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Capítulo 3: Caminando Hacia Adelante, de Cara al Mañana

 La Ciudad de la Fría Lluvia

 

El soldado equivalente de primera clase, Lakish había desertado.

 

Necesitaba ser tratado con cuidado. Ya que los desertores generalmente eran castigados en público como un ejemplo a otros soldados, las circunstancias de las hadas soldadas eran diferentes. No se les permitía salir de los terrenos militares por la simple razón que su sola existencia constituía un gran daño. Solo bajo la supervisión de la milicia eran reconocidas como humanoides que poseen cierto paquete de privilegios. Hacerlo de otra forma y arriesgarse a exponer sus capacidades únicas al público era impensable.

 

Consecuentemente, movilizar todas las tropas disponibles para una búsqueda masiva estaba fuera de cuestión. La deserción de una soldada equivalente de primera clase tendría que ser lidiada con el mismo cuidado como la de un privado de primera clase.

 

________________________________________

 

[Voy.]

 

La atmósfera en la oficina de división de comandantes era tensa. Todos los presentes compartían expresiones similares de confusión e impaciencia; Tiat, Collon, Panival, Aiseia, y el Primer Oficial— el Armado en mando de toda la 5ª División. Sus miradas se fijaron sobre Feodor.

 

[¿Acabas de decir que vas?] Panival preguntó. [Eso suena como que vas a ir solo.]

 

[A eso me refiero. Voy solo. Es probable que sea la mejor opción que tenemos ahora.]

 

Sacudió su largo cabello purpura. [Es probable que Lakish esté escondida en algún lugar en la ciudad. Sobre no saber dónde buscarla, ha sido un tiempo desde que huyó. No importa cómo lo veas, una persona no sería suficiente.]

[Estás mal, pero no llevaré a todos conmigo.]

 

Los hombros se Collon se sacudieron. Panival la miro, luego vio a Feodor. [¿Por qué no?]

 

[Dejando lo que acabamos de discutir, justo ahora Lakish no es muy amigable con las chicas, ¿verdad? No queremos pelear, y quiero evitar todo lo que pueda hacerla explotar.]

 

Panival gruñó en irritación, quedándose en silencio.

 

[Habiendo dicho eso.] Feodor siguió. [Enviar otras tropas igual está fuera de cuestión. Al fin que, solo enviar suficientes personas para buscar a alguien equivalente a un soldado de primera clase, no podremos explicarle todo a ellos. Si sale mal, terminaríamos asustando a Lakish y no tener nada que mostrar.]

 

[Puede ser así.] Tiat intervino desde un rincón del cuarto, sus brazos cruzados y su espalda contra el muro. [Pero aun así, ¿qué harás por ti solo? ¿No andarás yendo a lo tonto y encontrar nada?]

 

[Honestamente, hay una buena oportunidad que eso pase.] Feodor admitió. [Pero al menos, no andaré a ciegas. He vivido aquí por un tiempo. Hay ojos y oídos que puedo usar.]

 

[Hm…] El Primer Oficial Armado asintió levemente, como siempre hacía. [Ella puede usar la fuerza para resistirse. ¿Seguro que puedes lidiar con esto por tu cuenta? ¿No sería mejor llevar a alguien quien pueda negociar con el desertor?]

 

[Bueno, solo es eso.] Feodor miro al Primer Oficial a los ojos, manteniendo su natural expresión adrede. [Si estoy solo, puedo lidiar con ella de una u otra manera.]

 

Aunque pudo haber sufrido una vergonzosa derrota antes, no estaba fanfarroneando sin fundamento. Tomarla por sorpresa, o hacer uso de drogas… Si tuviera tiempo suficiente para prepararse, había innumerables formas para compensar la diferencia de fuerza.

 

[Ya veo…] Feodor se estiró e inclinó. [Muy bien, yo, el Cuarto Oficial Feodor Jessaman, ahora aceptará esta misión de rastreo… es lo que me gustaría decir, pero primero quiero confirmar algo.]

 

[¿Qué con eso?]

 

[No, no tú, Primer Oficial.] Feodor miro derecho pasándolo, encontrando los ojos de una sola mujer, quien había tenido sus manos sobre su rostro y mantenido en silencio hasta ahora. Como si siguiera su mirada, la atención de todos iban a ella. [Segunda Oficial Aiseia.]

 

Su expresión era pálida, y parecía como si hubiera envejecido rápidamente desde la última vez que la había visto. Era una reacción razonable, dada la situación.

 

[Cuando hablamos antes, me dijiste que un hada que había caído en coma debido a la invasión no despertaría otra vez.]

 

Aiseia asintió. [Eso es…]

 

[En ese caso, me gustaría saber si tienes una explicación para este misterio, ¿es un caso sin precedente envuelto con el soldado equivalente de primera clase Lakish?]

 

[Si digo que sí… sería mucha más fácil, ¿huh?] Se forzó a reír, su normal vivida expresión se rompió. [Pero no, te dije la verdad. Son básicamente lo mismo a cadáveres. En realidad… una vez, solo una vez, un hada ha dormido y despertado otra vez. No es como si esto nunca ha pasado antes.]

