica tenía un mal presentimiento y dio unos pasos atrás.

 

Momentos después, dos figuras descendieron del aire— estaban girando como un trompo, con suficiente fuerza para clavarse en el suelo.

 

Uno de ellos— una belleza en traje de maid— continuó su rápida rotación, parándose enderezada. Se detuvo una vez se había incrustado en la tierra hasta las rodillas.

 

La otra figura, quien se había colocado detrás de ella, movió su báculo y levitado a tiempo, evitando un aterrizaje estrepitoso.

 

Aquel con el báculo estaba furioso. [Vaya… tú… ¡Tonta maid! ¡¿Cuántas veces te he dicho que pienses en tus aterrizajes?!]

 

[He nombrado este como la Patada Tornado.] Llegó la monótona voz de la otra. [Tiene un gran poder de ataque y es extremadamente linda.]

 

[Estás clavada hasta las rodillas. “Linda” es lo último que la llamaría.]

 

Con un dramático chasque de su lengua, el hombre, vestido en una túnica bordada con hilo dorado y llevando una larga coleta, miró alrededor— era el Mago Barrera Louis Miller.

 

Viendo a Monica parada entre los restos de las rosas y la fuente, soltó un suspiro. [Sabía que algo horrible había pasado a mi barrera, así que vine a ver… y veo que de hecho fuiste la culpable, mi estimada colega.]

 

[H-Hola, Mr Louis.] Monica inclinó su cabeza.

 

Louis observo su rostro por unos momentos; su expresión se puso sospechosa. [Bueno, esto es inusual. Parece que has acabado con todo tu maná. Nunca te he visto usar tanto— tú, quien destruyó la entera horda de pterodragones sin sudar.]

 

Detrás de su monóculo, Louis frunció sus ojos en peligro. Luego, miró hacia Casey, quien se paraba a una corta distancia.

 

[Muy bien.] Dijo. [La jovencita de allá… Puedo ver que es una estudiante de esta academia. ¿Es un enemigo o aliado?]

 

Mientras Monica vacilaba y titubeaba, Casey se bajó de hombros antes de hablar. [Un enemigo. Un tonto enemigo que trató y falló en asesinar al Príncipe Felix.]

 

[Ya veo.] Louis dijo. [Ryn, retenla.]

 

La belleza en traje de maid sacó sus piernas del suelo y ató las manos de Casey detrás de su espalda. Casey no se resistió— solo dejo que pasara.

 

[Muy bien, mi compañera Sabio.] Louis continuó. [No espero un reporte formal oral… pero ¿podría pedirte que expliques un poco de lo que está pasando?]

 

[Umm, coloco un Espiral de Fuego en el almacén oeste, donde estaban entrando los fuegos artificiales.]

 

La palabra Espiral de Fuego dejo perplejo a Louis. Él, también, estaba muy consciente del terrorífico objeto mágico— sin mencionar el estrago que podría causar en la cercanía de los fuegos artificiales.

 

[Y, um—] Monica continuó. [No creí que sería capaz de prevenirlo por completo con una barrera defensiva mía, así que yo, un, tomé prestada la suya, Mr Louis.]

 

[Creo recordar que la estimada Bruja de las Espinas puso una trampa alrededor de la barrera defensiva.]

 

[La rompí… al invocar al Rey Espiritual.]

 

[Y no repare en esfuerzos poniendo una fórmula falsa sobre una fórmula falsa para prevenir que otros la reescribieran.]

 

[Soy buena descubriendo cosas así, así que… Oh, pero me tomó casi un minuto entero hacerlo. ¡En serio!]

 

[Un minuto… ¿Todo eso en un minuto…? Pasaste un minuto haciéndolo… ¿Un minuto?] El rostro de Louis se retorció. Sus ojos se veían vacíos. [Por ello, si otra de mis barreras es reescrita, debo sospechar de ti.]

 

[¡¿Hwah?!]

 

[Lo que quiero decir es que casi nadie podría lograr eso.] Louis dijo, murmurando. [No lo toleraría. ¡Qué pendejada!]

 

Monica pretendió no escuchar esa última parte. Louis Miller trató de parecer refinado, pero en el fondo, era mucho menos que educado.

 

[Está bien, tengo un buen entendimiento de la situación.] Dijo eventualmente. [¿El segundo príncipe ha descubierto tu identidad?]

 

[N-No, yo no… lo creo.]

 

[Bien. Retiraremos el Espiral de Fuego en secreto y tomaremos en custodia a la chica. Por favor, sigue protegiendo al—]

 

[¡E-Espera!] Monica interrumpió.

