Tiat
Qué frustrante. Tiat pensó para sí misma. Cada
vez, siempre que se empezara a mover, recuerdos de ese día venían otra vez
flotando a su presente.
Ese día, cuando había enfrentado su batalla, lista
para aceptar su inevitable muerte. Ella había ido sin ninguna intención de volver
con vida. No importa qué yaciera adelante, ella estaba preparada para pelear
como un hada soldado hasta su último respiro.
Aunque era un miembro de las 17 Bestias, nada se sabía
del fantasma que se acercaba. Además de compartir de la inmortalidad de las
otras Bestias, borraba y asimilaba todo lo que tocaba, y si fuera impactada la
energía cinética sería convertida en la propia energía de la Bestia y acelera
su asimilación – aunque Tiat había querido enfrentarlo en una forma tan absurda
encontraría una manera.
Si lo hacía, su muerte tendría algún significado,
entonces aunque no pudiera vivir la vida que había querido, quizás su vida
tendría algún valor después de todo. Pensamientos de esa naturaleza habían
llenado la cabeza de Tiat mientras se iba a la batalla.
Y aunque, el conflicto terminara con Tiat bien,
habiendo sido incapaz de morir. Aun después de medio mes había pasado, ella
continuaba viviendo.
[¡Haré de mí misma un problema para todos ustedes!]
Ahora estaba entrenando diligentemente como un soldado
de la Guardia Alada en preparación para las operaciones militares fechadas para
empezar en tres meses, de alguna manera encontró formas para disfrutar la
comida de la cafetería a pesar de los desafíos que poseía, y fue a comprar
dulces a la ciudad. Ocasionalmente durante su rutina diaria, recuerdos de ese
día – de él – salían.
Él estaba claramente más débil comparado a las hadas
soldados. Sabía que siempre había habido sacrificios de Leprechauns que
permitían que todos los demás vivieran. Aun así, él no había dejado que Tiat
desechara su vida. Él había puesto una galante sonrisa en su rostro mientras la
regañaba y parado en su camino, y…
Cierto. Ella no había estado convencida ni satisfecha, pero
independiente a su oportunidad de morir pasara a ella antes que se diera
cuenta.
Cuarto Oficial Feodor Jessman.
Un descendiente de la raza deshonesta que siempre
parece estar engañando a otros y huyendo de algo. Tenía extenso conocimiento de
lo que era la comida deliciosa, era habilidoso en combate por ser débil, era
educado hacia otras personas, aunque sorprendentemente malo solo con Tiat. Posiblemente
podía ser una buena persona al final, pero no parecía importarle los
sentimientos o resolución de las personas. Él era algo cool cuando parecía que
estaba intentando dar su mejor – pero siempre cuando intentaba su mejor, era
usualmente para molestarla en alguna manera.
Pensar en que Feodor hacía a Tiat perder su compostura
mientras todo tipo de emociones complicadas empezaban a surgir dentro de ella.
Se concentraba, y canalizaba todo lo que sentía acerca de él en cuatro
palabras.
Feodor pedazo de basura.
Eso era porque ella, Tiat Shiba Ignareo, sentía nada
más que odio hacia él.
————————————————
[¿Qué ocurre?]
El sonido de la voz de un niño trajo devuelta a la
realidad a Tiat. Ella revisó sus alrededores – no, era obvio donde estaba. De
alguna manera, ella había terminado en el cuarto de comando de la 5ta División.
En frente de ella estaba un Hombre Bestia café y espinoso, un uniforme militar
estrecha su corto pero admirable cuerpo. Él era el Armado sirviendo como el
comandante de división y Primer Oficial, cuyo rasgo definido era los ojos
caídos que le hacían parecer medio dormido todo el tiempo.
[Oh um… No es nada.]
[¿…No estás durmiendo lo suficiente?]
[¡Eso no es bueno, Tiat!] Collon levantó la voz,
sacando su pecho orgullosamente. [¡Si quieres ser un buen soldado tienes que
estar en forma y prestar atención a tu trabajo!]
Ella está tan optimista como siempre. Para ser así de
entusiasta es algo impresionante.
Claro, parecer enérgico y ser enérgico no son lo
mismo. Un gran y profundo abismo separaba sus naturalezas.
