06
El
Ángel y la Larga Tarde con la Chica
Modo trabajo: Listo.
Loquendo: Listo, cámara: apagada. Calidad
de Llamada: Pésima.
[¿Hola, Ángel?]
Probablemente no era la condición del
Wi-Fi o el servidor. La voz se congelaba, pero bueno, no podía evitarse.
[Sí, lo arreglaré. Podemos cambiar al
chat si empeora].
[Bien—]
[¿Qué te trae aquí?]
Makino era quien pidió tener la llamada
hoy. No dijo el por qué, pero probablemente era…
[Um… me le confesaré a Yuzuki-san].
[Ya veo… Te hiciste a la idea].
Traté de emanar un ligero y animado
tono, pero supongo que hasta allí podría llegar. Lo bueno fue el loquendo,
probablemente no podría hacer esto cara a cara.
[Tomó tiempo, pero finalmente conseguí
el coraje para confesarlo. Todo gracias a ti, Ángel].
[No, tú trabajaste duro]. Aunque no
podía quitarme esta negatividad.
¡Reacciona, Ángel de la Secundaria
Kuze!
[¿Algo más?]
[Nada. Te estoy apoyando, Makino].
Fracasé en alejarme ese amargo
pensamiento. Ella iba a rechazarlo.
[¡Huzzah! Aunque no estoy seguro cómo
confesarme… Hehe, perdón por apoyarme en ti “hasta el final” …]
[No te preocupes, son los gajes del
trabajo].
[¿Hoh? ¿Regresas el pronombre
“femenino”? Prefiero el “masculino”].
[Paso. Entre más lo uso, más probable
es que se me escape].
[Ahaha. Ya veo, no se puede evitar].
Hmph, no es para reírse. Necesito mantener mi identidad en secreto. Tener una
imagen de género neutral sirve para bien en facilitar la atmósfera de las
consultas.
[Ah— Qué frío. Pensé que podríamos haber
sido amigos]. Su tono se oscureció.
Claro, él no sabía que estaba en la
clase a la par. O que tuvo un partido de tenis con el Ángel unos días antes.
Pero lo siento, perdón por presionarte en un amor que nunca se hará realidad.
Aunque, no tengo arrepentimientos.
[Lo siento]. Claro, él no sabrá por
cuántas cosas me estoy disculpando.
[Eso entorpecería tu trabajo, ¿cierto?
Así que no es tu culpa].
[Sí… Gracias].
“Pensé que podríamos haber sido
amigos…” Makino, me temo que no tengo ningún derecho para ser tu amigo.
◆ ◆ ◆
Los siguientes días pasaron en un
pestañeo. Ir a la escuela, tomar clases, era todo.
No me había reunido con Minato desde
entonces. No había intercambiado una sola palabra con ella. También me tomé un
descanso de mi trabajo del Ángel. Había aclarado la consulta de Makino, así que
lo que quedó era la chica nueva, a la que ya me había disculpado.
Todo cayó en una rutina, mis
pensamientos también, eran un remolino. ¿Algo salió mal? ¿O era inevitable
desde el inicio?
No lo sé— no podía saberlo. Ella me
evitaba en la escuela, y mis mensajes eran dejados en visto. Incluso traté de
ir directo a ella. Terminé con ella lanzándome miradas de hielo que nunca había
visto. Estaba asustado. Nunca trataré eso otra vez.
Había hecho todo lo que podía pensar.
[Haha…]
Justo cuando pensé que podría resultar
estar bien. Había pensado que pude tener una oportunidad. Puede ser no mi
especialidad, pero tenía la voluntad y determinación. Diablos, incluso tengo
este raro poder. Seguramente, algo funcionaría, o al menos, algo a un nivel
aceptable…
[Hah—]
[Cállate. Tus suspiros me están
jodiendo]. Desde el puesto opuesto, Hiura se quejó.
Luego de la escuela, Hiura se pasó su
club y me arrastro a un McDonald’s en el camino. Un poco más al oeste del Lago
Biwa donde le hablé a Minato. Además, las personas de Shiga están locas por McDonald’s.
Bueno, estamos en Kansai, es como las cosas funcionan aquí.
Hiura cruzó sus piernas en la silla de
forma peligrosa, sus manos están ocupadas con los Nuggets y frituras. La última
vez que fui por uno, rápidamente me pego en mi mano estirada. Ahora, estaban en
mis rodillas. Soy un hombre de paciencia. Los humanos son susceptibles al
dolor.
[Estás como muerto últimamente]. Cosas
de… lo que fuera, volaron de su boca.
[Quiero reencarnarme como una almeja].
[Concuerdo. Puede que finalmente lo
hagas].
[Hiura—]
Eres cruel… pero justo. ¿Esta es la
dualidad de Hiura? Por cierto, ¿por qué me siento fresco cuando me trata de
esta forma?
[¿Bueno? Es ese cierto alguien,
¿cierto? ¿Fuiste rechazado?]
Claro, lo sabía.
[¿Ese fue un sí?] Ella siguió cuando mi
silencio se prolongó.
[Claro, te preocupas por mí—]
[Asqueroso].
¡Bien, entiendo! ¡Me voy a convertir en
una almeja!
[Quéjate lo que quieras, estaré para ti].
Ella saludó exasperadamente.
[¡H-Hiura-sama!]
[¡¿Puedes terminar con esto rápido?!]
