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Apple y Marshmallow


Recientemente, los lamentos de niƱos han sido escuchados salir dentro del bosque en las afueras de Lyell.

Incluso si uno intenta ignorarlos, los gritos no se detienen. Sin embargo, incluso si uno entra al bosque e investiga, los ya mencionados niƱos no estƔn en ninguna parte para ser encontrados.

[Los llantos estĆ”n tan lejos de aquĆ­, por lo que no importa mucho. Pero no importa cĆ³mo lo veas, es aterrador… o asĆ­ creo.]

Su explicaciĆ³n termino, el Armado que es el lĆ­der de la 5ta DivisiĆ³n de la Guardia Alada paso su mirada por el grupo reunido en el cuarto. [¿QuĆ© les parece?]

Pavinal asistiĆ³, su largo cabello purpura volaba. [Juzgando por la situaciĆ³n, probablemente podamos considerarlo en una alta posibilidad.]

[Necesitamos darnos prisa e ir a buscarlos.] Lakish agregĆ³ con su expresiĆ³n preocupada. [EstĆ” bien si no hay nadie allĆ­, pero sĆ­ es que hay alguien, quiero reunirme con Ć©l.]

[¡Sip!] Collon brincĆ³ de emociĆ³n con sus brazos levantados. [¡SerĆ” la Gran MisiĆ³n de Captura!]

[…Ahora espera.] Parado a una pequeƱa distancia lejos de las cuatro chicas, Feodor con duda levanto su mano. [No puedo evitar sentir algo estĆ” quedando fuera. ¿Ustedes cuatro entendieron algo de la explicaciĆ³n que di?]

Tiat suspiro, exasperaciĆ³n escrita en su rostro se podĆ­a ver. Ɖl habĆ­a estado esperando por una reacciĆ³n como esa; desde el inicio, no estaba esperando el mĆ”s ligero trato de amistad de ella. Por otra parte, Collon estallĆ³ en una loca risa y Panival tambiĆ©n se reĆ­a mientras palmeaba su espalda animosamente.

[¡Oh, lo olvide!]
[Lo siento, sentĆ­ como que ya eras de la familia.]

El trato de esas dos tambiĆ©n habĆ­a estado dentro de sus expectativas. Lakish tambiĆ©n se disculpĆ³, viĆ©ndose arrepentida mientras empezaba a explicar. [Um, verĆ”s, la cosa es… dentro del bosque, puede haber alguien quien es de la misma raza que nosotras.]

Eso, tambiĆ©n, habĆ­a sido lo que habĆ­a esperado – o mĆ”s bien, esperado. Fuera de las cuatro peculiares chicas, Lakish era la Ćŗnica con habilidades propias de una persona. Ella limpiaba luego del desastre que hacĆ­an las otras tres, y Feodor habĆ­a estado viĆ©ndola como la diligente comunicadora del grupo.

Ahora entonces, independiente a los detalles del problema… [¿Misma raza?]

[S-SĆ­, Leprechauns.]

Ɖl pensĆ³ un poco. [Lo siento, no creo que lo entienda. ¿A quĆ© te refieres exactamente?]

[Nuestra hermana menor pudo haber nacido, asĆ­ que queremos ir a buscarla pronto.] Esa explicaciĆ³n solo le dio a Feodor mĆ”s que pensar.

…SĆ­. No entiendo nada.

[Ya veo, ya veo… asĆ­ es como es, ¿no?] El maestro del cuarto, el lĆ­der de la 5ta DivisiĆ³n que habĆ­a estado en silencio hasta este punto, asistiĆ³ con su cabeza blindada. [Normalmente, un cierto hechicero especializado en esas cosas llegarĆ­a arbitrariamente, investigarĆ­a arbitrariamente, y capturarĆ­a el objetivo arbitrariamente. Esta vez, sin embargo, depende de ustedes.]

Su mirada llego a las chicas, quienes asistieron juntas.