[Bueno, es verdad que apenas puedes encontrar algún
trabajo en este mundo sin ser calificado.] El Primer Oficial empezó sacar un
tema no relacionado, entonces rascó las escamas en su frente y volvió a tema
aparente en cuestión. [Siento llamarlas aquí dos días seguidos. Yo entiendo que
están ocupadas con sus otros asuntos, pero parece ser de esas únicas
situaciones que no pueden ser confiadas a nadie más que solo siga apareciendo.]
[No, está bien, pero…]
¿No puede ser confiado a nadie más? Eso me preocupa un
poco.
[Como sea, las llamé a ustedes aquí para asignarles este
deber.] El Primer Oficial dijo. [Quiero que ustedes dos temporalmente le dejen
el comando al Cuarto Oficial Jassman para participar en el equipo especial.]
[Huh… Ok, lo tengo.] Tiat asistió rápidamente.
[Por el momento, solo actuaran dentro de las órdenes
de ese equipo. Habrá ciertas restricciones considerables en comunicación con
otros equipos.]
[Qu—]
[¡Quieta, Collon!] Tiat dijo. […Lo siento, Primer
Oficial.]
Ya que solo ella y Collon habían sido llamadas, ella
había estado esperando escuchar algo con esas líneas. Como tal, ella no estaba
del todo sorprendida.
Ya veo. Como pensé, me estaré separando de ese chico
por un tiempo.
Ella no iba a decir nada como: “Oh eso es malo”
o “Supongo que estará solitario aquí”. Aunque, se sintió como que las
cosas alrededor de la división no serían tan entretenidas, o algo así. Incluso
esa ligera admisión la enfureció. “Qué alivio” o “¡sí, tienes la razón!” son
las mejores opciones. Sí vamos con eso.
[Pero ¿estaremos bien de esa manera?] Tiat preguntó.
[Somos sin marcas, y hadas soldados. Ese idio… Dejando de lado al Cuarto
Oficial Feodor, no sé si podamos funcionar apropiadamente como soldados bajo el
comando de un oficial diferente. Honestamente, no estoy segura que seamos
capaces.]
Esos que fueran sin maras tendían a ser detestados por
el público en general, en especial los Hombres Bestias. Mientras que
generalmente son aceptadas por la 5ta División – no hay duda porque estaba
llena de los mismos marginados sociales – las Leprechauns aun eran una buena
fuente de tensión.
Encima de eso, las Leprechauns eran un tipo de arma
secreta. Información acerca de ellas generalmente era mantenida en secreto,
solo unos sabían la verdad: ellas eran inestables formas de vida fluyendo con
el violento poder del Venom y, por la unión de las condiciones necesitadas,
podía causar que explotasen en sí mismas.
Si alguien descubre algo de ellas, probablemente les
temerían y las odiarían. Solo eso tiene sentido. ¿Quién querría trabajar
junto a una bomba de tiempo?
Sin mencionar, ellas también eran soldados
equivalentes. Pasar por el entrenamiento era una cosa, pero hacerse de
amistades era otra. Podemos limitar la actuación de otros solo por estar en
equipo – todo tipo de pensamientos problemáticos llegaron a su mente.
[No es problema. El oficial a cargo de la misión las
requería a ustedes dos en especial.]
[¿Huh?] Tiat inclinó su cabeza.
[¿Oh?] Por alguna razón, los ojos de Collon pestañaron.
[Los detalles de la misión son, ah…] El Armado aclaró
su garganta. [Es algo así. Armas ilegales fueron traídas a la ciudad por
individuos sospechosos, así que necesitan ser retiradas antes que puedan ser
puestas en uso. Es lo que hay.]
[Ya veo…] Su explicación se sintió débil, así que Tiat
solo pudo medio responder. Tomó una pequeña cantidad de pensamiento para ver
que algo estaba mal. [Esa es la responsabilidad de la policía militar, no de
nosotras, ¿no?]
[Claro, la policía militar tomará acción.] El Primer
Oficial lo dijo asistiendo. [Basados en otras sospechas, ya han empezado a ir
por los que creen que están detrás de la actividad sospechosa.]
[Entonces… ¿No estamos de más?]
[Me disculpo por ser el traedor de malas noticias,
pero no. La policía no puede ser vista tomando acción contra esas armas
ilegales.]
[No estoy segura de entender…] Tiat rascó su cabeza. Si
están contrabandeando armas ilegales, es obvio que han de ser ilegales. ¿Qué
onda con la policía tomando acciones contra acciones criminales? ¿Por qué
necesitan ser tan indirectos y usar “otras sospechas” para darle un pretexto a
sus operaciones por detrás?
