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Capítulo 1
No Necesito una Razón

 

Lana Colette, una estudiante de segundo año en el curso avanzado de la Academia Serendia, estaba dirigiéndose a su clase electiva cuando miró a su amiga Monica desde atrás.

 

Monica estaba usando ropa de montar— y no una falda hecha para montar a caballo al costado, pero tampoco, culottes diseñadas para cabalgar el caballo. Debió haber estado de camino a su clase de montar a caballo.

 

Lana se sorprendió cuando Monica había escogido montar a caballo como una electiva, pero cuando oyó que estaría llevando la clase con Casey— una jinete experimentada— Lana en privado había suspirado.

 

Pero entonces Casey de pronto se había retirado de la escuela.

 

Lana oyó acerca de la situación solo por otros, pero al parecer, Casey había sido llamada de urgencia de vuelta a su tierra natal para lidiar con asuntos familiares. No era una ocurrencia común en la Academia Serendia— una chica noble u otro siempre deja la escuela porque se casaron a las prisas.

 

Pero ya que Monica tenía tan pocos amigos, la partida de Casey debió haber sido un terrible golpe para ella. Monica había estado cabizbaja desde que la otra chica se fue. Incluso había empezado a comportarse extraña cerca de Lana. Ni sus peleas con Claudia durante el almuerzo pudo sacar a Monica de su depresión.

 

Ahora también, mientras se alejaba en su ropa de montar, la espalda de Monica estaba abajo y sin vida. Lana corrió a ella y le dio un golpe en el hombro.

 

[Monica, el borde de tu chaqueta está afuera.] Ella dijo.

 

[¿Lana?] Monica respondió. [Oh. Ah… tienes razón… Gracias.]

 

Con los humos bajos, arregló su chaqueta, luego bajó sus cejas y sonrió incómoda. Su expresión estaba más tensa de lo usual.

Lana se preguntó qué debería decirle a un amigo que estaba tan deprimido. Trató de idear un tema, pero todo lo que pudo pensar fueron las últimas tendencias y modas, y sabía que Monica no estaba interesada en nada de eso.

 

 

Algo que supiera… pensó. La academia, el festival… ¡Oh, cierto! Todas las chicas se emocionaban con una cosa en particular ahora. La voz de Lana titubeó mientras le preguntaba a Monica por ello.

 

[Hey, ¿has decidido qué vestido vas a usar para el baile luego del festival escolar?]

 

[¿Huh?] La boca de Monica se quedó abierta y sus ojos se abrieron en una expresión en blanco.

 

Al final, Lana había estado esperando oír algo como eso, no había conseguido algo aún, pero juzgando por la expresión de su amiga…

 

[Monica, sabes que hay un baile en la noche del festival escolar, ¿cierto?]

 

[Sí.] Respondió Monica. [Lo vi en el calendario, pero pensé que estaríamos participando en nuestros uniformes normales…]

 

Lana de pronto se recordó que su amiga era una estudiante transferida. En general, los estudiantes asistían a los eventos en sus uniformes de la Academia Serendia. Pero para los bailes que iban con esos eventos, claro, cada estudiante usaría un traje formal de su elección. Esos usados luego del festival escolar y la ceremonia de graduación eran particularmente costosos. Todos estarían usando trajes de gala.

 

[U-Umm…] Monica balbuceó, jugando con sus dedos. [¿No puedo ir con mi uniforme?]

 

Lana la miró. [Monica, eres parte del consejo estudiantil. No puedes hacer eso.]

 

Monica gruñó.

 

Los miembros del consejo estudiantil estaban a cargo del baile. No podía quedarse sentada, y si formaba parte en su uniforme escolar, sin duda dañaría su reputación.

 

[¿Tienes algún vestido, Monica?] Lana preguntó.

 

Monica agitó su cabeza sin decir palabra.

 

[Cierto.] Lana puso una mano en su frente. Serían dos Semanas desde el festival escolar. Dudaba que su amiga pudiera conseguir un vestido propio para entonces.

 

[Puedo prestarte un viejo vestido mío si quieres.] Lana le dijo. [Los colores y diseños no estarían en la moda ahora.]

 

[P-Pero…] Monica balbuceó, mirando abajo.

 

Lana la miró. [¿Qué? ¿No te gusta la idea de usar uno de segunda mano?]