[DejĆ”rselo a ustedes cuatro deberĆ­a estar bien.] El Primer Oficial asistiĆ³ otra vez. [Bien, Cuarto Oficial Jessman, le confiarĆ© la responsabilidad de supervisarles. Si una nueva Leprechaun es encontrada, inmediatamente asegĆŗrela y trĆ”igala de vuelta.]
Ya veo, asĆ­ que asĆ­ es como serĆ”.

Feodor no podĆ­a entender quĆ© hacer, pero aĆŗn era el supervisor momentĆ”neo de las cuatro chicas. Si hubiera un riesgo que necesitaran pasar, se le darĆ­a en forma de orden dejarlo pasar.

[Entiendo.] En el interior, Ć©l se estaba mamando, pero claro que no lo mostrarĆ­a. Como siempre, enterrĆ³ su resentimiento en otro lado de su cuidadosa expresiĆ³n fabricada. [Yo, el Cuarto Oficial Feodor Jessman, ahora empezarĆ© la prueba de supervisar la situaciĆ³n.]

————————————————

Tres duras horas despuĆ©s, Feodor estaba sentando en un tronco cerca del perĆ­metro exterior del bosque. Decir bosque era mĆ”s una ligera secciĆ³n elevada de la isla, tan alta para ver por debajo una porciĆ³n de Lyell. Solo las cuatro hadas habĆ­an explorado en las partes profundas del bosque, dejando a Feodor atrĆ”s dando aburridos bostezos hacia el cielo.

Las descripciones de las hadas en los cuentos de hadas a menudo decĆ­an. [Solo los niƱos quienes sean puros de corazĆ³n pueden verlos.] MĆ”s que un rumor, parecĆ­a que era una Ćŗnica caracterĆ­stica de las hadas. Aunque desafĆ­a toda razĆ³n, aparentemente era difĆ­cil para Leprechauns sin forma llegar a ser alguien mĆ”s que niƱos inocentes u otras hadas.

[¡U-Um, no es que estemos diciendo que tu corazĆ³n estĆ” sucio o asĆ­, claro!] Una nerviosa Lakish habĆ­a balbuceado, haciendo que Tiat estallarĆ” en una risa molona. [¡Es solo en caso, asĆ­ que por favor no lo tomes de mala forma!]

Feodor era muy consciente de la fe dentro de su corazĆ³n, y de cualquier modo no tuvo una sĆ³lida razĆ³n para insistir en participar. Se suponĆ­a que Ć©l estĆ© supervisĆ”ndolas y no tenerlas fuera de vista, pero considerando todas las cosas, eso solo era formalidad. Y asĆ­, Ć©l ahora estaba esperando fuera del bosque por su regreso.

Sentando en un lugar e inmerso en sus pensamientos, Feodor estaba sorprendido de descubrir que no era una mala chance de paz. En realidad hay mucho en quĆ© pensar, huh…

Los deberes diarios de la Guardia Alada en estos tres meses son para la batalla decisiva. Los efectos secundarios del incidente del Croyance, aĆŗn se sienten. SĆ­ o no se toma acciĆ³n contra el incremento numeral de individuos sospechosos en Lyell, no como un oficial de la Guardia Alada, sino como Feodor Jessman. Y claro, Ć©l no podĆ­a olvidar ir a la Tienda de Dulces en la Calle Oeste por sus nuevas delicias de temporada.

Ahora entonces, a planear.

Feodor Jessman tuvo un objetivo.

Incluso si eso significaba tirar al caƱo todo, tuvo que aferrarse a su sueƱo. Por cinco aƱos el habĆ­a puesto todo hacia ese propĆ³sito: entrar a la Guardia Alada, jugar el papel de soldado modelo, subir la escalera de promociones.

Encontrar a las hadas.

Aunque aprender acerca de las asĆ­ llamadas armas secretas de la Guardia Alada habĆ­a sido puro accidente, aĆŗn era necesario ir por su objetivo. PodĆ­a llamĆ”rsele un golpe de buena suerte, haciendo buenos avances en su plan al punto donde podĆ­a moverse al siguiente punto.

