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Capítulo 7

El Sueño Sobre el Té Amargo

 

Una semana había pasado desde el día de la fiesta de té— y Monica estaba al final de su fila. Tan pronto las clases pasaron al almuerzo, salió corriendo de la clase. Pero solo ser la primera no significaba que podía bajar su guardia. Mirando de izquierda a derecha, llego al exterior.

 

Yo… debería estar bien ahora… ¿cierto? Pensó, solo para levantar la mirada y encontrar a una chica de cabello negro sentándose en la banca a la par del jardín.

 

Monica soltó un leve grito. Era Claudia.

 

Se sentaba allí como si fuera un simple adorno, manos y piernas dobladas. Pero cuando notó a Monica, giró su cabeza y empezó a verla.

 

Había estado haciéndolo toda la semana— apareciendo a dónde sea que Monica fuera y observándola en la distancia.

 

Aunque, observar era todo lo que hacía. Claudia nunca se acercó o trató de hablarle, pero eso mismo lo hacía más perturbador.

 

¿Puedo haber descubierto que soy la Bruja Silenciosa…?

 

Últimamente, Monica tomaba un desvío alrededor del edificio escolar para tratar y quitarse a su perseguidor, luego regresaba a su clase. Para el momento que entró a la escuela, el almuerzo casi terminaba. Había perdido por completo su oportunidad para comer.

 

Desearía poder tener un dulce y tranquilo almuerzo para variar, Monica pensó, suspirando y poniendo una mano sobre su estómago vacío. Pero mientras se acercaba a su clase, descubrió a varias estudiantes pararse en su camino.

 

[Oh, ¿tienes un momento, Lady Monica?] La chica preguntó con cabello color caramelo, Caroline Simmons, la hija del Conde Norn. Era quien le había causado a Monica la caída por las escaleras. Cautelosa, Monica se hizo atrás.

Caroline moduló su voz en un tono más tranquilo. [No necesitas tener tanto miedo. me gustaría invitarte a una fiesta de té.]

 

[¿Una… fiesta de té?]

 

[Sí. Las clases terminarán un poco antes hoy, ¿cierto? Disfrutemos de algo de té antes de tu trabajo del consejo estudiantil. Además, quería hablar de la vez que accidentalmente caíste por las escaleras.]

 

Dado lo distinguida que era la familia de Caroline, Monica no podía rechazar una invitación sin una buena razón. Soy un miembro del consejo estudiantil… Así que tengo que ser buena en baila de salón y fiestas de té, ella dijo, apretando la insignia de consejo fijada en su uniforme.

 

Caroline probablemente pretendía decirle cosas malas e insolentes otra vez. Pero Monica tendría que soportarlo hasta que la fiesta de té terminase. Apretando sus puños, levantó la mirada.

 

La chica noble frunció sus ojos en una sonrisa. [Vendrás a mi fiesta de té, ¿verdad?]

 

[M-Mientras no, um, interfiera con mis deberes del consejo estudiantil, entonces…]

 

[Oh, claro. No quería tomar mucho de tu tiempo.] Con una feliz sonrisa, Caroline miró a las otras chicas a su par. [¿Cierto, chicas?] Incluso mientras las otras asentían y concordaban con Caroline, mantenían ojos vigilantes en Monica. Podía ver puro desdén en todos sus rostros.

 

Sus ojos lo decían todo— pensaban que era una chica fea y desalineada.

 

Está bien. Estará bien. Solo tengo que beber el té y asentir. Solo no digas nada innecesario y estarás bien. Perfectamente bien…

 

Sin Monica saberlo, mientras estaba tratando de convencerse que estará bien, un par de ojos azules la estaba viendo.

 

 ✽✽✽✽✽

 

Caroline había elegido una mesa de té en el jardín para la fiesta— el mismo lugar en que las prácticas de fiestas té fueron celebradas. Muchas chicas al parecer usaban el espacio para las fiestas cuando el clima era bueno. De hecho, otras mesas ya habían ocupadas para el momento que Monica llegó, y en cada una, las estudiantes estaban pasando su tiempo a gusto.

 

Con tantas personas alrededor, Monica probablemente no sufriría violencia física o que le tiraran café en su rostro. Un poco aliviada, tomó asiento.

 

Cuatro personas sentadas en la mesa, incluyendo a la misma Monica y Caroline, quien se sentaba frente a ella. Coroline tenía grandes ojos claros y a pesar de tener la misma edad de Monica, se veía más madura. Había algo brillante y atrapante en ella.