 

[¡No! Es solo que, bueno, yo…] La voz de Monica se agitaba, como que estaba por llorar. Sus caídas cejas se apretaron, un hilo de lágrimas cubrió sus redondos ojos. [Siempre me estás ayudando, y… Bueno, no te he devuelto nada…]

 

La cabeza de Monica decayó más y más. Eventualmente, todo lo que Lana pudo ver fue el mecho de su cabello. Ella presionó su dedo. [No estoy haciendo esto para que me lo pagues, lo sabes.]

 

[Pero…]

 

Monica siempre era seria. Al parecer, había estada preocupada por el pago de todo este tiempo. Lana quitó su dedo y dijo.

 

[¡Yo… no necesito una razón para hacer cosas buenas para mi amiga, ¿verdad?!]

 

Trató de sonar genial al decirlo, pero su avergonzamiento causó que se confundiera al hablar. Le dio vuelta a su cabello alrededor de su dedo para ocultarlo.

Monica lentamente levantó su rostro para mirar a su amiga.

 

[Lana… eres tan genial…] Ella murmuró, llena de admiración.

 

Lana inhaló orgullosa y Monica le dio sus usuales sonrisas incómodas. [Um. Lana… Gracias.]

 

[De nada. Tendremos que ajustar el vestido un poco, así que ven a mi cuarto a la próxima oportunidad que tengas. Oh, por cierto, ¿tienes un corset?]

 

[Nunca he usado uno…]

 

[¡¿Qué?!] Lana exclamó, su impresión le quitó cualquier rasgo de modestia.

 

Lana estaba, en este momento, usando un simple corset bajo su uniforme. Perfectamente normal— un aspecto básico de cuidado— para una chica de su edad.

 

Pero mientras estudiaba el cuerpo de Monica más de cerca, entendió por qué ese no era el caso para su amiga. Monica se veía para todo el mundo que si estuviera en sus primeros años de juventud— y no en una forma delicada, sino en una muy escasa. Incluso era más fácil de verlo ahora que su ropa de montaje estaba acentuando sus curvas— o más bien, la falta de ellas.

 

[Bueno, supongo que no tienes nada de grasa que ajustar.] Lana observo.

 

Monica gruñó otra vez.

 

Dicho eso, crear un poco de construcción en la cintura y llenar su pecho un poco probablemente la haría lucir más femenina. Lana lo decidió y luego se fue por el corset que había usado hace unos años.

 

✽✽✽✽✽

 

La Bruja Silenciosa Monica Everett era uno de los Siete Sabios— los más habilidosos practicantes de hechicería en el reino. Ella era también, extraordinariamente tímida.

Odiaba estar frente a otros y algunas veces se desmallaría por el nerviosismo. Debido a eso, se había encerrado en una cabaña montañesa, haciendo nada más que investigación mágica y otros trabajos con números.

 

Sin embargo, su colega, el Mago Barrera Louis Miller, recientemente la había metido en la misión de proteger al segundo príncipe, y Monica renuentemente había sido transferida a la escuela del objetivo, la Academia Serendia.

 

La academia era una escuela de elite para niños nobles y las cosas que estudiaban— etiqueta apropiada, baila de salón y cosas así— era un territorio nuevo para Monica, cuyos talentos yacían en la hechicería y matemáticas. Pero, con la ayuda de sus amigos, ya había superado varias pruebas.

 

Ahora que estaba por enfrentar su siguiente desafío: uno de sus electivos— montar a caballo.

 

[Soy Monica Norton, estudiante de segundo año en el curso avanzado de la Academia Serendia. ¡Por favor… gusto en conocerle!]

 

Ha pasado un solo mes y medio desde que Monica se había transferido a la academia. Pero no mordió su lengua o balbuceo. Esta era la más fluida y energética presentación que había dado. Se inclinó ante el caballo frente a ella.

 

Eso es— se había presentado ante un caballo.

 

Obviamente, el caballo no iba a responder como un humano podía. Gimió, su mente claramente en otra parte.

 

Bien… ¡Yo… daré lo mejor! Monica pensó. Había estado cabizbaja últimamente, pero luego de hablar con Lana, se estaba sintiendo un poco mejor. Tomando el poco de energía que su amiga le había dado, se subió en el caballo. Apoyada por la mano del profesor, claro— no pudo haberlo sola.

 

Oh… ¡Oh no, yo… estoy tan en alto…!