 

Si toma sus palabras con valor superficial, le daría esperanza. Quizás, quizás… Dulces expectativas surgirían dentro de ti sin control. Sin embargo, el rostro de Aiseia se mantuvo frío y su voz sombría.

 

[Nosotras las hadas somos como espíritus que se les da sustancia. Si el espíritu se rompe, entonces dejaremos de movernos y pronto desapareceremos. Viéndolo desde otro ángulo— si el espíritu retiene su forma de alguna manera, el cuerpo puede empezar a moverse otra vez.]

 

La palabra clave, de alguna manera, quedo en el aire.

 

[Su espíritu ya se fue. Es como una ventana rota, con grietas por todos lados y piezas faltantes. Pero… Si esas grietas y brechas fueran llenadas con recuerdos y emociones de su vida pasada… su cuerpo puede recubrirse al punto donde parece que volvió a la vida.]

[Eso significa…] Feodor se trabó. [El cuerpo de Lakish… está siendo movido por el espíritu de otra persona. ¿Cierto?]

 

[Sí. Tengo que decirlo, es bueno encontrar chicos como tú que entienden las cosas rápido. Hace explicar esto mucho más directo, ¿no crees?] Aiseia río con fuerza. [Claro, no podemos decir que esta nueva persona es alguien resucitada de una vida pasada. Los muertos están muertos; una vez experimentaron perderlo todo. Las posibilidades de una personalidad sobreviviendo de la intocable muerte y volviendo a la vida son… Bueno, una en un millón. He oído que solo ha pasado una vez antes.]

 

Levantó un dedo. [De lo que Panival dijo, Lakish es muy inestable que ni siquiera sabe quién es. Eso significa que consiguió los recuerdos y emociones de dos personas mezcladas dentro de ella.]

 

Feodor lo pensó, reflexionando en las palabras de Aiseia. Aiseia, quien era como una hermana mayor para Lakish y las otras, era quien las conocía mejor. Él sintió nauseas. [Y… ¿es un tipo de fusión usando el espíritu de Lakish como un ingrediente?]

 

[Nyahaha…] La expresión de Aiseia estaba profundamente deformada por el dolor de no poder siquiera preservar su fina capa de compostura. Solo sus ojos mantuvieron su instintiva sonrisa.

 

No lo negaba, así que es probable que sea cierto. Feodor de alguna forma subyugó el creciente impulso de vomitar en su pecho.

 

Aiseia visiblemente lucho por tomar el control de sí otra vez. [Todos sabemos que nuestras varias inestabilidades significan que podemos colapsar en cualquier momento. Lakish y su vida pasada solo pueden mantener su fusionada existencia mientras sus fracturados espíritus se queden juntos. Si ese balance se destruye incluso un poco, entonces—]

 

Un pequeño sonido vino detrás de Feodor. Fue a ver a Panival apoyando a Collon, esta última casi se desmayaba. [A-Ah lo siento, perdón…] Panival dijo con falsa emoción. [¿Podemos irnos primero? Parece que hablarán de cosas aburridas por un tiempo, así que al resto de nosotros nos gustaría algo de aire fresco.]

 

[Ah así, debes estar cansada.] El Primer Oficial ondeó su mano. [Ve a descansar por ahora.]

 

[Gracias.] Panivel se le inclinó lo mejor que pudo mientras mueve a Collon en sus hombros, luego dejó el cuarto. Feodor las despidió sin hablar, luego también se fue.

 

[Hey.]

 

Feodor se detuvo. La cabeza de Tiat se había bajado inconscientemente mientras la discusión seguía, pero ahora se levantó otra vez.

 

[Um así que… Si ves a Lakish… o bueno, la chica que luce como Lakish ahora, um, er, ah… No estoy segura cómo decir esto…]

 

Probablemente no sabía lo que estaba diciendo. Era raro de ver sin palabras a la normalmente chica contundente.

 

[Entiendo.]

 

[¿Eh? ¿Sí?] Lucía genuinamente sorprendida.

 

[Probablemente pienso lo que tú. “Si la encuentras…” Bueno, tampoco estoy seguro cómo decirlo, pero… “Haz lo que puedas”.]

 

Una vaga respuesta sin substancia alguna. ¿Qué estoy diciendo?

 

[Lo entendiste.]

 

[Sí. Lo sé.] Él se sintió sorprendido.

 

Tiat asintió, de alguna forma molesta. [Te dejaré el resto a ti.]

 

[Sí…] Sin saber cómo responder, asintió levemente. [¡Muy bien! ¡Yo, el Cuarto Oficial Feodor Jessman, ahora empezaré a buscar al desertor!]

 

[¡Sí, ve a por ello!]

Con las palabras del Primer Oficial despidiéndolo, Feodor dejo la oficia del comandante de división.

 

________________________________________

 

Había empezado a llover.

 

Habiendo “prestado” la barata sombrilla de alguien del puesto en la entrada, Feodor cargó una bosla de lona mientras miraba a la oscurecida ciudad.

