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Capítulo 11

Mi Responsabilidad

 

El festival escolar usaría dos tipos de fuegos artificiales. El primero era el tipo que sería lanzado al cielo en intervalos regulares y el segundo era el tipo usado para eventos. El primero sería llevado en el día antes del festival, pero el último sería usado durante los ensayos también, así que se necesitaba tenerlos antes.

 

Aparte de los miembros del consejo estudiantil Felix y Elliott, Lady Maybell Hanes— a cargo de la producción del escenario— estaba supervisando también. Contratistas expertos serían los que manejarían los fuegos artificiales durante la obra, pero Maybell necesitaría ser avisada en su manejo como la que está a cargo.

 

Maybell Hanes era un estudiante inteligente en su tercer año. Sus anteojos resaltaban sus rasgos, y casualmente podría ser encontrada por una ventana leyendo un libro con calma. Era famosa, aunque, en cuanto sus ojos se iluminaban, prácticamente se convertía en una persona diferente cuando se trataba del tema de producción de escenario.

 

Maybell paso al lado de Felix mientras observaba el trabajo de los contratistas. [¿Príncipeeee?] Susurró, su voz exagera y frunciendo el ceño. [¿Ha considerado lo que hablamos?]

 

[¿Aparecer en la obra?] Felix preguntó. [Creo que rechacé tu oferta cuando lo sugeriste.]

 

[Estoy muy consciente que tus deberes del consejo estudiantil te mantienen bastante ocupado. Aunque no sería por mucho tiempo— solo un momento. ¿No aparecerás como el primer rey, solo para la escena final?]

 

Maybell estaba poniendo tanta presión que incluso Elliott, quien estaba parado a la par de Felix y viendo la lista, en silencio se alejó unos pasos. Felix le lanzó una mirada al otro chico mientras respondía. [Alguien más estará actuando toda la otra parte.] Explicó. [Si fuera a reemplazarlo de pronto en la escena final, la obra solo sufriría.]

 

[¡Oh! Oh vaya, no es cierto. ¡No tengo duda que todos los que te vean en el escenario lo celebrarán y llorarán! ¡Sí! ¡Sí, puedo oírlos ahora— las voces de la audiencia, aplausos tan fuertes para sacudir la tierra!]

 

[Estás exagerado.] Felix dijo, sin prestarle atención. Maybell usualmente modesto y taciturno, la imagen de toda una señorita. Solo era eso, cuando se trataba de producción, se apasionaba de más.

 

[Si fuera a mi manera…] Maybell continuó. [Serías el primer príncipe; Lord Cyril sería Sheffield, el Rey de los Espíritus de Viento; Lady Bridget sería Luluchera, el Rey de los Espíritus del Agua; y Lord Elliott sería el Archiradeo, el Rey de los Espíritus de la Tierra… ¡Todos en el consejo estudiantil son tan guapos! ¡Tenerlos a todos en el escenario sería increíble!]

 

Fexli pretendió no oírla mientras continuaba revisando los cajones en silencio.

 

Maybell caminó alrededor para estar frente a él, luego levantó la mirada, sus ojos más apasionados que los de una doncella enamorada. [Por favor, ¿podría reconsiderarlo? Lady Eliane está actuando como la reina, y ha dicho que le gustaría mucho que fueras el Héroe, Ralph.]

 

[¿En serio…?] Tan pronto oyó el nombre Eliane, una leve sombra cubrió los ojos azules de Felix. Pero su calmada sonrisa se mantuvo. [Permíteme dar una respuesta oficial.] Dijo. [Los miembros del consejo estudiantil no pueden formar parte en la obra. Y de seguir insistiendo, tendré que considerarlo como interferir con los deberes del consejo estudiantil.]

 

[¡Urk!] Maybell gruñó, a la firme objeción del príncipe antes de morder su pañuelo.

 

Viendo eso, Felix dejo su fuerte tono. [Confío que la obra será un éxito incluso si no aparezco en ella.] Dijo. [Me gustaría que lo hiciera en grande— Me muero por verlo.]

 

Ahora ni Maybell podía seguir insistiendo. Luego de hábilmente rechazarla, Felix regresó a su trabajo de verificación mientras Elliott, quien había estado observando a unos pasos de distancia, casualmente regresó.

 

[Lo manejó bien.] Elliott continuó. [Un argumento convincente… Pero ¿está seguro de ello? Si Lady Eliane quiere que sea su compañero…]

 

Eliane era prima segunda de Felix. El Conde Clockford parecía estar viéndola como la futura prometida del príncipe. Pero a Felix no podría importarle menos. Se bajó de hombros. [Soy serio con lo muy ocupados que estamos con nuestro trabajo. Tengo las manos atadas. Estoy seguro que Lady Eliane lo entenderá.]