A la par de Tiat, aún en las nubes, Collon se cruzó de
brazos. [¿…Armas secretas?]
[Santo Dios.] El Primer Oficial asistió. [Diste en el
clavo.]
Tiat miró entre los dos en consternación. [E-Espera,
¿entendiste lo que estaba diciendo?]
La otra chica asistió, con una extraña expresión seria
en su cara. [Llamarlas armas ilegales puede ser una trivialidad. ¿Podemos
tomarlas de… diferentes a las cosas habituales que tienen prohibiciones de
propiedad y uso en eso?]
Tiat miro al rostro del Primer Oficial. Las escamas de
un Armado hacían difícil de leer su expresión, pero juzgando por cómo escuchaba
a Collon silenciosamente sin interrumpirla, todo lo que ella había dicho era
correcto.
[Muy bien…] Collon continúo. [Estoy pensando que esas
cosas son super peligrosas, más que cualquier arma ilegal regular. Tan
peligrosas que no pueden incluso decir que existen. Es por eso que los policías
no pueden hacer tal cosa, y por eso quieren darnos ese trabajo, ¿no?]
[Ah…] Tiat murmuró con algo de compresión. Así que
es eso…
Ciertamente, la policía militar era incapaz de seguir
el rastro de algo que había sido mantenido en secreto. Sobresalen y eran
conocidos por ser rígidos, pero su eficiencia era acompañada por una
inflexibilidad que significaba que no podían verse involucrados en operaciones
confidenciales. En tales casos, más que ir con la policía militar, la mejor
opción era juntar un pequeño equipo de personas capaces de operar con
flexibilidad y en situaciones de emergencia.
Ya veo, ya veo. En otras palabras, ahí es donde
entramos nosotras.
Ponerlo en esa forma, tenía sentido. Si ella había
estado para sí sola, no habría de entenderlo.
Nunca he sido capaz de leer entre líneas… Luchando en
contener la urgencia de suspirar, Tiat solo estaba parada donde estaba. Siempre
es así, incluso después de todo lo que he aprendido. Sé cómo aplicar la lógica,
pero aún no puedo imaginarme el verdadero significado detrás de lo que otras
personas dicen. Qué penosa…
Ella había continuado luchando hacía su objetivo de convertirse
en un hada soldado adulta – un adulto respetable – y aunque, al final esto era
hasta donde ella había sido capaz de ir. La espalda de Kutori, la que ella
había admirado por tanto tiempo, permanecía tan lejana. Ella dudaba en ser
capaz de atraparla.
Y eso no era todo. Jóvenes chicas – Panival, Lakish,
Collon – todas habían llegado al nivel de Tiat y la superaron, con la distancia
entre ellas creciendo con cada día que pasaba.
Como pensaba en ello, la arrogante sonrisa de Feodor
de mediados de mes antes, floto en su visión. Ella inhaló. ¡Ah, es
suficiente! ¡Pensar en él me hace vomitar!
Un inusual sonido vibro casi como ruedas girando
viniendo de la carretera, acercándose muy cerca hasta detenerse justo ante la
puerta. Un toque llego, acompañado de una voz aburrida. [Traje al visitante.]
Tiat pensó en reconocerlo. Su nombre era… ¿Soldado
Raso Nax Selzel? Él sirvió – un perezoso – como un miembro del Escuadrón de
Defensa Halcón.
[Entra.] El Primer Oficial asistió. El sonido vibrante
entró al cuarto.
[¿Huh…?]
[¿Oho…?]
Tiat y Collon ambas fueron asombradas por lo que
vieron. Por su parte, el Primer Oficial colocó su cigarro dentro de un
cenicero, entonces empezaron a hablar en un extramente tono casual. [Ah, ha sido
un tiempo. Perdón por llamarla aquí. Debes estar cansado luego de un largo
viaje.]
El vibrante sonido había venido de la silla de ruedas
de Nax que actualmente empujaba. En ella estaba la persona que el Primer
Oficial le había hablado: una chica que parecía estar cerca de los 20 años.
Ella tenía un cabello brillante dorado, como el césped desapareciendo por la
luz del sol. Sus ojos quedaban con su pálido color rubio. Parecía somo si ella
fuera a desmantelarse si fuera tocada, y tenía un aire como que podría
desaparecer en cualquier segundo.