 

¿Huh…? Sus ojos… En este claro día de otoño, debajo de la luz del sol, Monica de pronto se sentía un poco extraña alrededor de Caroline.

 

Pero antes que pudiera decir algo, la chica sonrió. [Muchas gracias por venir hoy, Lady Monica. Sé que estás ocupada.]

 

[G-Gracias… por invitarme.] Monica dijo con incomodidad.

 

Caroline asintió. [Me disculpo por el desafortunado incidente que terminó con tu caída por las escaleras… No te lastimaste, ¿verdad?]

 

[N-No, yo, um, estoy bien.]

 

[¡Oh, gracias a Dios!] Caroline dijo, una hermosa sonrisa alumbró su rostro. Sus largos ojos se fruncieron y el bajo el tono a su voz. [¿Te importaría hablar con Lord Cyril y decirle que fue un accidente?]

 

[¿Huh…?] Monica estaba sin palabras. Mientras, las otras chicas apoyaron a Caroline. [Es cierto— ¡Fue un accidente!]

 

[Lady Caroline no ha hecho nada malo.]

 

Al parecer, ese era el objetivo de su fiesta de té. Quería que Monica testificara que el incidente en el cual se había caído por las escaleras había sido accidental.

 

[Lady Monica Norton, fue un accidente, ¿verdad? Nunca le levanté una mano a Lana Colette… ¿No es cierto?]

 

Los ojos abiertos de la otra chica la acecharon, como si incitara a Monica a asentir en acuerdo. Y quería— que cediera ante la presión, bajará su cabeza y accediera. Si lo hacía, probablemente se libraría de esta situación.

 

¡Pero… pero…!

 

Luego que Monica cayera por las escaleras, Cyril se había dispuesta a cuestionar a aquellos presentes. Si Monica hiciera lo que Caroline decía y accedía a que fue un accidente, todos sus esfuerzos se perderían.

 

Monica agarró su uniforme, sus labios temblando. [Yo… no quiero, um, contradecir su conclusión y… causar problemas para Lord Ashely.]

 

Había dicho. Logró sacar esas palabras.

 

Caroline estaba en silencio. Nerviosa, Monica miró a su rostro— y vio ojos fríos verla.

 

[Ya veo…] Caroline dijo en un tono más bajo y enojado en su voz. Monica se agitó bajo la rabia de Caroline. Sin embargo, la chica de cabello caramelo pronto se frenó y puso una sonrisa amigable en su rostro. [Oh, vaya. Estaba tan absorta en la conversación. Este adorable té se va a enfriar… Por favor, bebe.]

 

[E-Está bien…]

 

Una vez beba este té, me iré, Monica decidió, levantando la copa mientras Caroline y las otras levantaban sus abanicos abiertos para cubrir sus bocas.

 

Oh, eso es… ¡Esa es una de las acciones básicas de una villana, justo como Lady Isabelle dijo…!

 

Podía oír una ronda de risitas detrás de sus abanicos— emitían tal precisión que podía asumir que fue entrenada para eso. Ni muy ruidoso ni tan suave, tenía el balance adecuado de crueldad y desdén.

 

Ya veo, así es cómo se ve ya actuado… Monica pensó, extrañamente impresionada, mientras llevaba su copa de té negro a sus labios.

 

Cuando tomo un sorbo, encontró un líquido bien amargo. No áspero, aunque se había sobrecalentado, pero amargo. ¿Quizás sea el tipo de té? Se preguntó. El sabor era fuerte, pero no tan fuerte para beberse. Monica estaba acostumbrada a beber café amargo con regularidad, así que siguió bebiendo su té, aunque tenía un extraño sentimiento sobre ello.

 

De inmediato, la expresión en los rostros de las otras cambió.

 

¿…? ¿Qué ocurre? Monica murmuró

 

Se veían asombradas y la miraban con disgusto en sus ojos. ¿Monica había hecho algo irrespetuoso? Para esconder su ansiedad, se tragó el resto del té amargo.

 

[Ah—] Caroline dijo.

 

¿H-Huh…?

 

El corazón de Monica empezó a latir en sus orejas. Veía estrellas en sus ojos mientras el mundo empezaba a difuminarse.

 

[¿Se lo bebió?]

 

[¿No me jodas? Pero esta amarguísimo.]

 

[No jodas. Pensé que se ahogaría…]

Caroline y las otras hablaron rápido, sonando asustadas. Sus voces llegaron a los oídos de Monica, pero no podía identificar los sonidos que estaban haciendo como palabras. Todo era muy ruidoso para ella.

 

¿Qué… es esto?