[¿Le das la espalda a una de las tres bellezas de la escuela?] Elliott remarcó. [Otros morirían en su posición.]

 

[Realmente no piensas eso.] Felix murmuró, lo suficiente para no ser escuchado, bajando su mirada en la lista.

 

No era como si el príncipe odiara a la prometida que el Duque Clockford había arreglado para él— no estaba interesado. No estaba interesado en nada: no en candidatas para el matrimonio, ni el futuro brillante esperándolo, ni nada de eso.

 

Aunque debo convertirme en rey, pensó… Incluso si los otros me llaman la marioneta del Duque Clockford.

 

✽✽✽✽✽

 

[No puedo dejar que la marioneta del Duque Clockford se convierta en rey.] Casey dijo, apretando sus dientes. Su usual energética sonrisa se había ido, reemplazada con oscuras sombras de inseguridad.

 

Fue entonces que Monica por fin entendió.

 

Casey había hecho caer la madera en sí para crear un accidente— y darse una coartada. Si dos incidentes fueran a pasar en el mismo día, la mayoría de personas asumirían que un solo atacante estaría buscando a Felix con ambos. Involucrarse en uno de ellos alejaría la sospecha de ella.

 

Si Casey hubiera sido aplastada por los restos y lastimada, nadie habría sospechado de ella. Habría sido capaz de pretender que era solo un daño colateral.

 

Así que es por eso que… hizo algo tan peligroso, Monica pensó. Un movimiento en falso, y la madera pudo haberla matado. Casey estaba caminando sobre una delgada soga— una que asustaría Monica.

 

[Pero ¿por qué…? Casey, ¿por qué…?]

 

¿Por qué necesitaría ir tan lejos para intentar matar a Felix? Había metido un peligroso objeto mágico, trató de fingir un accidente, e incluso planeado su propia coartada. Monica no podía entenderla.

 

Los labios de Casey pusieron una sonrisa, su expresión se retorció en desesperación. [Si el Príncipe Felix asciende al trono… entonces el Duque Clockford, quien lo controla, empezará una guerra con el Reino de Landor. El segundo príncipe marioneta no sería capaz de detenerlo.]

 

El reino de Landor era una pequeña nación adyacente con Ridill y el Imperio, el lugar de nacimiento de la madre del primer príncipe. Antes, con el chocolate, Felix le había explicado a Monica la profundidad de los lazos entre la facción del primer príncipe y Landor.

 

Lo que no había mencionado era cómo la facción del segundo príncipe se sentía hacia la otra nación…

 

[¿Recuerdas a ese dragón de tierra que apareció cerca de Craeme hace un poco?] Casey preguntó.

 

¿Por qué saca eso ahora? Monica se preguntó, asintiendo. No podía olvidarlo. Ella lo había asesinado, luego lo ocultó y dejo que Glenn tomara el crédito.

 

[Cuando oí que un mago de paso lo había matado, me sentí aliviada… pero también envidia. Cuando un dragón de tierra apareció en mi hogar, no teníamos magos para detenerlo. Una villa entera y tantas personas— se habían ido, solo así.]

 

Incluso si un mago había estado presente, no habría sido una prueba fácil matar a un dragón. Con su alta resistencia al maná, no podrías matar a uno sin impactar exactamente entre los ojos.

 

Casey debe saberlo. Pero su deformada mirada en su rostro le decía a Monica que no podía evitar sentir celos. Ese era el rostro de alguien que había visto tantas redadas de dragones y perdido mucho de lo que era importante para ella.

 

[Verás, mi hogar está en la frontera con Landor. Las redadas de dragones son horribles allá, pero no tenemos el dinero para buscar a otros nobles. El sufrimiento es constante.]

 

Tomaría tiempo para que los Caballeros Dracónidos llegarán de la capital y necesitaría pagar por la ayuda de nobles cercanos con fuerzas de combate. Ciertos nobles como el Conde Kerbeck daría ayuda militar a las casas cercanas, pero no era caridad. Tomaba mucho presupuesto mantener una armada.

 

[No teníamos soldados y dinero.] Casey continuó. [Las personas y la tierra misma estaban cansados de luchar contra dragones. Aunque, esta nación nunca llegaría a ayudarnos.]

 

Monica escuchó de la discordia entre los nobles centrales y los nobles de campo. Los Caballeros Dracónidos eran lo mejor de lo mejor, pero la realidad era que no actuarían ante la amenaza de un solo dragón.