Sip, sip, probablemente era una
tsundere…
Organicé mi mente, mis pensamientos son
un lio. Para admitirlo, no estaba seguro por dónde empezar.
[Ella estaba… desesperada, sabes].
Hiura silenciosamente experimentaba con
dos salchichas, metiendo y sacándolas de las salsas.
No creo que eso sea estar para mí, pero
bueno.
[Siento que necesito hacer algo, no
puedo dejar las cosas así… las otras veces respetaría su opinión, pero… esta
vez es diferente].
Dije que haría todo para ayudar, aunque
las cosas terminaron así.
[Pensé que podría construir una
relación de confianza. Confié en ella, y pensé que lo mismo iba para ella. Esa
era la única cosa que pensé que entendí. Las consultas se apoyan en la
confianza].
[Nada puede vencer a la salchicha en
barbacoa].
[Incluso si las cosas son imposibles.
Incluso imposibles, seguramente, al menos algo funcionará. Pensé que al menos
podríamos hacerlo si estábamos juntos… estaba equivocado].
[Pero la mostaza de vez en cuando
también es deliciosa…] Ella murmuró.
[Pensé muy a la ligera con esto].
Concluí.
[Espera, espera, ¿qué pasaría si los
mezclo?]
[Lo que hago es llevar a las personas a
la confesión. No, es todo lo que puedo hacer. Aunque, quiero verlo hasta el
final, incluso si significa entrometerme…] Un semblante de confianza salió.
[Debe haber algo que quería mantener oculto… Algo que vale el costo de no curar
el Síndrome].
No puedo ayudarla sin saber más de
ella, y ella lo sabía.
[No es que pueda hacer que lo diga. Y
entiendo perfectamente entiendo cómo se siente].
Justo cuando me ponía a la defensiva
cuando Reiji o Yukito mencionaban a Ayaha. Ella debió haber tenido algo como
eso.
No hay nada que puedas hacer con tu
problema, pero ¿crees que puedes con los suyos?
Sí, Reiji, tienes razón.
No, son iguales.
Quizás tenías razón, Yukito. No puedo
hacer nada.
[¿Por qué no le preguntas a la persona
en cuestión?]
[¿Heh?]
Ella estaba viendo al dispensador de
salchichas hambrientamente, sin indicación que lo que dijo iba dirigido a mí.
Mantiene su acto, supongo.
[¿Es tu culpa? ¿O es solo que no
quieres verte más involucrado?] Ella agitó su cabeza y usó el nugget para
ponerle salsa. [Pensar que llegarías a tanto. Solo pregúntale y decide qué
hacer. ¿No respetar su privacidad? Diablos, tienes el derecho de saber, ¿no?]
Como, el sonido de ella sorbiendo el
restante del milk shake resonó. Abrí la tapa de mi Fanta de uva y bebí el
hielo, ya no había soda. Mastiqué con ganas el hielo, soportando el repentino
frío.
[Hiura…]
[¿Sí?]
Miré las frituras, sin intentar
tocarlas. [¿Puedo tomar uno?]
Ella gruñó y la bolsa amarillenta me
fue entregada. Tomé el más largo, le lancé la mirada para revisar su reacción,
y lo metí a mi boca.
[¿También salsa?]
[Mostaza].
[Quiero la salchicha en barbacoa].
[Mostaza].
Lo cubrí con la salsa amarilla. Mucho,
solo para molestarla.
[Delicioso].
Ella me miró comer sin expresiones.
[Ya veo… Trataré de preguntar].
Su actitud era temeraria. Aunque
cuenta, ella era inesperadamente útil.
[Hiura].
[Gracias].
Otro gruñido. [Hm].
◆ ◆ ◆
Un reporté entró: Makino se había confesado
y fue rechazado.
Estaba un poco de bajón, pero de alguna
manera aliviado. Cuando me disculpé, en lugar de culparme, me agradeció una y
otra vez.
Gracias a ti, finalmente lo supere. Ah,
es como que estoy libre.
También dijo que me lo pagaría un día. Y
así, nuestra consultoría terminó. Estaba aliviado, y me frustré, y lo mucho de
ello, me avergonzaba. Fortalecí mi resolución, el timbre sonó y el día de
escuela terminó. De inmediato corrí a la clase siete.
Era la hora de enfrentarse a Yuzuki Minato.
Fui recibido con la corriente de
estudiantes retirándose y cuando la multitud se apaciguó, entré. Minato aún
estaba en su asiento, viendo afuera ausente. En un lugar de mi visión, también
vi a Fujimiya.
Hoy, no me haré atrás—
[Yuzuki]. Una risa. [Hmph, veo que te
estás comportando].
Cabello teñido y perfume, Yamabuki
Karen se paró, dándome la espalda.
[¿Hm? ¿Por fin conoces tu lugar? ¿Así
que te avergüenzas por ser tú? Pff]. Su risita me lastimaba mis orejas.
Una atmósfera desagradable se movió por
la clase. Todos se congelaron al momento. Yamabuki se sentó en el escritorio a
su par.
[Es refrescante. Me alegra mucho que
dejaras eso, ha sido un fastidio].
Apreté mis dientes. Estaba hablando
acerca de la operación que le sugerí.
Pero… Así que pensó que el incidente de
antes hizo que Minato se detuviera. Incapaz de resistir las ganas de sacar su
presumido éxito, y así, jugó su suerte. Oh, Yamabuki, cagaste.