 

El mundo empezó a distorsionarse, distanciarse, nublarse, derretirse y encontrar en un color rojizo del té.

 

No. Este rojo no era del té. Era de las llamas.

 

Se meneaban y destellaban, crujían y soltaban chispas. Más allá, vio a una persona.

 

[¿P-Padre…?]

 

La imagen de su padre, atado a un árbol, empezó a desaparecer en el fuego.

 

El hedor era terrible. Era el olor de carne quemada. Las personas rodeando a su padre todos hablaban a la vez.

 

[¡Herejía! ¡Herejía! ¡Pecador! ¡Rompió el tabú!]

 

[N-No, Papá no es… No es su culpa…]

 

Uno de ellos lanzó algo en el ardiente fuego, causando que más chispas volaran. Todo fue por la investigación de su padre. Todo lo que había escrito en su vida. Todo, todo tan importante para él…

 

[Alto… Alto… No los quemen… No los quemen…]

 

Lo quemaron y quemaron todo, todos esos maravillosos números que había estado construyendo todos estos años, todos los registros, se iniciaron cenizas en segundos.

 

Tengo que recordar, tengo que… Los números que dejó atrás, tengo que recordarlos…

 

Abrió sus ojos tanto como pudo, aunque le picaban por el humo y miró directo a los documentos siendo envueltos en las llamas.

 

Su visión no era muy buena cuando se trataba de objetos en movimiento, así que solo pudo ver fragmentos. Pero ella grabó los números que pudo en su memoria, sin permitirse pestañear.

 

Tengo que memorizar tantos registros que haya dejado como puedo. Si no lo—

 

Esos números que había grabado en su mente eran el legado de su padre. Nunca los olvidaría. Eran la prueba que había vivido. [18473726, 385, 20985.726, 29405.84739—]

 

[¡Deja de hablar con números! ¡Es asqueroso! ¡Cierra la boca!]

 

Junto con el insulto, una botella de licor caía hacia Monica mientras recitaba los números.

 

Llorando, todo lo que puedo hacer era agacharse en el suelo y ocultar su cabeza. [Lo siento Tío, lo siento, lo siento, lo siento—]

 

[Todo por la estúpida investigación de mi hermano, tengo que sufrir también. ¡Con un criminal en la familia, mi negocio está acabado, ¿entiendes eso?! ¡Qué mierda!]

 

[No… Padre no… No hizo nada mal… No hizo…]

 

[¡No vayas por ahí contándole a las personas esa mierda! ¡Te daré una paliza!]

 

[Lo siento, Tio, por favor no me golpees, no me golpees, lo siento, lo siento, no le diré nada a nadie. Prometo que me quedaré callada, no me golpees, no me golpees, lo siento, lo siento…]

 

✽✽✽✽✽

El jardín era un bullicio. Monica Norton de pronto había caído de su silla durante una fiesta de té y se desmayó. Su rostro era blanco y aún estaba tarareando con rareza, apretando su propia garganta y murmurando sin sentidos en cada respiración.

 

Caroline y los otros quienes habían estado en su mesa la observaban como si fuera un objeto de disgusto. Nadie trató de ayudarla.

 

Luego la otra chica en silencio se acercó a su mesa. Tenía cabello negro y un aura sombría— Claudia. Sin una palabra, se arrodilló a la par de Monica y revisó su condición.

 

[¿Qué le hicieron beber…?]

 

Caroline agitó su cabeza y gritó- [¡No lo sé! ¡Que no lo sé! ¡No sé nada!]

 

[…] Claudia se paró en silencio, luego dirigió hacia Caroline como una serpiente y pasó su mano sobre el bolsillo de la otra chica. Sus dedos encontraron algo. [¿Gotas para ojos…?]

 

[¡Hey! ¡Devuélvemelo! ¡No toques mis dedos! ¡¿Eek…?!]

 

Claudia sin palabras tomó el mentón de Caroline y señaló. Luego subió su mano libre para levantar los parpados de Caroline cubiertos de maquillaje antes de examinar sus ojos. [Pupilas dilatadas… Belladona y otro veneno similar.]

 

[¡Este— este es solo un medicamento para alargar mis ojos!]

 

[Es veneno.]

 

Claudia detuvo en seco la excusa de Caroline. Mirando directo a sus alargadas pupilas, Claudia bajó su tono y continuó con énfasis. [Envenenaste a esta chica.]

 

[No… yo… solo quería hacerle beber té amargo y avergonzarla… ¡¿Quién hubiera imaginado que alguien podría beberse toda una taza de algo tan amargo?! ¡Es su culpa!]