 

[Landor nos ayudó en secreto. Mi familia ha tenido intercambios con Landor por generaciones… En secreto enviaron caballeros a través de la frontera para salvar mi hogar.]

 

El Rey Landor enviando caballeros a través de la frontera en secreto rompería las regulaciones internacionales, claro. Pero ¿qué tan agradecidos debieron haber estado Casey y los otros luego de vivir sus vidas en constante miedo de los dragones?

 

Los Caballeros Dracónidos de Ridill siempre eran enviados en base a un sistema de prioridad. No era difícil imaginar dejarlos en una pequeña región en las afueras para después. Naturalmente, Casey se sentiría más en deuda con Landor por salvarlos que con su propio reino.

 

[El Príncipe Felix está bajo la protección del Duque Clockford, quien quiere invadir Landor. Eventualmente querrá la guerra con el Imperio y Landor es una molestia para eso.]

 

Desesperación, tanto como una intensa furia, se asomaban en los ojos de Casey. Monica se reflejaba en ellos, aterrorizada e incapaz de moverse. Casey dijo unas palabras.

 

[No puedo perdonarlos— no al Duque Clockford ni al segundo príncipe marioneta.]

 

Casey apuntó el cuchillo en su mano a Monica. Nero de inmediato intervino y retorció su muñeca. Mientras él la retenía, sus ojos dorados miraban al oeste— hacia Felix y Elliott.

 

[¡¿Qué debemos hacer, Monica?!] Demandó. [¡El almacén oeste está empeorando!]

[¡…!]

 

Espiral de fuego era un objeto mágico creado con el propósito de asesinar; era tan grande como un broche, y no podía caber en tu palma. Una vez activado, tomaría el maná del área aledaña y lo almacenaría antes de eventualmente expulsarlo otra vez en una explosiva tormenta de fuego. Las llamas girarían a una alta velocidad para penetrar a los objetivos, lo cual le hizo ganar ese nombre.

 

Era conocido por ser especialmente letal. El fuego del Espiral de Fuego era tan poderoso para perforar la mayoría de barreras defensivas con facilidad; por esa razón, también era conocido como un asesino de magos. Su debilidad era su pequeña área de efectividad. A pesar de su fuerza, no podía llegar muy lejos.

 

Pero si explotaba en un almacén lleno de explosivos, podría causar mucho, mucho más daño. Y allí es donde ha sido colocado— Casey había sido seria con ello.

 

Los espirales de fuego eran herramientas hechas para asesinar a alguien con un alto rango de éxito. Ni siquiera con Casey desmayándose o perdiendo su vida lo detendría. La única manera era que Casey diera la orden para detener el objeto mágico.

 

[Por favor… Por favor, Casey… ¡Detén el Espiral de Fuego!] Monica rogó.

 

Aún derribada por Nero, Casey lentamente agitó su cabeza. [No. Incluso si me torturas, no lo detendré. Debo ejecutar el asesinato del Príncipe Felix.]

 

La tenacidad de su determinación asustó a Monica. No importa lo mucho que llorase o gritara, Casey probablemente nunca detendría el objeto.

 

[¡Hey! ¡Monica, no tenemos tiempo!] Nero gritó. Monica había estado parada, congelada.

 

Lágrimas llenaron sus ojos. Como le gustaría quebrarse y echarse a llorar como un niño.

 

Pero si Monica no hacía nada, habría masivas bajas. La academia sería lanzada al caos y Felix al igual que cualquiera cerca se lastimaría o perdería su vida.

 

No puedo dejar que pase… Monica cerró sus ojos con lágrimas. Si la responsabilidad de Monica Norton como contadora del consejo estudiantil era actuar de manera que beneficie su puesto…

 

Entonces esta es… mi responsabilidad como la Bruja Silenciosa, uno de los Siete Sabios.

 

Había recibido ayuda de todos los demás cuando se trataba de bailar y fiestas de té, pero esta era una cosa que tenía que hacer sola.

 

Tragándose los gemidos y quejas que estaban reuniéndose en su garganta, Monica pensó en cada opción posible para resolver la actual situación.

 

¿Usar un hechizo de ampliación para advertirle a los estudiantes que se retiren? No. No puedo usar palabras para convencer a las personas— nunca me creerán. ¿Usar un hechizo de viento para despejar el Espiral de Fuego en el aire? No… El Espiral de Fuego está fijado a algo cuando es usado, probablemente está pegado con el suelo o el muro. Y ya que drena el maná aledaño, un paso en falso podría causar que explote al mismo tiempo que mi hechizo se active.