La chica levantó una de sus pequeñas manos, saludando
levemente y dijo. [¡Hey, viejo! ¡Vaya, ha sido demasiado tiempo desde que te
vi! ¡Dos años realmente se van volando! ¿Cómo estás?]
Ella tenía una gran sonrisa en su rostro y su voz
llena de energía.
[¡Y ustedes dos también, Tiat, Collon! ¡Ambas se ven
también como siempre! ¡Solo ver sus adorables rostros hace caer todas las
aeronaves! ¡Tener que haber hecho todo el camino aquí valió la pena!]
[Ai…] Tiat luchó por entender lo que estaba viendo.
[Ai…]
La animada chica sostuvo una mano en su oído. [¿Ai…?]
[¿Ai…seia…?]
[¡Sip, sip, lo tengo!] Aiseia dijo, se veía bien en
sus propias acciones como la de un niño. [¡Soy la favorita de todos, Aiseia
Myse Valgalis!]
Aiseia Myse Valgalis. Ella actualmente era el hada
soldado más grande, mayor que todas. Habiendo presionado su cuerpo al punto de
la ruina a través del uso excesivo de Venom en el curso de muchas batallas,
ella finalmente quedo incapaz de pelear por los eventos del Incidente de Elpis.
Aiseia era extrañamente conocida por todo tipo de
cosas, tenía una traviesa e ingeniosa naturaleza, y se derivaban de la gran
cantidad de bromas de sus mayores en el almacén. En la opinión de Tiat, el hada
más grande era una problemática figura. Ya que ella en todo sentido estaba
retirada, usualmente pasaba su tiempo leyendo o cuidando de los niños – al menos,
así es como debería de ser.
[Um, Primer Oficial, ¿exactamente qué está pasando?]
Tiat preguntó en voz baja.
[Lo dije antes, ¿cierto? Ustedes fueron requeridas por
el oficial comandante de esta misión. Aquí está ella.]
[¿Comandante?] Ella repitió sus palabras como una
pregunta.
[Comandante.] Él asistió. [Bueno, como sea, parece que
no necesitaremos molestarnos con presentaciones. Ella ha sido confiada con toda
la autoridad en este asunto, y como una medida temporal, ella también tiene la
autoridad equivalente a Segundo Oficial. Ustedes tres van a seguir sus órdenes
de ahora en adelante.]
La pregunta de la tercera persona había empezado a
encender la sinapsis de Tiat con Nax. [Supongo que estaré aquí también, ¿no?]
[Exacto así, Nax Selzel, sí. Por razones que escapan
de mi compresión, Aiseia te requirió personalmente.]
[Hm…] Los ojos de Halcón fueron a Aiseia. [No solo
eres atractivo, tienes buen ojo para ciertas cosas. Te considero como mi igual,
así como muchos otros grandes soldados habilidosos. Pero…]
Su siguiente pregunta llego sin nada de sinceridad,
acompañada por una sonrisa tan leve que podía ser dibujada con un pincel. [Si
me perdonas por preguntar, ¿qué te hizo elegirme?]
[Ah, eso.] Aiseia pensó. [Nyahaha… ¿Realmente quieres
que lo diga aquí y ahora?]
[¿Necesitas que hable más al respecto del tema?]
[Bueno, veamos…] Ella tarareó, con un dedo en su
mentón. [¿Qué se te viene a la mente si menciono la Cubeta sin Fondo de
Orlandri?]
La sonrisa superficial se endureció.
[¡Oh, oh ya sé! ¿Qué tal del Príncipe del Vaso de
Cristal Melancólico de Tin Park? ¿Ustedes han oído de eso?]
[¡Aaack!] La sonrisa de Nax desapareció al instante.
[¡Lo tengo, ¿sí?! ¡Ya sé por qué me escogiste, desde el fondo del corazón! ¡Por
favor no digas más, te lo estoy rogando!]
[Sin problema.] Aiseia silbó y puso sus brazos detrás
de su cabeza, sus brillantes ojos en contraste a la pálida moribunda expresión
de Nax.
[Mm…] El Primer Oficial calmadamente miró a Nax. [Esa
historia de la cubeta se ve interesante… ¿te importa compartirla conmigo?]
