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Epílogo

 

[¡Tres días de suspensión!]

 

Fujimiya me envió el mensaje como si fuera algo para ser celebrado.

 

Aun me preocupa ella, la llamé. Me desplomé en la cama y esperé. Ella contestó pronto y empezó su cuento molesta y feliz, como si esas dos emociones pudieran coexistir.

 

[¿Por quééé?, ¿por qué solo yoooo? — ¡La mente maestra está aquí! Ahh, fui usada, ¿por qué nadie siente lástima por mí?]

 

Cubrí el micrófono del teléfono y suspiré, para que Fujimiya no escuchara. [Hiciste un buen trabajo cubriéndome, gracias…]

 

[¡Eso fue duro, hmph! El interrogatorio del profesor fue de miedo, como, Jesús].

 

[¿Cómo es que te saliste con la tuya? …] En serio, esta chica me asombra.

 

[¡Es donde yo, Fujimiya, la mujer de acero, entra! Además, la trasmisión eliminó los rumores, bueno para nosotros]. Pude sentir su puchero.

 

[Oh, suerte. Bendito sea su entendimiento].

 

[Amablemente te pediré apreciar mi arduo trabajo y suspensión de la escuela].

 

[Bien, bien. Gracias, Fujimiya].

 

En todo caso, si también me hubieran atrapado, sería un fastidio… O podría ser todo en vano si esa puta de Yamabuki abre el pico. Mejor esperar que esa amenaza funcione.

 

[¿Le hablaste a Minato?]

[Ya. Otra ronda de llanto, haha. Nos arreglamos, ¿quizás?]

 

[Hm, bien por ti].

 

[Se salta la escuela para jugar en mi casa durante la suspensión. Cuídanos, ¿sí?]

 

[Sí]. Dije sin retraso. De esa manera, ella podría tener su tan esperado descanso.

 

[Gracias, Io].

 

[Tú también].

 

[Somos amigos, ¿cierto? ¡El Escuadrón Elite de Guardia de Minato!]

 

[¿Cuándo me enlisté?]

 

[Dirígete a tu coronel apropiadamente].

 

[¿Me escucharás…?]

 

  

 

Fui a la escuela al día siguiente. Por la falta de atención, mi estima era alta. Hola, soy Akashi Io, nadie importante.

 

El estancado y asqueroso rumor se desvaneció por completo. Aún había chismes, pero nada acerca de Minato.

 

[¿Escuchaste la trasmisión de ayer? ¡Fue una locura!]

 

Aprecio su sentimiento, pero, uh, ¿han escuchado el contexto?

[Nunca pensé fuera real. No, no “eso”, él, ¿cierto? No me había imaginado ese lore al final, ¿cierto? Si es así, ¿crees que es un estudiante o uno del personal?]

 

F… ¿por qué ustedes chicos están tan obsesionados con el pronombre que uso…? Hmph, necesito cuidar de cada palabra, ¿no? Además, ¿no les dije que no investigaran mi identidad?

 

[No puedo decirlo por su loquendo, ese ruido estático era horrible].

 

¿Hm? Perdón por el inconveniente, pero necesito ese loquendo precisamente debido a personas como ustedes.

 

Cuando llegué al pasillo, noté otra multitud. Me puse de puntillas y miré mejor. En el tablero del boletín, varias hojas de papel fueron clavadas. Desde una distancia, parecía ser similar al anuncio de los clubes…

 

¿Algún anunció extraño?

 

Ah…

 

[Para el Ángel. ¡Lo tenemos!]

 

[¡Considera el rumor acabado!]

 

[Todos estamos a tus órdenes, Ángel].

 

¿No todos tenemos un secreto que guardar? ¿Son unos idiotas, chicos…?

 

Hmph, pero igual gracias. Gracias.

 

Notando mi propia sonrisa, junté mis labios y rápidamente bajé por el pasillo. No puedo permitir que alguien más note esto…

 

Ah, necesito disculparme con Makino acerca de la confesión rechazada, ¿verdad…?

 

  

 

Tres días después, Minato me envió este mensaje. [Estoy en el café de Yukito-san].

 

Ya tenía un turno hoy, así que habría ido allí sin necesidad de decir.

 

Miré una figura familiar en nuestra usual mesa, así que me dirigí allí primero. Minato estaba usando las mismas ropas como el día que fuimos a Kyoto. Me trae recuerdos.

 

[Yo].

 

[Holis].

 

Se sintió como que estaba evitando mirar por este lado. La velocidad con la cual bebió su sidra también era rápida, como agitada.

 

Espera, ¿está bebiendo sidra?

 

[Tengo algo que decirte].

 

[¿Sí?]

 

[…]

 

Ella aclaró su garganta y se dio la vuelta. Su boca estaba retorciéndose un poco mientras forzaba a sus ojos a ver aquí.

 

Ella estaba sonrojándose.

 

[El Síndrome del Enamoramiento, se fue].


[¿Qué…?] Espera, ¿qué está diciendo?

 

[¡Dije! ¡Se fue! ¡La consulta ahora se acabó!]

 

[Huh, pero, no… ¿En serio? ¿Así de fácil? Cómo que—]

 

Ella me interrumpió. [¡Solo confía en mí! ¡Está en mi mente, sé que realmente se fue!]

 

[¿No te dije que el amor no es solo de pensamientos?… Lo revisaré, dame tu mejilla].

 

[¡N-Nunca! ¡Nunca jamás!] Ella apartó mi mano extendida.

 

[Hey, al menos—]

 

[¡Dije que no! ¡Es todo por hoy! ¡Me voy! ¡Idiota!]

 

Ella bebió la sidra restante de una y pagó la factura. Al momento siguiente, ella salió corriendo del café.

 

Dejé caer mi aún extendida mano. [¿Qué? …]

 

¿Y con ese “idiota” al final? ¿Realmente se fue?

 

[Io—] Yukito me llamó con su usual sonrisa.

 

[¿Sí?]

 

[Tu turno, ve a trabajar].

 

[Entiendo, entiendo]. Me paré a regañadientes.

 

[Y entonces]. Sacó una sonrisa que conocía. [Tú también tienes que seguir adelante].

 

El usual primo entrometido.

 

[Lo sé…]


Lo sé… Pero muchas personas tienen su propio paso, ¿cierto? Solo tengo que ir lento. Además, aún estoy ocupado dándole empujones en la espalda a las personas. Eso es lo que se significa ser el Ángel de la Secundaria Kuze.  

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