[Pero sabes, ¿Yuzuki? Eres solo una
puta, ¿el hecho que te hayas detenido significa nada? Espero que recuerdes eso].
No puedo ver esto. Esto es tan, tan
infantil.
Ella pensó que esos insultos vacíos le
darían la ventaja. Sus palabras, sus pensamientos, qué sinsentido.
Ella suspiró y agitó su cabeza. [Estás
asustada, sabes. Además sé lo que pasó en la escuela media—]
Eso es. No me importan las consecuencias.
Solo no jodas con el pasado de las personas. Pero antes que pudiera moverme.
¡Bofetada!
Un fuerte sonido.
Minato se paró, su cabello le siguió
mientras su cuerpo se retorcía en un increíble ángulo. Yamabuki perdió el
balance y cayó en el suelo. La clase se silenció.
[¡Tú! ¡Qué carajos!]
[¡No tiene nada que ver contigo!]
Lágrimas bajaban de sus mejillas. Su
rostro aún fruncido, Minato su fue. Estaba por ir tras ella cuando noté un
agarre en mi hombro.
[¡Akashi-kun!]
[Qué]. Dije sin ganas.
Fujimiya me miró cono ojos de ruego
mientras agitaba su cabeza.
[Necesitamos hablar].
◆ ◆ ◆
La llevé al Café Proof. Parecí que era
el camino opuesto a su casa, pero también era el único lugar en el que podíamos
discutir libremente. Fujimiya también accedió a ello.
Yukito me palmeó el hombro en silencio
y me dio una sonrisa alentadora. Fui por el usual asiento y dejé a Fujimiya
sentarse en el asiento de Minato.
[En realidad… Lo sabía].
[¿Saber qué?]
[Con lo que está luchando]. Ella dijo.
[No he hablado con ella directamente, pero he visto suficiente. Y sé que esta
vez, también era sobre eso].
Su voz era… de penuria.
[Oh…]
[Sí, pero no me lo dijo, así que
pretendí no saberlo]. Esta vez, su voz era opaca.
Era entendible que Minato no se lo
diría a Fujimiya, pero desde el punto de vista de Fujimiya…
[Minato, no ha estado bien últimamente].
[Lo sé].
[Estoy preocupada. No parece que estén
en contacto. Así que algo debió haber pasado entre ustedes dos, y esa es la
causa]. Fujimiya me lanzó una mirada cuestionadora.
Por desgracia, no había nada que
refutar. Y tampoco lo estaba planeando.
[¿Y bien?]
[Lo siento…]
Entonces se lo dije todo. Era fácil, ya
que ya sabía del Síndrome, no había nada que esconder. Le dije cómo acepté su
consulta, y cómo terminé con la conclusión. Le dije que Minato terminó la
consulta. También le revelé lo del Ángel. De lo contrario, no sería una razón
para que Minato me pidiera mi ayuda.
Al momento que terminé, Fujimiya estaba
bebiendo mientras asentía. [Ya veo]. Ella dijo. El hecho que Minato fuera por
consejo de un extraño en lugar de ella debió haber sido duro de soportar. Aunque
me guardé mi poder. Igual no tenía sentido decírselo.
[Ahora entiendo]. Ella lucía
desapegada, sus palabras venían entre pausas.
[Lo siento… Debí haber hecho algo].
[No es tu culpa. Me dijiste todo, y por
eso, me involucré con tu secreto. No tengo derecho a culparte en nada].
Ella suspiró. Como en acuerdo, tomé un
profundo respiro y cerré mis ojos.
[Ella… debió haber sabido la razón por
la que le gustaban]. Ella cerró sus ojos para concentrarse. [Creo que ahora lo
entiendo].
[Pero… ¿Cómo lo sacó? Ella claramente
no quiere hablar sobre ello].
[Lo aparenta así. Sin embargo, debió
haberlo sentido, en alguna parte dentro, las ganas de confiárselo a alguien. No
estaba mintiendo cuando dijo que quería eliminar el Síndrome. Estoy segura de
eso].
[No tienes que, pero…] Su cabeza se
levantó, la lágrima restante se iluminó. [Si… Si no te has rendido con ella…
¿Por favor puedes entrometerte? Puede no gustarle, puede odiarte por eso, pero
¿puedes tratar de hablar con ella una vez más?]
Ella pestañeó varias veces. Con sus
labios fruncidos, ella se veía como que no podía aguantar más la frustración.
[Si estás bien conmigo]. Ella se bajó
de hombros.
Suspiró. [Si no puedes, entonces yo
estoy aún más lejos].
Su sonrisa entonces se vio frágil,
aunque linda y apasionada.
[¿Conoces su dirección?] Pregunté.
[¿Hm? ¡Ah, sí!]
[Bien, yo iré. En realidad, iba a ir
con ella igual, el momento fue malo entonces].
[Akashi-kun…]
[Ya que serían dos días de espera con
el finde de por medio, lo subiré por LINE. También puedes enviarme su dirección
allí].
Fuimos al cajero y pagamos la cuenta. La
campana sonó levemente mientras dejábamos el café y empezábamos a subir la
colina Tokimeki.
[Dime]. Ella empezó, su tono era leve y
burlón en contraste a su tono perdido de antes. [¿Por qué tocaste sus
mejillas?]