 

Al final, la mejor opción que se le pudo ocurrir era encerrar el Espiral de Fuego en una barrera para contener su efecto. Ya que Monica podía usar magia remota, podría poner una barrera desde aquí. El problema sería su fuerza. El objeto era tan destructivo para traspasar la mayoría de barreras.

 

Si vierto todo mi maná, podría amortiguar el impacto del Espiral de Fuego… pero no será suficiente. Tengo que sofocarlo por completo o se encenderán los fuegos artificiales, y todo se arderá en llamas igual. Necesitaría una barrera al menos tan poderosa como la de Mr Louis—

 

Y entonces tuvo una epifanía.

 

Corrió a la ventana y le dijo a su familiar. [Nero, atacaré la academia.]

 

[Espera… ¿Qué?]

 

[¿Recuerdas que Mr Louis dijo que una barrera defensiva se activará si la escuela es atacada desde afuera? Encuentra la fuente de esa barrera.]

 

Sin esperar una respuesta, Monica usó magia sin recitar para crear varias poderosas lanzas hechas de viento.

 

Los hechizos de ataques generalmente aparecían cerca del lanzador, luego se dirigían al objetivo. Pero Monica en cambio usó la magia avanzada remota para crear lanzas afuera del campus, luego las usó para atacar la academia.

 

Esta escuela estaba protegida por barreras defensivas a gran escala creadas por el Mago Barrera Louis Miller. Si Monica le lanzaba lanzas, la barrera las registraría como un ataque de fuera y de inmediato las desplegó frente a toda la academia.

 

La firme barrera fácilmente repelió sus lanzas de viento. Como se esperaba del Mago Barrera— su trabajo estaba en otro nivel por sí mismo.

 

[¡Nero!] Gritó. [¡¿De dónde viene?!]

 

[De cerca.] Nero respondió. [¿Creo que de los jardines viejos?]

 

[¡Llévame allí!]

 

[Entiendo.] Nero dijo, cargando a Casey en su hombro izquierdo y a Monica en el derecho. Luego saltó por la ventana y aterrizó afuera, lanzándose a correr al momento que tocó el suelo.

 

Mientras Nero las llevaba, Casey miró a Monica. [Nada de lo que hagas importará.] Dijo. [El Espiral de Fuego se encenderá en momentos. No hay nada que puedas hacer.]

 

[Te equivocas.] Monica declaró, raramente firme. Los ojos de Casey se abrieron. Haciendo de lado su usual comportamiento temeroso, Monica continuó con una fuerte voz. [Yo podré detenerlo… No, tengo que detenerlo.] Parecía estar tratando de convencerse de lo que estaba diciendo.

 

Monica cerró sus ojos, cerró su boca y fortaleció su determinación.

 

Después de todo… Soy la Bruja Silenciosa.

 

✽✽✽✽✽

 

Casey Grove tenía tres hermanos mayores, pero los tres habían salido a luchar contra dragones y nunca regresaron.

                                      

-       Su hermano mayor había sido tomado por un pterodragón y lanzado a un acantilado. Se rompió el cuello, matándolo al instante.

-       Su segundo hermano había sido partido por las garras de un dragón rojo. Habían traído sus restos desmembrados.

-       Su tercer hermano había sido quemado hasta la muerte por el aliento de fuego de un dragón rojo. Su carbonizada piel se había fundido con su casco y armadura; incapaz de sacárselo, se habían forzado a enterrarlo como estaba.

 

Cada vez que dragones amenazaban su hogar, su padre solicitaría una y otra vez al reino enviar a los Caballeros Dracónidos. Casi nunca llegaban a tiempo.

 

La tierra de Casey era llamada Bright, y era de prioridad baja para el Reino de Ridill. Los nobles centrales apenas reconocían su existencia. De hecho, la verdad era que permitir que tantos ataques de dragones tomaran lugar en sus fronteras disminuían la probabilidad de una invasión extranjera.

 

Algunos incluso bromearían que los dragones eran una mejor línea de defensa que los débiles nobles— sin pensar ni una vez por las personas que vivían en esas tierras.

 

Los dragones habían arrasado su hogar y arrebatado a su familia… Pero al final, mientras luchaban en vano, en las profundidades de la desesperación, los caballeros de Landor los habían salvado. En secreto, entraron a Bright para exterminar a los dragones.

 

Al parecer, le debían la cooperación al hecho que la abuela de Casey había sido una marquesa en Landor. Casey y los otros viviendo aquí, quienes habían sido abandonados por su propia nación, estaban agradecidos por el apoyo.

