Capítulo 4: Mis Cosas Más Amadas, Mis Cosas Más Odiadas
Tiat
Mirando un bloc de notas extendido en su escritorio,
Aiseia puso una cara complicada.
Ella gruñó y sostuvo su cabeza, un lápiz colgando
precariamente entre su nariz y labios. La mujer dio sus ojos al techo,
emitiendo raros sonidos, entonces colapso en su escritorio mientras piezas de
papel se esparcían en todo el lugar. La brecha entre su apariencia adulta y su comportamiento
infantil era increíble notoria.
[¿Qué estás haciendo…?] La pregunta de Tiat estaba
medio fuera del desconcierto y medio fuera del sentido del deber, con solo un
poco de preocupación mezclada.
[Mmph… Ahh…] Aiseia levantó su mano. [Hay algo que he
querido saber desde hace un tiempo, así que secretamente mire esos papeles del
Primer Oficial ayer, ¿sabes? Pero el número de cosas que no entiendo solo se
hacían más y más grandes…]
Suspiro, entonces giro toda su silla. Hizo un horrible
sonido chirriador. [Aunque aún no he conocido a las pequeñas, conocí a ese
chico por casualidad. Sabes, del que hablamos antes. ¿Feodor? Parece un buen
chico, ¿no?]
[…Solo en el exterior. Su verdadera personalidad es
bastante terrible.]
[¿Así es eso? Bueno, si son compañeros entonces lo
conoces.]
[No, no nos llevamos bien. Siempre andamos de pelea.] Tiat
sacudió su cabeza. [Pero ¿cómo va? ¿Se veía bien?]
[¿Hm? Quizás un poco cansado, pero parecía que le iba
bien, ¿no?]
[Ya veo.] Tiat se dio la vuelta. Feodor está bien.
Eso significa que Lakish, Panival, Marshmallow, y Apple están bien. Incluso si
uno de ellos se siente enfermo, habría estado desanimado por eso. Respecto a
eso, es extrañamente fácil de entender. A pesar de ser un mentiroso, es fácil
de entenderle…
[¿Hmmm?]
…Aiseia me está mirando con su irritante sonrisa.
Necesitaré cambiar de tema. [¿Y qué era la información que conseguiste?]
[Oh eso. Acerca del lio del mes pasado – sabes, cuando
ustedes chicos llegaron al Distrito Portuario.]
Tiat retrocedió. ¿Cabe mi propia tumba? No, este
sentir… es más como que me metí en la cueva del lobo…
Aiseia golpeó su lápiz en sus labios. [Porque la
Bestia se metió en esa gran aeronave, toda la isla habría sido condenada de habernos
demorado más. Es por eso que no había más elección que tener a todos trabajando
y dejando la nave… Geh, ya era un extraño incidente de ir y venir, pero,
mientras miro estos documentos es como que las cosas que puedo y no puedo
entender se están apilando más y más, ¿sabes?]
[Um…] Algo así, no parecía como si el tema de su pelea
con Feodor fuera a salir. [¿A qué te refieres?]
[Qué… mm… veamos… Primero que todo, luego de eliminar
la posibilidad que la Bestia de alguna manera construyera un nido dentro de la
nave con su propio poder, puedo empezar por asumirlo, fue un crimen cometido
con el uso de una Botella.] Aiseia parecía estar metida en sus pensamientos.
[Hey, Collon.]
[¿Huh? ¿Qué pasa?] Collon miro desde arriba de la
cama, donde se había estado divirtiendo sola al darse vueltas en formas
extrañas.
[Digamos que querrías destruir esta Isla al usar esta
particular Botella. ¿Dónde pensarías plantarla?]
[¡¿Qué?! U-Uuhh…] Collon estaba obviamente aturdida
por haberle lanzado tal inimaginable pregunta. [¡Yo… la explotaría en el… medio
de la isla! ¿Supongo?]
Nada mal, Tiat pensó. Al fin que, el Croyance era lo que la
Botella había contenido. Un producto sacado de las más profundas y oscuras
pesadillas, la cual no podía ser destruida o quemada. Una vez liberada, solo
una solución existe – para acabar todos los lugares y cosas a las que se había
extendido y arrojarlas a la superficie.
Es decir, si su invasión empezaba en algún lugar que
no podía ser explotado, la victoria de la Bestia sería decidida en ese momento.
[Sí, es la mejor forma de hacerlo. Si ese fuera el
objetivo, incluso yo haría eso. Acelerar la invasión al golpearlo con una
explosión en sí era excesivo. Incluso si no te molestas a hacerlo, la isla
ciertamente sería devorada en pronto si se deja a sus anchas.]
