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El Rebelde Cautivo

 

Estoy en un lugar extraño.

 

Frente a mí está la espalda de una desconocida persona.

 

Es un hombre alto usando un uniforme militar. Cabello corto negro. Tanto como puedo ver, el hombre no posee marcas visibles. Sus hombros están caídos de un gran cansancio.

 

[Quería darles felicidad.] El hombre se murmuró para sí levemente. [Quería mostrarles que estaba bien que sintieran alegría.]

 

Siento como si hubiera oído esas preocupaciones antes. Estoy seguro que las personas que piensan en las mismas cosas pueden encontrarse donde sea.

 

También creo que es algo estúpido estar preocupado. Puedo no saber quienes “son”, pero si fueran bañadas con tales fuertes y directos sentimientos, ¿no podía ser eso llamado felicidad también?

 

________________________________________

 

La primera cosa que Feodor sintió fue una sensación de frío. Temblando levemente y sin entender del todo donde estaba, abrió sus ojos y miró alrededor.

 

Estaba en un cuarto estrecho. Lúgubres láminas de cobre formaban los muros, suelo y el techo. Cerca de un muro había un hoyo en el suelo como un baño improvisado. Miro abajo para encontrar una estera delgada, endurecida por la humedad. Estaba iluminada por una eléctrica lámpara púrpura colocada en el muro.

 

En resume, Feodor concluyo, lo más probable es que fuera una celda de confinamiento. Nunca había estado en una hasta ahora, pero sabía que existían. Convictos que no podían ser puestos en celdas con otros usuarios, especialmente insurgentes, se les daba sus propios cuartos privados en prisión.

 

Brevemente se preguntó por qué estaba allí antes que sus recuerdos empezaran a regresar a él. [Ah… cierto, lo recuerdo ahora. Eso pasó.]

 

Metiéndose en el Barril de Pepinillos. Viendo dentro de la caja de madera que era la herencia del Gran Sabio. Siendo atrapado infraganti por el Primer Oficial. Tratar de escapar, fallar, y ser noqueado.

 

Todo lleva a una conclusión: Feodor Jessman había ideado un plan que no permitía el espacio para fallar.

 

No tenía idea con lo que pudo haber sido acusado, pero sin duda, no era algo leve. Al menos, se aseguraría que no más oportunidades de este tipo volvieran a aparecer otra vez.

 

Sintió como si un hoyo se hubiera abierto en su corazón.

 

[Heh… heh… heh…]

 

Lágrimas se salieron. No podía contener su auto rechazo por más.

 

Ciertamente, el impacto en la forma que había fallado fue un terrible golpe. Pero más que eso, lo que abrumaba a Feodor era algo más. Había intentado poner toda su vida en su plan, y había asumido que sería hecho cenizas por la falla. Quizás sufriría, se retorcería, o de lo contrario, se volvería insensible, ¿se me ha ido la capacidad de pensar? Ese nivel de destrucción era para lo que se había preparado.

 

Pero ahora lo que llenó su pecho no era decepción o desesperación. Sintió liberación.

 

[Qué horrible historia…]

 

Solo tenía que pensar por un tiempo para descubrir por qué.

 

Feodor Jessman era un atroz mentiroso. Por cinco años, se había engañado. Había pretendido no darse cuenta de sus propios sentimientos, aferrados a tópicos como “para el futuro” o “por la justicia” con todo lo que tenía. Porque eso era lo que su cuñado había hecho.

Su cuñado, quien era fuerte, sabio, y— más que nada— recto. La figura que admiraba y apreciaba. Había querido ser como su cuñado, pero al mismo tiempo se juro no cometer los mismos errores. Cargando la carga de la justicia, soñar con el futuro— esas eran sus razones para moverse adelante, luchar, engañar, acabar con su corazón y años. Y al final…

 

Al final, caí no muy lejos de mi cuñado, pudriéndome en esta celda.

 

[¿Hm…?]

 

Mientras aún está envuelto en su autodesprecio, Feodor apenas sintió algo en un rincón de su percepción. Pasos apagados se acercaban.

 

Un carcelero lucía improbable. Dada su posición, no tenían razón para ocultar su presencia. Pero más que carceleros, ¿quién podía ser? Las celdas de confinamiento solitario estaban en algún lugar cerca del nivel del Barril de Pepinillos, pero aún tenían un apropiado nivel de seguridad. Y aunque, alguien se había escabullido en esos cuidadosos ojos.

 

¿Un asesino?

 

Un plausible escenario llego a su mente. Alguien enviado por Giggir para sellar sus labios permanentemente y asegurarse que no infiltrara nombres.

 

Sí, es definitivamente posible, Feodor pensó. Al fin que, Giggir era un Orco mercader. Los mismos que habían explotado, descartado, y asesinado a su cuñado como un peón en sus negociaciones.