 

Ignorando los gritos de Caroline, Claudia se arrodillo a la par de Monica otra vez. Levantó el cuerpo de la chica, luego puso un dedo en su boca. Monica tuvo en espasmo, gimiendo levemente.

 

[Uh, ugh… whe…]

 

[Vomítalo.]

 

Incluso con el dedo de Claudia en su garganta, Monica no era capaz de vomitar— solo seguía gimiendo. Con calma, Claudia dio órdenes a esos parados alrededor de ella observando.

 

[Alguien traía una solución salina. Además, contacten con la enfermería y el consejo.]

 

✽✽✽✽✽

 

Siempre que Monica recordaba a su padre, siempre veía su delgada espalda, vestida de blanco.

 

¿Padre…? ¿Padre?

 

Él era un científico— del tipo que se sentaba en su escritorio casi todo el día. Queriendo que se volteara hacia ella unos minutos, la joven Monica buscaría su espalda… antes de bajar su brazo otra vez.

 

Sabía que el trabajo de su padre era importante. No quería interponerse.

 

Pero un día, parece que escucho sus pensamientos. De pronto, dejó de describir y se giró a ella. Tenía una gran barba y unos pequeños lentes redondos. detrás de ellos, sus ojos eran calmados e intelectuales. Siempre había sido una persona pacífica.

 

La tomó con su mano y la envolvió, apretándola. Sus manos eran grandes y cálidas.

 

Sonrió. [Heh-heh… Papi…] Su rostro puso una sonrisa a la calidez de sus manos. Luego, por alguna razón, oyó una voz desde arriba.

 

No era la voz de su padre en sus recuerdos…

 

[Hmm. ¿Realmente luzco tan viejo?]

 

[Señor, no necesita prestarles atención a los delirios de esta chica.]

 

[Ahora es cuando usualmente sugeriría meterle un putazo para despertarla, sabe.]

 

[Yo, er… ¡B-Bueno, está enferma, así que!]

 

Monica soltó un leve gemido y levantó sus pesados parpados.

 

Parecía estar en una cama de la enfermería. Era un lugar al que había sido llevada antes. A la par de la cama en la que había estado durmiendo había dos figuras. La luz de la tarde se filtraba por la ventana e iluminaba sus cabellos— vivido rubio y plateado.

 

[¿El príncipe… y… Lord Ashley…?]

 

Felix estaba sosteniendo su mano y Cyril esta a su par, observando su rostro.

 

¿Qué estaban haciendo los dos en un lugar así? ¿Y por qué Felix estaba sosteniendo su mano? Lentamente recuperando la consciencia, Monica ordenó sus recuerdos de los eventos que la llevaron allí.

 

Hubo una fiesta de té y bebí un té amargo, me mareé, y… Todo luego de eso es borroso. Pero se sentía que había como que había tenido un horrible sueño.

 

[Fuiste envenenada.] Felix dijo. [Por la hija del Conde Norn en una fiesta de té. Te causó caer en un terrible estado de desorientación.]

 

[¡…!] Monica se asustó y alejó su mano de Felix.

 

Prácticamente rodo de la cama y forzando a su sudoroso cuerpo a moverse, presionó su frente contra el suelo.

 

Sorprendido por completo, Cyril grito. [¡¿Qué estás haciendo?!]

 

Arrastrándose, Monica habló con dificultad con sus agitados labios. [Yo… lo siento, tanto… por causarles… problemas, a todos…] Solo producir las palabras le hacía querer vomitar. Pero había arruinado la fiesta de té y causado un problemón, así que tenía que disculparse. [Estoy en el consejo estudiantil… pero no puedo hacer nada bien… Lo siento.]

 

En las clases de baile le fue mal, así que al menos quería mejorar en las fiestas de té. Pero en cambio, añadió otra mancha en los registros del consejo estudiantil. Sollozos la llevar a disculparse. Su nariz picaba y sus ojos se calentaban. Sus conductos lagrimales estaban más flojos de lo usual y sus lágrimas cayeron con rapidez, llegando al suelo.

 

[Lady Norton, mírame.] Felix dijo, arrodillándose a su par.

 

Pero Monica no podía levantar su rostro. Todos deben estar cansados de mí. Soy un miembro del consejo estudiantil y siquiera puedo comportarme bien en una fiesta de té.

 

Podía pensar e muchas palabras con las cuales se criticaría. Y estaba haciendo eso, enumerando sus errores, machando su espíritu, cuando de pronto manos llegaron a sus costados.

