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Dentro de la Oscuridad

 

[Ugh…]

 

Feodor lentamente abrió sus ojos.

 

Está oscuro.

 

Una gruesa niebla nublo su mente. Por un momento, Feodor no tuvo ni la menor idea de lo que le había pasado. Había estado caminando por la ciudad con Lakish, Apple y Marshmallow. Habían tomado un atajo hacia la Municipalidad, pasando por un área fuera de la calle principal. Mientras él y Lakish estaban cerca de discutir algo importante, sus pies se habían detenido, luego de eso…

 

Ah, sí. Luego de eso, había notado un temblor bajo sus pies. Fue el reconocer que había llegado muy tarde.

 

Un sonido rugiendo partió sus oídos y sacudió su cerebro. Un terremoto lanzó todo su cuerpo al aire. Una flotante sensación, como si el suelo fuera una alfombra que de pronto lo hubiera sacudido desde abajo. Una presión como el mismo cielo se estuviera colapsando.

 

Si hubiera notado el peligro incluso unos segundos antes, quizás pudiese haber tomado un curso completamente diferente de acción. Como fuera, Feodor solo había sido capaz de hacer dos cosas en el caos: alejar a Lakish, quien estaba sosteniendo a Marshmallow, y tomando a Apple que estaba cerca para abrazarla cerca de su pecho con toda su fuerza.

 

[…Ow. ¡Pesado!]

 

Escuchó un llanto salir de algún lugar cerca de sus brazos. Así que al menos había podido proteger a Apple. Entre fuertes respiraciones, Feodor suspiro de alivio.

 

Ack. Un golpe de dolor paso por él.

 

Parecía como si hubieran aterrizado en un túnel de mantenimiento que pasaba por debajo y alrededor de la Ciudad de Lyell. Diseñado por Golems y otras razas diminutas, no era algo que alguien llamaría un buen lugar para estar. La débil luz del tablero de instrumentos montada en la pared ilumino los alrededores, permitiéndole a Feodor darle un buen vistazo al lugar.

 

Su parte inferior estaba clavada debajo de algo— un muro o techo, no lo sabía. Quizás era porque había aterrizado en un lugar más bien estrecho, pero no estaba completamente aplastado aún. Eso dicho, no sería fácil salir de su predicamento.

 

No podía ver la fuente de su dolor, pero sabía que era en algún lugar en su fémur izquierdo. Juzgando por lo poco que podía ver también como el peculiar mareo que estaba sobre él, parecía que estaba sangrando un poco.

 

[…Guh.]

 

No podía reunir la suficiente energía para empujarlo con su pie, solo moviendo el muro o techo. Mierda, esto puede ser malo. Pensó para sí mismo; entre más tiempo pasaba, más sangre perdía. Algo más y sería difícil para ellos escapar. La muerte se acercaba.

 

¿La muerte?

 

¿Encontrarse con esa cosa tan pronto luego de llegar a este mundo? ¿Su vida realmente acabaría aquí?

 

…No. Lo entendió. La muerte no era dramática o especial. Podía descender de inmediato sobre alguien un día de la nada, por una razón que la misma persona no habría de saber o decidir. Ese día cuando su tierra natal fue destruida, también había visto una gran multitud de personas absorbidas por algún tipo de abrupta muerte.

 

De alguna manera, había escapado de la muerte antes. Aun así, la muerte volvió por él aquí, y esta vez no aparecía que tendría suerte otra vez.

 

[¡E-Estoy bien! ¡Pero ¿estás bien?!]

Justo como la consciencia de Feodor había empezado a desaparecer, escuchó una voz. Al siguiente momento, la presión en su cuerpo desapareció. Abriendo sus ojos otra vez, miró sobre su hombro.

 

Lakish estaba allí levantando la gran piedra con sus dos brazos. Era una extraña vista para tal chica tímida y frágil de apariencia estar levantando con sus delgados brazos un peso que incontables musculosos serían incapaces de levantar. Con Feodor sufriendo de dolor, dijo algo que parecía ser duro de decir.

 

[No deberías… estar u-usando Venom. ¿No estás… forzando tu cuerpo…?]

 

[¡E-E-Este no es el momento de decir algo así!] Lakish medio sollozó, haciendo un ligero movimiento en lo que había resultado ser un techo. Se estrello contra una pared con un fuerte sonido, sacudiendo la tierra y destrozándolo por completo, esparciéndose en piezas cerca del área.