 

Pero no tenía intensiones de resentirse con Giggir. El que había sido escogido para unir esfuerzos con el Orco y construir una supuesta relación de confianza con él no era otro más que el mismo Feodor. Había estado listo desde el inicio para este tipo de final.

 

Aunque, no es como que quiera morir aquí… Aunque… estoy un poco cansado.

 

Mientras estaba absorbido en sus pensamientos, las pisadas habían llegado a un alto frente a su celda. Una voz susurrando lo llamó.

 

[Hey, Feodor. ¿Estás aquí?]

 

Era la voz de una chica. Sus ojos de abrieron de golpe, Feodor se puso de pie y tomó la puerta. La mirilla era tan pequeña que no pudo ver el exterior tan claro, pero aun así—

 

[¡¿Lakish?!]

 

[¡Cállate, idiota!] Ella dijo. [¡Bájale!]

 

[¡Dejando eso de lado! Qué— ¡Eres una desertora! ¿Tienes algún plan para lo que vas a hacer si alguien te ve?]

 

[¡Está bien, bien! Conseguí un buen disfraz. No lo descubrirán tan fácilmente.]

 

[Pero… espera, en primer lugar, ¿por qué estás aquí?]

 

[¿Huh? ¿Qué pasa contigo?] Pudo oír la incredulidad en su voz. [Oí que te atraparon. No pude quedarme sentada luego de saber eso, ¿verdad?]

 

Las palabras no salieron.

 

[¿Qué con esa sorpresa? ¿No habrías hecho lo mismo si nuestras posiciones estuvieran al revés?]

 

[¡E-Eso es diferente! ¡Eres una chica, y además un hada! ¡Tienes un derecho y obligación mayor para ser valuada que alguien como yo!]

 

[Bien, no me importa que me trates como una delicada princesa, pero ¿puedes escoger un mejor momento y lugar para eso?]

 

Un pequeño sonido estridente sonó del otro lado de la puerta mientras el cerrojo era cortado, y se abrió para revelar a Lakish.

 

Se había preguntado qué tipo de disfraz estaría usando. Era mucho más propio de lo que había esperado. Tenía un simple y apropiado uniforme militar para la ocasión y una peluca roja. Eso fue todo, pero a pesar que ese vestir le dio una impresión muy diferente. Si alguien fuera a verla desde lejos, no debería preocuparse que la reconocerían como Lakish Nyx Seniolis.

 

[¿Cómo llegaste aquí…? No creía que hubiera una forma para que supieras dónde estaba o cómo entrar a este lugar.]

 

[Wowm ¿más preguntas? Qué molesto.] Lakish lo miró, luego suspiro. [No sé cómo decirlo apropiadamente, pero es como de alguna manera supe dónde estabas. Era como una voz en mi cabeza “está por aquí” y diciéndome cuán lejos ir.]

 

[¿Te refieres a que fue tu intuición?]

 

[¿Eso creo? Fue algo de miedo, pero…] Sonrió felizmente. [Me alegra que confié. Debido a eso, termine encontrándote.]

 

Por derecho, debió haber sido difícil de creer. El sentido común les diría a todos reírse como tontos. Pero, Feodor sintió como si hubiera experimentado algo similar antes. De vuelta en la ciudad llena de lluvia, cuando había estado buscando a Lakish luego de escapar, había sido capaz de encontrarla fácilmente— fácilmente.

 

¿Quizás hay una conexión?

 

Justo cuando estaba por preguntarle más detalles, notó algo peculiar. Alguien se les estaba acercando, sus pisadas intencionalmente se silenciaron con casi todo el sonido eliminado.

 

[¡Kh—!]

 

Su interior le grito esconderse, pero ¿dónde? ¿En el cuarto detrás de ellos? No, no lo lograría a tiempo. ¿Qué podía hacer entonces?

 

 

 

Antes Feodor pudo decidir un plan, su cuerpo ya había iniciado a moverse. Tomó a Lakish y la abrazó cerca de él con fuerza, presionando su rostro en su pecho. Pudo haber unos pucheros de protesta, pero los ignoró mientras apachaba sus cuerpos contra el muro y suprimía su presencia.

 

Si tuviera que esperar aquí, podía tomarlos por sorpresa y noquearlos. Sería difícil lanzar un ataque de una posición como esa, pero sin ser capaz de hacerlo así los pondría a Lakish y a él en peligro.

 

Resolviéndose, Feodor apretó su mano derecha en un puño y—

 

[¡Hey, hey, ustedes dos! Está bien que anden en eso, pero ¿no hay un mejor momento para eso?]

 

Esa era una voz familiar.

 

[¿Nax…?]

 

Oyendo a su amigo, toda la tensión se derritió de Feodor. Pudo oír una voz apagada, un angustiado murmullo viniendo de la figura tomada por sus brazos.

 

________________________________________

 

Mientras Feodor salía de la prisión, miró al cielo.

 

Naturalmente, el sol se había puesto hace mucho, y la luna estaba brillando claramente. Como evitando su brillo, se movieron a través de los oscuros edificios mientras caminaban.