 

Es cierto, incluso si buscaba a esa chica sin recurrir a medios inusuales, no era como si no tuviera confianza en su habilidad para encontrarla. Al fin que, solo estaba usando una bata de hospital y nada más, ni zapatos. Tomando en cuenta lo ciegamente notable que era, dudaba que pudiera haber llegado particularmente lejos.

 

En resumen, el radio de búsqueda no era muy grande. Ya que normalmente las laberínticas calles le darían ventaja a cualquier fugitivo, esta área en particular era como el segundo hogar para Feodor. ¡Mis días de colarme para comprar comida todos fueron para este momento! Eso es una mentira…

 

Tanto pronto luego que hubiera entrado a la ciudad, empezó a sentir una extraña sensación.

 

¿Qué es esto?

 

Para sus ojos, nariz, y oídos, todo lucía, se oía y olía normal. Pero algo en lo profundo de Feodor, algo sin pertenecer a sus cinco sentidos, le dio una particular confianza.

 

Ella está aquí.

 

Era una sospechosa cosa para ser guiada, pero no iba contra esa sensación mientras caminaba. Luego de andar por la calle principal, dio un giro a la derecha pasando la tienda de equipo. Continuando adelante, entró a la tercera puerta hidráulica, dio un giro a la izquierda y se dirigió hacia arriba. Jadeando con esfuerzo, atravesó un irregular callejón trasero que tomaba algo de esfuerzo para subir y descender. Eventualmente termino en el área más al sureste, al Distrito Memorial.

 

…Ah…

 

Él la encontró.

 

Una chica de cabello naranja vestida de blanco.

 

Estaba sentándose a espaldas de un muro, abrazando sus rodillas. Arriaba una pequeña pestaña aseguraba que la lluvia no cayera directo a su cabeza. Sin embargo, parecía que inevitablemente se había mojado justo antes de llegar a ese lugar. Su empapada bata de hospital se pegaba a su piel, y se veía incómoda para usarse. Viendo el estado en el que estaba, la palabra “soledad” sin más llegaba a su mente.

 

Feodor dudo, luego la llamó. [¿No tienes frío…?]

 

La chica ya lo había notado. Sin una pizca de impresión, levantó su baja mirada lentamente.

 

[Hace frío.]

 

Su voz era lo suficientemente leve para ser ahogada por la lluvia. Feodor fue golpeado por un extraño sentido desconocido mientras veía su rostro. Sus rasgos encajaban perfectos con la chica que había conocido bien, Lakish Nyx Seniolis. Al mismo tiempo, tenía una expresión que nunca antes había visto. Su característico encanto y gentil aura habían desaparecido, reemplazadas por un penetrante frío no muy diferente al hielo, sino al acero. Había estado buscando por un esponjoso animal de peluche, solo para encontrar una tallada escultura de mármol. Ese tipo de intranquilidad lo estaba llenando.

 

Fragmentos del espíritu de Lakish y los restos de su vida pasada, derretidas y mezcladas juntas, formando esa única personalidad.

 

Feodor se quitó sus lentes y los metió en su bolsillo de pecho. [¿Estabas planeando en ir a otro lugar?] Él preguntó.

 

[Otro lugar está bien, ¿no?] Ella lo escupió en una forma impropia de Lakish. [Así que aquí estoy.]

 

Lentamente se acercó a la chica, luego sostuvo su sombrilla sobre ella. Empataron sus ojos por un instante, luego alejó la mirada.

 

[Perdón por lo de antes.]

 

[¿Hm?]

 

[Cuando estábamos peleando antes. Mi cabeza estaba hecha un lío hasta justo ahora. Quería tomar una linda bata como la tuya, así pudiera huir más fácil. No… Lo mejor del momento.]

 

[Ah… ya veo.]

 

Entendió por qué. Su bata de hospital no era exactamente durable, sin mencionar lo vistosa que era. Escapando mientras usa lo que a lo sumo es una mera delgada capa, no era más que imprudente. Era una sabia decisión tratar de cubrirse con una capa primero.

 

Esas cosas pasan por su mente, la mirada de Feodor cayó en el cuerpo de la chica. Su bata se había roto en varios lugares, aunque la piel se veía. Aun sabiendo que ahora no era el momento, no podía evitar tener sus ojos vagando. Mentalmente se lo recordó unas cuantas veces que no estaba interesado en chicas sin marcas, ni lo más mínimo, apretó sus dientes mientras se alejaba.

 

Feodor se quitó su bata y la dejo caer sobre sus hombros.

 

[¿Huh?]

 

[Discúlpame un momento.] Se inclino y tocó su pálido pie.

 

[E-Espera, ¿qué estás—?]

 

[Ustedes las hadas no tienen cuerpos particularmente fuertes, sabes… Ah, ¿viste? Justo como pensé, estás en una terrible condición.]

 

Sus pies estaban cortados; probablemente había estado corriendo con pies descalzos todo este tiempo. Las hadas pueden no importarles mucho el dolor, pero dejar heridas sin tratar era un caso diferente. Si las dejas, empezarían a crecer. Al menos, así es como iban la mayoría de formas de vida de las que Feodor conocía.