 

Monica nunca tuvo la oportunidad de montar a caballo antes y la altura del animal excedí sus expectativas. Sintió su cuerpo tenso. Aunque no tenía un miedo patológico a las alturas, aún así sintió más miedo que emoción al prospecto de estar más en alto de lo usual. ¿Qué si se caía?

 

Mientras se congelaba en el sillón, el profesor, un viejo instructor que solía montar a caballo, le habló en una voz calmada.

 

[Trata de hacer caminar al caballo lento primero.]

 

[¡B-Bien!]

 

El caballo empezó a caminar a un paso lento— cerca de la mitad de la velocidad de un humano… Pero eso no importaba.

 

[¡¿Eegyaaahhh?!]

 

Monica se agitó mientras leves vibraciones causadas por el caballo trotando le enviaban desde el suelo.

 

Vocecitas llegaban a ella alrededor.

 

[Hey, esa chica se cayó.]

 

[Es Monica Norton del consejo estudiantil, ¿cierto?]

 

[¿Cómo diablos logro caerse de un caballo tan lento?]

 

Monica gimió. Sus habilidades motoras eran absolutamente abismales. Era tonta, tenía un terrible balance, y se tropezaba con la nada en todo el tiempo. Cuando se trataba de montar a caballo, esa falta de balance era letal. La agitación del caballo mientras caminaba y el instante de inclinación cuando empezó a girar fue todo lo que se requirió para que cayera, el tenso cuerpo sobre su espalda.

 

[Oww, eso duele…]

 

Trató tres veces más luego de eso, cada intento duraba menos de un minuto antes que cayera. Las miradas exasperadas de aquellos alrededor de ella dolían más que el dolor físico.

 

¿Por qué no puedo… hacer cosas como todos los demás pueden…? Se preguntó, mordiendo su labio. Con toda honestidad, sabía por qué. Ella no podia hacer las cosas que el resto de ellos podían porque en el pasado, nunca lo había intentado— siempre había huido.

 

Apretando un puño para revivir su acabado entusiasmo, Monica se levantó y enfrentó al caballo otra vez. Quiero aprender a montar a caballo. Voy a aprender, y entonces…

 

El rostro de una chica apareció en su mente. Estaba sonriendo, tenía una cola de caballo. Entonces, un día, seré capaz de…

 

[Me sorprende que escogieras montar a caballo.] Una voz conocida vino detrás de ella.

 

Monica se congeló. ¿Por qué siempre la tomaba por sorpresa en momentos así? Se dio la vuelta, y justo como había esperado, dos hermosos ojos encontraron los suyos.

 

[Su Altezaaaaa…]

 

[Has mejorado.] Vino la respuesta. [Lograste decir dos palabras sin balbucear.]

 

Felix Arc Ridill— el segundo príncipe de reino y aquel que se suponía Monica debía proteger— cubrió su boca y sonrió.

 

Esto la tomó por sorpresa. ¿El príncipe había escogido montar a caballo como electivo? Mientras se quedaba allí atónita, se subió al caballo. No solo a la silla, sino en una posición inestable justo detrás.

 

Entonces extendió una mano hacia ella. [Vamos.]

 

[¿Huh?]

[Es mi trabajo como tu superior guiarte, ¿no?]

 

Monica quería evitar la negativa atención que seguramente conseguiría al permitir que Felix le enseñase. Pero más que eso, quería mejorar. Se incline rápidamente y dijo. [M-Muxhas gracias.] Se confundió en la primera palabra.

 

Logró presentarse bien al caballo antes, pero aún tenía problemas cuando se trataba de personas. Decepcionada con su poco desarrollo, tomó la mano de Felix. Con facilidad la subió al caballo. Para lo Delgado que era, tenía brazos fuertes.

 

[La postura es importante cuando se monta a caballo.] Explicó. [Siempre mantén tu espalda recta. Ahora endereza tus hombros.]

 

[¡Bien!]

 

Su miedo había causado que se encorvara cuando estaba sola, pero se sentía mejor con alguien detrás de ella, dándole apoyo.

 

[Deja tu cuerpo relajado.] El príncipe continuó. [Deja reposar tus pies con normalidad. Y ten los ojos abiertos, mirando a la distancia… Allí vas. Trata de trotar un poco.]

 

Felix le dio al caballo un pequeño golpe al costado con su pie y empezó a trotar sin molestias. Cuando Monica apretó las riendas, el príncipe puso sus manos sobre las de ella.