[…Así que en otras palabras… ¿su objetivo no era
destruir toda la isla?]
[Bingo.] Aiseia asintió firmemente. [Al menos, es una
extraña posibilidad que no era su objetivo principal.]
[Pero entonces, ¿qué querían hacer?] Tiat dijo. ¿Podían
haber estado yendo por Utica? ¿Dejando a la más grande y poderosa aeronave
perteneciente a la Guardia Alada?
…No, si ese fuera el caso, pudieron solo entrar y
llenarle con explosivos. No había punto en usar la carta del triunfo definitiva
como la Bestia para ese propósito…
Aiseia aclaró su garganta. [Hoy dos cosas que son
clave. Primero, quién sea que hubiera tomado el control del Distrito Portuario.
Segundo, la explosión estableció un tiempo límite para resolver el incidente.]
Tiat asintió, sus brazos se cruzaron. [Y entonces, ¿fue un experimento… o
quizás estaban recolectando datos?]
Ella pestañeó. [¿A qué te refieres?]
[En el día del incidente, la Guardia Alada ejerció un
casi perfecto curso de acción y mantuvo el dañó al mínimo, todo gracias a ese
chico Feodor.]
Sí. Fue frustrante para ella admitirlo.
[Ahora, trata de pensar en una situación dónde eso no
pasó, donde el plan de nuestro invisible enemigo progreso favorablemente para
ellos. ¿Cómo crees que iría?]
Tiat lo hizo como se lo dijeron; cerro sus ojos,
tratando de recordar la secuencia de eventos de antes.
Primero, habrían de haber caóticas explosiones, un
disturbio usado como una pantalla de humo destinado a retrasar el
descubrimiento del Croyance. Si Feodor, quien clamó subterfugio como si fuera
su fuerte, no hubiera descubierto la verdad del humo y los espejos, la
respuesta de la Guardia Alada habría sido retrasada en una hora y media.
Treinta minutos. Con mucho tiempo, ¿a cuánto sería el
daño aumentado? Dada la hora, la invasión de la Bestia progresaría ciertamente.
En esa situación, probablemente era por todo el Distrito Portuario, sin
mencionar la parte adyacente al Distrito Factoría sería abandonada y liberada…
[Espera…]
[¿Tienes algo, Tiat?]
[¿La isla… no caerá?]
[Eso es.] Aiseia se encogió. [Sería por los pelos,
pero si la 5ta División acabara con su fuerza de poder como se esperaba,
entonces la isla viviría. Probablemente es por lo que iba la mente maestra.]
[Pero entonces, ¿por qué iría y haría algo como eso…?]
[Ya veo. Así que eso sucedió.] Habiendo entrado sin
notarse en algún punto, Nax Selzel estaba allí fuera de la nada, parado con su
espalda en la pared.
[¿Nax?]
[Tuve un mal presentimiento en ese entonces, sabes. Incluso
después de todo, la configuración para las primeras explosiones y esa otra
bomba la cual explotaría después, el enemigo aún falló en capturar una ciudad
clave. ¿Cómo debería decirlo…? Es como si trataran de fastidiar a la Guardia
Alada, ¿no?]
Se quitó un cabello de colores y lo miro con extrañeza.
[Sí, eso es, bien. Realmente querían que la Guardia Alada fuera por ellos. Su
objetivo era establecer una crisis donde toda la isla se hundiera a menos que
la Guardia Alada arrojara todo lo que tenían. Querían ver cómo la Guardia Alada
se movería cuando enfrentara una situación de emergencia.]
[…Bueno, eso quizás sea cierto.] Aiseia suspiro. [Mis
pensamientos son los mismos ahí.]
Qué… qué…
[¡¿Qué carajos?!] Tiat balbuceó ruidosamente, habiendo
olvidado su posición durante la crisis. ¡No… no, eso no puede ser! ¡Si eso
es lo que querían, entonces yo- yo-!
[Puede ser que estuvieron observándolas pelear desde
una distancia.] La vieja hada dijo. [Estamos de suerte, Tiat pudo acabarlo sin
necesidad de abrir la Puerta de Hadas.]
¿Qué? ¿Qué con eso? ¡En serio, ¿qué diablos con eso?!
Aunque— ¡Aunque realmente estaba preparada para morir!