[Uh… Nada, solo me preguntaba].
[¿Te gusta? Me refiero a Minato]. Ella
sonrió alegremente.
[No, es solo que…]
[¿Heh? Te recomendaría que fueras por
ella, ¿sabes?]
Claro, nadie la recomendaría, ella es
parte de las Tres Grandes de Kuze. Y sus puntos buenos nunca terminaban.
[Ella es linda, con estilo, y…] Listó.
[¡Ah! También es una buena chica, sabes]. Fujimiya susurró.
[Supongo].
[Y tampoco estás tan prieto, así que al
menos estás a buen nivel].
[¿Prieto? ¿Y qué eres tú, su padre?]
Fujimiya estaba regresando a la escuela
una vez más, así que nos separamos en la intersección entre Keihan Zeze y la
Estación JR Zeze.
Cuando le di la espalda y me alejé,
ella dijo. [Te dejaré que la abraces por hoy].
Mis pies se detuvieron. [No lo haré]. Dije
rápidamente.
[Ah, esa pausa]. Ella anotó
alegremente. [¡Bueno, cuida de ella!] Ella lo dijo mientras se despedía.
Me dio la espalda, y yo también.
◆ ◆ ◆
El apartamento de Minato estaba cerca
de la Estación Sur Kusatsu, Ciudad Kusatsu, la ciudad más grande en la
Prefectura Shiga. Aunque este “Kusatsu” no era el mismo como el Kusatsu Onsen,
el onsen estaba en la Ciudad Kusatsu, Gumma, mientras que este estaba en la
Ciudad Kusatsu, Shiga. No había onsen, solo un helado lago.
Suspiro. ¿Quién nombró esos lugares?
Además, desde aquí a Kyoto eran 18
minutos de viaje. Eso hacía a esta área una prospera ciudad suburbana. Aunque,
sea extraño. Esta es la Prefectura Shiga, desafía el sentido común.
Me bajé del tren en Sur Kusatsu, y miré
por la aplicación del mapa. Podría tomar atajos por caminos más cortos, pero
para estar seguros, decidí ir junto a la carretera principal tanto como
pudiera.
Me fui en silencio, todo mientras hago
otra revisión de lo que había pensando en el tren. Llegué a una gigantesca
intersección.
[Ah…]
En el otro lado del camino, vi una
figura familiar. Incluso con el fondo de un Yakiniku, ella era hermosa. Aún no
se había cambiado el uniforme escolar. Su pecho se alzaba con confianza. Habría
sido la usual Minato, solo si no fuera por el oscuro ceño fruncido.
[Minato…] Milagrosamente, mi saludo
salió bien.
El ceño fruncido fue superado por la
sorpresa. [¿Io?]
Ella pestañó varias veces seguidas y se
quitó los blancos audífonos de sus orejas. Los inalámbricos que le había dado.
Ella liberó un suspiro de resignación.
[¿De compras?]
Incliné mi cabeza en pregunta.
[Ayúdame a llevarlo. Podemos hablar en
casa luego].
[Entiendo].
◆ ◆ ◆
Hicimos camino a Seiyu en el edificio
de la estación y compramos juntos. Minato tomó vegetales, fideos instantáneos y
otros suplementos con manos expertas. Miré a la canasta en mi mano, los
productos aquí eran lo que la mayoría de estudiantes de secundaria comprarían
para sus padres.
Ella pagó en el autoservicio y la ayudé
a empacar las bolsas. Después de eso, fuimos directo a su apartamento. Ni una
sola palabra se interpuso entre nosotros, me guardé el “lo siento”, cuando notó
mi inicial expresión de sorpresa.
Su apartamento era del tipo lujoso.
Minato levantó su teléfono y el cierre se abrió con un zumbido mecánico. La
tarjeta IC probablemente estaba escondida dentro del teléfono.
[Espera aquí]. Ella tomó la otra bolsa
de mi mano y desapareció adentro.
Un rato pasó y regresó. [Entra]. Su
rostro se sonrojo un poco mientras me apresuraba.
La puerta frontal se cerró y estaba
adentro. Llegamos a la sala con una mesa baja rectangular con dos cojines. No
había nada más notable.
[¿Vives sola?] Rompí el silencio por
primera vez.
[No, mamá… mamá también vive aquí. O al
menos, en papel, ya que podría inscribirme en la Secundaria Kuze]. Ella lo dijo
con naturalidad.
Kuze es una secundaria nacional, así
que supongo que la estipulación junto a eso existe. Sin embargo, esto no es
momento para charlitas…
[Así que viniste].
[Sí, estoy aquí]. Su rostro estaba
lleno de molestia otra vez. [Hablé con Fujimiya].
[¿Con Shiho?]
[Sipi, y también una vez antes de esta].
Y seguí para aclarar lo que había
pasado. Esta semana era una semana de explicaciones. O más bien, simplemente
había muchos secretos entre nosotros, la vida pasó factura. Su expresión era
complicada. Del shock, a culpa, a incredulidad, su rostro era un manojo de
expresiones.
[Pero no estoy aquí porque ella lo
ordenara]. Aseguré. [Lo preguntaré luego. ¿De qué se trata esto? ¿Qué estás
escondiendo de mí? Piensa tu respuesta para entonces].
[¿Luego?]
[Oíste bien, luego. Cuando termine mi
historia. No necesitas prestar total atención, solo escucha].