 

Louis frunció el ceño— no era típico de ella. [¿Qué pasa?]

 

[C-Casey… ¿Qué va a, um, pasar con ella?]

 

[Harán una investigación y obtendrán los nombres de todos los involucrados en el asesinato. Si ella está muy metida, probablemente usarán magia de interferencia mental.]

                             

 

Magia que interfería con la mente, para forzar a alguien a confesar sus crímenes u obedecer una orden, generalmente estaba tachada como prohibida. Solo era permitida en circunstancias específicas, como interrogatorios en crímenes y dañaba severamente la mente del objetivo. En el peor caso, la persona entraría en coma y nunca despertaría.

 

Suponiendo de su expresión lo que Monica estaba pensando, Louis sonrió. [Te niegas a usar magia de interferencia mental, ¿verdad? Por desgracia, en su caso, puede ser mejor si nunca despierta. El intento de asesinato de un miembro de la familia real demanda un castigo capital. Ser ejecutada mientras está inconsciente al menos le ahorrará el dolor.]

 

Casey se puso pálida.

 

Monica tragó la saliva que había mantenido en su boca y forzó su temblante cuerpo a mirar directo a Louis. [M-Mr Louis, está… con la facción del primer príncipe… ¿verdad?]

 

[Bueno, eso fue abrupto. ¿Por qué preguntas?]

 

[Por favor… responda mi pregunta.]

 

Louis puso una inteligente e inquisitiva mirada a Monica. Normalmente, la Bruja Silenciosa alejaría la mirada en seguida— pero ahora estaba mirándolo a los ojos. Eso llamó su interés.

 

[Bien, claro. Fui a la escuela con el Primer Príncipe Lionel. No tengo objeción a que las personas piensen que soy parte de su facción. Pero hay una cosa que no quiero que malentiendas. No tengo un deseo especial para que el primer príncipe ascienda al trono.]

 

[¿Huh…?]

 

Monica esperaba que insistiera que el Príncipe Lionel era el verdadero heredero, así que estaba un poco sorprendida.

 

Louis continuó. [Declaro ser parte de su facción porque no me agrada el Duque Clockford o el segundo príncipe.]

 

[…]

Ese razonamiento era muy propio de Louis. Pero era cierto que él era amigo del primer príncipe. Ahora que estaba segura, Monica hizo su siguiente movimiento.

 

[C-Casey está conectada con Landor— es parte de la facción del primer príncipe.] Las cejas de Louis se retorcieron. Monica continuó, sin perder tiempo. [Si fuera a hacerse público que un miembro de la facción del primer príncipe con lazos con Landor planeó el asesinato del segundo príncipe… Eso causaría problemas para la facción del primer príncipe, ¿verdad?] Si la verdad sale, el campamento del primer príncipe estaría en una posición de considerable desventaja.

 

Los labios de Louis se curvaron y sus ojos se fruncieron. [Nunca pensé que llegaría el día que tú, alguien tan desinteresa en política, trataría de hacer un trato conmigo… Qué asusta que eres.]

 

[Nadie sabe del intento de asesinato.] Monica dijo. [Ni siquiera el Príncipe Felix. Los únicos que lo sabemos somos Casey y yo.]

 

[¿Me estás diciendo que pretenda que este incidente nunca pasó?]

 

[…]

 

No había considerado un resultado tan conveniente, pero quería prevenir que Casey fuera ejecutada a toda costa.

 

Viendo que Monica no retrocedería, le dio una lección.

 

[La facción del primer príncipe no es monolítica. Francamente, tanto el primer príncipe y su madre no tienen interés en el trono. Prefieren mantener las cosas al margen— nunca recurrirían a un asesinato… pero eso no se aplica necesariamente a todos los que lo apoyan.]

 

Louis se detuvo, dirigiendo una mirada a Casey. [Es por eso que tienen que purgar a cualquier elemento problemático de su grupo, justo como esos que estúpidamente intenten un asesinato al segundo príncipe.]

 

[D-Debería haber una forma para, um, manejar las cosas en s-secreto.]

 

Monica mordió con fuerza su labio y miró a Louis, lágrimas en sus ojos.

 

Al mismo tiempo, la mente de Louis estaba haciendo cálculos. Usar magia de interferencia mental en Casey, forzándola a confesar el nombre de los extremistas y luego eliminarla y a todos los involucrados sería la opción más segura.

 

Pero si hacía eso, probablemente perdería la cooperación de Monica en el futuro. Los poderes de la Bruja Silenciosa eran más grandes de lo que ella misma creía. Era un recurso tan valioso como para dejarla escapar.

 

Balanceando sus opciones, hizo una propuesta.