El siguiente punto… Es decir, tomar control de esas armas secretas, y si eso no fuera posible, descubrir una debilidad para reducir su efectividad.

Me hice de algo de tiempo… pero no puedo relajarme por mucho.

[…Tengo hambre.] Las palabras murmuradas estaban saliendo de su boca antes que se diera cuenta, cuĆ”n vacĆ­o su estĆ³mago se sentĆ­a. Ɖl revisĆ³ sus bolsillos, pero no tenĆ­a nada que poner en su boca. Normalmente, habrĆ­a tenido un dulce o dos en mano para comer, pero habĆ­a olvidado reabastecer su provisiĆ³n del dĆ­a.

Luego, Feodor probĆ³ con su bolsa y encontrĆ³ una sola manzana. [Supongo que asĆ­ serĆ”.] Ɖl se quejĆ³; un caramelo habrĆ­a cambiando mĆ”s su humor, pero los mendigos no pueden escoger. Solo sĆ© agradecido que tienes algo que puedes comer.
Feodor se auto regaĆ±Ć³ mientras sacaba un cuchillo de su bolsa y empezĆ³ a pelar la manzana. Se habĆ­a acostumbrado mĆ”s o menos a lidiar con cuchillos; la estrecha franja de la piel roja colgando de la fruta rĆ”pidamente se alargaba.

Un arbusto cerca de Ć©l empezĆ³ a susurrar. [¿Hm?] Feodor vio en su direcciĆ³n, pensando que solo era un conejo u otra pequeƱa criatura terrestre.

Una pequeƱa niƱa – al parecer carecĆ­a de dientes, cuernos, alas, escamas, algo que podĆ­a ser llamado Sin Marcas – asomĆ³ su cara fuera de las sombras del arbusto, viendo fijamente a las manos de Feodor.

Se congelĆ³ mientras la niƱa inclinaba su cabeza. Un extraƱo silencio pasaba con el tiempo, lo mĆ”s probable, la niƱa luchaba entre su urgencia de cautela y curiosidad. ƚltimamente, este Ćŗltimo ganĆ³. El arbusto susurrĆ³ una vez mĆ”s con la niƱa poniĆ©ndose de pie con sus cortas y pequeƱas piernas se encaminaba a donde estaba Feodor, todo el rato estuvo echĆ”ndole un ojo concentrada en la manzana pelada colgando en sus manos.

Su desatado cabello era brillante y marrĆ³n. Si uno pudiera juzgar su edad usando a los Imps como un punto de referencia, serĆ­a alrededor de dos aƱos de edad – aunque claro diferentes razas tienen diferente tiempo de vida y tales estimaciones no dan un verdadero significado. Feodor habĆ­a estado esperando que estuviera cubierta de cortadas al aparecer de esa manera en medio de un bosque tendrĆ­a sentido, pero no tenĆ­a ni una. Ɖl dudo, entonces rĆ”pidamente verificĆ³ su gĆ©nero. Era una chica.

[Uwaa…] Como la manzana pelada en sus manos se movĆ­a, los ojos de la niƱa tambiĆ©n se movĆ­an, como si la siguiera.

Esto es definitivamente – probablemente – lo que ella estĆ” buscando.

[…No hay forma que haya una casa cerca de aquĆ­ con un niƱo perdido o algo asĆ­, ¿cierto? Que terrible situaciĆ³n serĆ­a esa…] Feodor se callĆ³, no estaba seguro con quiĆ©n estaba hablando. Naturalmente, sin algĆŗn tipo de respuesta viniente.

La chica aun estaba viendo fijamente. ViĆ©ndola de cerca no deja ni una duda. Ɖl vagamente se preguntĆ³ de esa historia acerca de cĆ³mo solo un niƱo de corazĆ³n puro serĆ­a capaz de ver a las hadas.
[Lo siento.] Lo dijo. [Pero no te lo darĆ©. Es mi refacciĆ³n.]