 

Las manos la levantaron como alguien tomando a un gato. [¡Levántate! ¡Cómo te atreves a hacer que el príncipe se arrodille!]

 

Quien lo había hecho era Cyril. Y ahora Lord Ashley está enojado conmigo otra vez. Todo porque no podía comportarme bien… Monica pensó, aún llorando. Cyril empujó su espalda contra la cama.

 

Luego, colocando una manta sobre ella, gritó. [¡Eres la víctima! ¡La víctima no tiene razón para inclinarse y disculparse!]

 

[P-Pero…]

 

[¡Pareciera que fueras a morir! ¡Cierra la boca! Te prohíbo salir de esta cama otra vez sin permiso. ¡Te ataré a ella con un lazo!] Cyril gritó mientras hacía esa violenta declaración.

 

Luego, llegó otra voz. [Oh, ¿por qué estás haciendo un escándalo en la enfermería? Mi querido hermano mayor.]

 

La cortina particionando las camas se meció y desplegó el rostro de una hermosa chica. Solo el rostro, como una misteriosa cabeza flotando. El resto de su cuerpo permanecía oculto detrás de la cortina. Era Claudia.

 

¿Hermano mayor? Monica pensó.

 

Cyril la miró con sorpresa. Se silenció mientras sus labios su fruncían. En contraste, Felix la saludó con una dulce sonrisa y habló. [Lady Claudia Ashley, gracias por tus excelentes primeros auxilios la vida de un estudiante ha sido salvada. Como presidente del consejo, te agradezco desde el fondo de mi corazón.]

 

El rostro de Claudia entró en desesperación, como si hubiera atestiguado el fin del mundo. [De nada.] Murmuró con amargura.

 

Cyril la miró— su comportamiento no era exactamente respetuoso. [El príncipe te ha dado un alago. Es un honor. Puede estar más feliz por ello.]

 

[Oh, ¿así que quieres que menee la cola como si fuera un estúpido perro, así como cierto alguien?] Claudia respondió con maldad mientras mantenía una cara seria— una hazaña impresionante.

 

Su comportamiento habría dejado a cualquiera fríoy como se esperaba, Cyril se molestó. [¡¿A quién llamas perro?!]

 

[Nadie dijo que me refería a ti. Oh, ¿Por qué estás haciendo caretas? ¿No eres el que trató de traer a Monica Norton aquí mientras estaba inconsciente y que no pudiste, así que tuviste que entregársela al presidente, mi querido hermano mayor?]

 

Mientras hablaba, mantenía un tono sin emociones. El rostro de Cyril se puso rojo primero, pero mientras seguía, se puso pálido como un fantasma. Era una miserable vista.

 

[Yo… lo siento, ser tan pesada…] Monica murmuró, dando lo mejor para respaldar a Cyril.

 

Cyril frunció el ceño y empezó a apretar sus dientes. Era una locura.

 

¿Q-Qué debería hacer? Lord Ashley está molesto… todo porque soy pesada.

 

Mientras se asustaba, Felix se recostó y acarició su mejilla. [No eres pesada. De hecho, eres bastante ligera. Creo que deberías comer más.]

 

Ajustó su manta y se giró a Cyril. [No deberíamos quedarnos mucho tiempo— está enferma. Salgamos.]

 

Cyril asintió sin quejarse. Luego se giró a ver a Monica y dijo. [No necesitas venir al cuarto del consejo hoy. Asume que no hay trabajo para que hagas incluso si quieres.]

 

[P-Pero estamos ocupados con los preparativos para el festival…] Tuvieron que trabajar en los documentos para enviarlos a los contratistas, revisar los presupuestos propuestos por los clubes, y un gran número de otras cosas que les habría gustado terminar hoy.

 

Pero Cyril respondió con firmeza. [No será un problema.]

 

Cuando Monica trató de protestar otra vez, Felix miró su rostro y sonrió levemente. [Regresa al dormitorio y descansa, ¿bien?] Su voz era tranquila, pero también firme— no tomaría un no como respuesta.

 

Ver a Monica tragarse su objeción, él y Cyril se alejaron de la cama. Claudia tomó un pañuelo de su bolsillo y lo ondeó. Su rostro no tenía expresiones.

  

Cyril parecía que estaba por perder. [Claudia.] Dijo. [Vigílala y asegúrate que no salga de aquí y trate de ir al salón del consejo estudiantil para trabajar.]

 

[Oh, si estás tan preocupado, solo necesitas decirlo. Te veías tan preocupado mirando el rostro de Monica Norton mientras dormía. Qué mal te ves, mi lindo hermano mayor.]