 

————————————————

 

Dado en cuán severo el dolor de Feodor era, su sangrado probablemente también era pronunciado. Sus huesos también estaban bastante dañados, juzgando por el calor saliendo de ellos. Lo único en lo que Feodor podía considerarse afortunado era en que sus arterias estaban bien. Si tomaba el hombro de Lakish, sería cazar de alguna manera levantarse a penas y caminar.

 

[Supongo que subir al techo está fuera de cuestión, ¿huh…?]

 

Terminando los primeros auxilios en su pierna herida, Feodor una vez más reviso el área. Había bastante escombros por el lugar. Aunque el camino subterráneo no parecía del todo bloqueado; había suficiente espacio para que caminara. Por otra parte, era como dijo; el hoyo por el que habían caído no era muy alto o fuera de alcance, también estaba bloqueado por varias capas de escombros.

 

[H-Hey. Puedo volar allá por ti si t-tienes alguna soga—]

 

Feodor golpeó la frente a la que insistía en continuar para salir.

[¡Ow!]

 

[¿Cuántas veces necesito decírtelo? No deberías estar usando Venom. Sería eso si no hubiera alguna forma, pero ¿no será una carga volar por ahí moviendo todos los escombros mientras tratas de no causar otro colapso?]

 

Lakish se quedó en silencio. Aunque como un usuario de no Venom, no habría de estar confiado que pudiera convencerla de descargar medidas mágicas, parecía que ambos habían llegado de alguna manera a un mutuo acuerdo. [...Pero no podemos quedarnos aquí por siempre…]

 

[Naturalmente. También hay peligro en eso. Es por eso que vamos a buscar una forma de salir… por allá.] Señaló hacia el camino de abajo desvaneciéndose en la oscuridad.

 

[¿Conoces el camino para salir?]

 

[No lo sé. Pero tiene que haber alguna salida en algún lugar.]

 

[Pero… tu pierna—]

 

[Oh, ¿esto?] Feodor se levantó, limpiando el sudor frío causa de su movimiento. [Duele del carajo, pero no me daré por vencido así de fácil.]

 

————————————————

 

Los túneles subterráneos eran intricados casi un laberinto. Combinado con su estrecho ancho y bajo techo, los pasajes parecían más grandes y largos de lo que en verdad eran. Caminar por ahí simplemente les hizo sentir más y más deprimidos.

 

Bajo esas circunstancias, la existencia de Apple y Marshmallow se volvió su salvación. Era dicho que las hadas jóvenes no sabían del concepto de la muerte, o quizás ese era por qué esta peligrosa situación era como un emocionante incidente diminuto para ellas, una breve salida de la mundanidad de la vida diaria. Lo que fuera, parecían disfrutar andar por un sombrío túnel. Sus brillantes sonrisas eran más grandes de lo que habían sido antes.

[Continuando la conversación que tuvimos antes…] Sintiendo que debió haberse visto más bien miserable, Feodor había tomado prestado el hombro de Lakish mientras caminaba. [Quería terminar lo que estaba por decir antes que caer.]

 

[Oh… ¿sí?]

 

[Verás, yo… creo que Regul Aire como lo conocemos debería ser destruido, de una vez.]

 

Una breve pausa. Podía escuchar el zumbido desafino de Marshmallow.

 

[¿E-Eh?]

 

[Está muy pacífico, verás. Tan decadente.] Feodor lanzó sus ojos adelante. [Todos se olvidan del riesgo de ser destruidos. ¿Cuántos sacrificios han sido hechos para evitar la destrucción de la que nunca pensamos o conocemos?]

 

[Um, p-pero eso es…]

 

[Probablemente por los números.] Continúo sin cuidado. [Incluso ahora, hay cerca de cien islas aun flotando en este archipiélago. Es mucho para nosotros vivir mientras recuerdas cuán modestas nuestras condiciones son.]

 

Esos eran los verdaderos sentimientos de Feodor. La esperanza que el individuo llamado Feodor Jassman, alguien quien una vez deseo salvar al mundo justo como su cuñado, solo pudo expresar eso luego de arrojar su pretensión de ser un estudiante de honor sobresaliente. El alivio había llegado dentro de su pecho.