 

Llegó a su bolsa de lona y sacó una botella de agua, junto con desinfectante y ropa limpia.

 

[¿Qué… estás haciendo?]

 

[¿No sabes? Son primeros auxilios. Dolerá un poco, solo aguántalo.]

 

Feodor lavó sus cortadas con agua. Su cuerpo se estremeció un poco, una pequeña risita se escapó de su boca. Seguido de eso, palmeó para desinfectar y envolvió las heridas en trapos, ajustando el vendaje en su lugar.

 

[Debería estar bien por ahora.] Se paró. La chica levanto la mirada de su sentada posición, pestañando en confusión. [¿P-Por qué…?]

 

[No me des eso. No hay forma que pueda dejarte solo así.]

 

[Oh… Es por eso.] Su expresión se volvió tanto una compresiva como solitaria. [Entiendo. Vamos.]

 

[¿Huh? ¿Ir a dónde?]

 

[Ese lugar de antes. La… base de la Guardia Alada, ¿cierto?]

 

[¿Vas a volver?]

 

[¡No es como que quiera, sabes! Pero si no lo hago, estarás en problemas, ¿sí?] Miró a su hombro. En la bata de Feodor estaba su insignia, representando su rango y afiliación como un Cuarto Oficial de la Guardia Alada. [Quizás pensarás que esto suena extraño, pero hay algo mal conmigo. He olvidado mucho… mi nombre, la razón por la que estoy aquí… recuerdo odiar a la Guardia Alada, pero he olvidado por qué.]

 

Poco a poco, un tono de auto-burla entró en su voz. Ella chasqueó, riendo a sus anchas.

 

[Oh, hay algo más. Recuerdo que puedo confiar en ti.]

 

El corazón de Feodor se apretó con dolor. Está mal, cometes un error, casi lo decía.

 

[Sí…]

 

[Es todo lo que tengo. Estoy vacía. No puedo hacer nada, y no tengo a dónde ir. Es por eso que… no quería que alguien como yo te cause problemas.]

 

[Ustedes las hadas, lo juro…] Feodor agitó su cabeza. [Sí que son todas lo mismo.]

 

[¿Huh?]

 

[Te pones de último y solo te preocupas por otras personas.]

 

Feodor extendió su mano para tomar la suya, luego la levanto de pronto y la puso en su espalda, ignorando sus lindos quejidos y luchando.

 

[¡¿Q-Qué?!]

 

[Es particularmente nuestra culpa. Somos tan inútiles que no puedes dejarnos solos, ¿no?]

 

Feodor aún oye protestas, pero su resistencia se agotó. Debería estar bien ir solo así. Con cuidado se inclinó para recoger la sombrilla que había caído al suelo y la levanto para la chica. [Lo siento, pero sostén esto.]

 

________________________________________

 

Bajo la sombrilla y llevando a la chica en su espalda quien ahora usa su uniforme, Feodor trotó por ciudad de la fría lluvia, dando lo mejor para ignorar cosas como la respiración en sus oídos o el calor en su espalda.

No es momento para distraerse, Feodor pensó. Atento, idiota. Hazlo apropiadamente. ¡Sé fuerte!

 

[Esta ciudad es rara…] La chica gruñó en un susurro. [Estamos caminando en metal, y las calles están todas desorganizadas.]

 

[No te equivocas.] No había otra forma de excusarlo.

 

La 38ª Isla Flotante, hogar de la ciudad de Lyell. Nacida como una ciudad minera, convertida en un centro de fábrica, y llevado a la ruina en un pestañazo por la venida del Croyance. Una ciudad fantasma hecha no de suciedad, madera, y piedra, sino de acero, tornillos, resortes y electricidad. A los estándares de Regul Aire, no podía ser descrito como una ciudad convencional.

 

[Además, los muros escupían vapor de pronto.]

 

[Ah así, eso sorprendería a cualquiera que no esté acostumbrado. ¿Te golpeaste?]

 

[Lo esquivé… aunque caí de culo.] La chica dijo rara. No tienes que decir algo si estás avergonzada…

 

Abruptamente el agarre en sus hombros se fortaleció. [Agárrate.]

 

[¿Huh? ¿Qué?]

 

[La calle se pone estrecha. Si vas por el camino principal, ¿no irías al otro lado?]

 

[Eso es lo que pretendía hacer.]

 

Casi podía sentir su desconcierto, [¿No íbamos a volver a la Guardia Alada?]

 

[No querías volver, ¿verdad?]

 

[No, para nada, pero… ¿no te metería esto en problemas?]

 

[Estará bien si solo digo que no pude encontrarte.] Feodor bajo sus hombros. [Es decir, mientras no descubran que te deje ir a propósito, no habrá problema.]

