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Quien Ahora Está al Costado

 

Lakish sostuvo una espada– más bien, un arma en escaza forma de una espada— que había recogido en algún punto. Era una amalgama de docenas de fragmentos de metal, luz sin colores se vertían de las grietas entre ellas, hablando de una cristalización de un enorme poder esperando liberarse.

 

Un solo flash rasgó la noche.

 

Aunque fue tomada por sorpresa, Tiat reaccionó como lo necesitaba. Activando su Venom con prisa, bloqueó el golpe con su energética Ignareo. Un destello de luz rasgo el cielo, acompañado por la rejilla del metal en el metal.

 

[¿No… eres… Lakish?]

 

[Ah, alguien lo sabía, justo como pensé.] La chica que se le cruzo estaba calmada y fresca. [Lo siento. No te recuerdo.]

 

[Pero eso es…]

 

[Lo siento.] La chica de cabello naranja movió la hoja de Seniolis a Tiat otra vez, pero no pretendía seguir peleando en un ataque unilateral. Las alas ilusionarías que habían iniciado a desaparecer estallaron otra vez mientras daba un gran salto, tratando de tomar ventaja en la altura en su batalla. No lucía como una mala idea; Tiat ciertamente era capaz de dar una buena pelea. Ignareo repelió la otra espada cinco veces, y tres veces más la misma Tiat pudo girar y esquivar un golpe.

 

Eso era todo lo que podía manejar.

 

Ignareo se arqueó por el cielo, girando y girando, mientras Tiat colapsaba sin más de cara con un leve golpe.

 

[De casualidad, ¿tú…?] Feodor trago con ganas, su garganta dolía con fuerza. [¿La mataste?]

 

[Nah, claro que no.] Lakish bajo sus hombros. [Solo eliminé el Venom en su cuerpo fuera de balance y se desmayó. No hay forma que la mataría ni nada. Al fin que, ella es tu amante, ¿no?]

 

[No, no, no—] Feodor trató de mover su brazo y se retorció en agonía.

 

[Solo pude entender un poco de lo que ustedes estaban diciendo antes, pero seguro que luce que ambos se aman de todo corazón, ¿no?]

 

[¡No! ¡Nos odiamos de todo corazón!] Feodor protesto, lidiando con la ardiente agonía. Estaba seguro que si Tiat estuviera despierta, concordaría de una vez.

 

[Oh, así que ese tipo de relación engañosa…] Lakish asintió con sabiduría. [¿Están en esas cosas raras?]

 

[¡No tengo idea de lo que estás hablando!]

 

Tomando un lento respiro para calmarse, Feodor miró al durmiente rostro de Tiat, pensando cuán directa era. Siempre tratando de ser como el hada que admiraba, incluso arrojaría su vida por el bien de su objetivo— no era algo normal que las personas pudieran hacer. Solo un idiota puro e inocente haría algo como eso.

 

Es decir, estoy celoso de ella…

 

Era frustración, pero lo admitió.

 

Willem Kumesh, Kutori Nota Seniolis… tener personas que fueran y murieran, dejándote atrás, y aún ser capaz de amarlos. Esa es la fuerza del corazón de la que estoy celoso… es algo que nunca podría hacer…

 

Si fuera tan honesto como Tiat, es probable que no habría llegado a la distorsionada conclusión que hizo. Si solo se hubiera aferrado a la creencia que su cuñado estaba justificado, sin resentir o dañar a nadie para probárselo, quizás pudo haber vivido una vida simple en algún lugar. Aunque estaba renuente a imaginarlo, probablemente habría sido algún tipo de vida justamente feliz.

 

Sin embargo, no era así cómo iba. Feodor se había vuelto retorcido. Porque estaba retorcido, mostraba sus colmillos al mundo.

 

“Haré de mí un problema para ti,” ¿huh…?

 

Feodor pensó en la declaración que Tiat había hecho no hace mucho. ¿Qué significaba eso? Quizás pensó que Feodor, quien hace tiempo hizo un irremediable error, ¿aún tenía un as bajo la manga?

 

Bueno, había una cosa en la que podía pensar…

 

Es probable que se aferrara a esa creencia suya. La creencia que Feodor Jessman, habiendo tocado fondo, no se rendiría en sus planes. La creencia que su plan vacilaría en las luchas y determinación de las Leprechauns, que tendría algo que hacer al enfrentarlas para que acepten su no deseada salvación.

 

[No tienen ninguna habilidad para leer a las personas, al menos una de ellas.]

 

[¿Hm?]

 

[No, no es nada. Solo estoy hablando conmigo.]

 

Feodor puso su poder en sus pulmones. Aún está todo herido, pero no era al grado donde no pudiera moverse para nada. Si lo toma a la ligera, parecía como que incluso podía pararse.

 

[Vamos.] Lakish ofreció su mano. [No sé a quién terminarás eligiendo al final, pero por ahora, estaré a tu lado. Al menos, me dejarás tomar tu mano, ¿cierto?]

 

No había duda en eso. La calidez de la mano que Feodor agarró le dijo que definitivamente estaba enamorada. Un falso amor que se había grabado en sus ojos. Fue algo que nunca podía y sería perdonado por esos que pelearon en nombre de la justicia. Era la prueba de la retorcida naturaleza en la propia lucha de Feodor.

 

No debo correr, Feodor pensó.

Tiat había dicho que sería un problema para él. Era por eso que necesitaba apilar la maldad tras maldad para que ella se opusiera, con el fin de no hacer su determinación un error y con el fin de prevenir que sus deseos se vuelvan realidad.

 

Con el fin de, solo por un momento, terminar con este mundo que existía sobre el sacrificio de esas chicas.

 

Sabía con certeza que solo era la propia lucha de Feodor Jessman, tomada de nadie más.

 

[Bien, vamos.]

 

Llevaron a Tiat al lecho de un árbol cercano, cubierta con una chaqueta, y sin algún significado particular en ello, miraron a la luna.

 

Luego de eso, el Imp una vez más hizo su declaración.

 

[Mi batalla… seguirá en marcha.]


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