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Capítulo Final: El Amanecer de una Nueva Leyenda

 

Cuando era pequeña, y siempre que mi padre tenía la oportunidad, me contaba la historia de un gran héroe.

 

Iba: [Hace mucho, mucho tiempo, había un caballero llamado Sir Sid. Era una época de desorden. Mientras el continente estaba siendo destrozado por la guerra, el Rey Arthur intervino en el conflicto por el bien de la paz de las personas. Y Sir Sid siempre estuvo a su lado, luchando por su bien. Si fuera por el Rey, acabaría con una armada de miles. Si el Rey estuviera en problemas, daría su vida para protegerlo. Este caballero era leal y valiente. Poseía la amabilidad de proteger al débil, la integridad de levantarse por el bien, y un apasionado odio por el mal. Sus hazañas y logros como un caballero eran interminables.]

 

El Sir Sid en las historias verdaderamente era un caballero entres los caballeros, y siempre las escuchaba con brillos en mis ojos. Sin embargo, ese día fue diferente.

 

[Y luego de todas esas aventuras, el caballero fue honrado como Sir Sid Blitze, el Caballero Relámpago. ¿Qué ocurre, Alma? Oh, ¿estás aburrida? Haha. Bueno, te he estado contando estas historias una y otra vez desde que eras pequeña.] Mi padre dijo. Viendo mi sombría expresión, me palmeó la cabeza.

 

[No, no es eso.] Dije, sacudiendo mi cabeza. Amaba las historias de mi padre acerca de Sir Sid. Las amaba tanto que no había forma que me aburriese— no importaba cuántas veces las escuchase. Sin embargo, había oído algo que no me gustaba.

 

[Sir Sid… ¿es tratado como un bárbaro?] Sí, había descubierto que las historias de mi padre de Sir Sid eran muy diferentes de las historias del Sir Sid que todos los demás conocían. El Sir Sid que todos los demás conocían era salvaje, cruel, y un caballero muy malo. Me hacía sentir deprimida cuando pensaba acerca del tipo de persona que podía ser el Sir Sid que tanto amaba.

 

Mi padre miró a mi triste rostro, acarició mi cabeza, y dijo. [¿Cuál de los dos piensas que es el real, Alma?]

 

[El Sir Sid del que hablas, Padre.] Respondí de corazón.

 

[Me alegra.] Mi padre dijo y sonrió como si estuviera bastante aliviado. [Eso es bueno, Alma.] No entendía la razón por el alivio de mi padre. [Eso es, Alma. Nosotros, la Familia Real de Calvania y el linaje del Santo Rey Arthur, debemos contar la verdadera historia de Sir Sid. No importa cuánto el mundo pueda hablar mal de Sir Sid, al menos nosotros debemos darle respeto. Nosotros debemos…]

 

[¿A qué te refieres?] Pregunté, pero mi padre no me dijo mucho.

 

En cambio, palmeó mi cabeza y dijo. [Un día, Alma, un gran mal caerá sobre nuestra familia. Puede pasarte a ti, o puede pasarles a tus hijos, o quizás a otro descendiente. Sin embargo, no hay nada que temer. Para que tengamos a nuestro caballero— un verdadero caballero que ha prometido protegernos incluso en la muerte. Sí, Sir Sid está con nosotros.]

 

Mi corazón siempre saltaría por las palabras de mi padre. Oh, si solo Sir Sid se convirtiera en mi caballero. Cuán maravilloso sería.

 

[Bueno, parece que tendrás que volverte un gran rey, Alma.] Mi padre dijo. Estaba afligido con una enfermedad mortal, y había fallecido, incapaz de tener un hijo. Mi padre entendía cuán cruel era hacerme, una mujer, un rey. Bastante consciente de sus fallos, aún me metía a este camino espinoso. [Si te conviertes en un buen rey, estoy seguro que Sid te ayudará.] Mi padre dijo y acarició mi cabeza. Es por eso que le prometí que me convertiría en un buen rey. Un rey tan grande que si me encuentro con Sir Sid, en serio quería servirme como mi caballero.

 

[Vamos. Corran. Corran como si tu vida dependiese de ello.] Sid dijo, y todos protestaron. Él y sus estudiantes estaban en el campo de entrenamiento en el Castillo de Calvania, como siempre, los gritos de los estudiantes de la Clase Blitze resonaban en el aire. Todos los estudiantes estaban vestidos en una pesada armadura de cuerpo completo mientras corrían, y Sid los observó con calma desde un rincón del campo de entrenamiento. Iniciando hoy, había decidido atar una bola de hierro y encadenar las piernas de sus estudiantes y hacerlos correr. De seguro, era más infernal de algo que hubiera experimentado antes. Sin embargo, nadie estaba quejándose. Los rostros de Alvin, Tenko, Elaine, Christopher, Lynette y Theodore estaban retorcidos de la fatiga y agonía, pero había una mirada seria en sus ojos. Todos sus rostros estaban llenos de ambición. Parecía que algo había cambiado dentro de ellos luego de la batalla en la capital.