 

[Cuando quieres decirle al caballo que haga algo…] Dijo. [No es bueno que solo te guíes por las riendas. Si las jalas muy fuerte, lastimarán al caballo.]

 

Ahora que lo pensaba, Monica recordó asustarse y tirar de las riendas antes de caer la última vez. Ella miró al caballo y bajó sus pestañas. [¿Te lastimé antes…? Lo siento…]

 

El caballo soltó un gemido, pero no parecía haberle entendido.

 

Mientras Felix observaba, se veía algo sorprendido. [¿No te asustan los caballos?]

 

[¿Huh? Um, b-bueno…] Balbuceó. [No… para nada.] Tenía miedo de caerse de un lugar alto, pero no del caballo en sí. Para ser Honestos… las personas daban más miedo.

 

[Hmm.] Felix vocalizo una respuesta.

 

Se movilizaron un tiempo sin hablar, y eventualmente Monica vio una piedra algo grande. Había sido colocada allí a propósito como un obstáculo.

 

Las manos de Monica se tensaron de inmediato en las riendas y Felix las palmeó. [Si quieres darle al caballo una instrucción, primero, mueve tus piernas y tu centro de gravedad. Las riendas van después.] Explicó, gentilmente jugando con su peso. Eso fue suficiente para hacer que el caballo rodeara libremente el obstáculo.

 

Para Monica, sintió que el caballo estaba mucho más calmado a cuando ella estaba sola. Quizás era solo su imagación… [Está… más calmado… que antes.] Remarcó.

 

[Los caballos son criaturas sensibles. Cuando su jinete está nervioso, ellos pueden saberlo.]

 

[Oh…]

 

Es decir, el propio estado mental de Monica había estado peor que el del caballo.

 

[Lo primero para aprender es cómo montar con la postura apropiada. Si puedes aprender la postura y cómo trotar, empezarás a mejorar a pasos agigantados.]

 

[¿Trotar?]

 

[Cuando un caballo corre, lo hace a un ritmo de 2/2. Podemos decir que es un trote. Puedes cambiar entre sentarte o pararte junto al ritmo. Te permite evitar toda la agitación, librándote de la carga y hace más fácil el balance.]

 

Ya veo, pensó Monica. Así que montar a caballo no es solo de sentarte y sostener las riendas. Es un sistema binario… Ya que la postura y el ritmo son importantes… ¿Supongo se asemeja a bailar? Una vez se impresionó por la cantidad de cosas que necesitaba tener físicamente para entenderlo. Asintió, fascinada. 

[Postura.] Felix le susurró al oído. Monica enderezó su espalda. Su corazonada era un hábito a este punto, así que si dejaba de pensar, de inmediato se encorvaría.

 

[Si te recuestas…] El príncipe explicó. [Es más fácil caerte. Pero si te haces más para atrás, es difícil mantener tu balance. Concéntrate en mantener tu espalda recta.]

 

[¡Bien!]

 

Monica recordó lo que había aprendido de baile de salón. Cierto, relajar mi columna y relajarse. Rememorando todas sus lecciones una a una, murmuró, [Enderezar tu espalda, huh…]

 

[¿Sí?] El príncipe repitió.

 

[Es útil para muchas cosas, ¿no?]

 

Felix sonrió un poco. [Tienes razón.] Dijo. [En realidad, me sorprende que escogieras esto como tu elective. ¿Había una razón específica?]

 

Las notas de Monica en baile de salón habían sido desastrosas, así que le debió parecer muy extraño que hubiera optado por montar a caballo, la equitación.

 

En el Reino de Ridill, había ciertas áreas donde las mujeres montaban a caballo, pero los citadinos rara vez tenían la oportunidad. Especialmente para el caso de las hijas de los nobles, y había muy pocas chicas en la clase.

 

Monica abrió su boca, luego lo cerró otra vez, tratando de darle sentido a lo que quería decir. Cuando Casey dejó la academia, Monica había estado contrariada. En cierto, habría sido posible para ella enviar una petición y cambiar sus electivos hasta el inicio de las clases. Pero claro, no llenó una, decidiendo seguir con la equitación y ajedrez como sus dos electivos.

 

[Tengo un amigo… a quien quiero decirle un día… que aprendía montar caballos.] Decirlo en voz alta le dio una inyección de energía.

