Noche en Vela

Esa noche, Tiat Shiba Ignareo tuvo problemas para dormirse.

Le dejamos Lakish a Feodor.

Incluso si lo habían decidido como un grupo, era difícil para ella estar cómoda en cómo había terminado. ¿Y qué hay de Lakish? ¿Está lastimada o hambrienta? No ha sido atacada por algún canalla, ¿verdad? Tiat dijo y giro en su cama, incontables preocupaciones pasaron ante sus ojos.

[¿No puedes dormir?] La apagada voz de Panival llegaba de la cama a la par.

[Perdón. ¿Fui muy ruidosa?]

[Mm, no. Tenía cosas en mente. Probablemente del mismo tipo que las tuyas, creo.]

Ya veo, Tiat pensó.

[Hey, Tiat. ¿Crees que está a salvo?]

[No lo sé. Pero quiero creerlo así.]

[Sí igual.] Panival suspiro. [Bueno, Feodor está afuera buscando. Dará lo mejor para encontrarla.]

[Sí…]

Podía acordar con eso. Al fin que, era Feodor de quien discutían, quien tenía una mala reputación (entre Tiat y las otras hadas) por ayudar sin necesidad a otras personas. No podía imaginarlo holgazaneando, y probablemente seguiría buscando solo incluso si se le dijera detenerse.

¿Y estaba preocupándola respecto a la situación con Lakish?

Cuando Feodor la encuentre, ¿en qué tipo de estado estará? Y Feodor – ¿Qué hará entonces?

Feodor haría lo que pensara que sería lo mejor para Lakish. Eso fue lo que le había pedido hacer. Se lo había confirmado.

[Hey, ¿Panival?]

[¿Sí?]

[¿Él traerá… a Lakish de vuelta a nosotras?]

Luego de una breve pausa, Panival respondió. [Él es grande, podemos tener fe en sus habilidades, claro… pero no es a eso a lo que te refieres, ¿verdad?]

[Bueno, um, incluso si encuentra a Lakish sana y salva, puede refugiarla o dejarla libre. Es probable que trataría de actuar genial y decir algo como “¡No debes regresar a la armada, debes ser libre!”]

Otra vez, Panival se pausó antes de responder. [Podía hacer algo como eso.]

[¿Cierto?]

Un bulto debajo las mantas de la litera a la par de ellas se retorcía y movía. [Si eso es lo que pasa, está bien.]

[¿Te despertamos, Collon?]

[No puedo dormir. Mal sueño.]

Ya veo, Tiat pensó otra vez. Ni Panival ni ella misma podían dormir, así que no era raro para Collon estar igual. Al fin que, siempre habían hecho todo juntos, desde hace tiempo.

[Justo ahora… L-Lakish no nos recuerda para nada, ¿cierto? Deberíamos ir a pelear sin ella. Eso es… eso es seguro lo mejor.] Aunque trató de tener palabras de acero, Collon no podía esconder cuánto su voz se agitó.

[Collon…]

[¡Al final, si hacemos eso, podemos proteger a Lakish al pelear!]

Tiat se perdió en palabras. Panival no dijo nada tampoco… Apuesto que está sonriendo con la usual sonrisa, la que dice “caramba” en una increíble y feliz forma.

Recordó el día cuando había tratado de adelantarse al Croyance. Luego, Collon había estado enojada con ella.

[¡Prometimos vivir y morir juntas! ¡Las cuatro vinimos a esta isla para pelear hombro a hombro, porque de otra forma seguro moriremos solas!]

Si podía asumir que Lakish estaba a salvo en algún lugar, la situación se había revertido. Ahora Lakish estaría en algún lugar segura y lejos del campo de batalla, mientras la tres tenían que dirigirse a una muerte certera.

[Es cierto… No se ve tan mal.] Tiat dijo levemente.

Recuerda. ¿Cuándo fue… cuando le pregunté a Feodor si quería ser el novio de Lakish?

El contexto ahora era muy difícil de antes, pero quizás aún sería posible para esos llegar a algún tipo de fortuna. Si Feodor y Lakish podían apoyarse entre sí y vivir juntos en esta Isla, la cual era protegida por las tres, parecía funcionar.

[Pero es un poco frustrante.] Panival se río. [Llegue a acércame más a Feodor ahora si tengo que ir y confiar todo a alguien más ahora, voy a sentirme más bien envidiosa.]

[¿Eh? ¿Qué? ¡Es la primera vez que escucho esto!]

[Cuando ustedes estuvieron fuera por su misión, tuve la oportunidad de cruzas emociones – y palabras – con él. Nos llegamos a conocer. Por privacidad, no puedo discutir ningún detalle.]

[En serio…] Tiat se hecho atrás por cuán fría su voz sonaba. [D-Digo, está bien, sí. ¡No me importa en lo más mínimo con quién se lleve bien, sí! Sipi.]

La otra hada se río. [Lo sabía, Tiat. Eres tan adorable.]

[¡No tengo idea de lo que estás hablando!]

[Voy en serio. Realmente es adorable ver ese lado femenino de ti, ¿no crees?]

Tiat entendió menos y menos. Estaba por dispararle de vuelta cuando fue interrumpida por un ronquido mientras una forma sin estilo se alzaba de otro rincón de un cuarto. Como si hubiera salido de la misma noche, una pequeña silueta se arrastró de la temporal cuna de niños. Se salió de la mitad bajo de la litera en la que Tiat estaba durmiendo— donde Lakish había estado hace un momento.

Aunque no había nadie allí ahora, aún estaba murmurando. [Bañooo.] Es probable que estuviera medio dormida.

Tiat se permitió un pequeño bostezo, luego se arrastró debajo de su manta para bajar desde arriba. Aterrizando sin sonido, colocó su mano suavemente encima de la cabeza de Riel. [Baño, ¿huh? Bueno, vayamos entonces.]

[Hn… ¿Tet?] Riel se sobó sus ojos. [¿Akesh?]

[Ya no está aquí…]

[¿Hmbien?] Riel asintió levemente, su rostro mostrando que no entendía bien. Ella sacó su mano derecha, al parecer queriendo que Tiat la tomara. Tiat lo hizo, y sintiendo la calidez en su mano, dejo el cuarto junto a ella.

El pasillo era brillante, pero no era de las lámparas de afuera. Mientras Tiat miraba al cielo fuera de la ventana, vio una gran luna plateada flotando en un perfecto circulo.

Ella ya no está aquí más…

Las palabras que había dicho resonaron en sus oídos. Eso es. Lakish ya no está aquí.

No importa cuán duro las tres pelearan, no importa cuán fuerte podía desearlo, no había nada más que pudiera hacerse por la felicidad de Lakish ahora.

Ella lo sabía. Aunque sabía eso, aun así…

[¿Tet? ¿Llorar?]

[No estoy llorando.]

Tiat limpió sus ojos levemente, y camino por el pasillo.