 

[Quizás… diez islas, o incluso menos. Solo podemos dejar a esos y hundir todas las otras islas. Si lo hacemos, los habitantes de esas 10 islas vivirían a todo poder. Estarían agradecidos de sobrevivir, y seguramente estarían agradecidos que se les permitió seguir viviendo.]

 

El brillante valor de esos que existieron en el fin del mundo solo podían entenderlo durante el fin del mundo. La dignidad de esos con el poder de proteger solo podía mantenerse vivo en los corazones de esos que fueron protegidos apropiadamente.

 

[Si hacemos eso, todos valorarán su existencia.]

 

[No… queremos eso…]

 

[Ustedes chicas también son responsables por esa actitud.] Feodor golpeó la cabeza de Lakish otra vez. [Si el lado siendo explotado no dice nada, los explotadores descenderán al nivel de monstruos que exprimen todo de otros hasta que mueren. Al fin que, ser siempre mimado es suficiente para corromper a alguien.]

 

[¿…Estás bien?] Lakish estaba perdida en las palabras. [¿P-Por qué me estás diciendo todo esto? Si hablo de esto con los chicos militares, ¿no te meterás en un gran problema?]

 

[No les dirás.]

 

[B-Bueno, eso es… Eso es cierto, supongo. Pero ¿por qué crees que te creería?]

 

Su corta respuesta hizo que Feodor dudara. ¿Por qué sacando todo otra vez? A diferencia de Panival, él no estaba siendo forzado esta vez.

 

[Creer no es la palabra correcta.] Feodor puso el peso de su cuerpo en la pierna equivocada, y su cara se retorció mientras el dolor se incrementaba. [Mi plan original era hacerme de las armas secretas escondidas por la Guardia Alada. Esa es la razón para volverme un soldado. Si la verdadera forma de esas armas son chicas, entonces nunca podría empezar sin conseguir su cooperación primero. Necesitaría hablarte de eso algún día igual. Es por eso que te lo estoy diciendo ahora.]

 

Es cierto, eso es lo que el plan era. Feodor dio una excusa posterior al asunto, como si tratara de convencerse también.

 

[Nos necesitas…]

[Eso es. Aún tenemos tiempo, así que no hay necesidad de responder ahora. En cuanto a lo que deberías decirles a las otras…] Feodor bajo los hombros. [Bueno, confiaré en que no dirás nada.]

 

[…Feodor.] Lakish dijo eso con una expresión baja. […Ustedes dos claramente no se parecen, aunque al mismo tiempo son lo mismo…]

 

¿De qué es lo que va? ¿Está comparándome con alguien? Más que tener dudas flotando en su cabeza, es más fácil para el solo decirlo—

 

[¡Fwedo, Akesh! ¡Salida! ¡Salida!]

 

Marshmallow llego corriendo a Feodor y tiró del dobladillo de su uniforme militar. Las heridas que había tratado cobraron vida con espasmos sangrientos. Todas las palabras que había preparado se desvanecieron entre el grito seco que salió desde el interior de su garganta.

 

[Fwedo, muy fuerte.]

 

[Arrrgghh… ¡Marshmallow, tú—!]

 

[¿Fwedo enojado?]

 

[¡Sí, estoy enojado!] Feodor apretó sus dientes por el palpitante dolor, sintiendo lágrimas escurrir de sus ojos. Su enojo solo incremento más con Marshmallow mirándolo con su pálida cara. Incluso si no entendían el valor de la vida, se encontró preocupado por el momento. Al menos, tenía que educar a las chicas para que entendieran apropiadamente el dolor de otros. Al menos aún queda tiempo para eso.

 

[…Si regresamos a salvo, voy a reprenderlas, Dios.]

 

[¿Reprender? ¡¿Un sermón?!]

 

[¿Por qué está tan feliz…?] De pronto notó a Apple en la distancia. Había una puerta— probablemente— en frente de ella. Ella vagamente miraba en ello.

 

[¿…Apple?] Dijo su nombre, regresándola a la realidad. Giró su cabeza.

 

[¿Fwedo?]

 

[¿Qué pasa? ¿Ocurrió algo?]

 

[Hm.] Apple pensó por un momento. [Negro.]

 

No entendió. ¿Hay un gato allí? Había muchas cosas de color negro en el mundo, pero por cómo la joven Apple era, su vocabulario era muy limitado. Si hubiera encontrado un objeto extraño, no sería raro para ella ser incapaz de encontrar las palabras correctas para describirlo.