¡Aunque pensé que necesitaba usar toda mi fuerza de vida para salvar (casi) a
todos cerca de mí— a las personas en la 38va Isla Flotante, mis pequeñas
hermanas en el almacén!
¿Fue eso… lo que nuestro enemigo espero que pasara?
[Quizás no tenían la información suficiente acerca de
la Botella y la Bestia dentro.] Nax estaba diciendo eso. [¿Necesitaban un campo
de datos en cuánto bien podían usar a ambos?]
[Es probable.] Aiseia gruñó para sí misma. [Aunque, si
estuvieran asegurando la Botella con al menos una parte de otra explosión en la
misma área… entonces si consideras la retorcida lógica de nuestro enemigo,
deben haber querido que nosotros al menos sospéchesenos que era solo un show,
¿huh?]
Miró atrás a Tiat y Collon. [¿Ese chico dijo algo como
eso también? Tenemos cálculos y suposiciones, pero verdaderas impresiones
también serían buenas.]
[¿Huh?] Incluso si se le preguntara, nada en
particular le llegaba a su mente. Tiat miró a Collon, quien sacudió su cabeza.
Aiseia miró a Nax, el Halcón que era el mejor amigo de
Feodor. Hundió sus hombros, con una sonrisa amarga en su rostro.
El hada adulta giró su silla, haciendo otro chillido. Malos
modales. [Si sus percepciones eran las mismas como los materiales dicen, no
sería una sorpresa si presentó la misma conclusión a la que acabamos de llegar.
Pero no hay nada así en ese día. ¿Es posible que esté ocultando grandes
secretos, me pregunto—?]
[Aiseia.] Collon dijo extrañamente mientras hacía sus
raros movimientos. [Feodor es un buen chico.]
[Hm.] La sonrisa de Aiseia tenía una mueca en ella.
[Supongo.]
Mirando su expresión, Tiat recordó algo de ese día.
Ese momento, cuando los dos se confrontaron solos y
cruzaron espadas.
Ese chico, quien se quitó sus lentes y abandono su
máscara de persona débil.
[Sabes mi hermano mayor una vez me dijo algo. “No
debes rendirte con el mundo aún”.]
[Cuando el mundo asesino a mi hermano, decidí
abandonarlo igual.]
Eso es. Feodor… había dicho eso.
¿Estaba enojado? ¿Desilusionado? ¿Lleno de odio? ¿O
era algo más? Había dicho algo como una promesa, toda su voz fluyendo con
intensas, complejas y entrelazadas emociones.
Honestamente, en el momento no lo había escuchado. Su
cabeza solo había estado llena de cosas acerca de sí misma, y no se había
molestado con lo que él pensó de ello. Sin embargo, si sus palabras de entonces
eran la exposición de una pasión que había ocultado hasta entonces…
[¡Si dices que quieres realizar tu inspirador cuento
con todas las razas haciendo aparición y sosteniéndose las manos, si dices que
protegerás a los bastardos que no deberían ser protegidos, entonces todas
ustedes son mi enemigo!]
[¡Haré de mí un problema para todas ustedes!]
En el momento, había estado enojado. Enojado con Tiat,
lista para morir. Enojado con todo lo que había decidido proteger con su
muerte. Y enojado con el mismo mundo, por permitir tal intercambio de vida. Si
ese era su verdadero rostro, con nada a ocultar, ¿entonces…?
¿Es algo como una gran causa que
apoya?
¿Es algo como la justicia en la
que cree?
¿O es algo como un futuro que
busca?
En búsqueda de esas cosas, el sendero de vida que escoge
es algo como—
[¿Tiaaaat? ¿Estás ahí?]
[¿Hm? Oh lo siento.] Tiat gentilmente aparto las manos
de Collon. La otra hada había estado ondeándolas en frente de sus ojos. [No es
nada.]
[Ahm mi culpa, mi culpa. No es como si quisiera dudar
de él, ¿sabes? Él es su querido amigo, a fin de cuentas.] Los ojos de Aiseia
fueron cariños mientras lo decía, aunque ya no estaba sonriendo. [Pero Dios,
desde el principio, se suponía que somos seres que solo pelearan contra los
Teimerres. Criadas por ese propósito y morir por ello. Eso era lo más natural
para nosotras. Ahora henos aquí, antes de siquiera saberlo, peleando en un
campo de batalla completamente diferente contra un enemigo completamente
diferente e invisible.]
Sus siguientes palabras salieron levemente como un murmuro. [Pero estoy planeando hacer algo para ponerle fin a todo esto… así que no voy a morir tan fácilmente, ¿bien?]
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