La chica levanto su cabeza para ver a Feodor a los ojos. Ella pestaĆ±Ć³ una vez mĆ”s, como si dijera. [¿Huh?]

Para un niƱo que aĆŗn no desarrolla razonamiento, no habĆ­a mucha diferencia entre susurros del viento, los murmuros de la corriente, o los amargos gruƱidos de un hombre. Me pregunto quĆ© era ese raro sonido – simple curiosidad dirigiĆ³ su atenciĆ³n en la direcciĆ³n de tales sonidos.

…Realmente soy malo con lidiar con niƱos, ¿no?

Admitir tal cosa era difĆ­cil para de Imps, seres quienes se apoyaban en tĆ©cnicas superficiales y experiencia en funciĆ³n a la sociedad, pero Feodor tuvo que ser honesto consigo mismo.

Los intereses de un niƱo van a extremos. En el mundo de un niƱo, nada existe mĆ”s allĆ” de lo que puede gustarle o no gustarle, y establecer una incansable relaciĆ³n moderada que satisfaga a ambos lados de la ecuaciĆ³n era imposible.

Por el momento, Ć©l podĆ­a ser capaz de falsificar una sonrisa artificial, y podĆ­a ponerla de buen humor. Pero si tenĆ­a Ć©xito, ella inevitablemente se volverĆ­a apegada a Ć©l y empezarĆ­a a seguirlo. Si eso sucede… Ć©l se sintiĆ³ irritado de solo pensarlo.

[Vuelve al bosque.] Ɖl dijo tan frĆ­amente como podĆ­a. [Tus buenas hermanas mayores te estĆ”n buscando. Vuelve y dĆ©jate encontrar.]

[¿Uweh?]

Sin reacciĆ³n. Los ojos de la chica pronto volvieron a la manzana pelada, sus pupilas se movĆ­an de derecha a izquierda.

La cara retorcida sonriente de Feodor, luego la deshizo y suspiro. Una mentira diabĆ³lica es la mejor arma y se volvĆ­a ineficaz contra alguien indiferente a las palabras. ¿Ahora quĆ© debo hacer?
Quejarse con nadie en particular, se resumiĆ³ a pelar su manzana. Como la tira crecĆ­a mĆ”s y mĆ”s grande, la atenciĆ³n de la chica se concentrĆ³ mĆ”s en ello.

[No te lo darĆ©.] Ɖl dijo frĆ­amente. La corteza de la manzana cayĆ³ al suelo con un plop, la Ćŗltima vuelta terminĆ³. [MaldiciĆ³n, ¿dĆ³nde es que estĆ”n buscando esas cuatro?]

Ella estĆ” en lo correcto. El nuevo aquĆ­ era otro.

Mientras seguƭa quejƔndose en silencio, una pequeƱa mano tomo su pierna uniformada. La chica estaba intentando subir a su rodilla. Su agarre se sentƭa fuerte pero gentil, y su calor corporal pasaba por sobre su ropa.

SerĆ­a tan fĆ”cil quitĆ”rsela de encima, pero si lo hiciera, la niƱa podrĆ­a lastimarse. Feodor dudĆ³, y la chica aprovecho la oportunidad para terminar de subir a su rodilla. Ella felizmente estiro sus cortos brazos hacia su manzana—

[¡Hey, alto!] Su mano extendida se movĆ­a improductiva por el aire mientras Feodor la tiraba hacia atrĆ”s, levantando hacia arriba la manzana y el cuchillo en sus manos. [¡Suficiente, es peligroso! ¡Deja de moverte y bĆ”jate de mĆ­!]

La chica no escuchĆ³ sus quejas. Ella llorĆ³ infeliz, una mano tomando el pecho de Feodor mientras la otra nerviosamente la alzaba. Una y otra vez no cruzaba la distancia; una y otra vez ella se rehusaba a rendirse, lloriqueando todo el rato.

[Ah… ¡Alto, maldiciĆ³n! ¡No te la darĆ©, asĆ­ que deja ya!] Feodor lo dijo una vez mĆ”s, repitiendo las palabras que ya habĆ­an fallado en llegar a la chica, sintiendo como si estuviera hablando consigo mismo.