 

[¡¿No la cagaras si lo descubren?!] Puso más fuerza en su agarre. [En serio, no necesitas ponerte en peligro—]

 

[No quiero que seas sacrificada.] Feodor interrumpió. [En serio, no tengo idea de cómo debería tratarte, en la forma que eres ahora. Quizás sería mejor tratarte como una existencia peligrosa y arrestarte, o evitarme el problema y matarte aquí mismo.]

 

Las Leprechauns son una peligrosa existencia. Un fragmento de afecto es todo lo que les toma para que se vuelvan bombas explosivas voluntarias. Feodor entendía bien eso ahora. Podían realizar una destrucción masiva con solo un estallido emocional momentáneo. Lo que es más, la chica estaba retenida ahora por un espíritu fundamentalmente incompleto. Lakish y los recuerdos y fragmentos de esa otra persona se habían mezclado a la fuerza para crear algo que se asemejaba a la persona que una vez había formado. Es decir, era un barril de pólvora que podía irse en cualquier momento.

 

Otra razón para preocuparse era que esta chica estaba usando el cuerpo de Lakish, significando que la explosión resultante sería excepcionalmente destructiva incluso para una Leprechaun. Dado cuán cerca estaba de ella, si su Venom se saliera de control, entonces el mismo Feodor sería borrado por completo con todo rodeándolo.

 

[¡En ese caso, entonces—!]

 

Agito su cabeza. [Si no sabes cuál es la mejor opción para tomar, solo haré lo que quiera. Justo ahora, quiero priorizar tu felicidad.]

 

La chica se calló.

 

[¿Hey…?]

 

[¿Sí?]

 

[Puede ser un poco tarde preguntar esto, pero ¿cuál es tu nombre?]

 

[Feodor… Feodor Jessman.]

 

Feodor, ella murmuró, diciendo el nombre en su boca. Había querido hablar consigo misma, probablemente, pero sus labios estaban tan cerca a los oídos de Feodor que oyó por poco su nombre mezclado en su respiración. Su corazón saltó, y un poco de agitación empezó a flotar en su cerebro.

 

[Que—] Empezó, como si tratara de acabar con todas las ideas inapropiadas. [¿Cómo debería llamarte?]

 

Luego de una corta pausa, la chica río levemente. [Qué rara pregunta.] Ella dijo en broma. [Eres alguien que conocía… más bien, alguien con quien era cercana, ¿no? ¿No ya deberías saber mi nombre?]

 

[Eso es… supongo.]

 

¿Y esa… esa cosa es como la fusión usando el espíritu de Lakish como un ingrediente?

 

Recordando las palabras que le había dicho a Aiseia solo hace unas horas antes, Feodor cerró sus ojos. Tenía que tenerlo en mente. Incluso si su forma no había cambiado, incluso si su voz no era la misma, incluso si el calor y la suavidad que sintió en su espalda era justo cómo recordaba que sería, la verdad era que Lakish Nyx Seniolis ya no existía.

 

[Lakish…]

 

[¡¿Qu—?!] Su respirar se atascó.

 

[Así es cómo me llamaste… Esas hadas de antes me llamaron de la misma forma. Es decir, ese era mi nombre para ti. ¿No es cierto?]

 

[Ah… Ahh… Uh…]

 

Feodor trago saliva, preparándose. ¿Preparándose para qué? No lo sabía.

 

[Eso es.] Dijo sin ganas, sin asentir, teniendo sus ojos fijados directamente al frente.

 

Ella ya no es Lakish Nyx Seniolis. La chica que tenía ese nombre, la pura, honesta y sensible chica que atesoraba a sus amigos y era atesorada por ellos en cambio, la chica que era como una hermana mayor para Apple, Marshmallow, Tiat, Collon, y Panival, que las cuidaba cuando estaban causando problemas, no se encontraba en ningún lugar. Sabía eso, pero aunque lo sabía…

 

[Tu nombre es Lakish. Eres un hada soldado madura, y una de mis subordinadas.]

 

[Hada…] Ella murmuró, como si se asegura que sabía lo que significaba. [Eso… es. Es cierto. Soy un… hada…]

 

[Recuerdas ahora, ¿verdad?]

 

[Sí, pero habría preferido que no.]

 

[¿Por qué es eso?]

 

La chica dudo. [No recuerdo mucho, pero creo… Odio a las cosas llamadas hadas. Armas desechables desperdiciadas sin poder saber lo que han salvado. Aun ahora, siento repudio por ellas.]

 

Feodor río inadvertidamente.

 

[¿Qué es tan divertido?] La chica pregunto.

 

[No, no es nada.] Feodor agitó su cabeza. [Me siento un poco feliz.]

 

[¿En serio? Aunque no creía que estuviera diciendo todo a placer.]

 

[No es eso, es más como tú dijiste. Pensar que hay un hada que piensa de la misma forma. Yo pensé que estaba solo con este sentimiento, así que encontrar a alguien más que piense de la misma forma que yo es alentador. Sí, me has dado más coraje.]

 

El sonido de la lluvia parecía hacerse más ruidoso. Era como si el área bajo la sombrilla fuera cortada del resto del mundo; un espacio asolado para los dos.

 

[Feodor… ¿eres una persona extraña?]