 

Desde entonces, el padre de Casey— el Conde Bright— había estado colaborando en secreto con los nobles del Reino de Landor. Eventualmente, empezaron a discutir temas de sus respectivos estados. Un hombre quien frecuentemente salía a tema era el Duque Clockford, un noble de gran influencia en Ridill.

 

El duque era el abuelo materno del segundo príncipe y tenía más autoridad que nadie más en el reino. Tenía la guerra con el Imperio en su mirada y parecía estar considerando una invasión en Landor como primer paso. Si el segundo príncipe se convertía en rey, esta pesadilla sería realizada.

 

Así que Casey le había preguntado a su agonizante padre si había algo que pudiera hacer.

 

Su padre, mejillas hundidas, lucía conflictivo.

 

Estaba afligido porque había algo— algo que podría hacer. Así que, más que como una hija que amaba a su padre, vociferó sus siguientes palabras como un miembro de la Casa de Bright: [Padre, si hay algo que pueda hacer, solo necesitas dar la orden.]

 

Escuchando la determinación en sus palabras, la afligida expresión dejó el rostro del Conde Bright. [Ve a la Academia Serendia y seduce al Príncipe Felix. Y si eso no funciona…]

 

Abrió un cajón y sacó una pequeña caja. Contenía lo que parecía ser un broche con una gema roja imbuida en ella. Pero al revés, en lugar de clips para asegurarlo a la ropa, había tres largos ribetes verticales. Eran para ser fijados a una superficie.

 

[Este es un objeto mágico hecho para asesinar: el Espiral de Fuego… Si surge la situación, úsalo para matar al príncipe.]                       

 

✽✽✽✽✽

 

¿Qué carajos está pasando…? Casey pensó en confusión mientras era llevada en el hombro del hombre de cabello negro. Esta persona “Nero” claramente pasaba la edad para asistir la escuela, aunque estaba usando un uniforme. Más extraño era Monica.

 

Casey había estado sorprendida que Monica incluso conocía el Espiral de Fuego y ahora la chica decía que lo detendría.

No hay forma que sería capaz de hacerlo…

 

El padre de Casey le había contado lo poderoso que era el objeto del Espiral de Fuego. Su defecto era que tomaba un poco de tiempo para activarse luego que su usuario diera la orden de activación y que era de corto rango efectivo. Había sido cuidadosa con prepararlo de antemano.

 

Quería usarlo para cuando la Compañía Abbott estaba entrando los fuegos artificiales al almacén y Felix había estado cerca para activar el Espiral de Fuego. De esa manera, incluso si Felix no era impactado directamente, sería asesinado por la explosión resultante.

 

Cuando los ladrones habían fingido ser de la Compañía Abbott e infiltrado en la academia, se había asustado, pensando que era demasiado pronto. Es por eso que se había colado… y que había conocido a Monica.

 

Si esos intrusos hubieran dejado el robo y hubieran cancelado el festival escolar, se habría arruinado todo el plan de asesinato también… Fue un golpe de buena suerte que los caballos se salieran de control y atraparan a los ladrones.

 

Sobre todo, era por lo que había pasado que se había acercado a Monica, un miembro del consejo estudiantil— un consejo en el que el segundo príncipe está. Al convertirse su amiga, quería tratar y descubrir los planes del segundo príncipe. Fue por eso que había sido tan agresiva al interactuar con Monica. Incluso arrojar sus hojas de té durante clases había sido para poder ayudarla en su momento de necesidad y establecer un lazo de confianza. Todo había sido con el fin de crear una oportunidad para que Casey asesinara al segundo príncipe.

 

Al final, los contratistas habían llegado para entrar los fuegos artificiales y el segundo príncipe, su objetivo, estaría observándolo. Era una oportunidad única en la vida. Ya había lanzado el Espiral de Fuego. Ahora solo tenía que esperar a que encendiera.

 

¿Y entonces por qué…?

 

Monica había pensado, su rostro sin expresiones, Casey difícilmente podía pensar que era la misma persona.

 

Casey reconoció la mirada en su rostro. La había visto en los rostros de sus hermanos— cuando tomaron la decisión de irse y luchar contra los dragones.

✽✽✽✽✽

 

Al llegar a la entrada hacia los jardines viejos y viendo la puerta, Nero retorció su rostro. [La puerta está cerrada, Monica. Un poco alto para que salte.]