[Buuuueno, veras, durante el período de gestión de la
Compañía de Trato Orlandri de hace cuatro años, este chico—]
[¡ACK!] Sin serenidad, Nax puso sus manos sobre la
boca de Aiseia. [¡N-No es mucho realmente! ¡Solo algo aburrido! ¡Hey Primer
Oficial, ¿por qué no seguimos donde estábamos?! ¡¿Esa cosa de tomar el
brillante futuro lleno de esperanza dentro de nuestras manos?!]
[Mupletomesaoo…]
[Hmph. Si así lo dices, supongo que es así.] El Primer
Oficial sacó un cigarro, lo encendió, tomó un largo vuelo, y luego lo exhalo.
[Tratar de practicar algunas restricciones con esos trabajuchos tuyos. Si pegas
tu nuca demasiado, me veré forzado a cortarla.]
[¡¿No crees que lo sé ya?!] Nax lloró en una extraña
voz, lágrimas en sus ojos mientras Aiseia reía con goce.
El Armado sacudió su cabeza. [Santo cielo…]
Tiat, viendo todo lo sucedido, solo pudo suspirar.
Ella no seguía nada de lo que estaba pasando, pero se pudo imaginar que ella,
Collon, y el Privado Nax estarían trabajando bajo las órdenes de Aiseia… en
algo.
Ella miró a Collon para ver la disfrutable situación
desarrollándose en frente de ella. Collon siempre fue una chica alegre, pero sí
o no sabía lo que estaba pasando era otra historia.
[¿Oh?] Aiseia giró a ella, una mueca seguía en su
rostro. [¿Por qué esa cara larga, Tiat?]
Tiat no podía decir sí la ambigüedad de la sonrisa de
la otra chica significaba que sabía lo que ella estaba pensando o no. Aunque
ambas iban con sonrisas en su vida diaria, los intentos detrás de Aiseia
siempre había diferido grandemente con las de Collon. La expresión de la chica
más grande era una máscara que usaba para ocultar sus verdaderos sentimientos.
Ella no ha cambiado.
Tiat sentía nervios cerca de Aiseia. Ella sabía que no
era una mala persona y que las consideraba a su propia manera. Aunque Tiat no
podía abrirse verdaderamente a ella – más bien, debería decirse que la misma
Aiseia daba la impresión de alguien quien se encierra en sí misma a los otros. Sin
embargo, eso solo era como ella era.
[Bien, suficiente de eso. Vengan acá, ustedes dos.]
Aiseia meneó su dedo, haciéndole señas a Tiat y Collon hacia ella. Una vez
ellas se acercaron, ella movió sus manos para ellas, y entonces las jaló para
darles un gentil abrazo.
[…En serio, me pregunto qué estoy haciendo ahora.]
Ella murmuró, su voz agitada. [Aunque, viendo que están bien… eso me alegra…]
[Sí.] Tiat y Collon se encontraron, entonces
circularon un abrazo alrededor de Aiseia para devolverle su abrazo. [Estamos
felices que estés tan viva como siempre.]
Ella sonrió gentilmente. [Siento que esa es mi única
cualidad redentora ahora.]
[Eso es lo más importante.]
[Eso es, ¿huh? ¡Eso es, soy muy afortunada!]
Tiat no sabía quién abrazaba más fuerte: Collon,
Aiseia o ella. Nunca he sido buena lidiando con ella… una vez más, Tiat
recordó de lo buena que Aiseia era manteniendo su balance. Es tan sigilosa,
siempre burlándose de otros, pero nunca revelando nada. Atesorándonos
tanto como nosotras la atesoramos… es difícil seguir haciéndose la dura… dios.
Si nos mimas tanto así… es como si fuéramos niñas otra vez.
Un sollozo se le escapó a Tiat. Ella contuvo su
respiración, intentando desesperadamente de contener sus lágrimas.
————————————————
Habiéndose excusado del cuarto de comando, el grupo
caminó juntos por el pasillo – o más bien, las dos hadas soldados operacionales
ahora empujaban la silla de ruedas de Aiseia mientras Nax les seguía.
[Lo siento por las prisas, pero necesitamos irnos
ahora mismo.] Aiseia dijo sin más preámbulo. [No hay tiempo que perder, además
el enemigo puede tener ojos y oídos en todas partes.]
Tiene sentido. Escuchando hablar a Aiseia con un
tono tan serio hizo que el escenario se sintiera muy plausible.
[Aww…] Collon dijo. [¿No podemos decirle hola a Lakish
y las otras?]