 

[Hm, supongo que han madurado.] Sid dijo mientras observaba a sus estudiantes. Claro, con el fin de volverse caballeros verdaderos, aún tenían mucho que aprender y mucho más entrenamiento que hacer. La espada, el corazón, y el alma.

 

El camino para convertirse en un caballero aún era largo y uno duro. Aun así si la experiencia de esa batalla podía servir como un catalizador para algo más o para ser su primera paso en este largo y agotador viaje, seguramente tendría el significado. [Me ocuparé de todos ustedes. Soy su instructor al fin de cuentas.]

 

Luego del incidente en la capital, el nivel superior del reino estaba ocupado con el ordenamiento de una montaña de problemas. Limpieza de la postguerra, reorganizar la orden de caballeros, reconstruir las partes destruidas de la Capital Real, compensar a los ciudadanos cuyos hogares se les había sido arrebatados, reevaluar los movimientos de la nación demoniaca al norte… había muchas cosas que necesitaban ser hechas. En particular, el hecho que una gran bruja de la Orden Oscura de Opus había usado magia para infiltrarse en la Academia Mágica de Caballeros fue un gran shock para los niveles superiores. Había esos entre las facciones de los tres duques que trataron de usar la situación para usar la opinión pública en la habilidad de la Familia Real para gobernar. La mayoría de personas se rieron. Luego de la batalla, los representantes políticos de la Familia Real, Isabella, con su perfecta política, rápidamente compensó a los ciudadanos. Más importante, las personas habían visto al joven príncipe arriesgar su vida y enfrentar al dragón con sus aliados. Habían sido testigos de la batalla del caballero de la era legendaria que servían al príncipe. Todos los alababan como un rey entre reyes y un caballero entre caballeros, y las opiniones de las tres casas ducales fueron rechazadas por completo. En primer lugar, los tres ducados habían fallado en hacerlo mejor que el mismo Sid en las Planicies Fabome en el norte, así que no podían decir nada hacia la Familia Real.

 

El día corriendo había pasado, y Alvin y los otros jadeaban mientras se quitaban su armadura y colapsaban en un rincón del campo de entrenamiento.

 

[Buen trabajo. Trabajaron muy duro hoy.] Alguien lanzó una toalla a la cabeza de Alvin y cuando levantó la mirada, vio a Sid parándose a su costado.

 

[G-Gracias.] Alvin dijo, sonriendo. Estaba tumbada, pero levanto la mirada con su rostro cubierto de sudor y sonrió.

 

[Todos están trabajando duro últimamente. Cuando puse mis ojos en todo ustedes, no pude creer que tal grupo de debiluchos estuvieran tratando de convertirse en caballeros, pero gradualmente se están haciendo más fuertes.] Sid dijo y miró alrededor a sus estudiantes.

 

[Es porque todos ustedes, incluyéndome, nos dimos cuenta a la mal cuán inexperimentados somos.] Dijo Alvin. [Incluso si es un poco, estamos dando lo mejor para llegar a usted, Sir Sid.]

 

[¿Así es? Bueno, es una buena actitud, sigan así.]

 

[Haha. Bien.]

 

[Bueno, ¿qué si mañana añadimos una bola de hierro más?]

 

[P-Por favor, denos un respiro.] Alvin dijo con una sonrisa mientras Sid sacaba otra bola y camena de un saco. Compartían una mirada apasionada, y Sid, dándose cuenta, se echó a reír.

 

[¿Qué ocurre, Alvin? Tu entrenamiento estaba por ser más difícil, pero te ves como que estás de buen humor.]

 

[¿Qué? B-Bueno, es por eso…] La voz de Alvin se silenció, y murmuró con vergüenza y bajo su mirada. [E-Estoy feliz que vaya a estar de mi lado así.] Alvin dijo, y Sid estaba callado. [Realmente me alegra… que no desapareciera luego de la batalla, Sir Sid.] Alvin murmuró, sonando verdaderamente aliviada mientras miraba a su palma trasera de su mano derecha con la cresta de espada en ella.

 

[Al parecer, esta es la voluntad de Arthur.]

 

[¿La voluntad de mi sucesor?]

 

[Sin embargo, lo que realmente me tiene conectado a este mundo eres tú, Alvin.] Sid dijo viendo atrás a Alvin. [Me has mostrado tu determinación y valor como un rey. Como tal, es natural que te ofrezca mi espada.]

 

[N-Ni, aún lo soy…] Alvin se asustó y trató de ser humilde.

 

[Sí, aún no eres un rey.] Sid dijo con una gentil sonrisa.

 

[Dios, eres justo como tu ancestro— justo como Arthur. A pesar que tienes una bocota, eres ingenuo, sentimental y despreocupado.]

 

[U-Um…]

 

[Pero eso es lo que me atrajo de él. Bueno, te estaré vigilando por un tiempo estando a tu lado. Soy tu caballero al final de cuentas.] Sid dijo y le sonrió a Alvin, quien estaba empezando a sentirse deprimido. Por un momento, los ojos de Alvin se dieron vuelta.

 

[Haha, muchas gracias.] Alvin dijo mientras ellos se sonreían entre sí. [¿Sir Sid?]

 

[¿Qué pasa?]

 

[Gracias por volverte mi caballero.] Ella dijo, recostándose levemente y mirando a Sid. Alvin sintió sus mejillas ponerse más cálidas, pero no le importaba eso. Tenía algo que quería decirle a Sid.

 

[Estoy… realmente feliz. Muchas gracias.]

 

[No necesitas agradecerme. Lo hice porque quería.]

 

[Aunque estoy feliz. Digo, he estado soñando con este día desde que era pequeña.]

 

[¿Alvin?] Hubo un silencio entre los dos, pero no era uno incómodo. Era del tipo de silencio gentil que te hacía sentir tranquilo.

 

[Yo… desde que era pequeña, he—] Alvin empezó a decir algo, pero fue interrumpida. [¡¿T-Tenko?!] Sin decir palabra, Tenko se había entrometido entre Alvin y Sid. [¿Qué estás haciendo tan de pronto?]

 

Mientras Alvin se ponía nerviosa, Tenko se quedó en silencio y sus mejillas se hincharon algo infeliz. Eventualmente, exhaló como si se hubiera rendido y empezó a hablar. [Um, Sir Sid…]

 

[¿Qué ocurre?]

 

[Um, es solo que… perdí la oportunidad de decírtelo luego del ataque, pero… hay algo que quiero decirte.] Tenko dijo. Sid, sin embargo, inclinó su cabeza, asombrado a lo extraño que Tenko estaba actuando. [¡Perdón por todas las barbaridades que te dije!] Las orejas de Tenko se agacharon, y su cola se vino abajo mientras inclinaba su cabeza en disculpa.

 

[¿Hm? Realmente no estaba preocupado por eso, pero ¿qué es todo esto?]

 

[No eres un bárbaro. Eras un caballero. Más que cualquiera que nosotros, más que nadie, eras un verdadero caballero.] Tenko levantó su cabeza y tomó la mano de Sid como si estuviera rogándole. [¡Quiero ser un caballero como tú! Quiero la fuerza para proteger a alguien y la fuerza mental para ser un caballero. ¡Así que por favor enséñame! ¡Te lo pido, como un caballero que vivió en la era legendaria, que me guía y fortalece a través de mi inexperiencia! ¡Por favor maestro!] Tenko desesperadamente imploró.

 

Por un momento, Sid estuvo en silencio, pero pronto dijo. [Claro, está bien. déjamelo a mí, aprécialo. Pero te lo advierto, soy exigente. Da lo mejor por seguir el paso.]

 

[¡M-Maestro! ¡S-Sí!] El rostro de Tenko se sacó una sonrisa mientras lágrimas salía y su cola daba vueltas. [¡E-En ese caso, maestro, desde ahora, por favor déjeme a mí su cuidado personal! ¡Como su aprendiz, es natural, ¿cierto?! A-Además…] Mientras Teno se dejaba llevar, procedió a sugerir cómo debería comportarse como discípulo de Sid.

 

[¡H-Hey, ¿Tenko?! ¡Como sabes, Sir Sid es mi caballero, ¿bien?!] Alvin protestó, hinchando sus mejillas.

 

[¡P-Pero Sid también es mi maestro!]

 

[¡¿Qué?!]

 

[¡Pienso en ti como mi mejor amigo, Alvin, y realmente me preocupo por ti, pero no cederé cuando se trata de esto!]

 

[¡¿Huh?! ¡¿Qué?! ¡¿Q-Qué estás diciendo, Tenko?!]


[¿Huh? ¡M-Me pregunto qué! Haha.] Las dos empezaron a tener una vaga conversación. Mientras luchaban, Sid levantó la mirada al cielo. Era un azul brillante mientras las nubes se movían lentamente, y la luz del sol se vertía desde arriba. Era casi como si estuviera bendiciendo el camino que Sid estaba por tomar.

 

Jesús. Así que, ¿me estás diciendo que viva una segunda vez, Arthur? Sid levantó su mano derecha al cielo como si tratase de alcanzar a su viejo amigo y señor quien vivía en lo profundo de sus recuerdos y pregunto. ¿Por qué regrese a la vida? ¿Por qué tengo que vivir una segunda vez? ¿Qué pasó entre tú y yo? Sid aún no podía recordarlo. No lo sabía, pero… Bueno, a este paso, parece que no estaré aburrido. Sonrió mientras miraba a Alvin y Tenko, peleando a su costado. Claro, está bien. viviré. Observaré, Arthur. Vigila mi andar en este nuevo camino a la caballería. Sid pensó mientras su determinación llevaba allá de los cielos. 

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