 

Monica se bajó de su hombro, apuntó un dedo a la puerta cerrada— y usó un hechizo de fuego sin recitar. Produjo una pequeña bola de fuego cerca del tamaño de su uña. Pero el ataque había sido reforzado cuatro veces y solo un movimiento de su dedo incineró el cerrojo fácilmente.

 

Exudando el hedor de metal quemado, el cerrojo cayó al suelo con un sonido.

 

Casey jadeó. Monica escogió no mirar atrás y procedió a los jardines viejos. El lugar no había sido mantenido, y estaba cubierto de hiedra. Y en medio de ello se posicionaba una vieja fuente.

 

Monica colocó una mano al borde de la fuente y miró dentro. Agua de lluvia había llenado el fondo de la inusual fuente, y todo estaba cubierto de musgo— detrás de lo cual podía realizar una fórmula mágica.

 

Nero miró en la fuente también, Casey aún colgando de su hombro. [¿Esta es la barrera? ¿Esa que el chico Lountatta con horrible personalidad dijo que puso para proteger la academia? ¿Qué vas a hacer con eso?]

 

[Lo reescribiré para contrarrestar el Espiral de Fuego… Nero, hazte atrás un momento.] Monica dijo, tocando la fórmula mágica al fondo de la fuente con un dedo.

 

Alrededor de la barrera estaba una trampa que había sido puesta para activarse cuando alguien intentaba reescribirla. Incluso Monica no tenía forma de saber exactamente cómo era la trampa.

 

Significaba que la única opción estaba para levantarla a propósito, luego desactivarla.

 

Estando alerta, lista para desplegar su propia barrera defensiva en cualquier momento para bloquear el ataque, vertió su maná en la fórmula mágica.

 

Espera, nada está pasando. Miss Ryn dijo que había una trampa aquí—

 

[¡Monica, abajo!] Nero exclamó, tomándola por la nuca y alejándose.

 

Un momento después, el suelo alrededor de la fuente se levantó y cayó como algo que estalló.

 

Por un momento, pensó que estaba viendo los cuerpos de pequeñas serpientes— pero a segunda vista, era un grupo de vides verdes entrelazads. Crecían a un paso alarmante, cubriendo la fuente mientras seguía. Filosas espinas estaban sobre las vides, también como los brotes aquí y allá. Esos brotes de inmediato se expandieron, floreciendo en vividas rosas rojas.

 

Una hermosa jaula de rosas cubría la fuente. Era maravillosamente fantástica… pero las vides se enrollaban y retorcían alrededor de la fuente como serpientes levantando sus cabezas en advertencia. Si se acercaba, era claro que se envolvería a su alrededor y la vio en un mundo de dolor.

 

Nero frunció el ceño y gruñó. [Ahora esa es una barrera asesina. Sabía que la personalidad de tu colega era horrible, pero ¿así de mal?]

 

[No… No creo que… Mr Louis fuera el que hizo esto.]

 

[Espera, ¿qué?]

 

Para controlar la vegetación, usas magia de imbución del elemento de tierra. Pero tales hechizos eran muy difíciles. Y hacerlas crecer a su máximo tamaño en un instante como esto no era algo que una persona normal pudiera hacer.

 

Monica podía pensar en una sola persona que pudiera haber hecho esto: un mago de la más vieja e histórica casa en el Reino de Ridill, el cual se especializa en plantas imbuidas con maná— y, en particular, manipular rosas.

 

[Creo que este hechizo le pertenece a otro Sabio como yo— la Bruja de las Espinas.] Monica dijo.

 

Louis probablemente había construido la barrera defensiva de rango amplio para proteger la academia, mientras que la Bruja de las Espinas había trabajado en la trampa para proteger la barrera misma de ser reescrita.

 

En otras palabras, era una colaboración entre dos de los Siete Sabios.

 

Nero se veía asombrado. [Prueba una vez más que nadie normal está permitido en los Siete Sabios…]

 

[Aw.] Monica gimió en respuesta, una mano en su pecho— justo mientras las vides de rosas revoloteaban como látigos para atacarlos.

 

Casey, aun en el hombro de Nero, jadeó, asustada. Monica, aunque, no pestañeó mientras usaba un hechizo sin recitar para producir una espada de viento para cortar las vides.

 

Las vides se hicieron pedazos y cayeron al suelo como si fueran cortadas por una espada filosa. Sin embargo, más vides de inmediato salieron de las puntas cortadas. Esto podría continuar por siempre.

 

Si sigo atacando las rosas así, podría acabarlas… pero tomaría mucho tiempo.

 

Continuando su ofensiva con la espada de viento, Monica activó un hechizo de detección y revisó el maná del Espiral de Fuego. Casi había llegado al punto de explosión. Es probable que no serían ni tres minutos antes de explotar.