 

[Hey tú, no es como si no supiera eso, pero oírlo de ti sí que duele.]

 

________________________________________

 

Es probable que hubiera caminado cerca de 500 metros hasta llegar a su destino; una tienda metida en un rincón de una calle relativa a un bloque. Un nuevo letrero fuera indicaba que era una tienda de muebles.

 

Feodor abrió la puerta, de inmediato atrajo la atención de un Orco de apariencia aburrida y vaga limpiando productos. Incluso si eran de razas diferentes, podía decir que esos ojos estaban llenos de sospechas. En serio, era una reacción natural; acababa de entrar empapado por la lluvia, llevando a una joven sin marcas con ropa rota. Cualquiera podía ver que tenían problemáticas circunstancias escritas en sus rostros.

 

[Perdón, cerramos por hoy.]

 

[Lo sé, lo sé, pero tengo una orden urgente. Necesito una mesa extra grande de vidrio curvada al estilo Collinadiluche, una media docena.]

 

[¿Qu…?] La boca del orco se abrió a lo que pudo haber sido una expresión de sorpresa. [No tenemos muchas en reserva, así que tendremos que esperar cerca de dos meses.]

 

[Es desafortunado, porque tengo prisa. ¿Puedes tenerlo dentro de al menos 40 días?]

 

[Claro, déjame confirmarlo con el gerente. Por favor espera aquí.] El Orco señaló a un cuarto adjunto, luego desapareció en lo más profundo de la tienda.

[¿Qué fue todo eso?] La chica pregunto mientras Feodor entraba al cuarto y por fin la bajo de su adolorida espalda. [¿Mesa de vidrio?]

 

Asomó su cabeza afuera para asegurarse que no hubiera algún otro cliente en la tienda o sombras vagando en la calle, luego se acerco a su oído. [Llamar al gerente era un código. La tienda trata en… negocios, digamos, que se diferencia de lo que el letrero dice.]

 

[¿Cosas ilegales…?]

 

[Digamos que es el tipo de lugar que solo negocia con VIPs. Compartes confidencialidad con sus clientes, y mientras no rompa su código están dispuestos a acomodar la mayoría de peticiones. Tampoco se van a meter en las circunstancias de sus clientes, así que incluso alguien como tú, en tu situación, será…]

 

La chica pellizco su muslo, fuerte.

 

[¡Espera, ouch, ouch! Tú—]

 

[Hey. Llámeme por mi nombre, ¿bien?] Su voz se calmó.

 

Feodor recordó algo que había oído antes; para las hadas, sus nombres eran bastante importantes, especialmente el nombre que otros les daban— Es decir, llamar a alguien más por ese nombre era tabú. ¿Sí estará bien darle a esta chica el nombre de Lakish? Feodor aún se encontraba dudando, quejándose por alguna cosa a pesar que ya están lejos.

 

[Por favor. No quiero volver a perderme.]

 

[Entiendo…] Él asintió. [Lakish, podemos discutir tus circunstancias aquí. No solo donde te quedarás esta noche, sino también que estás planeando hacer algo luego.]

 

Una alegre sonrisa apareció en su rostro, una que parecía a ver salido desde las profundidades de su corazón. [¡Está bien!]  

 

________________________________________

 

De paso, los Orcos estaban disgustados en una forma diferente a la mayoría sin marcas. Había muchas razones para eso, una es lo tremendamente feos que eran— incluso tomando en cuenta los duros estándares variados de belleza en Regul Aire. También tenían un fuerte sentido de comunidad y unidad dentro de su propia raza, al punto de excluir a otras razas. Quizás debido a su corta esperanza de vida, habían descartado la espiritualidad y pusieron su fe en deseos materiales. Como resultado, habían desarrollado un peculiar conjunto de valores poco atractivos para cualquier otra raza.

 

En resumen, toda su raza era egoísta. Planes a largo plazo era un concepto extraño para ellos, porque no vivían tanto para empezar. Rechazaron la acumulación de conocimientos y confianza, se condujeron sin considerar cómo otros los veían o los problemas que daban a las personas a su alrededor.

 

Con sus grandes números y en su típico estilo dominante, habían pasado por muchas ciudades, acumulando riquezas y creando comunidades compuestas solo de hermanos. No podían hablar de la economía de la mayoría de islas sin hablar de los Orcos.

 

La explicación oficial para la destrucción de la potencia económica anteriormente conocida como la Federación Mercantil Elpis fue que los militares habían actuado por su cuenta. Pero Feodor sabía la verdad. Los que habían deformado los planes de la armada por egoísmo— quienes habían lanzado a Elpis al camino de la irreversible tragedia— no fueron otros que los Orcos comerciantes. Eran los enemigos; despreciables enemigos que le habían arrebatado a su cuñado, su familia, su hogar, todos y todo lo demás que atesoraba.

 

Cinco minutos luego en el cuarto de recepción, Feodor y Lakish habían prestado toallas para secarse a lo más que pudieron antes de sentarse en el suave sofá.

 

[Así que eres Feodor Jessman, ¿nuestro compañero de armas?]