 

[¿Será que ese amigo es Lady Casey Grove?] Felix respondió gentilmente. [¿Quién estuvo con nosotros llevando suplementos? Ella dejó la escuela muy de la nada, ¿no?]

 

El corazón de Monica vibró por un momento. El incidente cuando la madera cayó mientras estaban llevando suplementos había sido cosa de Casey. En papel, el asunto había sido zanjado como un simple accidente, y Louis retiró el objeto mágico que había dejado para asesinar al príncipe. Felix no podía saberlo.

 

Pero cuando dijo el nombre de Casey, Monica no pudo evitar agitarse. Si alguien descubre que Casey iba tras la vida del príncipe, será ejecutada…

 

Quizás su miedo viajó a través de las riendas, porque el caballo empezó a dar pasos un poco más raros.

 

Felix calmó al caballo y dijo tranquilo. [No has sido la misma desde ese día.]

 

[Ah… Yo, umm, ¿es así…?]

 

[Claro. Me alivia ver que tomaste equitación con una actitud positiva.]

 

¿Actitud positiva? Se preguntó. Esas palabras no me describen en nada.

 

Aunque, si Monica estaba viendo al futuro incluso un poco ahora… entonces fue debido a todas las personas amables como Lana que le había dado coraje y un empujón. Fue gracias a ellos que Monica pudo aferrarse a la esperanza de reunirse con Casey otra vez un día. Se imaginó sonriendo y contándole orgullosa a su amiga que había aprendido a montar. Ese sería su objetivo.

 

[Es bueno tener objetivos.] Felix remarcó. [Espero que mantengas tu cabeza en alto y le digas a tu amiga de este día.]

 

Aunque el príncipe la molestaba constantemente, él nunca se burló de ella. Eso la hacía feliz, y Monica logró hacerle una pregunta, apenas moviendo sus labios.

 

[Sí. Um… Ahora que lo pienso… ¿por qué, um, escogió esta clase?]

Se decía que el segundo príncipe es un genio multifacético. Sabía que era un jinete habilidoso, aunque ha tomado esta clase como electivo. ¿Cuál es la razón detrás de ello?

 

[En realidad…] Felix respondió, sonando más bien a gusto. [Esta es la única clase que siempre me aseguro de tomar cada año.]

 

[¿Cada año? ¿Le gusta la equitación?]

 

[Bueno, sí, pero… Está bien, haré una excepción y te diré por qué.] Dijo con malicia, dándole al caballo una leve patada en el costado. En respuesta, se desvió del curso básico y se dirigió al bosque— donde el curso avanzado estaba localizado.

 

[¿S-Sí? Uh, um, err, ¿a dónde vamos?]

 

[Solo espera y verás.] Respondió, su voz extrañamente animada.

 

✽✽✽✽✽

 

Los bosques detrás de la academia estaban llenos de árboles de roble plantados en intervalos iguales, en tonos rojos y amarillos. Ya que esta área estaba designada como un curso de equitación, se mantenía de alguna manera para hacerle más fácil a los caballos trotar.

 

Sin embargo, justo cuando Monica empezaba a pensar que estaban allí por una buena y fácil caminata por los bosques… el caballo se desvió del curso y empezó a atravesar los árboles.

 

[¡S-Sí!] Ella gimió. [¡Esto no es bueno! ¡Nos hemos salido del camino!]

 

[Mm-hmm.] Felix respondió. [Este es el camino a nuestro destino.]

 

[¿Huh…?]

 

Mientras Monica inclinaba su cabeza en confusión, Felix alzó la vista. Estaba llevando su usual gentil sonrisa, pero por alguna razón, los rincones de sus labios se alzaron un poco más de lo usual. Se veía casi emocionada.

 

[Eso es. Mira arriba.]

 

Sus ojos azules alzados brillaron a la luz del sol pasando las hojas.

 

Monica siguió su mirada y la levantó también.

 

El claro cielo de otoño se veía tan lejano, tan alto. Pero entonces varias figuras atravesaron las esparcidas nubes— una parvada de aves y un chico con cabello rubio sucio. Era el siempre energético Glenn Dudley.

 

[¡Gyaaahhh!] Gritó. [¡Alto, alto, paren! ¡Dejen de picarme ya!]

 

La parvada de aves parecía estar persiguiéndolo. Monica miró a Felix. [Um, ¿err…?]