 

En esos tres minutos, tenía que destruir la jaula de rosa, diseñar la fórmula de protección para sobreescritura, y reescribir la barrera defensiva para funcionar contra el Espiral de Fuego— algo imposible para cualquier otro.

 

[¿Ahora qué, Monica?] Nero preguntó. Casey la miró en pura incredulidad.

 

Pero Monica no escuchó la voz de Nero ni notó los ojos de Casey en ella. Se metió en su propia consciencia, en silencio, como si se hundiera en las profundidades del océano, en un espacio sin luz ni sonido— un mundo de bellas ecuaciones y fórmulas mágicas, todo ello se repasaba a la velocidad de la luz. Pero ella los creó de nuevo con precisión y belleza.

 

Parecía quedarse en ese encantado estado para una eternidad. En realidad, solo fueron tres segundos. Y luego, sin recitar, fue completado— una fórmula mágica consistiendo de una enorme cantidad de símbolos mágicos.

 

[Whoa.] Nero dijo, disfrutándolo. [No había visto eso en un buen rato.]

 

Los ojos de Casey casi se le salían mientras observaba desde el hombro del familiar y murmuró. [¿Qué es eso…?]

 

Motas blancas de luz empezaron a juntarse sobre la fuente, reuniéndose para formar la forma de una puerta.

 

Era el hechizo que había aparecido en los cielos sobre Kerbeck y asesinado al dragón— una puerta para invocar a uno de los Reyes Espirituales.

 

Habiendo creado la puerta, la Bruja Silenciosa por fin abrió la boca para hablar.

 

Ya que Monica podía usar la mayoría de hechizos sin recitar, había algunos que no podía abreviar. Esos no estaban relacionados con la construcción de una fórmula mágica— eran llamados cantos rituales, palabras usadas cuando invocas a un espíritu de alto rango para mostrar respeto y apreció al ser invocado.

 

Aunque Monica usualmente estaba tan asustada para siquiera abrir su boca frente a las personas, ahora entonó el canto ritual frente a Casey.

 

[En nombre de Monica Everett, la Bruja Silenciosa y uno de los Siete Sabios… Ordeno abrir la puerta.]

 

La puerta cerrada se abrió sin un sonido, causando que luz blanca pasara por ella. Un poderoso vendaval agitó el cabello castaño de Monica. Sus flequillos danzaron en el viento, y debajo de ellos, sus ojos reflejaron la luz blanca, causando que brillaran al deslumbrante color del verdor.

 

[¡Ven desde los confines de la tranquilidad— Sheffield, Rey de los Espíritus del Viento!]


 




✽✽✽✽✽

 

Mientras Felix se paraba frente al almacén oeste observando a los contratistas transportar los suplementos, notó un leve sonido en su bolsillo. Wildianu— su espíritu contratado que tomaba la forma de un lagarto blanco— estaba moviéndose. Parecía que tenía que decirle algo.

 

Felix le dijo a Elliott que se separaría por un momento, luego se fue y se escondió detrás de un árbol.

 

[¿Qué pasa, Wil?] Preguntó.

 

[Me disculpo por interrumpir su trabajo.] Wildianu respondió, asomando su rostro fuera del bolsillo del príncipe antes de mirar alrededor.

 

No se veía normal. [¿Wil?] Felix preguntó una segunda vez.

 

Wildianu miró a Felix con sus ojos azules. [Una puerta para invocar a un Rey Espiritual se ha abierto en algún lugar cercano.]

 

[¿Dices que alguien ha usado un hechizo para invocar a un Rey Espiritual?]

 

[Sí. Siento que probablemente sea Sheffield, el Rey de los Espíritus del Viento.]

 

La mayoría de grandes magos siquiera podían invocar a un Rey Espiritual. La habilidad estaba esencialmente limitada a los miembros de los Siete Sabios. ¿Un Sabio está cerca? Felix se preguntó. Uno especializado en magia de viento…. El Mago Barrera Louis Miller, ¿quizás?

 

La invocación de un Rey Espiritual no era un evento ordinario. Significaba que una batalla de gran escala estaba ocurriendo— o algo rivalizando a igual importancia.

 

[Wil.] El príncipe dijo. [Mantente alerta por ahora. Una vez el trabajo termine, iré a revisar alrededor del campus.]

 

[Sí, señor.]

 

El lagarto blanco agitó un poco su cabeza y regresó al bolsillo de Felix.