 

Cyril empezó a agitarse. Felix le sonrió a la conversación de los hermanos, luego dejó la enfermería con Cyril.

 

El cuarto se silencio al momento que se fueron. Resolviéndose, Monica se giró a Claudia. [U-Um, gracias por… por la ayuda.]

 

[¿Cuánto recuerdas…?] Preguntó.

 

[Hasta que bebí el té…] Monica no recordaba nada después de eso, parte de tener una pesadilla. Cuando entró en sí, ya había estado en la cama de enfermería.

 

Claudia se salió por un momento, luego volvió con una taza. Tenía leche. [Bebe esto.] Dijo. [Un poco a la vez. No es mucho, pero te protegerá el estómago.]

 

Monica tomó la taza y la puso en sus labios mientras Claudia se sentaba en la silla a la par de su cama. [Medicina ocular usada para dilatar pupilas fue mezclado en tu té…]

 

[¿M-Medicina ocular? ¿Es por eso que las pupilas de Lady Caroline estaban tan grandes a pesar que había luz…?]

 

Monica sentía que algo estaba mal con la chica desde el momento que llegaron a estar cara a cara en el jardín. Normalmente, en lugares brillantes, tus pupilas llegan a limitar la cantidad de luz que puede entrar. Sin embargo, las de Caroline, se quedaron grandes.

 

[U-Um, ¿Lady Caroline… tiene mal de ojo?] Monica preguntó.

 

[Usó un productor de belleza. La idiota tenía la ilusión que hacerlos grandes te hace más hermosa. Así que lo uso, a pesar del peligro.]

 

Las gotas de ojos que Caroline poseía eran normalmente usadas para exámenes oculares. No causaban problemas mientras los usaras como se suponía, pero eran tóxicas y causarían alucinaciones y síntomas de envenenamiento cuando se usan mal.

Y ella puso un poco en la taza de té de Monica.

 

[La mezcla es un poco amarga.] Claudia continuó. [Probablemente lo hicieron para reírse al verte beberlo.]

 

Fue por eso que Caroline hizo la fiesta de té en el jardín en frente de todos en lugar de su cuarto— quería reírse de Monica en público por hacer ahogarse con su té.

 

Pero lo que Caroline no había predicho fue que Monica bebería toda la taza sin problemas. [Ummm…] Dijo. [Bueno… Era amargo, pero aún bebible, así que…]

 

[¿Por qué crees que las criaturas tienen papilas gustativas? No están solo para saborear comida deliciosa. Están allí para distinguir y evitar venenos.]

 

Reprendida en un giro por su mal manejo de riesgos, Monica se silenció.

 

Quizás Claudia tenía razón— quizás Monica debió haber sido más precavida. Caroline había estado en algo. Monica no debió haber consumido nada que la otra chica le ofreciera.

 

De acuerdo a Claudia, Monica no había sido capaz de vomitar el veneno por su cuenta, así que le había hecho tomarse solución salina para forzarla.

 

[Cuando vomitaste, apenas había algo en tu estómago. Pesas bastante poco para alguien de tu edad y ciertamente no parece que estés cuidando de ti misma.]

 

[Urk…] La razón por la que no había comido el almuerzo hoy fue porque había estado huyendo de Claudia. Sin embargo, no era la primera vez que se le había dicho que su consumo nutricional era menor al suficiente, así que su culpa. Ella bajó la cabeza.

 

Claudia continuó, su voz sombría. [Entre más pequeño es alguien, más cosas pueden llegar a matarte… Incluso un veneno que no mataría a un adulto con un cuerpo estándar puede ser letal para alguien con el cuerpo de un niño. Tienes suerte de estar con vida.]

 

[U-Un cuerpo de niño…] Monica balbuceó, sin querer viendo a Monica. Ella era más delgada, pero alta, y las partes de su cuerpo que sobresalían sí que lo hacían. Nunca pensarías que ella y Monica eran de la misma edad.

 

Monica nunca había tenido un complejo respecto a su cuerpo, pero luego de volverse amiga con Lana y Casey, se había vuelto levemente más consciente de lo infantil que lucía. Tomó su derrota en silencio.

 

Claudia se recostó y miró su rostro. [¿Oh…? ¿Qué ocurre, Cuerpo de Niña? Estás mirando, Cuerpo de Niña. Además, no comas alimentos sólidos por el resto del día. Solo los vomitarás, Cuerpo de Niña.]

 

[N-No tienes que seguir llamándome “Cuerpo de Niña” así…]

 

[Simplemente quiero evitar de evitar que me agradezcas por salvarte la vida.]