[Volvimos.]

[¡PerdĆ³n por hacerte esperar!]


Feodor escuchĆ³ la frĆ­a voz de Tiat venir atrĆ”s de Ć©l, seguido por el tono agitado de Lakish. Ɖl giro lentamente, con movimientos tontos parecidos a un engranaje oxidado. La chica perdiĆ³ su balance mientras se movĆ­a, casi cayendo de rodillas antes que se aferrara a su cuello.

Paradas al extremo del bosque estaban las propietarias de las voces que habĆ­a escuchado, junto con sus compaƱeras. Y…

¿Huh?

En los brazos de Lakish estaba una chica durmiente envuelta en una manta. Ella parecƭa tener cerca de dos aƱos, y su cabello era azul cielo.

[…Parece que algo extraƱo ha ocurrido.] Feodor solo eso pudo remarcar.

[Esa chica…] Tiat parpadeĆ³. [¿Ella es… tuya?] Ella preguntĆ³ torpemente. La verdad, parece que ella se habĆ­a confundido por la extraƱa situaciĆ³n, y decidiĆ³ hacer una pregunta tan fuera de lugar que completamente fallĆ³ en entender el problema en cuestiĆ³n.

[¿…Me veo en esa edad?] Feodor respondiĆ³ su pregunta fuera de lugar con una respuesta fuera de lugar. Con sus dos brazos aun levantados y la niƱa desnuda colgando de su cuello, Ć©l solo podĆ­a agitar su cabeza horizontalmente. La chica lo miro, sus ojos carmesĆ­s brillaban como si hicieran una pregunta.

Claro, la chica de cabello azul que las cuatro habƭan traƭdo del bosque era un hada reciƩn nacida. Eso significaba que la chica de cabello rojo que habƭa estado colgando de su cuello era igual.

La particularidad de dos hadas nacidas no era algo que podĆ­a ser considerado comĆŗn, pero tampoco era algo totalmente fuera de este mundo. Dos vidas fueron producidas en el proceso donde una normalmente nacerĆ­a. Feodor imagino que es lo mismo para otras razas que dan a luz gemelos.

[Lantolq y Noft nacieron de la misma manera.] Tiat lo dijo. [Pero supongo que tĆŗ no lo sabĆ­as, ¿huh?]
Naturalmente. Era la primera vez que tambiĆ©n escuchaba esos nombres. [Hay algĆŗn problema cuando eso pasa, ¿cierto? Es… una historia que escuchas a menudo, donde la fuerza de una persona es divida entre dos cuando nacen, asĆ­ que ambos bebes son hadas, o algo asĆ­, ¿creo?]

[Ah, estĆ” bien.] Tiat respondiĆ³. [Puede que haya un efecto como ese, pero no serĆ­a suficiente para nosotras ver algĆŗn tipo de diferencia individual.]

Feodor mirĆ³ a Collon y Panival, quienes llevaban a las dos chicas durmientes en sus espaldas. Lakish les seguĆ­a un poco atrĆ”s de ellas, sonriendo gentilmente.

[Antes las hadas “nacĆ­an” sin tener cuerpos fĆ­sicos y no comĆ­an ni dormĆ­an.] Tiat hablĆ³. [Dormir asĆ­ es la prueba que tienen un firme aferro en sus cuerpos como Leprechauns. No tienes que preocuparte por ellas.]

No es como que estuviera preocupado ni nada. Solo tuve una pequeƱa – minĆŗsculo – interĆ©s. Eso es todo. De lo que realmente estoy preocupado es… algo mĆ”s.

[¿Esas dos… se convertirĆ”n igual que ustedes?]

[¿Huh?]

[¿Chicas suicidas moviendo grandes espadas?]

[Ah. QuĆ© mala forma de decirlo, sabes.] Tiat riĆ³, sin parecer que le importara.

Ɖl nunca consiguiĆ³ una respuesta.


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