 

Bueno, estaba bien. Podía tomar esta oportunidad para aprender una nueva palabra. Su mundo se esparcía por todo lo que tocaba y veía— algo natural para las personas. Esa naturalidad era importante, especialmente para una niña que poseía un mundo muy pequeño para empezar. Feodor fatigado fue hacia la salida mientras se preguntaba en lo que estaba mirando, su pie izquierdo ligeramente se arrastraba. Mientras se acercaba a la puerta, miró en ello.

 

[Eso es…]

 

Blanco puro cruzaba por su cabeza.

 

Había – por seguro – algo negro allí. Era probablemente una montaña de escombros hasta hace unos minutos; su forma era algo así. Pero ya no era una cosa tan simple. Había dejado de ser solo escombros.

 

Ahora era un hermoso cristal, brillando con negrura.

 

[Fwedo.] Apple tiro de su manga. [Eso. ¿Qué es eso?]

 

No tenía la respuesta. Claro, sabía muy bien lo que esa cosa era. Podía enseñarle. Pero sus palabras no salieron. Si lo hacía, era el equivalente a reconocer la realidad de la escena ante sus ojos.

 

En frente de Feodor se está desarrollando con impresión y desconcierto—

 

El Croyance, el cual había destrozado los escombros para liberarse, tranquilamente continuó su invasión de la 38va Isla Flotante.

 

————————————————

 

[¡Corre!] Feodor gritó. [¡Lakish, contacta a la Guardia Alada! ¡Evacuen a cuantos civiles sea posible, y no pierdan ni un segundo!]

 

La situación era de una forma diferente del incidente en el Distrito Portuario. En un lugar así, no tuvo la chance de dejar caer a la Bestia invasora a la superficie. Eso significaba que su invasión se detendría hasta que hubiera terminado de transformar a toda la Isla en un cristal negro.

 

Justo ahora, la Bestia no era tan grande. Eso y solo eso hizo este encuentro el mejor al que el enemigo enfrentó en el Distrito Portuario. Sin embargo, eso solo les dio algo de tiempo; el destino de la Isla ya estaba sellado.

 

Ciudad Lyell, la cual lentamente se había estado acercando a la muerte, ahora estaba al borde. Solo había una cosa que podían hacer ahora— luchar por minimizar el daño que solo crecería en adelante.

 

Claro, Feodor entendió cuán contradictorias sus acciones parecían. ¡Él, que planeó botar incontables Islas como el enemigo de Regul Aire, ahora no debería tener que preocuparse por una pequeña cantidad de vidas!

 

 

No, no hay contradicción alguna. Feodor forzó la voz en su mente. Su decisión era la lógica. Luego de la anterior conversación, sus planes ya habían empezado a moverse en serio. Ya en el escenario, tuvo que empezar a pensar en proteger su estatus social. Todo era solo parte de su acto como un excelente Cuarto Oficial en la Guardia Alada.

 

[¡Lakish, llévate a las chicas! ¡Ve ahora mismo con el Primer Oficial!]

 

[¡¿Feodor?!]

 

[¡No podemos ir juntos, no con mi pierna! Así que nos moveremos por separado y te contactaré una vez llegue a la Municipalidad—]

 

No, no va bien. Probablemente vaya mal para mí ahora, Feodor pensó en secreto.

 

Su corazonada era que estaba condenado. Ya que la natural invasión del Croyance era lenta, fue solo cuando se le dio un extra impacto. Era improbable que todas las personas en Lyell irían tranquilamente dando alguna resistencia a ese terrorífico hecho. Y con su pie… Bueno, no podía ser particularmente optimista.

 

Y al menos, incluso si fuera a morir aquí, no quería verse envuelto con esas tres. Esa era su decisión.

 

Quería que esas chicas, quienes parecían apreciar a otros más que a sí mismas, vivieran. Usaría todo de sí para forjar un mundo donde esos ideales podían florecer. No permitiría que nadie más muriera en su guardia como— como su cuñado— o quizás como ese hombre llamado Willem, y esa grandiosa hada, Kutori lo que sea.

 

Es por eso que deseaba que vivieran incluso un poco más. Lakish, Apple, Marshmallow, Tiat, Panival, Collon. Si fuera por su bien, entonces—

 

[Hey, ¿Fwedo?]

 

Una voz sin tensión. La voz de Apple.

[Fwedo, ¿odias eso?]