 

Los ojos de Monica se abrieron. Ahora que se piensa, Claudia lucía amargada cuando Felix le agradeció. Monica naturalmente estaba agradecida con ella y quería decirle gracias. Pero Claudia parecía encontrar la situación incómoda— no estaba tratando de esconder su avergonzamiento.

 

[Um… ¿No quieres que te agradezca porque… me odias? ¿Es… eso?] Monica preguntó, voz agitada.

 

Claudia se paró recta. Su expresión permanecía impasible, como una muñeca. Pero Monica pensó que captó una oscura emoción— no maliciosa— ardiendo en lo profundo de sus ojos azules.

 

[No te odio exactamente…] Respondió. [Aunque tampoco me caes bien…]

 

Monica juntó el coraje y preguntó. [E-Entonces… ¿por qué me has… seguido toda la semana?]

 

Había asumido que Claudia tenía sospechas de ella siendo la Bruja Silenciosa. Mientras esperaba por una respuesta, Claudia se acercó y la miró cara a cara.

 

[Porque has encantado a mi prometido.] Respondió.

 

[¿Huh…? Espera… ¿Huh?] Monica casi tiró su taza de leche.

 

Claudia continuó. [Estar en el consejo estudiantil con él es una cosa, pero practicar baile con él… No puedo tolerarlo, ¿verdad? Incluso yo apenas he bailado con él.]

 

Consejo estudiantil. Práctica de baile. La primera persona que llegó a la mente de Monica era Felix y Cyril. Pero Claudia y Cyril eran hermanos, lo cual limitaba la respuesta a uno.

 

¡E-Espera, ¿Lady Claydia… está comprometida con el príncipe?!

 

Por otra parte, Claudia no había descubierto su identidad, lo cual le causaba alivio. ¡Pero ¿quién hubiera imaginado que ella era la prometida de Felix y creyó que Monica se la estaba cuckeando?!

 

Monica pensó mucho, tratando de idear una forma para esclarecer el malentendido. Justo entonces, un sonido vino de la puerta y oyó un par de pisadas del otro lado de la cortina.

 

[¡Monicaaaaa! ¡Hemos venido a visitarte!]

 

[¡Shhh! ¡Shhh! ¡Sin gritar en la enfermería!]

 

La vividas y familiares voces pertenecían a Glenn y Neil. Glenn abrió la cortina sin preguntar y tomó un largo paso hacia la cama. [¡Monica, ¿estás bien?! ¡Whoa, tu rostro está tan pálido! Oh, y traje un regalo. ¿Carne está bien?]

 

[Glenn, no le des carne a alguien justo luego que fuera envenenado.] Neil intervino antes de notar a Claudia a la par de Monica. Se enderezó y le ofreció una rara sonrisa. [Oh. Um, hola, Lady Claudia.]

 

[…] Claudia mantuvo su impasible expresión, pero el aire alrededor de ella claramente había cambiado. Su sombría y clara aura había desaparecido por completo.

 

Neil se veía levemente molesto por su falta de expresión. [Um… Bueno, yo… Oh, oí del presidente que tú eres quien realizó los primeros auxilios a Lady Norton.]

 

[…] Claudia se mantuvo sin palabras y emociones. Ni siquiera ofreció una asistencia en respuesta.

 

Niel empezó a asustarse, moviendo sus brazos sin razón y continuó. [¡I-Impresionante como siempre, Lady Claudia! ¡Eres increíble!]

 

[Oh…]

 

Entonces, Monica estaba segura que lo había visto. Los labios de Claudia mientras decía esa palabra, levemente se habían— muy leve— se levantaron en sus esquinas.

 

Espera, Monica pensó. ¿El prometido de Lady Claydia podría ser—?

 

Antes que Niel pudiera responder, Claudia se acercó a Monica, prácticamente acurrucándose con ella. [De hecho, somos amigas.] Claudia dijo lentamente. [¿No es cierto? Mi querida Monica.]

 

Era la primera vez que Monica oía de ello. ¿Claudia no acababa de decir que no la odiaba, pero tampoco le agradaba?

 

Mientras Monica lucía asombrada, Claudia la miró con esos ojos azules. Eventualmente, la presión le ganó. [S-Sí…] Balbuceó, asintiendo.

 

[¿Ves?] Claudia dijo, mirando a Glenn y Neil. [Soy Claudia Ashley, de segundo año y prometida de Neil… Así que mucho gusto en conocerte.]

 

[¿Huh? ¡E-Espera, ¿prometida?! ¡¿Eres su prometida?!] Glenn gritó.

 

Neil sonrió vagamente. [Bueno, verás, fue algo que nuestros padres decidieron…]

 

[Oh… ¿Estarías más feliz con alguien más?] Claudia preguntó, girando su cara de muñeca a Neil. La intensidad de su belleza hacía que su falta de expresión intimidara.

 

El rostro de Neil se endureció y agitó su cabeza. [Um, no, no me refería a eso; es solo que soy mala pareja para ti y me siento culpable por ello…]

 

Sus ojos se dirigieron en la coronilla en la cabeza de Claudia. Eso le dio a Monica una idea a lo que le estaba preocupando. Neil era más bajo comparado a los otros chicos de su edad— mientras Claudia era alta para una chica. Lado a lado, ella sería más alta que él.

 

Además, Claudia venía de una familia de marqués, mientras Neil era el hijo de un barón, así que sus familias no era una buena combinación cuando se trataba del rango.

 

Mientras Monica se quedaba sin palabras, Claudia se levantó, enlazó su brazo alrededor de Neil, y sonrió. [Mira, Monica… ¿No crees que Neil y yo somos una buena pareja…? ¿Verdad?]

 

Con los dos alineados, su diferencia de altura se volvía más aparente. Pero el final “¿Verdad?” de Claudia había dado tal fuerza que Monica sonrió, creando el pensamiento y simplemente asintiendo. [S-Sí.]

 

[¿Ves, Neil?] Claudia dijo. [Incluso nuestra amiga Monica nos ha dado su bendición.] Su tono parecía decir; Mira, no hay ningún problema.

 

Neil forjó una sonrisa mientras Glenn murmuraba. [¡Es tan intimidante!]

 

Y en ese momento, la puerta a la enfermería se abrió otra vez. Una chica corriendo, su coleta meneándose detrás de ella— era Casey.

 

[¡Monica!] Exclamó. [¡Oí que te llevaron a la enfermería! Estás—]

 

Ella se detuvo y miró a Neil y Claudia, brazo con brazo,

 

Se quedó en silencio por un momento. Luego se veía perpleja. [Hey, er, ¿qué ocurre aquí?]

 

[Debería ser obvio de ver. Neil y yo estamos por darles la historia de cómo nuestro romance empezó.]

 

[Espera. Lo siento, me temo que no es claro para mí.] Casey dijo, atónita.

 

Monica le ofreció una sonrisa dolorosa.

 

✽✽✽✽✽

 

Feliz bajó por el pasillo, su característica sonrisa tranquila se había ido de su rostro. Su ausencia solo hacía más claro sus hermosos gestos sospechosos. Cyril siguió detrás— quizás había sentido la irritación del príncipe.

 

Mientras Felix caminaba, en silencio confrontó la fuente de su molestia… Qué molestia, pensó. Nunca he sido de los que se molestan de esa manera. La rabia que sintió dentro estaba reservada para cuando la necesitara y para quien la necesitara— no se suponía que saliera solo porque sí.

 

Pero cuando Monica había arrastrado al suelo para disculparse, había vuelto un recuerdo de su pasado.

 

[Soy el presidente del consejo estudiantil… pero no puedo hacer nada bien… lo siento…]

 

Se había estado agitando mientras lo decía— y en su mente esa imagen se había sobrescrito con otra— un chico.

 

[Soy de la realeza… pero no puedo hacer nada bien… lo siento…]

 

Un chico quien había bajado su cabeza frente a su propia debilidad, lágrimas salían de sus ojos mientras se agitaba y esperaba a ser reprendido.

 

Sí, el parecido es claro, pensó para sí.

 

[No parece que pueda suprimir mi enojo con este incidente.] Dijo con inusual frialdad.

Cyril se agitó. Su expresión se puso tensa. [La hija del Conde Norn y las otras chcias están esperando en la recepción para el interrogatorio. Y…] Se detuvo, mirando alrededor antes de susurrar al oído de Felix. [Lady Isabelle Norton, hija del Conde Kerbeck, ha entrado al salón del consejo demandando hablar con la hija del Conde Norn…]

 

[¿Lady Isabelle? Ah, la hermana menor de la ardilla, ¿correcto?]

 

[No están relacionadas de sangre. Parece que ella es la prima de Lady Norton.]

 

[Hmm.] Felix dijo, sus labios formaron una sonrisa. [Buen momento. En ese caso, que Lady Isabelle se una.] Una fría sonrisa apareció en su apuesto rostro mientras declaraba. [Creo que esta fiesta de té será muy divertida.]

 


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