 

Algo se sentó al otro lado de la mesa, una masa de joyas que hablaba el Continental fluido. Usaba un abrigo de terciopelo cubierto con hilos de oro y un pesado broche engalanado con una gigante gema de rutilo y iolita. Sus gordos dedos estaban adornados con múltiples anillos gruesos de oro, llenos con grandes y llamativas gemas.

 

Una vista cercana reveló un trozo de grasa adornado con brillantes gemas. Una vista más cercana, lo suficiente para darte nauseas, revelaría que esa bola de grasa es en realidad un rechoncho Orco macho.

 

[Oí que eras un sin marcas, pero eres más joven de lo que había pensado.] La masa de joyas desveló ser un gordo Orco que inclino su cabeza levemente.

 

[Sabía que mi edad luciría inusual, es por eso que he usado intermediarios para contactarte hasta ahora.] Feodor dijo, suprimiendo sus mezclados sentimientos. [¿Eres al que llaman Giggir Mozag?]

 

Giggir— tanto como Feodor sabía— no era uno de los comerciantes involucrados en el Incidente Elpis. Consecuentemente, no era responsable por la muerte de sus seres amados. Aunque entendía eso, aún le tomó todo lo que tenía para mantener su compostura frente al comerciante Orco. Reajusto sus anteojos, colocándolos en su lugar con su expresión calmada.

 

[Sí, eso eso.] El Orco decorado con una cantidad de joyas solo podía ser descrito como bastante desagradable— Giggir Mozag, el representante de la Spessartine Trading— asintió con lentitud con su cabeza, lo que se asemejaba al rostro de un puerco aplastado. [Como tu visita fue algo abrupta, no pude preparar algo para dos. Estos tipos pueden estar acompañándonos, pero por favor, no les pongas atención.]

 

Robustas bestias vestidas en negro se paraban a cada extremo de la mesa, algunos detrás de Giggir y el resto detrás de Feodor. Él los miro sin más. [Tienes muchos guardaespaldas. ¿Algo pasó?]

 

[Ah, antiguos comerciantes de Elpis han estado muriendo recientemente. El rumor es que el asesino es un sin marcas, así que puedes entender mis medidas.]

 

[¿Oh?] Bueno, no es gran sorpresa. Nunca es sorpresa ver Orcos haciendo enemigos, no importa cuántos o de dónde sean ellos. Feodor agitó su cabeza. [No me importa, no es como si fuéramos tan cercanos. Cada uno de nosotros mantiene constante vigilancia que todo salga perfectamente.]

 

[Gracias por entender.] El cuello del Giggir se sacudió mientras asentía con entusiasmo.

 

[Como sea.] Feodor aclaró su garganta. [Volver a presentarnos sería extraño, así que me saltaré las formalidades. Perdón por la repentina visita, pero muchas cosas han cambiado recientemente.]

 

[Adelante.]

En contraste a su ruda y vulgar apariencia, inteligencia salía de las profundidades de los pequeños ojos calmados del Giggir. ¿Hay algo que no entiendo debido a la diferencia entre nuestras razas? Escondiendo su confusión, Feodor fingió calma mientras continuaba. [Tengo dos peticiones hoy. Primero, ¿puedes cuidar de esta chica por un tiempo?]

 

La mirada del Orco se puso en la chica— Lakish – sentada a la par de Feodor. Levanto sus hombros con nervios. [¿Qué? ¿Yo?]

 

[¿Una mujer sin marcas?] Su hocico se arrugo en disgusto.

 

[Naturalmente, teniendo en cuenta su máxima seguridad y darle un trato decente. ¿Hay algún problema con eso?]

 

[No, no. Pero ¿puedo preguntar por tus razones?]

 

[Es una de las cartas del triunfo de la Guardia Alada. Parece que nació en especiales circunstancias, y de alguna forma es capaz de activar poderosas armas antiguas que nunca han sido usadas antes.]

 

No era mentira, pero Feodor también cuido no revelar más información de la necesaria. Lo que tenía que hacer ahora era atraer la atención del Orco y hacerle reconocer el valor de su protección.

 

[Q-Qu—] Lakish se lanzó a él en sorpresa mientras Giggir asentía. [¿Qué estás diciendo de la nada?]

 

La existencia de las Leprechauns era clasificada de secreto militar. No era algo fácil de exponer. Feodor sabía eso ya, pero…

 

[Esas armas pueden manejar golpes decisivos a las Bestias. Ya se han probado en batalla. Y—esta es la parte importante— su efectividad contra el Croyance fue probada hace unos días.]

 

[¡Espera! ¡Aguarda allí!]

 

[Oho…] El Orco inspecciono a Lakish como un nuevo interés descubierto.

 

[Fue reclutada a la fuerza por la milicia y transportada a la isla debido a su talento único. No hace mucho, escapó de la base, donde la aseguré. Sin decir más, obtener su cooperación es vital.]

 

[Ya veo, ya veo…]

 

[¡H-Hey, no solo te muevas, mierda!] Lakish le pego una mirada a Feodor mientras saltaba sobre él. [¡Merezco una explicación!]