 

El príncipe continuó observando a Glen con una vaga emoción en su rostro mientras el chico andaba por los aires. Mientras Monica se preguntaba qué decir, el príncipe rompió el silencio. [Oh, parece que va a caer.]

 

[¡¿Qué?!]

 

Sus ojos volvieron al cielo en pánico mientras Glenn, aun picoteado, cayó hacia el suelo… antes de recuperarse a tiempo y llegar a un alto en medio del aire antes de gentilmente flotar el resto de su caída. Hubo bastantes estudiantes cerca del lugar donde Glenn aterrizó.

 

[Están llevando una clase de hechicería práctica por allá.] Felix explicó, señalando. [Aunque es Dudley es el único que puede usar magia de vuelo.] Siguiendo la línea de su dedo con su mirada, Monica lo entendió. Los otros estudiantes estaban practicando hechizos básicos.

 

[Dudley es muy talentoso.] Continuó. [La fórmula para la magia de vuelo no es tan complicada, pero requiere preciso control de maná y un impecable sentido del balance, así que incluso muchos grandes manos no pueden usarla.]

Esa era la razón exacta por la que Monica no podía volar. Como uno de los Siete Sabios, ella tenía un entendimiento teórico práctico de la fórmula de la magia de vuelo y podía controlar su mana apropiadamente también. Pero tristemente, su sentido de balance arruinó todo— siempre caía tumbada al suelo— justo como la equitación.

 

Pero eso aparte, algo en esta situación le pareció extraño a Monica. ¿Era su imaginación o Felix parecía bastante sabelotodo con la magia? Todos conocen que la magia de vuelo es difícil, pensó. No es extraño que el también. Pero…

 

Mientras pensaba en ello, el caballo empezó a trotar en otra dirección. ¿A dónde vamos ahora? Se preguntó, cuando de pronto sintió escalofríos pasar por su piel.

 

Es como si hubieran pasado por un delgado e invisible manto de algo— la sensación que solo consigues cuando cruzas una barrera.

 

No es esta una barrera defensiva… ¡Espera!

 

Una precipitación de aire frío acarició su mejilla mientras levantaba su cabeza en sorpresa. El vendaval estaba viniendo desde las profundidades del bosque, frío como el viento de invierno. Ella miró en dirección al viento y vio dos figuras claras.

 

Ambos eran estudiantes de la Academia Serendia y ambos estaban recitando rápidamente. Uno de ellos era un joven rubio. El segundo, dándole la cara, tenía su cabello plateado atado detrás de su cuello— era el vicepresidente del consejo estudiantil, Cyril Ashely.

 

El rubio finalizó su cántico, luego levanto sus dedos hacia Cyril. De esos dedos salió una enorme bola de fuego lo suficiente para que apenas la rodearas con tus brazos.

 

Cyril terminó su cantico al mismo tiempo; su hechizo produjo un muro de hielo frente a él que bloqueó la bola de fuego. Las llamas se disiparon, expandiendo nubes de vapor, pero la mayoría del hielo se mantuvo sin cambios.

 

[Eso es…] Monica murmuró.

 

Felix se recostó en ella y susurró. [Y aquí es donde tienen las clases de magia práctica avanzada. Están metidos en algo que llaman una batalla mágica— un combate de simulacro usando solo magia, realizado dentro de una barrera especial.]

 

Las batallas mágicas eran algo a lo que Monica tenía cercanía. Al final, fueron desarrolladas y usadas en la institución más grande de entrenamiento de magos en el reino— su alma mater, Minerva.

 

Como regla general, en una batalla mágica, tenías permitido usar solo ataques imbuidos con magia, a través de magia u objetos mágicos. Dentro de la barrera, no te lastimarías incluso si un ataque te impacta; en cambio, drenaría una cantidad de maná equivalente. Entre más grande es el poder de ataque del hechizo, más pierdes. Al final, el último competidor con maná en pie gana la batalla.

 

En Minerva, supuestamente hubo un estudiante que usaba hechicería junto a los ataques físicos durante esas batallas mágicas. Ese estudiante había empleado hechicería para cegar, luego golpear y patear a su oponente. El atroz estilo de pelea les había causado muchos problemas a los profesores de Minerva. Al final, habían mejorado la barrera para prevenir ataques físicos de daño real.