 

Una vez estuvieron dentro de las profundidades del bosque, Feodor por fin tomó un calmado respiro. Este lugar había cubierto maleza así que el bullicio de la plaza de armas no llegara a las barracas. Ya que la maleza los blindaba de miradas indiscretas también, no necesitarían preocuparse que alguien los tomaría por sorpresa.

 

[Él me mostró cómo llegar aquí.] Lakish dijo. Feodor ya se había disculpado con ella luego de soltarla, pero no parecía como si ella lo hubiera perdonado aún. [El horario de guardia y caminos escondidos también. Él es también quien consiguió este uniforme para mí.]

 

[Se supone que solo esté manejando con la información.] Nax murmuro, abriendo sus brazos y dándose la vuelta mientras se sentaba. [Entrar en escena así no es parte del jale.]

 

[Incluso si dices eso, aún viniste a rescatarme. Estoy honestamente sorprendido.]

 

[¡Hey, no es como que quisiera verte así! ¡Es que alguien me lo pidió, así que tuve que!]

 

[¿Alguien?] Feodor miró a Lakish, luego volvió ver a Nax. [¿Quién?]

 

[Los profesionales no da el nombre de sus clientes tan fácilmente, ¿sabes?]

 

[Cuando oí que habías sido arrestado, le hablé a Giggir y me dijo que quería salvarte y necesitaba ayuda. Luego fue y contrato a este chico como mi guía.]

 

[¡H-Hey, Lakish! ¡¿No oíste lo que acabo de decir?!]

 

[¿Qué? No soy un pro como tú. No es un problema, ¿cierto?] Lakish le sonrió al Falcon mientras se quejaba bajo su respirar.

 

[¿Giggir…?] Feodor parpadeó. [¿Para mí?]

 

[Bueno, ya sabes…] Nax rascó sus mejillas incómodo. [Los Orcos pueden no preocuparse por otros, pero tienen un lazo con la comunidad. Pasa bastante a menudo que uno de ellos entra al peligro por uno de los suyos.]

 

[Aunque no soy un Orco. Alguien como yo es una carga que debió haber sido abandonada. No sería de algún uso para ellos ahora que he sido acabado penosamente.]

 

[Nah, nah. No lo entiendes.] Nax chasqueó. [Solo es un amigable y gran cerdito cuando lo entiendes. Una vez ha decidido que eres un amigo, nunca te abandonará.]

Se pausó, lentamente se paró. [Como sea… Eso es lo más que pude entenderlos. Luego de eso depende de ti. Mi coartada es que estoy pasando tiempo con mi novia. Tengo que darme prisa y volver si quiero tener mi historia lista. Si quieres llegar a lugar de Giggir, tienes que cuidar de ti, de una u otra manera.]

 

Con eso, el Falcon se giró para irse.

 

Esta puede ser la última vez que nos veamos.

 

Ese pensamiento pasó por la mente de Feodor. Ya había sido descartado; no sería capaz de apoyarse en Nax para información en el futuro otra vez.

 

[Nax.]

 

[¿Qué pasa?] El Falcon no miró atrás.

 

[Gracias por todo lo que has hecho hasta ahora. Estoy realmente agradecido.]

 

[Deja eso… Todo lo que hice es mi trabajo.]

 

[No importa.]

 

Nax resopló levemente y regresó a caminar.

 

Dejando de lado cómo su situación no les permitiría una dramática despedida, evitando tontas conversaciones que eran típicas de él. Feodor se encontró sonriendo sin querer.

 

[Siento que acabo de ver a dos chicos entenderse.] Lakish murmuro. [Desagradable.]

 

Por alguna razón, parecía estar de mal humor, pero Feodor decidió no llegar a eso aún.

 

[Bueno, como sea. Nos tenemos que ir también.] Lakish empezó a caminar. [Dudo que les tomará mucho más tiempo descubrir que has escapado… ¿Feodor?]

Se detuvo y vio atrás. Aún estaba parándose en el mismo lugar.

 

[¿Qué pasa?]

 

[No te preocupes por eso…]

 

¿Qué con esta situación? Escondió su desconcierto detrás de una cuidadosa expresión vacía.

 

Los verdaderos colores de Feodor Jessman habían sido expuestos. Había probado que no había nada que pudiera hacer y nada que debería hacer. Nadie se había dado cuenta de eso, y es por eso que aún escogieron trabajar mano a mano con él.

 

Tener todas sus esperanzas apiladas en él ahora, cuando no podía estar más decepcionado en sí mismo, era simplemente doloroso. Su amarga culpa ya no podía ser suprimida.

 

[Adelante. Hay algo que tengo que hacer antes de irme.]

 

[Espera, ¿qu—?]

 

Levanto una mano para detener las preguntas con las que lo iba a bombardear. [Será más fácil para mí ir solo. No te preocupes. Te alcanzaré luego.]


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