 

[Si la chica confiesa honestamente a todo, prometo no usar magia de interferencia mental. Será enviada a un convento, nunca aparecerá en la elite social otra vez.] Fue lo mejor que Louis podía hacer.

 

Monica se inclinó. [Gracias, Mr Louis.]

 

[En cambio, quiero que continues cooperando con la protección del segundo príncipe.]

 

[¡Sí, señor!] Monica asintió sin dudar. Ella tomó su palabra sin dudar en su mente.

 

No era una buena señal. Una de las razones por las que había escogido a Monica para proteger al príncipe era por lo mucho que desconfiaba en otros. La Bruja Silenciosa les temía a otras personas. No confiaba en nadie y le abría su corazón a nadie. Fue por eso que pensó que sería un buen guardaespaldas.

 

Una persona crédula es un mal guardaespaldas.

 

[¿No crees que te has suavizado un poco?] Dijo.

 

[¿Huh?]

 

Louis apuntó su dedo derecho a su frente y miró su rostro. [Eres Monica Everett, la Bruja Silenciosa, uno de los Siete Sabios… Monica Norton, estudiante de la Academia Serendia, es una identidad falsa.] Monica se sorprendió.

 

[Que nunca se te olvide ese hecho.] Louis terminó.

 

[S-Sí.]

 

La mirada de Monica vagó mientras asentía. Observándola, Louis no pudo evitar sentirse agitado.

 

✽✽✽✽✽

 

Gracias a Dios… Al menos logré evitar que Casey fuera ejecutada… Creo.

 

Monica en secreto libero un suspiro de alivio. Louis no solo era inteligente— podía hablar también. Con su terrible habilidad para negociar, no fue tarea fácil ganarle a alguien como él.

 

Pero había sido capaz de forzarlo a comprometerse— una gran victoria tanto como quería.

 

Mientras Ryn amarraba a Casey, Louis le dio instrucciones. [Ryn, escolta a nuestra estimada noble a la avanzada cercana a la Corporación de Magos. Dales mi nombre y deberían darte un cuarto.]

 

[Entendido.] Ryn respondió. [¿Qué hay de usted, Lord Louis?]

 

[Necesito hacer algo con esta desastrosa barrera.] Respondió, señalando con su mentón a la colapsada fuente.

 

Monica había tomado la barrera y reescrito para contener el Espiral de Fuego, así que ya no era capaz de proteger a toda la escuela. Sabía que no podía dejarlo así. E incluso si pudiera, los restos de la fuente y rosas esparcidas habían dejado el lugar en un terrible estado. Se apago, sintiéndose culpable.

 

Casey, manos atadas, se giró a ella. [Monica.]

 

Monica se agitó. Sabía que sería su última despedida con Casey. Casey nunca regresaría a la academia. Pero Monica no sabía qué decirle. Miró a la otra chica como un fantasma perdido, incapaz de disculparse o decir adiós. Casey bajó sus cejas y ofreció una afligida sonrisa. Luego rio un poco, como para decir, ¿Qué haremos contigo?

 

[No diré que lo siento o gracias. Planeé el asesinato del segundo príncipe— soy tu enemiga.]

 

[…]

 

[No soy tu amiga. Ni de cerca. Así que no hagas esa cara.]

 

Fue cuando Monica se dio cuenta que tan fuerte estaba apretando sus dientes. El interior de su nariz chorreaba. Sus ojos estaban calientes.

 

Un hipo se le escapó de su garganta mientras una gota caía de sus ojos.

 

[No llores por tu enemigo.]

 

[P-Pero yo… yo…]

 

[Eres tan blanda para un Sabio. Eso hará que te maten mientras duermes un día.]

 

Su atónito tono, la forma en la que se reía— todo era casi como siempre. Esa era Casey, la amable chica que se preocupaba por otros.

 

[Ódiame como deberías. Si no puedes, entonces olvídame.]

 

[N-No…] Monica agitó su cabeza. [Yo… nunca lo… olvidaré. Nunca.]

 

[¿Qué haremos contigo…?] Casey se rio débilmente. Se veía perdida.


 

Monica resopló, y Casey se giró a Ryn. [Llévame ya.] Ryn asintió y bajó su mirada.

 

Un momento después, las dos fueron envueltas en una barrera de viento. Pronto, se elevaron al viento y Ryn se llevaría a Casey.

 

De pronto, como si lo hubiera recordado, Casey levantó su cabeza y se giró a Monica. [Oh, cierto. No me disculparé por lo que hice, pero…]

 

Con lágrimas, Monica vio a Casey sonreír con tristeza.

 

[Perdón, no seré capaz de… enseñarte a montar a caballo o hacerte ese bordado.]

 

Y fue todo— esta vez, se giró para darle la espalda a Monica.

 

Ryn y Casey flotaron en el aire. Monica miró a sus espaldas, grabando la imagen en su memoria.

 

Casey no la miró otra vez. Pero aún de espaldas, habló una última vez.

 

[Adiós, Monica.]

 

Las palabras sonaron igual que cada vez se las decían entre sí. Igual a cuando se las decía a Monica Norton, antes de saber que Monica era la Bruja Silenciosa.

 

Y luego empezó a alejarse en la distancia.

 

Monica seguía observando el cielo, incluso después que las dos desaparecieran de la vista.

 

Eventualmente, Louis alejó algunos de los restos de la fuente del camino y dijo, casi para sí mismo. [Necesitas aprender a cómo expresar tus emociones apropiadamente.]

 

[Yo… no soy buena con eso.]

[Solo déjalo salir pequeña renacuaja.]

 

Solo Louis haría tal cosa sin dudar. Mientras Monica limpiaba sus lágrimas con la manga de su uniforme, Louis restregó su pañuelo en su rostro, luego se giró a la fuente.

 

[Estoy muy ocupado reparando la barrera que cierta bruja lunática fastidio.] Dijo. [Si no quieres ayudar, sal de aquí. Yo manejaré la coartada para la chica.]

 

[Su pañuelo…]

 

[Mi esposa me lo dio para mi cumpleaños, así que lo quiero de vuelta. Luego de lavarlo y plancharlo.]

 

[Está bien.] Monica dijo con un suspiro. Bajó sus cejas y le sonrió a la amigable actitud de Louis.

 

✽✽✽✽✽

 

 

Luego de esperar que su sollozante rostro se recuperara algo, Monica se dirigió al cuarto del consejo estudiantil. Los rincones de sus ojos aún estaban algo rojos, pero pensó que nadie lo notaría ya que siempre tenía la cabeza abajo.

 

Cuando el maná de una persona estaba vacío, experimentaban síntomas similares a la anemia. Así es cómo Monica se sentía justo ahora. Moviendo su pesado cuerpo por el pasillo, eventualmente llegó al destino y abrió la puerta.

 

Todos los demás excepto a Monica estaban allí. Al parecer, ya habían terminado de revisar la descarga de suplementos.

 

Mientras Monica se preguntaba en qué decir, Felix se giró a ella con preocupación en su rostro.

 

[Cyril me dijo que un poco de madera se cayó.] Dijo. [¿Tú o tu amiga se lastimaron?]

[N-No, estamos, um, bien…]

 

[Ya veo. En ese caso, ya que no tenemos algo de trabajo hoy, podemos posponer la reunión. Tengo algo de lo que ocuparme luego de esto igual.]

 

Monica suspiró en secreto. Para ser honesta, apenas podía mantenerse en pie.

 

Ugh… Mi cabeza da vuelta…

 

Mientras luchaba por mantenerse consciente, Neil la miró con preocupación.

 

[Um, ¿estás bien, Lady Norton?] Preguntó.

 

[Fipp…]

 

[¡No suenas nada “bien”!] Exclamó.

 

El resto de miembros del consejo ya habían empezado a irse.

 

Felix parecía tener algos asuntos urgentes que atender y dejó al cuarto de inmediato. Bridget regresó directo a su dormitorio también.

 

Cyril se levantó para empezar a revisar los cerrojos, y aunque Elliott seguía lanzándole miradas a Monica, eventualmente parecía que se cansó y dejo el cuarto.

 

Ha pasado tiempo desde que agoté mi maná… Mis sentidos están— Como sea, debería irme para no interrumpir a Lord Cyril cerrando… Su mente aún estaba cansada, Monica forzó sus pesadas piernas para moverse.

 

Mientras lo hacía, mirando al suelo, su cabeza descubrió algo. Era un muro, era bastante suave.

 

[Hey…]

Y ahora estaba hablando en una voz baja también.

 

Exhaló en alivio en lo cómodo que era, difícilmente poniendo atención a la voz llegando arriba de ella.

 

Parecía que mientras se recostaba en el muro, su maná empezaba a recuperarse. Y era frío en su frente, lo cual se sentía bien…

 

[L-Lady Norton. ¡Lady Norton!] Neil exclamó en pánico.

 

Monica se asombró y levantó la mirada. Sus ojos encontraron los de Cyril. Estaba viéndola. Había estado recostada contra su espalda.

 

Agitada, Monica se tambaleó hacia atrás y se inclinó. [¡Y-Y-Yo lo s-siento tanto! ¡Yo, um, no estaba prestando atención!]