 

Pensar en las batallas mágicas realmente me trae recuerdos, Monica pensó. Tuve que formar parte durante las pruebas para los Siete Sabios también…

 

Dentro de la barrera, nunca serías lastimado por un hechizo, no importa cuán fuerte fuera— pero sentirías el dolor e impacto. Monica odiaba el dolor, cosas de miedo, así que no estaba exactamente emocionada de unirse. Tuvo que participar varias veces como un estudiante de Minerva, pero todo lo que podía recordar era estar aterrorizada y tratar de huir hasta que acabase.

 

Mientras miraba hacia los competidores, una mirada lejana en sus ojos, Cyril terminó de encerrar a su oponente en hechizos ofensivos.

 

[Está contra el presidente del club de batallas mágicas.] Felix remarcó. [Es cosa seria.]

 

[Lord Cyril es bastante fuerte.] Accedió.

 

[¿Cierto? Es el único que puede usar el cántico rápido en la academia… Mm, creo que puede ser el estudiante más fuerte aquí.]


Mientras escuchaba al príncipe hablar, Monica seguía a Cyril vagamente con sus ojos.

 

Había sido una semana desde el fallido intento de asesinato de Felix. El objeto mágico usado— Espiral de Fuego— había sido retirado y el culpable, Casey, forzada a dejar la escuela con el pretexto de un asunto familiar. Todo había sido manejado bajo la mesa.

 

Por desgracia, claro, una parte tenía el registro— el incidente del leño cayendo mientras llevaban suplementos, el cual Casey había orquestado con el fin de crear una coartada. Había cortado el lazo uniendo la madera. Pero Cyril, quien había estado allí en el momento, se culpó— creía que no había revisado todo apropiadamente.

 

Felix nunca criticaría a Cyril por ello, pero no lo hacía todo solo. Monica, quien había estado presente esa vez, sabía que no era su culpa, pero no podía insistir en ello. Si se daban cuenta que el leño cayendo había sido cosa de Casey, todo el intento de asesinato se revelaría como pólvora.

 

Monica agachó su cabeza mientras recordaba los anteriores eventos de la semana. El día pasó, no solo había sido incapaz de decir la verdad, estaba abrumada por la culpa y rompió en llanto en el cuarto del consejo estudiantil.

 

Ni Cyril o Neil, quienes estuvieron allí todo el tiempo, lo mencionaron al siguiente día. Estaba agradecida, pero también se sentía culpable por ello.

 

Me pregunto si hay algo que pueda hacer por Lord Cyril… se preguntó. Siempre estaba ayudándole— enseñándole cómo hacer su trabajo, hacerlo por ella cuando estaba incapacitada, dándole chocolate caliente. No era solo él. Su compañera de clase Lana, Neil del consejo y su coconspiradora Isabelle… Todos le habían ayudado de varias formas desde que llegó aquí.

 

¿Qué podría darles a todas esas amables personas?

 

Lana ya le había dicho que no estaba ayudando con el fin de recibir algo— que no necesitaba una razón para ser amable con sus amigos. ¿Monica sería lo suficiente fuerte para decir algo como eso a otra persona?

 

Yo… lo espero.

 

Felix palmeó su hombre, interrumpiendo sus pensamientos privados.

 

[Fue un buen paseo, pero regresemos al otro lado ahora.] Dijo, dándole vuelta al caballo del camino que vinieron. Miró al príncipe y notó que se veía especialmente de buen humor.

 

[¿Escogió la equitación como una forma de, um, secretamente observar las clases de magia práctica?] Preguntó.

 

[Todo como parte de mis estudios.] Respondió. [Al comprender lo que puede lograrse con la magia, rápidamente puedo tomar decisiones en emergencias.]

 

[Yo, um… ¿Ya veo…?]

 

Dijo era por sus estudios, pero Monica tenía el sentimiento que no era la única razón. Después de todo, sus ojos habían estado brillando mientras observaba a Glenn y Cyril. Pero dijo que no podía usar magia, así que—

 

[¡Lady Norton, postura, postura!]

 

[¡C-Cierto!]

 

Su espalda debió encorvarse otra vez mientras pensaba. De prisa la enderezó.

 

Había muchas tantas cosas que necesitaba pensar, pero encontraba difícil ordenar sus pensamientos mientras se acostumbraba al incómodo sentimiento de estar sentada en un caballo. Consciente arregló su postura, deciendo solo concentrarse en cabalgar por ahora.


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