 

Feodor se tosió incómodo. [Aaannd… me gustaría moverme ahora, así que nos encargaremos de eso luego.]

 

[No trates de engañarme, Feodor.] Siseo con peligro. [Dime para qué estás tratando de usarme. Le haré cara, pero me gustaría saber en lo que estoy involucrada.]

 

[Incluso si dices eso…]

 

Él miro al Giggir, quien se bajó de hombros como para decir que estás aquí por tu cuenta. [Dicho simple, este Orco es uno de mis colaboradores. Aprueba el plan que estoy tratando de realizar… No, más bien, ha reconocido algún valor en mi plan y ha estado patrocinándome todo este tiempo.]

 

[¡Har!] Giggir río, sus hombros se movían sin rumbo. [Lo haces sonar como que nuestra relación parece tan buena, ¿no?]

 

[¿Y qué quieres hacer?] Lakish presionó.

 

[Quiero detener el monopolio de la Guardia Alada en las armas Anti-Bestias. Uno de mis planes es robarte— y las otras – de ellos.]

 

[¿Huh…?] Ella pestañó en sorpresa.

 

[No dejaré que sean usadas y desechadas como herramientas convenientes. Seré el que las protegerá a todas ustedes.]

 

[Oh…]

 

Se echó al sofá con un fwoop, hundiéndose lo más aturdida en él como si su energía hubiera sido drenada. [Sí, eso es… es cierto…]

 

Giggir trató pobremente ahogar su risa, actuando como si estuviera observando un show particularmente divertido. Feodor suspiro. [En todo caso, esta chica es una desertora de la Guardia Alada. Además de eso, debido a ciertos incidentes, ha perdido parte de sus recuerdos. Hay límites en cuán bien puedo esconderla, así que me gustaría tener su seguridad con alguien en quien confía. Esa es una de las razones de pasarme por aquí de pronto.]

 

[Ya veo. ¿Cuál fue la segunda razón?]

 

[Me gustaría que prepares una herramienta que pueda romper sin más una caja de madera.] Feodor fue rápido por las especificaciones: quería remover lo que estaba en la caja llevada en la base de la Guardia Alada el otro día, lo suficiente grande para que un adulto sin marcas entre.

 

[¿Hm? ¿Estás planeando cambiar carrera para ser un ladrón?]

 

[Algo como eso. Estoy yendo por el Almacén Confidencial Cero. La ruta de infiltración es algo que ya ha sido explorada.]

 

[¿Almacén Cero…? ¿Dices eso otra vez?]

 

[El llamado Barril de Pepinillos, ¿verdad?]

 

[Estás bien informado. Eso es.]

 

El Orco masajeó su ceño con su gordo dedo. [Como siempre, se te ocurren algunas locas ideas.]

[Eso es porque es mi objetivo más loco de todos.]

 

Sonidos de puerco vienen de la garganta del Giggir mientras su marrano rostro crea una sonrisa. El rostro feliz de un Orco era algo que se mantendría apareciendo en sus peores pesadillas una vez la ha visto. [¡No estás mal! ¿Y qué hay en la caja?]

 

[No estoy seguro. Algunas cuantas personas saben lo que hay dentro, y no tengo suficientes pruebas para hablar de mis teorías con confianza.]

 

[Pero ¿vale la pena tomar el riesgo de entrar al Barril y robarlo cuando incluso no sabes lo qué es?]

 

[Eso es. Si mi teoría es correcta… Es algo que puede servir como disparador.]

 

Giggir libero un profundo respiro. Como si hubiera recordado que existió, tomó la copa de té negro frente a él y se lo bebió en un solo trago. [Y por fin va a empezar. ¡Qué encantador! ¡Qué encantador! ¡Oh, debemos ver las otras preparaciones rápido!]

 

Compartieron una sonrisa suprimida.

 

[No entiendo nada de lo que va, pero puedo decir que no era nada bueno.] Lakish murmuro, sus ojos medio cerrados.

 

[¡Correcto!] Feodor le mostró sus dientes en una sonrisa. [¡Ahora estás siendo usada para un vil plan!]

 

[Sí, parece eso. Bueno, como sea.] Pudo también haber bostezado por cuánto interés ella parecía tener.

 

[Bien, espera. Sé que es raro para mí preguntarte esto ahora, pero ¿estás bien con eso?]

 

[Incluso si no es nada bueno, es importante para ti, ¿cierto?] Ella le dio una leve sonrisa burlona. [Prosigo, prácticamente estás arrojando todo lo que conseguiste por esto.]

 

Era una inconfundible sonrisa seductora. Una expresión que nunca había sido vista en la Lakish original, quien era sincera a un punto preocupante.

 

Mierda…

 

Lakish Nyx Seniolis de verdad se había ido de forma irrecuperable.

 

Feodor nunca más volvería ver su gentil sonrisa vigorizante.

 

Mientras se daba cuenta de eso, sintió un fuerte dolor en lo profundo de su corazón.


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