 

Y luego Monica recordó.

 

Cyril Ashley tenía un rasgo físico que le hacía fácil almacenar maná. Debido a eso, su broche— un objeto mágico— expulsaba el maná innecesario de su cuerpo.

 

Es decir, la densidad de maná en el área alrededor de él era un poco más alta de lo usual. Carente de maná, el cuerpo de Monica lo había buscado inconscientemente.

 

Me regañará. Va a gritarme; lo sé.

 

Monica apretó sus ojos, esperando el sonido de un grito, pero luego de unos momentos, aún no lo había leído. Con nervios, miró atrás. Cyril había fruncido el ceño, su expresión complicada.

 

[¿Lord Cyril?]

 

Cyril trató dos veces de decir algo, pero se detuvo dos veces. De pronto, se veía angustiado e inclinó su cabeza.

Tanto Monica y Neil a su par estaban asombrados por su comportamiento. [¿Lord Cyril?]

 

[¿V-Vicepresidente?]

 

Con dudas, lo llamaron. Cuando Cyril respondió, su tono era más amargo. [Lo siento.]

 

Se estaba disculpando con Monica.

 

Monica estaba muy confundida. A la primera, pensó que se estaba disculpando con Neil, no ella, pero estaba dirigiéndose a su dirección. Así que se estaba disculpando con ella.

 

[Um. Lord Cyril… Por favor no se disculpe. ¿P-Por qué se está… disculpando?]

 

[Estaba tan distraído contando todo mientras era descargado que no revise para asegurarme que las sogas fueran seguras. El accidente es mi culpa.]

 

[P-Pero, pero eso es…]

 

No era la culpa de Cyril. De hecho, Casey había sido la que hizo el corte en la soga.

 

Pero al saltar por Casey, había hecho que el incidente sea la culpa de Cyril. ¿Lo hice… un chico malo?

 

Al momento que se dio cuenta de eso, sintió que la cara se le puso pálida.

 

Una salvaje mezcla de emociones pasó en su cabeza. No podía pensar. [Lord Cyril, usted… No es su…]

 

Al momento que habló, las compuertas se abrieron y lágrimas salieron, junto con hipos de sollozos y estornudos. Monica empezó a sollozar y llorar.

 

Cyril y Neil se asustaron.

[¡H-Hey, Contadora Norton!] Cyril exclamó.

 

[Lady Norton, um, yo, er… s-s-solo cálmate. ¡¿Está bien?!] Neil gritó. Las lágrimas de Monica no se detuvieron.

 

Cyril tomó su cabeza en sus manos. [¡¿Por qué estás llorando cuando me estoy disculpando?!]

 

[Yo…lo siento… ngh…] Dijo entre sollozos. [Yo, yo lo… siento tanto… Lo siento…]

 

Monica sucumbió al suelo, donde se sentó. No eran lágrimas de tristeza. Eran lágrimas de culpa.

 

Perdón por engañarlos. Perdón por mentirles una y otra vez y otra vez…

 

Siguió llorando y llorando, y llorando… Antes de saberlo, había perdido la consciencia.

 

[¿S-Se quedó… dormida?] Cyril se preguntó.

 

[Creo que llorar la agotó.] Neil dijo.

 

Sentándose en el suelo, su rostro con lágrimas, Monica estaba respirando tranquila ahora. Cyril y Neil intercambiaron miradas, sin saber qué hacer.

 

Diez minutos después…

 

[¿Y por qué, exactamente, me llamaron aquí?]

 

Claudia Ashley siempre tenía una sombría expresión, pero ahora que había sido llamada al cuarto del consejo estudiantil, se puso más oscura. Ella miró a su hermano mayor— el que la había traído aquí.

 

Cyril miró con rareza a Monica durmiendo en el sofá y dijo. [Cuando la Contadora Norton se despierte, quiero que la lleves a su habitación. Obviamente no se nos permite entrar al dormitorio de chicas.]

 

[No soy la chica para tus mandados, sabes.]

 

Cyril no sabía cómo responder a la hostilidad de su hermana. Neil, sin embargo, miró a Claudia, su rostro complicado.

 

[Um, ¿no nos harás este favor, Lady Claudia?] Preguntó.

 

[No se preocupen.] Respondió. [Monica y yo somos buenas amigas. Y un buen amigo ayuda a su amigo a llegar a su dormitorio siempre que lo necesita.]

 

El abrupto y vivo cambio en su actitud hizo que el rostro de Cyril se retorciera, pero mirando a Monica roncar en el sofá, se tragó su enojo y en silencio puso chaqueta sobre la durmiente chica. 

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