[No, lo siento.]
[¡Hmph!] El hada de cabello rosado cruzó sus brazos
petulantemente, pero no hacía nada más que eso. Después de todo, Aiseia sería
la primera en admitir que quería reunirse con esas dos más que nadie. Cuando
tales órdenes venían de ella, esa sería la altura de la irracionalidad para que
ellos no desobedecieran.
Nax levantó su mano. [¿Qué tal si volvemos a nuestros
cuartos a cambiarnos?]
[Además de rechazarlo. Los preparativos han sido
hechos por bienes provisionales para ser transportados a donde ellos se
dirigen, así que no necesitas preocuparte.]
[Bueno, si lo dices así…] El Halcón dejó caer sus
hombros en decepción.
De acuerdo a lo que Aiseia les había dicho, ellos
irían derecho al Distrito Portuario, y desde allí se irán a la 38va Isla con el
fin de cubrir su actual objetivo: Infiltrarse en Lyell. Como una presencia que
no debería estar presente en la ciudad, su misión procedería sin levantar
sospechas a la organización enemiga… o
así iba la idea.
Ya veo. Eso significa que no podemos darnos el lujo de
ser descuidados.
Eso era todo lo que había. No había razón para
rechazarlo. Tiat no podía ser tan obstinada como siempre.
[¿Lo has oído del Primer Oficial, Aiseia?] Ella
pregunto. [¿Acerca de Apple y Marshmellow?]
[Ah…] Aiseia sumergida en su cabeza, una expresión
algo solitaria en su cara. [Las nuevas niñas, ¿huh? Sí, lo oí. Si tuviera el
tiempo, me gustaría llegar a ver sus rostros.]
[Son increíblemente salvajes, niñas impertinentes.]
La soledad permanecía mientras se forzaba a sonreír,
una sonrisa rara en su rostro. [Me pregunto por qué siempre eres la que saca
esas cosas.]
Ouch. Le frustraba a Tiat que ella no pudiera negarlo.
[¡Tiat les regaña todo el tiempo!] Collon levantó la
voz. [¡Es por eso que siempre huyen de ella!]
[¡H-Hey! ¡Alguien necesita decirles que cosas no
hacer, o nunca aprenderán!] Tiat arremató. [¡Lakish es tan buena, Panival está
tan ocupada enseñándoles cosas raras, y solo tú andas tonteando con ellas!]
[Es el deber de los niños jugar, ¿no?]
[¡¿Por qué son tan inútiles?!] Tiat le hacía de el
hada mayor mientras Collon estallaba en una risa insoportable. [¡Deberías
actuar más seria!]
[Como sea, esos nombres son ridículos.] Aiseia remarcó
como que no hubiera dicho nada. [¿A quién es que se le ocurrió?]
Tiat reclamó abruptamente, sin atreverse a responder. Si
ella supiera que era una decisión unánime – dejando a Feodor – ella definitivamente
se reiría y se burlaría de mí.
[Oh, y respecto al tema de las chiquillas, Masha tuvo
un sueño.]
La rara sonrisa en la cara de Tiat se congelo
inmediatamente.
Masha, el nombre de la pequeña hada en el almacén.
Ella solo era de doce años.
Claro, el sueño que Aiseia mencionó no era un sueño
ordinario. Era un especial y peculiar sueño, la verdadera naturaleza de lo cual
era instantáneamente reconocido por cualquiera que lo experimentara.
Todas las Leprechauns decían haber llegado de almas
muertas con voluntad. El sueño es una prueba que ellas han empezado a despertar
los grandes recuerdos o memorias olvidadas. Eso representa la transición de
niño a adulto, y el derecho de convertirse en un hada adulta. Cualquier hada
que tenga el sueño era enviada a la facultad en la Isla Flotante 11va, donde
ellas pasaban por un proceso de madurar hadas.
[¿Qué hay del Almita?] Tiat preguntó. Ella era otra de
las menores de Tiat en el almacén, de la misma generación de Masha. Ella dijo
que tuvo su sueño hace un año.
[Tanto como sé, lo está haciendo bien. La medicina que
está tomando es efectiva.] Aiseia sonrió débilmente. [Aunque, está perdiendo su
fuerza con el tiempo, y ahora Masha necesita tomarla también. Estamos bien por
ahora, pero nuestras reservas pueden empezar a terminarse.]