Ella asintió lentamente.
Pensando atrás, era la primera vez que
le había contado esto a alguien.
Pero era esto o rendirse. ¿Cómo hacer
que otras personas te revelen un secreto? Cuéntales el tuyo. Ese era el
concepto de confiar, ese era el concepto de afianzar.
[Esta es la historia de cómo decidí
convertirme en el Ángel de la Secundaria Kuze].
Había una
chica llamada Shiki Ayaha.
Era un año
mayor, una senpai en mi escuela media. Cabello largo, era madura para su edad,
y claro, hermosa. Incluso así, por dentro, era muy infantil.
Me encontré sonriendo al recuerdo.
Era extraña.
Aunque nada de lo que tenga que quejarme. Era querida para mí. Todos pensarían
igual, tenía la personalidad que hace que lo pienses así.
Siempre
estaba al borde del tejado. Parecía tomar sus clases con normalidad, pero solo
la he encontrado allí. Almuerzo, luego de la escuela, siempre la encontraba
allí. Hablaríamos de lo que sea que se nos pasara por nuestras mentes. Hablábamos
cosas tontas, bromeábamos, incluso nos peleábamos a veces.
Hm. Lo que hacía para ella era
irrelevante para la historia, acortaré las partes importantes.
Como sea, la
cosa era, me gustaba Ayaha. Claro, sentimientos románticos, nada más. Sin
admiración, afecto familiar, amistad, no. Estaba enamorado hasta la medula.
Consideré
confesarme, lo planeé. Pero quería que sea un existo, quería moverme hacia
adelante en una relación con una chica. Era un idiota, pero era la única cosa
admirable acerca de mí en ese tiempo.
Había
preparado guiones, lo que faltaba era encontrar el coraje para confesarlo.
Entonces me di cuenta.
¿Qué si era
rechazado?
No era que
estuviera confiado. Ayaha ahora estaba pasándosela conmigo. Y el techo, era el
único lugar al que me dejaba entrar.
Pero una
semilla de duda se mantuvo.
¿Qué es lo
que pensaba de mí? No había forma de saberlo hasta la confesión. No, incluso si
te confiesas, puede que no sepas sus verdaderos sentimientos. Deberías entender
esto de sobra, Minato.
En resumen, estaba
asustado.
Si me
confieso, ¿esta bendecida vida diaria desaparecería? ¿Y qué si la estoy
incomodando con este amor unilateral?
Estaba
asustado de perder el tiempo que compartíamos. Asustado de lo que la confesión
traería.
¿Y qué hice?
¿Dije que
era un estúpido? Incluso más estúpido que ahora. En resumen, mi voz estaba
empezando a quebrarse, pero había una cosa que era igual. Tenía este poder.
Tocar el rostro de alguien y sabría quién le gustaba.
¿Se te
ocurrió cuando preguntaste por mi poder? Que este poder sería trampa para
cualquiera en esta situación. Incluso un idiota podría llegar a esa solución. El
yo quinceañero pensó. No, había estado pensándolo desde el momento que supe de
mi poder.
Hasta
entonces, nunca lo había usado en Ayaha. Como esperarías, perdí. ¿Está bien? No
debí usar mi poder en alguien que me preocupaba, ¿o sí?
Solo un
toque, solo para estar seguros antes de confesarnos. O así me convencí.
Una tarde,
logré usarlo en ella cuando estaba tomando una siesta. Mi poder se activó y—
No, debió
haberse activado. No vi ningún rostro, nada.
¿Recuerdas? La
condición para mi poder, si nada pasa significaba que al objetivo no le gustaba
nadie.
Ayaha Shiki
no tenía sentimientos románticos hacia Akashi Io.
Fui directo
a casa y lloré por mis ojos. No pude confesarme. Pero este afecto se rehusaba a
desaparecer. Era doloroso.
Tomé un descanso, aclarando la niebla
en mi mente con un profundo suspiro. Minato estaba viendo la mesa en blanco,
sus mejillas descansan en su mano. Sus labios sobresalían un poco, pero no era
tanto como un puchero.
[Terminará pronto, no te sientas
aburrida,]
Ella se elevó de su posición recostada.
[¡N-No! ¡Yo no! No es… así].
[Está bien. Es solo un cuento aburrido que
un estúpido estudiante de secundaria estropeó].
[E-Eso es…]
[Bueno, aquí viene el clímax].
Ella levantó sus cejas. Mi corazón se
me salía del pecho. No podía dejar que nada más que palabras salieran. Tomé un
profundo respiro y traté de dejar de temblar.
[Ayaha murió].
No hubo lágrimas. ¿Debería estar
aliviado o debería estar decepcionado?
El día que
supe que no le gustaba, lloré todo el día. Entonces una semana después, ella se
involucro en un accidente automovilístico con su padre. Justo así, se fue. Oí
que su muerte fue inmediata, bueno para ella.
Temblé.
Y entonces,
me hice un desastre. Naturalmente, estaba devastado, realmente la amaba.
Ya no podría
verla, su voz ahora no era más que un recuerdo. No podía aceptarlo. En
respuesta, quizás, le grité a los cielos para que lo sepan muchas veces.
Me salté la
escuela por un tiempo. Claro, no me atrevía ir al techo. Había muchas cosas que
me recordaban a Ayaha. Además, podría terminar en el lado equivocado de la
valla.
Creo que
habíamos hablado acerca de lo que haríamos si nuestros seres amados murieran. Ahora
que tenía la experiencia real, supe lo absurdo que era. No había nada que
pudiera hacer. Me pregunto si lo digeriría lentamente, asumiendo su muerte poco
a poco. Para olvidar el dolor, pero mantener el recuerdo.
Al final no
hice nada, solo… existir.
Hey, por qué
estás llorando… aún necesitas explicar tu lado de la historia. Reacciona, por
favor.
Esa era una
historia acerca de por qué decidí ser el Ángel, ¿cierto? Podrías decir que este
es el martirio del Ángel, supongo.
Mi dolor no
solo fue su muerte. Bueno, no dolor, arrepentimiento puro. La oportunidad de
decirle que la amaba se había ido para siempre.
¿Por qué no
se lo dije? Ella no me veía de esa manera, pero ¿qué? Aún me gustaba.
¿Asustado? ¿Asustado de qué? ¿Asustado de ser rechazado y perder esta relación?
Estábamos prácticamente todos los días juntos, ¿por qué no pude conquistarla?
¿Realmente crees que notaría algo si no le decías cómo te sentías?
Porque tenía
este poder, porque lo sabía, debí contener la confesión. Estaba seguro, estaba
seguro que era lo mejor. Eso era lo que pensaba.
Pero
entonces, ¿qué pasó?
Ayaha murió.
Reí
histéricamente. ¿Por qué estoy haciendo esto? Las palabras solo siguieron
saliendo. Hubo tantas emociones— demasiadas. Ya no puedo pensar correctamente.
No solo en el
techo, ya no la encontraré otra vez en ninguna parte.
Así, murió
sin saber que la amaba. Nunca vería la mirada en su rostro cuando le dijera mis
sentimientos.
Podía no
verme de esa manera, pero podía ser capaz de convencerla un poco. “Ahora que lo
pienso, no es un mal chico”, o algo así. Pude invitarla a una cita de pruebas.
“Trabajaré duro para ser alguien confiable, te lo mostraré. Te repetiré mis
sentimientos otra vez”.
Podría
hacerme con esa oportunidad.
Dime, ¿qué harías?,
ahora que lo sabes todo.
Ser
rechazado da miedo, ¿cierto? La posibilidad de ser rechazado por ella te
asusta, ¿huh? estabas aterrado, ¿cierto? “Nunca pensé en ti de esa manera.
Asqueroso”. Estarías aterrado si ella dijera eso, ¿no? Pero ¿eso fue peor que
ahora?
¿Piensas que
nada puede ser más doloroso que esto? No había nada que pudiera hacer ahora. No
podrás decirle tus sentimientos, nunca. ¿Crees que habría algo peor que esto?
Estallé en risas.
Incluso con el
peor de los rechazos, no era el fin. Había todo un mundo de posibilidades para
confesarme.
Hey, ¿puedes
olvidarla? ¿Puedes rendirte con ella?
Ni siquiera
puedo tener un corazón roto apropiadamente. No había nada que pudiera hacer
ahora.
Hey, Io,
¿por qué no le dijiste nada? Si sabías que resultaría así, ¿te confesarías? Si
aun viviera, ¿harías la misma cosa? No, ¿cierto?
Debí haberle dicho. Debí haberle dicho que la
amaba. “Caí rendido a tus pies”. ¡Debí haberle dicho eso! ¡Sin importar el
resultado, debía haberme confesado! ¡Si lo hubiera dicho, habría sido capaz de
seguir adelante!
Cada momento
pasado pudo haber sido el último. Esa es la verdad que las personas nunca se
dan cuenta hasta que es demasiado tarde.
[Es por eso que me convertí en el Ángel].
Logré sacar las últimas palabras.
Debí haber comprado soda en Seiyu.
[“El ángel ayudará a las personas que
tengan problemas con el amor” fue lo que se esparció. Palabras dichas y el
dicho cambió a “el Ángel hará tu amor funcionar”, lamí mis secos labios. Ayudo
a esos que no pueden tomar el primer paso, incluso a veces es un poco forzado,
así se arrepentirán de lo que hice. Mi responsabilidad no es para asegurar que
tu amor sea logrado, sino el logro de la confesión. Ya sea que la confesión se
logré o falle, ya sea que su amor se haga realidad o no, no me importa ninguna
a mí].
[Oh…]
[Sí. Pero requiere coraje para
confesarse. El coraje viene de la confianza, la confianza necesita resultados.
Estoy más que feliz de ayudar con el progreso en su relación].
Al fin que, no había tal cosa como una
confesión totalmente exitosa. Y al mismo tiempo, no había tal cosa como un
sentimiento romántico que sea mejor no decirlo.
[Soy egoísta, lo sé. Entiendo que hay
muchas personas con circunstancias especiales como tú. Es por eso que les dejo
escoger, ya sea me sigan o no. Y les digo de antemano que no garantizo el
éxito. Si toman mi mano extendida, entonces los ayudaré hasta el final, es todo].
Mis piernas pesan y mi corazón duele, era como si hubiera perdido toda la
fuerza que tenía.
Minato mantuvo su cabeza abajo y no
dijo nada.
Bueno, no hay mucho que comentar. Lo
entiendo, fue estúpido.
[Gracias por contarme]. Ella finalmente
dijo.
[No, más bien, perdón por contarte algo
oscuro. Y fue más largo de lo que esperaba]. Pudo haber sido un rato, ya que mi
garganta no estaba más que seca. [Así que… Minato].
[Sí].
La inquietud llenó el aire. El problema
principal estaba aquí.
[¿Qué diablos
pasó? Si no te importa,
por favor dime. Solo para que sepas, no tienes qué. Si realmente quieres que
las cosas terminen así, entonces lo respetaré].
Una reverencia.
[Bueno, personalmente, no me gusta este
final. Sé que me estoy imponiendo contigo, pero sabes, al menos me gustaría
terminar esto amigablemente. No sé cómo te sientes conmigo, pero pienso en ti
como una amiga].
Era todo lo que tenía que decir, el
resto ahora estaba en ella. Los secretos y sentimientos son tuyos y solo tuyos,
Minato.
Como si fortaleciera su resolución,
lentamente cerró sus ojos y suspiró. Con una reverencia, poso su mano sobre la
mía. Una mano cálida, suave y temblante.
[La mía también es oscura, ¿bien?]
[Claro].
[Mi clímax puede ser al menos el inicio].
Otro suspiro. [Mis
padres murieron cuando era pequeña. Su lugar de trabajo se prendió fuego].
[¿Es por eso que estabas llorando…?]
Ella siguió sin responder. Esta vez, no
estaba llorando.
No tenía a
dónde más ir, así que mi tía me acogió. Sí, ella es mi “madre” ahora. Y no, no
me quedé sola en este mundo.
Ella tenía
un esposo y un bebé varón. Así que técnicamente, son mi padre y hermano. Tenía cinco entonces, solo había empezado el kínder.
Mi nueva
madre no se llevaba bien con mi madre. Ah, calma, ella no se desquitó conmigo. Preocupada sería la mejor palabra. No podían
entender cómo interactuar conmigo, aun ahora. Su hijo de sangre recién nació,
así que su atención estaba allí, en gran parte.
Bueno, no se
podía evitar. Los bebés son algo duro. Nunca sabes qué pasaría si les quitas el
ojo de encima.
Pensé que
sabría mi lugar y me comportaría. Les debo suficiente por acogerme, ¿qué más
podía pedir? ¿Sí?
Originalmente,
mis padres estaban ocupados, del tipo profesionales. A penas estaban en casa. Incluso mi niñera era rara. Me acostumbre
a estar sola. Era soledad y… tristeza. Pero no había nada que hacer el
respecto, así que me rendí.
¿Hm? ¿Y qué
te refieres “desde entonces”? Sí, desde entonces.
Quizás era
molesta y no linda— no, son solo excusas. No es mi culpa, tampoco la suya, las
cosas eran así. Se vivirían por mi hermano mientras me dejaban ser. Pero ¿cómo
podría culparlos? Probablemente estaban celebrando el nacimiento de su bebé
cuando llegué a su puerta. No tenían recuerdos conmigo, ni calidez, afecto o lo
que sea.
La diferencia
entre yo y mi hermano era tan amplia que no podía ignorarlo. Así que cuidé a mi
hermano, hice todo para borrar mi existencia, así que pudieron ignorarme, así
que tenían excusas para ignorarme. Tampoco podía permitirme que me odiaran, así
que fue la única opción viable en ese entonces.
Probablemente
era lo que pensaba antes. Como, ¿qué tipo de mocoso piensa así?
Ella río en consuelo.
Pero
entiendo cómo se sentían. Yo, también, no podía llegar a amarlos. Pero estoy
agradecida por lo que hicieron. Ellos tomaron la responsabilidad de criarme, la
hija de una hermana que despreciaba. Criar a un pequeño no es una tarea fácil.
Después de
algunos errores, aprendí a cuidar de mí, jugar sola, y prepararme las comidas. Todo
lo que me contribuyera al aura de “estoy bien”.
Aunque por
otro lado, la distancia entre nosotros se amplió. El efecto sinergético, por
así decirlo.
Estaba muy
saludable, el dinero nunca fue problema. Me daban mesadas, y me traían cosas
que necesitaba. Aunque no había nada que quisiera, y me sentí mal por usarlo. Al
final, la mayoría del dinero terminaba en el banco.
Una vez lo
había rechazado, diciendo que no necesitaba tanto. Pero dijeron “Por favor,
consérvalo”, “Por favor” en ruego.
No había
forma que pudiera rehusarme, así que no lo había intentado otra vez desde
entonces.
Creo que era
una forma de aligerar su culpa, como “toma el dinero, perdónanos”.
Ocasionalmente
preguntaban si necesitaba su ayuda con algo. Algunas veces, cuando les pedía un
favor, sonreían como si se aliviaran y seguirían con el favor.
Pensando
atrás, era como un trago de negocios.
Nos metimos
muy a fondo con los favores, y no teníamos más opción que seguir. En lugar de
cumplir nuestras obligaciones, usábamos nuestros derechos y dejamos que el otro
lado hiciera lo mismo. Decir que está bien, y que se nos dijera lo mismo.
Ah, lo
siento, me fui por las ramas. Bueno, el punto es, así es cómo me críe.
Lo que
quieres saber probablemente es el ahora. Sí, así es cómo llegó el Síndrome del
Enamoramiento.
Pero lo
siento, eso último era mentira.
Ya no estaba
sorprendida. Miró mi expresión una vez más antes de dejar caer sus ojos a la
mesa.
[Sabía del gatillo mucho antes. Sé a
qué tipo de personas estoy atraída]. Ella dijo. [Sí, la misma conclusión como
la tuya. Fue cerca de hace dos años, así que había pensado mucho en ello].
Así que tenía
razón…
[La causa también, fue fácil desde ese
punto. Este Síndrome era extraordinario, entonces también debo ser
extraordinaria. Solo necesito ir atrás hasta allí].
El desprecio estaba dirigido a ella
misma.
[No fui amada. Ah, esa forma de hablar
puede ser ruda]. Se corrigió. [No puedo sentir que soy amada. Estoy desecha].
Sus puños empezaron a apretarse. Empezó
a alejar sus manos de mí, como si tuviera miedo de también deshacerme. Pero no
la dejé, busqué su mano y la tomé.
[Y cuando sentí que soy amada]. Sus
ojos aún decaídos, ella siguió. [También tenía que gustarles. Se siente que
estoy obligada a ello. Digo, les gusto, van a darme lo que siempre he añorado.
A pesar que no era amor familiar… yo… aún…]
[Sí… sí…]
Una gota salió de sus ojos, seguido por
otra, y otra. Las gotas formaron un torrente, rodando de sus mejillas y caían,
desapareciendo detrás de la sombra de la mesa. Antes de saberlo, mis manos se
entrelazaron y conectaron con las de Minato. Quién de los dos
inició, no podía saberlo.
Entonces limpió sus mojadas mejillas
con su manga.
[Pero… ¿Siquiera hay una forma de
saberlo? Algo como eso]. Ella asintió.
[¿Eso?] Repetí.
[Puedo estar mal. Puedo darle vueltas a
algo. Era como que culpara a mis padres, decir que es su culpa cuando todo lo
que hicieron fue acogerme. Puedo ser solo yo. No quiero culpar a nadie… Así que
necesitaba a alguien que pudiera encontrar la verdadera razón, de esa manera…
yo podría… podría…]
[…]
[Así que te encontré. ¡Si es el Ángel,
entonces seguramente, está la respuesta! ¡La razón que estoy deshecha soy yo,
quiero esa respuesta!]
[Ya veo…]
[¡No es su culpa! ¡Ni de mamá, o papá,
o mi hermano, ni la culpa de nadie! Soy yo… ¡Es mía!]
Su voz se quebró y sucumbió, hice a un
lado la mesa y la tomé. Se estaba aferrando a mí como un niño. Su voz se alzó
en un chillido.
[¡No quiero ser una molestia para
nadie!] Ella se lamentó.
Enlace mis brazos alrededor de ella,
palmeé su cabeza, tratando de sujetarla, para dejar que temblara. Fracasé.
También lloré. Su culpa era inmensa, se
sentía natural estar llorando luego de verla aplastada así. Tomé su mano y la
seguí. Sus sollozos continuaron por siempre. No hablamos, qué
hacer después, no teníamos idea.
Lo siento, Fujimiya, es todo lo que
puedo hacer.
[Minato].
Ah, pero… Ya veo.
Abrazarla fue la opción correcta.
◆ ◆ ◆
Ya era de noche cuando el llanto se
detuvo. Caminamos por el frío camino nacional juntos. Las luces oscilantes y
los silbidos de los carros eran una canción de cuna. Acaricié mis dormilones
ojos.
Nos desviamos a una tienda de ramen. El
letrero del frente se lee “Shimoto Shogun”. Los calientes tazones de shio ramen
fueron llevados, la cálida sopa me sacó de mi sueño. El ocasional ir y venir de
la cocina era bueno de escuchar.
[Si ya no es un problema, entonces no
hay necesidad de preocuparse por la razón, ¿cierto?] Ella murmuró. [Así no será
su culpa, no estoy loca, entonces… todos podríamos olvidaros de esto… y…]
[Sí].
[Pero no puedo hacer nada, no mejora. Si
quiero que se vaya, entonces debo arreglar el problema de raíz. Pero… pero no
sé cómo… qué debería hacer, yo—]
Viendo su rostro ponerse pálido otra
vez, me entrometí. [Hey, Minato].
[¿No puedes ir más lento?]
Al menos, pude encontrar la palabra que
quería decir.
[¿Eh?]
[¿No puedes tomarte más tiempo?
Entiendo que estás frustrada con el cómo no puedes estar comprometida, entiendo
que no quieres culpar a nadie. Sé que quieres arreglarlo de inmediato y
olvidarlo. Has estado pensando, sufriendo, luchando sola].
[Io…]
[Pero ¿no puedes tomarlo despacio? Cinco
años, diez años, quizás veinte. Pero para entonces, las cosas pueden estar
bien. No mejorarás pronto si sigues así. No te apures, poco a poco, puedes
cambiar]. Sonreí.
Ella arrugó su cara y de inmediato bajó
sus ojos. Sus brillantes flequillos cayeron y encerraron su rostro como una
cortina. Oí un sollozo y mojadas respiraciones saliendo de las brechas.
[Ayudaré. Te escucharé en cualquier
momento, lo pensaré contigo. Y si eso ayuda, entonces déjame usar mi poder en
ti].
[Uh… Sí]. Ella asintió repetidamente.
[Estaré a tu lado, así que relájate y aguanta].
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