 

[¡Sí, vaya que lo odio!] Respondiendo por reflejo, miro rápido el área. Lo más que viera, lo más que estaba perdido. Había una torre alta que aparecía estar compuesta de máquinas, y estaba tambaleándose peligrosamente desde su base. Los escombros regados se originaron probablemente de la misma torre. No podía ver ni una figura alrededor del área. ¿Era lo mejor estar agradecidos que el pánico no se produjera de inmediato, o solo estar molesto en cómo se retrasaría la difusión de información?

 

¿Qué pudo haber causado tal enorme desastre? No tenía forma de saberlo.

 

[Fwedo lo odia…] Apple estaba murmurando algo.

 

Juzgando por su posición, Feodor recordó una cosa de la torre. Era la torre del observatorio municipal del clima, una de las facultades municipales que habían sido cerradas solo el otro día por su peligro. Para estar en tal terrible condición ahora… ¿Fueron demasiado tarde las medidas de cierre? ¿O era otro factor?

 

[Bien. Apple también lo odia.]

 

Debido a su proceso de pensamiento, no lo noto. Su respuesta fue faltamente tarde. Vio a la pequeña figura pasando por su costado empezando a correr.

 

[¡Tú idio—!]

 

Apple estaba corriendo, ondeando una pequeña pipa de metal que había recogido de quién sabe dónde.

 

Su cuerpo no se movería. El momento pareció prolongarse por siempre, como si el mismo mundo se hubiera detenido, con solo la pequeña espalda de Apple desapareciéndose lentamente.

 

 

Lakish, mirando como si estuviera apunto de llorar, estaba gritando algo. No había sonido en este congelado mundo, y sus palabras salieron de él. Pero apenas sabía su contenido. Y, definitivamente, en este momento, también debió haber estado gritando las mismas cosas.

 

Clang.

 

La pipa de metal golpeó el cristal negro.

 

El Croyance transformó el impacto adicional en el impulso de su invasión. Un pequeño sonido chilló, y lo que una vez fue una pipa de metal al instante se transformó en un cristal negro.

 

Como el cristal, la mano derecha de Apple brillo.

 

¡Idiota! ¡Deja eso! ¡Aún puedo arreglar esto! ¡Solo necesito cortarte tu mano derecha! ¡Entonces tu vida será salvada!

 

Quería decirlo, gritarlo, pero su voz no saldría.

 

Apple miró desconcertada a su extraña nueva mano. Como si perdiera interés en ella, volvió al Croyance y lo piso con su pie.

 

Otra vez, la invasión fue instantánea. Sus zapatos, sus tacones, sus piernas— la Bestia lo devoró todo de una vez. La consciencia de Feodor se unto en desesperación.

 

[¡Uugg!] Ahora parecía irritada. A pesar de querer golpear esa espantosa cosa, ella ya no tenía medios para hacerlo. Su mano derecha, aún tomando lo que había sido una pipa de mental, se estaba endureciendo. La pipa no cedió ni una pulgada, aún estaba estancada en el lugar preciso que había golpeado. Su mano izquierda estaba fuertemente estancada, así como sus dos pies.

 

Al menos, es lo que creía que Apple debía haber estado pensando.

 

Y entonces… parecía que se dio cuenta de algo. Incluso si sus manos y pies no podían moverse, ella solo tenía un método para eliminar esa molestia y asquerosa Bestia.

 

Feodor no tenía buenos ojos para discernir el Venom. Es decir, no tenía una habilidad conveniente a mano para sentir el Venom mientras era incinerado. Aun así, lo sabía.

 

¿Ahora qué está envolviendo el cuerpo de Apple?

 

Su pequeño cuerpo estaba siendo envuelto en algún tipo de energía fluyendo desde su interior. Por alguna razón, recordó su pelea con Tiat el otro día.

 

Para salvar a alguien al desechar su vida – esa lógica era inaceptable para Feodor. Si su vida no podía sobrevivir sin la vida de alguien más siendo sacrificada, entonces también podía desaparecer. Es por eso que necesitaba que Apple—

 

[¡Por favor! ¡Alto!]

 

Incluso mientras oraba— incluso mientras lo deseaba—

 

[ALT—]

 

Blanco.

 

Blanco, blanco, blanco.

 

Abrumadora blancura pura desbordando toda su visión, su entera consciencia. Sabía lo que era. El propósito original de las hadas soldados, una vez usado en las batallas con el Teimerre. Una técnica mágica solo posible para esas que carecían de una verdadera vida.

 

Venom, una substancia que va contra la vida, podía ser encendida dura y poderosamente por esos con fuerza de vida limitada. Por ello, si alguien no tenía fuerza de vida natural, teóricamente no había límite al poder que podían quemar. Claro, ya que no había forma de controlar tal fenomenal poder, solo existía una forma de usarlo.

Quemando el Venom explosivamente, explotando no solo su cuerpo físico en añicos, sino a todos y todo alrededor de ellos. Solo eso.

 

La mano que extendió no llego a nadie, no tocó a nadie, no tomó a nadie. Y—

 

La luz—

 

Tragándose todo—

 

————————————————

 

¿Cuánto tiempo ha pasado…?

 

————————————————

 

Cielo azul.

 

Silenciosamente viendo arriba, Feodor de pronto pudo sentirlo otra vez. Sus heridas doliendo severamente. Significaba que aún estaba vivo.

 

Esos que estuvieron en la zona cero cuando la Puerta de Hada se abrió debieron haber sido erradicados sin dejar rastro. Aun así, estaba parado allí sin haberse desvanecido. ¿Qué carajos pasó?

 

Había una sola posibilidad. La Puerta de Hada no se abrió. Apple no acabó con su vida.

 

Esperanza despertó en la mente de Feodor. Abandonado toda lógica, se aferró a su fantasía con desesperación. ¡Eso es, lo hice! ¡Apple aún está aquí! No perdí nada. Esa chica aún está viva como siempre. ¡De seguro que si digo su nombre entonces nuestros ojos se encontrarán, y vendrá hacia mí, llamándome “Fwedo” otra vez!

 

Lentamente bajo su mirada.

Un gran abismo se abrió desde la tierra. Era lo suficientemente gigante para tragarse a varios edificios de tres o incluso cuatro pisos. Todo dentro había sido borrado. Muchas cosas fuera habían sido derretidas, quemadas, retorcidas, o incluso devastadas.

 

[Ah…] La débil y patética voz de alguien salió.

 

[¿…Tú… estás despierto?]

 

Escuchó otra frágil voz, y ahora se dio cuenta que junto con Marshmallow estaban siendo tomados fuertemente por una chica.

 

[Qu…]

 

Una chica con vivo cabello rojo. Por un momento, no sabía quién era ella.

 

[Estoy tan… contenta… tan contenta…]

 

Aun así, conocía esa voz. Nunca podía confundir la voz de esa chica que era tímida, amable, buena, e— incluso ahora—amada familia.

 

[¿La…kish…?]

 

Los brazos débiles de la chica. Deslizándose— no, como si se deslizara—colapso allí.

 

————————————————

 

Feodor finalmente entendió lo que había pasado.

 

Apple abrió su Puerta de Hada.

 

Liberó la blanca atrocidad que aniquiló todo.

 

Feodor y los otros nunca debieron haber escapado de ese horrible vórtice. Sin embargo, Lakish los había protegido. Ella, quien tenía las más grandes capacidades de Venom entre las cuatro hadas soldados, incineró su Venom tanto como es posible y protegió a los dos en sus brazos.

 

En cuanto a las consecuencias de su decisión…

 

¿Qué fue lo que dijo?

 

[Cuando quemamos demasiado Venom de lo que nuestros cuerpos pueden manejar, nuestras cortas personalidades vivas se vuelven incluso más inestables…]

 

Lo más probable, eso fue lo que había pasado. Para proteger tanto a Feodor y Marshmallow, Lakish literalmente deshizo su propia mano.

 

Apple y Lakish.

 

Por el bien de sus seres queridos, por el bien de alguien que consideraron más preciado que sus propias vidas, desecharon esas mismas vidas.

 

[Sabes, detesto a los personajes inspirados en historias.]

 

[Hacen lo que sea que haga falta por otros, incluso el mundo. Protegerán a ese tipo de personas que – bueno, como sea, desde hace un tiempo, siempre he odiado a quien sea que diga que solo irá y morirá para hacer feliz a otras personas.]

 

Feodor gritó.

 

Un salvaje y raro aullido, extraño e incomprensible incluso para sí mismo. Gritó hasta que su voz explotó llegando a su límite. Gritó hasta que ya no tuvo voz.

 

Aun así, el chico continúo gritando sin sonido.

 


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