Tiat frunció el ceño. [Con tantas personas de las que
podemos depender… está el almirante. ¿cierto? ¿Qué tendrá que decir?]
[Ah bueno, parece que los peces gordos aún están
peleando entre sí.] Aiseia dijo. [Si piensas acerca de ello positivamente,
estamos en la misma posición en la que siempre hemos estado. Desde un ángulo
más pesimista, no ha habido nada de progreso. Dios, el Gran Sabio solo
desapareció teniendo un efecto en todos.]
Así que es eso después de todo.
Tiat suspiro silenciosamente. Ella sabía que era un
problema que el tiempo no resolvería, y que solo esperar haría exasperante la
situación. Ella no tenía expectativas, y así no era decepcionante. Ella no
sentía desesperación.
Pero aún se siente inquieta. El tiempo no arreglara su
situación. Las únicas capaces de remediarlo eran ellas mismas. Si pudieran
mostrarles que las hadas aún tienen valor como armas, entonces las chicas en el
almacén se les permitiría continuar viviendo. Es por eso—
[Hey, Tiat.]
Collon la llamó, su voz baja y calmada. [No te
preocupes mucho por ello. Por otro lado, aun no te he perdonado por lo del otro
mes.]
[Sí, lo sé. Ya lo sé.]
Collon solo podía decirlo de esa manera si era en
serio. Así que, sin darse vuelta a ver, Tiat empezó a darle su respuesta en un
tono monótono.
Cuando las hadas más jóvenes tienen el sueño, eso
significaba que estaban acercándose a la adultez.
Sin embargo, para ser un hada debía ser una existencia
fundamentalmente inestable. Las hadas eran fenómenos naturales, una vez nacidas
en el mundo, tomaban forma de niños – un resultado de su origen como el alma de
un niño que no sabía que estaba muerto (Incidentalmente, la única razón por la
que nacen hadas femeninas probablemente se deriva de ese mismo hecho).
La raíz de anclaje de su existencia era su cuerpo de
infante el cual nunca podía desarrollarse en uno de adulto. Como tal, desde el
momento que tenían el sueño, se volvían una contradicción andante. La
contradicción eventualmente mataría a las hadas; si algo que solo podía existir
como un niño debía dejar de ser un niño, entonces no quedaría nada.
Entonces era un pretexto. El solo llamarles “hadas
soldados adultas” era alguien que había sido modificado para ser usado como
arma. Los detalles más relevantes de la modificación incluían suprimir el Venom
subyacente hacia fuera para prevenir la pérdida de control accidental y el
acondicionamiento del cuerpo para extender el servicio de vida tanto como sea
posible.
Y aunque, la obvia verdad quedaba. Sin pasar por todo
ese proceso, las hadas nunca sobrevivirían en todos sus años de adolescencia.
[La Guardia Alada solo busco a nuestras mayores porque
eran necesitadas para derrotar al Teimerre, y aseguramos nuestras propias
posiciones al derrotar a Wil—] Tiat tomó un respiro. [A la Primera Bestia. Pero
ahora, ni la Primera o la Sexta Bestia atacará Regul Aire otra vez. Si Almita y
las otras en el almacén siguen viviendo, necesitaran un nuevo enemigo y
evidencia que las hadas soldados pueden ser efectivas derrotando a ese nuevo
enemigo.]
Tiat bajo su voz así Collon no escucharía lo que dijo
después. [Si Kutori estuviera aquí… Ella encontraría un camino.]
Quería ser como ella.
Fuerte, valiente, deslumbrante. Si Kutori estuviera
aquí, nunca sería un problema a resolver en primer lugar. Ella iría con todo a
lo que se pusiera ante el camino del futuro del almacén de las hadas.
Pero así no es como eran las cosas ahora.
Tiat Shiba Ignareo no podía convertirse en Kutori Nota
Seniolis. Perseguir esa espalda había, últimamente, terminado en una falla.
[Solo estás usando el nombre de el hada mayor que
respetas para tu propio sueño suicida.]
Alguien una vez le dijo esas palabras.
Lo odio.
Él probablemente tiene razón. Estoy copiando lo que
Kutori hizo. Él solo vio por mi pereza, Incluso cuando no sabe nada, no
entiende nada, no puede hacer nada.
Para ser leída tan bien por alguien así era
frustrantemente patético.
[Realmente odio a ese chico.] Tiat murmuro, como si
tratara de recordárselo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario