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La Oficina del Comandante de División

 

Era tarde en la noche cuando Feodor regresó a la base de la Guardia Alada y reportó al Primer Oficial que había sido incapaz de encontrar a Lakish. En cuanto a la razón, dio una explicación plausible: pudo haber sido acogida por algún ciudadano o así.

 

[Aunque será más difícil seguir la búsqueda, al mismo tiempo determiné que la urgencia de encontrarla fue reducida, así que volví para hacer mi reporte.] Feodor concluyó.

 

El Primer Oficial hojeó el papel en sus manos. [Es decir, no es como si la encontrásemos muerta en las calles si dejáramos la búsqueda por un par de días. Es bueno y conveniente para nosotros. Aunque…] Rascó su rostro con fuerza. [Se siente casi muy conveniente.]

 

Feodor se aguantó las ganas de chasquear su lengua. El Primer Oficial podía parecer ser relajado, pero ciertamente no era tonto. Había pensado que su reporte fue construido sin fallas, pero de alguna forma el Armado había encontrado señales de una mentira.

 

Aunque, era solo una pista. Si no estuviera seguro de eso, Feodor podía confundirlo tanto como necesitara. [Claro que aún tenemos razones para sentirnos intranquilos, pero si miras a la evidencia, creo que se verá que es una conclusión natural a llegar.]

 

[Hrm… supongo eso. ¿Cuáles son tus planes desde ahora?]

 

[Pendiente del permiso para hacerlo, empezando mañana me gustaría seguir preguntando y buscando. Se hace necesario buscar más con cuidado sin ser precipitados, así que creo que necesitaré algo más de tiempo.]

 

[Bueno, tienes un buen punto …] El Primer Oficial murmuró. [Oh bueno, no se puede evitar. Asignaré tus deberes a alguien más, y por ahora, por favor sigue concentrado en tu búsqueda.]

 

[Entiendo, señor.] Feodor colocó su mano en su pecho para inclinarse – y se sorprendió al encontrar su campo de visión volviéndose confuso. [U-Ugh…]

 

[¿Algo pasa?]

 

Giró su cuello ligeramente. [No, es solo confusión.]

 

[Diste muchas vueltas, ¿supongo? Hiciste suficiente por hoy, date prisa y descansa algo.]

 

Está mal. Feodor no recordó presionarse tanto. Si es algo, estaba confiado que no era tan débil que tomaría algo de ese nivel para debilitar su salud. Tiene que ser algo más.

 

Pensando acerca de donde pudo haberse originado, solo una cosa le venía: la vez que había usado los ojos de Imp en Lakish hace unas horas antes. Era un poder que nunca tendría éxito usándolo genuinamente hasta ahora, y por coincidencia o como sea que puedas llamarlo, había funcionado a la perfección. No podía discutir la posibilidad que había puesto su cuerpo bajo cierta carga.

 

Patético. Aunque este es mi propio poder, ni siquiera sé qué tipo de efecto puede tener en mí…

 

[Muchas gracias, señor. Haré eso.]

 

Feodor tenía a Lakish preocupada ahora, así que no pudo descansar bien. Por el otro lado, no habría punto en presionarlo mucho y colapse. Asintiendo para sí, Feodor se giró para retirarse de la oficina, decidiendo en su corazón que dormiría hasta el amanecer—

 

[¡Perdón!] La puerta justo frente a él se abrió y un preocupado Alogantropos— un Privado de Primera Clase— entró. [¡Tenemos un reporte de los distritos norestes de Lyell! ¡Ha habido un incidente – un edificio de tamaño medio colapso!]

 

El Primer Oficial gruño. [Una vez más, ¿huh?]

 

[¡Hay más! ¡Una explosión de escala media ha sido observada, y predecimos que la presión de vapor de las válvulas en las facultades subterráneas ha llegado a su límite!]

 

[Una vez más…]

 

 

Era natural para el Primer Oficial ser tan molesto. Lyell era una ciudad construida de máquinas, y ya que se podían auto-reparar hasta cierto punto, al final no podían persistir por siempre sin mantenimiento. Junto al deterioro y fallas de las máquinas, la ciudad que se apoyan en algunas de esas máquinas para mantenerse lentamente se perdía. Cada día, poco a poco, esta ciudad estaba siendo eliminada.

 

[Bueno, ¿ha habido alguna perdida civil?] El Primer Oficial preguntó.

 

[Sin confirmarse, pero es probable que habrá varios heridos. El Tercer Oficial Nilulerod ha iniciado operaciones de búsqueda y rescate, evacuando residentes. Aunque luego de ese hecho, nos gustaría conseguir su autorización.]

 

[Ah, no se puede evitar. Tendremos que decir algo como “Si piensas en ello, todos son una víctima de las Bestias al final y nadie se quejará de ello. Vamos, a por ellos”.]

 

Además de existir para preservar todo Regul Aire, la Guardia Alada tenía todo tipo de restricciones colocadas en sus actividades. En particular, las acciones que benefician ciudades específicas eran mal vistas.

 

[¡Entiendo!]

 

Feodor observó el saludo del Privado Alogantropos y rápidamente dejo la oficina. [Esos incidentes solo siguen pasando, huh.]

 

El Primer Oficial se bajo de brazos. [Ningún técnico habilidoso está en la ciudad ya, así que de verdad no se puede evitar. Es bastante lamentable querer hacer a alguien hacer algo al respecto, pero al final, es un problema del que el gobierno de la ciudad es responsable. No es cosa nuestra estar preocupados por esas cosas.]

 

[Eso… es cierto.] Feodor respiro con pesadez. [Muy bien. Si me disculpan.]

 

Se inclinó una vez más, esta vez se retiro de la oficina apropiadamente, cerrando la puerta detrás de él.

 

 

 

Por ahora, todo fue bien. Sin dejarlo mostrarse en su rostro, se sintió aliviado. Por el momento, el Primer Oficial había aceptado su versión de los eventos. Algunas cosas podían haber parecido fuera de lugar, pero si eso era todo, no sería problema. Lakish estaría a salvo por un momento, y el mismo Feodor aún podía operar con libertad.

 

Quizás porque se había permitido relajarse momentáneamente, un gran bostezo escapó de su garganta. Supongo que iré y descansaré un poco.

 

Cubriendo su boca y dejando una pequeña lágrima salir de sus ojos, Feodor camino por el pasillo.


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