 

Pero ni el príncipe o Wildianu— quien era un pobre detector— se dieron cuenta de la realidad más insidiosa: que dentro del almacén a la par de ellos, ardiente maná se estaba juntando en un espiral, cerca de explotar en cualquier momento.

 

✽✽✽✽✽

 

La puerta que había aparecido sobre la fuente era más pequeña que aquella que había derribado a los pterodragones de los cielos sobre Kerbeck. Aun así, tenía el suficiente poder para esparcir las rosas ante ella.

 

El viento soplando desde la puerta estaba envolviendo las motas blancas de luz que danzaban por el aire, formando espadas blancas y rasgando las rosas cubriendo la fuente en pedazos— junto con la trampa mágica en el fondo de la estructura.

 

Era como una gigante hacha meneándose aleatoriamente. Las rosas espinosas volaron y grietas pasaron por la fuente.

 

Eventualmente, el viento se calmó, y la puerta hecha de luz blanca se desvaneció en el cielo.

 

[¿Monica…?]

 

Monica oyó la voz de Casey desde atrás de ella. Era confusa, agitada y ronca.

 

[¿Qué fue eso…? Y… dijiste un Sabio…]

 

Monica no se volteó— mantuvo sus ojos en la fuente. [No fuiste la única en mantener secretos, Casey.]

 

Eso fue lo más que pudo lograr decirle ahora. Más importante, aún había algo que necesitaba hacer. Ahora que había destruido la trampa, podría reescribir la barrera defensiva alrededor de la academia.

 

La fórmula, grabada al fondo de la fuente, era tan maravillosa que hacía que Monica suspirara en admiración. Cuando el Mago Barrera Louis Miller dedicaba tiempo para crear algo, siempre era una maravilla.

 

La habilidad necesitada para construir una delicada y compleja barrera como esta era como la de un arquitecto de alto nivel. Louis era un genio entre genios, en una forma diferente a la que Monica lo era— aunque su personalidad dejaba que desear.

 

Varias fórmulas ficticias habían sido incorporadas en la fórmula principal para protegerse contra la escritura. Tenía que liberarlas antes que fuera capaz de reescribir la barrera.

 

[¡Monica! ¡El maná en el almacén oeste está fuera de control! ¡Va a explotar!]

 

Incluso los gritos de Nero ya no llegaban a los oídos de Monica. Sus ojos estaban bien abiertos, reflejando la complicada e incomprensible fórmula mágica. Leyó pieza por pieza como si estuviera resolviendo una ecuación.

 

Fórmulas ficticias analizadas. Liberación… terminada. Especificar coordinadas de la barrera. Cambiar condiciones de activación de “ataque externo” a “ataque interno.” Restringir a hechizos de atributo de fuego. Examinar oxígeno. Ahora solo tengo que comprimirlo. Más y más…

 

A diferencia de su brillante hechizo para invocar al Rey Espiritual, esta era una modesta y tranquila batalla. Habiendo comprendido bien la barrera defensiva de Louis, lo comprimió tanto para que cubriera solo el Espiral de Fuego en lugar de toda la escuela. Pudo hacerlo extremadamente pequeño ya que el Espiral de Fuego podría caber en la palma de su mano.

 

¡Terminado…!

 

Un momento después, había terminado de reescribir la fórmula, el Espiral de Fuego puesto debajo de un mueble en el almacén oeste explotó. Fue como si un millón de resortes al final colisionaran, juntando el fuego en un espiral.

 

Esas llamas habrían quemado a todos dentro del rango, incinerado los fuegos artificiales y causando una gran explosión… pero la super pequeña barrera que Monica había reescrito lo contuvo todo.

 

Normalmente, las barreras estaban hechas para permitir la entrada de cosas que los humanos necesitaban para vivir— oxígeno y así. Pero Monica a propósito lo había puesto para bloquear la entrada de oxígeno. Era la misma lógica detrás de poner una tapa sobre el mechero de alcohol para extinguir su fuego. Sin nada de oxígeno dentro de la barrera, los efectos del Espiral de Fuego rápidamente se desvanecerían como si nada hubiera pasado.

 

Monica usó una fórmula de detección para verificar que el Espiral de Fuego se hubiera extinguido por completo, luego soltó un largo suspiro.

 

[El Espiral de Fuego… está desactivado con éxito.] Dijo, haciéndose atrás. Había llegado al punto de acabar sus reservas de maná luego de invocar al Rey Espiritual y reescribir el hechizo de la barrera.

 

Nero miró a Casey, quien estaba asombrada en silencio, y le puso una orgullosa sonrisa. [¿Te gusto? Mi maestra es increíble, ¿huh?]

 

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